El rover de la NASA de 2020 buscará vida en Marte

Por Daniel Marín, el 10 julio, 2013. Categoría(s): Astronáutica • Astronomía • Marte • NASA • Sistema Solar • sondasesp ✎ 22

Cosas de la política. La administración Obama decidió cancelar la cooperación de la NASA con Europa en el programa ExoMars y amenazó con recortar drásticamente el dinero para la exploración del planeta rojo. Ante las protestas de la comunidad científica, la Casa Blanca reculó y finalmente autorizó el desarrollo de un rover marciano usando la tecnología del Curiosity que despegará en 2020.

Aspecto preliminar del rover de 2020. Sí, es un clon de Curiosity, pero más barato (NASA).

Lo curioso del caso es que la comunidad científica no había pedido un rover. O mejor dicho, no sólo uno. La prioridad en la exploración de Marte es el retorno de muestras, un objetivo tremendamente ambicioso y costoso que requerirá de múltiples misiones. Así que, ¿para qué se puede usar el nuevo rover?

Tras casi seis meses, la comunidad científica ha hablado. O mejor dicho, lo ha hecho el Equipo de Definición de la Ciencia del rover de 2020 (SDT, Science Definition Team), que acaba de publicar su informe dentro del MEPAG (Mars Exploration Program Analysis Group) con las recomendaciones sobre los objetivos científicos de la misión.

¿Las conclusiones? El nuevo laboratorio deberá buscar signos de vida en Marte. Algo novedoso, y es que a muchos les sorprenderá saber que desde las misiones Viking allá por los años 70 la NASA no ha buscado vida en Marte de forma directa (Curiosity estudia la habitabilidad del planeta rojo, no la presencia de vida). Las probabilidades de que exista vida actualmente en Marte son mínimas, así que el rover se centrará en estudiar los rastros biológicos que hayan podido dejar los hipotéticos microorgаnismos marcianos en el pasado. Evidentemente, buscar vida es un objetivo fascinante, pero muy arriesgado. En ciencia un resultado negativo es igual de valioso que uno positivo, pero la opinión pública no opina lo mismo y la NASA no se puede arriesgar a que la misión sea considerada un fracaso en el caso de no encontrar signos evidentes de vida. Por eso, el primer objetivo de la misión será en realidad explorar un ‘Ambiente Antiguo Relevante’. ¿Y esto qué es? Pues una región de la superficie marciana correspondiente a la Era Noeica, es decir, con una antigüedad superior a los cuatro mil millones de años. Y es que no debemos olvidar que el Marte primitivo fue habitable y es la clave para entender el origen de la vida en la Tierra. Curiosamente, vale la pena señalar que la misión ruso-europea ExoMars 2018, mucho más modesta, también planea explorar una zona de la Era Noeica.

Para saber si la vida surgió en Marte, el rover deberá buscar varios tipos de biofirmas. Aún no está claro qué instrumentos científicos serán los encargados de la tarea, pero deberá llevar un conjunto lo suficientemente capaz como para identificar algunas de ellas. Las biofirmas más importantes son  las moléculas orgánicas, biominerales, estructuras a gran escala asociadas con la vida (arrecifes, estromatolitos, etc.) y, por supuesto, microfósiles (esto último no sería una biofirma, sería un bombazo). En concreto, el grado en el que el rover sea capaz de caracterizar la materia orgánica definirá la capacidad para detectar antiguos rastros de vida marciana.

Biofirmas que debe analizar el rover (NASA).
Posibles instrumentos para detectar biofirmas en función de su capacidades (NASA).
Características que deben tener los instrumentos para analizar la materia orgánica en función de la capacidad para asegurar que hubo vida en Marte (NASA).

Otro objetivo, quizás tan importante como el anterior, será guardar muestras de cara a una futura misión de retorno de muestras. La comunidad científica no tira la toalla y reivindica así una vez más cuál es su verdadera prioridad. Según el equipo científico, el rover de 2020 deberá ser capaz de guardar al menos 31 muestras en un entorno relativamente aislado dentro del vehículo. En una fecha posterior, las muestras serán recogidas por otra misión y enviadas a la Tierra para su análisis en profundidad.

Sistema de recogida de muestras (NASA).

