Salyut 7: una película de acción espacial

Por Daniel Marín, el 25 junio, 2018. Categoría(s): Astronáutica • Cine • Historias de la Cosmonáutica ✎ 86

En el reducido género de películas dedicadas a la historia de la astronáutica podemos identificar dos tipos. Uno es el de las producciones que intentan ser fieles a la realidad, aunque con las simplificaciones y dramatizaciones obvias del lenguaje cinematográfico. En esta primera categoría podemos incluir Apolo 13, Elegidos para la gloriaGagarin: el primero en el espacio El tiempo de los primeros. El segundo tipo son aquellas películas donde priman los aspectos de ficción sobre la realidad y, de hecho, el resultado final poco tiene que ver con lo que ocurrió originalmente. Aquí podemos meter a Salyut 7 (2017), una película rusa dirigida por Klim Shipenko distribuida en España con el nombre Salyut 7: Héroes en el espacio. No les voy a engañar. Cuando vi el tráiler de Salyut 7 me ilusioné muchísimo pensando que iba a ser una producción del estilo de Gagarin o El tiempo de los primeros. Por fin íbamos a ver una producción con las estaciones espaciales Salyut como protagonista. Lamentablemente, el resultado dista mucho de lo esperado. No es exactamente malo, sino, digamos, «diferente».

El cartel ya pinta mal desde el punto de vista del respeto a la historia (Telekanal Rossiya).

El programa Salyut/Almaz tuvo momentos dramáticos y tensos, pero la mayoría de misiones fueron bastante «aburridas» para llevarlas al cine. No así la Soyuz T-13. En junio de 1985 Vladímir Dzhanibékov y Víktor Savinij resucitaron la Salyut 7 (DOS-6) después de que el centro de control de vuelos (TsUP) hubiese perdido el control del vehículo. La misión de la Soyuz T-13 fue un hito de la cosmonáutica y tuvo sus momentos peliagudos. A veces se la denomina el «Apolo 13 soviético», aunque la vida de la tripulación nunca estuvo realmente en peligro y sería más lógico compararla con la misión estadounidense Skylab 2. Pero, en todo caso, es una buena historia que merece la pena ser contada. ¿Y qué tal lo ha hecho Salyut 7?

La Salyut 7 de la película (Telekanal Rossiya).
La Salyut 7 real vista desde la Soyuz T-13 con la T-14 acoplada (Telekanal Rossiya).

Bien, empecemos por lo positivo. La fotografía y los efectos digitales son impecables y la película transmite fielmente lo que es estar en órbita en condiciones de microgravedad. Algunas escenas de actividades extravehiculares o el lanzamiento de la Soyuz son memorables por su belleza. Los vehículos están muy bien simulados y, en general, los detalles son acordes con la realidad, aunque con matices. La estación Salyut 7 de la película está muy lograda, especialmente el exterior. El interior de la estación es bastante parecido al vehículo real, aunque no aparece el voluminoso telescopio de rayos X que ocupaba buena parte del volumen útil. La recreación de la Soyuz también es correcta. El exterior de la nave es muy realista, con la salvedad del módulo de propulsión (PAO), que por motivos desconocidos no se corresponde con el de una Soyuz T, sino que es similar al de una Soyuz 7K-T, más antigua (probablemente hayan usado como referencia el de la Soyuz 19). El interior de la nave guarda cierto aire de fidelidad con el vehículo real —sobre todo la parte del sistema de acoplamiento, los mandos y el periscopio—, pero aquí hay más libertad creativa, especialmente en lo referente al panel de control. Los trajes espaciales, tanto los Sokol-KV2 intravehiculares como las escafandras Orlán-DM, son idénticos a los reales.

Las escafandras Orlán-DM de la película son iguales a las reales (Telekanal Rossiya).
Dzhanibékov (izquierda) y Víktor Savinij, los verdaderos tripulantes de la Soyuz T-13.

En cuanto a la historia, para saber cómo de fiel es la película primero debemos repasar someramente los hitos de la misión Soyuz T-13. Para empezar, es cierto que se retiró el tercer sillón de la Soyuz con el fin de llevar carga y víveres adicionales. El código radio de la misión —call sign en inglés o pozivnoy en ruso— de la Soyuz T-13 también era «Pamir». La Soyuz T-13 (11F732 Nº19L) se acopló de forma manual con la Salyut 7 sin usar el sistema de aproximación Iglá, motivo por el cual se desmontó la antena de este sistema en la Soyuz (este detalle no aparece en la película), pero obviamente la estación no giraba tan rápido como en el cine (en ese caso habría sido imposible una maniobra de acoplamiento). En realidad la Soyuz T-13 se acercó a la Salyut con Dzhanibékov situado en el asiento central a los mandos de la nave mientras Savinij le transmitía datos sobre la distancia al objetivo usando un láser manual LPR-1 —un LIDAR— que apuntaba a través de la ventanilla frontal del módulo orbital (BO). La estación giraba muy lentamente y para Dzhanibékov, un curtido cosmonauta, el acoplamiento no fue un problema, a pesar de no disponer de los datos del radar Iglá. Fue la primera vez en la historia de la cosmonáutica que una nave se acoplaba con una estación «muerta». Pero lo hicieron, por supuesto, tras la preceptiva autorización del TsUP —el centro de control de vuelos— y no por su cuenta y riesgo como aparece en el film.

La Soyuz T-13 con el PAO de la Soyuz 19 intenta acoplarse a la Salyut 7 en plan Fast and Furious (Telekanal Rossiya).
Así vio la tripulación de la Soyuz T-13 a la Salyut 7 antes del acoplamiento. Como vemos, falta un par de paneles solares complementarios que sí aparecen en la película y que serían colocados por Dzhanibékov y Savinij unos meses más tarde.

