Todavía no sabemos si existe; y menos aún como se podría haber formado. Pero la inmensa mayoría de hipótesis sugieren que, en el caso de que realmente haya un noveno planeta situado más allá de la órbita de Neptuno, este habría nacido mucho más cerca del Sol y habría sido expulsado hacia los límites exteriores del sistema solar por culpa de las interacciones gravitatorias con los otros cuatro planetas gigantes. Esta es una hipótesis bastante sólida, pero hay una alternativa: ¿y si se hubiera formado en otra estrella para ser luego capturado por el Sol?

Para que esto sea posible deben cumplirse dos requisitos principales: el Sol tiene que haber pasado muy cerca de otra estrella durante su juventud y el noveno planeta debía estar situado originalmente en una órbita muy lejana alrededor de su estrella. La primera condición es fácil de cumplir. Sabemos que el Sol, como casi todas las estrellas, se formó en un cúmulo abierto en el que los encuentros más o menos cercanos debieron estar a la orden del día. El problema es que este encuentro no pudo ser demasiado cercano o de lo contrario las órbitas de los planetas más externos, especialmente Neptuno, y de los objetos del cinturón de Kuiper habrían sufrido perturbaciones que no serían compatibles con las órbitas que vemos en la actualidad.
Una ‘distancia de seguridad’ aceptable para el encuentro —suponiendo que fuera una estrella con una masa inferior a la solar— se considera que son unas 150 Unidades Astronómicas (UA), es decir, 22 500 millones de kilómetros. Esta cifra, relacionada directamente con el ‘parámetro de impacto’ que nos permite analizar el sobrevuelo, es bastante realista teniendo en cuenta las condiciones dentro de los cúmulos abiertos más jóvenes. Los estudios demuestran que hasta el 80% de las estrellas de masa solar en un cúmulo abierto de unos 700 miembros sufren encuentros a distancias inferiores a las 1000 UA, siendo la distancia media de unas 250 UA. Por lo tanto, hasta aquí todo bien.

Las dificultades vienen a la hora de explicar la presencia de un planeta en una órbita situada más allá de 100 UA (15 000 millones de kilómetros) alrededor de la otra estrella (recordemos que la órbita de Neptuno está a 30 UA, 4500 millones de kilómetros, y eso a pesar de que se formó más cerca del Sol). Según los modelos de formación planetaria es poco probable que un planeta más pequeño que Neptuno se haya formado in situ a tal distancia, aunque en realidad nadie sabe hasta qué punto esto es así. ¿Un callejón sin salida para la hipótesis de captura? No tan rápido, porque el noveno planeta pudo estar situado originalmente en una órbita muy excéntrica con un apoastro de 100 UA y un periastro de tan solo 10 UA (o sea, la distancia de la órbita de Saturno).
¿Y cómo habría llegado hasta allí? Pues mediante las interacciones gravitatorias con otros planetas de su sistema. Hoy en día conocemos muchos exoplanetas con órbitas sumamente excéntricas que seguramente han conseguido tras encuentros gravitatorios. Este tipo de órbitas podría ser, dependiendo del sistema, muy inestable, pero solo necesitamos que el noveno planeta aguante en esta órbita durante un corto periodo de tiempo —en términos astronómicos— hasta su captura por el Sol (cuanto más pequeña sea la estrella madre del noveno planeta, el encuentro podría ser más cercano y la órbita del planeta menos excéntrica, relajando las exigencias del sobrevuelo.

Como vemos, la hipótesis de la captura es posible, ahora bien, ¿se trata de un escenario probable? Las dificultades para calcular la probabilidad de que el hipotético noveno planeta sea un cuerpo capturado procedente de otra estrella son enormes, pero a pesar de todo los investigadores Alexander Mustill, Sean Raymond y Melvyn Davies lo han intentado. El resultado es que dicha probabilidad no es superior al 2%, y eso en el escenario más optimista.