Por último, el rover de 2020 llevará uno o varios experimentos relacionados con la futura exploración humana del planeta rojo. El equipo científico ha recomendado un instrumento para el estudio del polvo en suspensión de la atmósfera marciana, una de las mayores incógnitas de cara a una misión tripulada. Este instrumento también será capaz de capturar dióxido de carbono atmosférico. A partir del dióxido de carbono se puede sintetizar oxígeno y metano, dos compuestos fundamentales de cara a la exploración tripulada de Marte (el metano puede ser empleado como combustible). El rover de 2020 explorará así de forma tentativa las tecnologías ISRU (In-Situ Resource Utilization), un elemento que aparece en todas las propuestas de misiones tripuladas al planeta rojo.

Esquema de instrumento para capturar dióxido de carbono de la atmósfera marciana y generar oxígeno (NASA).

El problema es que el rover de 2020 deberá ser mucho más barato que Curiosity y no podrá superar los 1500 millones de dólares. Diseñar un conjunto de instrumentos avanzados con este presupuesto no es tarea sencilla. Para reducir costes, el nuevo rover no dispondrá de un taladro percutor y un sistema de transporte de muestras como el de Curiosity, sino que tendrá un instrumento de abrasión más parecido al RAT de los MERs Spirit y Opportunity. Se espera que el vehículo cuente además con una nueva antena de comunicaciones que asegure un enlace directo con la Tierra, lo que evitaría depender de los satélites en órbita marciana para el cumplimiento de la misión. En la parte superior de la ‘cabeza’, donde Curiosity tiene el instrumento ChemCam, iría el espectrómetro UCIS (Ultra Compact Imaging Spectrometer) o un instrumento basado en el Mini-Tes de los MER. En la parte frontal irá el brazo robot simplificado y el sistema de almacenamiento de muestras.

Diferencias entre el diseño de Curiosity (gris) y el rover de 2020 (círculos)(NASA).
Dos conjuntos de posibles instrumentos para el rover (NASA).

El sistema de entrada, descenso y aterrizaje (EDL) será igual que el de Curiosity -incluyendo la maniobra Sky Crane-, aunque incorporará un sistema autónomo de aterrizaje mediante reconocimiento visual del terreno y un conjunto avanzado de sensores (MEDLI+) para medir las características de la atmósfera durante la entrada. El rover pasará un año marciano (669 soles) estudiando la superficie de Marte en busca de biofirmas y guardando las muestras para una futura misión de retorno. Dependiendo del presupuesto disponible, el rover irá equipado con paneles solares o con un generador de radioisótopos MMRTG como Curiosity. Ni que decir tiene, esta última opción es la favorita de los científicos.

Plan de misión del rover de 2020 (NASA).
Sistemas heredados de la misión MSL Curiosity (NASA).

Por supuesto, esto no son más que las recomendaciones de la comunidad científica. Ahora habrá que ver qué opina la cúpula de la NASA de todo esto y si esta propuesta se puede llevar a cabo dentro del presupuesto previsto. Bueno, y también queda pendiente ponerle un nombre como dios manda a esta misión, aunque sea preliminar, porque eso de ‘rover de 2020’ queda fatal.

Pero lo destacable es que a principios de la próxima década tendremos un explorador buscando señales de vida en la superficie de Marte. ¿No es increíble?

Vídeo sobre los objetivos del rover de 2020:


22 Comentarios

  1. la misión solo buscará vida pasada pero no presente lo que implica que la Nasa da por descontado la no existencia de vida actualmente sobre la superficie de Marte y de haberla estaría refugiada bajo la superficie en probables acuiferos subterráneos y esto se debe en parte a los resultados negativos que hasta los momentos ha obtenido Curiosity en la búsqueda de materia orgánica sobre la superficie,me gustaría que el sitio para realizar esta misión sea el delta Eberswalde que fué dezplazado por el Cráter Gale para la misión de Curiosity.

  2. Dudo que encuentre vida si no lleva un taladro, lo mas seguro es que si hay este en las capas mas profundas del suelo, a salvo de los UV y radiaciones. Y el RTG tendria que ser necesario si es un vehiculo tan grande.

  3. Yo creo que debería llamarse Laboratorio Astrobiológico Marciano, como aquel rover propuesto como sucesor de Curiosity (Mars Astrobiological Lab). Y si que la financien, por que no, que más pueden perder; sabiendo que el programa tripulado para el espacio profundo son solo propuestas de meta y no están escrita en piedra.
    Tuco de la Rey.

  4. Si para mantener la mision dentro del presupuesto tuvieran que sacrificar objetivos, ojala que los cientificos le den prioridad a la recoleccion de muestras, pero que se comprometan de verdad con dinero y apoyo, no vaya a ser que esten las muestras esperando en el rover por años a su retorno. Puede sonar ridiculo esto, pero no creo que mucha gente se sienta comoda con la posibilidad de microbios marcianos contaminando la Tierra, y como esta la politica espacial, al fin y al cabo es politica y todo puede pasar.

