Una imagen vale más que mil palabras, o eso dicen. El pasado 6 de marzo tuvo lugar una fulguración de tipo X5.4 en el Sol, la segunda más potente en lo que va de ciclo solar después de la fulguración del 9 de agosto de 2011. Una hora después se produjo otra fulguración en la misma región, aunque menos potente (de tipo X1.3). Como resultado, tuvieron lugar dos violentos eventos de eyección de masa coronal (CME), expulsando una ingente cantidad de partículas -principalmente protones y partículas alfa- a una velocidad de 966 km/s. Cuando estas partículas alcanzan la Tierra son capaces de dañar satélites, además de crear bellas auroras gracias a la inestimable colaboración del campo magnético de nuestro planeta. ¿Pero qué pasa si esta tormenta de partículas llega a Mercurio? El planeta más pequeño del Sistema Solar no tiene atmósfera -aunque sí campo magnético-, así que nos podemos olvidar de auroras. Sin embargo, podemos apreciar los efectos de una tormenta solar gracias a la sonda MESSENGER de la NASA. Esta nave se encuentra en órbita de Mercurio desde el año pasado y cuando la feroz lluvia de partículas procedentes del Sol alcanzó su cámara NAC captó esto:

Lo que vemos no es el Sol, obviamente, sino la superficie de Mercurio (36,55° sur, 298,76° este, para ser precisos), pero cada uno de los puntos blancos y rayas que aparecen en la imagen son resultado del choque de las partículas creadas por la tormenta solar con el sensor CCD de la cámara. Ni que decir tiene, un astronauta que viajase sin protección a la órbita de Mercurio y fuese expuesto a esta tormenta solar recibiría una dosis de radiación probablemente letal. Por suerte, la tripulación de la estación espacial internacional (ISS) se halla bastante más lejos y está protegida por el campo magnético terrestre. Algo bueno tenía que tener el que nuestra especie haya renunciado a realizar viajes tripulados interplanetarios.

Las fulguraciones solares se suelen clasificar como A, B, C, M o X en función del flujo de rayos X emitido en la región de los 100 a 800 picometros. Las de tipo X, las más energéticas, presentan un flujo superior a los 10-4 W/m2. Las fulguraciones violentas suelen estar asociadas con eventos CME (aunque no siempre), así que su observación mediante satélites es de vital importancia para poder predecir tormentas geomagnéticas en la Tierra. Ya saben, con el Sol no se juega.
Vídeo de la fulguración del 6 de marzo vista por el SDO:
Vídeo de la CME asociada a la fulguración del 6 de marzo vista por el satélite europeo SOHO:
Daniel:
966 m/s es practicamente 90 veces la velocidad de escape alcanzada por las naves apolo para llegar a la luna.
Es curioso si pudieramos usar el viento solar como medio de propulsion
no sera Km/s?
Sí, son km/s. Me olvidé de poner la ‘k’. Corregido.
Ojo!! que copie y pegué el dato!!!
:-))
Una pregunta…
Cual es la causa de dichas explosiones?¿
La reconexion magnetica en los camos magneticos en las proximidades de las manchas solares
el otro dia teniais que haber escuchado las bandas de radioaficionados, aquello fue tremendo
Como ocurra lo mismo que paso en 1859, entonces si que vamos a tener una crisis.
http://www.taringa.net/posts/noticias/6801551/Tormenta-Solar-Amenaza-la-Tierra_-NASA.html
También sabemosq ue estos articulos suelen ser un poco exagerados…
¿que hay de cierto en esto? http://www.biobiochile.cl/2012/03/13/rusia-se-fija-como-objetivo-antes-de-2030-llegar-a-la-luna-marte-venus-y-jupiter.shtml