Conocemos más de 550 planetas extrasolares de todo tipo. Los hay grandes y pequeños. Algunos orbitan a muy poca distancia de su estrella mientras que otros se hallan a enormes distancias. Unos son planetas de superficie sólida, muchos son gaseosos y puede que algunos estén cubiertos por profundos océanos. ¿Es posible poner orden en este zoológico planetario?
Clasificando el zoológico exoplanetario (fuente).
Al ser humano le encanta clasificar todo tipo de cosas. Hemos desarrollado ramas enteras de la ciencia para llevar a cabo la taxonomía de insectos o plantas, así que, ¿por qué no vamos a poder hacer lo mismo con los planetas? En el caso de las estrellas es muy fácil. Las podemos catalogar según su tipo espectral de tal forma que, usando un simple código, somos capaces de conocer su temperatura superficial, luminosidad, tamaño y edad aproximada. Por ejemplo, según este sistema el Sol es una estrella de tipo G2V. Desgraciadamente, no existe el equivalente planetario del diagrama H-R, así que desarrollar un sistema de clasificación de exoplanetas no es tan simple. Hablamos de «supertierras», «júpiteres calientes» o «exoneptunos», pero no dejan de ser términos subjetivos que invitan a la confusión.
Muchos astrónomos han intentado poner orden en este asunto, con resultados poco satisfactorios. La última idea viene de la mano de E. Plávalová (Universidad de Comenius, Eslovaquia), quien ha propuesto un sistema basado en sólo cuatro variables: masa, distancia media a la estrella, temperatura media y excentricidad. La primera variable es la más importante, ya que determina en gran medida si estamos hablando de un planeta sólido o gaseoso. Plávalová propone usar un código de cuatro letras para esta variable: M (Mercurio), E (Earth, Tierra), N (Neptuno) y J (Júpiter). El segundo parámetro es la distancia media a su estrella medida en Unidades Astronómicas. La temperatura media del planeta sería la tercera variable. Aunque se trata de un parámetro dependiente de la distancia orbital -y por tanto podría parecer redundante-, no olvidemos que depende también del tipo de estrella. Existirían cuatro categorías para la temperatura: F (freezing, con temperaturas inferiores a 200 K), W (water class, 200-400 K), G (gaseous class, 400-1000 K), R (roasters class, con temperaturas superiores a 1000 K) y P (para planetas alrededor de púlsares). Esta categoría se especificaría sólo en el caso de poder estimar la temperatura del planeta. La cuarta variable sería la excentricidad de la órbita. Por último, se añadirían sufijos para indicar el tipo de planeta siempre y cuando sea posible: t (terrestre, es decir, rocoso), g (gaseoso) e i (ice, helado).
Veamos algunos ejemplos. La Tierra sería 1E1W0t, es decir, un mundo de una masa terrestre (1E) situado a 1 UA de distancia de su estrella (1) en el que puede existir agua líquida en su superficie (W), con una excentricidad orbital prácticamente nula (0) y con superficie rocosa (t). Venus sería 15M0.7G0t y el exoplaneta 55 Cancri estaría catalogado como 9E0.02R1. Ahora un pequeño examen: el primer exoplaneta descubierto, 51 Pegasi quedaría como 9N0.05R0, ¿puedes entender lo que significa?
El sistema de Plávalová para clasificar exoplanetas (E. Plávalová).
Clasificando los planetas del sistema 55 Cancri (E. Plávalová).
Ejemplos con otros exoplanetas (E. Plávalová).
Como cualquier sistema de clasificación, la propuesta de Plávalová no es perfecta y contiene algunos puntos mejorables. Por ejemplo, no entiendo que una de las categorías de temperatura sea gaseous (400-1000 K), lo que puede ocasionar malentendidos con los gigantes gaseosos (estos últimos de categoría F). Tampoco se hace referencia ninguna a las posibles atmósferas planetarias, cuando evidentemente no es lo mismo un planeta rocoso con atmósfera que otro sin ella. Además no está claro dónde pondríamos a los mundos océanos.
Pero, en cualquier caso, se trata de un sistema bastante interesante que podría ordenar el caos exoplanetario. Si el subjetivo sistema de Hubble para clasificar galaxias ha sido todo un éxito, no veo por qué el de Plávalová iba a ser menos. Así que ya sabes, desde hoy podemos decir que vivimos en un mundo de tipo 1E1W0t.
Referencias:
- Taxonomy of the extrasolar planets, E. Plávalová (ArXiV, 3 de junio de 2011).
¡Qué época aquella en donde las constelaciones, galaxias y planetas recibían nombres más líricos o mitológicos!
Tiempos modernos, los que nos ha tocado vivir…
¿1E1W0t vs Pale blue dot?… ¡qué dolor!
😛
Interesante método, pero deja lugar a muchas ambigüedades. por ejemplo como se catalogaría un planeta (o luna) que circunda alrededor de otro planeta mas grande, por ejemplo ¿como se catalogaría Europa, la luna de Júpiter, donde toda su superficie es de hielo? ¿como roca o liquida?
