El panorama espacial en 2019

Por Daniel Marín, el 31 diciembre, 2019. Categoría(s): Astronáutica • Astronomía • China • Comercial • ESA • NASA • Rusia ✎ 145

En 2019 se llevaron a cabo 102 lanzamientos orbitales, un número ligeramente inferior al de 2018 (114), pero que sigue estando muy por encima de las estadísticas de la última década. China es, por segundo año consecutivo, el país que más lanzamientos ha realizado (34), muy por delante del segundo, Rusia (25). Precisamente, Rusia vuelve a repuntar en este campo después de un 2018 bastante mediocre. Estados Unidos queda en un tercer puesto con 21 lanzamientos, aunque bien puede argumentarse que deberían ser 27 si incluimos los 6 lanzamientos de los cohetes Electron que la empresa Rocket Lab ha efectuado desde Nueva Zelanda (Rocket Lab nació como una empresa neozelandesa, pero a día de hoy es una compañía estadounidense a todos los efectos).

Lanzamientos orbitales de 2019 por países. El lanzamiento del cohete Electron se considera de Nueva Zelanda, aunque la empresa tiene sede fiscal en EEUU.

La culpa del relativo bajo número de lanzamientos con respecto a las previsiones la tienen, por un lado, SpaceX, que ha efectuado menos misiones del Falcon 9 de las previstas, y, por otro, China, que tampoco ha cumplido todas las expectativas. A nivel de fracasos, el año ha sido un éxito. Quitando los fallos de cohetes iraníes (dos o tres según las fuentes), no ha habido ninguno especialmente grave, con la excepción del fallo del cohete Vega europeo en julio, una dura noticia para un lanzador que se consideraba especialmente seguro y fiable.

Lanzamientos orbitales por países y lanzadores en 2019.
Lanzamientos espaciales de los últimos años.

China

Para China 2019 ha sido un gran año, aunque algunos de los planes más ambiciosos se han tenido que retrasar debido a que el Larga Marcha CZ-5, el cohete chino más potente disponible, tardó más de lo esperado en volver al servicio activo después del fallo sufrido en su segunda misión hace dos años y medio. Precisamente, el CZ-5 voló por tercera con éxito vez en diciembre en lo que ha sido uno de los mayores logros de la astronáutica china este año. Por otro lado, este ha sido el año en el que la pléyade de pequeñas empresas espaciales chinas se han puesto las pilas y han iniciado el asalto a la órbita baja. El Hyperbola 1 (SQX-1) se convirtió en el primer lanzador privado chino en alcanzar la órbita, seguido del Jielong 1. El OS-M1, sin embargo, no tuvo tanta suerte y fracasó en su intento. En cuanto a otros lanzadores pequeños, el Kuaizhou 1A realizó cinco misiones, dos de ellas con menos de 24 horas de diferencia. El CZ-11, el más pequeño de la «familia estatal» Larga Marcha, despegó en tres ocasiones, una de ellas desde una plataforma marina.

Lanzamiento del Hyperbola 1 de iSpace, el primer lanzador orbital privado chino (https://twitter.com/LaunchStuff).
Primer lanzamiento espacial chino desde el mar mediante un CZ-11H.

En 2019 China finalizó la primera fase del despliegue global de la constelación Beidou de satélites de navegación. El sistema Beidou ya puede compararse en prestaciones al GPS estadounidense o al GLONASS ruso. Este despliegue ha requerido de hasta siete lanzamientos de cohetes chinos a lo largo del año, un ritmo que contrasta con el lento y problemático despliegue del sistema europeo Galileo.

El CZ-3B se usó en 2019 para completar el sistema de posicionamiento Beidou (Xinhua).
El CZ-5 volvió al servicio activo en 2019 (spaceflightfans.cn).

En 2019 China se convirtió además en el primer país que logró hacer aterrizar una sonda en la cara oculta de la Luna. La Chang’e 4 y su rover Yutu 2 aterrizaron a comienzos de año en el cráter Von Kármán y siguen funcionando a fecha de hoy. Yutu 2 es ya el rover lunar más longevo, tras haber arrebatado el récord del Lunojod 1 soviético establecido hace 48 años.

