Las misteriosas nubes marcianas de gran altitud

Por Daniel Marín, el 17 febrero, 2015. Categoría(s): Astronomía • Marte • Sistema Solar ✎ 29

Marte sigue dándonos sorpresas. Pero el último descubrimiento del planeta rojo no proviene de Curiosity ni de ninguna de las otras sondas  marcianas -seis, para ser exactos- que están en servicio en estos momentos, sino de imágenes de astrónomos aficionados (!) y del telescopio espacial Hubble. Y es que un grupo de investigadores liderado por el español Agustín Sánchez Lavega -uno de los mayores expertos en atmósferas planetarias del mundo, por cierto- ha descubierto unas extrañas formaciones a gran altitud en la atmósfera de Marte.

High-altitude_plume_on_Mars
Nubes a gran altitud en Marte vistas por W. Jaeschke y D. Parker el 21 de marzo de 2012 (ESA).

Dos penachos de naturaleza desconocida aparecieron en el terminador matutino del planeta a una altura de 200-250 kilómetros en marzo y abril de 2012. Fueron captados por astrónomos aficionados de todo el mundo y su aparición cogió a todo el mundo por sorpresa. Nadie sabe exactamente cuál es su naturaleza y en su momento se pensó que eran simples artefactos de la óptica o el procesado de imágenes. Pero no, las estructuras son reales. Entonces, ¿qué son?¿Nubes?¿Polvo en suspensión? Hasta la fecha, las nubes más altas de cristales de hielo de agua o dióxido de carbono que habían aparecido en Marte lo habían hecho a unos cien kilómetros de altitud. En cuanto a la segunda opción, Marte es famoso por sus gigantescas tormentas de polvo, pero el caso es que no se han detectado concentraciones apreciables de polvo en suspensión por encima de sesenta kilómetros sobre la superficie.

Mystery_plume_on_Mars
Gif animado de la nube marciana vista el 20 de marzo de 2012 (ESA/W. Jaeschke).

Las estructuras descritas por Sánchez Lavega y sus colegas en un reciente artículo en Nature se formaron en menos de diez horas. Su aspecto cambiaba diariamente y fueron visibles por espacio de diez días seguidos. Los dos penachos se formaron sobre la región de Terra Cimmeria y su extensión alcanzaba los mil kilómetros (!). Curiosamente, solo fueron visibles al amanecer, lo que indica una actividad cíclica relacionada con la rotación del planeta. Intrigados por el fenómeno, los investigadores decidieron buscar en imágenes de archivo del telescopio espacial Hubble tomadas entre 1995 y 1999, encontrando varias nubes similares que aparecieron a alturas de cien kilómetros. Sin embargo, el 17 de mayo de 1997 el Hubble captó una formación inusualmente alta similar a las que aparecieron en 2012. O sea, que el fenómeno de 2012 no fue único.

Hubble_spies_mystery_plume_on_Mars
Nube a gran altitud vista por el Hubble en 1997 (NASA/ESA).

Al estar situados a semejante altitud, los penachos se internan claramente en la ionosfera y la exosfera marciana, de ahí que se sospeche que su naturaleza tenga que ver más con la actividad magnética que con las nubes. Y es que aunque Marte carece de un campo magnético dipolar y global como el de nuestro planeta, desde 2005 sabemos que sí posee zonas con campos magnéticos locales que generan pequeñas auroras. Estas anomalías magnéticas son capaces de crear auroras a alturas de unos 130 kilómetros, por encima de las nubes de hielo, pero claramente por debajo de las estructuras recién descubiertas.

En cualquier caso, y contra todo pronóstico, Sánchez Lavega y su equipo han determinado que las medidas fotométricas de los penachos son consistentes con nubes de hielo (de agua o dióxido de carbono) formadas por partículas de 0,1 micras de diámetro, descartando así que estén formadas por polvo en suspensión. La pega es que la atmósfera debería ser mucho más fría de lo esperado a esas alturas para permitir la formación de estas nubes. Eso sí, teniendo en cuenta que la en zona donde aparecieron se ha detectado actividad magnética, también podría tratarse de auroras mil veces más brillantes que las terrestres. Ahora bien, resulta prácticamente imposible explicar cómo se pueden producir semejantes auroras con el ridículo campo magnético fósil de la corteza marciana. En definitiva, lo llamativo del caso es que actualmente no es posible explicar su existencia con los modelos atmosféricos que tenemos a mano. Simplemente, estas nubes no deberían existir.

