Misión Starship IFT-2: despegue exitoso y destrucción de las dos etapas

Por Daniel Marín, el 18 noviembre, 2023. Categoría(s): Astronáutica • Cohetes • Comercial • SpaceX • Starship ✎ 366

Spacex ha superado un gran hito hoy con el despegue exitoso del mayor sistema de lanzamiento orbital de la historia, a pesar de que las dos etapas terminaron siendo destruidas mediante el sistema de terminación de vuelo (FTS). La segunda misión de prueba del sistema Starship o misión IFT-2 (Integrated Flight Test 2) comenzó de forma impecable el 18 de noviembre de 2023 a las 13:02 UTC cuando el Super Heavy B9 (Booster 9) y la nave S25 (Starship 25) alzaron el vuelo desde la rampa OML (Orbital Launch Mount) de Starbase (Boca Chica, Texas). El mayor cohete jamás construido se elevó majestuosamente, propulsado, esta vez sí, por 33 motores Raptor 2.

Segundo lanzamiento del sistema Starship. Se aprecian los 33 motores Raptor del B9 funcionando correctamente y las losetas perdidas en el escudo térmico de la S25 (SpaceX).

Los Raptor funcionaron, aparentemente, a la perfección y en el momento crítico de la separación de etapas se fueron apagando progresivamente para reducir la aceleración. Los tres Raptor más internos se mantuvieron encendidos durante la separación en caliente, que también fue un éxito y tuvo lugar a unos 74 kilómetros de altitud y 5600 km/h unos 2 minutos y 48 segundos tras el despegue. Los seis Raptor de la S25 se encendieron correctamente —primero los externos, de vacío, y luego los tres de nivel del mar— con el vehículo todavía unido al B9 y luego la nave se separó correctamente del Super Heavy, que continuó el ascenso.

Lanzamiento (SpaceX).
El anillo de separación en caliente (SpaceX).
Detalle del anillo de separación de etapas, de unas 10 toneladas (SpaceX).
Los Raptor del B9 antes del lanzamiento (SpaceX).

El B9 maniobró inmediatamente para girar 180º e iniciar la maniobra de boostback o regreso a la costa. En esta maniobra debían funcionar los 13 Raptor internos, capaces de girar para controlar la trayectoria del vehículo. El anillo de diez Raptor intermedio se volvió a encender, a excepción de un motor, sumándose así a los tres Raptor centrales que no se habían apagado en el proceso. Sin embargo, a continuación uno de los tres motores centrales falló, seguido de otros dos del anillo intermedio. Los motores siguieron fallando, dejando solo seis de los trece activos. Como resultado, el sistema de destrucción de vuelo FTS (Flight Termination System) se activó, apagando los motores restantes y destruyendo el B9 rápidamente. (Actualización 2024: el FTS del B9 no se llegó a activar, sino que el vehículo explotó.)

El lanzador minutos antes del despegue (SpaceX).
Momento de la separación de las etapas en caliente (SpaceX).
Los 33 Raptor 2 en acción (SpaceX).

Por su parte, la S25 continuó ascendiendo sin problemas con los seis Raptor funcionando. Pero 8 minutos y 5 segundos tras el lanzamiento, cuando apenas quedaban 8 segundos para el apagado de los motores, el sistema FTS de la S25 también se activó, desintegrando el vehículo a una altitud de 148 kilómetros y unos 24100 km/h. Todavía no está claro qué pasó con la S25, pero se pudo observar un gasto excesivo de oxígeno líquido justo antes de la activación del FTS, señal de algún problema con el sistema de propulsión. Los restos del B9 cayeron sobre el golfo de México, mientras que los de la S25 lo hicieron al norte de las islas Vírgenes británicas. Entre los objetivos no cumplidos de la misión todavía pendientes están, en el caso del Super Heavy, completar el encendido de regreso y, posteriormente, el encendido de aterrizaje (en esta misión el B9 debía amerizar suavemente frente a las costas de Texas antes de hundirse). Con respecto a la S25, debía haber reentrado en el Pacífico tras seguir una trayectoria suborbital para luego descender ‘panza abajo’ y chocar contra la superficie del océano a alta velocidad.

