El pasado mes de marzo la empresa estadounidense Rocket Lab presentó su nuevo cohete Neutron, un lanzador de tipo medio capaz de situar 8 toneladas en órbita baja. La introducción de este lanzador supuso un cambio radical en el modelo de negocio de la compañía dirigida por el neozelandés Peter Beck, que hasta ahora había estado centrada en el microlanzador Electron, un pequeño vector que puede colocar unos 300 kg en LEO. En cierto modo, también supuso el reconocimiento de una derrota: que una empresa de microlanzadores no puede ser rentable exclusivamente con la demanda procedente de este sector de mercado. Sea como sea, el nuevo Neutron juega en una liga muy superior y se postula como competencia a lanzadores como el Antares o el Soyuz. Sin embargo, menos de medio año más tarde, Rocket Lab ha vuelto a dar un giro de timón y ayer presentó un nuevo diseño del Neutron. De hecho, el nuevo lanzador es un cohete totalmente diferente al que vimos en marzo.
El nuevo Neutron tendrá una longitud total de 40 metros y un diámetro de 7 metros, con una masa al despegue de 480 toneladas. También será capaz de poner 8 toneladas en la versión reutilizable y llegará hasta 15 toneladas en la no reutilizable. Es decir, estamos hablando de un vector de dimensiones y prestaciones considerables (en la versión desechable el nuevo Neutron será más potente que el cohete Zenit, por ejemplo). El principal cambio es que ahora el lanzador empleará metano como combustible en vez de queroseno (el metano un propelente más eficiente y que resulta mejor desde el punto de vista de la reutilización). La primera etapa sigue siendo reutilizable, pero su forma es más rechoncha —o, dicho en términos más técnicos, posee un mayor coeficiente balístico— y cuenta con una curiosa cofia de cuatro pétalos que cubre por completo la segunda etapa y la carga útil. Esta cofia-pétalo, de 5 metros de diámetro, será obviamente reutilizable, y, de este modo, la empresa se ahorrará un buen pellizco en cada misión. En vez de aluminio o acero, el fuselaje estará hecho de materiales compuestos, como el Electron (son más ligeros, pero pueden dar problemas con propelentes criogénicos).
La forma oronda de la primera etapa le permitirá disipar mejor la temperatura. Para el aterrizaje no usará un tren desplegable, más pesado, sino patas fijas dotadas de amortiguadores. La orientación de la etapa se logrará empleando aletas, como el New Glenn, en vez de rejillas hipersónicas, como el Falcon 9. En cuanto a la segunda etapa, Rocket Lab asegura que será la etapa más ligera del mercado en proporción a sus dimensiones. Esta ligereza se consigue haciendo colgar la etapa de la sección inferior cofia en vez de estar apoyada sobre la primera etapa. Así, la segunda etapa no tendrá que soportar las típicas tensiones y compresiones, pudiendo aligerar su estructura. El Neutron aterrizará en tierra firme después de cada misión y, por el momento, no lo hará en barcazas o buques situados en alta mar como el Falcon 9 de SpaceX o el New Glenn de Blue Origin. La maniobra RTLS para regresar al lugar de lanzamiento gasta más combustible que un aterrizaje en una barcaza, pero Rocket Lab valora más la rapidez y la sencillez de esta estrategia de recuperación, puesto que el fin es lanzar el cohete lo más rápidamente posible. De hecho, Peter Beck ha declarado que el cohete ha sido diseñado para poder llevar a cabo un lanzamiento al día. A diferencia del Electron, el Neutron se ensamblará en vertical y será trasladado a la rampa en vertical con el objetivo de ahorrarse el equipamiento relacionado con la colocación en posición vertical.
El cambio de combustible a metano significa que Rocket Lab debe diseñar un nuevo motor en el que no podrá usar toda la experiencia acumulada con los Rutherford de kerolox del Electron. Este nuevo motor se llama Archimedes y será de ciclo abierto. Su empuje será de 1 meganewton, con 320 segundos de impulso específico (Isp). La primera etapa utilizará siete unidades, mientras que la segunda etapa solo tendrá uno adaptado al vacío (con un empuje de 1110 kilonewton). La empresa espera comenzar a realizar las pruebas de encendido del nuevo motor el año que viene en Nueva Zelanda. El nuevo Neutron despegará desde el centro de lanzamiento MARS de la isla de Wallops, en Virginia, una base que también emplea el cohete Antares de Northrop Grumman con las naves de carga Cygnus para la ISS. Precisamente, Neutron se postula como un competidor directo de este cohete, sobre todo ahora que la empresa también se quiere especializar en la construcción de satélites y vehículos espaciales (algo normal para muchas empresas aroespaciales si tenemos en cuenta que el negocio alrededor de la construcción de satélites y la venta de sus servicios mueve muchísimo más dinero en el mundo que el mercado de lanzamientos). Por otro lado, Peter Beck no descarta usar el Neutron para vuelos tripulados, pero, por el momento, no piensa diseñar una nave capaz de llevar astronautas.
El primer vuelo de prueba sigue previsto para 2024. En cuanto al precio por misión, no se sabe todavía cuál será, pero, lógicamente, el objetivo es ser lo más competitivo posible. A pesar de que algunos medios han señalado su parecido con la Starship, en todo caso el nuevo Neutron se asemeja más al Terran R de Relativity Space. A nivel personal, me parece un diseño muy original y atractivo, ciertamente mucho más que la propuesta del pasado marzo. Evidentemente, este nuevo diseño es también mucho más arriesgado, pero está claro que Rocket Lab no quiere limitarse a diseñar un lanzador más o menos tradicional que esté obsoleto desde el momento que despegue por primera vez.
jajaja ¡que personaje!, parece un niño con estas rabietas. Quiero creer que no tiene más de 15 años… quiero creer.
Pues pogüer poin o no, a mí me gusta el diseño que tiene. Se sale de lo habitual.
… y sí, yo hace años me imaginaba que, a estas alturas, ya tendríamos sistemas SSTO que despegarían y aterrizarían en horizontal como un 747 cualquiera.
Hostias, Moonraker XDDDD lo han clavado.
Veremos en que termina quedando todo esto, ojala en algo real, cuanta mas competencia mejor.
Perdon, peli equivocada, Daniel pone la correcta 😛
Está chulo. Y el enfoque tiene sentido. A ver cómo se desarrolla el proyecto.