La radiación en el espacio es quizás el mayor problema de entre todos a los que deberán enfrentarse los seres humanos que quieran viajar más allá de la Luna. Mientras que los astronautas situados en la órbita baja se hallan protegidos por el campo magnético terrestre, los exploradores que se aventuren más allá estarán sometidos a altas dosis de radiación por culpa de las tormentas solares y los rayos cósmicos, más conocidos en la literatura técnica por las siglas SPE (Solar Particle Events) y GCR (Galactic Cosmic Radiation) respectivamente. Los tripulantes de las misiones Apolo se salvaron gracias al poco tiempo que permanecieron en el espacio, pero los primeros hombres en Marte no tendrán tanta suerte.

Blindar una nave espacial contra la radiación no es nada sencillo. Las tormentas solares (SPE) y los rayos cósmicos (GCR) están formados en su mayoría por protones -núcleos de hidrógeno- y partículas alfa -núcleos de helio-, pero mientras las partículas de los SPE son muy abundantes y relativamente poco energéticos, las de los GCR pueden tener energías relativistas, aunque su número es mucho menor. Las tormentas solares son imprevisibles, pero suelen ser más frecuentes alrededor de los máximos de actividad solar, justo cuando el flujo de GCR es menor. Para complicar las cosas, una pequeña fracción de los GCR son núcleos atómicos pesados, cuyos efectos sobre la salud a largo plazo son todo un misterio. Puesto que las partículas más energéticas son también las menos frecuentes, nos interesa ser prácticos y por eso el objetivo es reducir la radiación en el rango de 1-4 GeV por nucleón, que es la más dañina para el ser humano. Por supuesto, todo depende del riesgo que queramos -o mejor dicho, que los astronautas quieran- correr. Nadie va a morir fulminado por una tormenta solar en el espacio, pero sí que puede desarrollar cáncer en cuestión de pocos años a raíz de la misma.

El blindaje pasivo puede ser muy efectivo para partículas con energías inferiores a 1 GeV/nucleón, pero las partículas más energéticas generan una cascada de partículas secundarias -principalmente neutrones- al chocar contra los núcleos del blindaje, en ocasiones con efectos aún más perniciosos. Doblar el espesor de la pared metálica de una nave apenas reduce el flujo de partículas más energéticas y está claro que la solución no pasa por diseñar naves con muros de varios metros de espesor. Los mejores materiales para frenar las partículas de la radiación espacial son el agua, el hidrógeno y los plásticos. Es decir, los materiales menos usados en la construcción de estructuras espaciales. No obstante, incluso estas sustancias ofrecen poca protección ante los rayos cósmicos más energéticos.
La única salida a este atolladero parecen ser los métodos activos, o lo que es lo mismo, usar campos magnéticos o electrostáticos para desviar las partículas cargadas de la radiación espacial. El empleo de campos magnéticos parece el más simple e intuitivo. No en vano, se trataría de imitar a pequeña escala lo que hace la Tierra -o mejor dicho, su núcleo-. Además, los campos magnéticos no cambian la energía de la partícula incidente -sólo desvían su trayectoria-, lo que supone una ventaja frente a los campos electrostáticos. El pequeño inconveniente de esta técnica es que los imanes necesarios para generar un campo lo suficientemente intenso para desviar partículas con energías por debajo de 2 GeV/nucleón serían increíblemente masivos y consumirían una potencia eléctrica bestial, a lo que hay que añadir el hecho de que los campos magnéticos muy intensos pueden tener efectos adversos para la salud.
Parece un callejón sin salida… o no, si usamos superconductores. Naves dotadas de electroimanes a base de materiales superconductores de alta temperatura podrían ser la solución a este dilema. El Instituto de Conceptos Innovadores y Avanzados (NIAC) de la NASA ha publicado recientemente un estudio en el que demuestra que un conjunto de seis solenoides superconductores de 15-20 metros de longitud y 4-8 metros de diámetro constituirían la mejor configuración para desviar el mayor número de partículas incidentes con energías por debajo de 2 GeV/nucleón gracias a un campo magnético de unas 4 teslas. El hábitat de la tripulación estaría en el centro de esta configuración hexagonal, rodeado por una bobina adicional que permitiría que el campo en el interior de los compartimentos de la tripulación fuese nulo. La masa de este escudo activo superconductor sería de 50 toneladas, a la que habría que sumar otras 27 toneladas para el hábitat de la tripulación, de 6 x 10 metros. Y eso sin contar con el sistema de propulsión y el combustible. Con el fin de generar estos campos magnéticos se requeriría una potencia eléctrica de 26 kW, proporcionada por un reactor nuclear, RTGs o paneles solares.