Trayectoria del lanzamiento hasta el punto de desintegración de la S25 (Google Earth).
Otra vista del momento de la separación de las etapas (SpaceX).
Fases previstas para el lanzamiento de hoy (SpaceX).

El segundo despegue de la Starship ha sufrido numerosos retrasos, aunque, paradójicamente, la mayoría han tenido lugar después de haber completado las obras de la rampa de lanzamiento y la instalación del nuevo sistema de agua a presión. Después de unos meses de frenética construcción, las obras finalizaron el pasado verano y el sistema de agua fue puesto a prueba el 28 de julio por primera vez. El 6 de agosto se realizó el primer encendido estático del B9 en la rampa, pero terminó prematuramente tras solo 2,74 segundos y cuatro de los motores no se encendieron. Durante el segundo encendido estático del 23 de agosto los motores del B9 funcionaron durante cinco segundos al 50% de potencia, aunque dos de los Raptor se apagaron antes de completar la prueba (previamente, el 28 de junio, la S25 había efectuado un encendido estático de sus seis Raptor). Tras unir y separar la S25 del B9 en varias ocasiones, finalmente el 24 de octubre se llevó a cabo una prueba de llenado de propelentes en la rampa (WDR, Wet Dress Rehearsal).

Vista de la zona de lanzamiento de Starbase (SpaceX).
De noche junto al mayor cohete del mundo (SpaceX).
El cohete antes del lanzamiento (SpaceX).

Pero SpaceX ha debido esperar a las autoridades federales antes de volver a lanzar de nuevo la Starship. La FAA no terminó el informe de seguridad del primer vuelo hasta el 31 de octubre, un informe donde se mencionaban hasta 63 elementos y procedimientos introducidos por SpaceX para solucionar los problemas y anomalías experimentados durante la primera misión. Este informe era un requisito necesario de cara a que SpaceX pudiese recibir una modificación de la licencia de lanzamiento del primer vuelo con el fin de volver a lanzar la Starship desde Starbase. El 15 de noviembre el Servicio de Vida Salvaje y Pesca de los EE.UU. (FWS) completó la investigación del impacto medioambiental del sistema Starship en la reserva de Boca Chica que había comenzado el 19 de octubre, con especial énfasis en los efectos del sistema de agua a presión sobre el ecosistema con agua salada de la zona. El informe del FWS, publicado mucho antes de los 135 días previstos inicialmente, daba luz verde a SpaceX para continuar con sus operaciones. Finalmente, la modificación de la licencia de lanzamiento de la FAA también llegó el 15 de noviembre. Para entonces SpaceX ya había anunciado su intención de lanzar la Starship el 17 de noviembre a las 13:00 UTC, pero este primer intento tuvo que aplazarse un día para dar tiempo a sustituir tres motores de las rejillas aerodinámicas del B9 después de que una de las rejillas no se moviese como estaba previsto en las pruebas.

El conjunto en la rampa (SpaceX).
Vista de la zona de lanzamiento (SpaceX).
El centro de control antes del despegue (SpaceX).

La misión de prueba IFT-2 ha sido un éxito para SpaceX, especialmente después de los problemas del primer lanzamiento del pasado 20 abril con el conjunto B7/S24. En la misión IFT-1 numerosos Raptor del Super Heavy fallaron —el sistema se elevó con tres Raptor ya fuera de servicio— y el conjunto no llegó a alcanzar la velocidad y altitud correctas para la separación, que, en cualquier caso, no se produjo. Además, el sistema FTS tardó demasiado en entrar en acción y no fue ni mucho menos tan eficiente como debía. Y por supuesto, la rampa quedó seriamente dañada. En esta ocasión, los 33 Raptor del B9 y los 6 de la S25 han funcionado correctamente y, además, la separación en caliente de las etapas y el giro del Super Heavy han sido exitosos No obstante, varios motores sí que fallaron durante la maniobra de boostback del B9, apagándose antes de finalizar su cometido. Habrá que ver si este fallo se debe a un problema con los motores o es imputable a otros sistemas, pero sin duda es un factor a vigilar. Igualmente, no está claro si la destrucción de la S25 también está relacionada con el sistema de propulsión.

