La cápsula de la sonda OSIRIS-REx aterrizó el pasado 24 de septiembre con muestras del asteroide Bennu y ya tenemos los primeros análisis preliminares. La NASA ha revelado hoy en una rueda de prensa que las muestras contienen una gran proporción de carbono (4,7%) y agua, aunque, en realidad esto en sí mismo no constituye ninguna sorpresa. Efectivamente, Bennu es un asteroide carbonáceo de tipo B, una clase de cuerpos menores que se caracteriza por contener carbono y volátiles como agua. No obstante, se trata de la mayor proporción de carbono jamás medida directamente en cuerpo menor y supera todas las mediciones de carbono obtenidas en los meteoritos terrestres. Análisis posteriores muchos más exhaustivos determinarán la composición precisa de las muestras —especialmente interesante será averiguar la proporción isotópica de determinados elementos—, así como su edad, que se estima en unos 4500 millones de años (se cree que Bennu se remonta a casi la formación del Sistema Solar).
En la rueda de prensa la NASA ha enseñado el regolito y los guijarros que han quedado por fuera del TAGSAM (Touch-And-Go Sample Acquisition Mechanism), el dispositivo que recogió las muestras del asteroide Bennu cuando la sonda OSIRIS-REx contactó brevemente con el asteroide el 20 de octubre de 2020 a las 21:50 UTC. El hecho es que el contenedor TAGSAM, que viajaba dentro de la cápsula, todavía no ha sido abierto, por lo que aún no hemos visto todo el conjunto de muestras. Por tanto, tampoco se conoce todavía la cantidad exacta de material recogido en Bennu, que se sigue estimando en 250 gramos gracias a las medidas de inercia del TAGSAM cuando todavía estaba situado en el extremo del brazo extensible de la sonda, una cantidad muy superior a los 60 gramos que la agencia espacial había estipulado como el mínimo para considerar la misión un éxito, aunque por debajo de los 2 kilogramos que podía llevar como máximo el TAGSAM y también por debajo de los 600 gramos que predecían las simulaciones como la cantidad más probable que recogería la misión.
Después del aterrizaje en Utah y el análisis inicial del interior de la cápsula, esta fue trasladada en un avión C-17 Globemaster III hasta Houston (Texas) el 25 de septiembre. Una vez en tierra la cápsula fue transportada al nuevo laboratorio del Edificio 31 del Centro Johnson de la NASA, construido específicamente para contener las muestras de Bennu (es el mismo edificio donde se guardan las muestras lunares del programa Apolo). Ese mismo día el equipo de la misión comenzó a desmontar el contenedor de muestras de dentro de la cápsula, que contiene al TAGSAM, y al retirar la tapa de aluminio descubrió gran cantidad de regolito sobre la aviónica. Toda la operación se realizó dentro de un contenedor presurizado con nitrógeno puro para evitar la alteración de las muestras. La cantidad de regolito esparcido por el contenedor ha retrasado significativamente el desmontaje del TAGSAM y el pesado de las muestras, de ahí que se decidiese llevar a cabo un análisis preliminar mediante microscopio electrónico, tomografía por rayos X, imágenes en infrarrojo y difracción de rayos X, que son los resultados presentados hoy en la ruda de prensa, prevista desde hacía semanas. Próximamente el TAGSAM se llevará hasta otro contenedor presurizado para su despiece final. No obstante, la NASA prevé guardar el 70% de las muestras para análisis futuros dentro de años o décadas, cuando se desarrollen nuevas técnicas que todavía no existen (y que las llevarán a cabo investigadores que quizá todavía no han nacido).
El análisis inicial ha revelado agua atrapada en la estructura cristalina de algunas partículas de minerales arcillosos, que es la forma en la que se cree que llegó el agua a la Tierra primigenia para formar los mares y océanos. También se han detectado azufre y óxidos de hierro en las partículas. Las rocas y guijarros en Bennu presentan una curiosa estructura fractal, ya que las partículas más pequeñas se asemejan a las rocas más grandes que OSIRIS-REx pudo observar en la superficie del asteroide. Además, tal y como se vio en las imágenes de la sonda, las muestras reflejan lo que parece ser una composición dominada por dos tipos de material, uno más oscuro y frágil y otro más brillante y duro.