En total se requerirían tres lanzamientos del SLS solamente para montar la nave con su escudo en órbita. Los solenoides se desplegarían en una órbita elevada o en el espacio profundo para evitar la radiación infrarroja -el calor, vamos- emitida por la Tierra y permitir el correcto funcionamiento de los superconductores, que estarían refrigerados por helio gaseoso. El escudo magnético ofrecería la misma protección contra tormentas solares que 140 toneladas de una capa de polietileno de 75 centímetros de espesor, lo que resulta ciertamente sorprendente. Este sistema permitiría reducir las dosis de radiación a niveles similares o menores que los encontrados en la órbita baja, pero sin embargo estaría lejos de asegurar una protección significativa frente a los rayos cósmicos más peligrosos (entre 2 y 4 GeV).
La otra alternativa de blindaje activo son los campos electrostáticos. Puesto que cuanto mayor sea la superficie de la estructura cargada mayor será su capacidad de desviar partículas (ya que aumenta su capacidad eléctrica), lo ideal es crear estructuras desplegables muy finas y muy extensas que rodeen la nave, un concepto que también ha sido investigado por el NIAC de la NASA. Eligiendo una geometría adecuada para los campos eléctricos se puede lograr una zona de protección alrededor de la nave que evite el que las partículas desviadas terminen chocando con el vehículo. La mejor geometría parece ser la formada por seis polos positivos a 300 millones de voltios (!) situados a 50 metros de la nave y otros seis negativos al mismo voltaje y a 160 metros.




Desgraciadamente, todo esto parece sencillo en teoría, pero en la práctica resulta mucho más complicado. Los millones de voltios necesarios para un escudo de este tipo consumen una cantidad impresionante energía y si la geometría del escudo varía inadvertidamente se puede crear un flujo letal de partículas cargadas hacia las zonas tripuladas de la nave. Por todos estos motivos, el blindaje mediante campos electrostáticos aún está muy verde si lo comparamos con el magnético.
Evidentemente, todavía queda mucho trabajo antes de que los blindajes activos sean una tecnología madura y viable, pero poco a poco se hacen progresos. Y más nos vale que sea así, porque si queremos pisar Marte algún día, más tarde o más temprano deberemos lidiar de forma efectiva con el problema de la radiación.
Referencias:
- Magnet Architectures and Active Radiation Shielding Study, Shayne Westover et al. (Johnson Space Center/NASA, noviembre 2012).
- Meeting the Grand Challenge of Protecting Astronaut’s Health: Electrostatic Active Space Radiation Shielding for Deep Space Missions, Ram Tripathi et al. (NASA/NIAC, 2011).
- Presentación del paper anterior.
Según comentas, esto afecta directamente a una estación en L2 como la Gateway ¿cierto? ¿cuanto tiempo puede pasar un astronauta en L2 con una protección al estilo ISS? ¿Se contempla alguna mejora en la protección de radiación para estaciones fuera de LEO?
Muy buen artículo, aunque un poco descorazonador. Saludos!
Pues todo depende del riesgo que quieras correr. Los límites de dosis de radiación para los astronautas de la NASA son muy estrictos, pero si los relajas…
Si, el articulo es muy interesante. Yo lei algo sobre santuarios en las naves. Son sitios reducidos y muy protegidos en los que los astronautas se refugian en caso de tormenta solar o similares. Asi se ahorra peso.
Saludos, Raul.
Pero eso sólo sirven para los SPE. El peligro de los GCR es constante 🙁
La radiaciòn es el problema nodal de los viajes espaciales de largas distancias, hasta que no se resuelva este problema, no es posible aventurarse viajar grandes distancias.
Leyendo este articulo me he acordado de la miniserie de la BBC «Odisea en el espacio».
En un momento de la mision, aun teniendo unos escudos activos contra la radiacion, uno de los miembros de la tripulacion termina contrayendo un cancer, el cual hace que fallezca antes de regresar a la tierra.
Muy buen articulo, como siempre.
