40 años del Apolo 11 (7): un pequeño paso…

Por Daniel Marín, el 21 julio, 2009. Categoría(s): Apolo • Astronáutica • NASA ✎ 3

Nada más alunizar, la tripulación y el control de la misión en Houston verificaron los sistemas del Eagle para confirmar que podían permanecer en la superficie. Armstrong y Aldrin disponían de una ventana de lanzamiento de unos doce minutos por cada órbita del Columbia para poder despegar y acoplarse con el CSM. Houston había incluido dos puntos de decisión -llamados T1 y T2- al principio y al final de esta ventana. T1 tuvo lugar unos dos minutos tras el aterrizaje y T2 poco antes de cerrarse la ventana. Al autorizar Houston la estancia lunar en T2, la tripulación del Eagle supo que podrían permanecer en la superficie al menos hasta que el Columbia volviese a pasar sobre ellos, dos horas más tarde. Armstrong, desorientado por las alarmas del ordenador durante el descenso, no sabía exactamente dónde había aterrizado, aunque podía ver la Tierra por la ventana de acoplamiento situada en el «techo» del módulo. De hecho, pese a los esfuerzos de Collins por encontrar el LM desde la órbita lunar, el lugar del alunizaje sólo sería determinado con precisión tras el regreso de los astronautas y el análisis de la película tomada por la cámara situada en la ventana de Aldrin. Mientras, la etapa inferior del LM empezó a expulsar los combustibles hipergólicos sobrantes del descenso.

El plan de vuelo incluía un periodo de descanso tras el alunizaje antes de preparar la salida de la nave. Este periodo se había incluido en previsión de que el aterrizaje presentase algún problema, pero al no ser así, la tripulación comunicó a Houston su intención de no descansar y llevar a cabo la actividad extravehicular (EVA) tres horas después del aterrizaje, aunque al final se retrasaría más de lo previsto. Armstrong y Aldrin se quitaron entonces los cascos y guantes y procedieron a comer algo antes de salir. No había agua caliente en el LM, así que sólo podían comer platos fríos. Aldrin decidió entonces realizar una comunión, para lo cual había llevado un pequeño cáliz, un poco de vino y unas hostias. Por petición de la NASA a través de Deke Slayton y del propio Armstrong, esta ceremonia religiosa se mantuvo en secreto de cara a la opinión pública.

Armstrong nunca terminó de comprender el tremendo impacto mediático de la EVA: para él, la maniobra realmente complicada e importante consistía en el alunizaje. Lo demás era, nunca mejor dicho, un paseo. Pero prepararse para la EVA era un proceso complicado. Para salir al exterior, Aldrin y Armstrong emplearían el mismo traje A7-L que habían usado durante varias fases de la misión. Eso sí, usarían guantes distintos -más resistentes-, unas suelas que se pondrían sobre el calzado del A7-L, una cubierta sobre el casco-pecera y, por supuesto, una mochila con los sistemas de soporte vital y comunicaciones. Primero sacaron de las paredes del LM las mochilas de 60 kg con el soporte vital, denominadas PLSS (Portable Life Support System, pronunciado «plis»), luego el pequeño suministro de oxígeno llamado OPS (Oxygen Purge System) que se colocaba encima de las PLSS. Los OPS tenían como función asegurar el flujo de oxígeno en caso de emergencia o un fallo con las PLSS. El traje tenía una masa total de unos 82 kg. En los entrenamientos, el proceso de preparación para la EVA había llevado unas dos horas, pero en la superficie lunar las condiciones no eran tan idóneas y la tripulación se demoró un poco.


Traje A7-L de Neil Armstrong (NASA).


Armstrong con la mochila PLSS en un entrenamiento (NASA).






PLSS (NASA).



Traje A7-L (NASA).


Conectores umbilicales del A7-L (NASA).


Casco «pecera» del A7-L (NASA).


Anillo del casco (NASA).


Cobertura del casco (NASA).


Utilización del OPS en caso de emergencia (NASA).

Tras ayudarse mutuamente a ponerse los trajes y configurar los sistemas de comunicaciones y refrigeración para el vacío, Aldrin se agachó y abrió la válvula de despresurización del LM, situada en la escotilla frontal. La válvula contaba con un filtro antibacteriano para evitar una posible contaminación de la superficie lunar por parte de microorganismos terrestres. Esta válvula ralentizaba la despresurización y los astronautas se desesperaron al ver que la presión no bajaba de 700 pascales, por lo que Aldrin decidió doblar la escotilla por una esquina -la escotilla era poco más que una lámina de metal- y despresurizó la cabina casi inmediatamente.

