La sonda DART de la NASA sigue adelante y el 23 de junio pasó a la siguiente etapa de su desarrollo, denominada ‘fase de diseño preliminar’ (o Fase B en la jerga de la agencia). Durante esta fase se concretará el diseño de la sonda y se pulirán los detalles del proyecto que todavía quedan por perfilar. El futuro de DART (Double Asteroid Redirection Test) estaba en el aire después de que la agencia espacial europea (ESA) decidiese cancelar oficiosamente la misión hermana AIM (Asteroid Impact Mission). Recordemos que DART tiene previsto chocar contra el Didymos el 7 de octubre de 2022 para estudiar la viabilidad de la técnica del impacto cinético para desviar asteroides peligrosos para la Tierra. La sonda europea AIM debía haber presenciado el castañazo en primera fila y por eso las dos misiones formaban conjuntamente el proyecto AIDA (Asteroid Impact and Deflection Assessment mission).
Obviamente, no será la primera vez que un artefacto humano choque contra un cuerpo menor del sistema solar —no nos olvidemos de Deep Impact y el choque contra el cometa Tempel 1—, pero sí la primera que lo haga contra un asteroide cercano (NEA) con el fin de poner a prueba tecnologías que podrían servir para defender la Tierra en el futuro. El blanco no ha sido escogido al azar. Además de su cercanía, 65803 Didymos es un asteroide doble. El cuerpo principal, apodado Didymain, mide 780 metros de diámetro y ha sido estudiado extensivamente por instrumentos terrestres, pero lo interesante es que posee una luna de 160 metros que, en un alarde de originalidad, ha sido bautizada como… Didymoon —ba dum tss!—. Didymoon orbita el asteroide principal a 1,8 kilómetros de distancia con un periodo de 11,9 horas. De hecho, DART chocará contra Didymoon, no Didymain, lo que permitirá medir con precisión el efecto del golpe al observar la variación de las características orbitales del sistema. No en vano, la mayoría de asteroides peligrosos —peligrosos tanto por su tamaño como porque desconocemos su existencia— tienen unas dimensiones de entre 50 y 200 metros de diámetro.
DART es una misión sumamente barata. En la terminología de la NASA es una misión de Categoría 3 y Clase D, o lo que es lo mismo, un proyecto de menos de 150 millones de dólares. Por este motivo no ha tenido que ser elegida mediante un concurso público como las misiones de tipo Discovery. Eso significa que DART será lo más simple posible y no dispondrá de una subsonda que choque contra el asteroide como Deep Impact, sino que toda ella quedará volatilizada durante el impacto. Esto explica la importancia de la contribución europea a través de AIM.
Didymoon es un blanco mucho más pequeño que el cometa Tempel 1, así que la tecnología clave a probar en esta misión es el sistema navegación visual (SMARTNav) que guiará la sonda de forma autónoma hasta el encuentro final. La otra tecnología crucial para la misión es el motor iónico NEXT (NASA Evolutionary Xenon Thruster) que empleará la sonda como sistema de propulsión principal, puesto que no lleva ningún motor químico de apoyo para rebajar el coste de la misión (la nave lleva hidrazina, pero para alimentar ocho pequeños motores de control de posición). NEXT es tres veces más potente que el NSTAR empleado en las misiones Dawn o Deep Space 1 y permitirá que DART incorpore un único motor en vez de varios, una práctica habitual en sistemas de propulsión iónicos. El motor NEXT empleará 121 kg de xenón como propelente y estará alimentado por dos paneles solares flexibles de bajo coste y altamente eficiente de tipo ROSA como el que recientemente se ha probado en la ISS.