Despegue (SpaceX).
Otra vista del lanzamiento (SpaceX).

El sistema FTS, uno de los mayores problemas experimentados durante el primer vuelo, también ha funcionado correctamente (tanto el del B9 como el de la S25), así como el sistema de separación en caliente de etapas. Tanto la técnica en sí como el anillo añadido este verano han demostrado su validez. En cuanto a la ‘etapa 0’ —o sea, las instalaciones de lanzamiento—, sobrevivió aparentemente intacta al despegue, aunque algunos elementos muestran daños de diversa consideración. A la espera del análisis de estos desperfectos, es evidente que el sistema de inundación de agua mediante placas de acero con ‘ducha inversa’ bajo la rampa, así como los refuerzos en el hormigón en la zona, han superado su mayor prueba hasta la fecha. No olvidemos que esta ha sido la primera vez que este sistema experimentado la furia de 33 motores Raptor funcionando a toda potencia. En cuanto a los aspectos negativos, además de los posibles problemas que todavía haya que resolver con el sistema de propulsión, SpaceX todavía debe demostrar que el Super Heavy puede regresar y amerizar controladamente sobre el océano. Asimismo, el comportamiento del escudo térmico de losetas de la Starship sigue siendo una incógnita. De hecho, durante el lanzamiento se pudieron ver numerosos desprendimientos de losetas en la S25, por lo que es posible que la nave se hubiera desintegrado en la reentrada incluso si hubiese llegado a alcanzar la trayectoria suborbital prevista.

El conjunto sobre la rampa durante el WDR de finales de octubre (SpaceX).

La pregunta ahora es, ¿cuándo veremos un tercer vuelo? Evidentemente, todavía es pronto para saberlo. Es posible que hayan salido mal otras partes de la misión y que no lo hayamos visto. Todavía hay que evaluar la telemetría y los efectos sobre las instalaciones de lanzamiento. Además, probablemente la FAA tendrá que llevar a cabo otra investigación al no cumplirse todos los objetivos del vuelo y al haberse producido la destrucción de las etapas. En todo caso, la S28 y el B10 ya están listos para tomar el relevo.

Despegue (SpaceX).


366 Comentarios

  1. En relación con el comentario de un forero me gustaría añadir un apunte relacionado con la ignición de los objetos procedentes del espacio. Como el tema es complejo lo resumo al máximo.

    Después de la pérdida de la bolsa de herramientas por astronautas de la ISS estuve espigando información y se tiene lo siguiente. La explicación oficial es que esta bolsa arderá de manera inofensiva en la atmósfera terrestre. Si esto es así no cabe llamar a la bolsa meteorito porque no alcanzará la superficie terrestre. Las herramientas no son combustibles (no es madera o carbón), se entiende que al entrar en la atmósfera a gran velocidad se calientan por la presión del aire atmosférico emitiendo luz y perdiendo masa. La combustión es completa o parcial; si es completa las herramientas sufrirán la desintegración total. Si es parcial se corre el riesgo que algunos fragmentos impacten en tierra o en el mar.

    Ahora cabe preguntarse por el efecto térmico de esta secuencia de hechos. La bolsa perdida, al igual que la ISS, experimenta cambios térmicos extremos. Cuando le da el sol alcanza los 121 grados Celsius y cuando no le da el sol la temperatura es de 157 grados bajo cero. A medida que la bolsa desciende en busca de la superficie terrestre ha de atravesar la termosfera, una capa que comienza entre los 80 y 120 kilómetros de altitud para prolongarse hasta entre 500 y 1000 kilómetros de la superficie planetaria. A 300 kilómetros de altitud las herramientas atraviesan un medio gaseoso caliente que tiene entre 900 y 1500 grados centígrados.

    Suponiendo que las herramientas tengan un contenido de acero mayoritario, resulta que el acero funde a partir de los 1400 grados. Esto quiere decir que antes de que las herramientas alcancen la capa de ozono ya vienen derretidas. La capa de ozono se encuentra alrededor de los 40 kilómetros de altitud. En resumen, es probable que las herramientas perdidas hayan perdido masa antes de atravesar las capas más bajas de la atmósfera.

