El futuro de COTS

Por Daniel Marín, el 13 septiembre, 2009. Categoría(s): Astronáutica • ISS • NASA ✎ 6

El programa COTS (Commercial Orbital Transportation Services) es la gran esperanza blanca de la NASA para los próximos años. Tras la retirada del transbordador y la puesta en servicio de la Orión (el famoso gap), la NASA dependerá de Rusia para enviar astronautas hacia la ISS. Una medida para minimizar este descalabro político fue la puesta en marcha del COTS, un programa que debe garantizar la independencia de los EEUU en el transporte de carga a la estación espacial gracias a la colaboración con el sector privado. Ahora que la Comisión Augustine se ha declarado partidaria de eliminar el cohete Ares I y sustituirlo por un lanzador privado, el futuro de este programa puede ser aún más decisivo de lo esperado. Los protagonistas del COTS son, recordemos, las empresas Orbital y SpaceX.

La apuesta de la Orbital pasa por el lanzador Taurus II, que usará en su primera etapa el veterano motor NK-33. Este motor fue desarrollado en los años 60 por Nikolai Kuznetsov para el cohete lunar soviético N1. Curiosamente, en la página de la compañía no encontraremos ninguna referencia al NK-33, ya que Orbital ha decidido denominar a este motor con el pulcro nombre de «AJ26-62», para de esta forma eliminar el «sucio» pasado no americano del corazón de su futuro cohete. Pues vale. El Taurus II será lanzado desde el «Espaciopuerto Virginia» (el actual centro de lanzamiento de Wallops Island) y tendrá capacidad para poner en órbita baja entre 4750 y 6250 kg.


Taurus II (SpaceX).

El Taurus II pondrá en órbita la nave de carga Cygnus. Esta nave, con una masa de 5300 kg, consta de un módulo presurizado de 3800 kg basado en los MPLM empleados por el transbordador espacial en las misiones de servicio a la ISS. Este módulo presurizado se construirá en colaboración con la empresa Thales Alenia Space. Cygnus podrá llevar hasta 2700 kg de carga hasta la estación.



Nave de carga Cygnus (Orbital).

La apuesta de SpaceX es mucho más ambiciosa y consiste en el potente cohete Falcon 9 -con capacidad para 10,45 toneladas en órbita baja al ser lanzado desde Cabo Cañaveral- y la nave Dragon. Esta nave es más compleja que la Cygnus de Orbital, pues incluye una cápsula de retorno con capacidad para transportar hasta 3600 kg a la ISS. SpaceX mantiene los planes para construir una versión tripulada de la Dragon con capacidad para siete astronautas.


Cohete Falcon 9 (SpaceX).


Los nueve motores Merlin del Falcon 9 (SpaceX).



Cápsula Dragon (SpaceX).

Sin embargo, Orbital no quiere quedarse a la zaga de SpaceX y ha anunciado su intención de desarrollar una versión tripulada de la Cygnus con capacidad para 3-4 astronautas.

La NASA otorgó recientemente a Orbital el contrato para 8 misiones de la Cygnus en el periodo 2011-2015. A partir de este momento, la empresa planea lanzar naves Cygnus en misiones comerciales a la ISS independientemente de la NASA. SpaceX, por su parte, debe lanzar nada más y nada menos que tres cápsulas Dragon el año que viene en vuelos de demostración del COTS. Si estos vuelos son exitosos, se espera poder lanzar 15 misiones entre 2011 y 2015. La ferviente actividad del COTS la podemos resumir en este gráfico:

Ahora que parece altamente probable que la NASA mantenga su participación en la ISS hasta 2020, es posible que la agencia espacial norteamericana considere ampliar los contratos con Orbital y SpaceX. Si hasta hace un año el desarrollo de versiones tripuladas de la Cygnus y Dragon era una opción poco realista, parece que el ambiente en la Casa Blanca y en el seno de la NASA es ahora favorable a una subvención masiva del sector privado que podría hacer realidad estos proyectos.



6 Comentarios

  1. Nunca entendi muy bien el objetivo del programa COTS.
    Si ya existen cohetes que a nivel comercial valdrian para suministrar la ISS como los Delta o los Atlas..
    para que subvencionar otras empresas que son nuevas e inexpertas con lanzadores que requeriran de mucho tiempo y dinero para que sean operativos?