El instrumento principal y único de DART será la cámara DRACO (Didymos Reconnaissance and Asteroid Camera for OpNav), que, como su nombre nos chiva, servirá al mismo tiempo para estudiar Didymos y Didymoon y también para el sistema de navegación autónomo. DRACO tiene una óptica con un diámetro de 20,8 centímetros y para ahorrar costes está basada en la cámara LORRI de la sonda New Horizons. DART usará su motor iónico para salir de la Tierra, pero no podrá hacerlo directamente (su empuje es muy bajo), sino que trazará numerosas órbitas en espiral hasta lograr la velocidad de escape. DART tendrá una masa al lanzamiento de 640 kg y despegará el 26 de enero de 2021, pero no abandonará la gravedad terrestre hasta el 28 de agosto. De hecho, inicialmente DART será puesta en una órbita de transferencia geoestacionaria (GTO), quizás como una carga secundaria en un lanzamiento comercial. Durante esta fase el principal problema serán los eclipses de Sol provocados por nuestro planeta y la exposición prolongada a la radiación de los cinturones de Van Allen.
El 3 de marzo de 2022 sobrevolará el pequeño asteroide cercano 2001 CB21, lo que permitirá poner a prueba el sistema autónomo de navegación óptica. El impacto tendrá lugar el 7 de octubre de 2022 (la ventana de impacto es entre el 25 de septiembre y el 20 de octubre) a una velocidad de 5,9 km/s. Para entonces la masa de la sonda será de unos 490 kg. DART será capaz de ver Didymos con su cámara dos meses antes del impacto a una distancia de diez millones de kilómetros. Tres horas antes del choque, cuando DART esté a 76.000 kilómetros de distancia, el sistema de navegación podrá identificar Didymoon, aunque no será capaz de fijar el blanco hasta una hora y media después, cuando esté a 38.000 kilómetros de distancia.
La principal incógnita de la misión es la cantidad de restos del asteroide que serán eyectados al espacio. Cuanta mayor sea esta masa mayor será el efecto del choque desde el punto de vista de la defensa planetaria, puesto que la órbita de Didymoon —o, en el futuro, la de un asteroide peligroso— se verá afectada con mayor contundencia. Pero huelga decir que lo ideal sería poder contemplar el choque en primera fila. A falta de AIM, la ESA está estudiando la posibilidad de colaborar en la misión de otra forma más modesta, bien con una sonda más barata —AIM Light, de menos de 150 millones de euros—, bien con una cámara-subsonda que se separaría poco antes del impacto para poder filmarlo (o sea, sería como invertir los roles de las naves de la misión Deep Impact). Seguro que el espectáculo merece la pena.
Que vergüenza que la esa no participe y después quieren ir a la luna, ja ja ja. No había dinero para esta misión lo cual indica el nulo interés por evitar impacto de asteroides. Eso si el otro día 17000 m. de euros a dos bancos italianos moribundos, para eso si lo hay. Es verdad que la puntilla a la parte europea de la misión la dio España al no dar su parte y su ministro de Guindos ?
Hay posibilidad todavía de que participe la esa ?
saludos jorge m. g.
Totalmente de acuerdo un desastre que la ESA no participe…al final si se hace una estación Gateway, ya verás que tendrán que pedirle viajes hasta Isro, pues ni nave tripulada tendrán…
Sin estas tecnologías estamos indefensos, no entiendo como no es una prioridad…
Totalmente de acuerdo, y dinero que por supuesto seguro que va a fondo perdido cómo pasó aquí con el grueso del rescate bancario mientras que para los demás ya sabemos lo que hubo (y eso que las cosas no fueron como en Grecia o Portugal, de rescate total).
La misión es fascinante.
Que misión más interesante Ojalá la burocracia política y científica no den por el traste con una misión tan interesante
Muy interesante
Ah, otra cosa al ver estas misiones me estoy acordando de un juego antiguo -el Outpost, a lo mejor alguien lo recuerda- en el que la trama empieza cuando se detecta en rumbo de colisión un asteroide, se lanza un arma nuclear para detonarlo/desviarlo, y sólo se consigue romperlo en dos pedazos que impactarán igual. ¿Existe ya la tecnología para enviar ese tipo de cargas?
Y como se consigue sin oxígeno??
Tocate los cojones con Europa, cae un puto meteoro sobre Rusia que podría haberse cargado parte de la ciudad… que no se pispen de lo que pasó hace 100 años pase, pero ahora que hay imágenes se sabe del efecto devastador y como si nada…
¿Sin oxígeno? No te entiendo.
