Completado el espectacular despliegue del telescopio espacial James Webb

Por Daniel Marín, el 9 enero, 2022. Categoría(s): Astronáutica • Astronomía • NASA ✎ 123

Aunque todavía tiene que colocarse en su órbita de halo alrededor del punto de Lagrange ESL2, el telescopio espacial James Webb (JWST) ha logrado uno de los hitos de la exploración espacial del siglo XXI al completar el despliegue de la mayor parte de elementos que lo forman. Por tanto, una vez desplegados el escudo solar, el espejo secundario y los paneles laterales del espejo primario, ya podemos decir con confianza que la fase más crítica del «mes de terror» del James Webb ha quedado atrás. La aventura comenzó el pasado 25 de diciembre a las 12:20 UTC, cuando un Ariane 5 ECA+ europeo colocó al JWST en una órbita de 315 x 1 000 000 kilómetros rumbo al punto L2. Casi tan importante como el lanzamiento era la precisión en la inserción orbital del mismo. De ella dependía que el JWST no malgastase sus preciosas reservas de propergoles hipergólicos en corregir una inserción con un error muy grande. No olvidemos que la vida útil del James Webb está limitada por los 300 kg de propergoles —hidrazina y tetraóxido de nitrógeno— que alimentan los motores SCAT y MRE-1 DTM. Antes del lanzamiento, esta vida útil se estimaba en unos 10,5 años teniendo en cuenta el combustible que se pudiese gastar para compensar una mala inserción orbital.

El James Webb ya está desplegado en el espacio (Adriana Manrique Gutiérrez / NASA).

Curiosamente, el Ariane 5 ECA+ solo podía situar al JWST en una órbita con menos energía de la necesaria para alcanzar L2. La razón es que el observatorio no podía girar sobre sí mismo 180º para frenar su velocidad debido a que la temperatura de la nave no debe superar determinados valores. Dicho de otra forma, el observatorio únicamente podía acelerar para compensar un eventual error en la trayectoria. Afortunadamente, la misión VA256 del Ariane 5 fue un éxito y el error fue mínimo. Aunque todavía hay que comprobar las prestaciones de los propulsores a lo largo de los próximos meses, es muy posible que las reservas de propergoles puedan aguantar cerca de veinte años, por lo que tenemos James Webb para rato.

Vista del James Webb desde la segunda etapa del Ariane 5 con sus principales componentes (ESA).
Geometría de separación del James Webb de la segunda etapa del Ariane 5. El JWST debe estar de «espaldas» al Sol en todo momento (con un ángulo máximo de 20º) para evitar un excesivo calentamiento (NASA).
Partes del James Webb (NASA).
Secuencia de despliegue del JWST (ESA).

El primer elemento en ser desplegado de la misión fue el panel solar. Aunque se esperaba que se abriese 33 minutos después del despegue, en realidad se trataba de una maniobra automática dirigida por el ordenador de abordo una vez este verificara la correcta separación de la segunda etapa del Ariane 5 y que el observatorio estaba situado en la orientación adecuada con respecto al Sol. El resultado fue que el panel solar se desplegó a los 29 minutos de la misión, aproximadamente, lo que permitió que la maniobra fuese filmada por la cámara que llevaba la segunda etapa ESC-D del Ariane. El panel solar, de cinco segmentos, genera 2,14 kilovatios de potencia y es el encargado de alimentar los sistemas e instrumentos del James Webb a través de una batería de 52,8 amperios-hora. Aunque el panel solar funciona correctamente, durante los siguientes días la NASA se dedicó a estudiar en detalle sus prestaciones debido a que la potencia generada por el panel dista de ser óptima (ahora produce energía de sobra, pero a medida que se vaya degradando habrá que vigilar su comportamiento). Y es que, desgraciadamente, por culpa de las limitaciones de peso no fue posible incluir un panel solar de mayor tamaño.

El panel solar en configuración de lanzamiento (NASA).
Detalle del bus del James Webb con el panel solar (NASA).
El panel solar durante una prueba de despliegue (NASA).
Panel solar del James Webb (Northrop Grumman).
El JWST con el panel solar desplegado (NASA).

