El MEV-1 realiza el primer acoplamiento en órbita geoestacionaria

Por Daniel Marín, el 27 febrero, 2020. Categoría(s): Astronáutica • Comercial ✎ 58

Los acoplamientos entre naves espaciales son rutinarios, pero hasta la fecha nunca se habían unido dos vehículos comerciales en la órbita geoestacionaria. El satélite MEV-1 se acopló con éxito con el satélite de comunicaciones Intelsat 901 el 25 de febrero de 2020 a las 07:15 UTC con el objetivo de comprobar las técnicas necesarias para prolongar la vida útil de otros satélites geoestacionarios. Técnicamente, el encuentro no se produjo exactamente en la órbita geoestacionaria (GEO), sino ligeramente por encima —unos 300 kilómetros, en una órbita de 36 080 x 36 099 kilómetros y 1,6º de inclinación— para evitar dejar vehículos a la deriva en esta delicada y estratégica zona en caso de que el acoplamiento resultase en fracaso. En su órbita actual, los dos vehículos se mueven unos 4º al día en longitud. Las imágenes enviadas por el MEV-1 de su «presa» son ciertamente espectaculares.

El Intelsat 901 visto desde el MEV-1 con la Tierra al fondo (Northrop Grumman).

Las maniobras de aproximación se iniciaron el pasado 5 de febrero. El 18 de febrero el MEV-1 se acercó a menos de 5 kilómetros del Intelsat 901 (IS-901) y el 24 de febrero se llevó a cabo un ensayo general de la aproximación durante el cual el MEV-1 llegó a situarse a 80 metros de su objetivo. El MEV-1 (Mission Extension Vehicle 1) es un satélite experimental de 2,33 toneladas fabricado por Northrop Grumman —antes Orbital ATK— que fue lanzado el pasado 19 de octubre de 2019 por un cohete ruso Protón-M/Briz-M Phase IV. Se trata de un remolcador espacial basado en la plataforma GEOStar-3 que incluye elementos de la nave de carga Cygnus para la ISS. El objetivo del MEV-1 es comprobar la viabilidad de las técnicas de extensión de la vida útil de los caros satélites de comunicaciones —comsats— que están en GEO, aunque, evidentemente, esta tecnología también puede servir para otros satélites civiles y militares.

El MEV-1 acoplado al Intelsat 901 (Northrop Grumman).
El MEV-1 introduce la sonda de acoplamiento en la tobera del motor del IS-901 (Northrop Grumman).
Detalle del sistema de acoplamiento LAE del MEV-1 (Northrop Grumman).

La vida útil de la mayoría de comsats modernos viene dictada por las reservas de combustible necesarias para estabilizar el satélite en la posición correcta en GEO y mantenerlo apuntando hacia la Tierra (hay que tener en cuenta las perturbaciones gravitatorias del Sol y la Luna, que hacen inestable una órbita geoestacionaria perfecta). Los remolcadores como el MEV se acoplan a los comsats y usan sus propios motores para mantener la orientación y la órbita adecuada de estos últimos. Se trata de un concepto muy viejo, pero nadie antes lo había llevado a cabo debido a las dificultades técnicas asociadas con la unión con un vehículo que no ha sido concebido para el acoplamiento con otra nave. Para prolongar la vida de su cliente, el MEV-1 lleva sus propias reservas de propergoles hipergólicos y dos motores eléctricos (de plasma) a base de xenón. La parte más compleja del procedimiento es el acoplamiento, pues recordemos que los comsats como el IS-901 no han sido diseñados para unirse con otras naves. El MEV-1 lleva un sistema de acoplamiento denominado «sistema LAE (Liquid Apogee Engine)» consistente en una sonda que se introduce por la tobera del motor de apogeo del comsat y despliega unas varillas una vez dentro de la cámara de combustión, garantizando una unión firme. El sistema es parecido a la técnica de sonda-cono que usan las Soyuz y Progress rusas, aunque sin la «cooperación» del vehículo pasivo. Además, el MEV-1 incluye varias cámaras —en visible e infrarrojo— y sensores LIDAR para el guiado y navegación del vehículo.