En los próximos meses y años se irán conociendo más detalles de las muestras de Bennu y de sus diferencias con respecto al material recogido por las sondas japonesas Hayabusa y Hayabusa 2 de los asteroides Itokawa y Ryugu. La JAXA y la NASA intercambiarán además material de Ryugu y Bennu para ser analizado por laboratorios en Japón y Estados Unidos (Hayabusa 2 trajo a la Tierra 5,4 gramos del asteroide Ryugu). Estos datos se sumarán a los de otras misiones de muestras de asteroides, como la china Tianwen 2, que recolectará muestras del asteroide cercano Kamoʻoalewa. Entramos en la era del análisis de los bloques de construcción del Sistema Solar.
OFF TOPIC: El ultimo informe del Inspector General de la NASA dice que contrario a los esfuerzos de la NASA por reducir los costos en el cohete SLS, es mas probable que aumenten. El informa al final insta a la NASA a considerar seriamente alternativas comerciales al SLS.
https://arstechnica.com/space/2023/10/inspector-general-on-nasas-plans-to-reduce-sls-costs-highly-unrealistic/
Lo más seguro es que el SLS se utilice no más de 7 u 8 veces y el resto del programa lunar recaiga en Super Heavy, Starship y New Glenn.
Recuerdo cuando la gente decía que nunca iba a volar…
Creo recordar (no estoy seguro) que originalmente la sonda Europa Clipper iba a ser lanzada con el SLS, pero lo hará el Falcon Heavy. Entonces el SLS ya estaría perdiendo misiones, aunque no estén listos ni el Super Heavy, ni el Starship ni el New Glenn
sí.. confirmo ese dato,
en principio se iba a lanzar en el SLS, por orden del Congreso de los EEUU,
como no iba a estar disponible un SLS la NASA solicito aprobación para usar otro cohete,
y en el proyecto de ley de gastos generales de 2021 se aprobó esa solicitud;
y como es lógico el resultado final permite un ahorro significativo al usar el cohete de SpaceX.
antes que eso: el Falcón Heavy se lanzo hoy, por octava vez, con la misión de la sonda Psyche
siendo esta la primera que realiza este cohete para la NASA.
otras misiones futuras para el Falcon Heavy esta en el GOES-U, VIPER, elementos para la Gateway, el telescopio espacial Nancy Roman, entre otras.
si Blue Origin no se pone pilas con el New Glenn, y ULA con el Vulcan, el Falcón Heavy seguirá como la única opción, claro después del costosisimo SLS, -una imposición política-.
Chocolate por la noticia creo que en unos años veremos lanzamientos tripulados de la NASA hacia la luna con cohete de spacex y blue oring 😑
Una nota breve relacionada con mi comentario sobre la mutación y transmutación de las partículas estudiadas por la física de partículas. Escribe Tommaso Dorigo sobre la probabilidad de detectar el bosón de Higgs en el detector CMS del LHC del CERN. Anota Dorigo:
“However, when the Higgs boson then decays (and again, we can compute the relative outcomes with analytical means), what remains of it is a set of particles that travel through the CMS detector: say, a pair of muons and a pair of jets of hadrons. Now things really get messy, because each of those particles, the muons and the hadrons, can interact with the material of the detector in many different ways […] The particle also may decay into others, or ionize the atom, or produce a host of other reactions”.
Dorigo reconoce que hay un punto “messy” en el concepto del decay de la partícula (la partícula que decae). En la lengua inglesa “decay” es sinónimo de decadencia, abandono e incluso putrefacción. Para contento de los escépticos del estado actual de la física de partículas, Dorigo admite que las partículas (muones, protones, electrones) decaen en otras partículas, es decir, el protón muta a electrón y el neutrón muta a muón y viceversa. En mi opinión, y del mismo modo que el sintagma ADN basura está obsoleto, sería bueno sustituir la decadencia de la partícula por la mutación de la partícula en otra partícula.
Acostumbrémonos a escribir que las partículas no decaen y degeneran sino que mutan y transmutan acordes a la danza de la realidad material.
https://www.science20.com/tommaso_dorigo/the_monte_carlo_method-256785