Dos lanzamientos fallidos de microlanzadores en menos de un día (Astra Rocket 3.1 y Kuaizhou 1A)

Por Daniel Marín, el 12 septiembre, 2020. Categoría(s): Astronáutica • China • Cohetes • Comercial ✎ 40

Dos lanzamientos fallidos en menos de un día, algo que hacía quince años que no pasaba. Y aunque, en principio, se trata de dos fallos que nada tienen que ver entre sí, los dos están relacionados porque involucran microlanzadores. Primero viajemos a Estados Unidos. Después de innumerables retrasos y cancelaciones de última hora, el 12 de septiembre de 2020 a las 03:19 UTC la empresa estadounidense Astra realizó el primer lanzamiento de su cohete Rocket 3.1, a veces apodado Astra Rocket 3.1, desde la rampa LP-3B del centro espacial de la isla de Kodiak (Alaska), conocido formalmente como Pacific Spaceport Complex Alaska. Desgraciadamente, unos veinte segundos después del despegue un fallo en la primera etapa provocado por fuertes oscilaciones inducidas por el sistema de guiado condujo a la pérdida de control del vehículo, que se estrelló de forma aparatosa —¿y poco segura?— contra una montaña cercana (este vuelo de prueba no llevaba carga útil). Este ha sido el primer intento de Astra de alcanzar la órbita y el primero del cohete Rocket 3.1, pero realmente es el cuarto lanzamiento de un cohete de la empresa. Todos ellos han terminado en fracaso.

Lanzamiento del Rocket 3.1 (John Kraus/Astra).

En el primer intento de lanzamiento suborbital del 21 de julio de 2018 se usó el cohete Rocket 1.0 con una sola etapa y fue un fracaso por culpa de un fallo de la primera etapa. En el segundo intento se empleó el Rocket 2.0, similar al 1.0, y tuvo lugar el 20 de noviembre de ese año. Lamentablemente, sufrió el mismo destino cuando se apagaron los cinco motores de la primera etapa poco después de despegar. El tercer intento se produjo el 29 de marzo de 2020 con el Rocket 3.0, el primero con dos etapas y capacidad de alcanzar la órbita. El lanzamiento era parte del Desafío DARPA, una iniciativa creada por esta agencia militar estadounidense para fomentar el desarrollo de microlanzadores capaces de lanzar pequeñas cargas militares de forma rápida y barata. Sin embargo, una vez más, el intento no fructificó, aunque esta vez el cohete no llegó a levantar el vuelo al resultar destruido en tierra durante una prueba de carga de propelentes por culpa de una válvula defectuosa. Poco después, DARPA declaró nulo el desafío y los satélites se devolvieron a sus propietarios, aunque Astra decidió seguir adelante con su cohete por su cuenta. No obstante, la mala suerte ha acompañado la campaña de lanzamiento del Rocket 3.1: a varios intentos fallidos a principios de agosto se sumaron varios este mes debidos a problemas técnicos, mal tiempo e incluso lanchas de curiosos que se han internado en la zona de seguridad.

El Rocket de Astra, que se suele denominar como Astra Rocket en los medios para evitar confusión —recordemos que rocket significa simplemente «cohete» en inglés— es un cohete de kerolox de 11,6 x 1,32 metros que cuenta con cinco motores Delphin en la primera etapa —también desarrollados por Astra, de 28 kilonewton de empuje cada uno— y un motor Aether en la segunda etapa. Es capaz de situar entre 75 y 200 kg en órbita baja, unas prestaciones muy similares a las del cohete Electron de Rocket Lab. Pero Astra quiere ofertar cada lanzamiento por una cifra no superior a los 2,5 millones de dólares, mientras que cada lanzamiento del Electron sale por unos 7,5 millones. Precisamente, Astra es, junto a Rocket Lab, una de las pocas compañías estadounidenses de microlanzadores que ha sobrevivido después de la explosión de empresas de este tipo en la última década (otra de estas empresas supervivientes es Virgin Orbiter y su cohete Cosmic Girl lanzado desde un Boeing 747).