    Supongo que la tecnología habra que ser perfeccionada mas, pero si el OSIRIS-REX resulta bien, mas posibilidades hay de que aprueben el retorno de muestras, ojala con participacion ruso-europea que ya para esa fecha habran tenido experiencia con el Exo Mars.

  5. «Se espera que el vehículo cuente además con una nueva antena de comunicaciones que asegure un enlace directo con la Tierra, lo que evitaría depender de los satélites en órbita marciana para el cumplimiento de la misión», que es como decir que después de MAVEN la NASA no tiene previsto ningún nuevo orbitador, por lo que en 2020 podrían ya no disponer de ninguno en activo. Triste

    Por lo demás entiendo los argumentos para buscar biofirmas de antigua vida marciana que no posible vida actual, pero no deja de ser algo decepcionante. Lo curioso es que si no ocurre ningún problema 2 años antes ExoMars estará en la superficie buscando lo mismo o incluso más, por lo que podría poner a este nuevo rover en la situación de verse superado incluso antes de su lanzamiento.

    Y sobre las muestras…no entiendo el sentido de almacenar muestrar si no tienes forma de enviarlas a La Tierra, y hablar de otras misiones que las recogan estaría bien si no fuera porque ahora mismo no hay ninguna a la vista. Me parece un brindis al Sol por parte de la NASA.

    En todo caso les deseo lo mejor, por supuesto.

    1. Completamente de acuerdo, el tema del almacenamiento de muestras es interesante, pero solo si hay planes para una misión que las devuelva a la Tierra, en caso contrario es un desperdicio de peso que podría utilizarse en algo útil.
      Lo que se comenta poco y me parece interesante es lo de investigar, aunque sea superficialmente, el ISRU.

      De todas formas lo mejor hubiera sido que hubieran seguido junto con la ESA para el ExoMars en vez de montar una mision practicamente redundante. Pero lo que esta claro aqui es que el éxito de Curiosity es lo que ha motivado a la administración Obama a tratar de repetir el eco en las noticias que tuvieron…

    2. Pues yo opino al revés: lo más útil de este proyecto es precisamente obtener y conservar muestras para cuando se puedan traer. Los científicos lo tiene claro: la prioridad es traer muestras del suelo marciano. Y yo, que no lo soy, particularmente pienso que es la utilidad de todo lo demás -incluidos los costosos artilugios para ‘ver’ exoplanetas a distancias que jamás alcanzaremos- lo que deberíamos cuestionarnos en tiempos de presupuestos muy limitados…

    3. @Gabriel: No estamos criticando la mision de retorno de muestras de Marte, todo lo contrario, es la mision mas importante, junto con aterrizadores para Europa y Encelado, que se puede planificar para el medio plazo. Lo que se critica es que se proponga un mecanismo de almacenamiento de muestras sin tener siquiera un plan serio para el retorno de esas muestras.

    4. Yo tampoco entiendo lo de recoger muestras. Tendrá que ser otro rover que, cuando llegue, tendrá que buscar a éste, extraer la cápsula donde estén las muestras, y salir pitando. Y porqué no lo coje el mismo rover que llega y se va. Encima estarán más frescas.

  6. Una duda. Los cañones de marte. ¿No es posible que, si queda «algo» sea en el fondo de los cañones?

    Lo mismo con los casquetes polares de Marte. Quizá exista una zona donde los casquetes no se retiren del todo (bajo tierra), en ese caso yo buscaría en el hielo y bajo tierra. Pero claro, dudo que un rover pueda hacer eso.

  7. Leyendo el apendice del documento donde se detallan las especificaciones y costes de los diversos equipos e encontrado algo que me ha sorprendido.

    4. Biomarker Detector System

    • Cost: $26M ($13M NASA; $13M co-funding from Spain)

    ¿España va a participar con 13M$?

  8. Si se encuentra vida o no puede ser bueno o malo segun se mire.

    Si hay vida hay el debate de que pasa si el hombre va alli, y la destruye, contamina o la altera,ademas que podria ser potencialmente peligroso y si no la hay en parte se pierde interes pero por otro lado seria un planeta listo para ser colonizado y terraformado con microorganismos sin miedo de contaminar nada

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Por Daniel Marín, publicado el 10 julio, 2013
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