Dzhanibékov y Savinij pasaron al segmento intermedio de la estación —que funcionaba al mismo tiempo como esclusa para paseos espaciales—y, tras verificar que la presión en el compartimento principal era correcta, accedieron a su interior. Los dos cosmonautas se encontraron con una estación congelada y a oscuras. Usando linternas y máscaras para protegerse del humo, comprobaron que no había señal de un incendio —una de las posibilidades que se había esgrimido para explicar la pérdida de control— y se dedicaron a verificar que los sistemas estaban en orden. La estación no disponía de energía eléctrica porque los paneles no apuntaban al Sol, así que la pareja tuvo que trabajar en el interior de la Salyut con ropa de abrigo y gorros que se habían traído de sus propias casas. Por la «noche» dormían en la Soyuz. Usando los motores de la Soyuz para apuntar la estación hacia el Sol, el 10 de junio la Salyut 7 volvió a la vida después de retirar dos baterías defectuosas.

Savinij y Dzhanibékov en el interior de la Salyut 7 con ropa de abrigo.
Savinij en la esclusa de la Salyut 7.

Pero no sería hasta el 16 de junio cuando la Salyut 7 se declaró oficialmente salvada después de que lograsen descongelar el agua del sistema Rodnik. Para el 19 de junio la temperatura en el interior de la Salyut 7 había alcanzado los 15 ºC y los cosmonautas comenzaron a dormir dentro de la estación. El 23 de junio se acopló con la estación la nave de carga Progress 24, con víveres y equipos de reserva para sustituir a los averiados. A partir de ese momento podemos decir que se recuperó la normalidad en las operaciones de la Salyut 7. El 18 de septiembre se acoplaría la Soyuz T-14 con Vladímir Vasyutin, Gueorgui Grechko y Alexánder Vólkov. Dzhanibékov regresó el 26 de septiembre en la T-13 junto con Gueorgui Grechko, mientras que Savinij volvería el 21 de noviembre en la T-14 con Vasyutin y Vólkov. El regreso de la T-14 tuvo que ser adelantado por culpa del súbito empeoramiento de la enfermedad de Vasyutin, quien sufría de la próstata.

Savinij y Dhznibékov con la tripulación de la Soyuz T-14 en la Salyut 7.

¿Y qué hay de todo esto en la película? El acoplamiento y la entrada a la estación que se muestran son muy exagerados. Como ya hemos comentado, la Salyut 7 nunca giró tan rápidamente. Tampoco se inundó de agua cuando comenzó a descongelarse (aunque sí es cierto que se condensó humedad sobre los paneles y las ventanillas estaban cubiertas de escarcha). Pero bueno, son exageraciones que podemos tolerar por mor del dramatismo. El problema es que a partir de aquí la película va cuesta abajo en cuestión de realismo. Me da la impresión de que alguien leyó el guion original y dijo, «esto no es lo suficientemente entretenido». Así que procedieron a inventarse todo tipo de incidentes. «¿Por qué no añadimos algo en plan Gravity», seguro que dijo algún productor. Y dicho y hecho. En la película aparece un incidente en el que a una cosmonauta —que intenta imitar a Svetlana Savítskaya— se le perfora la escafandra durante un experimento de soldadura (el experimento existió realmente, pero no así la perforación del traje). Luego vemos una lluvia de meteoros —¿o es chatarra espacial?— que daña la Salyut, una lluvia de objetos que, huelga decir, nunca sucedió. Luego vemos a los astronautas realizando varios paseos espaciales de emergencia para salvar la estación —aparentemente sin proceso de descompresión—, cuando en realidad Dhanibékov y Savinij solo llevaron a cabo una actividad extravehicular en agosto para añadir más paneles solares una vez normalizada la situación. ¿Que todavía el resultado final no es emocionante? Pues nada, añadamos también un incendio gravísimo y una descompresión explosiva, dos sucesos que habrían matado a los cosmonautas en la vida real (aquí me imagino que se inspiraron en los incidentes que tuvieron lugar en la Mir una década más tarde).

La Salyut 7 de la película (Telekanal Rossiya).
Acoplándose con la estación por las buenas (Telekanal Rossiya).

¿Te sigue pareciendo soso? Tranquilo, que hay más. Vamos a dejar quemado y malherido a uno de los cosmonautas y luego estropeamos la Soyuz para que los tripulantes no puedan volver a la Tierra juntos y tengan que decidir quién de los dos muere en el espacio. Y, ya que estamos, elevemos la apuesta y vayamos a por todas. Digamos que los estadounidenses van a lanzar el Challenger para secuestrar la Salyut 7 (!) y llevársela en su bodega de carga. Algo que, además de ser técnicamente complejo, habría sido un casus belli en plena Guerra Fría. Y, por qué no, lancemos de verdad al Challenger para que se acerque hasta la estación (!!). Es de suponer que esta historia del Challenger —totalmente falsa— está basada en un documental de Roscosmos de hace unos años donde se defendía una tesis similar, pero no deja de ser un despropósito. A su vez, este mito parece remontarse a una propuesta real que hizo Reagan al Kremlin para realizar una misión de rescate conjunta a la Salyut 7 usando un transbordador, una propuesta que fue rechazada por las autoridades soviéticas.

Because why not… Challenger! (Telekanal Rossiya).