Satélite MEV-1 (Northrop Grumman).
El MEV-1 antes del lanzamiento (Northrop Grumman).

Para llevar a cabo este experimento de viabilidad del concepto de remolcador espacial se eligió el viejo satélite de comunicaciones Intelsat 901, lanzado en 2001 mediante un cohete europeo Ariane 44L. El IS-901 fue seleccionado porque tenía reservas de combustible para solamente unos meses. Los preparativos comenzaron el pasado 11 de diciembre, cuando el IS-901 elevó su órbita para alejarse ligeramente de GEO de cara al acoplamiento. Tras la unión con el MEV-1, el conjunto reducirá ahora la inclinación orbital a 0º usando los motores del remolcador para luego dirigirse a la longitud 27,5º de GEO, donde a partir de marzo el IS-901 continuará dando servicios de comunicaciones durante otros cinco años (suponiendo que todo salga bien). El IS-901 sustituirá en esta posición al IS-907, otro comsat de 17 años de vida que va a ser retirado. Posteriormente, el MEV-1 llevará al IS-901 hasta una órbita cementerio y, si sigue operativo, podrá ampliar la vida útil de otros satélites. La vida útil del propio MEV-1 se estima en 15 años.

El IS-901 visto en la lejanía por el MEV-1 (Northrop Grumman).
EL IS-901 y la Tierra visto desde el MEV-1 (Northrop Grumman)

Northrop Grumman planea lanzar el MEV-2 el año que viene, aunque no ha anunciado qué satélites serán sus objetivos. Más adelante tiene intención de desarrollar el MRV (Mission Robotic Vehicle), una versión avanzada del MEV que, además de acoplamientos, también será capaz de inspeccionar satélites de cerca y realizar reparaciones sencillas gracias a un brazo robot. Este brazo también servirá para acoplarse con satélites que sean incompatibles con el sistema de acoplamiento LAE. Los MRV llevarán además hasta seis contenedores MEP. Los MEP (Mission Extension Pods) son módulos de pequeño tamaño que se quedarán acoplados a un comsat para aumentar su vida útil, lo que permitirá que cada MRV pueda ser servir para prolongar los servicios de un número significativo de satélites. En el futuro, Northrop Grumman tiene planeado introducir el sistema CIRAS (Commercial Infrastructure for Robotic Assembly and Services), un tipo de satélite dotado de brazos flexibles extremadamente largos que podrá remolcar y reparar satélites de todo tipo en GEO. La empresa Space Logistics, una subsidiaria de Northrop Grumman, es la encargada de ofrecer los servicios de los MEV/MRV en el mercado mundial.

Un futuro MRV se acopla con seis MEP (Northrop Grumman).
Concepto de satélite CIRAS para reparar satélites en órbita (Northrop Grumman).

Aunque el acoplamiento del MEV-1 con el IS-901 es el primero en GEO de dos satélites comerciales, no sabemos si es el primero de este tipo en esta órbita. Los EE UU han lanzado en el pasado satélites militares con el objetivo de espiar otros satélites en GEO y, en algunos casos, quizá también se acoplaron con ellos. El ejemplo más famoso es el satélite espía Prowler, lanzado en 1990 por la misión militar STS-38 del transbordador espacial Atlantis. Sabemos que Prowler se acercó a varios satélites rusos en GEO, probablemente para espiar sus comunicaciones, pero se desconoce la distancia mínima que llegó alcanzar. Más recientemente, los satélites estadounidense Pan y Clío de la serie Némesis —lanzados en 2009 y 2014, respectivamente— han estado haciendo de las suyas en GEO, aunque su misión parece que se centra únicamente en el espionaje de comunicaciones (ELINT) de satélites «enemigos».

Características de MEV, MRV y MEP (Northrop Grumman).

