Los planes de futuro de la cosmonáutica rusa

Por Daniel Marín, el 14 abril, 2011. Categoría(s): Astronáutica • Rusia • sondasesp ✎ 19

El pasado 12 de abril celbramos el Día de la Cosmonáutica, una magnífica oportunidad para reflexionar sobre las perspectivas de Rusia en el espacio. Aunque ya hemos dedicado muchas entradas a estos planes de futuro, nunca está demás volver a repasar algunos puntos. En cualquier caso, si por algo destaca el programa espacial ruso en la actualidad es por tener unos objetivos muy definidos a corto y medio plazo. Para bien o para mal, lo cierto es que Rusia ha alcanzado cierta «estabilidad espacial» en esta primera década del siglo XXI.

De todas formas, y por si hay algún despistado, resumimos. En los próximos años, el programa espacial tripulado ruso seguirá estando centrado en la estación espacial internacional (ISS). El segmento ruso de la estación estará abastecido por las veteranas naves Soyuz y Progress y además está previsto que se lancen tres módulos más. Pero el verdadero desafío al que se enfrenta el país es el desarrollo de la nueva nave PPTS (PTK-NP) -sustituta de las Soyuz- y de su lanzador Rus-M, que deberá despegar del futuro cosmódromo de Vostochni. La entrada en servicio del cohete Angará supondrá otro paso importante en el proceso de modernización de la familia de lanzadores espaciales rusos.


La nave PPTS/PTK-NP, sustituta de la Soyuz (RIA-Novosti).


Cohete Rus-M para lanzar la PPTS, fabricado por TsSKB Progress (RIA-Novosti).





La familia de cohetes Angará de Khrúnichev (RIA-Novosti).

Pero todo esto es a medio plazo, ¿qué pasará más allá? Obviamente nadie lo sabe. Aunque la financiación del programa espacial ruso no ha parado de crecer en los últimos años, es muy difícil -por no decir imposible- que pueda alcanzar un nivel comparable al de los tiempos soviéticos. En la actualidad los únicos proyectos para más allá de 2020 que están siendo considerados seriamente son la estación espacial OPSEK y las naves remolcadoras de propulsión nuclear eléctrica. OPSEK es básicamente un «plan B» de Roskosmos para seguir manteniendo una estación espacial en servicio aún en el caso de que la NASA decida abandonar la ISS en 2020 (algo muy improbable). Hoy en día se trata quizás del proyecto más ambicioso que podría llevar a cabo Rusia en solitario. Las naves interplanetarias nucleares son una idea tremendamente interesante, pero sin la colaboración internacional es casi imposible que se hagan realidad.

Y toda esta introducción viene a cuento porque la agencia de noticias RIA-Novosti ha dedicado una página especial a las perspectivas de futuro de la cosmonáutica rusa. A diferencia de lo que se puede ver en otros sitios, lo curioso del caso es que la página está centrada en los planes de la empresa Khrúnichev, fabricante del cohete Protón, y no en los de RKK Energía, como suele ser más habitual.


Esquema del programa de exploración lunar de Khrúnichev (RIA-Novosti).


Elementos comunes del programa de exploración lunar y marciano propuesto por Khrúnichev (RIA-Novosti).


Nave marciana tripulada de reacción nuclear eléctrica (RIA-Novosti).


Nave marciana nuclear de carga (RIA-Novosti).


Esquema del programa de exploración marciano de Khrúnichev (RIA-Novosti).

Si a alguien le suenan estos proyectos y naves no es casualidad, ya que se son los mismos vehículos que pudimos ver el pasado enero en una presentación de Khrúnichev. Una vez más, comprobamos que el talento y las ideas no son un bien escaso en Rusia.