Es de esperar que, ahora que sabemos que estas estructuras son reales, alguna sonda espacial las pueda observar directamente. Las sondas MAVEN y MOM, que llegaron el año pasado a Marte con el objetivo de investigar precisamente la alta atmósfera del planeta y su interacción con el viento solar, tendrán mucho que decir al respecto. Por el momento, Marte tiene un nuevo misterio.

Referencias:



29 Comentarios

    1. Bueno no creo que tengan una potencia suficiente para desviar la mayoría de partículas como hace el campo terrestre.
      Sin duda se podrá estudiar emplazar las misiones tripuladas en zonas cuyo campo sea más fuerte y/o estable, pero no podrá sustituir otros sistemas más activos en este respecto, como mucho complementarlos. Recuerda que no sólo el campo EM nos protege de la radiación solar y cósmica, la densidad de nuestra atmósfera también juega un papel.

  1. Casi me asombra más el hecho de que ninguna de las sondas que por allí pululan (seis, vaya) hayan captado ninguna de esas «nubes». ¿A qué puede deberse?

    1. Creo que es por la forma que toman las fotos a base de mosaicos (lamento no saber más en detalle a qué se debe), Francis lo ha comentado en su post. Y a parte porque en el 2012 y menos en el 97, no había tanta sonda por allí.

      Saludos.

      1. Tiene lógica, las sondas mirarán con su telescopio una pequeña parte de la superficie, en cambio hace falta perspectiva para ver el efecto. Igual apuntando al horizonte cuando allí se haga de día se consigue algo.

  2. Lo había leido en twitter, pero he decidido esperar a que tú dijeras algo… (las fuentes no eran muy fiables)
    Gracias por mantenernos informados!

  3. Dani, offtopic: ¿Las camisetas con el logo de Eureka como está el tema? Lo digo porque me molaría mucho llevármela en septiembre a cabo cañaveral 😉

      1. weeee! perfecto… Solo falta que retrasen el vuelo de SpaceX retrase su lanzamiento de principios de Septiembre al 26 y seré el primer «corresponsal» de Eureka jajajaja

        1. Uf! De aquí a septiembre, SpaceX puede acumular dos meses de retrases sólo por razones meteorológicas perfectamente. Vamos, que debes de tener las mismas probabilidades de ver un lanzamiento vayas el día que vayas… Aparte, que si no están de lanzamiento creo que te puedes acercar a ver más cosas.

          El caso es que te lo pases como me imagino que me lo pasaría yo (hint: como alguien muy pequeñito), y que si descubres algún detalle friki que no se pueda encontrar fácilmente por internet, le saques fotos y nos las enseñes. 🙂

  4. Este es el original

    Nature | Letter

    An extremely high-altitude plume seen at Mars’ morning terminator

    A. Sánchez-Lavega,
    A. García Muñoz,
    E. García-Melendo,
    S. Pérez-Hoyos,
    J. M. Gómez-Forrellad,
    C. Pellier,
    M. Delcroix,
    M. A. López-Valverde,
    F. González-Galindo,
    W. Jaeschke,
    D. Parker,
    J. Phillips
    & D. Peach

    Affiliations
    Contributions
    Corresponding author

    Nature
    (2015)
    doi:10.1038/nature14162

    Received
    01 August 2014
    Accepted
    17 December 2014
    Published online
    16 February 2015

  5. En el principio de la nota dice que hay seis sondas en activo en Marte. Creo que son siete. Opportunity, Curiosity, MRO, Odissey, Mars Express y, MAVEN y la sonda india.

    1. Sip, Mars Odyssey (20011024), Mars Express (20031225, la que soltó la Beagle 2), MRO (20060310), MAVEN (20140922) y MOM (20140924). Cinco en órbita y los dos rovers (Opportunity y Curiosity). Pero la nota es correcta, dice «ni Curiosity ni ninguna de las otras seis», siete en total.

