El primer intento de lanzar un cohete privado japonés ha terminado mal. El 13 de marzo de 2024 a las 02:01 UTC despegó el lanzador KAIROS de la empresa japonesa Space One desde el puerto espacial de Kii (スペースポート紀伊), al sur de la prefectura de Wakayama (和歌山), en la isla de Honshu. Sin embargo, apenas cinco segundos tras el despegue el cohete explotó en el aire. Curiosamente, el satélite salió despedido casi intacto y se pudo verlo en el aire antes de estamparse contra el suelo. El satélite, cuyo nombre preciso se desconoce, era un prototipo de satélite espía y de observación de la Tierra de unos 100 kg financiado por el gobierno japonés. La explosión estuvo causada por el sistema de destrucción en vuelo (FTS), aunque la causa precisa del fallo se desconoce. La rampa de lanzamiento no sufrió daños importantes, a pesar de que cayeron sobre los alrededores numerosos fragmentos en llamas. Tampoco está del todo claro si el FTS funcionó como debía. El lanzamiento estaba originalmente previsto para el 9 de marzo, pero se canceló poco antes del despegue.
KAIROS (Kii-based Advanced and Instant Rocket System), también カイロスロケット (Kairos Rocket) en japonés, es un pequeño lanzador de cuatro etapas capaz de colocar 250 kg en una órbita baja (LEO) de 500 kilómetros de altitud y 33º de inclinación y 150 kg en una órbita polar heliosíncrona (SSO). Además de ser un acrónimo, kairós significa ‘el momento adecuado’ (en griego moderno significa tiempo o tiempo atmosférico). Las tres primeras etapas son de combustible sólido y la cuarta etapa de combustible líquido. El cohete tiene 18 metros de longitud y 1,35 metros de diámetro (1,4 metros de diámetro máximo), con un peso al lanzamiento de 23 toneladas. La primera etapa tiene una longitud de 8,1 metros, la segunda de 3,6 metros y la tercera de 2,0 metros. La cofia mide 1,5 metros de diámetro. Space One (スペースワン株式会社) fue fundada en 2018 e incluye empresas inversoras tan potentes como Canon, el banco DBJ, Shimizu Corporation o IHI Aerospace. En concreto, destaca el apoyo de IHI Aerospace, una empresa experta en el desarrollo de cohetes de combustible sólido. De hecho, IHI Aerospace está a cargo del cohete Epsilon de combustible sólido y también ha desarrollado los aceleradores SRB-A del cohete H-II. Paradójicamente, el último lanzamiento del Epsilon, en octubre de 2022, también se saldó en fracaso.
IHI Aerospace es la encargada de construir el cohete en Tomioka, en la prefectura de Gunma, al norte del centro de lanzamiento de Kii. En todo caso, a pesar del apoyo de IHI Aerospace, Space One se ha presentado como la primera empresa japonesa que está desarrollando un lanzador fuera del marco de la agencia espacial JAXA. El centro de lanzamiento en Kushimoto (Wakayama, al sur de la isla de Honshu) fue construido entre 2019 y 2021 por Shimizu Corporation, una de las compañías que han invertido en Space One. El centro de lanzamiento está a unas dos horas y media de los aeropuertos Haneda de Tokyo y Kansai de la bahía de Osaka.
One Space quiere que KAIROS se un lanzador de respuesta rápida especialmente diseñado para cargas comerciales de pequeño tamaño o satélites militares que permitan vigilar los movimientos militares de Corea del Norte. En teoría, el lanzador puede despegar tan solo cuatro días después de comenzar a procesar la carga útil en el centro espacial de Kii. One Space no es la única empresa privada japonesa que está desarrollando un lanzador orbital (por ejemplo, también tenemos a Interstellar Technologies y sus cohetes ZERO y DECA), pero sí es la primera que ha intentado alcanzar la órbita. El fallo de un lanzador en su primera misión es algo hasta cierto punto normal, aunque bien es cierto que, por un motivo o por otro, Japón arrastra una racha de fallos con los lanzadores Epsilon y H3. Esperemos que al segundo intento todo salga bien.
Vamos bien.
Mal dia para las fuerzas retrogradas.
me muero de ganas de leer el articulo de Daniel sobre el 3er. lanzamiento de la Starship
Mee too!!!!
Dejad algo para la próxima entrada de Daniel. En todo caso espectacular lanzamiento.
He visto la retransmisión de SpaceXStorm. Ha sido apasionante. También gratificante ver cómo van mejorando, paso a paso el proceso de lanzamiento y acercándose a la recuperación.
Opino, como el resto, que quizás sea hora de poner unos cuantos Starlink V2 en el cohete y empezar a amortizar el proyecto, a la vez que consiguen nuevos hitos en el proceso de recuperación.