El nuevo cuerpo menor 2012 VP113 y la búsqueda del Planeta X

Por Daniel Marín, el 29 marzo, 2014. Categoría(s): Astronomía • Sistema Solar • Sondasespaciales ✎ 32

Hace unos días saltaba la noticia del descubrimiento de un nuevo objeto transneptuniano (TNO) en el Sistema Solar denominado 2012 VP113. El asunto no tendría mayor importancia si no fuera por su gran tamaño y su extraña órbita. En cuanto a lo primero, la verdad es que no estamos seguros de lo que mide. Al ser visto como un simple punto a través de un telescopio 2012 VP113 podría tener un diámetro comprendido entre trescientos y mil kilómetros. Vamos, un error considerable, o lo que viene siendo la diferencia entre un planeta menor del montón y un planeta enano tipo Eris, Plutón o Haumea.

1
Las órbitas de 2012 VP113 y Sedna comparadas con la del resto de planetas del Sistema Solar (Lucas/unmannedspaceflight.com).

Pero lo llamativo es su órbita. 2012 VP113 está situado realmente lejos del Sol. Además, posee una órbita muy elíptica, con un perihelio -el punto más cercano al Sol- de doce mil millones de kilómetros (80 unidades astronómicas), mientras que su afelio está a 67500 millones de kilómetros (450 UA). Para que nos hagamos una idea, Neptuno está situado a 30 UA del Sol y el cinturón de Kuiper de cometas va de las 30 UA a las 50 UA. 2012 VP113 no es el único planeta menor que posee una órbita tan extraña. Sedna, otro TNO, se aleja incluso más que 2012 VP113, hasta las 937 UA, mientras que su perihelio es muy similar al del mundo recién descubierto.

Y esto es lo realmente interesante. Cuando se descubrió Sedna hace diez años la respuesta de la comunidad astronómica fue similar a la de los físicos cuando descubrieron el muón, o sea, «¿quién pidió esto?». Sedna es un bicho raro. No forma parte del cinturón de Kuiper ni de la hipotética nube de Oort. Entonces, ¿qué es? Una de las teorías que ha ido ganando popularidad en estos años es que se trata de un representante de la parte interna de la nube de Oort, un nuevo grupo de objetos que conectarían el cinturón de Kuiper con la lejana nube de cometas. El problema es que hasta el momento Sedna estaba solo y, claro, uno no puede levantar teorías científicas en base a un único caso. Y aquí es donde entra 2012 VP113. Ahora la teoría de la nube de Oort interna ha ganado varios enteros, ya que estamos hablando de dos objetos y no uno.

12
2012 VP113 visto a través de tres filtros de colores (abajo a la derecha) en tres exposiciones distintas (Scott Sheppard y Chad Trujillo).

Por lo tanto, se supone que Sedna, 2012 VP113 y el resto de cuerpos de la nube de Oort interna se formaron a una distancia superior a las 50 UA, allá donde la influencia gravitatoria de Neptuno es muy reducida. Inicialmente, las órbitas de estos mundos debían ser casi circulares y estar situadas a una distancia de entre 150 y 1500 UA. Con el tiempo, las perturbaciones gravitatorias han provocado que algunos cuerpos hayan cambiado sus órbitas y se acerquen más al Sol, lo que ha permitido descubrir a Sedna y a 2012 VP113. Por encima de las 1500 UA (225.000 millones de kilómetros) entramos en el reino de la gloriosa nube de Oort propiamente dicha, un conjunto de millones de cometas cuya existencia está aún por demostrar.

Fantástico, pero, ¿cómo se han formado estos cuerpos de la nube de Oort interna? Ah, esta es una muy buena pregunta. Hay varias teorías, a cada una más exótica. Una nos dice que estos mundos son en realidad planetesimales procedentes de otras estrellas capturados por la gravedad del Sol cuando era un astro recién nacido y sus estrellas hermanas estaban a poca distancia. De ser cierta, seríamos capaces llevar a cabo una ‘misión interestelar’ dentro de nuestro propio Sistema Solar. Casi nada. Otra teoría variante de la teoría anterior sugiere que estos mundos se crearon en nuestro Sistema Solar, pero que deben sus extrañas órbitas a encuentros ‘cercanos’ con otras estrellas durante los primeros instantes de formación del Sistema Solar, de ahí que a la nube de Oort interna también se le llame ‘nube de Oort de primera generación’. Es decir, Sedna y 2012 VP113 demostrarían que el Sol se formó en un cúmulo de estrellas bastante próximas entre sí. Y por si alguien se lo pregunta, para la formación de la nube de Oort tradicional no es necesario recurrir a estos encuentros próximos. Basta con los efectos de marea galácticos.

Captura de pantalla 2014-03-29 a la(s) 12.47.13
Sedna y 2012 VP113 son dos bichos raros, tanto por su distancia como por su excentricidad al compararlos con otros cuerpos del Sistema Solar (Scott Sheppard y Chad Trujillo).

Y luego tenemos la teoría que probablemente sea la más fascinante. Una forma de explicar las órbitas de la nube de Oort interna es la presencia de uno o varios planetas situados a gran distancia del Sol. El hecho de que el perihelio de Sedna y 2012 VP113 estén situados casi en la misma posición con respecto al Sol refuerza la idea de un planeta oscuro situado en las profundidades del Sistema Solar exterior. Sí, nada más y nada menos que el famoso Planeta X. Pero, ¿y que hay de los nuevos resultados del telescopio espacial infrarrojo WISE que parecen descartar la presencia de un Planeta X? Bueno, los resultados de WISE descartan la presencia de un planeta del tamaño de Saturno hasta diez mil UA del Sol o uno del tamaño de Júpiter hasta 26000 UA. Malas noticias para la hipótesis de Némesis, pero que son perfectamente compatibles con la existencia de uno o varios cuerpos del tamaño de Neptuno. Es más, los resultados de WISE no descartan que pudieran existir decenas de supertierras o cientos cuerpos de tamaño de Marte allá fuera. El Sistema Solar es muy, pero que muy grande (vale, es poco probable, pero soñar es gratis).

Así que dos de las teorías para explicar la presencia de estos cuerpos de la nube de Oort interna son a cual más alucinante. Por un lado, Sedna y 2012 VP113 podrían ser cuerpos que se formaron alrededor de otras estrellas. Por otro, es posible que sus órbitas sean el resultado de la influencia gravitatoria de una supertierra o un minineptuno situado a varios cientos de unidades astronómicas. Sea como sea, su existencia parece indicar que el Sol nació en un cúmulo de estrellas bastante compacto. En cualquier caso no me podrán negar que nuestro Sistema Solar es cada día más interesante.

Referencias:



32 Comentarios

Deja un comentario

Por Daniel Marín, publicado el 29 marzo, 2014
Categoría(s): Astronomía • Sistema Solar • Sondasespaciales