La sonda Chang’e 4 vista por el rover Yutu 2 en el cráter Von Kármán de la cara oculta de la Luna (CNSA).

Estados Unidos

2019 ha sido otro año en el que SpaceX vuelve a protagonizar los lanzamientos de EEUU. Sin embargo, los 11 lanzamientos del Falcon 9 saben a poco después del brutal incremento en el número de misiones del año pasado. Pese a todo, este año SpaceX ha llevado a cabo dos lanzamientos del Falcon Heavy, el cohete más potente del mundo en activo, y ha logrado, al fin, reutilizar una cofia, además de recuperar otra antes de que tocase el agua. No obstante, sin duda SpaceX ha protagonizado los cotilleos espaciales del año gracias al saltarín Starhopper y las vicisitudes de los prototipos Starship Mark 1 y Mark 2. El Starhopper realizó dos saltos este año gracias a su motor Raptor y se finalizó la construcción de la Starhip Mark 1,  aunque poco después esta última reventó durante una prueba de presurización. Más allá del culebrón Starship, no cabe duda de que el debut del avanzado y potente motor Raptor ha sido el mayor logro de SpaceX este año de cara al éxito de sus futuros proyectos.

Aterrizaje de los boosters de la segunda misión del Falcon Heavy (SpaceX).
Segundo salto del Starhopper con un motor Raptor (SpaceX).

Por otro lado, SpaceX ha copado muchos titulares gracias a las dos primeras misiones de su sistema de comunicaciones Starlink, aunque en este caso de forma negativa. Los primeros 120 satélites de una constelación que deberá contar con miles de unidades en órbita han sido un éxito para la compañía de Musk, pero han desatado todas las alarmas entre la comunidad de astrónomos profesionales y amateur del mundo. Por otro lado, el microlanzador Electron de la empresa Rocket Lab —en teoría una empresa neozelandesa, pero que se puede considerar estadounidense a todos los efectos— ha efectuado nada más y nada menos que seis misiones con éxito y ha comenzado a planificar la recuperación y reutilización de la primera etapa, perfilándose como la compañía occidental líder en este segmento.

Starship Mk1 (SpaceX).
Los tres motores Raptor de la Starship Mark 1 (SpaceX).
Los primeros sesenta satélites Starlink Block 0.9 en órbita (SpaceX).
Lanzamiento del microlanzador Electron de Rocket Lab desde Nueva Zelanda (Rocket Lab).

2019 debía ser el año en el que Estados Unidos iba a tener naves espaciales tripuladas operativas otra vez, rompiendo la dependencia que mantiene con Rusia desde 2011. Desgraciadamente, ha sido un año lleno de altibajos en este aspecto. Por un lado, la Crew Dragon de SpaceX voló sin tripulación en la misión DM-1 y se acopló con la ISS, pero pocos meses después esa misma cápsula explotó de forma catastrófica durante una prueba rutinaria de su sistema de escape, retrasando el primer lanzamiento tripulado hasta 2020. La Starliner de Boeing ha sufrido varios problemas importantes durante su fase de desarrollo, pero en 2019 al fin se llevaron a cabo la prueba de sus sistema de escape y la primera misión no tripulada, la OFT. Pero la OFT, que tuvo que ser retrasada a finales de año, no fue un éxito completo debido a que la cápsula no pudo acoplarse con la ISS por culpa de un fallo de software bastante absurdo. Esperemos que 2020 sea, esta vez sí, el año en el que ambas naves viajen al espacio con tripulación.

La Crew Dragon DM-1 separándose de la ISS (NASA).
La primera Starliner (OFT) antes del lanzamiento (NASA).
La cápsula Crew Dragon DM-1 antes de la prueba (NASA).