Yo también me acordé de la forma en que murió John Pearson. Con todo y la «Avrora Pegasalis», al rodear el sol, ya el dosímetro de Pearson estaba en amarillo.
Inventara alguien una crema de protección como las cremas solares?
…y que ademas los astronautas cojan un colorcito asi a veraneo en el Caribe que nos aumente aun mas la envidia.
»pero sin embargo estaría lejos de asegurar una protección significativa frente a los rayos cósmicos más peligrosos entre 2 y 4 GeV»
Pero.. cuál es la frecuencia de estos rayos cósmicos ?
Aquí hay más info:
http://danielmarin.blogspot.com.es/2011/03/la-radiacion-en-el-espacio.html
Alguna vez he oído que para la primera misión tripulada a Marte se podría optar por una misión solo de ida con astronautas sexagenarios. Si la radiación es perjudicial a largo plazo, o eso he querido entender, si se optara por esta opción no se podría arriesgar a viajar sin escudo o con uno menos eficaz con el consentimiento de los astronautas ?
Ojalá que nunca nadie se le ocurra aprobar una misión así
Pues sí, es una opción, pero no sé si es políticamente viable.
Muy bueno. Esto me recuerda a la película «Space Cowboys».
La NASA lleva algún tiempo dándole vueltas a un concepto alternativo, la creación de una mini magnetosfera alrededor de la nave.
La idea es «inflar» un campo magnético relativamente modesto (del orden de algunos kilogauss) mediante la inyección en el mismo de una pequeña cantidad de plasma.
Según parece la pérdida de masa previsible podría mantenerse por debajo del kilogramo/día, y las dimensiones del escudo calculan que serían suficientes, incluso, para proporcionar protección contra buena parte de los rayos cósmicos.
Además el gasto energético sería bastante inferior al necesario para crear un campo magnético «puro» de efectos equivalentes.
En este paper del 2005 ya jugaban con ese concepto (entre otros): http://ntrs.nasa.gov/archive/nasa/casi.ntrs.nasa.gov/20050180620_2005179931.pdf
Esta página está dedicada a la idea: http://www.minimagnetosphere.org/
Suena prometedor, aunque claro, hasta que no se pruebe es difícil saber si no existirá algún impedimento oculto que haga la idea impracticable.
Al leer esto me he acordado de una noticia que recibí con especial interés, respecto a la generación de una magnetosfera. Parece que hay varios caminos en curso. Esperemos que las investigaciones sigan avanzando.
http://www.universetoday.com/20671/ion-shield-for-interplanetary-spaceships-now-a-reality/
Podéis leer la noticia traducida aquí:
http://www.cienciakanija.com/2008/11/04/el-escudo-de-iones-para-naves-interplanetarias-es-una-realidad/
Saludos!
Es posible crear un campo magnético alrededor de una nave espacial para que al ingresar a la atmósfera disipe el calor.??
Cómo podríamos utilizar el campo magnético de la Tierra para mover vehículos terrestres o espaciales.??
Es un concepto muy interesante, pero si no lohe incluido es porque parece aún más complicado de llevar a cabo que los mencionados en esta entrada. Pero interesantes sí que son…
Muy interesante el enlace, Charliem. Gracias por compartirlo. Por cierto, menciona la utilización del propio escudo de plasma como vela magnética solar (M2P2). Supongo que consiste en aprovechar la energía cinética de las partículas del viento solar para la propulsión de la nave al transmitir en la deflección momento cinético (Por tanto, una fracción de la energía cinética de la partícula) y no la presión de radiación.
Si este articulo es correcto, no veo posible que el hombre fuese a la luna, y los astronautas no muriesen de cáncer al poco tiempo, ¿en qué quedamos?.
La dosis recibida es la intensidad de la radiación multiplicada por el tiempo. La misión Apolo solamente duró días, una misión a Marte llevaría años (ida + estancia + vuelta).
Recientes normas piden verificar niveles de exposición a los pilotos comerciales. Más aún para aquellos que viajan a zonas con mayor radiación, como las polares o vuelos de gran altitud. Mucho mayor para el personal de la ISS. Y eso es con la protección de la magnetósfera.
De modo que todo viaje fuera de la magnetósfera es fatal por la exposición a la radiación cósmica. Osea, que si los astronautas del Apollo no sufrieron consecuencias inmediatas y mediatas entonces, o fueron muy bien protegidos o los viajes nunca tuvieron lugar.
