¿Veremos un Falcon Super Heavy?

Por Daniel Marín, el 8 febrero, 2018. Categoría(s): Astronáutica • Cohetes • Comercial • NASA • SLS • SpaceX ✎ 194

Todavía no se nos ha pasado la resaca del espectacular primer lanzamiento del Falcon Heavy y Elon Musk ya nos ha vuelto a dejar con la miel en los labios con el anuncio de una posible versión pesada del nuevo cohete. En la rueda de prensa posterior al lanzamiento Musk habló de un hipotético Falcon Super Heavy con cinco bloques en la primera etapa. El comentario ha dejado a todo el mundo de piedra, porque recordemos que los planes de SpaceX pasan por sustituir durante la próxima década a los actuales Falcon 9 y Falcon Heavy en favor del futuro cohete gigante BFR (Big Falcon Rocket).

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Primer lanzamiento del Falcon Heavy desde la rampa 39A del KSC (Ryan Chylinski).

El Falcon Super Heavy tendría un empuje de unas 4.000 toneladas al lanzamiento y podría colocar entre 100 y 140 toneladas en órbita baja, es decir, sería comparable al Saturno V y, algo que afectaría de lleno a la NASA, su capacidad sería similar o superior la del SLS Block 2, una variante del SLS que no despegará hasta 2024 aproximadamente. Pero, ¿se trata de un proyecto real o es una broma de Musk? El hecho de que el CEO de SpaceX haya dado esas cifras en la rueda de prensa significa que, al menos, es un concepto que han estudiado más o menos seriamente.

¿Y para qué podría servir? Está claro que el Falcon Super Heavy le permitiría a SpaceX mantener la ventaja en el probable caso de que el BFR se retrase. No obstante, muchos han querido ver un ataque directo a la línea de flotación del SLS de la NASA. El Falcon Heavy no es rival a día de hoy del SLS por dos motivos. Primero, porque SpaceX ha renunciado a que el Falcon Heavy pueda llevar a cabo misiones tripuladas —se ve que la experiencia de hacer el Falcon 9 man rated bajo la supervisión de la NASA ha sido agotadora–, mientras que el SLS ha sido concebido desde el primer momento para llevar astronautas. Segundo, porque aunque el SLS Block 1 tiene una capacidad de carga muy similar al Falcon Heavy —70 toneladas en LEO frente a 64—, el cohete de la NASA tiene un potencial mucho mayor y las versiones Block 2 y Block 3 podrán situar 100 y 130 toneladas en LEO respectivamente.

Cohete SLS de la NASA (NASA).
Cohete SLS de la NASA (NASA).

Pero un Falcon Super Heavy sería otro cantar. Aquí ya estamos hablando de un vector que podría hablar de tú a tú con el SLS en cuanto a capacidad de carga y que podría estar listo antes, o al mismo tiempo. Además por solo una fracción de su coste: el desarrollo del Falcon Heavy ha costado 500 millones de dólares, mientras que en el mismo periodo la NASA lleva gastados casi doce mil millones en la construcción del SLS. Y es que el primer lanzamiento del Falcon Heavy ha sido paradójico porque, a pesar de que SpaceX ha captado la atención de todo el mundo con semejante proeza tecnológica, lo cierto es que las aplicaciones de este cohete son muy limitadas. Ahora que sabemos que no realizará vuelos tripulados alrededor de la Luna ni enviará misiones de la Red Dragon a Marte, el potencial del Falcon Heavy ha disminuido muchos enteros, sobre todo porque será sustituido en menos de una década por el BFR. El Falcon Super Heavy podría mantener viva la llama de esta nueva tecnología, siempre y cuando se encuentren aplicaciones que justifiquen su existencia.

En realidad, el verdadero significado del Falcon Heavy —aparte de que le permitirá a SpaceX lanzar todos los satélites geoestacionarios y cargas útiles del Pentágono que existen— es que ha demostrado que SpaceX está mucho más cerca de hacer realidad el BFR. Sí, el BFR es un cohete más complejo, caro y potente que el Falcon Heavy, pero hace unos años el propio desarrollo del Falcon Heavy parecía ser algo tremendamente complicado y que quedaba muy lejos en el futuro. SpaceX ha conseguido que lo difícil parezca sencillo y el día después del lanzamiento del Falcon Heavy pocos dudan de que SpaceX sea capaz de construir el BFR (otra cosa distinta son los plazos y la rentabilidad económica del proyecto). Ayer el BFR parecía sacado de una novela de ciencia ficción. Hoy está mucho más cerca de ser realidad. El lanzamiento del Falcon Heavy ha otorgado a SpaceX la credibilidad que se deriva de haber logrado una hazaña tecnológica que a día de hoy está fuera del alcance de todas las empresas y agencias espaciales del mundo (con la excepción de Blue Origin, que le sigue muy de cerca).

Cohetes de SpaceX (SpaceX).
Cohetes de SpaceX (SpaceX).