De forma parecida, desde 2014 el satélite ruso Olymp-K (Luch) ha espiado de forma remota las comunicaciones de los satélites occidentales Intelsat 8, Intelsat 901, Intelsat 905, Athena-Fidus, Intelsat 20 e Intelsat 36. Por otro lado, los cuatro satélites militares GSSAP (Geosynchronous Space Situational Awareness Program) han sido diseñados específicamente para inspeccionar de cerca otros satélites en GEO, aunque se desconoce si tienen capacidad de acoplamiento (vale la pena subrayar que también han sido fabricados por Northrop Grumman). En definitiva, los MEV y sus sucesores permitirán ampliar la vida útil de muchos satélites comerciales y de todo tipo, pero no debemos olvidarnos de sus posibles aplicaciones militares.



58 Comentarios

  1. Está claro que hemos alcanzado un buen nivel y bastante maduro, en cuanto a satélites, buses o como queráis llamarlo, dotados de motores iónicos, en cualquiera de sus formas, que hay muchas.
    Esto seguirá desarrollándose, en sus diversas variantes, pero está claro que es un sistema de propulsión que ha venido a quedarse más allá de LEO, sobre todo si conseguimos repostar a todos estos satélites, sondas o remolcadores (me da igual el nombre funcional, al final partimos de una base de concepto y las funcionalidades serán las que la imaginación nos permita). Además, nada impide hacerlos híbridos, si en un momento dado necesitamos un empujoncito más enérgico y rápido, con algo de combustibles tradicionales (pienso en Marte)
    Y detrás de todas estas cosillas, viene una pequeña presencia tripulada, en órbitas elevadas y en el espacio cis-lunar. Sé que es hacer trampa y tal, pero como vamos a tener estos remolcadores vamos a necesitar tener presencia tripulada para darles apoyo (aunque sea algo mínimo) y aprovecharemos que vamos a tener una mínima presencia tripulada de espacio profundo, para que se pueda dar trabajo a todos estos remolcadores.

    Sinceramente, últimamente estoy disfrutando como nunca en mis espaciotranstorno particular. No sé vosotros.

    1. Yo los llamo iónicos porque soy un paleto, pero todos me entendéis que me refiero a SEP (propulsión eléctrica solar). Específicamente solar, con paneles solares, sí. De momento los viajes a Urano me dan un poco igual, primero me gustaría que explorásemos la Luna, los asteroides cercanos y Marte. Con paneles solares nos basta y sobra.

      1. La verdad es que el concepto está muy bien, lo que dudo es si valdría para cualquier satelite; aparte de lo impresionante del sistema para resolver el acoplamiento, me gustaría saber cómo funciona el control de actitud del bicho.
        Me explico, con mi conocimiento de lego, entiendo que el control de actitud lo seguirán haciendo con pequeños impulsores, pero el centro de masas de los vehiculos pueden cambiar al vaciarse el combustible, por lo que entiendo que debe ser bastante complicadete el diseño de los staelites con respecto al centro de masas (o tener muy buena lógica de control para compensar que el empuje de los impulsores no pase por el centro de masas, y acabe rotando como loco). Lo comento porque para satelites de antenas grandes podría ser un problema…

        Saludos

    2. La parte tripulada del asunto no la veo en absoluto. Sí para repostar satélites o rescatarlos. Y aún menos tener astronautas en medio de la nada chupando radiación para reparar remolcadores. Pero para proyectos no tripulados sí es muy interesante.

      1. La parte tripulada es, sobre todo, indirecta.
        Quiero decir, para apoyar los esfuerzos tripulados, inicialmente semi permanentes, es buena idea usar remolcadores SEP.
        Para viajes tripulados necesitamos una nueva generación de motores SEP, más bestias, que además serán mixtos con propulsión tradicional, porque si no realmente no te alcanza.