Alucinante, ¿no? Pero para mí lo peor es la mala imagen de los cosmonautas que transmite la película. El comandante es un gañán antisocial que desobedece sistemáticamente las órdenes del TsUP, insulta a su compañero y se dedica a beber vodka y a fumar —sí, fumar en el espacio—, perpetuando así el tópico del «cosmonauta borracho» que todo el mundo conoce cortesía de Hollywood, aunque en este caso los culpables del desaguisado son rusos. Y mejor no hablemos de las… ¿alucinaciones?… que sufre y que le hacen ver «ángeles» en el espacio (WTF?). El director del TsUP —inspirado quizá en la figura del cosmonauta Valeri Ryumin— es otro gañán irresponsable que no sabe lo que hace y se limita a chillar y a sufrir ataques de ira mientras ignora los consejos de sus incompetentes subordinados. Los personajes se adaptan bien al prototipo de antihéroe tan común en las películas rusas —hombres rudos y trabajadores, pero resignados, abatidos y atormentados—. Pero creo que en este caso el guion es una falta de respeto a Dzhanibékov y Savinij y, por extensión, al cuerpo de cosmonautas. Quizá por eso —y por el resto de locuras—, los protagonistas de la película se llaman Fyódorov y Alyojin en vez de Dzhanibékov y Savinij.

La verdadera Salyut 7 con la Soyuz T-14 acoplada.

En definitiva Salyut 7 es a la historia de la cosmonáutica lo que el Ecce Homo de Borja a la restauración de obras de arte. Curiosamente, la película parece haber gustado mucho. Yo no me he podido abstraer del destrozo a la historia original, pero reconozco que es entretenida y visualmente muy impactante. Ha logrado acercar al gran público un episodio de la cosmonáutica que no creía que fuese tan desconocido y, en un océano de producciones intrascendentes de superhérores hollywoodienses, es un soplo de aire fresco. Evidentemente el error ha sido presentar la historia como «basada en hechos reales» cuando lo único real es el nombre de la película y poco más.

«El camarada comandante pide a la Comisión Estatal que, por favor, no hagan una película sobre nosotros sin un mínimo de rigor».


86 Comentarios

      1. Si, por supuesto la he visto, la he descargado para tenerla en mi computadora ya que me ha encantado. Pero no deja de ser una película dirigida por Simpson y Gibson en cuanto a los inventos y cambios respecto a la historia real.

    1. Ojalá. La película que perpetran Homer y Mel en «Los Simpson» supone un hito del arte de la cinematografía.
      Al fin y al cabo, no es habitual que, en una producción hollywoodiense, se decapite al Presidente de los USA.
      ¡Bravo, Mel!
      ¡¡Muerte!!

  1. Ingresé al enlace Ecce Homo de Boria y realmente me reí. ¡Gracias Daniel! Además de la seriedad de tus notas, también tenés sentido del humor.

    1. La película estuvo estupenda. A mí me mantuvo con el culo pegado a la silla de principio a fin, pero también tenía bastante claro que ahí debía haber algo de ficción y he estado esperando impacientemente este artículo para conocer la verdadera historia.

  2. Muchas gracias Daniel. Esto es un esperpento de historia que se rie del trabajo de unos cosmonautas que fue de 10 … si al menos hubiesen respetado eso.

    1. Entonces no habría sido una película de éxito (ha funcionado muy bien en taquilla en Rusia y Europa occidental) sino un docudrama que no habría ido a ver ni Dios. Uno va al cine para ver acción, aventuras, romances o melodramas. Para ver biopics, documentales o películas que reproduzcan al 100% lo acontecido no sale uno de casa.

      1. Está muy bien que hagan cine entretenido y trepidante. Pero si la trama es inventada, no deberían venderlo como «basado en hechos reales». Es como cuando a una peli le ponen el nombre de una novela y cambian el 70% de la trama. No debería llevar el nombre de esa novela.

        1. No, no debería. Pero sucede. Y sucede tan pero tan a menudo que ya deberíamos estar sobradamente inmunizados. ¿Es que todavía queda gente que no se ha enterado de que los publicistas… publicistas son… aquí y en Hollywood, Bollywood, Hongkongwood… y sí, ¡horror!, también en Ruskiwood?

          Si vamos a crucificar una peli por cómo ésta se vende, ¿qué debería haber ocurrido con, por ejemplo, Interstellar? Su maniobra publicitaria más efectiva, que corrió como reguero de pólvora entre el fandom y nos dejó hipersalivando a todos, fue anunciar a los 4 vientos que el asesor científico de la peli era nada menos que el físico superstar Kip Thorne, nombre que automáticamente asociamos al de Carl Sagan y su novela Contact.

          Maniobra publicitaria para sacarse el sombrero… y luego comérselo sin aderezo, pues resultó obvio que Kip Thorne estuvo ahí sólo para la foto. A excepción de 1) el look de Gargantúa, y 2) la dilatación temporal relativista, el resto del argumento de Interstellar tiene una verosimilitud científica no superior al de Armageddon. Y para mechar ESE par de elementos en ESE argumento, no necesitas a un Kip Thorne ni por asomo. Pero sí lo necesitas para la foto, claro está.

          ¿Hubo quema de cines? ¿Lincharon a los Nolan? ¿Alguien siquiera se quejó? Por supuesto que no. La peli recaudó buen dinerillo, nos encantó a todos (sí, yo incluido), y para más inri recomendamos enfáticamente su imperdible anexo: The Science Of Interstellar, libro que evidentemente los hermanos Nolan ni se molestaron en leer, o si lo hicieron se lo pasaron por el arco olímpico… todo sea en aras del componente dramático de la peli, claro está.

          ¿Y qué tan engañosa es en realidad la manera como se vende Salyut 7? Yo es que miro su póster y claramente me sugiere «Gravity + Space Cowboys»… que no «Gravity + Apollo 13», en absoluto. Por tanto me resultó obvio lo que debía hacer con el «basada en hechos reales»: pasármelo por el arco olímpico, al mejor estilo Nolan.

          Así es que al ver la peli obtuve exactamente lo que el póster me vendía: una atrapante aventura espacial, ucrónica (transcurre en un 1985 alternativo, al igual que Gravity transcurre en un 2014 alternativo con sus propias leyes físicas alternativas), en donde además y por una vez los héroes no son yanquis. ¡Cool!