El diseño de la escotilla fue la que determinó que Armstrong fuese el primer hombre en la Luna: era imposible que Aldrin saliese antes del LM. Al llevar los trajes con la mochila PLSS, deberían realizar un ejercicio de contorsionismo inaudito dentro del Eagle para permitir salir primero a Aldrin. Cuando se ensayó esta maniobra en tierra -a petición de Aldrin- se consideró arriesgada e innecesaria. Si los ingenieros de Grumman hubiesen diseñado la escotilla para que se abriese hacia la izquierda, Buzz Aldrin hubiese sido el primero en salir del módulo lunar.

Le tocaba el turno a Armstrong: se agachó y se deslizó por la escotilla sobre su vientre. Acostado sobre la plataforma situada frente a la escotilla, tiró de una anilla en forma de «D» para activar la apertura de uno de los paneles laterales de la etapa de descenso del LM. En este panel, denominado MESA (Modular Equipment Storage Assembly), estaba la cámara de televisión que debía retransmitir a la Tierra el histórico momento. Aunque estaba montada al revés, en Houston habían previsto la situación y mediante un interruptor se invirtió la señal para que todo el planeta pudiese ver a Neil del derecho. Posteriormente, cuando la cámara fue instalada en un soporte sobre la superficie lunar, no haría falta este procedimiento.



Anilla para activar el mecanismo de apertura del MESA (NASA).


La cámara en el MESA (NASA).


El MESA en un simulador del LM (NASA).


Colocando la cámara en posición vertical en un entrenamiento (NASA).

Como el Eagle se había posado muy suavemente sobre la superficie, las patas con los amortiguadores apenas habían disminuido su longitud, por lo que la distancia entre el último escalón de la escalerilla y la base de la pata era de más de un metro. Armstrong descendió hasta la base de la pata e inmediatamente volvió a subir hasta el último escalón para asegurar que podía regresar al interior del LM en caso necesario. En la baja gravedad lunar no tuvo mayor problema. Tras describir las características de la superficie lunar -«it’s almost like a powder»-, a las 02:56 UTC del 21 de julio de 1969 (todavía 20 de julio en los EEUU), Neil Armstrong adelantó su pie izquierdo para pisar el suelo lunar, como había hecho en multitud de ocasiones durante los entrenamientos.

«Un pequeño paso para el hombre, un salto de gigante para la Humanidad», palabras históricas para un momento histórico. El Programa Apolo había logrado hacer realidad en pleno siglo XX el argumento de una novela de ciencia ficción: el hombre caminaba sobre la Luna.






Aldrin baja por la escalerilla del LM fotografiado por Armstrong (NASA).


Una huella humana en otro mundo (NASA).


Armstrong en la superficie visto desde la ventana de Aldrin (NASA).


Neil Armstrong en la base del LM durante los entrenamientos. La distancia entre la escalerilla y la base de la pata era inferior a la que luego encontraría en la Luna (NASA).


Armstrong pone el pie izquierdo en el suelo simulado de la Luna durante un entrenamiento (NASA).

Descripción del traje A7-L:



3 Comentarios

  1. Soy aficionado a la astronomía desde hace décadas. Paso mis ratos libres leyendo diversas publicaciones y páginas sobre astronomía. Me apasiona el tema (mi segunda pasión es la antropología, muy complementaria con la primera). He entrado en esta página por primera vez y he tenido ya dos o tres orgasmos viendo la cantidad ingente de información que tengo por delante y el ritmo de publicación del blog, con el que seguro que estaré siempre bien actualizado. Acaba de ganar un asiduo lector.

    Y ya puestos, una pregunta. Según elmundo.es (primer titular de sección ciencia) el cuerpo que ayer impactó con Júpiter era mayor que la Tierra. Imagino que eso sí que es un gigantesco gazapo, ¿no?

    Un cordial saludo

  2. No es un gazapo, sino una muestra más del bajísimo nivel del periodismo español…
    Como muestra, mas ejemplos: en los informativos de La Sexta han dicho hace un rato que el impacto ha dejado en Júpiter «un cráter más grande que la Tierra», y los de Antena Tres acaban de calificar a este planeta como «el más misterioso y lejano del sistema solar»…

  3. pasabaporaquí: muchas gracias por tu comentario y por las alabanzas. Espero seguir proporcionándote «orgasmos informativos» 😉

    ignacio: lo que es misterioso y lejano es la capacidad de algunos medios de este país por dar mal las noticias relacionadas con el espacio en particular y la ciencia en general, y eso que la Wikipedia es gratis…

    Un saludo.

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Por Daniel Marín, publicado el 21 julio, 2009
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