  2. Bien, ¿qué cosas queremos remolcar con estos remolcadores? pues se me ocurre:

    – Lógicamente esto mismo, satélites de comunicaciones a los que queremos alargar su vida útil.
    – Remolcadores de remolcadores, o bien naves para repostar a los remolcadores (la vida útil de un remolcador casi con seguridad es muy superior al combustible de que dispone, así que el repostaje es obligado, para sacarle el máximo provecho económico).
    – ¿qué tal la reparación de satélites muertos, en el punto lagrangiano L1 Tierra-Luna, o si no se pueden reparar para su reciclado o desguace?
    – Telescopios espaciales, bien para darlos servicio in situ o bien para moverlos de sus órbitas hacia bases de mantenimiento tripuladas (tipo Gateway).
    – rocas que nos encontremos. Ha aparecido una roquita de 3 metros en L1 Tierra-Sol, si tuviéramos el caza rocas de la NASA de la época de Obama, podríamos traérnoslo y estudiarlo. Por supuesto, rocas que nos traigamos de la superficie de asteroides cercanos.
    – Módulos orbitales. Sí, algo pequeño, como el HALO, que lo tengamos por ahí arriba para acoplarse a misiones tripuladas más allá de LEO y podamos hacer más cosilla por ahí arriba. Ya sabéis que soy fanboy total de la combinación PPE+HALO y creo que hay que replicarla.
    – repostaje de sondas exploradoras: las sondas para explorar asteroides llevan propulsión SEP. Ese es un trabajo ingente, lo suyo es que vuelvan para repostar y puedan seguir con su laboriosa tarea.
    – para abastecer las tripulaciones más allá de LEO, mejor con remolcadores SEP. Por supuesto, hay que reabastecer y mantener esos remolcadores. Las cargas no tienen tantos problemas con viajes «largos» para abastecer bases en la superficie lunar o estaciones en órbita lunar/cislunar.
    – Marte. Igual que reabastecer a las misiones lunares, pero hacia Marte.

    Seguro que a vosotros se os ocurren más cosas, sobre todo si los «remolcadores» van equipados con brazos y herramientas robóticas, para poder agarrar y reparar y montar cosas.

    1. Puede cambiar tambien el esquema de construcción de satélites de comunicaciones geoestacionarios.
      Hoy el fabricante se ocupa de:
      a) El módulo de comunicaciones que es el propósito del satélite.
      b) El módulo de energía (paneles solares, baterías, etc.)
      c) El sistema de propulsión para llegar a GEO y mantenerlo en posición.
      Pero con esto, una compañia de comunicaciones solo desarrolla a), y b) y c) se lo proveen mediante este servicio.
      Entonces un lanzador más modesto lanza a), y estos módulos de servicio parten desde su propio esquema de despliegue, capturan a) y a llevarlo a GEO.

  3. Vamos a centrarnos en el tema en sí. Como esto está ya en un nivel de descaro total y absoluto, lloviendo sobre mojado con el tema de Crypto AG, el punto aquí es si esto hará avanzar los satélites comerciales o no. Yo creo que no, que esto va a derrumbar la comunicación vía satélite.

    La falta de seguridad en las comunicaciones (que te espíen) no es tema de broma, menos aún para una empresa, así sea de medio pelo. Cierto que la seguridad actual en la net es de risa, pero esto va a cambiar porque muchos actores de peso comercial están tomando medidas, y muy caras, eg. China e India, y otros no se quedarán atrás.

    En la I GM tuvo lugar un fenómeno curioso. Por cierto, el primer acto de guerra del Reino Unido fue cortar el único cable transoceánico de comunicaciones entre Alemania y los EEUU que no tocaba territorio británico. A mayores, toda la guerra en el frente occidental tuvo lugar en territorio francés, estando destruidas en ese frente todas las infraestructuras de comunicaciones (teléfono, telégrafo), lo que obligaba al ejército alemán a comunicarse por radio, la inteligencia francesa podía identificar *individualmente* cada operador radio alemán por la forma de radiar morse (como hay programas ahora que identifican usuarios por la forma de teclear, no hace falta ser Fernando Generale, todos somos únicos, inimitables e irrepetibles); en cambio, los franceses tenían un total silencio radio, todo por cable. Esto fue decisivo para poder resistir los embates de la principal potencia industrial del planeta en aquel momento (sí, en 1914, por delante de EEUU, de hecho, la Alemania nazi nunca se acercó a esos niveles de producción).