          Saludos.

  3. Te ha faltado comentar que deja caer que vieron extraterrestres, cuando realiza la primera reparacion y al final de la peli. Yo no lo entendí como alucinaciones.

    1. Tanto la primera como la segunda vez que los protas de la película ven luces extrañas («ángeles») están con las reservas de oxígeno al mínimo. La hipoxia produce alucinaciones y también se han documentado visiones de luces extrañas causadas por el impacto en el sistema ocular de partículas de radiación cósmica. Creo que los tiros van por ahí.

        1. Cuando al que se quema se le va la cabeza y cree que hay alguien fuera para rescatarlos el otro le dice que es por la falta de oxigeno y que el también una vez «creyó» ver ángeles.

  4. Yo vi la película consciente que estaba viendo una película, no un documental, y me encantó. Hay un montón de ficción pero es entretenida y las imágenes del exterior preciosas.

    1. A mí me recordó la típica escena de dos pilotos de caza enemigos de la II GM saludándose caballerosamente… Un tanto infantilón, pero oye, es una peli.

    2. Han conseguido reproducir fielmente la sensación de vergüenza ajena que inspiran las producciones hollywoodienses cuando saludan marcialmente al Presidente o a la bandera (ejemplo: Independiente Day).

      1. Aaargh!!

        ¡Independence Day!
        Después de la sentida arenga del (bueno, noble y valeroso) Presidente de los Estados Unidos de América.
        (Y me he dejado «atractivo y seductor»).

    3. Y de fondo se oye una emisora de TV que dice -textualmente-:

      «Los rusos vuelven a demostrar su heroísmo…»

      Modestia aparte, supongo.

    1. Creo que ha sido la misma empresa que pulió la historia de «Lo imposible» (2012) la peli española dirigida por Bayona sobre el tusnami de 2004, otra peli «basada en hechos reales».

  5. La «compré» pero no aguanté ni 15 minutos. Ya cuando se pincha el traje de la cosmonauta por viruta de soldadura, el bizarrometro metió un pico, pero el «rezongo» q le pegan a volver a tierra me pareció cualquier cosa y preferí mirar el partido diferido de Portugal, jejejejeje

    Saludos.

    1. Con lo cual te perdiste lo mejor de la película (el despegue de la Soyuz y la persecución y acoplamiento de la Soyuz con la Salyut y la entrada en esta) para ver un partido de fútbol soporífero. Ya lo decía Karl Marx: el fútbol es el opio del pueblo.

        1. Marx hablaba de la religión, pero yo he «mundializado» la cita.

          Por cierto, la forma más antigua del juego del fútbol de la que se tengan pruebas está descrita en un manual de ejercicios militares que remonta a la China de la dinastía de Han, en los siglos II y III AC.

          1. Ah, la religión sí. Pero el fútbol está en un nivel superior. Si hubiese existido el fútbol ni habría aparecido el marxismo ni nada, porque, ¿quién va a la revolución si juega tu equipo la final de copa? Pues eso.
            Y los chinos harían sus pinitos con la pelota, pero con la superpoblación que hay seguro que ni se les ocurrió inventar el fuera de juego. Y eso es la clave.

  6. Como dice Oriol dejemos en claro que es una película y no un documental; no obstante es lamentable que la película encuadre de esa manera a los cosmonautas rusos ya que fue la URSS los primeros en establecer un programa de comportamiento psicológico en espacios reducidos bajo condiciones de aislamiento y micro gravedad . O sea el director o guionista definitivamente no está a favor de un reconocimiento del exitoso programa aeroespacial soviético , en gran parte llevado a cabo por hombres que anteponían sus vidas por ese programa.

  7. Me pareció más intensa y más interesante que SpaceWalker, pero es verdad que la rigurosidad histórica se la han pasado por el arco del triunfo jeje…

    La verdad es que Rusia cada vez logra mejores producciones de diferentes géneros….

    Una cosa que apena un poco, es que siempre busquen historias de «problemas» espaciales para hacer una película, parece que sí no hay desastres la historia no vende…

    PD: First Man también promete mucho 😉

    https://youtu.be/PSoRx87OO6k

  8. Dani! Perdón por el off-toppic, pero hoy vi q publicaste en Twitter unas fotos de la ISS cambiando la órbita, y hace rato que me pregunto como son los detalles de esa maniobra. Acaso se hace mediante el motor principal de la Progress? Porque la Dragon o la Cygnus no pueden hacerlo? Como se consigue que el empuje pase justo por el centro de masas para evitar un giro? O como se compensa ese momento? Tiene la ISS algún tipo de propulsor/es propio/s? Muchas preguntas más me surgen. Sería genial si pudieras hacer una entrada… Como siempre, excelente el blog, gracias!

    1. La ISS tiene propulsores propios en el segmento ruso (módulo Zvezdá) que recargan de combustible las Progress (antes también lo hacían los ATV), naves que también pueden elevar la órbita de la estación, tal como lo hacían los ATV europeos (he comentado que ya no los fabricamos porque somos muuuy tontos). Entre otras cosas porque se acoplan al segmento ruso de la estación, que estructuralmente es el más indicado para realizar la maniobra.

      Respecto a entradas sobre la ISS, con los años Dani ha escrito, literalmente, centenares, puedes pasarte un mesecito bueno con el buscador si tienes curiosidad. Yo te recomiendo esta entrada de hace 5 años, poco ha cambiado la cosa desde entonces:

      https://danielmarin.naukas.com/2013/11/20/15-anos-de-la-iss-mitos-sobre-la-estacion-espacial-internacional/

      1. Sisi, como ya te imaginarás las leí todas. Incluso antes de escribir el mensaje busqué a ver si encontraba algo q no recordaba, pero de ese tema específico no vi nada.
        Me gusta cuando Daniel postea entradas donde ‘enseña’ comóplatos funcionas las cosas, había una genial acerca de cómo se hacía para llegar a la ISS con muchos detalles muyninteresantes. Por eso lo proponía …
        Saludos!

