Hasta siempre, Glenn

Por Daniel Marín, el 9 diciembre, 2016. Categoría(s): Astronáutica • Historia • NASA ✎ 20

El 20 de enero de 1961 fue un día clave para el programa espacial estadounidense. Ese día Robert Gilruth, el principal encargado de que la NASA pusiese un hombre en el espacio, se reunió con los siete astronautas del programa Mercury para comunicarles quién sería el primero en viajar al espacio. Huelga decir que para los astronautas era una decisión sumamente trascendente. Como se suele decir, el ganador se lo lleva todo. La historia no recuerda a los segundones. A primera vista la elección no era sencilla. Todos los miembros del grupo de astronautas de la NASA tenían unas cualidades impresionantes. Los Siete del Mercury eran los mejores —y más sanos— pilotos de pruebas del país. Y sin embargo tanto el público como sus propios compañeros no tenían duda de quién sería el elegido: John Glenn.

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John Glenn con el traje de presión Navy Mark IV del programa Mercury (LIFE).

Los siete astronautas tenían unas credenciales fabulosas, sí, pero Glenn encarnaba como nadie el espíritu de héroe propio del imaginario norteamericano. Su carrera como piloto militar en la Segunda Guerra Mundial y en Corea, su pausada y mesurada forma de hablar, su saber estar ante las cámaras, su afabilidad y, algo no menos importante, su apariencia física, lo convertían en el candidato favorito del público y, por ende, del gobierno. Es difícil imaginar un actor que hiciera mejor el papel de Glenn ante las cámaras que el propio Glenn. No es de extrañar que incluso el gran Ed Harris no lograse transmitir todo el carisma de Glenn en la película The Right Stuff. Pocos astronautas han estado a la altura de su propio mito como Glenn.

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Los siete astronautas del programa Mercury. Glenn era el último que quedaba con vida (NASA).

Pero, contra todo pronóstico, ese 20 de enero de 1961 Glenn no fue el elegido. El primer vuelo tripulado del Mercury, la misión MR-3 (Mercury Redstone 3), estaría pilotada por el impetuoso Alan Shepard, mientras que en la MR-4 viajaría Gus Grissom. Glenn sería el reserva de ambas misiones. En realidad la decisión de Gilruth no era tan descabellada. Los dos primeros vuelos tripulados del programa Mercury serían suborbitales, es decir, se limitarían a describir un arco parabólico durante un cuarto de hora y no entrarían en órbita. Para los astronautas la primera misión orbital, MA-6 (Mercury Atlas 6), era el verdadero premio gordo y el billete hacia la fama. Pero el público no era de la misma opinión. La mayoría de la población apenas veía diferencias entre un vuelo suborbital y uno orbital.

Por su fuera poco, el 12 de abril de 1961 Yuri Alexéievich Gagarin se convirtió el primer ser humano en el espacio y también el primero en órbita, pulverizando todos los planes de la NASA. El primer vuelo tripulado Mercury pasó entonces a ser una cuestión de estado y de defensa del orgullo nacional, independientemente de que fuera suborbital o no. Sin embargo, la decisión de Gilruth de relegar a Glenn a la tercera misión del programa no se hizo pública. Los medios dieron por hecho que Glenn pilotaría la primera cápsula hasta que, finalmente, el 2 de mayo la NASA anunció que Shepard había sido el seleccionado. Lógicamente la elección fue muy discutida, empezando por el propio Glenn, pero ya era demasiado tarde. Shepard se convertiría tres días después en el primer estadounidense en superar la frontera del espacio a bordo de su nave Freedom 7. A pesar de todo, la confirmación oficial de que Glenn pilotaría la misión MA-6 no llegaría hasta el 29 de noviembre de 1961.

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Cápsula Mercury (NASA).
Interior de la Mercury (NASA).
Interior de la Mercury (NASA).
Panel de control de la Mercury (NASA).
Panel de control de la Mercury (NASA).

Glenn tuvo que esperar a 1962 para alcanzar la gloria. Tras un intento fallido el 23 de enero, el 20 de febrero la misión MA-6 con la cápsula Mercury Friendship 7 despegó con éxito desde la rampa LC-14 de Cabo Cañaveral mediante un cohete Atlas. Durante el lanzamiento Glenn sufrió 7 g de aceleración, una cifra bastante elevada comparada con los cohetes tripulados actuales, pero inferior a los 11 g que habían experimentado Shepard y Grissom a bordo del cohete Redstone. Al igual que Gagarin, Glenn alcanzó el espacio usando una herramienta de guerra, en este caso un misil balístico intercontinental modificado. Glenn no logró ser el primer norteamericano en el espacio y ni siquiera pudo ser el segundo ser humano en órbita, un honor que le arrebató Guerman Titov. Pero no obstante su misión marcó un punto y aparte para la NASA y ayudó a recuperar parte del honor perdido en la incipiente carrera espacial.

