Encélado tiene un océano global subterráneo

Por Daniel Marín, el 16 septiembre, 2015. Categoría(s): Astronáutica • Astronomía • Cassini • NASA • Saturno • Sistema Solar ✎ 65

Atención, porque esta puede ser una de las noticias más importantes del año relacionada con la exploración del sistema solar exterior y, de forma más genérica, con la habitabilidad de mundos fuera de la Tierra. El equipo de la sonda Cassini de la NASA ha determinado que Encélado, la luna de Saturno, posee un océano global bajo su corteza exterior de hielo. Hasta ahora se sabía que Encélado debía poseer una masa de agua líquida bajo el hemisferio sur, pero se creía que esta no se extendía por el interior de todo el satélite. De confirmarse la noticia, Encélado se convertiría el primer mundo con un océano global subterráneo en contacto con la superficie que conocemos.

Encélado podría tener un océano global (NASA).
Encélado podría tener un océano global (NASA).

El descubrimiento se produce pocos meses después de que hayan aparecido fuertes evidencias de que Encélado posee fuentes hidrotermales en el fondo del océano del polo sur. Por lo tanto, recapitulemos para comprender por qué todo esto es tan importante. Encélado ya era famoso por los chorros de hielo y polvo que surgen del polo sur a través de las fisuras apodadas ‘rayas de tigre’. No obstante, no estaba nada claro que los chorros procediesen de un océano. Varios modelos sugerían un ‘Encélado frío’ según el cual los chorros se crearían en la superficie de una corteza dominada por los movimientos de convección del hielo. Pero ya en 2014 los datos de Cassini favorecían claramente la existencia de un océano local en el polo sur y los partidarios del Encélado frío fueron rindiéndose a la evidencia uno tras otro.

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Los géiseres de Encélado vistos por la Cassini (NASA/JPL).
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Modelo de géiser frío para explicar los chorros de Encélado (NASA).

Aun así, muchos investigadores no tenían claro que los chorros de la superficie estuviesen conectados directamente con el océano interno. Pero poco a poco la sonda Cassini ha ido acumulando pruebas de que, sorprendentemente, los géiseres sí que vienen directamente del océano. Este descubrimiento ha supuesto un verdadero cambio de paradigma en la exploración espacial, ya que en el futuro seremos capaces de explorar directamente la composición del océano de Encélado sin necesidad de aterrizar en su superficie (y, ya que estamos, incluso podríamos buscar vida).

Modelo antiguo del interior de Encélado, con un océano local sin fuentes hidrotermales (NASA).
Modelo antiguo del interior de Encélado, con un océano local sin fuentes hidrotermales y con una corteza gruesa (NASA).

Pero los partidarios de un Encélado poco activo no se rindieron. Puede que Encélado tuviese un océano bajo el hemisferio sur, sí, pero el mecanismo tras su actividad no sería demasiado energético. Es decir, el océano de Encélado sería una masa de agua gélida a alta presión. Y entonces es cuando se produjo el descubrimiento de las posibles fuentes hidrotermales. Su existencia cambia las reglas del juego radicalmente. ¿Por qué? Pues porque tenemos agua líquida, sustancias orgánicas y calor (energía), o sea, los ingredientes básicos para la aparición de la vida.

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Modelo de océano local con fuentes hidrotermales (NASA).

Un océano global multiplicaría varias veces el potencial de habitabilidad de esta luna. Ahora bien, ¿cómo saben los científicos que se trata de un océano global y no de un océano localizado? Pues el asunto es bastante fácil -en teoría, claro-. Basta con comprobar si la corteza de hielo está unida al interior del satélite. ¿Cómo? Pues comparando cientos de fotografías tomadas a lo largo de los últimos años y comprobando si las características del terreno están donde deben estar. Para ello hay que tener en cuenta que Encélado siempre muestra la misma cara hacia Saturno, pero debido a la excentricidad de la órbita y su forma ligeramente no esférica se producen ligeros ‘bamboleos’ del eje de rotación conocidos como libraciones (que son los que nos permiten ver más del 50% de la superficie la Luna desde la Tierra). Pues bien, dependiendo de la magnitud de las libraciones, podemos averiguar si el interior del satélite es rígido o no. Y el análisis de las fotografías de la Cassini apunta precisamente a una libración extrema que se corresponde con la presencia de un océano global.

