Al filo del desastre: la primera misión de la nave Starliner de Boeing

Por Daniel Marín, el 9 febrero, 2020. Categoría(s): Astronáutica • CST-100 Starliner • ISS ✎ 183

El pasado 20 de diciembre de 2019 Boeing llevó a cabo la primera misión de la cápsula Starliner, la OFT (Orbital Flight Test). En esta misión de prueba sin tripulación, la nave debía haberse acoplado a la ISS, pero, sin embargo, no lo logró. De hecho, la misión estuvo a punto de terminar en fracaso total debido a un garrafal fallo de software. Pese a todo, la cápsula logró aterrizar el 22 de diciembre en White Sands (Nuevo México). Ahora, casi dos meses más tarde, la NASA ha hecho públicas las conclusiones preliminares de lo que pasó durante esos dos fatídicos días de diciembre. Y no dejan en muy buen lugar a Boeing.

La nave Starliner de la misión OFT antes del lanzamiento (NASA).

La causa del principal problema de la misión —el retraso en el encendido orbital— fue, como ya sabíamos, el software. Debido a este problema, la Starliner no activó los propulsores después de separarse de la segunda etapa porque el reloj interno del vehículo estaba desfasado once horas y no se había sincronizado con el del cohete lanzador Atlas V. Como resultado, la nave gastó más combustible del previsto y algunos propulsores se dañaron, impidiendo que se acoplase con la ISS dos días más tarde. Sin embargo, durante la misión también pudo manifestarse otro fallo que, este sí, no solo habría dado al traste con la misión, sino también con el vehículo.

La cápsula OFT tras el aterrizaje en White Sands (NASA).

Antes de la reentrada, el módulo de servicio de la Starliner debe separarse de la cápsula. Para permitir la maniobra, los propulsores del módulo de servicio se encienden con el objetivo de facilitar la separación. Pero en la misión OFT el software estaba configurado erróneamente para que los propulsores se encendieran al revés, impulsando al módulo de servicio hacia la cápsula. De haber sucedido así, el módulo de servicio podría haber dañado el escudo térmico, algo que hubiera tenido unas obvias consecuencias catastróficas en una misión tripulada.

Separación del módulo de servicio de la cápsula (Boeing).

Afortunadamente, este problema de software se detectó el 21 de diciembre y los ingenieros de Boeing cargaron en el ordenador de la nave un parche para solucionarlo solo tres horas antes de que la nave aterrizase en White Sands. Ni que decir tiene, la NASA no está en absoluto contenta con estos fallos y ha pedido a Boeing que revise totalmente el software de la Starliner y, sobre todo, los controles de calidad del programa. Aunque se trata de un asunto que no está directamente relacionado con este incidente, es relevante recordar los —catastróficos— problemas de software y gestión de fallos que Boeing ha cometido durante el desarrollo del 737 MAX y que se han saldado con la muerte de casi cuatrocientas personas. O los continuos retrasos con el cohete SLS. Sin duda, Boeing ha vivido épocas mejores.

Analizando la Starliner tras la misión (Boeing).

Además, pese a que el informe final de la misión OFT no ha sido publicado, hay que recordar que la misión tuvo otros problemas no relacionados con el software. Aparentemente, estos fallos de comunicaciones impidieron que el control de la misión pudiese controlar el vehículo en ciertas ocasiones. Por otro lado, la Starliner llevó a cabo un simulacro de acoplamiento fallido a la ISS —lógicamente, sin la estación espacial cerca—, pero durante el mismo la nave no logró alejarse del punto imaginario de referencia como estaba previsto, un hecho que ha hecho saltar las alarmas en Rusia, Japón y la ESA, los otros socios de la ISS com módulos presurizados.

Boeing Starliner (Boeing).

Estos resultados preliminares chocan con lo anunciado por Boeing y la NASA durante la misión. O mejor dicho, con los pocos datos que se hicieron públicos durante el transcurso de la OFT. Porque la falta de transparencia de la multinacional fue ciertamente lamentable. La NASA no ha anunciado todavía si piensa obligar a Boeing a repetir la misión OFT antes de llevar a cabo la primera misión tripulada, la CFT, pero está claro que la probabilidad de que esto suceda es hoy mayor que la semana pasada. De entrada, el resto de socios de la ISS seguramente serán partidarios de repetir una misión de la Starliner sin astronautas a bordo.

La Starliner tras la misión (Boeing).

Referencias:

  • https://blogs.nasa.gov/commercialcrew/2020/02/07/nasa-shares-initial-findings-from-boeing-starliner-orbital-flight-test-investigation/


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