50 años del Luna 1

Por Daniel Marín, el 2 enero, 2009. Categoría(s): Astronáutica • Historias de la Cosmonáutica • Luna • Rusia ✎ 7

Hoy hace medio siglo que la Humanidad lanzó por primera vez una nave hacia otro mundo. Hoy se cumplen 50 años del lanzamiento del Luna 1. Tras el éxito mediático del Sputnik, Serguéi Korolyov quiso aprovechar la oportunidad para recabar apoyos que le permitiesen hacer realidad sus ambiciosos planes espaciales. En enero de 1958, Korolyov y Mijaíl Tijonravov (uno de los padres de la cosmonáutica tripulada) enviaron una carta conjunta al Comité Central del PCUS pidiendo el urgente desarrollo de un programa de sondas espaciales no tripuladas. El objetivo prioritario de estas naves debía ser la Luna. Una primera serie de naves debía simplemente impactar contra nuestro satélite, arrebatando de este modo el éxito mediático que los americanos esperaban conseguir con su serie de sondas Pioneer. Este tipo de vehículo no debía pesar más de 170 kg y se denominó Ye-1 («Ye» es la transcripción fonética de la letra cirílica E). Después seguiría una segunda serie de vehículos más avanzados cuyo objetivo primordial sería realizar fotografías de la superficie lunar, en especial de la cara oculta. Estos vehículos deberían tener una masa de 280 kg y serían conocidos con el código de Ye-2 y Ye-3.

Además del diseño de las sondas propiamente dichas, la URSS tuvo que crear una infraestructura de estaciones de seguimiento, tanto fijas como a bordo de buques, así como un nuevo cohete, basado en el misil R-7, con una etapa superior necesaria para lanzar un objeto con la velocidad de escape requerida para alcanzar la Luna.

Los EE UU habían perdido la carrera por el primer satélite artificial de la Tierra ante el Sputnik, pero ahora estaban dispuestos a adelantar a los soviéticos lanzando un pequeño Pioneer hacia la Luna en agosto de 1958. Por suerte para Korolyov, el cohete que debía lanzar al Pioneer explotó durante el lanzamiento. Pero la alegría no le duró mucho, pues el 28 de septiembre la primera Ye-1 quedó destruida al explotar su cohete 93 segundos después del despegue.

El 11 de octubre le tocaba el turno otra vez a los americanos con la Pioneer 2, pero volvieron a fallar, esta vez por culpa de la tercera etapa del lanzador. Korolyov respondió al día siguiente con el lanzamiento de otra Ye-1, pero el cohete explotó nuevamente. El 4 de diciembre un consternado Korolyov contempló una vez más otro fallo similar. Igualmente, los americanos no supieron aprovechar la ventaja y la Pioneer 3 fracasó en su objetivo. La frustración en ambos bandos era evidente, aunque los accidentes soviéticos nunca llegaron al conocimiento de la opinión pública.

Por fin, el 2 de enero de 1959, el cohete R-7 modificado (8К72 NºB1-6) con una etapa superior fabricada por Semyon Kosberg despegó con éxito desde Baikonur e impulsó a la pequeña Ye-1 hasta alcanzar la velocidad de escape (11,4 km/s). Por vez primera un objeto fabricado por el Hombre abandonaba la Tierra.


La sonda Ye-1 (Novosti Kosmonavtiki).

Para simplificar el diseño de la etapa superior, ésta debía encenderse inmediatamente después de las otras, así que, a diferencia de misiones posteriores, no se podía alcanzar primero una órbita de aparcamiento para afinar la navegación y corregir los errores que se habían cometido durante el lanzamiento. Como consecuencia, estas primeras misiones lunares hacían gala de grandes errores de navegación imposibles corregir, ya que la Ye-1 carecía de sistema de propulsión. Como resultado de estas limitaciones, la primera Ye-1 no impactaría contra la Luna, pero pasaría muy cerca.

La Ye-1 tenía una masa de 156 kg y era muy parecida al primer Sputnik, aunque contaba con una serie de instrumentos rudimentarios para medir el campo magnético y la radiación en las cercanías de nuestro satélite. El 3 de enero, a 113000 km de la Tierra, la nave soltó una pequeña nube de sodio para permitir a los astrónomos seguir y calcular la trayectoria de la nave. El 4 de enero de 1959 la sonda pasó a 5965 km de la superficie lunar y posteriormente entró en órbita solar, donde todavía se encuentra en la actualidad.

La Ye-1 fue denominada por los medios soviéticos como Primera Nave Espacial o Primera Nave Cósmica. También recibió el apodo de Mechtá (Мечта, «sueño»). Algunos periódicos la denominaron Lunnik (Лунник), neologismo cariñoso formado a partir de los términos «Luna» y «Sputnik». Sólo en 1963 se decidió ponerle el nombre con el que hoy la conocemos: Luna 1 (Луна 1). Para entonces la URSS ya tenía en marcha un programa desarrollado de sondas espaciales lunares no tripuladas. Sin embargo, el sobrenombre «Lunnik» se resistió a desaparecer y llegó a ser muy popular en Occidente, probablemente porque parecía más «ruso» que el simple «Luna». De hecho aún hoy podemos encontrar muchos libros que nos hablan de las sondas «Lunnik», pese a que jamás ninguna nave soviética recibió oficialmente esta dominación.

Referencias:



7 Comentarios

  1. Me estrenaré en tus comentarios felicitandote por el blog. Llevo 3 o 4 meses siguiendote, y la cantidad y calidad de tus anotaciones es apabullante.

    Ahora, en vez de perder el tiempo leyendo blogs, tengo la sensación de que lo gano aprendiendo sobre algo que me gusta.
    Saludos.

  2. Enhorabuena por tu blog, Dani, estoy aprendiendo aquí más que en todos los libros que haya leido sobre el tema. Y te pido perdón por «corregirte» en un comentario que dejé aquí sobre la perdida Luna 1 hace unos meses. No tengo mucho tiempo pero prometo leerte más a menudo (y no me imprimo el blog entero porque sería mi ruina 😀 )

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Por Daniel Marín, publicado el 2 enero, 2009
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