Internet no existe, son los padres
Los pilotos comerciales se pasan años volando; los astronautas del apolo estuvieron seis días fuera, y además las misiones coincidieron (por suerte para ellos) en mínimos de actividad solar.
Tomado de Wikipedia
Síntomas inmediatos en la salud
Síntomas en los humanos a causa de la radiación acumulada durante un mismo día1 (los efectos se reducen si el mismo número de Sieverts se acumula en un periodo más largo):
0 – 0,25 Sv: Ninguno
0,25 – 1 Sv: Algunas personas sienten náuseas y pérdida de apetito, y pueden sufrir daños en la médula ósea, ganglios linfáticos o en el bazo.
1 – 3 Sv: náuseas entre leves y agudas, pérdida de apetito, infecciónnota 1 , pérdida de médula ósea más severa, así como daños en ganglios linfáticos , bazo, con recuperación solo probable.
3 – 6 Sv: náusea severa, pérdida de apetito, hemorragias, infección, diarrea, descamación, esterilidad, y muerte si no se trata.
6 – 10 Sv: Mismos síntomas, más deterioro del sistema nervioso central. Muerte probable.
Más de 10 Sv: parálisis y muerte.
Hasta donde yo sé, en el espacio fuera de la magnetósfera hay un nivel superior a 1 Sv, sin contar el nivel aportado por el viento solar.
LattisNet, los astronautas del Apollo estaban protegidos de acuerdo a la tecnología de la época, pero fundamentalmente los viajes a la luna duraban una semana, por lo que la exposición fue mínima.
Hoy es 19 de enero de 2013, no se puede seguir cuestionando si fueron o no a la luna, SI FUERON POR FAVOR!!!! busca en éste mismo blog veras que Daniel tiene entradas alucinantes sobre los alunizajes, buen día.
LattisNet y Anónimo…
http://danielmarin.blogspot.com.es/2010/09/las-misiones-apolo-y-la-radiacion.html
Leed paletos leed y aprenderéis algo…
Gracias por los enlaces. Pero el detalle es que yo sí leo desde niño, desde el día que tuve en mis manos un telescopio. Desde entonces he sido un astrónomo aficionado. Además, me gusta contrastar información de varias fuentes y no me fío de una sola. LA CIENCIA AVANZA MUY BIEN PORQUE ESTÁ ABIERTA A QUE SE REFUTEN SUS VERDADES. Es por eso que digo que los links no me sirven mucho si la única fuente de esos datos es precisamente la NASA.
Saludos!
Pues toma… fuentes que no son de la NASA. ¿Quieres más? si me puedo aburrir dándote.
Lo mismo me he preguntado, como puedes medir la cantidad de exposición?????
Está claro que la solución pasará por algún tipo de blindaje activo o reactivo.
Seria posible utilizar un asteroide y construir un bunker dentro de el. de manera que el Asteroide sirva de escudo? supongo que dependeria del tipo de materiales que lo conformen.
Lo que ahorras en protección seguramente lo gastes en mover luego esa mole.
Jorge Henao tiene razón, pero no uno sino líneas regulares que recorran el sistema solar y sus diversos destinos. Algo así como tener un destino a Marte, por decir alguno, cada 15 o 30 días. Como el que va a la estación central de una gran ciudad y utiliza otros medios de transportes auxiliares para coger el de largo recorrido. Con velas solares, motores iónicos y mucho cuidadito de no estamparlo con nada, especialmente La Tierra y vecinos.
Al final no quedará más remedio que aprender a vivir en el espacio, y éste es el camino, ya que el planeta su vida tiene fecha de caducidad.
Interesante, pero te dejo una pregunta o duda…. aparte del metal como principal componente para las naves espaciales, porque no se puede usar cemento como material principal y que beneficios puede traer?
???
Una palabra: masa.
Muy interesante
TITAN:Una vez mas un excelente articulo no cabe la menor duda que los campos magneticos es la solucion al problema hay que imitar a la naturaleza tenemos que aprender de ella.
Siempre interesante. Pregunta tonta. ¿Hay problemas en mandar algún heróico animalito, rana, ratón, insecto, al espacio, a la luna, a marte, a ver si todas estas teorías y estudios científicos son exactamente ciertos?. ¿Y si mandamos un lagarto a marte en una sondita y aguanta vivo hasta que se muera de hambre?. ¿Y si no le afectan las radiaciones?. Se debería comprobar. Saludos.