    1. Un detalle: la temperatura de la Termosfera es IRRELEVANTE para fundir nada, pues aunque la ENERGÍA de las moléculas en ella sea la de esa temperatura (entre 900ºC y 1.500ºC) el VACÍO en el que está la Termosfera en realidad hace que la temperatura allí sea prácticamente la misma (y con el mismo gradiente) que en LEO. De hecho, decenas de satélites se han meneado miles de órbitas a +-300 km de altitud (y cohetes y naves en proceso de llegar a órbita y volviendo de ella) y no se han calentado en absoluto.

      Como ejemplo, la Corona Solar, por encima de la Cromosfera, se extiende un millón de km sobre ésta a una temperatura de 1 millón de grados… pero dado que su densidad es mil millones de veces más baja que la atmósfera terrestre a nivel del mar (o sea, es práctico vacío) todo lo que pase por ella NO se desintegra en absoluto por ese millón de grados. «Solo» sufre la temperatura de emisión de la superficie solar, sobre los 5.800ºK..

      Por tanto, las herramientas, la bolsa y un moco que hay pegado bajo la bolsa van a atravesar la Termosfera terrestre sin calentarse ni una décima de grado más que lo que experimenten más arriba. Así que NO: no van a llegar medio derretidas cuando inicien la reentrada, ni habrán perdido nada de masa en ese proceso hasta la reentrada propiamente dicha, a unos 120 km de altitud.

      1. Siempre había dado por sentado que la desintegración se debía a la temperatura que producía el rozamiento con los gases de la atmósfera y no tenía en cuenta la temperatura propia de dichos gases.

        Alguien me puede sacar de mi ignorancia??

        Muchas gracias ☺️

        1. Bueno, si vamos a la explicación más física, un objeto reentrando en la atmósfera no se calienta por el «rozamiento» en sí (que es lo intuitivo) sino porque PIERDE VELOCIDAD… y, Termodinámica mediante, toda «pérdida» de energía por un lado (cinética en este caso) se convierte en otra forma de enegía (calor en este caso… y normalmente).

          Eso es lo que dice (entiendo de una explicación que ví) la Física del por qué se pone al rojo el objeto en cuestión.

          Pero la temperatura de los gases sólo es relevante en función de la DENSIDAD. No olvidemos que «temperatura» es una medida de la energía cinética de las moléculas que componen algo. Pero no es algo «absoluto». En medios densos (sólidos, líquidos, gas denso como nuestra atmósfera) SÍ hay una transferencia de temperatura del medio al objeto (o viceversa) porque hay muchísimas moléculas juntas. Pero en la Termosfera, por seguir con el ejemplo, aunque la temperatura sea de 1.000ºC, o 5.000ºC o 100.000ºC, dado que es una capa que está CASI POR COMPLETO AL VACÍO, la transferencia de calor del medio circundante al objeto es despreciable, irrisoria, fútil, inapreciable, insignificante.

          Las moléculas del viento solar están a muchísima temperatura. A la altura de la órbita de la Tierra, entre VARIOS MILES Y HASTA UN MILLÓN DE KELVIN, muchísimo más caliente que la Termosfera terrestre, casi tan caliente o igual que la Corona Solar… y ahí fuera NADA se derrite. La ISS, los satélites, los objetos naturales, un tipo en una EVA… todo se menea por ahí fuera sin que esas «temperaturas extremas» les afecten lo más mínimo. De hecho, a la sombra, estás a unos cómodos -157ºC, y a la luz directa del Sol, a «sólo» 120ºC.

          Y eso es así porque si bien la TEMPERATURA de las moléculas es altísima, exagerada… su densidad, de apenas una decena por centímetro cúbico, hace que la transferencia de esa energía a los objetos sea micronanoinfinitesimínima.

          Por eso, a la hora de pensar en la temperatura de un medio, hay que pensar también en QUÉ DENSIDAD tiene ese medio. Si no es algo, digamos «tangible»… sin problemas, como si está a 10.000 millones de Kelvin. Tendrá miles de veces menos efecto en tí que el frenado que te cause caminando el aire provocado por las alas de un mosquito a 20 km de distancia.

