¿Qué pasó con el UARS?

Por Daniel Marín, el 25 septiembre, 2011. Categoría(s): Astronáutica • NASA • sondasesp ✎ 27

Cada cierto tiempo caen satélites a la Tierra. Si no podemos elevar de forma regular la órbita de una nave espacial situada en órbita baja, el rozamiento con las capas altas de la atmósfera convierte en inevitable este desenlace. Y, claro está, la reentrada de un satélite siempre es una noticia que atrae la atención de todos medios por motivos obvios.

Desde hace una semana, el satélite UARS (Upper Atmosphere Research Satellite) ha protagonizado el episodio de «histeria satelital» más importante desde la destrucción de la Mir. El UARS fue lanzado el 12 de septiembre de 1991 en la bodega del transbordador Discovery durante la misión STS-48 con el objetivo de estudiar la capa de ozono desde una órbita de 580 kilómetros de altura. Una vez cumplida su misión, fue desactivado el 15 de diciembre de 2005 después de encender sus motores para bajar su órbita y acelerar así el proceso de reentrada. De no haber llevado a cabo esta maniobra, el UARS podría haber permanecido otros diez o veinte años en el espacio. Cuanta más elevada sea la órbita, más tiempo tardará en reentrar el satélite. Y es que por debajo de los 500 kilómetros de altura los satélites duran unos pocos años sin maniobras de asistencia, pero si están a 800 kilómetros la vida media aumenta hasta varias décadas. Por encima de 1000 kilómetros, un satélite puede permanecer varios siglos en el espacio.

Evolución de la órbita del UARS (NASA).

El 7 de septiembre la NASA anunció al público que la reentrada incontrolada del UARS tendría lugar en las próximas semanas. Sólo era cuestión de tiempo que el satélite reentrase en la atmósfera, pero a diferencia de otros objetos, UARS era un satélite relativamente grande, con una masa de 5668 kg. El problema no es que el UARS se desintegrase en la atmósfera, sino que se trataba de una reentrada no controlada. Y al estar situado en una órbita de 57º de inclinación, podía caer casi en cualquier lugar del planeta. La probabilidades de que causase algún daño material o personal eran prácticamente nulas, pero eso no impidió que los medios de comunicación de todo el mundo se hicieran eco del peligro. Por fin, el pasado 23 de septiembre el satélite se desintegró en la atmósfera sobre algún lugar del Océano Pacífico entre las 03:23 y las 05:09 UTC. Se cree que algunas piezas (hasta 26) sobrevivieron a las enormes temperaturas y se precipitaron a la superficie con una velocidad terminal de 150-400 km/h.

Satélite UARS (NASA).

Muchos han criticado a la NASA por la falta de precisión en los datos de la reentrada. ¿Cómo es posible que una agencia capaz de lanzar una sonda a Plutón no pueda predecir el lugar de caída de un simple satélite? Pero lo cierto es que determinar el momento y lugar exactos no es nada fácil. En el espacio interplanetario reina el vacío, pero no así en la órbita terrestre baja. La impredecible actividad solar ocasiona la expansión o contracción de las capas altas de la atmósfera, lo que a su vez influye en el rozamiento de los satélites. La forma, giro, velocidad y situación de los ejes de rotación del satélite también participan en este proceso, imposibilitando crear un modelo preciso del fenómeno.

Además, la determinación exacta de las efemérides orbitales -fundamentales para predecir el lugar de la caída- no depende de la NASA, sino de los militares. Esta tarea recae principalmente en los radares del Joint Functional Component Command for Space (USSTRATCOM), del Departamento de Defensa de los EEUU, pero nadie sabe -ni siquiera la NASA- cuántos radares se usan para la determinación de la órbita ni la precisión de las observaciones.

Por otro lado, la órbita final del UARS era tan baja que impedía la detección por parte de muchos de estos radares, destinados al seguimiento de misiles balísticos con trayectorias de mayor altura. Se rumorea que los satélites de alerta temprana DSP observaron el lugar de la reentrada del UARS, pero el Departamento de Defensa dejó de hacer públicos los datos de estos satélites militares por motivos de seguridad nacional. Es decir, a estas alturas está claro que los militares saben en qué lugar se precipitó el satélite, así que la pregunta es si harán pública esta información o no.

En todo caso, hay que tener en cuenta que aunque la NASA lleva años intentando introducir protocolos para reducir las probabilidades de caída de objetos orbitales en zonas habitadas, la reentrada descontrolada de satélites es un hecho relativamente frecuente. Esperemos que el próximo UARS no sea objeto de tanta preocupación.

