La Fuerza Espacial de Trump, ¿disparate o medida lógica?

Por Daniel Marín, el 21 junio, 2018. Categoría(s): Astronáutica ✎ 117

Este artículo apareció originalmente en Vozpópuli.

El pasado 18 de junio el presidente Trump saltó a los medios por su decisión de crear una Fuerza Espacial con el fin de garantizar «el domino de EEUU en el espacio». Ante esta noticia es inevitable que a muchos les venga a la cabeza la imagen de marines espaciales combatiendo contra xenomorfos, pero la realidad es, obviamente, más prosaica y es poco probable que veamos cambios significativos a corto y medio plazo. De hecho, es posible que la propuesta se quede en eso, una simple propuesta.

Sede del JICSpOC situado en la base Schriever para coordinar operaciones entre el USTRATCOM, el Space Command de la USAF y la NRO (www.defense.gov).

Para empezar conviene señalar que Estados Unidos ya mantiene un vigoroso programa espacial militar. Sin ir más lejos, en 2019 el Pentágono dispondrá de 9.300 millones de dólares para sus distintos proyectos espaciales, incluyendo programas clasificados. Para que nos hagamos una idea, esta cifra es aproximadamente la mitad del presupuesto anual de la NASA. La mayor parte del presupuesto militar espacial está gestionado por la Fuerza Aérea (USAF), que también controla los dos principales centros de lanzamiento del país: la base de Cabo Cañaveral (Florida) y la base de Vandenberg (California). (El Centro Espacial Kennedy está bajo control de la NASA).

La USAF está a cargo de una importante flota de satélites, que van desde satélites de comunicaciones no clasificados como los AEHF hasta satélites de alerta temprana destinados a detectar lanzamientos de misiles balísticos, pasando por los archifamosos GPS que nos ayudan a encontrar la gasolinera más cercana… y, de paso, también guían misiles balísticos y bombas «inteligentes». Eso sí, la USAF no controla directamente los satélites espías como los KH-11 Crystal —auténticos telescopios espaciales que apuntan a la Tierra— o los Orión —dotados de enormes antenas de cien metros de diámetro capaces de espiar las comunicaciones de países enemigos—, a cargo de la NRO (National Reconnaissance Office). La MDA (Missile Defense Agency), que se encarga de desarrollar sistemas antimisiles, también se lleva una parte del presupuesto militar estadounidense dedicado al espacio.

En definitiva, puede que no haya marines espaciales de por medio, pero está claro que el programa espacial militar de EEUU tiene un tamaño lo suficientemente importante como para justificar la creación de una Fuerza Espacial, o USSF (United States Space Force). No es la primera vez que se propone una idea semejante, pero la novedad es que, en esta ocasión, Trump pretende crear una nueva rama independiente de las fuerzas armadas, la sexta, que estaría en pie de igualdad con la Fuerza Aérea, la Armada, el Ejército, los Marines y la Guardia Costera. Evidentemente, la creación de las Fuerzas Espaciales se produciría en detrimento de la USAF, que se vería obligada a ceder a la Fuerza Espacial una enorme cantidad de recursos. Por eso no nos debe extrañar que la USAF haya intentado disuadir al presidente, pero se ve que sin mucho éxito.

El núcleo de esta futura Fuerza Espacial se crearía a partir del actual Mando Espacial de la Fuerza Aérea, también conocido como Mando Espacial de Estados Unidos. Dirigido desde la base aérea de Peterson (Colorado), el Mando Espacial controla toda la flota de satélites a cargo de la USAF y, por extensión, es la espina dorsal de las operaciones de casi la totalidad de militares estadounidenses que operan fuera del territorio de EEUU. Lo cierto es que no solo la USAF se opone a la creación de las USSF. Muchos militares de alto rango creen que se trata de una idea peregrina que solo servirá para romper la Fuerza Aérea por la mitad y fragmentar las fuerzas armadas del país. Por contra las ventajas militares no están nada claras, especialmente teniendo en cuenta que la USAF ya controla y gestiona la mayor parte de proyectos espaciales de EEUU. Trump debe ahora intentar convencer al Congreso para sacar adelante esta iniciativa. Y por ahora no parece que tenga las de ganar.