    2. A parte del tema de la densidad que ya ha comentado Noel en profundidad, hay una serie de errores de concepto en las ideas de tu comentario. Me explico:

      – La temperatura de un objeto material, como nos enseñaron en la escuela, puede cambiar por conducción, convección y radiación… y cada uno de estos efectos puede operar en escalas temporales muy diferentes. Esto significa que sí, la «temperatura» del gas rarefacto de la alta atmósfera puede ser de centenares o miles de grados, y aportará su energía a otros objetos con los que se tope. Pero como decía Noel, unas pocas moléculas transfieriendo mucha energía a un cuerpo macroscópico no consiguen gran cosa – igual que puedes aguantar temperaturas bajo cero sin problemas durante bastante más tiempo en tierra que sumergido en agua a temperaturas incluso más altas. De modo similar, no es lo mismo exponer la lengua a un día invernal (que tardará varios minutos en enfriarla significativamente) que tocar con ella un poste de metal en equilibrio térmico con la temperatura exterior de ese mismo día (que te la congelará ipso-facto). El hidrógeno circulante en un acelerador de partículas (que al final es lo que son los protones, salen todos de un cilindro de gas a presión muy normalito) sigue siendo un gas, muy poco denso, pero a temperaturas delirantes: ¡al menos 100 billones de grados (sobre 125 GeV), o hasta decenas de trillones (algún TeV)! Eso obviamente no ha traído la incineración instantánea de Suiza entera, en esencia porque su cantidad es muy pequeña. Volviendo a la conducción, convección y radiación: la bolsa de herramientas se ve sometida a radiación (emitida, absorbida y reflejada) del Sol -y la Tierra debajo-. Que se caliente o se enfríe depende del equilibrio entre las tres. El espacio profundo está a pocos kelvin, así que las superficies expuestas al firmamento se enfriarán durante los 45 min que dura una noche orbital en LEO. Las expuestas a la Tierra, que tiene un albedo de radiación infrarroja sobre el 0ºC, se enfriarán más despacio. Claro está, ésto también depende del material, pero estará siempre sujeto a la temperatura del sumidero/fuente de calor. Por otra parte, siendo blanca la bolsa, seguramente no llegará a calentarse tanto como un cuerpo más multicolor durante los períodos de iluminación diurna directa. La temperatura transferida por el «contacto»/»inmersión» en la alta atmósfera será muy alta por unidad de masa, pero bajísima en términos absolutos por la poca frecuencia de tal contacto, habiendo poca materia disponible en el ambiente… así que dominarán los efectos radiativos. A fin de cuentas: no superará en mucho los cien grados positivos ni negativos.
      – Un detalle: cuando hablas de la temperatura de la termosfera, es una media de velocidades en diferentes direcciones de sus gases… con respecto a la superficie. La bolsa está viajando a 8 km/s aproximadamente en ese sistema de referencia, así que también tendrá su «temperatura» cinética. Como la definición de temperatura también depende de la masa, cuanto más masivo sea el objeto a la misma velocidad más «temperatura» tendrá… así que la «temperatura» cinética de la bolsa con respecto a la termosfera ¡es de hecho mayor!
      – El hecho de que se las cosas se calienten durante la reentrada no es por la fricción directamente, ni tampoco por la presión: en realidad durante lo que se llama «interfaz de entrada», es decir, cuando se produce un rozamiento significativo con la atmósfera y efectos visibles de calentamiento, aceleración y demás, es consecuencia de lo anterior. Al aumentar la densidad, los intercambios de energía entre el objeto en órbita (a unos 28000 km/h) y los gases atmosféricos se vuelven más frecuentes. En realidad, la ISS misma está rodeada de un ambiente de plasma medible a sus 450 km de altura, pero no tan evidente (ni con efectos tan a corto plazo). El caso es que la bolsa empezará a transmitir su energía cinética cada vez más a los gases atmosféricos con los que se encuentra (que estarán casi estacionarios con respecto a su movimiento). Es útil visualizarlo como si se estuviese flotando en un globo, más que «seguir mentalmente» el proceso desde el punto de vista de la bolsa. Al bajas densidades, es probable que los gases «toquen» directamente la bosa y reboten, ionizados y formando un plasma. Pero cuando hay cada vez más gas delante, los átomos que reboten cada vez se encuentran con otros cercanos, calentándolos a su vez a través de colisiones… al principio tanto que también los ionizan. Esto se traduce en la formación de una onda de choque de plasma delante del objeto en reentrada, que comprime el gas de más allá antes de que «le dé tiempo a apartarse», porque los gases son compresibles. Al final, tienes una cantidad relativamente pequeña de gas «atrapada» entre la onda de choque de plasma, a altísimas temperaturas por la súbita compresión de pocos m/s a casi 8000, y el objeto sólido. Es fundamentalmente ese gas el que «emite luz», al estar ionizado a tales temperaturas. El objeto sólido en sí está expuesto a altas temperaturas sobre todo por radiación, salvo aristas u otros salientes que puedan penetrar en el flujo de la onda de choque externa que estarán sometidas a transferencias directas de energía desde dicha onda – por eso los bordes de las alas o el morro del transbordador se protegían más que la panza… pero también por eso las zonas «traseras» no expuestas al flujo de aire directamente necesitaban algo de protección, porque la temperatura del plasma que quedaba atrás se transmitía por radiación a esas partes. Por supuesto, dependiendo del material también puede haber transformaciones químicas exotérmicas como la combustión que generen sus propias fuentes de calor. Los materiales ablativos funcionan así, y al quemarse emiten gases que forman una capa protectora que se «lleva» la emisión radiativa de la onda de choque antes de que toque la estructura sólida. Al final, el concepto intuitivo de «rozamiento», «presión» u otros llevan a una conclusión parecida que el mecanismo de compresión-onda de choque-radiación, así que suele ser un fallo común incluso entre expertos del sector.
      – La capa de ozono no influye en el comportamiento térmico de los materiales, siendo físicamente oxígeno.

