Fobos-Grunt 2 y el futuro de las sondas espaciales rusas

Por Daniel Marín, el 17 julio, 2012. Categoría(s): Astronáutica • Luna • Marte • Rusia • Sistema Solar • sondasesp ✎ 9

La empresa rusa NPO Lávochkin sigue empeñada en lanzar una sonda Fobos-Grunt 2 después del fracaso de la primera Fobos-Grunt el pasado noviembre. Así lo ha declarado Víktor Jartov, director de Lávochkin, durante el festival aéreo de Farnborough. No es la primera vez que Jartov se expresa en estos términos -ya lo hizo poco después de confirmarse el fracaso de la sonda-, pero en su momento muchos pensaron que se trataba de un simple brindis al Sol. La insistencia de Jartov casi nueve meses después del «incidente Fobos-Grunt» demuestra que la compañía va en serio.

Huelga decir que la agencia espacial rusa Roscosmos no ha aprobado aún esta misión y no está nada claro que lo vaya a hacer. De hecho, tras el sonado fiasco de Fobos-Grunt todo el programa de sondas espaciales rusas ha sido retrasado hasta después de 2015-2020 y muchas propuestas de misiones planetarias se hallan al borde de la cancelación (Venera-D, Merkuriy-P, Mars-Net, etc.). Roscosmos prefiere que NPO Lávochkin se concentre ahora en las sondas lunares Luna-Resurs/Chandrayaan-2 y Luna-Glob, mucho menos ambiciosas que Fobos-Grunt. E incluso estos proyectos están sufriendo lo suyo. Ayer comentábamos que la sonda ruso-india Luna-Resurs/Chandrayaan-2 ha sido pospuesta hasta 2015 por varios problemas, tanto por la parte rusa como por parte india (el lanzador GSLV), pero algunos científicos del IKI (Instituto de Investigaciones Espaciales), como por ejemplo Lev Matveievich, dan por sentado que esta sonda no despegará antes de 2017. Curiosamente, ciertos medios de comunicación rusos han informado en los últimos días que esta misión se aplaza hasta 2014, algo que ya se sabía desde hace más de un año. Miedo me da el susto que se llevarán cuando se enteren de los nuevos retrasos.

Orbitador Luna-Glob (NPO Lávochkin).

Por su parte, Luna-Glob ha sufrido varios cambios después del fallo de la Fobos-Grunt. En principio esta misión consistía en un orbitador y una sonda de aterrizaje idéntica a la empleada en la Luna-Resurs que debían ser lanzadas conjuntamente mediante un cohete Soyuz-2-1B. Hace unos meses se sugirió que ambas sondas fuesen lanzadas por un cohete Zenit, como la Fobos-Grunt, pero recientemente tanto el IKI como NPO Lávochkin se muestran partidarios de lanzar las naves por separado. Primero despegaría la sonda de aterrizaje -en 2015 como muy pronto- y el año siguiente le tocaría el turno al orbitador. 

Luna-Resurs con el mini-rover indio (NPO Lávochkin).

¿Está muerto el programa ruso de exploración planetaria? Obviamente no, pero hay que puntualizar varios aspectos. Por un lado, el fallo de Fobos-Grunt fue resultado indirecto de una financiación más que insuficiente, además de serios problemas estructurales en el seno de Lávochkin. Entre estos problemas podemos citar la brecha generacional entre los ingenieros expertos que participaron en la construcción de las sondas espaciales soviéticas y los trabajadores más jóvenes. No olvidemos que Fobos-Grunt fue la primera sonda planetaria lanzada por Rusia desde 1996. Y mucho ha llovido desde entonces. Mención aparte merecen las duras críticas de la gestión de Lávochkin por parte de Jartov y sus amigos. Digamos que muchos de los trabajadores de la empresa no están muy contentos con sus jefes. En cuanto a la causa directa del fallo, la comisión de investigación ratificó que se debió a un problema con el ordenador TsBM22, que se reinició continuamente, poniendo la nave en modo seguro e impidiendo las comunicaciones normales y que tuviese lugar el encendido hacia Marte. No está claro por qué se produjo esta anomalía, aunque se barajan dos opciones: interferencias electromagnéticas causadas por rayos cósmicos o el viento solar, o bien un fallo de programación del sistema.

