Las megaconstelaciones chinas Guowang y G60 y los mil y un cohetes para lanzarlas

Por Daniel Marín, el 7 mayo, 2024. Categoría(s): Astronáutica • China • Cohetes • Comercial ✎ 118

En los próximos años China planea lanzar más de 25 000 satélites. La mayoría de estos satélites formarán parte de dos megaconstelaciones: Guowang (13000 satélites) y Qianfen/G60 (12000 satélites), aunque hay otras planeadas con cientos o unos pocos miles de satélites. El proyecto que cuenta con el apoyo directo del gobierno central chino es Guowang. Esta red se aprobó formalmente en 2021 bajo el nombre de Zhongguo Xingwang (中国星网, ‘red de satélites de China’), o, abreviado, Guowang (国网), que significa simplemente ‘red nacional’ en mandarín. A cargo de la empresa estatal China Satellite Network Group Corporation (中国卫星网络集团有限公司), o China SatNet, sita en la ciudad de Xiong’an, Guowang es la heredera de otros proyectos de constelaciones de comunicaciones estatales, como la constelación Hongyan (鸿雁星座) de CASC o las Hongyun (虹云) y Xingyun (行云) de CASIC, los dos conglomerados aeroespaciales gubernamentales más importantes del país, que no llegaron a fructificar.

(CCTV).

Tras varios años sin novedades, el despliegue de Guowang parece que arrancará este año. Después de ser testigos del papel de la megaconstelación Starlink de SpaceX en la guerra de Ucrania y de contemplar como la empresa de Elon Musk está lanzando los primeros ejemplares de la versión militar de Starlink, Starshield, está claro que Pekín no quiere quedarse atrás en esta carrera. En estos momentos la viabilidad comercial de Guowang es lo de menos: China desea disponer de una megaconstelación de satélites de comunicación por simple interés estratégico. El proyecto parece haber pasado por varias fases de reestructuración y, finalmente, todo apunta a que se ha optado por un modelo híbrido en el que varias empresas, tanto estatales como privadas, construirán los satélites en vez de disponer de un único proveedor. No obstante, todo el programa sigue rodeado de un secretismo importante, más llamativo si cabe después de que copara los medios chinos en 2021. En principio, en la primera fase de Guowang se lanzarán 6080 satélites (GW-A59) y la segunda 6912 (GW-2), por lo que formalmente son dos megaconstelaciones desde el punto de vista de licencias.

Emblema de la empresa SSST, a cargo de la megaconstelación G60 (Weibo).

La otra megaconstelación es G60, también conocida como G60 Starlink (G60星链), aunque más recientemente ha aparecido en los medios chinos con el nombre de Qianfen (千帆星座). G60/Qianfen contará con 12000 satélites —otras fuentes citan 15000 unidades— y está a cargo de la empresa SSST (Shanghai Spacecom Satellite Technology / 上海垣信卫星科技有限公司), a veces mencionada como Shanghai Yuanxin Satellite Technology. SSST recientemente ha asegurado una financiación de más de 933 millones de dólares, por lo que estamos hablando de un proyecto serio. A diferencia de Guowang, G60 no está directamente controlada por el gobierno de Pekín, aunque cuenta con el apoyo del gobierno de Shanghái y de la Academia China de las Ciencias, este último un importante organismo estatal que está desarrollando un verdadero programa espacial propio.

Sede de la empresa Genesat, que construirá los primeros 1296 satélites de G60 (Genesat).