  6. El tamaño (superficie) de la nube era aprox. el de España (sobre medio millón de km²). No está nada mal. No es sólo la altitud descomunal, es la extensión superficial del fenómeno lo que lo hace inexplicable a los modelos (si digo alfileres, igual me columpio, dejémoslo en calzadores de Gould) actuales. Que son complicaditos de cojones y no resisten comparación con los abortos de atmósfera que se creía que era la de Marte en los años 70. Vamos, que no hay agua bastante para esto (había leído que hasta se consideró si podría ser a consecuencia de un impacto meteorítico, pero es absurdo por la clara relación con la rotación). En realidad, todas las opciones están abiertas, incluyendo mecanismos tipo géiser, sean estos como fueren.

    Y naturalmente, una sonda en órbita baja podría verse afectada por este tipo de fenómenos.

    Menos mal que lo sabemos todo :D. Somos asín los humanos. Es un planeta que merece media docena de sondas cada año (y lo mucho que tenemos que aprender), pero preferimos gastarnos la pasta en tranvías de Parla, en sulmarinos que no vuelven a flglote y en bombardear Libia con la OTAN. Después lloramos.

    1. Hay demasiada tendencia a decir que algo esta «muerto» o que carece de interés…
      Si llegas y no hay un dinosaurio que se coma tu sonda no mola.
      Lo que nos queda por aprender… pero sobre todo por desaprender.

      1. Hombre, hay que reconocer que para la infracultura con que nos bombardea Jólibuz si aterriza la Curiosity y aparece un Alien y le pega una hostia y la estampa contra un cráter, desde luego abre todos los NO-DOs, digo telediarios del planeta.

        Y luego a continuación vamos a Marte fijo, la OTAN en pleno, a pegarle un repasito al planeta para enseñarle quien manda aquí. Si eso de ser el planeta rojo ya venía torcido desde el principio.

        Si al final va a tener razón el Kubrick con lo de 2001 y mira que me jode…

  7. Ola, no entiendo esto:»…se pensó que eran simples artefactos de la óptica o el procesado de imágenes.»
    Se quiere decir: «defectos de la óptica» quizá??

    1. En los algoritmos de compresión por bloques pueden aparecer zonas pixeladas o que visualmente aparecen con más ruido. Toda la imagen se ve afectada, pero el efecto es más evidente en las zonas con mayor contenido en bajas frecuencias: Exactamente lo que ocurre con imágenes del cielo.

  8. Buenoas días. Yo, como Cienfuegos, no entiendo que este fenómeno no haya sido captado por alguna sonda. No lo entiendo. Tampoco entiendo que puedan ser nubes de polvo. Dentro de mi ignorancia he leido en este Blog y en el foro de Sondas, algo así como que el viento más fuerte en Marte es como una ligera brisa aquí. En cuanto a las camisetas, yo no voy a ir a Cabo Cañaberal como Txemary (felicidades porque no sabes cuanto me gustaría, a lo mejor algún día ….), pero me la pondré para que la vean los guiris en el Sur. Muchas felicidades, como siempre Daniel por tu labor divulgativa, es muy importante.

  9. ¡Fascinante, la verdad! Yo ni idea de estas cosas geológicas, la verdad, no es mi campo ni de lejos, pero si me pongo el sombrero de experto friki, miraría posible actividad geológica (vulcanismo, básicamente). No se la consistencia de esas nubes, así que ni idea de la masa involucrada, pero me da que para conseguir un cambio tan dramático en la atmósfera necesitas un gran aporte brusco de energía, y francamente, no se me ocurre otro mecanismo… quizás un impacto?

    Pero desde luego, que lástima que la MRO no llegara a tiempo para echar un vistazo. ¿Me imagino que a partir de ahora habrá gente de la NASA a la espera de que se vuelva a producir el fenómeno para captarlo con detalle?

    Y por cierto, para la gente de los comentarios en general, si las fotos son del 2012, la MAVEN y la MOM no habían llegado todavía, y las otras estaban enfrascadas en sus programas de investigación, que obviamente no incluían perder su valiosísimo tiempo en mirar a su alrededor en áreas en las que no se esperaba que hubiera nada interesante. Eso se le deja a los telescopios terrestres, que hay muchos y obtienen imágenes con mucho más contexto, para saber luego dónde enfocar la altísima resolución (pero pequeño campo de visión) de las sondas que están in-situ. No apaleemos a la NASA sin razón. 😉

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Por Daniel Marín, publicado el 17 febrero, 2015
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