    2. La ISS carece de sistemas de propulsión y en efecto depende de naves como la Soyuz (o anteriormente la ATV europea) para el control de altitud y otros ajustes. Es el precio que hay que pagar por construir estaciones en órbita baja.

    3. Puede ser porque el diseño está pensado para que el centro de masas esté alineado con el punto de anclaje de la Progress y así evitar maniobras en el espacio. Imagino que tendrán en cuenta este hecho a la hora de almacenar los víveres, material y experimentos.

  9. A Daniel se le ha olvidado mencionar el glorioso «momento martillo» con el que los cosmonautas, para conseguir orientar los paneles de la estación hacia el sol, la emprenden a golpes de maza con el protector deformado del sensor solar. Me recordó las viejas historias de los tanquistas que en la II GM encendían hogueras debajo de los carros de combate para descongelar el combustible o la famosa anécdota de un «niño de Rusia» (uno de los niños que el gobierno de la II República envió a Rusia durante la Guerra Civil) que hizo su vida en la URSS, se convirtió en ingeniero mecánico y que contaba a sus nietos que siempre llevaba un martillo en la caja de herramientas para arreglar cualquier cosa a golpes.

    A ver, a mí la película me ha gustado, y me ha gustado mucho más que esa bobada de los Cuarón titulada «Gravity» (en mi opinión una de las películas sobre el espacio más estúpidas de la historia). Evidentemente, la película no podía reflejar la realidad de la «misión de rescate» porque si no estaríamos ante un docudrama o una película aburridísima en la mejor tradición rusa (y en este punto disiento también de «Gagarin, el primero en el espacio», que fuera de las escenas espaciales me pareció un auténtico peñazo, un tostón de tomo y lomo llena de flashbacks que lo único que hacían era distraer la atención de lo auténticamente interesante).

    De haber seguido la senda de otras producciones «históricas» o «historicistas» rusas, el resultado podría haber sido algo parecido a «Vikingos» (2016), una soporífera película de Andrey Kravchuk ambientada en el siglo X en la Rus de Kiev que nos contaba las idas y venidas de el joven príncipe varego (=vikingo) Vladimir de Nóvgorod en sus peleas con su hermanastro Yaropolk. Bastante realista pero un coñazo total, aburrida como ella sola. Nada que ver con la famosa serie «Vikings» de Michael Hirst.

    Hay que partir de la idea de que «SALYUT-7» no trata de contarnos qué ocurrió, sino cómo quieren los rusos que los demás veamos lo que ocurrió. Es decir, es una película de propaganda patriótica (como lo era en buena parte «Apolo XIII») cuyo mensaje es más o menos «Fuimos grandes y cojonudos y ahora vamos a volver a serlo» y «Somos gente seria y los estadounidenses una panda de nenazas histéricas que quieren apropiarse de nuestros logros» (en la peli los noticiarios televisivos de EEUU parecen dirigidos por lunáticos). Y este mensaje no solo va dirigido al público ruso sino también al occidental en general y al europeo en particular.

    Es por eso que la película está rodada siguiendo las convenciones cinematográficas de Hollywood. ¿Qué es más «occidental» que un protagonista conflictivo pero brillante que se pasa por el arco del triunfo las órdenes del centro de control y hace lo que considera adecuado para salvar el honor de su país/planeta? ¿Acaso no está literalmente copiada de la película «Deep Impact» (1998) la escena en la que la mujer y la hijita del protagonista se despiden de él sabiendo que va a morir (SPOILER: tranquilos, no muere)?

    Rusia está actualmente tratando de recuperar imagen tanto a nivel interno como externo, y esta película se engloba dentro de esa política. La Rusia actual ve su pasado soviético en parte como una «edad de Oro» en la que era una superpotencia indiscutible, y quiere seguir viéndose como una gran potencia. En ese contexto, hacer una película realista sobre una «anodina» misión de recuperación de la Salyut-7 tendría el mismo impacto público que un biopic sobre Sofía Vasílievna Kovalévskaya (1850-1891), la primera mujer en ocupar el cargo de profesora universitaria en Europa y una de las matemáticas más importantes de la historia. Interesante pero aburrido.

    Por eso mismo, Rusia nunca hará una película sobre la catástrofe del submarino nuclear de la clase Oscar II K-141 «Kursk», que se hundió en agosto de 2000 en el mar de Barents con sus 100 tripulantes. Porque rompería su propio relato.

    En este sentido, con esta película parece que Rusia está aprendiendo a hacer lo que los EEUU llevan haciendo muy bien desde la Guerra de Cuba con su propia historia: crear un relato pseudohistórico para las masas de consumo interno y externo que les muestre como quieren verse: como tíos cojonudos con un destino histórico. Porque vamos a ver… ¿En cuántas películas del género «western» aparece el Salvaje Oeste como en realidad era? ¿En cuántas se nos dice que zonas como Tejas, Nuevo México o California había población hispana? ¿En cuántas ambientadas en la Revolución Americana se cuenta que la ayuda logística y económica de la Corona Española fue fundamental para el triunfo de la independencia¿ ¿Acaso alguna ambientada en la guerra de 1898 cuenta que muchos de los soldados de EEUU desembarcados en Cuba iban pobremente armados con carabinas Winchester y eran liquidados cómodamente a distancia por los españoles y sus Mausers? ¿En cuántas películas de la II GM los EEUU reconocen la importancia fundamental del Frente del Este? No, el cine es una herramienta de propaganda absolutamente fundamental y en eso esta película no se diferencia en nada de otras.