Modelo de océano global con fuentes hidrotermales (NASA).
Modelo de océano global con fuentes hidrotermales (NASA).

En cualquier caso, nadie sabe cuál es la fuente de energía tras la actividad inusitada de Encélado. Las fuerzas de marea no son suficientes para explicar tal derroche de actividad geológica, por lo que ciertos modelos sugieren que quizás estemos contemplando una fase especialmente activa de esta luna, que por lo general sería más tranquila (de ser esto cierto su potencial de habitabilidad bajaría varios puntos, pero no mucho).

Poco a poco el pequeño Encélado se ha atrevido a hablar de tú a tú con Europa, el famoso satélite de Júpiter y hasta la fecha el mundo con mayor potencial de habitabilidad del sistema solar fuera de la Tierra -y puede que Marte-. A diferencia de Encélado, todavía no está claro que Europa tenga géiseres ni que posea un océano global, aunque si efectivamente existe un océano de este tipo sería muchísimo más grande que el de Encélado. Estas incógnitas las deberá responder la futura sonda de la NASA para el estudio de Europa (por otro lado, probablemente Ganímedes, Calisto y Titán posean también océanos globales, pero estos no están en contacto directo con la superficie, así que su potencial de habitabilidad debe ser muy inferior). Ha costado mucho esfuerzo sacar adelante esta misión, pero si esta noticia se confirma no me extrañaría que surgiesen voces para mandar una sonda a Encélado antes que a Europa. La propuesta de misión Enceladus Life Finder sería capaz de buscar formas de vida en los chorros de Encélado a un coste relativamente bajo. Por supuesto, ambas misiones no son excluyentes. De hecho, es más bien lo contrario, pero evidentemente quizás la NASA deba plantearse el desarrollo de una misión a Encélado mucho más ambiciosa.

El próximo 28 de octubre la sonda Cassini realizará el sobrevuelo más cercano a Encélado de toda la misión y pasará a solo 49 kilómetros de la superficie. Ahora sabemos que sobrevolará un mundo con un océano global en cuyo fondo hay fuentes hidrotermales, algo que parecía ciencia ficción cuando la Cassini salió de la Tierra en 1997.



65 Comentarios

  1. Lo del sobrevuelo a sólo 49 km te pone los pelos de punta por la cercanía pero, ¿sabemos por qué parte del satélite pasará la Cassini?. Veo éste aspecto muy importante porque de no pasar cerca del polo sur y fotografiar de nuevo los geiseres, me temo que nos quedaremos un tanto defraudados.

    1. Tengo entendido que cassini pasara precisamente justo sobre los chorros de agua situados en el polo sur, por lo que podríamos tener nuevas sorpresas. De haber sido una nave tripulada, la vista sería de vértigo !

      Saludos.

  2. Parece importante saber de dónde ese calor interno de tantos satélites, se me ocurren varios motivos:
    -Los exóticos hielos de la corteza son más aislantes de lo se cree
    -El núcleo gira a distinta velocidad que la corteza, generando fricción.
    -El núcleo tiene mayor proporción de materiales radiactivos de lo que se piensa.
    -Las radiaciones emitidas por Saturno o Júpiter afectan a la radiación natural de los componentes radiactivos de los núcleos de los satélites potenciándolas.
    -Periódicamente se producen impactos con asteroides que calientan los satélites.
    -No se tienen en cuenta las fuerzas de marea que se producen al pasar un satélite junto a otro.
    -Existe una forma desconocida de interacción de la materia que produce calor.
    Al modelo actual se le escapa algún factor o combinación de ellos que hace que los cálculos de producción o conservación de calor tenga un error tan grande que lo hace totalmente inútil.
    La falta de certezas es lo que hace apasionante el estudio de estos mundos.

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Por Daniel Marín, publicado el 16 septiembre, 2015
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