El siguiente suceso de la misión era aún más crítico si cabe. Se trataba de la primera maniobra de corrección de la trayectoria o MCC-1a (Mid Course Correction Burn 1a), que debía tener lugar con el JWST a 133000 kilómetros de la Tierra. Esta maniobra tenía como objeto compensar las prestaciones del lanzador Ariane, que, como vimos arriba, situó al James Webb en una trayectoria con una velocidad menor de la necesaria. La MCC-1a tuvo lugar el 26 de diciembre a las 00:50 UTC, con una duración de 65 minutos. El observatorio aumentó su velocidad en unos 16 m/s usando los dos motores SCAT (Secondary Combustion Augmented Thrusters) 1 y 2 (solo se encendió uno de los motores, mientras el otro actuaba de reserva). Estos dos motores, también denominados SCAT MCC-1, están situados casi en el centro del bus del telescopio y se emplearon exclusivamente en las maniobras MCC-1a y MCC-1b, ya que para la maniobra MCC-2 el centro de gravedad del vehículo habrá cambiado significativamente. Ese mismo día, alrededor de las 15:00 UTC, el JWST comenzó el despliegue del mástil GAA (Gimballed Antenna Assembly) con la antena de alta ganancia (HGA), un elemento clave a la hora de transmitir un mínimo de 57,2 GB de datos al día durante la misión científica. El proceso, que incluyó la comprobación de movimientos del mástil, llevó una hora aproximadamente. Al mismo tiempo, la tupida red de sensores de temperatura del observatorio se activaron por primera vez.

Sistema de propulsión hipergólico del James Webb. Los motores SCATs se usarán para las maniobras de Delta-V necesarias para alcanzar el punto L2. Los motores DTM de hidrazina se usarán para controlar periódicamente la orientación del telescopio y descargar el momento angular de los giroscopios (NASA).
Situación de los motores en el bus (NASA).

El 27 de diciembre a las 20:00 UTC el JWST superó la órbita lunar —aunque en ese momento la Luna se encontraba muy lejos del observatorio en otro punto de su órbita—, y el 28 de diciembre a las 00:20 UTC se efectuó la segunda maniobra MCC-1b, con una duración de 9 minutos y 27 segundos. La Delta-V de esta maniobra fue de 2,8 m/s, suficiente para compensar los pocos errores de la MCC-1a y colocar al observatorio en la trayectoria precisa hasta L2. También el 28 de diciembre a las 18:21 UTC se completó el despliegue de la plataforma UPS delantera, un proceso que llevó 20 minutos. Las UPS (Unitized Pallet Structures) delantera y trasera son dos plataformas sobre las que se hallan las cinco capas del escudo solar del James Webb junto con los cables y poleas que empleados para tensarlas. Al día siguiente, a las 00:27 UTC, la UPS trasera terminó de ser desplegada después de un proceso que se prolongó 18 minutos.

El James Webb durante las pruebas en tierra del despliegue de las UPS (Northrop Grumman).
Prueba de plegado del escudo solar en las UPS (NASA).
Estructura de las UPS (NASA).
El James Webb con las plataformas UPS delantera y trasera desplegadas (NASA)

El 29 de diciembre, entre las 14:45 y las 21:24 UTC, se desplegó la torre DTA (Deployable Telescope Tower Assembly), que básicamente es un tubo que, al alargarse, eleva el conjunto formado por la óptica OTE y el compartimento de instrumentos ISIM. De esta forma, la óptica y los instrumentos quedaron a una distancia de 1,22 metros del resto del satélite para facilitar el enfriamiento de la estructura una vez desplegado el escudo solar.

Sistema DTA (Northrop Grumman).
El tubo DTA antes del lanzamiento (NASA).
Configuración de lanzamiento de la estructura DTA plegada (NASA).
La DTA en configuración de lanzamiento (arriba) y desplegada (NASA).
El JWST con la DTA desplegada (NASA).