    Por lo demás, animo a todo el mundo a verla pues, como dice Daniel, las recreaciones de las naves en órbita y las vistas de la Tierra son sensacionales. Y ese despegue de la Soyuz atravesando un mar de nubes nocturno que se incendia en tonos carmesíes por el efecto de los motores del cohete sin duda pasará a la historia del cine moderno como una de las escenas espaciales más hermosas jamás rodadas.

    1. Pues si realmente se trata de «propaganda patriótica» creo que les ha salido bastante mal. Todo es bastante depresivo en la peli, empezando por la propia atmósfera de la URSS de 1985, que no es tan diferente de la que pintan los propios americanos.
      Si se trata de propaganda, se puede hace mucho mejor. La ambientación es cualquier cosa menos atractiva. Todo es oscuro, frío, seco. Incluso las relaciones personales.

      1. ¿Depresivo? ¿Oscuro, frío, seco?

        A ver, la película está ambientada en Rusia, no en Florida. Yo lo que vi era una sociedad muy de los 70-80, sobre todo en la ambientación. Además, la misión tuvo lugar en febrero de 1985, y el ambiente invernal ruso no es el de las Islas Canarias, precisamente.

        Que los rusos le pegan al vodka y que los coches de la época no eran precisamente atractivos (en la peli salen al menos dos «Zhiguli», la versión rusa del FIAT/SEAT 124 y creo haber reconocido un «Volga», pero no estoy del todo seguro no es ningún secreto. El «glamour» nunca ha sido una especialidad soviética.

        1. Por cierto, si queréis ver anuncios de coches soviéticos de los 80-90, no os perdáis esta colección:

          forocoches.com/foro/showthread.php?t=6213089

          ¡¡Qué tiempos!! (y qué genial el señor de los bigotes con el traje tradicional que sale en uno de los primeros posters)

        2. No me estoy refiriendo al clima, obviamente, sino a la ambientación 🙂
          Los personajes son fríos entre ellos. En el trato, en la forma de ser. Los maridos con sus mujeres, los amigos, los compañeros de trabajo.
          Todos parecen estar deprimidos, y no hay «profundidad» en la mayoría de personajes.

          La atmósfera no transmite buenas sensaciones. Por eso digo que como «propaganda» de los «gloriosos viejos tiempos» no le veo mucho sentido. No presenta una sociedad idealizada precisamente.

          Y para colmo pone a unos cosmonautas que beben (y mucho). Que desobedecen órdenes y actúan como les viene en gana.

          Del mismo modo, con oscuro no me refiero a la falta de luz. Sino a la ambientación

          1. Bueno, lo de la iluminación «oscura» es un viejo truco de las producciones televisivas y cinematográficas cuando no tienes el presupuesto que necesitas para que nada «cante». De todas formas, insisto en que febrero en Rusia no es un mes muy «luminoso», pues apenas hay 8 horas de luz solar (Rusia europea). A las 17 horas empieza a oscurecer y la tele soviética no parecía muy entretenida, por lo que a falta de otra cosa el vodka te permite sobrellevar el tedio.

            Por otro lado, en efecto el prota está ciertamente deprimido y del mal humor ya que le han apartado del cuerpo de astronautas por sus visiones y le han mandado a dar clases por ahí), y eso afecta también a sus relaciones de pareja y sociales. Cómo se refleje eso en la pantalla ya depende de las capacidades de los actores y de la dirección artística.

            Pero ten también en cuenta que el período en el que se desarrolla la acción no era precisamente «optimista». La URSS estaba saliendo del por ellos mismos llamado «período del estancamiento» (los gobiernos de Leonid Brézhnev y compañía) y Mijaíl Gorbachov acababa de aterrizar en el poder. En ese mismo año, 1985, Gorbachov anunció que la economía soviética estaba estancada y que la reorganización era necesaria, pero no sabían todavía en qué iba a acabar todo eso.

            Por cierto, las emisoras de música rusa de los 80, lamentables.

      2. Ahí yo creo que entramos en lo que es el estilo de hacer cine.
        Si hablamos de la frialdad de las relaciones personales en la película, yo creo que es la impresión que nos deja siempre el cine ruso a los espectadores occidentales, en la mayoría de películas rusas y soviéticas que conozco es un rasgo en común.

    2. El incidente del Oscar II K-141 “Kursk”, aparte de más polémico por la actuación del gobierno ruso; aun no está resuelto, más bien lo más probable es que el caso se reabra con los años. Tal como dicen algunos legisladores rusos actualmente.

      Dado que nunca se respondió la implicación y datos recopilados de los sumergibles USS Toledo y el USS Menphis que espiaban las maniobras, siendo el Toledo fuertemente dañado a la vez que el Kursk y remolcado a un astillero ártico donde permaneció por meses en reparaciones clasificadas, en lugar de acabar en otros astilleros más típicos como uno de los diques flotantes disponibles en Islandia, Noruega o Groenlandia o en Norfolk (su base de origen). No sería la primera vez, dada la experiencia del USS Tautog y el K-108 en 1970 o del USS Voge y el K-22 o del USS Kitty Hawk y el K-314 o del USS Baton Rouge y el K-276.

      También está el tema del equipo de rescate, el cual vendría desde Noruega, teniendo los rusos operativos y de maniobras en la zona el vehículos de rescate submarino Project 1855 y buques especializados para ello, como el KIL-168, traído desde Vladivostok para las maniobras. A lo que hay que sumar los vídeos del interior del submarino filtrados a los medios antes de la llegada del equipo noruego con el membrete de los spetsnaz navales (era la corrupta rusia de Yeltsin aún), desautorizados y cerrados por un joven gobierno de Putin (Rusia en 2001 no estaba para un «casus belli» con EE.UU.; ya en la guerra fría este tipo de incidentes se tapaban, como las pérdidas del USS Scorpion estadounidense (que seguía a una flota soviética), del K-129 soviético (hundido en Midway), del N estadounidense (de la CIA, hundido frente a la costa de Kola) o del INS Dakar israelí (frente a Chipre)), lo que habría indicado que Kremlin sabia que no había supervivientes desde un principio y habría utilizado ese tiempo para gestionar la situación posterior.