Es bastante más fácil, seguro y barato (y un poco más ético) mandar medidores de partículas.
Anonimo, se nota que no has leído mucho. Los soviéticos mandaron ratones y tortugas a la lunas en las naves de la serie Zond que rodearon la luna a finales de la década de 1960. Lastima el fallo de la sonda Fobos-Grunt, que llevaría organismos ida y de regreso de marte.
Txemary, más fácil, seguro y barato que enviar una mosca no lo creo. Y en cuanto a lo ético seguro que te cargas las cucarachas y moscas. Srengel, tienes razón, no he leído mucho. Leo los fantásticos artículos de éste muchacho y se me ocurren cosas. Saludos. Por cierto, ¿Qué pasó con esos ratones y tortugas en la luna?.
Volvieron y se les estudió en profundidad, Dani, habló de ello:
http://danielmarin.blogspot.com.es/2009/01/las-tortugas-lunares.html
Y SÍ es más seguro mucho más seguro enviar medidores que moscas, aparte de fácil y por tanto barato, a una mosca le tienes que crear un hábitat en el espacio o se muere, con un sensor las medidas son mucho menores, a parte de que lo puedes testear, la mosca se te puede morir muuy fácilemente. La cucaracha por el contrario sería mejor opción, pero primero habría, aunque hay otros insectos que creo que son mejores para estudios de radiación.
con un sensor las medidas -de protección- son mucho menores
Lo entretenido de la exploración espacial es que prácticamente toca todos los campos de la ciencia… Supongo que la solución a este problema a corto plazo pasara por una mezcla entre blindaje pasivo y el activo que sea mas permisivo en lo que se refiere a masa para ser lanzado y energía que consuma, a partir de eso, lo lógico seria pensar en adaptar al ser humano para esas condiciones, usando soluciones que ya se han usado en la Tierra, como comprimidos o soluciones de yoduro potásico, trajes de carbono al estilo de los de protección NBQ-R,inducir en coma a la tripulación a una temperatura un par de grados por debajo de la temperatura corporal consiguiendo ralentizar el metabolismo corporal y por lo tanto retrasar los efectos nocivos de la radiación ( esto ultimo se usa en medicina)…
Vamos, que medios hay para solventar este desafío, solo es saber coordinarlos creo yo.
Me parece muy bien que sigamos estas investigaciones de protección activa pero creo que la clave radica siempre en mejorar los sistemas de propulsión. Si se desarrolla un sistema que nos deje en Marte en un mes seguramente la protección contra la radiación no sería tan critica como en un viaje de 8 meses, ni hablar si el tiempo de viaje se redujera a 20 o 15 días… la clave está en la propulsión, con viajes más rápidos disminuyen en toneladas los suministros a trasladar, los riesgos de trastornos psicológicos etc. etc. etc. Saludos Martín
Si, esta parece la solucion al problema, si tienes energia, mejor potenciar la propulsion que un campo magnetico
Saludos, Raul.
Cualquier cosa que haya de instalarse en el espacio es de dificil ejecución, pero crear un cono de sombra limpio de iones del viento solar es muy sencillo, en base a la fuerza que recibe una partícula cargada eléctricamente (F = q.V X B).
Si empleamos un conductor eléctrico lineal (Para entenderlos: un cable de determinada longitud), el sentido del vector del campo magnético generado es tangente a los círculos concéntricos que rodean la sección del cable – siendo su módulo menor según la distancia. Por tanto, la partícula es acelerada o acercada al conductor según el signo de la carga. Cuanto más largo sea el conductor, más tiempo perdurará la fuerza que acelera la partícula perpendicularmente al «blanco»-por lo que la intensidad circulante por el cable puede ser menor – y una vez abandonada la influencia del campo magnético, la partícula de viento solar habrá modificado su trayectoria, rodeando el blanco en un cono. La extensión del «cono de sombra» libre de partículas depende también de la distancia al blanco, por lo que el escudo debe estar lejos del blanco. Su eficacia depende también de la masa de la partícula a desviar y de su velocidad. Con un sistema de este tipo instalado en el punto de Lagrange de Marte, en teoría un conductor de 800 Km de longitud y 180 Amperios podría limpiar el viento solar que colisiona con marte de protones y de helio ionizado, aunque partículas mas pesadas no se separarían totalmente.