Pero el verdadero problema al que se enfrenta Rusia, más allá de la eterna lucha con una financiación inadecuada, es coordinar su industria aeroespacial heredada de la URSS. Las antiguas oficinas de diseño, pilares del esfuerzo espacial soviético, se han convertido hoy en día en auténticos imperios empresariales que persiguen unos intereses no siempre coincidentes con los del país. Después del caos de los años 90, el gobierno federal ha logrado imponer orden en este panorama y atrás han quedado aquellos tiempos en los que los líderes de RKK Energía se atrevían a desautorizar públicamente a los pobres burócratas de Rosaviakosmos (el embrión de la actual Roskosmos). Sin embargo, esto no es suficiente. Rusia debe reformar su sector aeroespacial, porque no es sostenible que un país con un producto interior bruto similar al español tenga una docena de grandes corporaciones espaciales haciéndose la competencia entre sí. La Rusia actual no es la URSS y no se puede permitir el lujo de desperdiciar recursos. Por este motivo el gobierno quiere llevar a cabo un ambicioso plan de fusiones de las principales empresas aeroespaciales, plan que se está encontrando con una fuerte -y esperada- resistencia.

A mediados de los años 90, Rusia decidió que debía seguir apostando por el espacio pese a encontrarse inmersa en una crisis económica cuyos efectos sólo fueron equiparables a los del crack del 29 en los países occidentales. Hoy en día es evidente que fue una decisión acertada, pero me pregunto cuántos países habrían elegido la misma opción de encontrarse en una situación parecida. Si Rusia juega bien sus cartas, en las próximas décadas no tendrá problemas para mantenerse como una de las potencias espaciales del mundo.



19 Comentarios

  1. ¡¡ Pero que callado te lo tenías !!

    Daniel Marín es astrofísico, socio de Planetary Society, Mars Society España y la Agrupación Astronómica de Gran Canaria y autor del blog “Eureka” sobre temas espaciales de actualidad. En 2011 se publicará en España su libro sobre Yuri Gagarin y la conquista espacial.

    Ya estoy montando guardia en mi librería de cabecera para hacerme con el primer ejemplar. (voy a parecer como esa panda de tarados que lo hacen para conseguir su «aipad») 😉

    Carlos Ruiz.

  2. Muy inteligente, explotar lo mas que se puede un área de la tecnología que solo la tienen otros dos o tres países.
    Esa nave nuclear es muy buena, por lo que se ve, se necesitarían mas de 10 lanzamientos para construir una nave como esa.
    En 20 o 30 años esto tiene que ser posible.

  3. Me gusta como va caminando el programa Espacial Ruso, no hay muchos recursos, pero por lo menos son realistas y tratan de hacer lo máximo con lo que se puede en tiempos realistas.

  4. El primer paso para llegar a algún lado es saber a donde quieres ir… bien por Rusia, planes bien definidos, recursos bien enfocados hacia los mismos, solo espero que esas grandes fusiones de la industria aeroespacial rusa lleguen a buen término.
    Es una lástima que en otros lados, ante una crisis mucho menor que la que tuvo que sortear Rusia en los 90’s hayan optado por tirar a la basura todo un programa espacial.

  5. No se que pensar…siempre he visto a los Rusos (que no a los soviéticos) como un poco «bocas», siempre buscando protagonismo mediante proyectos e ideas tan maravillosas como improbables, simples palabras hermosas pero sin visos de ser realidad. Y en este caso me sigue dando la misma impresión.

    Eso si, espero equivocarme y que un día Rusia vuelva al lugar que le corresponde.

  6. No hay que olvidar contribución de la NASA , en parte, a la supervivencia del programa espacial ruso.

    Recibió 312,5 millones de dolares para el programa Shuttle-Mir, durante la peor crisis económica de la antigua unión soviética

    La NASA financio con 220 millones de dolares la construcción del Modulo FGB-1 (Zarya) y parte modulo FGB-2 (gemela FGb-1) por si fallaba la primera. El FGB-2 los rusos rebautiza como su Multipurpose Laboratory Module (Nauka) que planea incorporar a al ISS en 2012.

    Los cientos de millones que recibe al años para las naves Soyuz.