En una primera fase, G60 estará formada por 1296 satélites —36 planos orbitales con 36 satélites cada uno— fabricados por la empresa Genesat (Shanghai Gesi Aerospace Technology / 上海格思信息技术有限公司), que en diciembre de 2023 inauguró una fábrica de satélites en Shanghái capaz de producir 300 unidades al año. En 2024 está planeado que despeguen los primeros 108 satélites de la constelación Qianfen con el objetivo de tener en órbita los 1296 satélites en 2027. No se han publicado detalles sobre los satélites, aunque algunas fuentes apuntan a que su masa sería de 300 kg y estarían situados en una órbita de 1200 kilómetros. G60/Qianfen es heredera del proyecto de constelación KLEO Connect desarrollado conjuntamente con Alemania, una relación que acabó en los tribunales. La polémica está servida porque la empresa estadounidense Rivada quiere usar las frecuencias de KLEO Connect, pero parece ser que Qianfen también quiere seguir usándolas. Veremos cómo termina esta pelea de frecuencias.

Satélites GeeSAT de GeeSpace (GeeSpace).
GeeSpace quiere ampliar su constelación de satélites para automoción y otros servicios (GeeSpace).

Además de estas dos grandes megaconstelaciones, hay otros proyectos de constelaciones de satélites chinas bastante numerosas. Por ejemplo, tenemos a GeeSpace (时空道宇), una empresa privada subsidiaria del gigante automovilístico Geely (吉利). A pesar de ser una recién llegada, GeeSpace viene pisando fuerte y ya dispone de veinte satélites GeeSAT de 130 kg cada uno lanzados en dos misiones de cohetes CZ-2C entre 2022 y 2024. Su nueva fábrica de Taizhou podrá fabricar hasta 500 satélites al año y ha llegado un acuerdo con la empresa comercial iSpace para lanzar sus satélites mediante cohetes Hyperbola.

Nueva generación de satélites de GeeSpace (GeeSpace).
Satélite de tercera generación de GalaxySpace (GalaxySpace).

Por otro lado, la empresa GalaxySpace (Galaxy Aerospace o 银河航天) de Pekín quiere desplegar una constelación de mil unidades en una órbita de unos 510 kilómetros. Cada satélite tendría una masa de entre 225 y 330 kg. En julio de 2023 GalaxySpace lanzó el satélite Lingxi-03 (灵犀03) mediante un CZ-2D, un prototipo de satélite plano tipo Starlink para ser lanzado apilado como la constelación de SpaceX. No está claro si la constelación de GalaxySpace estará basada en este satélite o si el diseño se usará en otras constelaciones, pero la empresa inauguró en 2020 una fábrica de satélites en Nantong capaz de producir entre 300 y 500 unidades al año. Más recientemente, GalaxySpace ha firmado un acuerdo con la empresa CAS Space (中科宇航) para lanzar sus satélites con el cohete Lijian 2 (Kinetica 2) a partir de 2025.

Satélite Lingxi-03 de GalaxySpace, el «Starlink 1.0 chino» (GalaxySpace).
El Lingxi-03 antes del lanzamiento (GalaxySpace).
Concepto de lanzamiento apilado de satélites de GalaxySpace mediante un CZ-5 (GalaxySpace).

A esta actividad frenética debemos sumar otros proyectos de empresas importantes como Huawei, que también quiere disponer de su constelación propia, y constelaciones que no están dedicadas a las comunicaciones, sino a otros objetivos como la observación de la Tierra. Como vemos, hay una enorme demanda de lanzadores para colocar en órbita todas estas cargas útiles. De hecho, la necesidad de lanzar las constelaciones de satélites parece estar detrás de la «barra libre» que ha dado el gobierno de Pekín a las empresas privadas de lanzadores para que compitan con los gigantes CASC y CASIC. Efectivamente, cuando hace apenas un lustro estas empresas empezaron a florecer, los proyectos de vectores que ofertaban no superaban las 5 o 7 toneladas en LEO, un requisito destinado a no hacer sombra a los lanzadores estatales, especialmente a la familia Larga Marcha (CZ) de CASC. Sin embargo, en los últimos años, justamente a raíz de la consolidación de los proyectos de megaconstelaciones, este veto se ha esfumado y vemos a las empresas privadas del sector proponer lanzadores cada vez más potentes.

Recreación del Tianlong 3 despegando desde el centro de Hainán (Space Pioneer).
El primer Tianlong 3 está listo para debutar este año (Space Pioneer).
El VTVL-1 servirá para desarrollar el Zhuque 3, un cohete de acero reutilizable (LandSpace).