En 2019 celebramos por todo lo alto el 50º aniversario del Apolo 11 y la administración Trump decidió lanzar el programa Artemisa (Artemis) para volver a la superficie lunar en 2024 (a principios de año se anunció que sería en 2028 y luego se adelantó la fecha cuatro años). Aunque se han dado pasos importantes, el programa está lejos de tener a su disposición el suficiente dinero para que sea una realidad en esa fecha. El programa Artemisa incluye ahora la misión Artemisa 1 no tripulada alrededor de la Luna (antes la EM-1), Artemisa 2 —una misión tripulada de la nave Orión similar a la Artemisa-1— y Artemisa 3, que debe acoplarse con una estación Gateway reducida en órbita lunar antes de descender a la superficie. Al mismo tiempo, el cohete SLS ha continuado su leeeeento desarrollo y la primera etapa de la misión Artemisa 1 ya está ensamblada. Del mismo modo, la cápsula Orión de la misión Artemisa 1 se integró en 2019 con el módulo de servicio, a cargo de la ESA. La NASA también probó con éxito, otra vez, el sistema de escape de la nave Orión.

Logo del programa Artemisa (NASA).
La etapa central del SLS de la misión Artemisa 1 está lista (NASA).
La nave Orión de la misión Artemisa 1 ya está unida a su módulo de servicio europeo (NASA).

En cuanto a las sondas espaciales, Curiosity e InSight siguen funcionando en la superficie marciana, MRO, Odyssey y MAVEN en la órbita del planeta rojo, OSIRIS-REx estudia el asteroide Bennu, Juno orbita alrededor de Júpiter y la sonda Parker Solar Probe publicó sus primeros resultados científicos. Además, el año comenzó con el sobrevuelo por parte de la New Horizons del objeto del cinturón de Kuiper 2014 MU69, en principio apodado como Ultima Thule y luego bautizado oficialmente con el —horroroso— nombre de Arrokoth.

Curiosity continúa explorando el cráter Gale (NASA).
El objeto del cinturón de Kuiper 2014 MU69 visto por la New Horizons (NASA).

A bordo de la ISS, Christina Koch y Jessica Meir realizaron el primer paseo espacial a cargo de dos mujeres y, a finales de año, Koch batió el récord de permanencia femenino en órbita, hasta ese momento en poder de Peggy Whitson.

Christina Koch en la ISS (NASA).
Meir y Koch antes de la primera EVA totalmente femenina (NASA).

Rusia

Para Rusia ha sido un buen año en tanto en cuanto no ha sufrido ningún fallo catastrófico a pesar de haber visto incrementado el número de lanzamientos. El Soyuz ha sido, un año más, el lanzador con más misiones y Rusia sigue siendo el único país del planeta Tierra que ha llevado a cabo misiones espaciales tripuladas (Soyuz MS-12, MS-13 y MS-15). La Soyuz MS-14 voló sin cosmonautas a la ISS para certificar el lanzador Soyuz-2.1a para vuelos tripulados. También se lanzó el Spektr-RG, un observatorio espacial de rayos X construido en colaboración con Alemania que llevaba muchos años de retraso y es fundamental para reforzar el debilitado programa espacial científico ruso.

Skybot F-850 (alias Fyodor) que voló en la Soyuz MS-14 (Roscosmos).
Spektr-RG (NPO Lávochkin).
Spektr-RG (Roscosmos).

Por otro lado, Roscosmos sigue mareando la perdiz con nuevos lanzadores pesados y no tan pesados y el conflicto en Ucrania sigue pasando factura. En 2019 Roscosmos retiró para siempre el ICBM modificado Rokot-KM por tener participación —minoritaria— del país vecino. Mientras, los planes para disponer una estación espacial propia en 2024 a partir del segmento ruso de la ISS se diluyen y Rusia ha confirmado su participación en la estación estadounidense Gateway jugando un papel subalterno (suministrará el módulo esclusa). En 2019 Roscosmos cambió de opinión otra vez y decidió que la futura nave tripulada rusa se llamará Oryol en vez de Federatsia y que usará el cohete Angará A5P en vez del Soyuz 5/Irtysh.

Lanzamiento de la Soyuz MS-13. El Soyuz fue el cohete con más misiones de 2019 (Roscosmos).