El cohete en la rampa (Astra)
Los motores Delphin de la primera etapa (Astra).
Una vista del centro de lanzamiento de Kodiak, en Alaska (Astra).

A diferencia de otras compañías del sector, Astra Space Inc. —antes Ventions Inc.— comenzó a desarrollar su microlanzador de forma muy discreta, evitando a toda costa la atención de los medios hasta este año. Astra, bajo el nombre de Ventions, desarrolló hace un lustro el pequeño lanzador SALVO (Small Air Launch Vehicle to Orbit), un cohete que debía colocar pequeños satélites en órbita usando un avión de combate F-15E dentro del programa ALASA (Airborne Launch Assist Space Access) de la agencia militar DARPA. El programa SALVO no fructificó, aunque permitió a Astra desarrollar la tecnología para un lanzador orbital más grande. Es de suponer que Astra intentará lanzar el Rocket 3.2 en los próximos meses, pero todavía es pronto para saber cuándo.

El Rocket 3.1 en la rampa (Astra).
Otra imagen del lanzamiento (Astra).

El otro fallo del día —y realmente el primero— tuvo lugar al otro lado del Pacífico en la 13ª misión del cohete chino Kuaizhou. El despegue del Kuaizhou 1A Y3 se produjo el 12 de septiembre de 2020 a las 05:02 UTC desde el centro espacial de Jiuquan, pero un fallo en la etapa superior de combustible líquido impidió que alcanzase la órbita. A bordo viajaba el satélite de observación de la Tierra Jilin 1-Gaofen-02C (吉林一号”高分02C). Curiosamente, el satélite Jilin 1-Gaofen-02E tampoco logró alcanzar la órbita el pasado julio por culpa del fallo del lanzador Kuaizhou 11 en su vuelo inaugural. El Kuaizhou 11 es un lanzador que, pese a su nombre, no está directamente relacionado con el Kuaizhou 1A, pero se cree que ambos usan la misma etapa superior de combustible líquido que, aparentemente, ha sido la causa del fallo de las dos misiones. Lo llamativo del caso es que se trata del primer fallo del Kuaizhou 1A tras nueve misiones exitosas y del primero de la serie Kuaizhou 1 y 1A desde el lanzamiento de prueba inaugural en 2012 (en total se han lanzado trece cohetes de este tipo).

Lanzamiento del Kuaizhou 1A (CCTV).

El Kuaizhou 1A (KZ-1A) es un microlanzador de tres etapas de combustible sólido y una etapa superior de propergoles hipergólicos capaz de colocar unos 300 kg en órbita baja o 200 kg en una órbita polar heliosíncrona. Tiene entre 18 y 20 metros de longitud y 1,4 metros de diámetro, con una masa al lanzamiento de 30 toneladas. Ha sido desarrollado a partir del misil balístico de alcance medio DF-21 por CASIC (China Aerospace Science and Technology Corporation). El KZ-1A se basa en el KZ-1, un lanzador que solo realizó tres vuelos entre 2012 y 2014. El KZ-1A debutó en enero de 2017 y, desde entonces, ha realizado un total de diez misiones, cinco de ellas en 2019. Todos los lanzamientos del KZ-1 y el KZ-1A se han realizado desde el centro de Jiuquan, a excepción de dos que se han efectuado desde Taiyuan. Precisamente, estos dos lanzamientos desde Taiyuan tuvieron lugar el 7 de diciembre de 2019 con una diferencia de menos de 24 horas y corrieron a cargo de la empresa Expace Technology. El objetivo de estas misiones era demostrar la capacidad de este microlanzador para efectuar lanzamientos de cargas pequeñas de forma rápida.

Kuaizhou 1A (chinaspaceflight.com).
Kuaizhou 1A (chinaspaceflight.com).

