El primer día en el espacio (55º aniversario del Vostok 2)

Por Daniel Marín, el 8 agosto, 2016. Categoría(s): Astronáutica • Historias de la Cosmonáutica • Rusia ✎ 29

¿Sería capaz el cuerpo humano de sobrevivir un día entero en ingravidez? Hoy en día damos por sentada la respuesta, pero en el verano de 1961 nadie sabía qué podía pasar. El primer vuelo espacial con Yuri Gagarin había durado menos de dos horas. Y las misiones suborbitales Mercury con Shepard y Grissom apenas se llevaron a cabo en apenas un cuarto de hora. Alguien debería subir y pasar un día en el espacio para salir de dudas. El elegido sería Guerman Stepánovich Titov (Герман Степанович Титов), el Cosmonauta Número Dos.

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Titov en el autobús de camino a la rampa de lanzamiento.

El Ingeniero Jefe Serguéi Koroliov tenía planeado lanzar una segunda misión espacial de un día desde antes de la misión Vostok 1 de Gagarin. De hecho, la Comisión Estatal que eligió a Yuri como el primer cosmonauta lo hizo en buena medida teniendo en cuenta que Titov era el más adecuado para un vuelo de mayor duración. Nikolái Kamanin, encargado de la selección de cosmonautas para la Fuerza Aérea, nunca ocultó su preferencia por Titov de cara a la misión Vostok 1, pero Gagarin era el favorito de Koroliov.

Tras el éxito de la Vostok 1 del 12 de abril de 1961 todo el mundo daba por sentado que Titov sería el siguiente cosmonauta en alcanzar la órbita. Su estado físico era insuperable, pero pese a todo algunos expertos expresaron su objeción ante un vuelo de larga duración. Vladímir Yazdovski, el médico supervisor de la salud del programa tripulado soviético, consideraba que, en base a la amplia experiencia de vuelos espaciales con perros, el organismo humano no toleraría la falta de gravedad durante periodos prolongados. Koroliov no se sintió impresionado por estas críticas. Cierto, habría que investigar los efectos adversos de la ingravidez, pero no creía que fuesen impedimento para la conquista del espacio. Por entonces Koroliov ya estaba planeando misiones Vostok de una semana.

En realidad, a Koroliov no le preocupaba que un posible cosmonauta incapacitado estuviera a los mandos de su nave porque prácticamente todas las fases del vuelo serían automáticas. Al igual que Gagarin, Titov sería un mero pasajero dentro de la cápsula sharik de la Vostok. Pero Yazdovski y otros críticos estaban preocupados porque Titov debería controlar su vehículo para llevar a cabo una reentrada de emergencia. Como solución de compromiso, Kamanin sugirió llevar a cabo una misión de solo tres órbitas (el vuelo de Gagarin fue de una sola órbita).

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La nave Vostok 3KA. A la derecha se aprecia el módulo de servicio (PO, Priborni Otsek) y a la izquierda la cápsula esférica (SA, Spuskaemi Apparat) con el cosmonauta sobre su asiento eyectable.
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Interior de una cápsula Vostok. En el centro se puede ver el visor Vzor, situado frente al asiento eyectable (Eureka).

Tras numerosas reuniones, el 20 de mayo Koroliov se salió al fin con la suya, como no podía ser de otra forma. El vuelo de la Vostok 2 duraría un día entero y, como concesión a Kamanin, el cosmonauta debería probar que era capaz de pilotar manualmente la nave como entrenamiento en caso de un retorno de emergencia. Aunque Titov era el favorito para pilotar la misión la tripulación definitiva no sería elegida hasta pocos días antes. Los cosmonautas seleccionados para pilotar la segunda nave Vostok serían, además de Titov, Andrián Nikoláiev, Valeri Bikovski, Pável Popovich y Grigori Nelyubov. Junto con Gagarin, estos seis cosmonautas formaba parte del grupo inicial de ‘elegidos para la gloria’ del programa Vostok (originalmente, en marzo de 1960, los seis eran Popóvich, Nikoláiev, Gagarin, Titov, Varlamov y Kartashev). Nelyubov, segundo reserva en la misión Vostok 1, jamás volaría al espacio y su historia personal terminaría por ser un triste compendio de desdichas y contratiempos del destino. Finalmente, la Comisión Estatal designaría a Titov y Nikoláiev como los candidatos para pilotar la Vostok 2.