Por ejemplo, LandSpace quiere lanzar en 2025 el cohete Zhuque 3 de metano, capaz de colocar 21,3 toneladas en LEO, mientras que este año debutará el Tianlong 3 de Space Pioneer, con una capacidad de 17 toneladas en órbita baja. También podemos mencionar el Lijian 2 (Kinetica 2) de CAS Space, que puede situar 13 toneladas en LEO, el Palas 1 de Galactic Energy (10 toneladas), el Yinli 2 (Gravity 2) de OrienSpace (21,5 toneladas) o el Hyperbola 3 de iSpace (cerca de 14 toneladas). Curiosamente, el sector estatal lejos de rendirse, ha redoblado sus esfuerzos presentando una panoplia de lanzadores. Por ejemplo, SAST, integrada en CASC, seguirá con su CZ-6A, a la vez que introducirá el CZ-6C, capaz de colocar 4,5 ton en LEO y 2 toneladas en órbita polar (SSO), la mitad que el CZ-6A). Pero además SAST también va a poner en servicio el CZ-12, que podrá lanzar 10 toneladas a LEO y 6 toneladas a SSO. CALT, el rival de SAST dentro de CASC, ha reforzado su oferta de lanzamientos del CZ-8 y recientemente ha presentado al CZ-8A, una versión mejorada del CZ-8 antes denominada CZ-8G, con nueva segunda etapa más grande y una nueva cofia de hasta 5,2 metros, lo que le permitirá lanzar 7 toneladas en SSO frente a las 5 toneladas del CZ-8 normal. Además, CASC ha anunciado en repetidas ocasiones que pretende usar el CZ-5, el cohete chino más potente en servicio (25 toneladas en LEO), para lanzar satélites de megaconstelaciones.

CZ-8A (derecha): nueva versión del CZ-8 con segunda etapa mejorada y cofia de 5,2 metros para megaconstelaciones (CCTV).
Cohetes Kuaizhou de CASIC: KZ-1A, KZ-11 y los nuevos KZ-6 de combustible líquido reutilizables (CASIC).

¿Estás mareado con tanta oferta de lanzadores? Pues agárrate, que hay más. Hace unas semanas CASIC, el otro gran conglomerado estatal junto a CASC, presentó su nueva familia de lanzadores de combustible líquido reutilizables Kuaizhou 6 (快舟六号). Hasta el momento CASIC solo ofertaba los relativamente pequeños cohetes de combustible sólido Kuaizhou KZ-1A y KZ-11, pero ahora también se ha sumado a la fiebre de los lanzadores chinos. ¿Y desde dónde despegarán todos estos vectores? Pues precisamente este año se inaugurará el primer centro espacial civil de China, el Centro Comercial de Hainán, muy cerca del centro de lanzamiento de Wenchang desde el que despegan los cohetes CZ-5, CZ-7 y CZ-8. Dotado de dos rampas, desde este centro despegará el CZ-8A, el CZ-12 y la mayor parte de cohetes privados antes mencionados. Además, el gobierno chino planea facilitar la construcción de más rampas comerciales de Jiuquan con el objetivo de crear otro centro de lanzamiento comercial como el de Hainán. En Jiuquan ya hay varias rampas de empresas privadas (LandSpace, Space Pioneer o CAS Space) y estatales (CASIC, además de las rampas tradicionales desde donde despegan cohetes CZ-2F tripulados o CZ-2C/CZ-2D/CZ-4B/C).

Centro Comercial de Hainán, con dos nuevas rampas para lanzadores (Centro Comercial de Hainán).
La rampa nº 1 está lista (Weibo).
Nuevo edificio de integración vertical en Wenchang para más cohetes CZ-5/8 (Weibo).