El Kuaizhou 1A se oferta en el mercado internacional a través de la empresa Expace, aunque, a diferencia de los numerosos cohetes desarrollados por la iniciativa privada china en los últimos años, se trata de un vector desarrollado originalmente por el gobierno chino. Este iba a ser el primero de tres lanzamientos del Kuaizhou 1A en diez días, con los otros dos planeados para los días 17 y 22 de este mes. Vale la pena subrayar que se trata del cuarto fallo de un lanzador chino en lo que va de año. Aunque es cierto que China ha efectuado 26 lanzamientos, sigue siendo un número bastante alto. Afortunadamente, esta racha no ha afectado los dos lanzamientos del Larga Marcha CZ-5, el cohete chino más potente en servicio, con la nave tripulada de nueva generación y la sonda marciana Tianwen 1. Tanto el Kuaizhou 1A como el Rocket 3.1 son lanzadores muy diferentes, pero ambos aspiran a convertirse en un medio eficaz para poner cargas útiles en órbita de forma rápida y barata. De su éxito o fracaso puede depender el futuro de otros programas de microlanzadores actualmente en desarrollo.

Otra imagen del lanzamiento del Kuaizhou 1A (CCTV).


40 Comentarios

  1. Que casualidad que ambos lanzadores sean o estén basados en misiles balísticos intercontinentales lo de Astra en lamentable no podrían haber usado un corte de combustible sólido ??
    Se podrían ahora los complejos sistemas de giado y el problema de la carga de combustible liquido y tendrían un tiempo de respuesta más rápido para lanzar satélite en caso de nesecidad pero no sé no soy ingeniero espacial 😕

      1. Ah! Y otros problemas como que una vez encendidos no se pueden apagar. Funcionan a piñón fijo.
        Muchas veces es interesante poder hacer apagados para reconducir el cohete. Si no me equivoco claro.

  2. Es lamentable que prueben cohetes desde una localidad tan hermosa como de la isla de Kodiak (Alaska), donde habitan esos grandes osos. No pueden buscar un lugar más aislado como una plataforma petrolera. Para los amigos de DARPA: «Per Aspera ad Astra»

    1. ¿Y si revienta la plataforma con todo su petróleo? Una liada parda. A ver cómo lo subes con seguridad desde la barcaza. No lo veo.

      En serio, los osos no suelen asistir a los lanzamientos. No al menos a los de microlanzadores.

      1. Pero la caída de esa etapa fue hace varias semanas, aunque China se esta volviendo famosa por dejar caer cohetes o partes de ellos en donde les de la gana, este año llevan como 5 accidentes de ese tipo.

  3. Siguen reinventando el cohete, sin importarles que cada vez que se reinventa tienen que pasar por los mismos fracasos.
    Alguien tendría que parar esta manía de que todo quisque experimente sobre la cabeza de los demás para no conseguir más que repetir lo que ya funciona.
    ¡Vaya hostias se están dando, y vaya sustos que meten!

    Eso si, los videos con explosión son muy divertidos.

    1. Es muy simplista. Los coches de los años 50 funcionan bastante bien, pero los nuevos son más eficientes y seguros.
      Eso si, se podría empezar a regular con más dureza el impacto ambiental de las etapas destruidas en pruebas y misiones desechables, además de imponer impuestos a los desarrollos no reutilizables. Sobretodo por parte de los grandes. Los desarrollos del Ariane 6 y el Vulcan desde mi punto de vista son sonrojantes en el año en el que vivimos.

      1. Más simplista es querer abaratar los lanzamientos a costa de la seguridad ajena. P.ej.:
        «Astra quiere ofertar cada lanzamiento por una cifra no superior a los 2,5 millones de dólares, mientras que cada lanzamiento del Electron sale por unos 7,5 millones».

        1. Precisamente eso me resulta chocante. Electron es un cohete nuevo, con interesantes innovaciones técnicas, tiene una amplia experiencia, buena cadencia de lanzamientos y tiene mejor centro de lanzamiento. ¿Cómo demonios pretende Astra lograr que su cohete cueste solo un tercio del Electron?

          1. Bueno, el Electron es caro.
            300 kg a LEO por 7,5 M$, eso son 25.000 $/kg.

            Astra aspira a un coste de 12.500 $/kg, la mitad.