  2. STARSHIP+SUPERHEAVY: Prueba 2

    1° Me alucinó ver que algo tan disruptivo para la aceleración de bases humanas sostenibles en la Luna y Marte, esté ocurriendo durante «my lifetime»… luego de un parate de ~50 años en viajes tripulados más allá de la órbita, y nuevas naves para ello…

    2° Yo creo que les fué bastante bien y bastante mejor que en el primero, para un segundo intento de lanzamiento de este innovador cohete… comparado con los de similares características, de otras empresas privadas, es decir:

    1. Con capacidad de carga «>100 Tn» a órbita terrestre (y más allá).
    2. Con capacidad de «refueling orbital» (para ir más allá).
    3. Con sus 2 etapas «recuperables y reutilizables».
    4. Cuerpo de ambas etapas de «Acero Inoxidable».
    5. Segunda etapa con capacidad de «aterrizaje vertical propulsivo» multiplanetario (ej. Tierra, Luna, Marte).
    6. Propulsado por «MetaLox».
    7. En motores de «Combustión por Etapas de Flujo Completo» ó Full-Flow Staged Combustion (33 en 1°etapa y 6 en 2°; >200 TnF c/u).
    8. Y plataforma de lanzamiento (y
    recuperación) con «Bidet» y «Chopsticks».

    Bueno, en realidad no hay ninguna empresa privada con un un lanzador orbital en servicio, que posea todas estas características innovadoras, como para comparar cuántos fallos son esperables antes de lograr que funcionen bién…
    Bah, ni siquiera con una sola de las características citadas…
    Ni siquiera en los cohetes de grandes agencias nacionales (ej. China), ni plurinacionales (ej. ESA)…

    Así que comparándolos con las pruebas y fallos iterativos de sus propios cohetes Falcon (hoy los más exitosos del planeta), tenemos si mal no cuento:

    A) Hasta lanzamiento completamente exitoso: con el Falcon-1, recién luego de 3 intentos fallidos logran llegar por primera vez a órbita en el 4° (con un cohete digamos 100 veces más pequeño y con tecnologías relativamente simples y convencionales).

