Hoy ha fallecido el primer ser humano en pisar otro mundo. ¿Qué se puede decir ante semejante frase? Por supuesto, hasta los héroes son mortales. Pero con Neil se nos ha ido algo más. Con él ha desaparecido uno de los elementos que nos hacia sentir la ilusión de que vivimos en el futuro, un futuro donde los seres humanos son capaces de viajar a la Luna. No, ya no vivimos en el futuro. Eso fue hace cuarenta años. Cuesta creerlo, pero hace cuatro décadas que la humanidad no tiene la capacidad de viajar más allá de la órbita baja.
A las personas nos gusta idealizarlo todo. Quizás por eso nos resulta fácil decir que Neil Armstrong era un héroe. Y sin embargo, lo era. Vivimos en una sociedad que valora la seguridad de forma obsesiva. Desde nuestra perspectiva actual, resulta casi imposible imaginar el riesgo al que se enfrentaron los astronautas del programa Apolo. Cuando el Apolo 11 despegó el 16 de julio de 1969, conocíamos peor la Luna que Marte en la actualidad. Y a pesar de todo, allá fueron. Neil odiaba que le llamasen ‘héroe’. Siempre se consideró un eslabón más de una enorme cadena de personas que se habían atrevido a hacer realidad lo imposible. Sabía que era un gran piloto y un magnífico profesional, pero también era consciente de que había logrado viajar a la Luna por las carambolas del destino. Había estado en el momento adecuado en el lugar adecuado. Un poco más viejo, o más joven, o un poco más alto, y hubiera sido otro el primer hombre en poner un pie sobre nuestro satélite. Por eso, Neil nunca se sintió cómodo con la fama. Un hombre sencillo y humilde, huyó de los periodistas durante la mayor parte de su vida. Y quizás precisamente por eso, pocos astronautas encajan tan bien en el arquetipo de héroe como Neil.
Era uno de los favoritos de Deke Slayton, veterano astronauta del Mercury encargado de seleccionar las tripulaciones del Apolo, pero en modo alguno era el favorito. No estaba escrito en las estrellas que Neil tuviera que ser el comandante del Apolo 11. Tampoco estaba escrito que su misión tuviese que ser un éxito. Pero el azar quiso que terminase siéndolo.
Parece que fue ayer cuando el Eagle se posó en el Mar de la Tranquilidad con Neil y Buzz en su interior. Por primera vez, dos seres humanos visitaban la superficie de otro mundo. De las miles de fotografías de Neil, mis favoritas son las tomadas por Buzz dentro del módulo lunar poco después del histórico paseo espacial. Más allá de su significación histórica, son las únicas en las que se ve a Neil sonriendo de verdad, satisfecho después de haber cumplido con su misión. El frío Armstrong, el piloto calculador de los nervios de acero, no puede reprimir su emoción.
Desde que era pequeño siempre he creído de forma más o menos consciente que la vuelta a la Luna era inminente y que Neil estaría ahí para verlo. Hoy, ese sueño se ha desvanecido. Si algún día regresamos a la Luna, Neil no lo verá. Como tampoco es probable que lo vean los ocho astronautas que pisaron la Luna y que aún quedan con vida.
Neil representa lo mejor de lo que somos capaces como especie. En un siglo de innumerables guerras y crueldad infinita, el Apolo demostró que podemos hacer realidad cualquier cosa si nos lo proponemos. Caminar por la Luna, ni más ni menos. