Hasta siempre, Cernan

Por Daniel Marín, el 17 enero, 2017. Categoría(s): Apolo • Astronáutica • Luna • NASA ✎ 83

Se nos ha ido uno de los grandes: Eugene Cernan, astronauta de la NASA que pisó la Luna durante la misión Apolo 17. Cernan fue junto a Harrison Schmitt el último ser humano que visitó nuestro satélite en 1972. Desde entonces nadie ha vuelto a explorar la superficie de la Luna. Cernan se unió a la NASA como parte del tercer grupo de astronautas que seleccionó la agencia espacial norteamericana en 1963. Voló al espacio por primera vez en 1966 en la Gémini 9 junto a Thomas Stafford. Pero sin duda será recordado principalmente por su participación en las misiones lunares Apolo 10 y Apolo 17.

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Su primer viaje a la Luna fue junto a Tom Stafford y John Young en mayo de 1969 como piloto del módulo lunar Snoopy, una misión que fue el ensayo general del histórico alunizaje del Apolo 11. Como comandante del Apolo 17 vivió más de tres días en el valle de Taurus-Littrow, durmiendo dentro del módulo lunar Challenger. Cernan y John Young han sido los dos únicos seres humanos que han participado en dos misiones lunares y han pisado la superficie de la Luna. Ya solo quedan entre nosotros seis personas que hayan caminado sobre otro mundo: Buzz Aldrin (Apolo 11), Alan Bean (Apolo 12), David Scott (Apolo 15), John Young (Apolo 16), Charlie Duke (Apolo 16) y Harrison Schmitt (Apolo 17). Solo seis moonwalkers, exactamente la mitad de los que originalmente existieron.

Gene Cernan en el valle de Taurus-Littrow con la Tierra sobre su cabeza (NASA).
Gene Cernan en el valle de Taurus-Littrow con la Tierra sobre su cabeza (NASA).

La vida de Cernan y sus peripecias lunares han sido narradas estupendamente en su biografía The last man on the moon, libro que ha servido como base de un documental homónimo. Ahora que se nos ha ido vale la pena recordar que el protagonismo de Cernan en el programa espacial fue resultado del azar. Gene ocupó un lugar privilegiado entre las tripulaciones del Apolo gracias a su experiencia en la Gémini 9, pero no olvidemos que la tripulación original de esta misión no estaba formada por Stafford y Cernan, sino por Elliott See y Charles Bassett, quienes fallecieron en un accidente aéreo pocos meses antes del lanzamiento. Por supuesto, Cernan era un astronauta altamente cualificado y otros accidentes —Apolo 1— también afectaron a la selección de tripulaciones del Apolo, pero es un buen ejemplo para tener en cuenta hasta qué punto la suerte jugó un papel fundamental a la hora de decidir qué doce astronautas pisarían la Luna entre 1969 y 1972. De hecho, el propio Cernan se estrelló con un helicóptero en el mar poco antes de su misión en el Apolo 17 y estuvo a punto de no poder viajar a la Luna.

Y antes de ese accidente su asignación como comandante de la misión Apolo 17 no fue un camino de rosas precisamente. Deke Slayton, encargado de seleccionar las tripulaciones del Apolo, eligió primero a Cernan como piloto del módulo lunar de la tripulación de reserva del Apolo 13, por lo que habría pisado la Luna en el Apolo 16 junto a John Young, pero contra todo pronóstico Geno declinó la oferta a cambio de una oportunidad de comandar su propia misión. La apuesta le salió bien, pero por los pelos. Cernan pasó a formar parte de la tripulación de reserva del Apolo 14 formada por Cernan, Joe Engle y Ron Evans y llegado el momento de elegir la tripulación del Apolo 17 Slayton dudó entre esta tripulación y la tripulación suplente del Apolo 15, compuesta por Dick Gordon, Harrison Schmitt y Vance Brand. Finalmente eligió la tripulación de Cernan para el Apolo 17, a sabiendas de que esta iba a ser la última misión lunar y que, por lo tanto, la NASA prefería —o mejor dicho, exigía— que viajase un geólogo —Schmitt— a bordo. La solución de Slayton fue cambiar a Engle por Schmitt y mantener a Cernan y Evans, en vez de optar por toda la tripulación de Gordon con la que se había entrenado Schmitt. Una decisión que no sentó nada bien entre muchos astronautas.

Cernan dentro del módulo lunar Challenger sobre la Luna. Se aprecia el traje A7LB manchado de regolito lunar (NASA).
Cernan dentro del módulo lunar Challenger sobre la Luna. Se aprecia el traje A7LB manchado de regolito lunar (NASA).

No obstante, el profesionalismo de Cernan quedó más que demostrado al salir airoso de todos los contratiempos potencialmente mortales a los que se enfrentó en sus tres misiones, especialmente durante la separación de la etapa de ascenso del módulo lunar Snoopy durante el Apolo 10. Gene nos ha dicho adiós para siempre, pero sus huellas seguirán en el valle de Taurus-Littrow cuando todos nosotros ya no estemos aquí. En sus memorias Cernan contaba que las últimas palabras que un ser humano pronunció sobre la Luna —y hasta hace poco desconocidas— salieron de su boca y fueron: «All right, let’s get this mother out of here and go home». ¿Cuándo volveremos a escuchar a alguien hablar en la superficie nuestro satélite?

Más información sobre la misión Apolo 17 en Eureka.

Cernan en la ventanilla izquierda del módulo lunar Challenger antes de acoplarse con el módulo de mando CSM Columbia (NASA).
Cernan en la ventanilla izquierda del módulo lunar Challenger antes de acoplarse con el módulo de mando CSM America (NASA).
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Cernan descubre la placa conmemorativa de la última misión lunar en la pata del LM Challenger (NASA).
Cernan prueba el rover junto al LM Challenger (NASA).
Cernan prueba el rover junto al LM Challenger (NASA).
Cernan en la Luna (NASA).
Cernan en la Luna (NASA).


83 Comentarios

  1. ¿Como se pudo ir hace casi 50 años cuando hoy por hoy la NASA es incapaz de enviar un hombre a mas de 2.000 km de la superficie de la Tierra?
    ¿Como pudo el LM del Apolo 17 aguntar casi 75 horas a mas de 115°C en la superficie de la Luna?¿Como se refrigeraba teniendo en cuenta que NO tenian paneles solares, ni combustible nuclear?

    1. Porque entonces tenían algo que ya no tienen: ambición y las ideas claras. Tenían un objetivo claro (ir a la Luna en menos de una década) y fabricaron lo necesario para conseguirlo. Hoy en día fabrican multitud de cosas y luego ya si tal les buscan una utilidad (ISS, SLS, …), como la estúpida misión del asteroide.

  2. Bueno, vamos a hacerle la elegía en condiciones.
    Su apellido es eslovaco, como su abuelo que emigró a EEUU a principios ipios del siglo XX (Štefan Černan, o sea, se pronuncia «chernan» y no «sernan»). A su padre (Andrew) ya le comieron el caron (la pajarita encima de la C). Tiene muchos récords, es el tío que más anduvo en la Luna, 35 km, en carro, vale, pero 35 km, y tiene el récord de velocidad: casi 12 km/h, se podría decir que el equivalente terrestre de 75 km/h, que no está nada mal para un desierto polvoriento lleno de quiebros y badenes varios. Antes de irse, con el dedo en el polvo lunar, dejó escrito el nombre de su hija, «Tracy», lo que me parece una garrulada de aquí te espero (en el suelo, nada de grabar el nombre en una roca). El tema del apellido es muy curioso, a pesar de que tiene una conderación eslovaca por sus antepasados, en la Wiki eslovaca ni mu, pero en la checa sí que viene. Si checo y eslovaco no son la misma lengua lo disimulan muy mal.
    Pero lo que me gustaría saber, y no he podido encontrar una fuente fiable (y en consecuencia varios disparates), es qué coño llevó este buen hombre de efectos personales. Todos los astronautas llevaron algo bajo ese epígrafe, uno palos de golf y pelotas, y se puso a jugar allá arriba, otro, que le patina bastante la neurona, microbiblias, mi héroe particular siempre será Roosa que se llevó 450 semillas de árboles de viaje que luego fueron plantadas (cómo una cultura trata a los árboles dice mucho de ella), pero el nieto de Štefan, ni puta idea.
    Se lo puede ver en fotos en el funeral de Armstrong con cara de «juas, te enterré yo a ti». Hmmm… In dubio, pro reo.
    Descanse en paz el nieto de Štefan, que tuvo que huir de su país (Austria-Hungría), seguro que el abuelo, súbdito de tercera en su patria y encima relegado por hablar un «dialecto» muy inferior respecto a las nobles lenguas alemana y magiar, jamás, jamás, jamás imaginó que su nieto Evgenni haría trompos por la Luna.
    A saber qué chinos harán el indio allá arriba.