    => Que si ahora recién al 4° intento, (como Martinez el Facha y otros mencionaron) consiguieran con la gigantesca y super innovadora Starship, alcanzar el actual plan de vuelo de velocidad y altura cuasi-orbital… Son unos genios.

    B) Recuperación exitosa de 1° y 2° etapas: el único cohete «orbital» comparable (en suborbitales tenemos la honrosa excepción del New Shepard), es la 1° etapa del Falcon-9, que recién en el lanzamiento número 20 lograron su 1° recuperación exitosa en tierra, y en el número 23 en una barcaza marina. Esto incluyendo 11 descensos de aprendizaje del Falcon-9, donde intentaron recuperar su 1° etapa (sin contar los del GrassHopper):
    – 2 primeros intentos mediante paracaídas, fallaron.
    – 2 intentos de acuatizaje controlado, fallaron.
    – 3 intentos de acuatizaje controlado, fueron exitosos.
    – 4 intentos de aterrizaje sobre barcaza, fallaron…

    (https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Lanzamientos_de_cohetes_Falcon_9_y_Falcon_Heavy )

    => Que si ahora recién al 4° intento, consiguieran con la gigantesca y super innovadora Starship+Superheavy, alcanzar un descenso controlado en el mar de la 1° etapa, y al 5° ó 6° lo mismo para la 2° etapa sin incinerarse en la reentrada…

    Y aprox al 8° intento para la 1° etapa un descenso en barcaza y/o tierra firme, y entre el 9° y 11° intento para la 2° etapa una captura exitosa con los Chopsticks (ej vuelos 20 y 23 respectivamente, del conjunto SS+SH, hacia 2025)… serían unos super genios…

    Pues estarían dentro de las 11 pruebas (entre fallidas y exitosas), previas a las primeras recuperaciones en tierra y barcaza, durante los vuelos 20 y 23 del Falcon-9… considerado así y todo, uno de los cohetes más fiables y exitosos de la historia…

    1. Bien explicado, se agradece.

      El Grasshopper como desmostrador tecnológico también hay que contarlo dentro del programa Falcon9.

      Así como la cafetera/calefón que voló primero en el programa Starship.

      Saludos.

    2. Completamente de acuerdo.

      De todos modos hay que pensar en escalas. No es lo mismo que te falle un cohete de tamaño medio o «clásico» que un cohete de 100 y pico metros.

      Creo que si un cohete medio te falla por poner un ejemplo 10 veces hasta que maduras la tecnologia, no puedes esperar con un cohete como la starship no te falle 10 x X veces (siendo X el factor de cuantas veces es más en algo la starship comparada al falcon 9).

      Como ya he comentado en otras ocasiones, los plazos que estima la NASA, y que utilizan los «abuelos cebolleta» de este blog enconados en el romanticismo old space como formato único de la tecnología espacial, no resultan creibles.
      Pero no porque spacex no pueda cumplirlos, sino porque el precio a pagar en tiempo por cualquier actor espacial, es muchísimo mayor cuando se trata de aumentar la tecnología sobre algo.
      Seguramente si la NASA hubiese elegido a Blue Origin o Dynetics u otro actor con conceptos clásicos y tamaños caja de zapatos de nave y lander podrían cumplirse los plazos, pero volver de ese modo es un completo fracaso para los EEUU.
      Yo creo que en la NASA piensan como yo que sería un soberano fracaso volver así y han dado el contrato a alguien que aunque tarde, intentará volver para quedarse.

  3. Gente en verdad me impresiona lo que leo por aquí… como si SpaceX tuviera que hacerlo todo perfecto a la primera si no nos están defraudando… Cuando Space X hizo todo perfecto a la primera? Falcon Heavy tuvo éxito en su primer vuelo pero se les olvida que pasaron muchos años en retraso mejorandolo… el mismo tiempo que lleva Space X desarrollando la Starship

    Que pasa con este «moralismo» que tienen muchos aquí?

    Esto es ingenieria caballeros, no es su dinero y Space X hace lo que todos queremos ver hecho realidad: un sistema completamente reutilizable.