También en el mes de mayo el gobierno soviético autorizó la construcción de 18 cápsulas Vostok adicionales. La mitad serían destinadas al programa Zenit, un tipo de satélite espía que compartía el diseño de la Vostok. Gracias a Zenit Koroliov había convencido a los militares para que financiasen el desarrollo de la primera nave espacial de la historia. Pero hasta que estos vehículos estuviesen listos, por el momento solo había una nave Vostok disponible. La oficina de diseño OKB-1 de Koroliov barajó lanzar la Vostok 2 en julio o agosto de 1961, pero Nikita Jruschov ordenó personalmente al Ingeniero Jefe que la misión tuviera lugar antes del 10 de agosto. En su momento Koroliov no comprendió tan extraña petición, aunque evidentemente solo podía acatar las órdenes del premier. El 13 de agosto de 1961 Koroliov supo al fin el porqué de la orden de Jruschov: ese mismo día comenzó la construcción del muro de Berlín.

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Titov con el traje Sókol SK-1.

La OKB-1 decidió que el lanzamiento de la Vostok 2 tendría lugar el 6 de agosto. El entrenamiento y preparación para el lanzamiento de la Vostok 2 fue similar al de la misión de Gagarin. Mandar un hombre al espacio estaba muy lejos de ser algo rutinario, pero ciertamente la tensión era mucho menor que la vivida en abril. Titov y Nikoláiev volaron al cosmódromo de Tyura-Tam (actualmente Baikonur) pocos días antes del lanzamiento. La Comisión Estatal, esta vez sin Kamanin y Gagarin, eligió Titov —que ostentaba el rango de mayor— como cosmonauta principal y Nikoláiev como suplente. De ahora en adelante, Titov sería conocido como el Cosmonauta Número 2.

Koroliov también tenía otras preocupaciones además de la Vostok 2. El 3 de agosto tuvo lugar una prueba del misil intercontinental R-9 de la OKB-1 desde la rampa número 51. Durante el despegue el cohete explotó, destrozando parcialmente la rampa. A pesar de que el programa R-9 no tenía nada que ver con el Vostok, evidentemente no era un buen augurio. La nave Vostok 2, conocida en la OKB-1 como vehículo 3KA nº 4, ya estaba en la rampa del Área 1 del cosmódromo a bordo del cohete 8K72K, una variante del misil R-7 que también sería conocida de forma retroactiva como Vostok (‘oriente’ o ‘este’ en ruso).

La Vostok 2 era básicamente similar a la de Gagarin, aunque Konstantín Bushuyev y Konstantín Feoktístov, los ingenieros a cargo del diseño de la Vostok, habían introducido varias mejoras. La nave, de 4731 kg, sería ahora capaz de permanecer en órbita una semana, de acuerdo con los planes de Koroliov. Se añadieron dos cámaras de televisión con una resolución cuatro veces superior a la que llevaba la Vostok 1, así como un nuevo sistema de acondicionamiento atmosférico. Además se incluyó un sistema de telemetría denominado Signal que complementaría el sistema Tral.

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Un cohete Vostok en la rampa.