      Sin ir más lejos el K-8 soviético (Proyecto 627) aún sigue a 490 km de Galicia, con todo su material nuclear y armamento abordo; y los cuerpos de los 52 marinos (todo reconocidos como héroes de la URSS) que se quedarón durante la evacuación para cerrar el reactor y evitar que hoy en día Galicia, Asturias y Cantabria lucieran como Chernobyl, Three Mile Island y Fukushima.

      1. Desde luego, lo de esos submarinos da para unas buenas pelis o una serie de alto presupuesto llena de acción, tragedia y conspiradores… A ver quién se decide (espero que no sea Bayona).

    3. Por fin un comentario, que va con mi parecer, es una buena película, basadas en hechos reales, pero con adornos y dramatizacion, la mayoría son así, porque tampoco mienten, digamos que la exageran y ponen listones, todas las películas basadas en hechos reales se «dramatizan», hasta los documentales. Me encanto la peli que la compré, la veo cuando la extraño. El comentario del blogista es muy técnico y rígido, me gustó las cosas positivas, pero las negativas no influyen, porque sencillamente es una película! Punto.

        1. Yo estoy de acuerdo con Daniel. Una cosa es exagerar un suceso para bien del dramatismo y otra muy diferente inventarse eventos que nada tienen que ver con la historia y luego tacharlo como «basado en hechos reales». Yo creo que estamos ante una historia del calibre del apolo13 pero que le dieron una peli estilo gravity o sea una historia ubicada en un mundo alterno parecido al nuestro y así debieron venderlo no como » la historia jamas contada» Que por cierto si investigan y ven los archivos de audio de la misión apolo 13 notaran que hay muchos momentos que fueron sintetizados y adornados en pro del drama pero que para nada se desapegan de la realidad (ejemplo el encendido manual del cohete del modulo lunar. En la vida real llevo horas de preparación. Pero en la peli fueron minutos. Mi escena favorita).

          Este debate me recuerda a life of pi. «Te cuento 2 historias en ambas el barco se hunde y yo sufro, cual te gusto mas?» la mayoría escogió el tigre.

          saludos.

          P.D: no hay comas por que no se usar el teclado de mi smartphone.

    4. Magnifico comentario con el que no puedo estar más de acuerdo. Rusia se está adaptando al medio y lo hace a toda velocidad.
      Sobre la película, y obviando los hechos reales, me pareció muy entretenida y con buena factura técnica, y como bien dices, siguiendo casi a rajatabla los cánones hollywoodienses.
      ¿Propaganda? Por supuesto, pero no más que otra enorme película como fue ‘Elegidos para la Gloria’. No son comparables pero démosles tiempo.
      Históricamente los rusos no es que hayan sido mancos precisamente haciendo cine.

  10. La ví la semana pasada. Al principio es algo lenta y me pareció que tenía una atmósfera demasiado oscura y depresiva. Todos parecían estar profundamente amargados con su propia existencia.
    El protagonista es antisocial, antipático, desobediente, obsesionado con el espacio (y con el tabaco y el vodka). No es el prototipo de cosmonauta precisamente.

    Y el ingeniero que le acompaña a veces parece que le falte alguna primavera.
    Su sueño era ser cosmonauta según se deduce de los diálogos y cuando sube por primera vez al espacio con la Soyuz tiene un gesto pétreo. Nada emotivo. Casi como si estuviera a disgusto.

    Lo peor es que deja en bastante mal lugar a todos los protagonistas reales de la historia.
    No sé si los rusos son en realidad tan oscuros y secos, pero en las pelis es lo que transmiten.

    Eso no se puede vender como «basado en hechos reales». Porque la gente va a pensar que está viendo «Apolo 13» y no tiene nada que ver. Entretenida es, pero en ese punto les queda mucho para acercarse a Hollywood.

  11. Para mi es como un The Martian o Gravity en el pasado (aunque lo del transbordador en Gravity si que es retrospectivo), se nota que les ayudo la agencia espacial de turno con la ambientación, la teoría (y en este caso, la historia) y sistemas; pero luego hicieron los realizadores la historia que quisierón por su cuenta y riesgo para el gran público, que son los 5.214.905,75 euros (382.604.971 rublos) recaudados y la mayoría de críticas positivas. Además seguro que la han visto algunos cosmonautas tan ilusionados como los del Shuttle con Armageddon, al salir reflejados y reconocidos en los medios en otro ámbito diferente a las noticias y los documentales.

    Y la verdad es que el 17 de junio (un día después de declararse salvada) el Discovery despegó en su STS-51-G, llevando a Patrick Baudry del CNES francés, quien fue de la tripulación de reserva de la Soyuz T-6 a la Salyut 7 (entrenando para la misión en la ciudad de las Estrellas con las maquetas realistas de la estación), y teniendo a Jean-Loup Chrétien de reserva, también del CNES, quien habia estado en la Salyut 7 (Soyuz T-6). Siendo uno de los experimientos de la misión el lanzamiento y captura del satélite inerte Spartan-1 (¿un entrenamiento para la Salyut-7?) y la operación del High Precision Tracking Experiment (HPTE) para el SDI o «Star Wars» (un sistema de localización de objetos espaciales para su intercepción).
    No digo que fuera cierto, pero sumando el ofrecimiento/amenaza de recuperar la estación y lo sospechoso de los experimentos de esta misión; creo que si la Soyuz T-13 no hubiera tenido éxito a de forma similar a la Soyuz-10, la cosa se hubiera puesto tensa como en el incidente del equinoccio de otoño de 1983. No obstante, la STS-51-G sólo será conocida por haber llevado un príncipe y el satélite saudí Arabsat 1B.
    Por tanto, no habría que descartar que lo mínimo EE.UU. quisiera asustar a la URSS con hacerlo, y la URSS al rescatar la estación antes del 17 quisiera demostrarles algo. Y eso a mi parecer es lo que se busca reflejar en la película (eso sí de forma bastante exagerada para mi gusto) con una realidad algo alternativa por medio de la ficción del cine.