Cinco días después del despegue, el 30 de diciembre a las 14:00 UTC, el JWST abrió el panel AMF (Aft Momentum Flap) en la UPS trasera para compensar el empuje generado por la presión de radiación de la luz solar. Con el escudo solar una vez abierto, el JWST es básicamente una vela solar. Esto tiene varios efectos sobre el control del telescopio; el principal es que los volantes de inercia se cargan con momento angular para contrarrestar el empuje generado por la luz solar, motivo por el cual hay que usar los pequeños propulsores MRE para descargar regularmente estos volantes (lo que a su vez explica que el combustible sea la principal limitación de la vida útil del telescopio). Para mitigar estos efectos, agravados por la asimetría de la parte delantera y trasera del escudo solar, y mantener el telescopio correctamente orientado, se usa el AMF.

Aft Momentum Flap (NASA).

El 30 de diciembre a las 17:27 UTC concluyó el proceso para retirar las protecciones del escudo solar. Precisamente, al día siguiente empezó la fase más crítica de esta fase de operaciones del James Webb: el despliegue de dicho escudo. Las cinco capas de Kapton E son esenciales para permitir que la temperatura en el «lado nocturno» del telescopio sea de —233 ºC, de tal forma que los instrumentos del observatorio puedan ver en el infrarrojo. Para abrir el escudo, dos mástiles telescópicos situados en el bus del observatorio, denominados DRSA-H (Deployable Radiator Shade Assembly/Horizontal) o SMBA (Sunshield Mid-Boom Assembly) y formados por cinco segmentos, se tenían que abrir poco a poco. A las 18:30 UTC del 31 de diciembre comenzó la extensión del mástil izquierdo o de babor (+J2), que se completó a las 21:49 UTC. Por su parte, a las 23:31 UTC comenzó el despliegue del mástil de estribor (-J2), que finalizó a las 03:13 UTC del 1 de enero. Con los mástiles alargados, el escudo solar cubre 21,197 x 14,162 metros, una dimensiones que a la NASA le gusta comparar con el tamaño de una pista de tenis. El proceso de apertura del escudo se retrasó un día aproximadamente para dar tiempo a analizar un pequeño problema con los sensores destinados a avisar de la correcta apertura de las cubiertas del escudo, que no se activaron cuando debían. No obstante, el equipo del JWST empleó datos de los giróscopos y de los sensores de temperatura para comprobar que las cubiertas se habían retirado correctamente. Con el fin de abrir los mástiles, el JWST tuvo que activar 107 de los 178 mecanismos no explosivos usados para mantener el observatorio plegado en la configuración de lanzamiento.

Los dos mástiles MBA antes y después del despliegue (Northrop Grumman).
Primero se abrió el mástil de estribor (-J2) (NASA).
Detalle de los mástiles y las UPS desplegadas en tierra (NASA).
Uno de los mástiles en configuración de lanzamiento (NASA).
Un técnico revisa el plegado de las capas del escudo solar del JWST (NASA).
Otra vista de los mástiles durante las pruebas en tierra (NASA).
El escudo con los mástiles desplegados (NASA).

Sin embargo, el escudo solar no sirve de nada si no se tensionan las cinco capas para establecer una correcta separación entre las mismas y que puedan servir como barrera contra la radiación térmica. Las cinco capas de kapton han sido recubiertas con aluminio, aunque las dos capas más externas también tienen una cubierta de silicio que les da un característico color rosado. La capa 1, situada en la parte exterior que da al Sol, tiene solo 0,05 milímetros de espesor, mientras que las otras cuatro capas tienen la mitad de grosor, o sea, 0,025 milímetros. La capa 5, la más interna, es la más pequeña y curvada, mientras que la capa 1 es la mayor y la más plana. La secuencia de separación de las capas se retrasó un par de días para analizar el comportamiento del panel solar y del sistema de gestión de energía de la nave, y también para orientar correctamente el observatorio de tal forma que la temperatura de los motores que debían tensar las capas fuese la adecuada. Por fin, el 3 de enero de 2022 a las 15:00 UTC comenzó la separación y tensionado de las capas, una maniobra que requirió la acción de 139 actuadores y ocho motores. A las 20:48 UTC ya se había completado el tensado de la capa 1. El lento y delicado proceso finalizó el 4 de enero, diez días después del lanzamiento, cuando a las 16:59 UTC se terminó de tensar la capa 5. A partir de ese momento, las temperaturas en el lado nocturno del JWST comenzaron a bajar significativamente. El tensado de cada capa llevó unos 70 minutos, aproximadamente.