El 6 de agosto a las cinco de la mañana hora de Moscú la Comisión Estatal dio la orden de cargar de combustible el cohete. Poco después el médico Yevgueni Kárpov despertaba a Titov y Nikoláiev, que habían dormido en una casita a poca distancia de la rampa. Los dos cosmonautas se dirigieron al edificio de ensamblaje, MIK, para ponerse sus trajes de presión Sókol SK-1. Tras despedirse de Koroliov y el resto de miembros de la Comisión, Titov subió en el ascensor de la rampa para acceder a la cápsula. A las 08:59:57 hora de Moscú el cohete 8K72K despegaba sin contratiempos desde Tyura-Tam. Pocos minutos después la cápsula alcanzó una órbita de 178 x 257 kilómetros de altura y 64,9º de inclinación, con un periodo de 88,6 minutos. Guerman Titov se había convertido en el cuarto hombre en el espacio y el segundo en órbita. Con solo 25 años, Titov sería además el cosmonauta más joven en alcanzar el espacio.

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Koroliov recibe en Baikonur a Titov y Nikoláiev.
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Telégrafo para comunicaciones de emergencia de las misiones Vostok 1 y Vostok 2 (Eureka).

En esta ocasión el lanzador Vostok se portó como era debido y puso la nave en una órbita adecuada (durante la Vostok 1 el apogeo fue tan elevado —de 327 kilómetros— que Gagarin hubiera muerto en el espacio si el motor TDU no hubiera funcionado como era debido). El código de Titov para las comunicaciones sería Oriol (‘águila’), mientras que el control de tierra respondería al código de Zaryá (‘aurora’). Durante la primera órbita (a las 10:00 hora de Moscú), así como en la séptima, Titov tomó brevemente los mandos de la nave. Al igual que la Mercury de la NASA, la Vostok era incapaz de cambiar su órbita o realizar maniobras de traslación y solo podía llevar a cabo maniobras de giro. No obstante, este control limitado era esencial para orientar en la dirección correcta el motor principal TDU de la cápsula si el sistema automático fallaba. Durante la segunda órbita Titov sacó la cámara de televisión Konvas, que usaría a lo largo de su misión para obtener imágenes de la Tierra a través del visor Vzor, situado frente a su sillón eyectable. Por primera vez un ser humano filmaba la Tierra desde el espacio. En la tercera órbita Titov de dedicó a hacer ejercicio.

Todo parecía ir como la seda, pero Titov comenzó a sentirse mal, especialmente a partir de la sexta órbita. Nauseas, desorientación… Titov no se lo podía creer, pero tenía todos los síntomas de estar mareado. Él, cosmonauta soviético y experimentado piloto de caza en excelente forma física, ¡mareado! Imposible. Las pruebas para ingresar en el cuerpo de cosmonautas habían sido brutales. Cientos de candidatos fueron descartados al menor síntoma de mareo y, sin embargo, allí estaba Titov, mareado en órbita. Titov no lo podía saber entonces, pero había sido la primera víctima del mareo espacial. Este tipo de mareo, que afecta a la mitad de astronautas aproximadamente, es impredecible y no hay forma de saber a priori quién va a sufrir sus efectos.

Los síntomas suelen desaparecer en cuestión de pocos días, pero evidentemente la misión de Titov no iba a durar tanto tiempo. El control de tierra, que conocía a Titov mejor que él mismo, se sospechaba que algo no iba bien, a pesar de que a las 15:30 horas el cosmonauta había comunicado que «estoy soportando la ingravidez muy bien». Finalmente supieron del problema cuando su compañero Popóvich le preguntó durante la sexta órbita «¿cómo te sientes»? y Titov respondió con un contundente «como una mierda». El mareo parecía agravarse si movía la cabeza, así que Kárpov y los demás médicos le recomendaron cerrar los ojos y permanecer lo más quieto posible. Lo malo es que su plan de vuelo le obligaba a moverse continuamente, especialmente si quería usar la cámara Konvas. Después de la misión Titov decidió sincerarse con la comisión médica y contó los pormenores de su mareo. Sin más referencias, la comisión sentenció que la causa de la indisposición radicaba en algún tipo de problema fisiológico de Titov, un problema que lo mantendría alejado de cualquier misión espacial durante años.

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Asiento eyectable de la Vostok con una maqueta de la cápsula (Eureka).

