La sonda de la NASA Dawn, lanzada en 2007, realizó un sobrevuelo de Marte el pasado día 17 de febrero como parte de una maniobra de asistencia gravitatoria (Mars Gravity Assist, MGA) para alcanzar su objetivo, el asteroide Vesta, en agosto de 2011. Esta maniobra llevó a la nave a 565 km del planeta rojo y aumentó su velocidad respecto al Sol en 4,020 km/s, suficiente para alcanzar al asteroide, situado a más de 300 millones de kilómetros del Sol. Durante el sobrevuelo se usaron los instrumentos de la sonda para observar Marte y calibrarlos así de cara a los futuros encuentros con Ceres y Vesta.
Foto de Tempe Terra tomada por Dawn. La imagen cubre una zona de 55 km de ancho. No es gran cosa comparada con las tomas del MRO, pero bueno, a nadie le amarga un dulce (NASA).
La imagen anterior fue tomada con una de los dos sistemas para captura de imágenes de la sonda: las Framing Cameras (FC), fabricadas por el Instituo Max Planck y el DLR de Alemania.
Una de las Framing Cameras alemanas (DLR).
No se trata de la cámara principal de la nave, que es la Visible and IR (VIR) Mapping Spectrometer, de fabricación italiana y basado en el VIRTIS de la sonda Rosetta. Por cierto, que aquí podemos ver esta imagen de Eta Carinae y NGC 3532 tomada por una de las FC:
Recordemos que una de las características de esta sonda es el empleo de un sistema de propulsión iónico. No es que esta sea la primera vez que se usa un sistema de este tipo, pues ya lo habíamos podido ver en la Deep Space 1 o en la SMART-1, por ejemplo. De hecho Dawn hace uso de tres propulsores de xenón basados en el empleado en la DS-1, aunque sólo puede funcionar uno cada vez. Cada uno de estos motores tiene un impulso específico de 3100 segundos (aproximadamente diez veces el de un motor químico) y un empuje de sólo 30 mN. Pese a su bajo impulso, puesto que el motor funciona durante un periodo de tiempo prolongado podemos llevar a cabo maniobras orbitales importantes que de otro modo requerirían el uso de cohetes químicos tradicionales o un mayor número de sobrevuelos con asistencia gravitatoria. La sonda lleva 425 kg de xenón y en pleno funcionamiento el sistema consume 3,25 miligramos de este gas por segundo.
Esquema de funcionamiento del motor iónico (NASA).
Además, la nave cuenta con doce propulsores de hidracina de 0,9 N para el control de actitud y unos paneles solares de 8,3 x 2,3 m que proporcionan hasta 10 kW a la distancia de la Tierra y hasta 1 kW en la órbita de Ceres.
Dawn y sus instrumentos (NASA).
Trayectoria de Dawn para visitar a Vesta y Ceres. La línea continua representa la porción de la órbita en la que el motor iónico funciona continuamente (NASA).
Animación de Dawn acercándose a Marte (DLR).
La sonda siendo preparada para su lanzamiento (NASA).
Logotipo de la misión (NASA).
muy buena entrada daniel!
una sonda muy completa la verdad! esperamos ansiosos su arrivo al asteroide y el planeta enano!
ahh me olvidaba al final del primer parrafo se indica la distancia del asteroide vesta al sol! 300 millones de km?? me parece poco.
En realidad debía decir «más de 300 millones». La distancia exacta está entre 322-385 millones de km.
Un saludo!
Interesante post (tal y como nos tienes acostumbrados).
Es una lástima que la sonda DAWN no pudiese contar en su lanzamiento con motores NEXT (NASA Evolutionary Xenon Thruster), que superan con creces al motor NSTAR que finalmente montó (el NEXT cuenta con un impulso específico de 4.300 segundos y un empuje de 327 metro Newton).
Tendríamos noticias de Vesta en bastante menos tiempo (teniendo en cuenta que el motor NSTAR tarda cuatro días en alcanzar desde cero los 100 km/h., debemos alegrarnos de que salga de órbita terrestre contando ya con un buen impulso…).
Con esto no quiero mostrar crítica hacia este tipo de motores, muy al contrario, creo que son la primera generación de los propulsores que nos abrirán las puertas del sistema solar.
Sin embargo, sí me parece criticable la excesiva «cautela» (por decirlo de algún modo) que muestra la NASA a la hora de montar generadores de radioisótopos en sus sondas.
Sé que la NASA está muy influenciada por varias asociaciones y entidades que se muestran abiertamente contrarias a la idea de enviar componentes radiactivos a la órbita, pero me parece un atraso inexcusable (ojalá esas entidades y asociaciones hubiesen conseguido limitar «salvajadas» como las llevadas a cabo por el ejército de los E.E.U.U. en el archipiélago de las Bikini, por citar un solo ejemplo…).
Entiendo que es necesario un riguroso control en estas materias, pero no debería limitar el desarrollo de esta tecnología (pensemos en las posibilidades de una nave dotada con motores VASIMR, que cuentan con un empuje superior a 5000 mN, y un impulso específico de hasta 30.000 s). Claro que un motor de este tipo requiere una fuente de potencia de al menos 200 kW, incompatible con un sistema de generación eléctrica solar con paneles solares actuales.
En fin, con la política hemos topado.
Al menos, sigo esperanzado por la anunciada futura misión para probar en la ISS un motor VASIMR, que al parecer se encargará de modificar la órbita de la estación cuando sea necesario.
Veremos en qué acaba todo esto.
Saludos!
Interesantes reflexiones, Xerman. Como dices, es una pena que la NASA no apueste por sistemas de propulsión alternativos simplemente porque mucha gente tiembla cuando escucha la palabra «RTG». Así nunca podremos viajar al sistema solar exterior (e incluso el interior).
Saludos.