Entrada al cuartel del Space Command de la USAF en la Base Aérea de Peterson (https://www.kleinfelder.com)

Para aquellos que se preocupan por un posible aumento de la militarización del espacio, la creación de la USSF no cambiaría el panorama internacional de forma llamativa: el espacio alrededor de la Tierra ya está militarizado. Esto no significa que haya armas en órbita —afortunadamente–, pero no hace falta. El uso que le dan los militares al espacio es distinto a la imagen distorsionada que vemos en las películas de Hollywood. Y, por cierto, no, la USSF no estaría a cargo de los misiles nucleares. Tampoco olvidemos que los tratados actuales impiden la puesta en órbita de armas de destrucción masiva. No obstante, la creación de la USSF transmite un mensaje bastante directo y abre la puerta a la creación de nuevas armas antisatélite (ASAT) que estarían dirigidas obviamente contra China y Rusia, los únicos países rivales de EEUU que cuentan con programas espaciales (y ambos con programas ASAT propios). En concreto China, que en los últimos años ha aumentado el gasto militar en el espacio dramáticamente, se perfila como el principal adversario de una futura Fuerza Espacial estadounidense.

Emblema del Air Force Space Command (USAF).

Curiosamente, Rusia ya dispone de unas Fuerzas Espaciales, integradas desde 2015 en las Fuerzas Aeroespaciales, de la que también forma parte la Fuerza Aérea (antes eran una rama independiente). Todas las potencias actuales dependen cada vez más de sus satélites, especialmente los militares. Pero los satélites son vehículos extremadamente frágiles que pueden resultar dañados o destruidos muy fácilmente. Por eso la prioridad de los militares en el espacio no es tanto desplegar marines espaciales con armas láser como disponer de sistemas antisatélite que puedan responder a esta amenaza y, además, crear sistemas de lanzamiento capaces de poner en órbita satélites de forma rápida como respuesta a un posible ataque.



117 Comentarios

  1. Parece que SpaceX gano un contrato contra la ULA para lanzar una carga militar clasificada en 2020 con el FH. Su precio fue 120 millones contra 350 de la ULA. Elon, espero que tengas un buen equipo de seguridad (Spacenews)

    1. …Pasó el tiempo, y un día ULA llevó al Señor una ofrenda del producto de su cosecha. También SpX llevó al Señor las primeras y mejores crías de sus ovejas. El Señor miró con agrado a SpX y a su ofrenda, pero no miró así a ULA ni a su ofrenda, por lo que ULA se enojó muchísimo y puso muy mala cara…

  2. Es evidente que Trump ha estado leyendo las novelas de Warhammer 40k y le gusto la idea de desembarco orbital de marines y bombardeo satelital……

  3. No me gusta hablar en este foro de nada que no se refiera a astronomía o astronáutica pero voy hacer una pequeña excepción . Aparte queda las declaraciones de este tipejo ( me refiero al Trump ) que no son mas que eruptos de putero empapado de alcohol ¿Qué opinión tendrían una civilización alienígena de nuestros representantes mundiales en un primer contacto ? seria un descojone ver al tipo este dando la mano a un vulcaniano o si nos quisieran invadir , no tendrían mas que esperar , a que nos deshuevemos vivos como dice Kan y Kodos ( los extraterrestres de los Simpson ) . En españistan no es mucho mejor lo que tenemos sin votar , ¡ eso si en los fotos luce mejor ¡ .

  4. Yo en realidad me sorprendo un poco del poco cariño que se tienen a si mismo algunos comentaristas que, no sólo dejan de lado el tema en cuestión sino que tampoco optan por considerar la propia temática en serio. Además que la agresividad latente y completamente injustificada de algunos, no sé qué realmente pretender conseguir mediante ofensas personales más que empobrecer el espacio (de discusión jeje).

