Trident: una misión de bajo coste para explorar Neptuno y Tritón

Por Daniel Marín, el 10 abril, 2019. Categoría(s): Astronáutica • NASA • Sistema Solar ✎ 48

Uarano y Neptuno son los grandes olvidados de la actual edad de oro de la exploración planetaria, ya que únicamente han sido visitados por la Voyager 2 en los años 80. La NASA lleva años intentando sacar adelante una misión de tipo Flagship —las más caras de la agencia— a estos mundos para la década de los cuarenta, pero por ahora no hay ningún proyecto en firme. Tampoco hay esperanza para los gigantes de hielo en la próxima misión de coste intermedio de tipo New Frontiers. Pero, ¿y si pudiéramos lanzar una sonda barata de tipo Discovery? La idea no es nueva. Varios equipos de investigadores han propuesto distintas sondas espaciales de bajo coste en los últimos años (OCEANUS, QUEST, etc.), aunque la mayoría de ellas han tenido como objetivo Urano, principalmente debido a su cercanía. Sin embargo, recientemente ha surgido una nueva propuesta, Trident, que tiene como protagonista a Neptuno, o mejor dicho, a su luna más grande, Tritón.

Tritón y Neptuno vistos por la Voyager 2 (NASA).

Las propuestas anteriores tenían como principal pega que el objetivo a estudiar les quedaba demasiado grande, pero Trident no pretende competir con una misión de tipo Flagship, sino que se centra en Tritón. Esta luna de Neptuno es un objetivo muy interesante, aunque por sí solo quizás no lo sea para una misión de tipo Flagship, pero no cabe duda que sí lo es para una de tipo Discovery. Ahora bien, ¿por qué Tritón? Por un lado, es un mundo que probablemente tenga un océano de agua interno y, al mismo tiempo, también es un objeto del cinturón de Kuiper modificado y presenta actividad de géiseres en su superficie. Tres motivos fundamentales.

Tritón como mundo peculiar del sistema solar (NASA).

Trident llevaría, obviamente, un generador de radioisótopos de tipo MMRTG para generar electricidad. Sería una sonda de sobrevuelo, es decir, no orbitaría Neptuno ni Plutón con el fin de ahorrar costes. Despegaría mediante un cohete Atlas V en su versión ligera (401) en mayo de 2026 y luego realizaría tres sobrevuelos de la Tierra y uno de Venus para alcanzar Júpiter y, de allí, Neptuno, donde llegaría en junio de 2038. Es decir, pasaría cerca de doce años en el espacio. La trayectoria de tipo EVEEJN permitiría que Trident estudiase también Venus y Júpiter. Para aumentar el retorno científico del proyecto, Trident también realizaría un sobrevuelo cercano de Ío, la luna de Júpiter que es además el mundo más volcánico del sistema solar. La carga científica estaría formada por dos cámaras de alta y media resolución, un espectrómetro de plasma para estudiar la atmósfera de Tritón, un experimento de ocultación de radio, un espectrómetro infrarrojo para estudiar la composición de Tritón y un magnetómetro para comprobar la existencia del océano bajo la corteza de hielo. Trident pasaría a una distancia mínima de 500 kilómetros de Tritón y obtendría imágenes del hemisferio que no pudo ver la Voyager 2 en 1989 con una resolución inferior a 200 metros.

Trayectoria de Trident (NASA).
Geometría de sobrevuelo (NASA).

Trident ya fue presentada antes de 2014 con el acrónimo TRIDENT (Taking Remote and In-situ Data to Explore Neptune and Triton), aunque en esa ocasión se trataba de una sonda más pesada —3.1 toneladas— y compleja que hubiera requerido usar un cohete Atlas V 551 para llegar a Neptuno. En esta primera iteración el lanzamiento estaba previsto para 2029 y habría llegado a Neptuno en 2042 tras solamente dos sobrevuelos de la Tierra y uno de Júpiter.

TRIDENT como propuesta de 2014 (NASA).

La propuesta Trident es interesante porque, al centrarse en Tritón, no compite directamente con una misión Flagship. Urano y Neptuno son lo suficiente fascinantes como para ser estudiados por varias sondas. Recordemos que las misiones de tipo Discovery no son elegidas en función de su objetivo, sino de sus bondades científicas y de su viabilidad económica. Por contra, en las misiones New Frontiers y Flagship el destino es impuesto por el cuartel general de la NASA. Es decir, sería perfectamente posible que la NASA aprobase una misión Flagship para Urano o Neptuno y, al mismo tiempo, también Trident. No en vano, la misión InSight que ahora mismo está en Marte es una misión de tipo Discovery, ajena al programa de exploración de Marte (MEP) de la NASA.

Instrumentos de Trident (NASA).

Dicho esto, el principal lastre de la misión es que pocos creen que pueda adaptarse a un presupuesto de tipo Discovery, por no hablar de los plazos involucrados, que son extremadamente largos para un programa de este tipo. Así que, una vez más, la polémica está servida. ¿Vale la pena estudiar Neptuno y Tritón de forma fugaz o mejor nos esperamos a la década de los cuarenta para explorarlos con una misión Flagship?

Referencias:

  • https://www.hou.usra.edu/meetings/lpsc2019/pdf/3200.pdf
  • https://www.hou.usra.edu/meetings/lpsc2019/pdf/3188.pdf


48 Comentarios

  1. Estimados amigos del Espacio,

    ¿ Qué tal si proponemos a los super-millonarios de la Lista Forbes
    que financien una misión a Urano y otra a Neptuno, con un formato
    similar a las sonda Cassini destinada a Saturno y provistas ambas
    sondas gemelas de un módulo de descenso atmosférico similar al
    de la sonda Galileo con destino a Júpiter ?
    Ambas sondas presentarían economías de escala, lo cual abarataría
    los costes.
    La «recompensa» para los super-millonarios estriba en nombrar a las
    sondas con sus respectivos nombres, así como a las formaciones
    más importantes de los relieves de las lunas de Urano y de la gran
    luna Tritón de Neptuno.
    ¿ Os apuntáis a la propuesta ?

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Por Daniel Marín, publicado el 10 abril, 2019
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