            El programa de rideshare de SpX cobra 5.000 $/kg, cinco veces menos, pero no permite elegir una órbita concreta, a diferencia de los minilanzadores dedicados.

            LauncherOne (Virgin Orbit): 500 kg por 12 M$, eso son 24.000 $/kg.

            Miura 5 (PLD Space): 500 kg, pero ignoro el precio.

            – En cuanto a cómo pretende Astra reducir los costes, esta es su filosofía al respecto:

            «…a rocket designed from the ground-up for low cost mass production and highly-automated launch operations. The entire launch system was deployed by six people in less than a week – completely unprecedented.

            Astra’s strategy is to learn fast through iterative development. (…) Once we reach orbit, we will relentlessly continue to improve the economics of the system as we deliver our customers’ payloads.»

            https://forum.nasaspaceflight.com/index.php?topic=51231.msg2131252#msg2131252

            El tiempo dirá.

  4. La foto del Rocket en su plataforma de lanzamiento de Alaska con el sol saliendo al fondo es una preciosidad.

    Ahora, yo tenía entendido que en Alaska eso de grabar vídeos con móviles en formato vertical era un delito sancionado con pena capital (al reo se le embadurna con miel y arándanos y se de deja desnudo y con una manzana en la boca delante de la osera mas cercana).

    ¿Tan dificilísimo es girar el puto teléfono?

    1. Supongo que al tratarse de un lanzamiento de un cohete que asciende rápidamente, y que aunque nosotros lo veamos bien en el móvil al grabarlo cuesta seguir, al hacerlo vertical es más fácil que no se salga el objetivo de la pantalla.

      «En el primer intento de lanzamiento suborbital del 21 de julio de 2018 se usó el cohete Rocket 1.0 con una sola etapa y fue un fracaso por culpa de un fallo de la primera etapa»

      Claro, en la segunda etapa no iba a fallar 😀

      1. No disculpes, Savage, a los videoaficionados domingueros. Fijo que la autora del vídeo del lanzamiento tiene en su casa una tele 4K 16:9 de 60″.

        Imaginaros ese lanzamiento fallido y su postrera explosión en un vídeo horizontal grabado a máxima resolución… ¡¡qué gozada!!

        ¡DECID «NO» AL SÍNDROME DEL VÍDEO VERTICAL!

        https://youtu.be/whOO7Jnalfk

        Chao

  5. Estaba pensando en el remolcador nuclear con el que Parraga insiste tanto, creo que es una muy buena idea y que todos deberian construir su remolcador. El asunto es construirlo en orbita, es como armar una estacion espacial, aunque seguramente algo menos costoso.
    Entonces, se acoplan alli los modulos de descenso/ascenso (Starships, MADVs) y se cruza el vacio a velocidades mas ventajosas.
    Por supuesto, tendriamos la oposicion ecologista a la contaminacion radiactiva del radiactivo espacio interplanetario.

    1. Lo que hay que hacer es explicarle a la gente que el espacio es todo un infierno radiactivo (radiación solar, cósmica, cinturones de radiación ) y que cualquier fuente radiactiva de fabricación humana es insignificante comparada con todo eso. Y que los reactores nucleares se enviarán al espacio apagados. Y que el mar está lleno de reactores nucleares en forma de rompehielos, submarinos, cruceros y portaaviones.

      Toso esto, claro, hay que explicarlo en modo infantil, a lo Messi, y a ser posible hacer campaña con dibujitos en Facebook y en Twitter.

      Algún día llegará en el que la principal industria nuclear para naves espaciales estará en la Luna, pero eso solo lo verán nuestros bisnietos. Mientras tanto, si queremos ir a algún sitio lejano en el Sistema Solar, en plazos razonables de tiempo (meses y no años o décadas) y llevando notables cargas científicas o humanas, no queda otra que enviar reactores nucleares (enteros o por partes) a la órbita terrestre… O seguir como hasta ahora y que cualquier misión interesante tarde una década o mas en dar frutos.

      1. En sus enormes instalaciones trabajando…tarde o temprano completarán el NG, uno de los cohetes más grandes jamás construido…el futuro de Blue es impresionante…

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