Evidentemente, esto significa que lo más probable es que, si existe, el noveno planeta se formase más cerca de nuestro Sol y no en otra estrella. Pero también es verdad que un 2% no es un porcentaje despreciable, así que deberemos estar alerta. ¿Cómo saber si el noveno planeta es realmente un cuerpo alienígena de otro sistema solar? Pues, salvo que enviemos una sonda hasta allí para determinar de forma precisa la composición isotópica de forma muy precisa, es una tarea muy complicada. Sin embargo, el escenario de captura predice que, además del noveno planeta, el Sol debería haber capturado otros cuerpos de menor tamaño alrededor de la otra estrella. Estos objetos, denominados por Mustill, Raymond y Davies como ‘novenitos’ —me encanta el nombre—, tendrían órbitas similares a las del noveno planeta y serían una prueba de que su origen hay que buscarlo en otra estrella, un astro hermano del Sol que ahora debe estar en otra zona de la Galaxia.
De acuerdo con las predicciones de Konstantin Batygin y Mike Brown, el noveno planeta debería ser una supertierra o un minineptuno de unas diez masas terrestres situado en una órbita excéntrica (e = 0,5-0,8) con un semieje mayor de entre 400 y 1500 UA. Este noveno planeta permite explicar por qué varios objetos transneptunianos —el último es uo3L91— tienen órbitas similares. El descubrimiento de un planeta de gran tamaño situado en los límites del sistema solar sería un acontecimiento espectacular, sin duda, pero si al final resulta que en realidad se trata de un exoplaneta ‘infiltrado’, un mundo alienígena que podría además venir acompañado de una cohorte de ‘novenitos’, seríamos testigos de una auténtica revolución en la astronomía moderna.
Referencias:
- Mustill et al., Is there an exoplanet in the Solar System?, ArXiV, 23 marzo 2016.
- Planet Nine from Outer Space.
Para que luego digan que las mentes científicas no tienen imaginación. Les das una posibilidad un tanto razonable de que haya un noveno planeta y se sacan de la chisteta la posibilidad de que este sea de otra estrella y que,de propina, esté acompañado por una categoría nueva de cuerpos.
Estaba pensando lo mismo!
Y lo mejor de todo, el cartel de la película que encabeza este post, reciclado convenientemente xD
Joder, va a haber que poner un botón de me gusta en los comentarios…
+1 🙂
¿Lo vez Jofaserimon? Su estúpidas mentes! Estupidas,Estupidas, Estupidas!!!
¡Disculpa! ¡¡¡¡Solo bromeaba!!! 😉 Es una de las famosas citas de Plan 9 del Espacio Exterior.
¿Que tal si llamamos el planeta Ummo, o quizás Hercolubus o Nibiru? 🙂
Una prueba irrefutable sería que el movimiento de traslación fuera contrario al del resto de planetas del Sistema Solar.
Me temo que no. Mira el caso de Tritón. Si fue expulsado del SS interior bien pudo haber sido una carambola acojonante, pasando por un rasante solar primero.
No termino de entenderte. La órbita retrógrada de Tritón nos muestra que no se formó «in situ», sino de que fue capturado por Neptuno. Si el planeta nueve tuviera también una órbita retrógrada la conclusión más razonable sería la misma.
Es verdad que podría haber carambolas que pudieran hacer que fuera retrógrado pero deberían ser muy improbables.
Que Tritón accedió al sistema de Neptuno en sentido prógrado (no pudo hacerlo de otra manera), y tras la captura pasó a retrógrado. No está claro cómo sucedió esto, se cree que era un sistema doble (estilo Plutón-Caronte), es la opción menos complicada, su pareja fue eyectada y él pasó a una órbita retrógrada. Es decir, entró en órbita en sentido contrario al que intersectó a Neptuno. Por tanto, un planeta eyectado dentro del SS a órbitas más internas o externas tiene una probabilidad no nula de «voltear» su sentido de rotación. Esto no es difícil, lo difícil es que no hubiera alterado con él otras órbitas de los planetas conocidos, dado que su masa no es negligible (como la es Tritón respecto de Neptuno), pero supongo que eso puede arreglarse con un sobrevuelo kamikaze solar o alguna carambola esperpéntica.