No nos engañemos. Rusia heredó de la URSS un programa espacial de sondas automáticas claramente deficiente comparado con la magnitud del programa tripulado. Las causas de este ‘retraso’ son varias y merecerían un análisis por separado, pero el caso es que hoy en día Lávochkin ejercita el monopolio de facto sobre la construcción de sondas espaciales rusas, una situación anómala comparada con otras ramas del programa espacial de la Federación Rusa. Sí, es cierto que RKK Energía también tiene un monopolio sobre las naves tripuladas, pero muchas otras instituciones y empresas, como por ejemplo Khrúnichev, mantienen cierta capacidad de influencia en este campo (bien es cierto que cada vez menos). Sin embargo, Lávochkin es la dueña y señora de las sondas automáticas. Da igual que lo haga bien, mal o regular. Roscosmos no puede permitirse el lujo de desarrollar una sonda espacial sin contar con la experiencia de la gente de Lávochkin a pesar de que cada vez queda menos personal experimentado entre sus filas. Quizás si alguna otra empresa compitiese o colaborase con Lávochkin (¿Reshetnyov?) el panorama podría cambiar, pero para que eso ocurra -si es que alguna vez lo hace- tendrán que pasar muchos años.

Por otro lado, lo cierto es que Lávochkin dista mucho de ser un desastre como empresa. Los recientes éxitos del satélite meteorológico Elektro-L o del observatorio RadioAstron demuestran que la compañía sabe fabricar naves modernas sin mayores problemas.

Pero no nos olvidemos que Rusia ya colabora en muchas misiones planetarias, un hecho que suele pasar desapercibido para muchos críticos. Son numerosas las sondas norteamericanas y europeas que transportan instrumentos científicos rusos concebidos por el IKI o que han contado con su participación, como por ejemplo las naves Mars Odyssey (instrumento HEND), Mars Reconnaissance Orbiter, Lunar Reconnaissance Orbiter (instrumento LEND), Mars Express, Venus Express, BepiColombo (instrumento MGNS) o incluso el rover MSL Curiosity (instrumento DAN).

EDM de la ExoMars TGO (ESA).

En el futuro, Rusia planea participar en la misión europea ExoMars Trace Gas Orbiter con cuatro instrumentos del IKI: tres espectrómetros y un detector de neutrones (la ESA pondría los dos restantes, una cámara y un espectrómetro para estudio del metano). Rusia también construiría el escudo térmico del módulo EDM (Entry Descent and Landing Demonstrator Module) de esta misma misión. En principio planteado como un simple demonstrador tecnológico, el EDM promete convertirse en una verdadera sonda de superficie gracias en parte a la posible contribución rusa en forma de un generador de radioisótopos (RTG) y tres o cuatro instrumentos adicionales. Igualmente, Roscosmos no descarta colaborar en la misión europea JUICE a Júpiter.

En definitiva, existe un desfase sustancial entre los planes científicos del IKI y la capacidad de NPO Lávochkin para hacerlos realidad, un desfase que se remonta a los años 80. Esperemos que todos sepan aprender de los errores del pasado para que no vuelvan a repetirse nunca y algún día podamos ver una Fobos-Grunt 2 cumplir finalmente con su misión.



9 Comentarios

  1. Muy bueno el post, la verdad es que me has aclarado un poco la, para mi, bastante confusa situación de quién es quién en las empresas espaciales rusas.

    Gracias… y ahora a esperar…

  2. Genial post como siempre Daniel, pero, ¿Podrías algún día crear una entrada dedicada a explicarnos en que estado se encuentra el programa de sondas espaciales Rusas y el porque de sus fracasos y perspectivas a futuro ?

    Ya antes lo has tratado, pero sería genial una entrada que resuma todo eso que conoces y nos ponga en contexto como esta el panorama en este aspecto el programa espacial Ruso.

    Gracias.

    1. Yo creo que el estad es comatoso. Una cosa es poner satélites en órbita y decir «la compañía sabe fabricar naves modernas sin mayores problemas» y otra ir a los planetas vecinos. Por desgracia para los que nos gusta la astronáutica y la cosmonáutica no corren buenos tiempos. A la crisis generalizada hemso de sumarle las otras «crisis», bo es ya una cuestió d edinero, lo malo es que no se puede relajar el control que es necesario sobre todas las partes implicadas en la construccion de una nave (algo que si ha hecho rusi) y, además, se debe tener una planificación a mediano-largo palzo (algo dificil de conseguir en la Rusia actual).

    1. Ya se usan nuevas tecnologías. ¿Y para qué dejar de lado los ingenieros veteranos, si es lo más preciado?

      Es curioso ver cómo al programa robótico ruso le está ocurriendo lo mismo que al programa tripulado norteamericano: brecha generacional = tener que reinventar la rueda.

      Saludos.

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Por Daniel Marín, publicado el 17 julio, 2012
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