    En breve: la confianza en las comunicaciones electromagnéticas se va a desplomar (y es más barato un Beriev A50 o un Boeing E-3 que un satélite para lo que rinde) frente a los cables, sobre todo cuando avanzamos hacia guerras comerciales bastante truculentas.

    Es un colateral normal: donde entran los militares, se hunde todo (lo económico). Que se lo digan a (ponga aquí el país que quiera para que no haya flames, hay para dar y tomar, y por cierto EEUU es uno de ellos).

    1. Lo que dices no tiene ni pies ni cabeza. Cualquiera mínimamente interesado en la seguridad usa criptografía, da igual que se comunique por radio o por cable.

  4. seria interesante tener uno de estos satélites para cuando se lance el janm weep por que me re uso a creer que la nasa de por perdido un telescopio espacial de 9000 millones de dolares por un fallo de despliegue 😉

    1. Maldita lectura transversal. Os juro que me he quedado 30 segundos atascado pensando que leches es el janm weep, luego he leído «re uso» en vez de rehúso, y es entonces cuando he caído en que esto tenia que ser un comentario de Fernando Generale, y ya he procedido a hacerle ingeniería inversa al comentario y concluir que hablabas del James Web, o JWST.

      Toda la culpa es tuya Fernando, has puesto bien el acento en la palabra satélites y con eso me has despistado. A ver si le das patadas al diccionario de forma coherente y continuada, por favor, que así no hay quien te entienda.

      1. Y lo peor de todo es que ha cambiado el «Jamn Weep» de toda la vida por «Janm Weep».

        Es un cambio muy sutil. Lo he detectado porque, habitualmente, tras leer Jamn Weep, una palabra resuena en mi cabeza: «Jamón».
        Esta vez no ha sido así. No hay jamón.

          1. Los que hacemos coña lo hacemos con cariño.

            Peor son los que le acosan por las faltas de ortografía.

            Fernando no es mayor, nos dijo que tenía algún tipo de molestia para escribir.
            Ya lo suponía, nunca he pensado que lo hiciera adrede.

            Un abrazo, Fernando.

      2. Me ha ocurrido algo parecido. Pero ya había oído hablar antes de Janm Weep anteriormente y me condujo rápidamente hacia la fuente del comentario que terminó de aclarar mis dudas

        Me ha ayudado mucho el que leyendo el artículo, todo él, no pudiera dejar de pensar en el James Webb en L2. Pensaba Habrá antes del final del artículo a una esperanza para alargar su misión con este sistema? Podría remolcar el satélite de L2 TS a GEO? Tiene el Janm Weep el bus de conexión para reabastecimiento? Me sospechaba que un satélite tan antiguo (y moderno a la vez) como el Janm Weep 😉 no dispondría de dicho bus.

        1. Ejem, puedes rebuscar los comentarios de Pelau sobre si el Jamones Webb montará al final o no el dichoso «docking ring».
          El Hubble sí lo tiene.
          Pero mi esperanza es que a la larga no haga falta, aunque el Webb a ver por dónde se la metes, no parece fácil.

  5. Bueno, felicito a NGIS. Clap, clap, clap.
    Esta es una de las pocas cosas originales, innovadoras y espectaculares de los últimos años que no ha hecho SpX. Impresionantes imágenes.

    Parece una buena idea y demuestra iniciativa propia. Es necesario invertir dinero y correr algunos riesgos para aprovechar las nacientes oportunidades de la economía espacial.

    Recuerdo haber leído que el concepto original pertenecía a una empresa o grupo de ingenieros que fue absorbida por Orbital Sciencies. Siguieron con ello tras fusionarse con Thiokol (ATK) y tras ser adquiridos por Northrop para formar NGIS.

    Creo que NGIS está realizando un buen trabajo con su cápsula de carga Cygnus: ha ampliado su capacidad de carga, ha realizado pruebas de «levantamiento de ISS» (subir la órbita de la ISS), y ha ido mejorando sus capacidades de forma regular. Será una candidata para transportar carga a la Gateway.
    Ahora ha servido (junto al bus propietario de la casa), para realizar este remolcador. Parece un uso eficaz de los recursos.