Por otro lado, un exoplaneta podría haber accedido literalmente en cualquier plano, dado que los dos soles obviamente no tenemos ningún motivo para pensar que tenían discos protoplanetarios coplanares.
Vamos, que en mi opinión (que es como un culo cualesquiera) entiendo que eso, per se, no prueba nada ni en un sentido ni en otro. Además, no creo que la órbita sea retrógrada (según las hipótesis que barajan no es así), pero esto será como sea, no como crea uno que es.
No sé si me explicado. Ya veo que no es mi fuerte.
Qué interesante.
En nuestro sistema solar se ven cosas muy raras, hasta tenemos planetas con eje de rotacion oblicuo… Quien sabe…
Si Ed Wood levantara la cabeza… xD
Lo que más me gusta es la presunción, totalmente gratuita, de que no hay planetas emperor-size a distancias aberrante-brutales de su sol. Me recuerda a algo… ah, sí, toda esa cohorte de peacho planetas jarl dándose picos con sus soles que «no deberían estar ahí» (la naturaleza es de una faltez que vamos).
Debe haber planetas a porrillo, y flotando libres en el espacio ya han pillado unos cuantos. «Rogue planets» se les dice en inglés, por si alguien quiere escarbar.
Hombre, y por cierto, ¿y por qué no puede ser uno de esos capturado por el Sol? El más próximo (detectado) está a sólo 7 años-luz:
http://en.wikipedia.org/wiki/WISE_0855%E2%88%920714
Sí, claro, hasta ahora sólo enanas (y sub-) marrones. Pero es que más pequeño que eso no se puede ver.
Por ahora.
para mí que el noveno planeta si realmente existe resultará ser otra cosa un enana marrón por ejemplo
final mente aparecerá Nemesis
Una enana marrón se habría visto en los datos del WISE.
Creo que incluso algo del tamaño de Saturno habría sido detectado por WISE, de ahí que se piense que el noveno planeta es una supertierra.
Al menos según este blog hace 70000 años nos «rozó» una estrella.
https://danielmarin.naukas.com/2015/02/18/la-estrella-que-se-acerco-al-sol-hace-70-000-anos/
El WISE supongo que barrerá el cielo por cuadrantes y luego a empezar otra vez, pero eso es como el juego de la cámara de vigilancia que sigue un patrón definido y barré siempre las mismas zonas en los mismos intervalos de tiempos. Un planeta está en movimiento y puede haber pasado justo en alguno de los momentos en los que el WISE no estaba mirando en esa dirección. Quien sabe. Que alguien me corrija sobre esto.
No, un planeta o enana marrón a las distancias de las que estamos hablando está prácticamente fijo en el campo de visión del WISE.
Leo por ahí un paper de nada menos que Morbidelli explicando que la causa más probable de la extraña órbita de Sedna es precisamente el paso de una estrella.
http://arxiv.org/abs/astro-ph/0403358
Dani, ve preparando la entrada:
http://global.jaxa.jp/projects/sat/astro_h/topics.html#topics7268
6 partes, aunque en microsiervos adelantan que el JSOC habla de 11, separadas en 2 órbitas, una más alta y otra más baja que la original.
Desde luego Jaxa no está muy por la labor de mantener informado a nadie…
La entrada la tengo preparada desde el 26 de marzo 😉
«Planet 9 from Outer Space»… no se puede decir que no tengan sentido del humor. ROFL.
Por eso hay que encontrarlo y estudiarlo a fondo junto a esos cuerpos, si sus abundancias no coinciden con las que tienen los demás del Sistema Solar es prueba de que es un objeto «de fuera».
De existir, sera una supertierra o quizas algo mas pequeño tipo Tierra o Marte, no creo que sea algo en plan enana marron o como Neptuno sino pienso que hace tiempo se sabria y no solo por Wise.