Lanzamiento de la misión MA-6 (NASA).
Lanzamiento de la misión MA-6 (NASA).

Mientras Gagarin se limitó a recorrer una órbita en una misión de apenas 80 minutos, Glenn pudo aprovechar la experiencia de los dos vuelos suborbitales previos para afrontar un vuelo más ambicioso de tres órbitas y casi cinco horas de duración. Las vicisitudes de su misión son de sobras conocidas, especialmente la preocupación que suscitó su reentrada. El control de la misión decidió mantener los retrocohetes de la nave durante la reentrada por miedo a que la bolsa de flotación se hubiese desplegado prematuramente. La decisión no estaba exenta de riesgos, ya que nadie podía garantizar que los retrocohetes no dañasen el escudo durante la reentrada (si alguno de los tres retrocohetes no se encendía se corría el riesgo de que explotase por las altas temperaturas de la reentrada mientras estaba todavía pegado a la cápsula). Afortunadamente, Glenn amerizó sano y salvo en el océano Atlántico y fue rescatado por el buque USS Noa. Durante años se habló de las ‘luciérnagas’ de Glenn, pequeñas partículas luminosas que acompañaron al astronauta durante gran parte de su vuelo. Hoy sabemos que se trataba de partículas congeladas procedentes del sistema de control de posición, pero en su época dio mucho que hablar.

Glenn y su cápsula Friendship 7 (NASA).
Glenn y su cápsula Friendship 7 (NASA).
Una Mercury alcanza la órbita con un cohete Atlas (NASA).
Una Mercury alcanza la órbita con un cohete Atlas (NASA).
Perfil de una misión orbital Mercury (NASA).
Perfil de una misión orbital Mercury (NASA).
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Reentrada de una Mercury. En la misión de Glenn los retrocohetes permanecieron unidos durante la reentrada hasta que el calor derritió las sujeciones para asegurar que el escudo térmico permaneciese en su lugar (NASA).

Tras su misión Glenn se convirtió en un héroe nacional y en un personaje demasiado valioso para arriesgarlo en misiones espaciales. De forma similar a Gagarin, Glenn se transformó en un arma propagandística de la Guerra Fría. Ante la falta de perspectivas dentro de la NASA Glenn abandonaría el programa espacial en 1964 para dedicarse a la política, una segunda carrera que le ocuparía la mayor parte de su vida laboral. Entre 1974 y 1999 Glenn ejerció de senador de los Estados Unidos por el estado de Ohio como miembro del Partido Demócrata. En 1998 Glenn volvió a acaparar los titulares al volar al espacio en la misión STS-95 Discovery (una misión de nueve días en la que también viajó el astronauta español Pedro Duque). Entonces con 77 años, Glenn fue en su momento el astronauta de más edad en alcanzar la órbita (un récord que todavía perdura). Aunque el vuelo del senador Glenn fue una maniobra de relaciones públicas de la NASA muy controvertida, no cabe duda de que el veterano astronauta disfrutó con su regreso al espacio. No es de extrañar si tenemos en cuenta que durante su primer vuelo casi no pudo moverse dentro de su pequeña cápsula («uno no se metía dentro de la cápsula Mercury, se la ponía»).

Glenn y el resto de la tripulación de la STS-95 dentro del módulo Spacehab en la bodega del Discovery (NASA).
Glenn y el resto de la tripulación de la STS-95 dentro del módulo Spacehab en la bodega del Discovery. Pedro Duque está abajo a la izquierda (NASA).

El jueves 8 de diciembre de 2016 John Glenn abandonó este mundo a los 95 años de edad. Era el último de los míticos siete astronautas del Mercury y uno de los pocos pioneros de la carrera espacial que seguía vivo. De los astronautas y cosmonautas que formaron parte en los programas Mercury y Vostok solo Valeri Bykovsky y Valentina Tereshkova continúan entre nosotros. Con Glenn desaparece un icono de los orígenes de la era espacial. Se nos ha ido la persona, pero nos queda el mito.

Elegido para la gloria (NASA).
Elegido para la gloria (NASA).



20 Comentarios

  1. Te seguiremos siempre entre las estrellas John Glenn…

    Que pena, que se nos van los más grandes, …y desde luego todos estarían sorprendidos del estado lamentable de la exploración espacial tripulada en este siglo XXI…

  2. [Que descanse en paz John Glenn, una vida luminosa que se va de este mundo. ]

    La NASA ¡por fin! se expresa/pronuncia acerca de la nave espacial Juno.
    http://www.jpl.nasa.gov/news/news.php?feature=6695
    Tal parece que se sigue conservando la órbita de los 53.4 días.
    La NASA seguirá estudiando a fondo el rendimiento (problemas) de un conjunto de válvulas que forman parte del sistema de presurización de combustible de la nave espacial Juno.
    La NASA planea operar a capacidad plena de la Sonda Juno en su acercamineto para investigar la estructura interior de Júpiter a través de su campo de gravedad. Siete de los ocho instrumentos científicos de Juno se activarán y recogerán datos durante el sobrevuelo al planeta Júpiter. El único instrumento que no recogerá datos es el espectrometro de infrarrojos mapeador de Aurora (JIRAM); el motivo es un parche de software de actualización que procesa datos del JIRAM.

