Viktoria-K, el sucesor del Energía

Por Daniel Marín, el 5 mayo, 2010. Categoría(s): Astronáutica • Cohetes • Historias de la Cosmonáutica • Rusia ✎ 3

Durante el transcurso de la carrera espacial, la URSS logró la hazaña de diseñar dos cohetes gigantes con capacidad para situar en órbita baja unas 100 toneladas: el N1 y el Energía. Los Estados Unidos han construido también dos lanzadores enormes, el famoso Saturno V y el transbordador espacial. Aunque este último sólo podía lanzar 20 toneladas en un principio, no hay que olvidar que el shuttle gasta la mayor parte de su energía para ponerse en órbita a sí mismo. Un sistema derivado de la lanzadera espacial (Shuttle-C, SDHLV, etc.) podría colocar fácilmente en órbita entre 80 y 100 toneladas.

Pero volvamos a la URSS. El sistema Energía-Burán fue el proyecto espacial más complejo, caro y ambicioso desarrollado jamás por la Unión Soviética. Desgraciadamente, poco después de demostrar su viabilidad, el colapso de la propia URSS obligó a cancelar este cohete, al igual que la versión Energía-M. Hoy en día, las instalaciones del Energía en Baikonur se oxidan a la intemperie esperando un futuro que nunca llegará. Cuando en mayo de 2002 el techo del edificio de montaje MIK-112 se hundió destrozando la lanzadera Burán y multitud de partes del Energía, quedó clara la imposibilidad de resucitar este gran lanzador.

Por otro lado, en Estados Unidos surgió el Programa Constellation después de la tragedia del Columbia de 2003. Uno de los elementos claves de este programa era el lanzador pesado Ares V, que volvió a poner sobre la mesa el interés por los supercohetes. En Rusia, a raíz de la creación del Programa Constellation surgieron varias propuestas de lanzadores gigantes diferentes del Energía. Una de las más curiosas fue Viktoria-K, diseñada en 2006 por la empresa GRTs Makeyev, principal fabricante en tiempos soviéticos de los misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM).


El Viktoria-K (Novosti Kosmonavtiki).

Viktoria-K sería un gran cohete basado en arquitectura modular con una masa al lanzamiento de 3100 toneladas y una capacidad para poner en órbita 100-110 toneladas desde Baikonur. La primera etapa estaría formada por seis bloques con motores RD-171 y RD-180, mientras que la segunda etapa o bloque central, usaría un RD-191. El RD-180 y RD-191 son versiones de dos y una cámara respectivamente del motor de cuatro cámaras RD-170 -el más potente del mundo- empleado en el Zenit y el Energía. Encima de la etapa central iría una etapa superior con un motor RD-0124M. El Viktoria-K es el único proyecto de cohete propuesto hasta la fecha que haría uso de toda esta familia de motores construidos por NPO Energomash.



Distribución modular del cohete y los motores usados (Novosti Kosmonavtiki).


Etapas del lanzamiento (Novosti Kosmonavtiki).

Una de las características del Viktoria-K es que estaba diseñado para que sus bloques pudiesen ser trasladados mediante un avión Antonov An-124, eliminando las limitaciones del transporte ferroviario que han condicionado el diseño de casi todos los cohetes soviéticos y rusos. Efectivamente, los túneles del sistema ferroviario imponen un diámetro máximo de 4,1 metros y una longitud de 24 metros en las etapas de los cohetes transportados por tren. Sin embargo, cada uno de los bloques laterales del Viktoria-K podía ser más grande de lo habitual. Los bloques laterales podían cargar hasta 390 toneladas de combustible, mientras que la etapa central tendría 410 toneladas. Por comparación, la primera etapa del Zenit, limitada por el transporte ferroviario, sólo puede llevar 310 toneladas. El transporte aéreo se basaba en la experiencia de Makeyev en el proyecto Vozdushni Start para lanzar cohetes desde un An-124.


Transporte de los bloques del Viktoria-K en un Ruslan (Novosti Kosmonavtiki).

Pese a sus elementos originales, Viktoria-K cayó pronto en el olvido, principalmente debido a que la economía rusa no puede permitirse el desarrollo en solitario de un programa tripulado lunar o marciano que justifique el desarrollo de este lanzador. El hecho de que fuera propuesto por una empresa diferente de Khrúnichev, TsSKB Progress o RKK Energía -los gigantes del sector aeroespacial ruso- tampoco ayudó mucho. Hoy en día, el futuro de los lanzadores rusos es más modesto y pasa por el Angará y el Rus-M.

Referencias:

  • «Виктория-К» третье пришествие сверхтяжелых?, Novosti Kosmonavtiki (mayo 2006).


3 Comentarios

  1. El unico motivo por el cual se puede justificar lanadores de este tipo es para viajes tripulados a la luna o marte y como no hay una intencion ni apoyo economico por ningun gobierno, sabiendo que los paises tiene problemas mas urgentes estos proyectos van a quedar solo en intenciones.
    Si las principales agencias y espaciales se unieran seria otra cosa, pero tambien es muy dificil

  2. Tambien el cohete de cargas pesadas que dibuje en la Nasa dentro de los planes de Obama, tendra el mismo destino que Victoria-K, al igual que la nave marciana de khrunichev, la nave marciana de la Nasa solo existira en bosquejo o teoria. Ya que si se aprueba una posible reforma energetica, todo el dinero se destinara para construir plantas nucleares alrededor de los USA, y se cancelaran todos los planes espaciales para viajes al espacio profundo.

  3. Hola.

    Sin ánimos de polemizar … que el N1 entre en esta categoría me chirría un poco. Vamos que no llegó a funcionar nunca. Sobre el energía (idea buenísima que no se porque no se recupera) creo que solo hizo tres viajes …

    Discrepo que estos cohetes no tengan sentido, creo que todo depende de como se piense: a lo peuqeño o a lo grande. Para ejemplo ¿cuantos lanzamientos hubiesen sido necesarios para montar la ISS con un Ares V?, recordemos que no solo lanzan más masa, además está ya montada.

    Sigo pensando que ahora tenemos coches más o menos grandes, pero para hacer trabajos interesantes hace falta maquinaria pesada.

    Muchas gracias, como siempre, por el artículo.
    Saludos.

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Por Daniel Marín, publicado el 5 mayo, 2010
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