Corren malos tiempos para la tecnología aeroespacial reutilizable, pues no en vano este mismo año desaparecerá su principal representante, el transbordador espacial de la NASA. Sin embargo, en Rusia se siguen investigando conceptos similares al Baikal para dotar con alas a los módulos de la primera etapa los lanzadores y poder así reutilizarlos.

Baikal debía emplearse en los módulos URM-1 del nuevo cohete Angará -un nombre apropiado puesto que el río Angará nace en el lago Baikal-, pero su desarrollo se canceló debido a las dificultades en la introducción del nuevo lanzador. La empresa Khrúnichev, contratista principal del Angará, propone ahora junto con el centro de investigación TsNIIMASh una variante denominada MRKS (Mnogorázovaia Raketno-Kosmícheskaia Sistema/Многоразовая Ракетно-Космическая Система), «sistema de cohetes espaciales reutilizables». MRKS emplearía queroseno y oxígeno líquido con motores RD-191 en la primera etapa reutilizable, mientras que la segunda podría usar combustibles criogénicos.

Diferentes versiones del MRKS (Khrúnichev).

Como curiosidad, el concepto MRKS se parece mucho al lanzador que aparece en los vídeos de Roskosmos sobre el nuevo cosmódromo de Vostochni. En su momento se pensó que se trataba de una licencia artística de los creadores del vídeo, pero ahora no está tan claro si se inspiraron en este proyecto.

Cohete similar al MRKS que aparece en el vídeo de Roskosmos (Roskosmos).

El proyecto deja la puerta abierta al uso de metano y al desarrollo de una nueva serie de motores (RD-M) capaces de quemar este combustible. En este sentido, es importante recordar que la empresa de motores rusa KBKhA lleva años investigando el desarrollo de motores a base de metano, como es el caso del RD-0110MD -de 25 toneladas de empuje-, que podría servir de base para el RD-0162, de 200 toneladas de empuje.

Motores de metano: el RD-0110M (arriba) y el proyectado RD-0162 (KBKhA).

A partir de los módulos reutilizables, se podría crear una nueva familia de lanzadores cuyas versiones más potentes podrían, según el jefe de la agencia espacial rusa Anatoli Pérminov, poner en órbita hasta 35 toneladas en órbita baja (LEO).

En realidad, el proyecto MRKS tampoco es nuevo, ya que se basa en el programa Ural, desarrollado con la colaboración de Francia en 2005. Este programa fue producto de la euforia existente tras la firma del acuerdo entre Rusia y Francia para lanzar cohetes Soyuz desde Kourou. Puesto que el Soyuz es un lanzador de la empresa TsSKB Progress, Ural parecía ser una forma de resarcir a la otra gran empresa fabricante de cohetes rusa, Khrúnichev. Con el tiempo, este proyecto ha ido cayendo en el olvido, aunque aparentemente no se ha cancelado de forma oficial

Concepto de lanzador reutilizable propuesto en la misma fecha que el Ural (RAN).

Recientemente, el famoso Instituto de Investigaciones Aerohidrodinámicas (TsAGI) ha realizado una serie de pruebas para verificar la idoneidad del diseño del MRKS. Visto el elevado grado de compromiso con este proyecto por parte de Khrúnichev y Roskosmos, parece que se trata de un programa serio. La mayoría de expertos opina que el MKRS podría ser la respuesta rusa al programa Resusable Booster System (RBS) de la USAF, programa que planea sustituir los actuales EELV como el Atlas V y Delta IV por lanzadores reutilizables a partir de 2025. Poder lanzar satélites mediante naves aladas es una vieja aspiración de la USAF, pero otra cosa es que sea rentable. Ante esta perspectiva, es posible que el MRKS se haya ganado el favor de los militares rusos para contrarrestar una posible ventaja estratégica del RBS norteamericano.

El Pathfinder, uno de los conceptos de RBS que estudia la USAF (Aviation Week).

No obstante, es muy difícil que Khrúnichev pueda recibir el nivel de financiación adecuado para el desarrollo del MRKS, especialmente teniendo en cuenta que todavía no ha conseguido lanzar siquiera la versión ligera del Angará. ¿Será el MRKS una alternativa de futuro al Angará?