LAORIE, un módulo lunar italiano

Por Daniel Marín, el 25 octubre, 2025. Categoría(s): Astronáutica • ESA • Luna ✎ 26

El actual gobierno italiano está buscando aumentar su independencia dentro de la Agencia Espacial Europea (ESA), por lo que recientemente ha propuesto varios proyectos espaciales de temática muy variada. Uno de ellos es LAORIE, un módulo lunar desarrollado por la Agencia Espacial Italiana (ASI) y el Instituto Nacional de Astrofísica (INAF) y el Consejo Nacional de Investigación (CNR) de Italia. La misión forma parte del programa Tierra-Luna-Marte (EMM) del INAF y ha finalizado recientemente —el pasado 22 de septiembre— la Fase A de su desarrollo. LAORIE (Lunar Adaptive Outpost for Remote Italian Research) tiene como objetivo estudiar el Universo y la Tierra desde la superficie lunar, por lo que estará equipado con cargas útiles relacionadas con la observación astronómica.

Concepto de LAORIE de 1500 kg con los tres instrumentos (ASI/INAF/CNR).

Estas cargas son, por el momento, los instrumentos LEM-X, LUNAPOL y LETO. LEM-X (Lunar Electromagnetic Monitor in X-rays) es un monitor de rayos X que cubre todo el cielo visible desde un punto de la superficie lunar; LUNAPOL (LUNAr optical POLarimetry surveyor) estudiará la polarización inducida por el polvo interestelar; y LETO (Lunar Earth Temperature Observatory) es un espectro-radiómetro que observará la Tierra en infrarrojo para medir cambios de brillo en el disco del planeta. Para poner en la superficie lunar estas tres cargas, se necesita un módulo lunar de unos 1500 kg, de ahí que esta sea la masa de referencia ideal. Pero los diseñadores saben que cuanto más grande es una nave, más cara suele ser, así que han ideado una versión de 800 kg capaz de llevar uno o dos de estos instrumentos.

Tres modalidades de la misión LAORIE. De izqda. a dcha.: módulo de 800 kg con dos instrumentos, módulo de 800 kg con un instrumentos y módulo de 1500 kg con tres instrumentos (ASI/INAF/CNR).
Esquema de misión: lanzamiento directo mediante un Ariane 64 (ESA).

Las tres opciones son, por tanto, lanzar un módulo de 1500 kg con los tres instrumentos a algún lugar de la cara visible situada entre los ±60° de latitud, un módulo de 800 kg con los instrumentos LETO y LUNAPOL, también entre ±60° de latitud, o un módulo de 800 kg solo con el instrumento LEM-X en uno de los polos lunares. El módulo usaría paneles solares, una elección que limita seriamente las posibilidades de sobrevivir a la noche lunar fuera de los polos, que están iluminados de forma casi constante. Lo parte más compleja es cumplir el objetivo de que la misión dure tres años. De cara a sobrevivir a la noche lunar se requieren de 350 a 650 vatios, dependiendo de los instrumentos, lo que a su vez implica unas baterías de 115 a 214 kWh. Si finalmente no hay dinero para desarrollar un módulo propio desde cero, una opción es usar un módulo comercial, como los desarrollados para el programa CLPS de la NASA, y dotarlo de una sección con los instrumentos y la aviónica.

Las dos tipos de módulos estudiados para LAORIE (ASI/INAF/CNR).

El contratista principal de LAORIE es Thales Alenia Space de Italia. Y da la casualidad de que el contratista principal del módulo lunar Argonauta de la ESA es Thales Alenia Space. Por tanto, de seguir adelante, no sería nada extraño que LAORIE terminase por ser una misión enmarcada dentro del programa Argonauta de la ESA, aunque no olvidemos que esta es una nave mucho más grande, de 10 toneladas de masa. Sea como sea, veremos si LAORIE tiene futuro.

Módulo lunar Argonauta de la ESA (ESA).

Referencias: 

  • https://indico.cern.ch/event/1463191/contributions/6434044/attachments/3065220/5421738/Earth-Moon-Mars_turchi.pdf


26 Comentarios

  1. Pues es una interesante y a la vez sorpresiva propuesta. ¿Tienen los italianos pasta para poder sacar adelante la gran cantidad de proyectos espaciales en los que parecen estar inmersos o liderando, en Europa?
    Supongo que la respuesta la veremos en pocas semanas, cuando llegue la conferencia ministerial de noviembre, de la ESA.
    Por otro lado, aterrizar en la Luna no es fácil. Es un poco sorprendente que en la ESA se hayan venido arriba y el primer alunizaje vaya a ser una sonda tan grande y cara como Argonaut. Quizá experimentar primero con un aterrizador más pequeño y barato ayude como entrenamiento.
    *
    Viendo lo mal que van hasta ahora los alunizadores occidentales de todo tipo, lo mismo terminamos viendo algo de este tipo formando parte de la ILRS china en vez del Artemis Base Camp. (modo troll XD)

    1. Si el presupuesto se queda
      corto en vez de un Ariane 6 que se lo lance el tío Musk más barato.
      Si luego se estrella…el disgusto sería menor.

  2. Me llama la atención que no esté previsto poner una cámara / telescopio, aunque sea pequeña. Por ejemplo, para buscar o estudiar tránsitos de exoplanetas. Tipo las que lleva el TESS.