No tiene que ver… (más o menos), me ha recordado a este post sobre otro gran riesgo del espacio: http://curiosidadesdelamicrobiologia.blogspot.com.es/2012/10/de-astronautas-y-microbios.html
«Además, los campos magnéticos no cambian la energía de la partícula incidente -sólo desvían su trayectoria-«
Estimado Daniel, el tratamiento técnico de las entradas que escribes suele ser exquisito, y te felicito por ello, pero aquí se te ha ido un poco la mano.
Esa frase, además de incorrecta, es contradictoria.
Una partícula cargada en movimiento en presencia de un campo magnético está sometida a una fuerza, que lógicamente produce una aceleración, es decir, un cambio en su vector velocidad que se traduce en una variación de su trayectoria.
Y como todos sabemos, toda variación de velocidad implica una variación de Energía Cinética.
Una partícula cargada que se mueva perpendicularmente a la dirección de un campo magnético cambia la dirección de su vector velocidad (se mueve en círculo), pero no su módulo, así que la energía cinética de la partícula NO cambia. No olvides que la velocidad es un vector. El quid de la cuestión -y lo relevante en este caso- es que la fuerza magnética no realiza trabajo sobre la partícula al ser perpendicular a la velocidad, y si no se realiza trabajo, la energía cinética no puede cambiar (y su velocidad tampoco). Así que lo siento, pero en este caso no estoy equivocado 🙂
OOOOOLLLLEEEEEEEEE!!!!!
Jajajaja, ¡pero hombre Daniel! Eso que dices es correcto, cómo no, pero se trata de una situación muy particular, ¡no pretenderás que TODAS las partículas que vayan a impactar contra la nave vengan en dirección perpendicular al campo! ¿verdad? ;-).
No te lo tomes como un ataque, es sólo una puntualización. Repito que el tratamiento técnico de la información que sueles hacer es exquisito.
Un abrazo.
No me lo tomo como ningún ataque, sólo es que no es cierto. Una partícula que mueva perpendicularmente a la dirección de un campo magnetostático no experimenta cambios en la energía cinética. Si la partícula viaja en cualquier dirección sólo se ve afectada la componente perpendicular a B del vector velocidad, y tampoco cambia su módulo (pero el movimiento es helicoidal). Luego TAMPOCO cambia la energía cinética de la partícula. Antes de seguir comentando, te recomiendo que leas estos enlaces:
http://cnx.org/content/m31345/latest/
http://www.phys.hawaii.edu/~teb/java/ntnujava/emField/emField.html
Saludos.
Anónimo, de anónimo a anónimo. ¿Tan difícil es reconocer que te has equivocado? (total, eres anónimo). El campo magnético no cambia la energía cinética de una partícula cargada. Y no hay más que hablar. Puede que te estés confundiendo con los efectos de un campo electrostático o electromagnético.
Pero me escama este comentario: «el tratamiento técnico de la información que sueles hacer es exquisito». Ese «sueles» sobra (viniendo de alguien que parece no saber física básica) y me huele a troleo a una milla de distancia.
¿Un campo magnético alrededor de una nave en movimiento es un campo magnetostático?
Con respecto a la nave, sí.
Bueno… Haya paz. Daniel lleva razón en el caso de que el campo sea uniforme y siempre en la misma dirección.(Magnetostático, como lo ha llamado en la respuesta última). En tal caso, el módulo del vector velocidad no resulta alterado por el campo magnético pero si la trayectoria de la partícula. Aunque hay que decir que esta es una solución particular. Lo normal es que sea el campo eléctrico el que acelere la partícula porque su dirección suele coincidir con la del vector velocidad, pero si el vector del campo magnético varía en su módulo y/o dirección, puede provocar en la partícula un aumento en su energía cinética. (Tienes el caso del betatrón, con una fórmula que los relaciona)
http://www.sc.ehu.es/sbweb/fisica/elecmagnet/induccion/betatron/betatron.htm
Sergei: la entrada hace referencia a campos uniformes y estáticos. Desde el momento que tengas un campo magnético variable vas a inducir un campo eléctrico de acuerdo con las ecuaciones de Maxwell, así que tendrás un campo electromagnético.
Un saludo.
Este post se esta poniendo de lo mas interesante jejeje.