Vista de las cinco capas del escudo solar separadas y tensadas (NASA/Chris Gunn).
Las cinco capas tensadas durante las pruebas en tierra (NASA).
Una curiosa imagen del modelo a escala 1:3 del escudo solar del James Webb con el que se hicieron las pruebas térmicas, ya que el escudo real era demasiado grande para meterlo en una cámara de vacío (NASA).

El JWST es el primer telescopio espacial infrarrojo que emplea un sistema de refrigeración pasivo mediante un escudo solar en vez de uno activo con helio o hidrógeno, una decisión que permite aumentar su vida útil significativamente. El diseño de estos escudos se conoce como de «surco en forma de V» (V-groove shield) y su funcionamiento se basa en que el calor absorbido por una capa se refleja en la siguiente hasta ser expulsado al espacio gracias al ángulo que forman las distintas capas entre ellas (no sirve si las capas son paralelas, de ahí que la capa más exterior sea casi plana y la interior esté curvada). Aprovechando que el vacío es un magnífico aislante, este sistema permite alcanzar temperaturas cercanas al cero absoluto sin sistemas activos. Este sistema fue inventado por Ray Garcia y Helene Schember. El primer escudo de este tipo fue construido por Lockheed Martin y voló por primera vez en 1992 a bordo del instrumento GRS de la malograda sonda Mars Observer. Pero quizá el más famoso sea el que llevó el satélite europeo Planck, lanzado en 2009 hacia el punto L2 para observar el fondo cósmico de microondas. Planck llevaba un escudo solar no desplegable formado por tres capas que le permitían alcanzar una temperatura de unos 40 kelvin, como el JWST.

El JWST con el escudo solar desplegado en tierra (Northrop Grumman).
Secuencia de enfriamiento del James Webb gracias al escudo solar (NASA).
El JWST con el escudo solar desplegado (NASA).

El escudo solar estaba desplegado, pero el James Webb seguía sin ser un telescopio funcional. Efectivamente, la luz reflejada por el espejo primario no tenía a dónde ir porque el espejo secundario no estaba en su lugar. El 5 de enero a las 16:16 UTC comenzó el despliegue de la estructura del espejo secundario, un trípode denominado SMSS (Secondary Mirror Support Structure). Para permitir que el trípode estuviese plegado durante el lanzamiento, dos de los brazos son rígidos, mientras que el tercero —superior— dispone de un codo por donde se dobla. El proceso de colocar el trípode en su sitio finalizó a las 16:52 UTC. Ahora sí, con el espejo secundario de 74 centímetros de diámetro correctamente situado, el JWST ya era un telescopio «de verdad».

Configuración plegada de la óptica (OTE) (NASA).
Espejo secundario del JWST (NASA).
La estructura de la óptica del JWST, incluyendo el trípode del secundario (NASA).
Detalle de la óptica del James Webb con el espejo secundario desplegado (NASA).
La estructura SMSS del espejo secundario desplegada en tierra (Northrop Grumman).
Ensayando el despliegue de la estructura, de 8 metros de alto, en tierra (NASA).
El espejo secundario en el extremo de la estructura (Northrop Grumman).
El James Webb con el espejo secundario en su sitio el 5 de enero de 2022 (NASA).