Resto de países

Si en 2018 fue el Ariane 5 el que nos dio un pequeño susto, este año el cohete Vega europeo ha sufrido su primer fracaso. Por otro lado, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha recibido este año el mayor presupuesto de su historia. Una de cal y otra de arena. Por otro lado, la Luna ha resultado ser en 2019 una cruel amante. Aunque la sonda china Chang’e 4 alunizó con éxito, la sonda israelí Beresheet y la india Vikram se estrellaron contra su superficie. Eso sí, el orbitador indio Chandrayaan 2 logró alcanzar la órbita lunar. Otro dudoso éxito de India fue convertirse en la cuarta nación que dispone de un sistema antisatélite activos. Con respecto a Japón, la sonda japonesa Hayabusa 2 completó su exploración de Ryugu y abandonó el asteroide para poner rumbo a la Tierra con muestras del mismo.

El asteroide Ryugu visto por Hayabusa 2 (JAXA).


145 Comentarios

  1. Gracias Daniel por estos buenos momentos con tus artículos.

    Un saludo también a los tertulianos espaciotrastornados y feliz año 2020 a todas y todos.

  2. Para el 2020 habrán muchos más lanzamientos; supongo que porque China volverá a ponerse las pilas y porque las empresas interesadas en constelaciones de satélites también lanzarán.

  3. Buenas tardes, Daniel y resto de lectores de esta magnífico blog.
    Gracias por el resumen anual y desear un buen año, a ti, a tu familia, a todos.
    Saludos cordiales y buen año 2020.

  4. Gracias por este magnífico resumen y el resto de maravillosas entradas Daniel. Que el 2020 te traiga felicidad y salud para disfrutarla!!!

    Y feliz año a todos los comentaristas del foro*!!!

    *: La felicitación incluye a todos**, sin excepción: conspiranoicos, fachas irredentos, prorusos, rusófobos, coheticos, negacionistas, fanboys de SpaceX, haters de SpaceX, forococheros AH! y también a los que este año casi han aprendido a escribir en correcto castellano.
    **: No, a los terraplanistas no, no estoy tan espléndido, que les jodan.

  5. Saludos a casi todo el mundo, que os divirtais esta noche a ver si sois capaces de llegar de una pieza a casa.

    Agradecimientos a Daniel Marín por su blog, a casi todos los comentaristas por sus comentarios, y a esperar que el 2.020 sea un buen año espacial, y especial también.

  6. Gracias por seguir otro año… digo por la década al pie del cañón y por todas las geniales entradas!!! Saludos a toda la comunidad de lectores y comentaristas!

    Que la próxima década nos lleve a la Luna y Marte!

  7. Supongo que con el Insight, la ‘Mole’ sigue intentando taladrar el suelo de Marte. ¿No?
    Gracias por tu dedicación. Es interesante el resumen. Ayuda ver las cosas con perspectiva. Es algo triste ver a Europa en cuarto lugar en cuanto a lanzamientos e intuir que las cosas no van a ser diferentes los próximos años, sino que probablemente peores, en cuanto a que la India es probable que nos deje en un quinto lugar y además tendrán vuelos tripulados. Siempre queda el consuelo, que puede que no estemos en la ola del negocio espacial, pero nuestros habitantes tienen la mejor calidad de vida del panorama mundial. Irónico, porque se supone que la ciencia, el I+D, se supone que es lo que proporciona bienestar en el futuro. Parece que no nos lo creemos demasiado o bien nuestras inversiones se centran más en otros ámbitos (desarrollo fusión con el ITER, el acelerador de partículas, etc.), en vez del espacial o quizás las inversiones en el espacio no van destinadas al desarrollo de vectores más potentes, sino a satélites de estudio de la tierra, o como el reciente PLATO al estudio de exoplanetas. Me cuesta reconocer que Europa tiene el programa espacial más sensato. Me fijo en la tarta y la porción de Europa y tengo el sentimiento de deseo infantil e irracional de que fuera mayor. A ver si aprendo.

    Feliz año nuevo Daniel y resto de espaciotrastornados!!! Gracias por todo lo que aportáis.

  8. Feliz nochevieja y un venturoso 2020 para Daniel y su familia y para todos aquellos que participan en este maravilloso blog ¡Cuidado con los cuartos y las uvas!

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Por Daniel Marín, publicado el 31 diciembre, 2019
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