  3. Y ahora voy a hacer de fisivi (jaja, no te lo tomes a mal)
    Me parece que sería el momento de empezar a diseñar de forma diferente todo este tipo de alunizadores con instrumental tipo observatorio. En lugar de las habituales patas con soportes planos de superficie deberían ir equipados con ruedas y alunizar directamente sobre las ruedas. Deberían estar diseñados con la máxima estabilidad posible y con capacidad de ser remolcados. Es muy posible que en la próxima década veamos rover lunares autónomos con capacidad de remolcar, así que un aterrizador científico podría llegar a la Luna no demasiado lejos de la base pero tampoco demasiado cerca y que el remolcador lo traslade a su posición científica definitiva. Una vez allí, otros robots y/o astronautas podrían engancharlo a la red de energía y comunicaciones de la base lunar, para que su productividad se maximice.

        1. Dicho sea, de paso, parece que últimamente hubiese una epidemia de enanismo en los trenes de aterrizaje de las sondas. ¿Qué pasó con las «patas de araña» del LEM de los ’60s? ¿tanta masa agregan?

          Porque la superficie de apoyo que ofrecen las patitas actuales, con relación a la altura de la sonda, harían ver que queda muy arriba su centro de gravedad, y eso puede favorecer el vuelco, ante cualquier defecto en la etapa final del descenso (que, pese a la Hi-Tech Siglo XXI… ), o ante un desnivel u obstáculo mal advertido.

          En los presentes diseños de LAORIE, los menores, de 800 kg, está medio «encajada» la estructura entre las patas. Pero en el diseño mayor, con todo el instrumental, casi duplican la altura y la masa con el mismo tren, es decir, misma superficie de apoyo. Luego, si nos ponemos a revisar los landers mayores, proyectados para carga o ¡tripulados!, donde la superficie de apoyo es ridícula frente a su altura, da vértigo –y temor por quienes se suban.

          1. Creo que se lo leí a Daniel, las patas de los alunizadores del programa Apolo se diseñaron con un nivel de incertidumbre importante sobre la reacción del regolito a esa masa. Hoy en día se diseña sobre datos mas concretos.

          2. Bien, Sebaf, puede ser así, gracias. Sin embargo, con datos y tecnología actuales, se han roto trenes de aterrizaje. Y se le podría diseñar con margen como para absorber algunos fallos del descenso –¿no sería menos costoso que perder el lander?

            Igualmente, con los landers tripulados… la proporción del cuadrilátero de base contra la altura y masa de esos ingenios ¿no parece que se pasan un poco?

        1. Coincido.
          Diseñar sondas con la posibilidad de ser reubicadas me parece un enfoque muy práctico y una buena estrategia de reutilización.
          Bien visto.

    1. 🙂
      Como decía la canción de Seguridad Social:
      «¿Pa’ que me provocas? ¿ pa’ que me provocas? a tontas y a locas

      no voy a entrar en tu juego, ya he jugado»

      Yo añadiría unos motorcitos eléctricos a las ruedas y así en vez de remolque, que sea automóvil.
      Para aguantar el frío de las noches lunares, plegaría las patas hasta que la panza se asentase en el regalito, así perdería mucho menos calor.

      1. Se supone que en la base tienes energía y remolcador, por eso los motores sobran.
        Si le pones motores ya es un rover y la sonda juega en otra liga, más cara 🙂

        1. De hecho, con tu idea, no necesitaría casi ni paneles. Una batería para los instrumentos de alunizaje y un transpondedor que indique su ubicación. Al llegar, cae en hibernación hasta que el remolcador se la lleva y la «enchufa» a la red. Seguro que se pueden ahorrar unos kilitos así.

  4. Buena información, Daniel.
    Aunque hoy no sepamos todavía si esta propuesta podrá integrarse en los planes globales de la ESA o ni tan siquiera si llegará a articularse de manera concreta, lo cierto es que también representa una mirada esperanzadora.
    Europa sigue generando ideas creativas y proyectos ambiciosos en el complejo mercado del sector espacial, y esto ya es importante por si mismo sea cual sea el país que lo impulse.
    La innovación disruptiva en dicho ámbito tecnológico pasará inevitablemente por diseñar cosas como estas.
    Y quien no entienda el valor de este concepto estará renunciando al futuro.

    1. Llama la atención, sin embargo, que la propuesta ignora completamente el estudio del terreno.
      Me parece una prueba más del total desinterés de los científicos europeos por lo que es la Luna, en sí misma.

  5. Fenomenal, en Europa cada uno por su lado. Si seguimos así no pasamos del módulo de servicio para el amo. ¿No hay dinero en Europa para un lanzador en condiciones, con su nave lunar incluída?

  6. Me alegro por los italianos, pero no deja de ser verdad que con este nivel de fragmentación en Europa se va a avanzar poco. Lo que está claro es que el modelo conjunto actual tampoco parece funcionar del todo….

      1. Es que la ESA debería ser una agencia que recaudase de cada estado miembro, pero después hiciese LO QUE CONSIDERASE la ESA, no los distintos estados/gobiernos/políticos.

        Es decir: «pagad, que nosotros nos encargamos de ciencia y tecnología… y a callar».

        Pero eso no lo veremos…

        1. No lo veremos porque la ESA no se fundó bajo ese principio sino bajo el del retorno geográfico. Este año se ha debatido entre los países miembros y se ha llegado a ciertas soluciones originales… pero la conclusión final fue que sin retorno geográfico la ESA se rompería.

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Por Daniel Marín, publicado el 25 octubre, 2025
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