El 6 de enero a las 13:48 UTC se situó en la posición adecuada el radiador ADIR (Aft Deployed Instrument Radiator) de la sección de instrumentos (ISIM). Este radiador es esencial para eliminar el calor generado por los propios instrumentos y que estos puedan seguir observando en el infrarrojo. Pero todavía quedaba colocar en su lugar las dos «alas» laterales —con tres segmentos del espejo primario cada una—, conocidas como PMBA (Primary Mirror Backplane Assembly). Sin este paso, el espejo primario del JWST, formado por 18 segmentos de berilio recubiertos por una fina capa de oro, se quedaría sin un tercio de su poder colector de luz y su misión científica quedaría seriamente comprometida. El ala de babor con tres segmentos se colocó en su lugar el 7 de enero a las 19:11 UTC, mientras que el ala de estribor terminó su despliegue a las 18:17 UTC del 8 de enero. Aunque la secuencia de mover las alas laterales hasta la posición correcta apenas llevó unos cinco minutos, el equipo del JWST debía asegurarse primero que la temperatura de los motores —equipados con calefactores— era la adecuada. Por otro lado, el proceso posterior para asegurar las alas en su sitio mediante mecanismos específicos duró unas dos horas.

Comienzo del despliegue del ala de babor (NASA).
Detalle del ala de estribor durante su despliegue en tierra (NASA).
La estructura de una de las alas durante los tests criogénicos en 2013 (NASA).
El ala de babor y el trípode del espejo secundario plegados antes del lanzamiento (NASA).
¡El James Webb ha finalizado su despliegue! (NASA).

Con las dos alas del espejo primario en su sitio, el James Webb culmina con un éxito rotundo un desafío tecnológico que pasará a la historia de la exploración espacial. Pocos apostaban que la agencia espacial sería capaz de lograr el despliegue del James Webb sin ningún tipo de problema significativo. No cabe duda de que estamos ante uno de los mayores logros de la NASA. Ahora el observatorio espacial tiene ante sí la maniobra MCC-2 para situarse en la órbita de halo alrededor de L2. A partir de entonces empezará a calibrar sus instrumentos y, con suerte, antes del verano podremos ver alguna imagen procedente del observatorio espacial más ambicioso jamás construido.

El JWST ya es un telescopio espacial (NASA).


123 Comentarios

  1. Me niego a pensar que la vida de esta obra de arte quede relegada por 300 kg de propelente. En 15 o 20 años seguramente tendremos las naves y los equipos para su repostaje en L2. Otra cosa es que, como con todas las misiones, se opte por dejarlo morir y seguir con el siguiente paso, un LUVOIR o algo parecido que nos abra las puertas a la observación directa de exoplanetas.

    1. Eso seguramente ya exista esa nave y esa tecnología… pero creo que es que el Webb ya tiene fecha de caducidad, no se le ha hecho «agujero» para que la manguera del combustible haga su trabajo…

      Sí, creo que es una falta de previsión, pero ellos (los que hacen éstas cosas) son mucho más listos que yo.

      Como dices supongo que han considerado que en 15 o 20 años le sacan todo el jugo…

      1. te confundes, el webb esa diseñado a posta para poderse recargar, de hecho es accesible, la tecnologia para enviar una nave autonoma para recargar el webb ya existe. lo que no hay es dinero para financiar dicha mision.

        no es un problema de tecnologia, sino de dinero.

        si fuese un telescopio militar en lugar de la nasa ten la seguridad que ya habria programada una mision de reabastecimiento.