    En lo que al tema respecta, me parece que esta iniciativa de separar la fuerza aérea de la fuerza espacial es una medida de orden lógico en orden de priorizar la sistematización de cada una de acuerdo a su especialidad (USAF Sub-orbital/USSF Plataformas Orbitales + espacio exterior) . Ahora bien, esto no puede ser entendido como necesario si se piensa desde el presente, pues en efecto, si se mira desde hoy, parece no existir la necesidad de separar dichas ramas; La USAF ha mantenido el programa espacial militar por décadas y hasta la fecha lo ha hecho de manera correcta, en este sentido, nadie podría objetar que existan precariedades en este aspecto, más allá de Rusia y China, la amenaza espacial sigue el mismo patrón de la guerra fría y no hay amenazas que requieran la especialización que mencioné al comienzo. Pero eso es el presente, en 50 años más la situación puede ser totalmente diferente. Nadie imaginó en los años 20 del siglo pasado que el hombre pisara la Luna. Del mismo modo, tampoco existe mucha certeza de cómo evolucionen en las siguientes décadas los programas espaciales de China, India o de algún otro país asiático, sumada a la incertidumbre de la naturaleza de los nuevos sistemas que entrarán en operaciones y el mismo avance de la técnica aeroespacial.

    Por lo anterior, la USSF como concepto se sostienen en la inminente necesidad de Estados Unidos de tener un C3I (Command/Control/Communications/Intelligence) dedicado a lo que sucede en campo orbital y espacio exterior. Eventualmente, estas esferas que ahora comparten salas de operaciones con otras de la USAF, como detección y reconocimiento, se volverán independientes en la medida en que más medios y plataformas entren al juego (También otros actores). Esto generará que el entorno se haga más complejo para una cadena de mando al momento de tomar decisiones en esas esferas respectivas. Más aún considerando todo lo que sucede en el espacio aéreo terrestre, que de por sí también ya es extremadamente complejo. Por lo que a mi parecer sí está justificada la creación de una nueva rama, de hecho, escenario similar ocurrió por ejemplo cuando se creó la misma USAF en 1948 separándose del ejercito.

    Ahora, eso podrá tener cabida en algunas décadas. Cuando los sistemas orbitales alcancen una operatividad mayor en función de los adelantos en sus prestaciones. También lo que suceda a nivel político, cuando comiencen a aparecer las primeras colonias humanas en Marte o en estaciones espaciales situadas en otros lugares del espacio. Suena a ciencia ficción, pero repito, en 50 años quizá sea una realidad.

    En el corto y mediano plazo, coincido con Daniel. No habrá cambios, al menos sustanciales. De hecho, quizás la situación se pueda volver un poco desordenada por la integración y la interoperatividad de los sistemas que son trasladados de una rama a otra, instauración de una nueva cadena de mando y participación en la junta de Jefes (CJCS). Proceso que sin lugar a dudas será complejo de llegar a concretarse y que ciertamente provocará fricciones con la USAF.

    PD: Yo la verdad no creo que Donald Trump tenga claro la significación de lo que está haciendo. Pero en materia militar sus asesores así como sus generales lo han sabido guiar correctamente.

    Saludos.

  5. Excelente información, pero que presidente de USA, no toma en cuenta los recursos necesarios para primitivamente posarse a 400,000 km de altura y a pasuguar a sus enemigos?
    Ahora deverias de hablar de las computadoras cuanticas, que papel toman sobre el espacio.

  6. Querida Bestia antropomorfa:

    No seas bestia, Bestia. No hablo del referéndum, sino de las dos últimas elecciones autonómicas (2.015 y 2.017, éstas últimas organizadas por M. Rajoy bajo la égida del 155) y que ganaron los buenos por mayoría absoluta.

    «vivir en cat no siendo indepen es cada dia un reto y un suplicio»

    Er… Me sorprende que, sufriendo tantas molestias por esta causa como dices, ni siquiera te enterases de que hubo elecciones y quién las ganó.
    Es un tanto «sospechoso», la verdad.

    Y sigue siendo involuntariamente cómico. No sé cómo lo haces, pero… tienes talento para eso.

    Pero no te preocupes, que no te guardo rencor.
    Al fin y al cabo…

    …¡algunos de mis mejores amigos son bestias con forma humana!

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Por Daniel Marín, publicado el 21 junio, 2018
Categoría(s): Astronáutica