    La década de los 20 promete ser fundacional. Veremos nacer nuevas tecnologías para ofrecer nuevos servicios en el espacio.

    1. Soy ahora bastante fan de la Grumman, pero lo cierto es que los avances suceden en cosas que llevaba Orbital ATK, así que cruzo los dedos y espero que no se lo carguen desde arriba…

    2. Sobre la Cygnus, añadir que el módulo HALO de la Gateway es, básicamente, una Cygnus modificada.
      Y que también están ensayando con las Cygnus como laboratorios orbitales «de riesgo» una vez han finalizado su tarea en la ISS y antes de quemarse en la atmósfera.
      Me pregunto si pretenden optar al futuro módulo de quitaypon y vuelo libre, que la NASA quiere añadir en la ISS, y que supuestamente el candidato más claro para eso era Bigelow.

  6. Muy relevante este avance, lleno de futuro y derivaciones.
    Pero me perdí al tratar de comprender
    como operarían los MVR:
    «…
    Los MRV llevarán además hasta seis contenedores MEP. Los MEP (Mission Extension Pods) son módulos de pequeño tamaño que se quedarán acoplados a un comsat para aumentar su vida útil,…»
    Luego hay una imagen de un MVR, con un anillo de 10 modulos, pero no distingo los 6 MEPs (excepto que la imagen muestre una variante con 10 MEPs).
    No logré identificar claramente ni hacerme una idea de cómo estos MEPs se acoplan y operarán con los satélites huéspedes.
    ¿siempre adhiriéndose a las toberas?

    1. Terraplanistas, antivacunas, simplificadores del valor de pi, avistadores de marcianos, … no merecen ni ser mencionados. Valga la contradicción de mi comentario.

      El único que mencionaría, sería Mike Hughes, que en paz descanse. Porque no se conformó con defender una postura, sino que además intentó demostrarla. Se esforzó en darse la razón. Y si bien una persona puede estar muy equivocada, hacer un proyectil casero requiere de conocimientos y esfuerzo que merecen ser reconocidos. Es más de lo que yo haría para defender la forma forma esférica de nuestro querido planeta. Al final, el esfuerzo y la intención de conseguir la verdad, aunque de risa alguna que otra opinión o idea, merece un respeto. Si no hubiera gente con fuerza de voluntad que contradicen la opinión mayoritaria, no habría Galileos, ni Musks (ni Hughes).

  7. Este satelite es como un don juan espacial, siempre nos sorprenden con lo tanto que pueden durar estos aparatos, espero algun dia ver un remolcador que pueda hacerle mantenimiento al Hubble y alagar su ya larga vida.

    1. En la última actualización, le instalaron un sistema para facilitar el acoplamiento de un satelite posterior. La idea: subirlo a una orbita segura .. para luego recuperarlo para un museo (espero); no quiero pensar que sea para una reentrada segura.

      No obstante ese no es el problema de este trozo de historia, el problema es que los componentes se deterioran y por ahora esta muy lejos la posibilidad de reparación remota.

  8. En teoría ya es posible capturar un satélite enemigo. El otro día dos satélites rusos se acercaron sospechosamente a un satélite militar estadounidense. Con algún tipo de sistema de garfios podrían haberlo capturado y haberlo remolcado a otra órbita. Una especie de prisionero por espionaje.

  9. Me parece rompedora esta demostración de uso civil de un remolcador con propulsión solar.

    Rompe con la idea de dependencia de la propulsión química más allá de LEO.

    Rompe con el miedo a acoplamientos automáticos entre satélites.

    Rompe con la impunidad de los cachivaches que inhundan la órbita terrestre.

    Rompe con el miedo a fabricar o ensamblar en órbita automáticamente.