        1. ¿De verdad el Webb es repostable? Pues parece que sí.
          https://bigthink.com/starts-with-a-bang/10-facts-james-webb/
          «Hay un puerto de reabastecimiento de combustible al que, si desarrollamos la tecnología sin tripulación adecuada, podríamos acceder. Si podemos llegar a L2, atracar con James Webb, acceder al puerto de reabastecimiento y repostar, entonces la vida útil de la misión podría extenderse una década o más con cada repostaje.»
          Aunque desconfío cuando no se trata de una fuente primaria pero parece que sí.
          Por otro lado, Maxar va a lanzar este año o el que viene la misión OSAM-1 que, precisamente, tiene previsto repostar un satélite en órbita que no estaba preparado para ser repostado.
          investor.maxar.com/investor-news/press-release-details/2021/Maxar-Completes-SPIDER-Robotic-Arm-Critical-Design-Review/
          La verdad, si dentro de 10+ años el Webb sigue funcionando bien y el problema es el combustible, puede que veamos una misión de este tipo (Maxar o Grumman, por ejemplo). Pero si, por ejemplo, resultara que algún instrumento dejó de funcionar, entonces nos olvidaríamos.
          Otra posibilidad sería que algún MEV se acoplara al anillo ese que sirvió de conexión al lanzamiento (ya sabíamos por Pelau-te-echamos-de-menos que el Webb al final no lleva «anillo de acoplamiento»)

          1. Siempre se puede «agarrar» de alguna manera un bus que viaje al encuentro del Webb que proporcione las necesidades de orientación perdidas. Por ejemplo puede atracar insertando un vástago por una o más toberas de los motores de corrección de forma que quede bien asido para que el bus pueda asumir esas funciones de corrección. Otras reparaciones o compensaciones quizá puedan ser realizadas por un robot. Por ejemplo sustituir o cubrir los paneles solares por unos desplegables como los de la ISS.

          2. .¿Podrá el James Webb localizar a PELAU con sus poderosos detectores?

            Suponemos que de momento estará repostando. (No el Webb, sino el invocado)

            Materialízate ! El pueblo te reclama.

        2. Pues he investigado algo, y parece ser que, en caso de querer, poder se podría, sí. Difícil, pero no imposible. Entono el mea culpa.

    2. No eres el único que se niega. Hay planes para diseñar una misión de recarga. Nos contaba Pochimax algunas posibilidades. Si podemos extender la vida de esta maravilla que ha creado la NASA, debemos hacerlo.

      P.D.: muchísimas gracias por este artículo, Daniel. Leerte es un placer.

      1. Gracias, YAG. Seguro que a la NASA se le ocurren soluciones, llegado el momento.
        Uno de los problemas que tienen los astrónomos es que tardan en comprender las capacidades y posibilidades técnicas de sus instrumentos. Es decir, van a tardar en darse cuenta de cómo exprimir al máximo el telescopio. Aunque se están poniendo las pilas para hacer ese ciclo lo más corto posible, las bombillitas se encienden cuando se encienden.
        Por eso el momento más productivo puede ser a partir de los 5-10 años de su lanzamiento. Sería bueno hacer lo que sea para alargar su vida útil.

  2. Magnifica prosa científica, y un regalo maravilloso para todos los amantes de la ciencia, sobre todo para los espaciotranstornados. El telescopio, una maravilla hecha realidad. Sublime..

  3. Excelente Daniel, muy bueno el articulo!
    Una maquina increíble para observar algo mas increíble aun….
    Pero: que complicada! espero dure mucho y diga mucho…
    Tantos años de espera y al fin sucede….

  4. Dani o algún comentarista: Como funciona el sistema reflector anastigmático terciario?

    Cómo puede reflejar tan oblicuamente sin mermar el haz con aberraciones?

    Es móvil como el gran Telescopio de canarias? O cuál es la razón de su intrincado sistema reflectivo?

      1. Gracias PochiMax!

        Sí, me refiero a ese tercer conjunto para corregir el astigmatismo, pero se me hace muy rara la arquitectura del Webb, porque en tu diagrama de la Wiki, el haz se recibe colimado al eje de los espejos; en cambio en el Webb el 3er conjunto es oblicuo! Y para acabarla de fregar, todavía tiene OTRO espejo (un 4to dentro del conjunto) igual o pior de oblicuo.

        Ese conjunto óptico no lo entiendo. Pero muchas gracias en todo caso

        1. Gracias Chato W. Ahora me enteré del TM (terciary Mirrow)

          Hay una imagen en el post de Daniel que lo señala (se me paso)
          (este es el pie de foto/diagrama : «Detalle de la óptica del James Webb con el espejo secundario desplegado (NASA).) Pero muestra la ubicación y componentes.