  3. Un billete a la EEI cuesta 30 millones de dólares. 300.000 espacio-transtornados pueden poner 10 dólares cada uno, lo que supone privarse de un cubata, comprar un viaje a la EEI y rifarse el viaje entre ellos para ver a quien le toca ir a la EEI. Insisto en que mucha gente común puede acumular mucho dinero si se asocian y que pueden poseer su propia agencia espacial que funcionaría como un club.

    1. Supongamos que en España hay 300.000 espacio-transtornados y que cada espacio-transtornado está dispuesto a privarse de 10 dólares (9 euros) al mes de un cubata por ejemplo. Una asociación española de espaciotranstornados ahorraría 3 millones de dólares al mes y en sólo 10 meses esa asociación podría rifar un viaje a la Estación Espacial Internacional entre sus miembros. ¿Que podría hacer un club espacial mundial de gente corriente ahorrando en una cuenta en Suiza durante 50 años? ¿Tendría poder ese club para asociarse con Rusia o con la NASA y ofrecerse a cofinanciar un viaje a Marte?

    2. Tengo una idea mucho mejor: pagamos la pasta pero a Musk, y le pagamos el billete a Rajoy y la plana mayor de hienas hipócritas, a la gestora de Chez Sosieldemocrasie incluyendo a Patxi, el hombre que puede llegar a Presidente de Hispanistán porque sin duda, es más idiota e inepto que el actual, lo que lo convierte en perfecto para el cargo, y por supuesto al Naranjito y un par de memos de su troupe, y al Messiah Coletas y sus retro-mongos incluyendo a Alberto, el subvencionao de Soros. Y le decimos que queremos un espectáculo, un GRAN espectáculo, y que puede enviarlos adónde le salga del nardo.
      Y si el tema funciona, la lista de espera va a ser astronómica. Puede estar bien ver aterrizar en la barcaza a Jens, el amigo de los niños sirios con toda la tropa de los Saúd.
      A ver si este hombre, don Elon, al final va a resultar un benefactor de la humanidad. Mira tú por dónde lo del chichiponi reciclable puede tener una utilidad inesperada (tal y como los recicla ahorita mismo, pum y uno nuevo).

  4. Nací seis meses después del fin del sueño de la Era Apolo…y como muchos de vosotros, para mi en la infancia y principios de la adolescencia, el final de los 70 y parte de los 80 nos parecía un paréntesis de cara a metas mayores: Marte, Base Permanente en la Luna (Bush Padre en el 20 aniversario del Apolo XI), pero no tardé en darme cuenta de que todo eran patadas a seguir, faroles que se los llevaba el viento con el transcurrir de los años o presidentes USA. De una ESA ineficiente y sin planes claros de futuro, y una URSS extinta y una Rusia que nunca volverá a ser una superpotencia decisiva en la carrera espacial…cada vez tengo mas claro, que si volvemos a ver al ser humano sobre la superficie de la Luna, será para cuando esté entrando en un geriátrico; nunca antes de treinta años.
    Eso si; si vuelven a la Luna, que sea con todas las consecuencias. O base Lunar Permanente, o que no volvamos al proyecto Apolo 2.0….varios vuelos y vuelta a varias décadas de marcha atrás.
    De marte mas vale que os vayáis olvidando todos los que tengáis mas de 40 años. Al paso que vamos en general en este planeta; muy bien tendrían que ir las cosas para que pisemos Marte antes del 2060.

    1. No sé, yo creo que Musk lo acabará consiguiendo, de una forma u otra. Es casi de mi quinta (un poquito mayor) y creo que lo veré pisar Marte. Eso sí, no sé cuándo.

      1. Seria una idea genial que todos los espacio trastornados del mundo juntemos parte del dinero para que spacex lleve a la humanidad a marte y que entre todos los contribuyentes se rifen 5 o 10 puestos. Como un marst one pero de verdad

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