  3. Hola Daniel.
    Has nombrado la película The Right Stuff (Elegidos para la Gloria) y otras veces veo que haces referencia a otras, pero no recuerdo que se haya nombrado la serie «De la Tierra a la Luna» que hizo Tom Hanks tras el éxito de «Apollo 13». ¿Qué os parece esta serie? La vi en su momento y fue la que me despertó el interés por el espacio.
    La he vuelto a ver hace poco y me ha encantado otra vez, cada capítulo dedicado a una misión Apolo, pero vista desde distintos enfoques.

  4. Godspeed John Glenn! Fe errata Daniel! Pusistes el vuelo de Gagarin el 20 de Abril de 1961 🙂
    Alguien me dijo que Glenn hizo lobby para hacer que Nasa lo enviará al Espacio de nuevo so pretexto de investigar el efecto de la ingravidez en una persona anciana.
    En esos dias se destapo un escandalo de una contribución que estaba haciendo representantes del gobierno chino a la campaña de reelección de Bill Clinton. Glenn, desde el Senado, logro que la investigación siguiera mas alla. Me imagino que gracias a esto Glenn pudo lograr influencia para lo incluyeran en una misión del Transbordador Espacial, en este caso la STS-95 del Discovery.

    Pareciera que Story Mugrave no estaba muy feliz con el regreso de Glenn al Espacio. Mugrave tenia el récord de la persona mas anciana en órbita con 61 años. Se había retirado de NASA debido a presiones que ya esta viejo. Cuando salio que Glenn volveria al Espacio a los 77 años, Mugrave debio sentirse muy desdichado.

  5. Cuando se habla de la inmortalidad y la gente se pregunta que es, la respuesta es fácil, haber echo cosas en la vida que trascienden. El 95 por ciento de la humanidad al morir y que tus seres cercanos desaparezcan nadie te recordará, a este hombre igual que a los reyes o científicos o pensadores, etc si se le recordará. Que envidia sana. Yo ya con unas cuantas décadas a mi espalda y todavía sin hacer nada por lo que te recuerden las generaciones futuras.
    Ad astra a John Glenn.

    Jorge m. G.

  6. Los seres humanos aprendemos por imitación, en gran medida (y en la parte que no es así, también es de enorme importancia el referente, humano), de ahí esa necesidad por los modelos. En la Humanidad hay gente para todo, como debe ser, incluso los que sólo sirven de mal ejemplo (aquí cada cual que ponga a su elemento favorito). Todo esto viene a cuento porque, a parte de la enorme popularidad que tuvo en su momento, como suele pasar con tantas cosas, mucha gente (en los propios EEUU) ya no sabe quién era este viejo, sobre todo la gente que se crió viendo volar a la Shuttle. C’est la vie, que dicen los cínicos en esa lengua que promociona tantas citas de ídems (a otras les da por las frases lapidarias, más molonas son).

    ¿A santo de qué viene todo esto? A que la fama de Glenn vino en gran parte porque era el «héroe americano», igual que los otros eran los héroes soviéticos, tal cual un partido de júrgol. Estoy por decir que a estas alturas -la verdad es que es mucho tiempo-, ya es difícil ver esa diferencia, que la hay (la tecnología, las dificultades propias en cada caso, etc.), pero tendemos a verlos a todos como pioneros sin más, ya desprovistos de esos halos de «defensores de esto o aquello frente a los otros», o, por decirlo en otras palabras, los vemos ya como astronautas, sin nada más. Tampoco es eso, porque también lo otro era real -y fue muy real, es lo que le hizo a él volar al espacio-, sin embargo es lo que queda. Para bien y para mal.

    Sic transit gloria mundi. Pero no me refiero a la gloria de Glenn, como a la de Gagarin, sino a otras glorias. Al final lo que queda es eso, los que fueron al espacio. La forma de ver el mundo cambia, y el mundo con ella, y gracias precisamente a las cosas en las que ellos participaron.

    Hace poco leí lo que publicaba en noviembre pasado Kirk Douglas en su blog, es una interesante reflexión. Me pregunto qué diría, si pudiera (no podía: se metió a político), el bueno de Glenn de la NASA actual, del cretino de la Casa Blanca (el actual y su heredero), y de la Humanidad en general, él, que fue de ese puñado de gente que tuvieron una perspectiva de este mundo como no se puede tener otra.

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