          Siempre se aprende.
          «

  5. como dije varias veces antes de lanzarlo …»el lanzamiento y despliegue serán un completo éxito.»
    muchos me tomaron por gafe y aqui estamos.

    ahora me animo a decir que la misión principal también será un éxito rotundo.

  6. Pregunta medio off topic, pero no tanto… Cómo de lejos estamos de conseguir un telescopio gravitacional? Es posible a corto plazo (Es decir, mientras yo viva, y soy del 79) , o estamos hablando de tecnología de motor de Alcubierre? (Uséase, que sí en teoría, pero no lo vamos a ver…)

    1. Jo, ¿a qué te refieres con «telescopio gravitacional»? En tierra ya tenemos detectores de ondas gravitacionales (LIGO, VIRGO, etc) y en órbita la ESA lanzó el LISA Pathfinder, como demostrador tecnológico de la futura misión LISA…
      No sé si tu comentario iba por ahí o te refieres a otra cosa.

      1. Creo que se refiere a un telescopio del Punto Focal de algún astro (como el Sol, o Júpiter).

        Corrígeme si me equivoco, @AgenteCapitalista.

        Si es el caso, creo que ninguno de los de aquí veremos una misión al Punto Focal Solar… Primero, por la gran distancia (550 UA’s si no recuerdo mal) y segundo por la tecnología necesaria para reconstruir la imagen a partir de un anillo de luz y, además, eliminar el ruido aleatorio de la estrella.

        Dani lo explica de maravilla aquí:

        https://danielmarin.naukas.com/2020/04/10/usando-el-sol-como-lente-gravitatoria-para-ver-la-superficie-de-planetas-extrasolares/

  7. Buuuffff, por fin. El suspense era insoportable. He seguido el despliegue desde una cierta distancia para aislarme emocionalmente en caso de fallo, pero habría sido devastador de todas formas.
    ¡Gracias a Starman por escuchar nuestras plegarias!

    Si dentro de 15+ años fuera necesario repostar/actualizar el telescopio (supongamos que no se estropea antes), no creo que suponga un problema tan grave como hoy en día.

    – Por un lado tendremos (se supone) tecnologías para extender la vida útil de los satélites, como el MEV de Northrop, que se podrían adaptar a las necesidades del JWST:
    https://danielmarin.naukas.com/2020/02/27/el-mev-1-realiza-el-primer-acoplamiento-en-orbita-geoestacionaria/

    – Por otro lado, podremos (se supone) mandar una Starship tripulada a L2 cargada con un arsenal de recambios y actualizaciones.

    Creo que con estas capacidades resultaría mucho más sencillo extender la vida del JWST mientras la óptica y el núcleo del telescopio aguanten.

    1. No sé hasta qué punto puede repararse o sustituirse instrumentos o cosas así. No es como el Hubble, que estaba preparado para ello. El repostaje es otra cosa, claro.
      Me pregunto, llegado el momento, si podemos taponar agujerillos que se hayan producido en el parasol, si es que eso ha sufrido mucha degradación, el tiempo dirá.

    1. Una preguntilla sobre los números que aparecen en el resumen que ofece la web del James Webb. Es sobre la temperatura del lado frio de la nave. P.e., en la temperatura del radiador de los instrumentos figura 201ºC bajo cero, temperatura que se me antoja un pelin alta con respecto a los -278ºC del cero absoluto. ¿Es 201ºC o un poco menos la mínima temperatura que alcanzarán los instrumentos? o, ¿es por ser un radiador, más alta que la de los instrumentos que refrigera?

      1. Ten en cuenta que el vacío es un excelente aislante, y por tanto, al telescopio le va a llevar meses enfriarse por sí mismo hasta la temperatura requerida (-233ºC o 40K), dado que no lleva refrigeración activa, sino que solo se enfría a la sombra de su escudo solar.

