GJ 832 c, otra supertierra habitable

Por Daniel Marín, el 25 junio, 2014. Categoría(s): Astronomía • Exoplanetas • Sondasespaciales ✎ 12

A estas alturas ya conocemos numerosos planetas extrasolares situados en la zona habitable de sus estrellas, pero la mayoría se encuentra a decenas o centenares de años luz. Por eso llama la atención el reciente descubrimiento de GJ 832 c, un exoplaneta que se halla a tan sólo 16 años luz de nuestro Sistema Solar. Y es que GJ 832 c es una supertierra con una masa mínima de 5,4 masas terrestres que gira alrededor de una estrella enana roja (de tipo espectral M) justo en la zona habitable del sistema.

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Candidatos a exoplanetas habitables (http://phl.upr.edu/).

Pero no echemos las campanas al vuelo. GJ 832 c orbita a tan solo 25 millones de kilómetros de su estrella con un periodo de unos 36 días, un dato que lo sitúa en el borde interior de la zona habitable, que en el caso de GJ 832 se encuentra entre los 20 y los 36 millones de kilómetros. En principio esto son malas noticias, porque un planeta tan masivo como GJ 832 c debería poseer una atmósfera más densa que la nuestra. Es decir, que sería propenso a desarrollar un efecto invernadero descontrolado, por lo que quizás sea más un ‘supervenus’ que una supertierra habitable.

Por otro lado, recordemos que la propia Tierra también está en el límite interior de la zona habitable, así que es posible que esta zona no sea tan peligrosa. De hecho, existen indicios de que la zona habitable se podría desplazar hacia el interior para planetas masivos. Una atmósfera densa ayudaría además a proteger la superficie planetaria de las fulguraciones altamente energéticas propias de una estrella enana roja. Y eso no es todo. La órbita de GJ 832 c es bastante excéntrica, disminuyendo la probabilidad de que el planeta sufra acoplamiento de marea (en otras palabras, que muestra el mismo hemisferio hacia su estrella constantemente). O mejor dicho, podría presentar un acoplamiento similar al de Mercurio, lo que permitiría la existencia del ciclo noche-día. O sea, que GJ 832 c podría ser habitable -que no habitado, obviamente- después de todo.

GJ 832 c ha sido descubierta mediante el método de la velocidad radial, por lo que desconocemos su tamaño y, por tanto, su densidad. Los modelos teóricos nos dicen que su tamaño debería ser un 50% superior al terrestre, con un radio de diez mil kilómetros aproximadamente. Pero sí sabemos que forma parte de un sistema en el que existe como mínimo otro planeta, GJ 832 b, un planeta gigante de 0,63 masas de Júpiter. El sistema GJ 832 parece ser por tanto una especie de Sistema Solar en miniatura, con planetas rocosos cerca de la estrella y mundos gigantes en el exterior. Gracias a su cercanía, se trata de un sistema ideal para ser estudiado en detalle y verificar si esa similitud también se extiende a la presencia de cinturones de asteroides o de Kuiper.

Referencias:



12 Comentarios

  1. Uno más!!!!! un día de estos se podrá confirmar que se ha descubierto el gemelo de la tierra, quizá ya lo hemos encontrado, solo que todavía no podemos confirmarlo, gracias Daniel por la info.

  2. Hola,
    Antes de nada mi enhorabuena por este blog maravilloso, fabuloso, entretenido, … ¡me encanta!
    Es la primera vez que participo aunque lo sigo desde hace un año…
    Pero al grano; «detecto» una aparente incoherencia entre «clasificar un planeta como posiblemente habitable» y «planeta que orbita alrededor de una estrella roja». Según tengo entendido, cuando una estrella acaba el hidrógeno susceptible de ser usado en los procesos de fusión, comienza su transformación en estrella roja, comenzando a consumir helio a la vez que se libera de sus capas exteriores, las cuales pueden consumir los planetas más cercanos o dejarlos sin atmósfera y, por tanto, dejándolos inhabitables, desde este punto de vista. Sin embargo, veo que, por lo que se comenta, se plantea esta posibilidad, ¿a qué es debido?
    Gracias y saludos a Daniel y todos los participantes 🙂

    1. Hola Rai. La diferencia es simple. Una cosa es una gigante roja, que es el caso que comentas, y otra es una enana roja. Las enanas rojas son estrellas de la secuencia principal, es decir, fusionan hidrógeno para crear helio como el Sol. Vamos, que son estrellas ‘normales’, sólo que más pequeñas. Eso sí, son las más numerosas y longevas de la Galaxia.

  3. ¡¡¡¡¡¡16 años luz!!!!! Es una distancia muy asequible para ser estudiado en profundidad con los Futuros telescopios E-ELT 39 metros, TMT 30 metros o GMT 24,5 metros.

  4. El zoo exoplanetario debe de ser asombroso, cada planeta literalemente será un mundo. Ya vemos como en el sistema solar no hay dos planetas iguales, pero ni siquiera dos lunas iguales.

  5. Otros problemas que no se mencionan en el artículo:

    -Masa mínima de 5,4 masas terrestres (sí se comenta). Puede ser más masivo, y puede que si lo fuera (y si no también cabe esa posibilidad) sea un planeta al estilo de Neptuno, sin superficie sólida -o un mundo compuesto sobre todo de agua, con esta en todas sus fases-.

    – Esa excentricidad orbital, además de sacarle y meterle de la zona habitable (puede traer problemas en lo referido al clima como se comenta), puede inducir fuerzas de marea lo suficientemente fuertes como para que tenga actividad geológica -si es de tipo terrestre-, además de la que pudiera ya tener por su gran masa. Más posibilidades de tener un «Super Venus».

    1. Wittenmyer habla de todo eso en el paper original, habla sobre la habitabilidad de las super tierras y comenta que probablemente no tenga el tamaño adecuado.

    2. En el último párrafo Daniel explica la estimación de los autores del paper («a potentially rocky planet»):

      «Los modelos teóricos nos dicen que su tamaño debería ser un 50% superior al terrestre, con un radio de diez mil kilómetros aproximadamente.»

      Eso en principio descarta a un mini Neptuno caliente y obliga a pensar en una super Tierra caliente, o sea un super Venus. Pero, hasta que no se conozca su tamaño real, nada se puede afirmar con seguridad.

      Su excentricidad orbital (0,18 con un error más-menos de 0,13) es casi igual a la de Mercurio (0,2), pero su radio orbital medio (25 millones de km) es un poco menos de la mitad del de Mercurio (58 millones de km). Eso más o menos se compensa con la menor masa de la estrella (0,45 masas solares) que es un poco menos de la mitad de la del Sol.

      Entonces, hasta aquí (si lo poco que sé de astrofísica no me falla, en cuyo caso agradezco desde ya que alguien me desasne urgentemente) podríamos decir que GJ832c experimenta grosso modo la misma intensidad de fuerzas de marea que Mercurio, que es un 17% más fuerte que la ejercida por la Luna en la Tierra.

      Pero la masa de GJ832c (5,4 masas terrestres) es MUY superior a la de Mercurio (0,055 masas terrestres). Por lo tanto (si lo poco que sé de astrofísica no me falla, repito) el efecto de las fuerzas de marea sería MUY superior y podríamos estar en presencia de un super Ío en lo que respecta a geotermia.

      Incluso es perfectamente posible (por todo lo que sabemos actualmente: NADA) que sea una Estrella de la Muerte tamaño familiar. No hay modo, chavales, habrá que esperar las gafas de aumento que recetó el doctor 😀

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Por Daniel Marín, publicado el 25 junio, 2014
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