  2. ¿Por qué? Por motivos políticos, simplemente. Ya sabemos que en Estados Unidos se considera que privatizar cualquier sector es un requisito indispensable para su progreso y mejora, y el sector aeroespacial no iba a ser menos.

    Claro que, en realidad, la supuesta privatización no pasa de ser una subvención estatal encubierta, pero eso es otra historia.

    El lado positivo del COTS es que ampliará el reducido círculo de multinacionales que trabajan en el sector espacial privado (Lockheed-Martin, Boeing, etc.) a algunas empresas más pequeñas (pero en absoluto empresas medianas: Orbital tiene ya muchos años de experiencia en el sector, por ejemplo).

    De todas formas, Orbital y, especialmente, SpaceX aún tienen que demostrar su capacidad para poner en órbita una nave de servicio a la ISS. Esperemos a ver.

  3. Además, Space X dice que va a revolucionar el mercado espacial con cohetes «low cost». Ojalá sea verdad. Lo que no sé es cuando van a hacer el primer lanzamiento del Falcon 9, porque se dice en 2009 pero el tiempo pasa y no veo ninguna fecha concreta.
    Un saludo.

  4. Hola Daniel, no me queda muy claro cuál sería la alternativa al ARESI-X.

    La comisión estaría proponiendo adaptar los cohetes Delta y Atlas a la cápsula Orion?
    O recomienda usar los lanzadores relacionados con el COTS?
    O no especifica?

  5. FoxMulder: yo hace tiempo que sigo una máxima con SpaceX: cuando lo vea, lo creeré.

    Franchute: es que la alternativa al Ares I no está clara. La Comisión simplemente ha dicho que se debería llevar a cabo un concurso público para elegir un nuevo lanzador privado. Podría ser uno ya existente (Delta IV, Atlas V, etc.), u otro a desarrollar (Falcon 9 Heavy, etc.).

    Un saludo.

  6. es que el programa espacial, es totalmente artificial, simplemente es dinero publico al garete, da igual si es ULA, o SpaceX, u Orbital, el chollo es que el estado lo paga todo, aqui da igual constelation o cots, el espacio si no es por el impulso de una agencia publica, no significa nada, no hay valor si no hay necesidad privada de acceso al espacio, y hablo de necesidad real y tangible, no el simple capricho de un millonario aburrido de la gravedad, y salvo el sector de las telecomunicaciones, la industria y la inversion privada no le encuentra mayor beneficio en la disponibilidad de un lanzador capaz de poner a tres fulanos en orbita, quizas alguna empresa de biotecnologia, o algun experimentillo perdido de metalurgia o cualquier cosa que se pueda experimentar, que en muchas ocasiones se puede hacer con capsulas desechables dedicadas en vuelos menos duraderos y complejos.
    y todo seguira siendo asi de artificial hasta que se encuentre el objeto de deseo del actor empresarial en el espacio, y hasta que no se encuentre un maldito 600 volador, que podria (o no) haber surgido si Griffin no hubiese hecho el gran lio de constelation, quizas el planteamiento mas proximo al concepto fuese el Direct, pero es mas comodo chupar la sangre a la agencia que currarselo en el mercado privado, y seguramente boeing y lockheed no ven muy claro ese modelo de negocio, ¿para que esforzarse, si se puede seguir chupando del teto como siempre?

    es una agonia ver las garrapatas aferrandose a sobrecostes y haciendo mas complicado de lo que deberia ser, la tecnologia esta aqui, y desde hace una patada de años, y no hay nada nuevo bajo el sol, solo hace falta un minimo de esfuerzo, se que es jodido diseñar algo como un lanzador super pesado, pero habiendo diseños validos y provados ¿para que liarse la cabeza? desempolvar diseños e integrarlos deberia de mejorar los costes, los rusos no se complican tanto la vida.

    pd. siento la pataleta y la verborrea aqui expuesta, pero es que cada vez que veo las mamarrachadas de cots, o de orion, me envenena la sangre
    perdon perdon perdon

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Por Daniel Marín, publicado el 13 septiembre, 2009
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