        El radiador debería estar más caliente que los instrumentos, porque extrae el calor de éstos, pero cuando alcance las temperaturas de trabajo todo el sistema, intuyo que no habrá demasiada diferencia entre ellos.

        (P.D.: el Cero Absoluto son -273’15ºC, no -278… simple puntualización constructiva).

      2. Según dicen en Radio Skylab, minuto 1:52, el instrumento MIRI tiene refrigeración activa con helio en circuito cerrado, de forma parecida a como se refrigera una nevera, cuyo radiador está mucho más caliente que el interior de la nevera. Quizá por es por eso la temperatura alta de ese radiador.

  8. Ahora con este despliegue creo que se abre la posibilidad del LUVOIR. Es un concepto similar al JWST pero de visible y UV, tal como dice el artículo que publicó Daniel Marin y ahora está poniendo el link. Hay una versión de 15 metros(LUVOIR A) Y otra versión de 8 metros (LUVOIR B). Por mi ojalá que desrrollaran la de 15 metros. Se podría poner en orbita mediante un cohete SLS o Starship. Podríamos ver la luz de la Gran Explosión con este, digo yo

      1. Si, ya lo habia visto. Por eso digo eso. el LUVOIR es muy parecido al JWST. Con la experiencia ganada con el Webb podriamos desarrollar el LUVOIR.

    1. La «luz de la Gran Explosión» ya la hemos visto muchas veces: es el Fondo Cósmico de Microondas (CMB por sus siglas en inglés).

      La «Gran Explosión»… ni fue grande, ni explosión, ni, por supuesto, luminosa, ya que la luz no existió libremente como tal hasta bastante después del evento (unos 300.000 años después, o sea, el CMB).

  9. Me sumo al supercúmulo de felicitaciones más que merecidísimas para el Sr. Daniel Marin.
    Pocas veces se lee una narrativa que, en su transcurso, uno lo visualiza como si estuviera ahí, de cuerpo presente, con todo lujo de detalles, ante este hito científico-tecnológico-humano.
    Sds, desde Montevideo, Uruguay.

  10. ya se que es una pregunta un poco retorica pero , si dentro de X tiempo ,la optica y todo funciona bien , el retorno cientifico es impresionante y el telescopio no tiene problemas , ¿ seria factible una mision para proveerlo de combustible ? . Seria una pena no exprimirlo al maximo igual que estan haciendo con el Hubble .

  11. Una ovación cerrada para todas las personas que han trabajado en esto. Y que alguien traiga oxígeno a todo aquel que ha contenido el aliento hasta ahora pensando en todas las piezas que han tenido que encajar bien a la primera para que veamos semejante espectáculo tecnológico.

  12. Daniel… ¿qué decir que no se haya dicho ya?

    A-R-T-I-C-U-L-A-Z-O.

    Éste y algunos más, deberían ir derechitos y sin pausa, a la vitrina de algún museo espacial.

    1. Eso es indiscutible. Igual que el hecho de que, generalmente, cada agencia o bloque de naciones vaya a la suya, en lugar de colaborar y ponerse de acuerdo (si nosotros montamos un Webb, tú montas un telescopio de Rayos-X y tú un radiotelescopio gigante en tierra), como tantas veces se ha dicho aquí. Claro que, por otro lado, la competencia también es un gigantesco motor de innovación, perooo… también de duplicados y triplicados innecesarios.

      Al menos en este caso concreto, y aunque el retraso y el sobrecoste han sido verdaderamente vergonzosos (de condena a perpetua, como mínimo) la verdad es que el despliegue ha funcionado como la seda (falta ver el funcionamiento, pero seamos optimistas). Porque otras cosas acumulan retrasos y sobrecostes tanto o más vergonzosos… y como encima fallen a lo bestia, va a ser para darse cabezazos en la pared.

  13. Excelente entrada Daniel, muchas gracias.

    Sobre el JWST poco que decir que no se haya dicho ya, a pesar de lo «ineficiente» de Northrop Grumman con el dinero (que ojalá sea seriamente investigado algún día), el telescopio es una maravilla de la ciencia y la ingeniería.

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