  7. Ultimo Anonimo, como dato para agregar, te cuento, que esas contribuciones al programa Ruso por parte de EEUU durante los 90. En parte fue, porque el gobierno Norteamericano, veía como un peligro, que científicos e ingenieros Rusos muy capacitados, por falta de trabajo migraran a países conflictivos y sean usados para desarrollaran armas que resultarían una amenaza para EEUU. Muy probable salvaron el programa Ruso, pero esto no fue porque sean buenos y solidarios.

  8. Cierto lo que dice el ultimo anónimo(Daniel, vas a tener que asignar un id para cada anónimo), la ayuda de la NASA a Rusia no fue algo desinteresado, a parte de lo anteriormente dicho, la NASA pagó una modesta suma a Roskosmos por aprender a vivir y trabajar en una estación espacial, a costas claro esta de todos los años de experiencia, arduo trabajo y gastos acumulados por los Rusos y Soviéticos(anteriormente) en este campo. Por lo tanto lo que NASA pagó fue una ganga.

  9. Estoy de acuerdo con todos Uds, si Rusia hace lo que planea (1º PPTS, 2º RUS-M 3º ANGARA y a ver si el nuevo cosmodromo ), alcanzará de nuevo un sitial de vanguardia por 30 años más.
    Tomas O.

  10. Da mesma maneira que herdaram a experiência alemã em misseis os EEUU. também o fizeram em relção a incomparável experiência soviética em missões tripuladas.

  11. Una puntualización: es cierto que la cosmonáutica rusa se ha beneficiado económicamente de su relación con los EEUU, pero no es menos cierto que los americanos pudieron en los años 90 comprar tecnología rusa que estaba a precio de ganga. Ambos países se necesitan mutuamente. Hoy en día, sin la participación rusa la ISS debería ser abandonada inmediatamente.

    Saludos.

  12. Evidentemente, Rusia no volverá nunca más a contar para su programa espacial con los inmensos recursos materiales y financieros de que se disponía en tiempos de la Unión Soviética, y aquello resulta completamente obvio y razonable, habida cuenta que ahora es una sola nación de poco más de 140 millones de personas, y no los casi 300 millones de habitantes de la ex Unión Soviética, auténtico imperio cuya extensión territorial y riquezas lo situaban en un primerísimo lugar mundial. Fueron un grupo grande de países, ricos en recursos naturales y territoriales/geográficos, política y militarmente conjuntados como una superpotencia casi incontrarrestable en casi todos los ámbitos científico-tecnológicos. Ahora, Rusia depende para la financiación de su programa espacial -el desarrollo y puesta en práctica de tecnologías espaciales y astronáuticas representa costos elevadísimos difícilmente asumibles por, excepto Estados Unidos, un sólo país- de sus propios recursos económicos, que, dicho sea de paso, son bastante limitados. Su Producto Interno Bruto (PIB), si bien de gran potencial y perspectivas futuras, por obvias razones, actualmente no presenta un nivel de riqueza que le permita realizar grandes inversiones en su programa espacial. Además, importante resulta señalarlo, Rusia sufre profundos y grandes problemáticas socio-económicas respecto a gran parte de su población, por lo tanto, en consistencia con tratarse de una democracia, sus autoridades políticas no pueden disponer libremente de los recursos materiales de su país descuidando áreas sociales cuyas urgentes carencias y necesidades deben ser atendidas sin dilación alguna, como ocurría en tiempos de la dictadura comunista en que cualquier reclamo y/u oposición era ahogada, sino en sangre, con cárcel y confinamiento. De todos modos, no es un misterio para nadie que la rusa constituye una «escuela» científico-tecnológico distinta, atípica, probablemente más original y creativa, en que el dinero no siempre es lo más importante. Esperamos que esta gran nación nos siga maravillando y sorprendiendo con sus logros espaciales.

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Por Daniel Marín, publicado el 14 abril, 2011
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