    Menos amargura y más disfrutar del camino por favor, que ni estuvieran ustedes en la nómina de Space X o su vida dependiese de que hagan todo bien a la primera

    1. así es, si tan indignados están por la pruebas de un nuevo y colosal cohete llamado SH-SS
      entonces que miren para otro lado: en los lanzamientos del Ariane 6, o el del H3 japones, o en el New Glenn, el Vulcan o el SLS, .., o en los cohetes chinos, o en el de corea del Norte, si es que alguno de ellos les sale todo a la perfección.

    2. por ejemplo critican el nuevo sistema de la base de la plataforma de lanzamiento con agua,
      y en esta primera prueba salio intacta,
      pero no valoran el tiempo récord en que se diseño, y se monto, esa placa metálica,
      y esa gente de SpaceX monto eso en pleno pico de ola de calor en esa zona del planeta.

      1. No está muy alejado de lo que se comenta acá.

        La secuencia del teléscopio de Astronomy Live muestra como la Starship rota sin control sobre su eje axial y con una combustión NO nominal con pérdidas de algo.
        Ese video con estabilización por software y posprocesamiento de video es una joya, merece ser visto:

        youtube(punto)com/watch?v=CTcSMh4VYow

        Saludos.

          1. Toda la razón ó al menos es el vox populi.

            Cuando lo ví, ni había comentarios al respecto, un par de horas después la cosa parece ir en esa dirección.
            Lo que conlleva que la Starship está siendo un bicho bastante duro de hacer explotar.

    1. Lo mejor es verlo en el móvil (o dispositivo portátil similar). Así puedes mover el aparato y apuntar a dónde quieras de manera intuitiva. Me he tirado un rato jugando.

    2. ¡Ah! Al final parece ser que la StarShip sí que detonó mediante el FTS automático… pero el SuperHeavy «petó» él solito, inesperadamente.

      (Mierda de no poder editar comentarios, leñe)

  4. Recordatorio grafico: de Starhopper a IFT-2, del primer salto de 150 m de la cafetera al 85% de la velocidad orbital: 50 meses.

    i.postimg.cc/K8rRwTLy/Space-X-De-Starhopper-a-IFT-2-2.png

    Extraida del video del canal de NSF, «Hopper to Flight 2: A Cinematic History of Starship Testing»

  5. «El 23 de noviembre de 1972 tiene lugar el último lanzamiento del cohete sovietico N-1 (N1 7L). A los 90 segundos del lanzamiento, tal como está programado, se apagan los seis motores centrales de la primera etapa para reducir las fuerzas de aceleración que tiene que soportar el cohete y como parte preliminar de la separación de la segunda etapa para entrar en órbita. El apagado de los motores centrales rompió conducciones de combustible al ser más brusco de lo planificado y provocó una sobrepresión, conocida como golpe de ariete. También el motor 4 explota. La primera etapa empieza a no funcionar bien a los 106,9 segundos y comienza a desmontarse. Dejaron de llegar datos de telemetría a los 110 segundos.»

    Cuando el superheavy apago sus motores para iniciar el hot staging, se ve una gran cantidad de gases saliendo de la base del cohete, probablemente son por tuberias de combustible reventando por la sobrepresion de pasar de 33 motores tomando 100% de combustible a solo 3 de ellos.

    El N1 ruso tenia problemas similares con el combustible al apagar los motores, probablemente una forma de mitigar esto seria no apagar los motores de golpe, sino irlos frenando poco a poco unos segundos antes del momento de la separacion, eso podria darle tiempo al combustible a desacelerarse y evitar reventar las tuberias

    1. No es muy intuitivo. Un frenado, si, podria provocar rotura de cañerias, un frenado como el que puede provocar el encendido subito de los motores de la etapa siguiente, en este caso la Starship, porque empuja la etapa anterior (el booster) hacia atras. Pero el mero apagado de los motores de la primer etapa no es un frenado, se pierde impulso suavemente, naturalmente, como cuando se apreta el embrague de un automovil.

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Por Daniel Marín, publicado el 18 noviembre, 2023
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