¿Por qué sería una revolución para la astronomía? ¿En qué hubiese cambiado ésta, o qué consecuencias traería el descubrimiento?
Básicamente, porque podríamos estudiar un exoplaneta de forma directa dentro de nuestro sistema solar. Es decir, podríamos poner a prueba los modelos de formación planetaria directamente.
Con la búsqueda de exoplanetas ya están cambiando los modelos de formación planetaria cada dos por tres… no sé yo si eso sería muy novedoso, pero gracias por la respuesta, y por tu grandísimo blog. ¡Suerte con el premio 20Blogs!
…se empieza con el Plan 9 from outer space y se termina con Invasion of the Body Snatchers… no digáis que no he avisado
Fabulosas las conjeturas.
El Sistema Solar esta como en una especie de burbuja deformada principalmente por el propio movimiento del sol al orbitar el centro de la Vía Láctea, y en menor medida por el viento galáctico y la influencia de otras estrellas.
La región de influencia del SOL (nuestra estrella), o sea lo que llamamos Sistema Solar se extiende hasta mas allá de la HIPOTÉTICA Nube de Oort y esta ultima comienza a partir de las 1000 UA a las 2000 UA. Y recodemos que la estrella mas cercan es Proxima Centauri a 4.2 Años Luz.
Plutón fue descubierto hasta 1930, mas de un siglo después de descubrir el octavo planeta (Neptuno).
En 2003 se encontró un objeto llamado SEDA proveniente de la NUBE de Oort y que esta a 76 UA con el afelio mas grande: 1000 UA.
En 2012 se encontró el objeto mas lejano hasta el momento 2012 VP113 a 80 UA.
El cinturón de Kuiper aunque se planteo la HIPÓTESIS de que existía no fue sino hasta recientemente (1992) que se encontró la primera evidencia de ello.. Hoy sabemos que se extiende desde unas 30UA hasta unas 50 UA.
Mas allá de eso solo se sabe que hay una región llamada Acantilado de Kuiper, donde casi que dejan de existir objetos Kuiperianos, muchos astrónomos/científicos plantean la existencia de un gran cuerpo que a limpiado esa zona.
Y mas allá no conocemos nada, estamos en pañales, hasta ahora nuevos telescopios dan luces de que hay un poco mas allá, pero la tecnología esta mejorando.
Así que hay una basta región del sistema solar aun por descubrir y resulta poco probable de que allí no allá nada. Se plantea una y otra vez que por lo menos debe existir un planeta, solo que aun no se ha descubierto.
Lo de la enana marrón es muy pero muy poco probable, hay telescopios de “muy alta sensibilidad” (tecnología actual) en infrarrojo que no han descubierto nada.
Y hay fenómenos particulares como la órbita como que Urano y Neptuno intercambiaron sus órbitas. (hace 650 millones de años). Triton, la Luna de Neptuno tiene una órbita retrograda. La rotación de Urano quedo acostada tal vez por un gran impacto.
Así que los científicos plantean hipótesis en base a fundamentos, esta por definir de si llegase a existir otro planeta si esta se formo con el sistema solar o fue atrapado luego.
Está claro que el noveno planeta nos va a dar muchas tardes de gloria…, aparezca o no 🙂
Por cierto, Dani, el enlace sobre el uo3l91 no está apuntando a ningún sitio
Y si nuestro sistema solar tuvo alguna vez ese noveno planeta y alguna estrella no los robó en un encuentro cercano?
Otra posibilidad es que Sedna también podría ser un cuerpo extrasolar capturado por el Sol:
http://mnras.oxfordjournals.org/content/453/3/3157
http://principia.io/2015/12/07/cuando-el-sol-secuestro-sedna/
Teniendo en cuenta que el perihelio de Sedna será en 2076, ¿no sería interesante plantearse una misión allí? Como estará unas 2.5 veces más lejos que Plutón, sería el momento de empezar a plantearse la misión si realmente queremos llegar allí 🙂