@DaniEPAP: pues sí, no es una clasificación muy romántica que digamos, la verdad 😉
@Arturaleks: la clasificación está orientada a ser práctica y ajustarse a las observaciones. Una luna como Europa sería indetectable con las técnicas actuales, así que no tiene sentido incluirla. De todas, formas, tienes razón, habría que incluir una etiqueta para las lunas.
Saludos.
Vaya, el sistema me parece bastante práctico. Los códigos resultantes quedan bastante «feos», pero en unos pocos caracteres almacenan una cantidad de información increíble, lo he estado probando con los que vienen de ejemplo en las tablas y… wow.
Por cierto, me ha extrañado al principio ver que la masa de Venus se daba en función de la de Mercurio, al parecer se coge la del cuerpo planetario con masa menor para no poner muchos decimales. Me esperaba ver que se hiciera referencia a la Tierra, pero al parecer esta referencia se usaría para las «super-Tierras».
A falta de conocer otros métodos de nomenclatura, éste me gusta 🙂
Y por cierto, ¿¿¿por qué demonios es gama Cephei b tan caliente??? O_O Vi la G en su nomenclatura y lo primero que pensé es que su estrella tenía que ser tipo F o así, pero es más fría que la nuestra. Muy curioso. Y la información me la dio el numerito, se ven bastantes cosas de un vistazo.
Un saludo!
Otra información interesante sería la temperatura en superficie, o, alternativamente, en una capa atmosférica concreta para gaseosos y algo que indicase la velocidad de rotación respecto a la estrella.
Pero supongo que haría los códigos demasiado largos.
Y si el planeta está tan cerca de la estrella que su superficie rocosa está totalmente fundida, qué clase de superficie se supone que tiene?
Respecto de un planeta líquido supongo que no será uno totalmente líquido, no?
Además entiendo que si, por ejemplo existe un planeta como la tierra, con superficie rocosa, pero totalmente cubierto por agua, su superficie seguiria siendo rocosa, o no? Porque la Tierra tiene superficie terrestre aún estando cubierta en un 70% por masas de agua. O se trata de un fallo de clasificación y debería ser superficie líquida?
Por cierto, lo de poner un número y una letra para representar la masa es un lío. Es como si hubiese diferentes magnitudes. Creo que debería haber un único sistema de referencia, digamos que la masa de la Tierra.
Y otra cosa, en la distancia media a su estrella si la distancia es superior a 1UA se indica que se pone siempre un número entero. No es eso una barbaridad? Y si un planeta está a 2.5 UA que ponemos? 2UA o 3 UA?
Respecto a lo de la opción G en la temperatura y g en el tipo de superficie no se me ocurre ninguna forma diferente de llamarle a alguna de las dos opciones para diferenciarlas.
El artículo es muy interesante. Llevaba tiempo preguntándome si habría algún sistema de este tipo.
Me ha extrañado que se use directamente la distancia a la estrella en UA’s, y luego aparte se incluya la temperatura media. ¿No hubiera sido más realista juntar ambas magnitudes, dividiendo la distancia según la potencia de la propia estrella? Es decir, un factor que supusiera la energía que recibe de la estrella.
Además, la temperatura media es un dato algo relativo porque por ejemplo, la temperatura media de un planeta del estilo de Mercurio (aunque algo más frío) nos podría parecer aceptable para la vida, cuando en realidad el calor del lado iluminado es tan insoportable como el frío del lado oculto. La media anula este contraste, que para la vida es mortal.
Quizás lo que echo en falta el periodo de rotación, aunque entiendo que en muchos casos se desconocerá. Quizás hubiera estado bien juntar temperatura media y periodo de rotación en un solo factor que nos dijera cómo es de templado el planeta.
Todo esto lo digo desde el desconocimiento, supongo que quienes lo han propuesto tendrán sus razones.
Y el eje de rotación no tendrá también algún interés en cuanto a las características del planeta? Lo digo pensando en Urano.
Y ya puestos, como se indica si el planeta muestra siempre la misma cara hacia su estrella? Este dato puede que tenga también algún interés, creo yo.
Y ya de paso también estaría bien añadir si tiene vida y el grado de evolución tecnológica de la misma, esa sí sería una clasificación bien buena 😉
A ver, la clasificación está pensada para ser práctica. No se pueden incluir parámetros que no pueden ser medidos, como el periodo de rotación, la inclinación del eje, actividad volcánica, et., etc.
A mí tampoco me convence la clasificación de distancia sin decimales o la masa en función de Mercurio. A mí 15M no me dice nada, pero 0,9 o 0,8E es más útil.
@Anónimo: la Tierra es un planeta rocoso. Se consideran planetas océanos aquellos cubiertos en su totalidad por líquido de decenas o centenares de km de profundidad.
Un planeta fundido entiendo que en principio es de tipo rocoso.
Saludos.
Perdon por mi ignorancia. Por que Venus es igual a 15M? Venus es quince veces mas masivo que Mercurio o es 1,5 y no pusieron la coma.Me parece mucho quince veces mas masivo. Desde ya disculpen mi ignorancia. Me lo explican?