    La independencia de la propulsión química una vez en órbita permitirá prescindir de cohetes monstruosos lanzados desde la superficie, que son un peligro y una ruina. Estaría bien que en un futuro no muy lejano lo más grande que se lance desde tierra sea una cápsula con pocos tripulantes, mediante un cohete 100% reutilizable, y que las naves grandes se construyan en órbita. En un plazo algo mayor los materiales y el propelente para esas naves supongo que se remolcarán desde asteroides, o desde minilunas de la Tierra. Cuanto antes se independice la astronáutica de los recursos terrestres, mejor para explorar nuestro entorno a gran escala y para aprender a vivir fuera de la Tierra y a reproducir la vida terrestre.

    1. «Rompe con la idea de dependencia de la propulsión química más allá de LEO.»

      Para nada. Hace ya bastantes años que casi todos los satélites de comunicaciones usan propulsión iónica.

      «Rompe con el miedo a acoplamientos automáticos entre satélites.»

      No veo por ningún lado que existiera ese miedo. Hace muchísimo tiempo que se hacen acoplamientos automáticos o semiautomáticos en misiones mucho más peligrosas (tripuladas) sin que nadie se asuste.

      «Rompe con la impunidad de los cachivaches que inhundan la órbita terrestre.»

      ¿?

      «Rompe con el miedo a fabricar o ensamblar en órbita automáticamente.»

      Un acoplamiento en órbita no tiene nada que ver con la fabricación en órbita. El gran problema de la fabricación en órbita es que es prácticamente imposible hacer un control de calidad, cosa muy fácil en tierra.

      «La independencia de la propulsión química una vez en órbita permitirá prescindir de cohetes monstruosos lanzados desde la superficie, que son un peligro y una ruina.»

      *facepalm*

      1. Hombre, Antonio. Perte de razón no le falta. Por ejemplo, no puedes comparar los acoplamientos tripulados, pagados por las agencias y preparados para ello, que sistemas no preparados y que buscan auto financiarse mediante nuevas líneas de negocio.

        En los comentarios todos tenemos una limitada capacidad y ganas para exponer lo que uno piensa. Por eso se supone que el lector no se va a quedar en la literalidad de lo que se ha escrito sino que va a hacer un amplio esfuerzo interpretativo para entender la generalidad de lo expuesto.

        ¿esto que hemos visto hace a largo plazo algo más innecesarios los grandes y muy grandes cohetes? Yo opino como Fisivi, sí.

  10. No sé a vosotros, pero lo del «acoplamiento por la tobera» y la visión fotos que ilustran el procedimiento me ha causado… no sé… cierta inquietud 😉

    Fuera de bromas, estoy con Pochimax en su consideración de la importancia de este logro. Tiene un gran futuro por delante y en una década seguro que hay varias empresas comercializando este tipo de servicios.

  11. No se que tantas implicancias comerciales (y exito) va a tener esto, pero como dicen los españoles, me parece una autentica «chulada» ver esto. Saludos desde Bs As.

    1. Fuera de tema.
      Les dejo dos enlaces referidos a estado de avance de dos proyectos.
      Instalación de un observatorio robótico en la Antartida.
      Avance de la construcción de un radiotelescopio de 40mts. que es una cooperación Chino Argentina.

      hxtp://wwx.unahur.edu.ar/es/la-unahur-esta-instalando-un-observatorio-robotico-en-la-antartida

      hxtp://wwx.unsj.edu.ar/home/noticias_detalles/4827/1

  12. Respecto de lo que comentas Daniel del satélite Prowler, como tú mismo me recordaste hace poco, destruir un satélite, aunque sea por error, puede considerarse acto de guerra, así que no creo que llegasen a atreverse tanto como para «tocar» el otro satélite.

    1. Muy buena pregunta.
      Es posible que sea lo estimado por Intelsat y que se hayan comprometido sólo a ese plazo.
      Habría que ver las cláusulas del contrato, jeje.

    1. Y a «solo» 390 millones de años luz de la Tierra.
      Me pregunto si una explosión tan grande a esa distancia supuso algún peligro para la vida animal en nuestra galáxia.

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Por Daniel Marín, publicado el 27 febrero, 2020
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