Pero el BFR es un salto cuántico con respecto al Falcon 9 y el Falcon Heavy en cuanto a escala. Y la competencia —te estoy mirando a ti, New Glenn— viene pisando fuerte. En este contexto el Falcon Super Heavy no parece tan descabellado. En cualquier caso, si Musk está tan realmente comprometido con el BFR como parece, el Falcon Super Heavy sería una muy mala idea porque absorbería gran cantidad de recursos de la empresa y la puesta a punto del BFR se retrasaría todavía más. A esto hay que sumar las modificaciones que serían necesarias en la rampa de lanzamiento y el resto de la infraestructuras. Además el bloque central debería ser rediseñado una vez más para soportar las tensiones adicionales, por no hablar de la pesadilla logística de encender 45 motores o recuperar cinco etapas casi al mismo tiempo (pero, ¿acaso ahora alguien duda de que podrían hacerlo si quisieran?). Así que lo más probable es que el Falcon Super Heavy sea simplemente un plan B de SpaceX para el BFR que no saldrá adelante. Un concepto que se quedará en solo eso, una bonita idea. Pero entonces, ¿por qué Musk se molestó en mencionarlo?

Los lanzadores de SpaceX según los planes de 2011 (SpaceX).
Los lanzadores de SpaceX según los planes de 2011 (SpaceX).


194 Comentarios

  1. Esto tiene mucha mejor pinta. Si se olvidan del BFR y apuestan por un FSH tripulado, los planes de exploración de Marte de SpaceX dejarán de recordarme a Mars One y pasaré a preferir al cohete de SpaceX frente al de la NASA. Pero por ahora, me quedo con el SLS.

    Y a quienes critican el despilfarro de los contratistas del SLS (que sí, que los sobrecostes son de escándalo), recordad que más despilfarro es tirar lo ya hecho por el retrete en favor de un futurible sin luz verde. Si SpaceX decide desarrollar algo que pueda competir con el SLS y además es mejor, entonces (y solamente entonces) podremos olvidarnos del SLS. Y ojalá que apueste por un FSH tripulado.

  2. Elon Musk ha tenido hoy una ‘enganchada’ interesante en twitter con el CEO de ULA, Tory Bruno, a cuenta de sus respectivos cohetes insignia. Fruto de ello ha desvelado datos interesantes como que en modo parcialmente desechable – se recuperan sólo los dos boosters laterales que además aterrizan en las plataformas marinas autónomas – el FH mantiene el 90 por ciento de su capacidad máxima a LEO y cuesta 95 millones. En modo totalmente desechable el coste real es de 150 millones (aquí el CEO de ULA dijo que su Delta IV Heavy costaba menos de 350 millones)

    1. -El FH Block 5 podrá poner 7.5-8 ton en GTO con retorno a la base (RTLS) de los tres boosters. Si se recupera la cofia, el precio sería parecido al de un F9 simple.

      -Una tercera barcaza-dron en construcción: » A Shortfall of Gravitas» (un déficit de gravedad)

      -Nueva cofia «Fairing 2.0», un poco más ancha y reutilizable.

      -Finalizados (o casi) el F9 y el FH, la prioridad es la Crew Dragon.

      -Todo lo que dice Musk da a entender que van a ir a por todas con el BFR lo antes posible.

      1. Sip. La confirmación de la tercera barcaza autónoma resulta particularmente interesante porque revela sus intenciones a corto plazo:
        – Space X cree realmente en su estrategia de recuperación de etapa.
        – Van a hacer lanzamientos semanales a GTO (con una sola barcaza no tienen tiempo material para ello, dados los tiempos de navegación de la plataforma y procesado del booster en el puerto de Florida).
        – Van a usar el modo parcialmente desechable del Falcon Heavy.

        1. Completo lo dicho de los tiempos de navegación de la barcaza: 6 o 7 días de navegación, a veces más. A ello hay que sumarle de uno a tres días para descargar el booster recuperado y preparar la plataforma para la siguiente misión.

          1. Por cierto, tengo que decirlo:
            Ser capaces de poner 57 Tn en LEO por 95 millones es impresionante: sale a un precio de 1.600 dólares por kilo, algo impensable hace apenas un lustro. A modo de comparación, el Ariane 5 o el Atlas 5 andan por los 8.500 dólares por kilo, el Delta IV Heavy se va a los 14.000 dólares por kilo y el Protón, el más barato de la competencia, a 2.800 dólares por kilo.

          2. Por esto es importante la opción de aterrizar los tres boosters del FH en tierra (RTLS) sin utilizar la barcaza.
            Se ahorra tiempo y simplifica mucho las operaciones.
            El Block 5 potenciará este ahorro de tiempo e infraestructuras (p.e.: tren de aterrizaje plegable)

            Capacidad: unas 8 t en GTO por 62 M$.

            Sólo se gasta una segunda etapa, como en un F9 (recuperando la cofia).

            -Por cierto, a mí me impresiona más que ponga 20+ ton en GTO por 95 M$. Increíble.

            El ‘Hobby Rocket’, -el cohete de juguete, el cohete de papel, el cohete powerpoint-, ya es el cohete más poderoso del mundo.

  3. En cuanto al por qué se estrelló la etapa central al intentar aterrizar en la barcaza, Musk lo ha aclarado en un tweet:
    “not enough ignition fluid to light the outer two engines after several three engine relights. Fix is pretty obvious.”

  4. Ya hemos salido de dudas, SI LO VEREMOS. Se comenzará a construir el «Falcon Super Heavy» en primavera. Así que puede estar listo para comienzos de 2020. Y más que un «Falcon Super Heavy» debería llamarse «La Puntilla del SLS» (puNtilla).

    Elon Musk a 9 de diciembre de 2018: «Both, but demo Starship is being built now, whereas Super Heavy hardware will start getting built in spring»

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Por Daniel Marín, publicado el 8 febrero, 2018
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