    1. Efectivamente, al principio la URSS vio el «Shuttle» como una amenaza y por eso se lanzaron a hacer su propio avión espacial. De ser un dirigente soviético, si yo veo que mis enemigos queridos están construyendo un cacharro tripulado capaz de meter en su bodega de carga un satélite espía y encima dotado de un brazo robótico tampoco me habría fiado mucho de sus intenciones, la verdad. Y ya sabéis que no soy especialmente «proruso», pero es que es obvio.

    2. No entiendo la comparación con lo del incidente del equinoccio de otoño. Eso fue una situación tensa para Petrov (y su gente), pero nadie más se enteró.

      1. En que si EE.UU. hasta fingía «recuperar» la estación, las fuerzas soviéticas se podrían en alerta máxima o responderían ante la incertidumbre de si el Discovery se acolaba al Spartan-1 o a la Salyut. Así que los cosmonautas del MOM tan sólo se acoplarán y recuperarán con la soyuz la orientación correcta y estabilizarán la órbita para la siguiente misión eliminaba el problema y la tensión, dado que enima la repararón; asunto resuelto y a seguir con otras tensiones de la guerra fría…..

    1. Ese pecado lo cumple también a rajatabla Hollywood y sus muchas películas y telefilmes basados en «hechos reales». Porque vamos, por ejemplo «Pearl Harbour» (2001) era para mear y no echar gota. Y no digamos nada de «Dunkerke» (2017), «Monuments Men» (2014), «Enemigo a las puertas» (2001) y un largo etcétera.

      Por no hablar de la ya citada «Lo imposible» (2012) en la que lo realmente imposible es que alguien se crea que el cúmulo de casualidades que nos cuentan en esa peli de Bayona (y lo del agente de seguros del final de la película, la cosa más idiota que he visto en cine en mucho tiempo, cómo se nota quién había puesto parte del dinero del presupuesto…).

    2. OK, vos quedate con la CNN y otros medios occidentales, que ven conspiraciones rusas en todo lado (hasta el movimiento independentista catalán es creación de Putin), ellos sí son fieles espejos de la realidad…

  12. Estoy totalmente de acuerdo en que la película deja muy mal parados a los cosmonautas. Daniel no se refirió a la pelea entre ambos, en que uno le pega a la cabeza del otro con un extintor. En la realidad los cosmonautas son seleccionados exactamente entre personas con mucho autocontrol y capacidad de trabajo en equipo, y jamás se irían a las manos. Algún miembro de la misión debería haber entrado con un juicio ni que sea para que cambien el nombre de la película, deberían haber inventando un nombre completamente ficticio para la estación para que quede en claro que no tiene nada de real.

    1. Una vez más, las «exigencias» del guión. Quizá un cosmonauta o astronauta real les parecería demasiado plano a los escritores. Desde luego una agresión entre tripulantes es algo impensable en un vuelo espacial, poseen un gran autocontrol y calma, se apoyan totalmente entre ellos y trabajan en equipo. Por otro lado tampoco me parece que deje en tan mal lugar a los cosmonautas y al director de vuelo, más bien diría que los dibujan como personas peculiares.

  13. Vaya deserción yo esperaba más de ésta película pero resultó ser una película de glorificion de la era soviética una lástima?

  14. Bueno pues a pesar de ciertos comentarios me la pongo en «pendientes». Soy un yonki espaciotrastornado y me lo meto todo. Por lo que comentais han tirado de mucha licencia artística, para construir una trama hollywoodiense.

    La recopilación de incidentes parece que se trata de los que hubo en el programa soviético, con la Mir como dice Daniel, o el incendio de Salyut-1/Soyuz-11, o las tensas relaciones de entre Berezovoi/Lebedev en Soyuz T-5, o las «alucinaciones» sobre olores de Volynov en Salyut-3/Soyuz 21, todos juntos…

    Hacer una peli sobre el final de la Salyut-7, les hubiera quedado redonda en si sola, pq hubo muchas cosas que contar en las misiones Soyuz T-13 (el rescate), Soyuz T-14 (misión de larga duración con la llegada de una nave Kosmos-1686, lo que era una TKS modificada, y la finalización prematura y abandono de la estación por enfermedad de Vasyutin) y Soyuz T-15 (la inauguración de la MIR con visita a la Salyut 7 para recoger experimentos y equipos).

    También supongo que Dzhanibekov y Savinikh cuando leyeron el guión dijeron que de usar sus nombres, «ni por el forro, que nosotros tenemos una reputación», y muy grande añado yo. Por ello les han llamado Drinkinovich y Kualquieronov. Seguro que por algun lado de internet, los cosmonautas reales han dado su opinión de la película… seguro que habrían quitado hasta el nombre de su cosmonave.

    1. La película me pareció excelente. Obviamente, soy un ignorante de la historia real. Tal vez por eso la disfruté tanto. La vi con mi esposa y mis hijos y nos conmovió casi hasta las lágrimas. Y lo mejor, nos animó a conocer e investigar más sobre el programa especial soviético. Por esa película estoy visitando y comentando está página. Un saludo.

Deja un comentario