Actualización 28-9: la NASA ha anunciado el lugar exacto de la reentrada gracias a los datos del Joint Space Operations Center del Pentágono: 14,1º sur, 170,2º este. Los trozos del satélite caerían al océano a unos 500-1000 km de este punto en la dirección de la órbita. Ahora a esperar a la reentrada del telescopio de rayos X Rosat.

Órbita final del UARS y posible lugar de la reentrada (círculo verde) (NASA).



27 Comentarios

  1. Hola Dani.

    La verdad es que sí que ha causado cierto alboroto el asunto del UARS pero ha sido entretenido ver qué iba pasando.

    El próximo que va a caer, si no me equivoco, es el ROSAT, ¿no? Además dentro de poco, un par de meses o así. Al no ser de la NASA no sé si tendrá un seguimiento tan detallado, ya nos dirás si en alguna página se puede ir siguiendo la estimación de fechas.

    Saludos.

  2. Pues sí. Ha sido una noticia pública y notoria de la que me enteré en el bar tomando una cerveza en lugar de hacerlo en este blog. Y es que un trozo de «chatarra espacial» del tamaño de un autobús que en cualquier momento te puede caer en la cabeza no es para tomarla a broma. No en vano, los irreductibles galos temían que el cielo se desplomara sobre sus cabezas.

  3. @Igo: sí, el Rosat es el próximo.

    @Sergei, @Laika: mea culpa. Siento no haber hablado del UARS, pero llevo unos días muy liado. De todas formas, creo que a efectos de histeria hubiese dado igual el que comentase el tema por aquí 😉

    Saludos

  4. Hola @igo, como yo mismo pude comprobar, las páginas de seguimiento de satélites (y otros artefactos o chatarra) en tiempo real:
    http://www.n2yo.com y
    http://www.infosatelites.com
    se colapsaron el día anterior a la caída del UARS ante la avalancha de peticiones.

    Oye Daniel, ¿sabes si el NORAD también colabora en el seguimiento de estos cacharros en órbita?
    Él que haya visto la película «Juegos de guerra» creo que tendrá una idea de su emplazamiento. Por cierto, si pensáis que la trama de la película era irreal y pura ciencia-ficción buscad información sobre el «accidente de la cinta» acaecido el 9 de Noviembre del 79 (se dice que llegó a despegar el Air Force One y se desviaron vuelos comerciales).

    Para acabar me preguntaba si algún lector de este blog es tan «geek» (en el buen sentido de la palabra) como para haberse registrado en: http://www.space-track.org.

    Un saludo a los lectores y en especial al Dr. Falken 😉

  5. Como suponia todo fue para vender diarios y avisos en los informativos de la tele. aqui en Uruguay informaron que iba a caer «en un lugar desconocido» ooohhhh, sobre nuestras ciudades!!!! estaba mas que claro que se iba a desintegrar. y que lo iba a hacer sobre el pacifico. con la Mir dijeron los mismo, un poco mas y destruye Nueva York, hay tecnicos que organizaron la caída. no iba a caer en ningua ciudad!!!! por dios!!!! pura prensa amarillista. claro, cuando se descubre un exoplaneta o cuando una nave cumple su mision aqui en mi pais nada se habla.
    sindrome del Apolo 13 habria que ponerle. la desgracia o la tragedia vende. relatar el progreso de la ciencia y su aporte a la sapiencia humana no.

  6. No, no ha caído, una llamarada solar lo ha desviado, va camino del planeta Elenin donde los extraterrestres de allí podrán estudiar nuestra tecnología y así construir un rayo sincronizador para cambiarnos y entender la Unidad Cósmica de la que somos parte, estará listo para diciembre del 2012.

    ¬_¬

  7. Como me gusta esta pagina. Sabia que no encontraría nada del UARS hasta que no estuviera todo claro.
    Me llamó la atención ver tantas y tantas webs diciendo que caería el Viernes por la noche, para luego el Sábado no encontrar nada de nada. Solo una pequeña nota indicando que cayó al océano. Como no aterrizo en un autobús lleno de monjas o en un bosque causando un incendio forestal, dejo de interesar de golpe.
    Gracias Daniel por tu rigor.
    Exteban.

  8. ¿Alguien ha muerto o ha resultado herido por la caída de algún satélite? He buscado por Internet y solo he encontrado la caída de un satélite durante su construcción y que casi pilla a un técnico.

    ¿Que tal por Bilbao? Lamento no haber asistido pero tenia obligaciones familiares.

  9. Perdón me he expresado mal, me refería a que si a lo largo de la historia de los satélites habían producido alguna muerte, porque los medios de comunicación dan a entender que tenemos la muerte sobre nuestras cabezas y nunca he oído que a alguien le haya caído un cacho de satélite encima.

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Por Daniel Marín, publicado el 25 septiembre, 2011
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