Dormir en el espacio. Ese era precisamente uno de los objetivos de la misión. Koroliov pensaba que si un cosmonauta era capaz de dormir embutido en una incómoda escafandra con el casco puesto —no se lo podía quitar aunque hubiera querido porque estaba cosido al resto del traje— sería capaz de trabajar en ingravidez sin problemas. Pero antes de dormir tenía que comer. Durante la tercera órbita (12:30) estaba planeada la comida y en la sexta, la cena. Titov comió un poco de puré con pan, paté, carne y zumo de zarzaparrilla. La comida, almacenada en tubos similares a los de pasta dentífrica, no era especialmente apetecible y Titov, en pleno apogeo de su mareo espacial, tuvo que luchar por contener las arcadas. Titov había recibido la orden de mantener su casco cerrado durante la misión, con la obvia excepción de las comidas, pero por miedo a morir ahogado por su propio vómito Titov optó por mantener una rendija abierta. Durante la sexta órbita Titov también se convirtió oficialmente en el primer humano que orinó en órbita (aparentemente, Valeri Vikovski fue el primero en defecar durante la misión Vostok 5).

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Sistema de recolección y evacuación de la orina en la Vostok. 1 – receptor; 2 – recolector de orina; 3 – filtro de aire; 4 – ventilador; 5 – recolector de residuos sólidos; 6 – salida de aire limpio; 7 – manguera flexible; 8 – bombilla indicadora del funcionamiento.
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Sistema de evacuación de residuos de la Vostok. Se aprecia el recolector de orina (arriba para hombres, abajo para mujeres) y el cazo para las heces dorado de un receptáculo intercambiable.

En la séptima órbita, siguiendo el plan de vuelo, se dispuso a dormir. El periodo de sueño debía coincidir con las ocho horas que la nave estaría fuera de la cobertura de las estaciones terrestres (desde la órbita número ocho a la doceava). A lo largo de este tiempo el control de tierra podría recibir telemetría del vehículo a través del canal secundario del sistema Signal (las estaciones terrestres, NIP, de la misión eran Yevpatoria, Tiblisi, Dzhusala, Kolpashevo, Ulan-Udé, Ussuriysk y Kamchatka). Al principio Titov no pudo conciliar el sueño y se despertó en repetidas ocasiones. Los cambios de temperatura de la cápsula, que varió entre los 10º C y los 25º C a lo largo de la misión, tampoco fueron de mucha ayuda.

El problema es que la Vostok no contaba con un despertador. Titov se había entrenado para dormir durante periodos de tiempo predeterminados, pero en esta ocasión su reloj interno le falló y durmió 35 minutos más de lo previsto. El cosmonauta debía haberse comunicado con la estación de Kamchatka durante la órbita número 12 a las 02:00 de la mañana, pero no lo hizo hasta las 02:37. Huelga decir que esos 37 minutos de retraso fueron una auténtica pesadilla para Koroliov y el resto del control de tierra. El Ingeniero Jefe llegó a pensar que el personal militar a cargo de las estaciones de Kamchatka y Ussuriysk se había quedado dormido, pero había sido justo al revés. Las próximas naves Vostok llevarían un reloj despertador construido expresamente para la misión.

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Una cápsula Vostok (en este caso Vostok 6) (Eureka).

Tras realizar otros experimentos de coordinación y escritura, Titov se preparó en la órbita número 17 para el encendido de frenado y la reentrada atmosférica. A unos 8000 kilómetros del punto de reentrada, la nave se orientó automáticamente usando sus sensor solar. El motor TDU funcionó perfectamente durante 45 segundos y poco después la cápsula se sumergía en la atmósfera terrestre. Pero, al igual que había sucedido durante el vuelo de Gagarin, el módulo de servicio (PO, Priborni Otsek) no se separó de la cápsula (SA, Spuskaemi Apparat) como era debido. Las tiras metálicas que unían ambos compartimentos se separaron correctamente en esta ocasión, pero no así el conjunto de cables encargado de la alimentación eléctrica y de fluidos, un fallo que ya había ocurrido en dos misiones Vostok no tripuladas previas. La Vostok 2 comenzó la reentrada balística dando tumbos hasta que, finalmente, las altas temperaturas de la reentrada —hasta 3500º C— derritieron el cable de unión y la cápsula quedó libre. Todo quedó en un susto, pero se trataba de un fallo de diseño muy grave que terminaría por costarle la vida a algún cosmonauta si no se solucionaba.