No necesitas tener una atmósfera de oxígeno para detonar un arma nuclear en el espacio. Bueno, ni un arma nuclear ni un arma explosiva convencional. Va todo lo necesario en el detonador.
Hola a todos:
La ESA demuestra por enésima vez su torpeza comercial y su desprecio a quien paga sus facturas. Viven en su palacio de cristal totalmente de espaldas al ciudadano común. No informan, no comparten, no emocionan, no ilusionan, no involucran. Son incapaces de que los europeos se sientan partícipes y orgullosos de los innegables avances que ha aportado la ESA a la exploración espacial.
La detección temprana de posibles colisiones de asteroides y el desarrollo de contramedidas debería ser no una cuestión prioritaria para cualquier agencia espacial, sino «LA CUESTIÓN PRIORITARIA», porque no sabemos cuando será el impacto, pero sí sabemos que va a tener lugar. Mañana o dentro de un millón de años, pero va a ocurrir.
Pero es que además, en este caso concreto, la ESA desaprovecha irresponsablemente una ocasión única para poder lucirse ante el contribuyente con una misión barata, justificable, y con enormes potenciales para la propaganda y el espectáculo. Una ocasión para salir en la tele, para vender imágenes maravillosas y para que el ciudadano común (no el que lee este blog) sienta que el dinero que gasta la ESA sirve para algo.
Conversación inventada (en realidad solo «medio» inventada):
-La ESA se ha gastado tropecientos millones en Rosetta, una misión para estudiar un cometa.
+Menuda chorrada, con todos los problemas que hay, mejor hacer una autopista o un túnel.
-La ESA se va a gastar una parte ínfima de su presupuesto en colaborar con una misión para poder en un futuro detener un pedrolo como el que extinguió a los dinosaurios y que sin duda acabaría con la civilización y mataría a casi toda la humanidad.
+Hostia, eso sí que me parece bien
Los espaciotrastornados como los que leemos este blog sabemos que todas las misiones son importantes, y que seguro que el retorno científico de Rosetta es mayor en muchos órdenes de magnitud que una posible misión para filmar el impacto de DART, pero hay que ser ciego para obviar el casi nulo interés de la población general por la exploración espacial.
Comparo la nula capacidad de la ESA para emocionar, con los espectaculares «coverages» de los lanzamientos de SpaceX y me dan ganas de llorar.
En fin, si alguien de la ESA lee esto: Poneos las pilas y dedicad tiempo y recursos a informar e ilusionar a quienes os están pagando.
Saludos a todos, y muchas gracias a Daniel por hacer desinteresadamente lo que la ESA no hace cobrando: Informar, formar, divulgar, emocionar e ilusionar
Totalmente de acuerdo, Alejandro.
+10
Un comentario de 10. Completamente de acuerdo contigo. Y me sumo a las gracias a Daniel.
Dado lo pequeño que es el asteroide en cuestión… ¿Hay algún plan en alguna agencia para probar la técnica del tractor gravitatorio? Porque frente a la propuesta de lanzar una nave contra un asteroide a ver qué pasa y quedarte sin nave, la del tractor gravitatorio (usar la masa de la propia sonda para ir modificando poco a poco la órbita del cuerpo mayor) permitiría realizar algunos estudios interesantes sobre el asteroide.
No costaría mucho y se obtendrían interesantes datos científicos.
La única propuesta en marcha de tractor gravitatorio era la misión ARM de la NASA, pero la administración Trump la ha cancelado.
¿Si de verdad viniera hacia nuestro planeta está misión conseguiría desviarlo lo suficiente? ¿Con cuanta antelación tendría que impactar? Si hiciera falta mucha antelación y ya que no tenemos sistemas de detección precisos ¿no sería mejor desarrollar tecnología de impacto nuclear a altas velocidades?
En España había un ingeniero aeronáutico, creo que Miguel Belló que estaba encargado de un departamento del grupo Elecnor Deimos que estudia el proyecto de dos naves una llamada Sancho que es la que mide y calcula distancias y órbitas del asteroide y otra que ejecuta las órdenes por las mediciones que envía la otra, que se denomina Hidalgo, que es la que choca con el asteroide portando una carga explosiva de alto poder.