Los lanzamientos usando barcos y barcazas situados en el mar frente a la ciudad de Haiyang, en la provincia de Shandong, y frente a la ciudad de Yangjiang, en la provincia de Guangdong (Cantón), han permitido aliviar parcialmente el cuello de botella que sufre el país con respecto a la oferta de lanzadores, pero no es suficiente. Como resultado, hay planeados otros centros de lanzamiento comercial en la costa, como es el caso del proyecto de la ciudad de Xiangshan, cerca de Ningbo. En conclusión, China se prepara para aumentar su número de lanzamientos de forma dramática. ¿Logrará desplegar al menos una constelación equivalente a Starlink?

Lanzadores privados chinos más potentes.


118 Comentarios

  1. Creo que un dato importante sería saber si los satélites chinos cumplirán algún tipo de normativa en cuanto a tiempo de desorbitado una vez cumplida su vida útil, como lo hacen los Starlink de SpX que, en el peor de los casos (fallo del sistema de desorbitado), reentran de forma natural en un máximo de unos 5 años.

    Los satélites situados a más de 1.000 km de altura pueden tardar siglos en desorbitarse de forma pasiva, como puede verse en un gráfico en este documento acerca de la sostenibilidad de Starlink:

    https://www.spacex.com/updates/#sustainability

  2. Mi opinión personal e irrelevante en este asunto de las megacostelaciones es que creo que una buena constelación entendiendo por buena la cobertura y el ancho de banda seria interesante para nuestra civilización y tecnología, vamos que tendría su utilidad.

    El problema que veo es que si cada cual intenta poner su constelación, y casi se convierte en una nueva carrera a ver quien la tiene mas larga, pues eso va a ser un problema sin ninguna duda. Ya que no solo son países, son también empresas privadas, luego todo se multiplica.

    Urge una regulación internacional, pero claro, ya vamos tardísimo y entiendo que el que no tiene constelación todavía a ver como le convences que ya no la tenga si su competencia ya sea estado o privada si la tiene.

    creo que nos hemos metido en un jardín

    1. Efectivamente.

      Si Starlink fuera un negocio racional no volcado a acaparar recursos antes que nadie, y tuviera una vocación universalista neutral, a la que se pudieran sumar cuantos países o entidades estuvieran interesados, sería otro cantar, incluso si mantuviera sus expectativas de ~50k satélites y diera sus problemas.

      Pero esta proliferación incontrolada es cancerosa.

  3. Tom Mueller habla de Starlink:

    forum.nasaspaceflight.com/index.php?topic=55795.msg2591226#msg2591226

    Algunos de los que trabajamos en StarLink hace 6 a 8 años teníamos hojas de cálculo con supuestos de costos básicos de lanzamiento, satélites y terminales terrestres, así como proyecciones de ingresos. El consenso general fue, vaya, el retorno de la inversión es realmente rápido, construyamos y lancemos tantos de estos tan rápido como podamos.

    Y le dije a cualquiera que quisiera escucharme: si pueden obtener acciones de SpaceX, ahora es el momento.

    Varios tweets interesantes de Tom:

    x.com/lrocket/status/1515125707923361797

    https://x.com/lrocket/status/1676282103439446016

    «SpaceX parece estar vendiendo principalmente un sueño. El lanzamiento de 50 millones de dólares es un sueño. La reutilización es un sueño. ¿Cómo respondes a un sueño? Dejas que la gente se despierte sola. Ellos (SpaceX) no son superhombres. Lo que ellos pueden hacer, nosotros podemos hacerlo.» – Un directivo de Arianespace, 2013

    Cada vez que aterriza un booster F9R mueren dos directivos de Arianespace 😂😂

    1. Para desesperación de los haters, ex-empleados tan prominentes como Tom Mueller dejan clara su admiración por Elon, su talento y sus logros. Tom lo reconoce como un mentor.

      Los haters sueñan con que algún ex-empleado “desenmascare” a Elon, desmontando su posición de Ingeniero Jefe. Que esperen sentados.

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Por Daniel Marín, publicado el 7 mayo, 2024
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