Titov se eyectó de la cápsula a los siete kilómetros de altura según el plan y a los cuatro kilómetros se separó de su asiento eyectable, aterrizando separadamente mediante su propio paracaídas. Como ya le había ocurrido a Gagarin, el descenso final a una velocidad de 6 m/s no estuvo exento de riesgos. Titov observó con pavor como el viento le llevaba hacía una vía de ferrocarril —la línea Urbakh-Novouzensk— por la que estaba circulando un tren justo en esos momentos. «Viajar al espacio para morir atropellado por un tren al regreso; menuda paradoja», pensó. Afortunadamente aterrizó sano y salvo, a unos treinta metros de las vías del tren, a las 10:18 hora de Moscú del 7 de agosto de 1961, no muy lejos del pueblo de Krasni Kut (región de Sarátov). Las coordenadas precisas del lugar de aterrizaje serían 50,8526º de latitud norte y 47,0204º de longitud este. El aterrizaje fue un poco brusco porque en la fase final descendió de espaldas sin poder ver hacía dónde se dirigía y además el fuerte viento lo arrastró por el suelo a él y su paracaídas durante varios metros. El tren que había estado a punto de arrollarlo se paró y una pequeña multitud se acercó al cosmonauta. Titov, haciendo aspavientos, les pidió ayuda y les dijo que estaba muy cansado. Poco después las autoridades lo recogerían y Titov se dirigió a Kuybishev (actualmente Samara); no sin antes beberse una cerveza, saltándose así todos los protocolos médicos.

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Titov habla con Jruschov tras su vuelo espacial.

Tras los accidentados aterrizajes de Gagarin y Titov se decidió que en el futuro las misiones tripuladas descenderían sobre las desérticas planicies de Kazajistán. La URSS anunció oficialmente que Titov había aterrizado de forma independiente mediante paracaídas, algo que no hizo durante el vuelo de Gagarin por miedo a que la Federación Astronáutica Internacional no reconociese la misión (una norma absurda dictaba que un astronauta debía aterrizar dentro de su nave para que su vuelo fuese reconocido). El anuncio hizo sospechar a muchos analistas que Gagarin también se eyectó durante su misión, como de hecho así fue.

Titov después del vuelo.
Titov después del aterrizaje.
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Memorial que marcaba el lugar del aterrizaje de Titov (hoy en día hay un monumento en la zona).

El vuelo de Titov había durado 1 día, 1 hora y 18 minutos, un auténtico récord que volvió a conmocionar al mundo. La misión de Gagarin no había sido un acto aislado. La Unión Soviética pensaba seguir lanzando vuelos espaciales tripulados cada vez más ambiciosos. Titov no solo había estado un día en el espacio, sino que además había sido el segundo ser humano en órbita. La NASA no sería capaz de poner un astronauta en órbita, John Glenn, hasta febrero de 1962, en la misión Mercury 6. El 25 de mayo de 1961, apenas tres meses antes de la misión de Titov, el presidente John F. Kennedy había pronunciado su famoso discurso en el que señalaba la Luna como el objetivo fundamental del programa tripulado norteamericano. La carrera espacial había comenzado.

En cuanto a Titov, no realizaría ningún vuelo espacial adicional. Las inspecciones médicas tras su misión revelaron una antigua lesión de muñeca que el cosmonauta había ocultado. Este hecho, sumado a su mareo durante el vuelo de la Vostok 2, impidió que volviese a viajar al espacio, aunque, después de fuertes discusiones, a partir de 1966 sería readmitido como cosmonauta en servicio de cara a posibles misiones espaciales. Durante los meses posteriores a su misión se convirtió junto a Gagarin en el embajador más famoso de la Unión Soviética. Frente al afable y simpático Yuri, el joven Guerman destacaba por su carácter brusco y temperamental. En su primera visita a los EEUU Titov logró la hazaña de caerle mal a casi todo el mundo al comparar despectivamente cualquier cosa que le enseñaban con la Unión Soviética (aunque también es cierto que la repentina muerte de su primogénito prematuro no contribuyó a mejorar su humor precisamente). A la larga, el acelerado ritmo de vida le pasó factura a ambos cosmonautas. Gagarin y Titov, entrenados para una llevar una vida austera como pilotos militares, no encajaron demasiado bien la fama. En octubre de 1961 Gagarin casi se rompió la cabeza —literalmente— mientras huía de su mujer estando bebido.

Por su parte, Titov sufrió numerosos accidentes de coche al conducir borracho. En febrero de 1962 se empotró contra un autobús, mientras que en junio de 1964 fue protagonista de un incidente todavía más grave. Una vez más, Titov perdió el control de su coche, pero esta vez una mujer que viajaba junto a él murió a resultas del choque. Para colmo, Titov se dio a la fuga y, posteriormente, mintió a la policía sobre el incidente. Solo su posición de héroe nacional evitó que acabase en prisión. Y eso que el 14 de noviembre de 1961 el Partido Comunista había reprendido de forma oficial —pero no pública— a Gagarin y Titov por su ‘conducta inmoral’, pero con pocos resultados.

Tras participar en el programa del avión espacial militar Spiral, Titov abandonó el 17 de julio de 1970 el cuerpo de cosmonautas y a partir de entonces comenzó a escalar puestos en la burocracia del ministerio de defensa. Su apoyo sería fundamental para que el gobierno soviético declarase el 12 de abril como el Día de la Cosmonáutica. El segundo cosmonauta abandonaría este mundo el 20 de septiembre de 2000 a una edad relativamente joven. Se nos fue así el que bien pudo ser el primer hombre en el espacio. Desgraciadamente, ya no nos podrá contar qué sintió al dormir por primera vez en el espacio.

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Titov en una foto de mediados de los años 70.

 

Interesantes vídeos de la misión Vostok 2 que incluye raras escenas de Koroliov y Titov:

Referencias:

  • RKK Energia imeni S. P. Koroliova, Tom 1 (1946-1996), RKK Energía, Moscú, 1996.
  • Borís Chertok, Raketi i Liudi, Mashinostroienie, 1996.
  • Nikolái Kamanin, Skriti Kosmos (1960-1963), Infortekst, Moscú, 1995.


29 Comentarios

  1. Es evacuar, porque necesidad fisiológica también es comer y más aún, beber. Y las dos son complicadas ahí arriba.
    Se preocupaban de los efectos de la ingravidez y no se preocuparon de los efectos del bajón en personas hiperpreparadas y estresadas hasta la ruptura. Por.un lado es lógico que escogieran militares, pero ni la disciplina ídem puede prevenir que una persona vuelva del infinito al cero y menos aún si la conviertes en un mono de feria. Tan bordes para unas cosas y tan paletos para otras. Vamos, que fue mucho peor la exposición mediática, cosa que era mucho más predecible.
    Pero bueno, un astronauta es más caro que la nave que lo lleva, se lo gastan en lo que quieren.

  2. Daniel, impresionante esta entrada sobre Titov, del que desconocía casi todo. Muchas gracias por el pormenorizado relato de los hechos y las otras historias que descubren la vida de un hombre que es historia de la cosmonáutica. Saludos.

  3. Felicitaciones Daniel!
    Una vez mas un excelente artiulo sobre uno de mis temas favoritos (historia de la cosmonautica Rusa) y muy en particular la muy buena manera que tienes a la hora de escribir y narrar los hechos (como me hizo reir: «no sin antes beberse una cerveza, saltándose así todos los protocolos médicos.»). Verdaderamente Daniel, deberias pensar enescribir un libro sobre la historia de la cosmonautica (recontada por ti) o al menos un recopilatorio de tus post sobre el tema, impresos y con una buena portada. Exitos, alegra empezar el dia leyendo algo tan interesante.

    1. A mi también me ha llamado la atención lo de la cerveza. Pero no marcó tendencia, como lo de «parar a mear de camino a la rampa» de Gagarin. Estaría bien eso de tomarse una caña al aterrizar… 🙂

  4. Ola, sigo agradeciendo un montón estos artículos, sobre todo porque clarifica muchos aspectos poco (o nada) conocidos de la carrera espacial soviética mucho menos publicitada que la norteamericana.

    Con respecto a lo del mareo, hablo desde mi pequeña experiencia como navegante: la falta de descanso o los nervios (estado de ansiedad) previos a una singladura pueden provocar mareo, sobre todo la primera jornada por muy adaptado que uno esté al medio. La noche anterior normalmente se duerme mal, de forma casi inconsciente uno repasa todos los detalles de la aventura y esas horas previas a la partida rara vez son de descanso reparador… El resultado es que he visto a buenos regatistas soltando las entrañas a poco de partir y quien escribe estas líneas se ha visto morir en medio de esa desazón del mareo con la que parece se le escapa la vida a uno. Cualquier navegante que diga que nunca se ha mareado le contestaré que ha navegado poco o no dice verdad. A este astronauta le pudo pasar algo de esto: mal descanso previo, alimentación iregular fruto de los nervios y ansiedad por las posibilidades de que algo fuese mal, resultado?? Apareció el mareo

    Y otra cosa, no entiendo como pudo «hacer caca» sin poder moverse del asiento y sin poder efectuar la preceptiva limpieza posterior. Y si llevaba algún tipo de pañal no comprendo tampoco como pudo dormir despues con «el pastel» (perdonad lo vulgar del razonamiento pero es lo que me viene al pensamiento sobre el tema).

    1. Con respecto a las necesidades de Titov, las fuentes no son claras. Sabemos que usó el equipo sanitario para evacuar la orina, pero hay confusión sobre si también defecó (oficialmente fue Valeri Vikovski el primero). Lo añadiré al post para que quede más claro.

  5. Como nos tienes acostumbrado, gran artículo Daniel, muy bueno.
    ¿Es cierto que el día que anunciaron que Gagarin sería el primero, éste le dijo a Titov «No te preocupes tu vuelo será más interesante que el mío»?
    Un saludo.

    1. Eso dicen. El problema con Gagarin y Titov es que es muy difícil separar el folklore de la realidad. Como ejemplo, un apunte: numerosas escenas, incluidas las de la Comisión Estatal, el ascenso hacia la nave y el lanzamiento de la Vostok 1, serían recreadas y filmadas después de la misión. La lógica era que, en caso de fracaso, cuantas menos pruebas hubiese, mejor.

    2. Eso es lo que sale en la película rusa de Gagarin. Titov le responde «Miles de personas viajarán al espacio, pero todos se acordarán solo del primero».

      1. Daniel, me gustaría saber cómo se llama el astronauta soviético que lloró al confesar que había dicho una mentira sobre lo que vió en la Luna.

  6. Otro fantástico artículo. Felicidades Daniel. Quiero pensar que el tren que traslada al cohete a la rampa, (al principio del primer vídeo), no es el de la actualidad, ¿no?, porque los vagones se parecen mucho, aunque es en blanco y negro. ¿¿¿NO SERÁ EL MISMO???. Un saludo.

  7. Me imagino a Titov placidamente dormido, mientras en tierra todos comiendose las uñas a lo apolo 13. Es que talvez le pudieron aguantar 5 o 7 minutos de espera en sus comunicaciones; pero 37 minutos ¿eso no es casi media orbita?.

    Me imagino la tamaña disculpa de Titov para todo el equipo en tierra.

    Saludos, que tengan un buen dia.

      1. pues con mayor razon!!!!. Se ve que a cualquiera se le duerme el gallo. No importa si es cosmonauta, el cansancio es el cansancio; por lo que creo que Titov no durmio la noche anterior al vuelo.

        Y quien podria dormir bien si alguien te dice que mañana iras al espacio y que pasaras todo un dia alla arriba .

        P.D: agradezco a Stewie por corregirme.

        1. Pues… No te he corregido nada, 37 de 89 viene a ser algo más del 41%, así que es media órbita. Más cerca de la mitad que de cualquier otra fracción de unidad (sobre todo a efectos de subirse por las paredes en CM).

          1. No me dirán que, después de eso (el subirse por las paredes, el mareo inesperado, las tozudas tiras metálicas, el trencito inoportuno), más de uno no se saltó todos los protocolos con una buena birra helada… ¿cortada con vodka, quizás? 🙂

          2. En los EEUU la marca de la birra estaría aún hoy en día anunciándose exactamente con eso.
            Ese fue uno de los fallos del régimen. Que tenían mucha propaganda, decían. Todo lo contrario, tenían poquísima y encima mala.

  8. Qué buenos los vídeos. Se nota que son documentales y no películas porque el narrador vocaliza y su entendibilidad es bastante alta, mejor incluso que los gruñidos de Matthew McConaughey. 🙂

    1. Son documentales muy especiales, hechos exclusivamente para las élites del partido y el gobierno, además de algunos cuadros de las oficinas de diseño. Cuando se rodaron la mayor parte de detalles del programa Vostok eran totalmente secretos para el gran público. Algunas escenas fueron usadas años después para documentales oficiales, eso sí, una vez censurados los detalles técnicos.

  9. Gran artículo, me encanta conocer la historia de la cosmonautica. Que gran equipo de ingenieros debieron juntarse junto al ingeniero jefe, como grande es Daniel contándonos estos pedacitos de historia.

  10. Increible articulo! Daniel siempre sorprendiendo con el nivel informativo altisimo y en español!
    Parece ser que tampoco los cosmonautas se libran de una vida problematica tras un éxito tremendo que les llegó al parecer demasiado jovenes

    1. Es el doble filo de la fama, que suele ser demasiado para casi cualquiera. La despiadada y constante exposición a los medios puede destrozar los nervios del más templado, especialmente cuando NO estás preparado para codearte con la élite mundial (presidentes, realeza, y todo el circo de cortesanos).

      Estos hombres eran pilotos, su vocación era volar, su lugar era el cielo. ¿Qué sabían ellos de sonrisitas falsas, diplomacia fotogénica, intrigas palaciegas? Como bien dijo Stewie, los convirtieron en monos de feria, perfectos e impolutos maniquies lanzados a surfear el vacuo glamour terrenal. ¿Cómo no iban a dar malos patinazos si les quitaron su humanidad, les robaron el cielo, les frustraron la vida?

  11. Titov en su vuelo pasó involuntariamente sobre Washington por causa del desplazamiento terrestre. Plena guerra fría y creo que esta circunstancia motivó alguna queja diplomática.
    Pueden confirmarme esto?
    Gracias

  12. !Que gloriosa época ! en comparación a la actualidad en que las agencias espaciales tienen que mendigar la finaciasion de sus misiones esperemos que ya que vimos una guerra fría 2.0
    no estaría mal una carera espacial 2.0 . 😛

  13. Sueñan los cosmonautas con ovejas ingrávidas? Si Titov no esta ya con nosotros quizas hayan quedado las entrevistas que le hicieron de desbriefing que le habran hecho los médicos. Habra soñado con algo Titov durante su histórico vuelo?

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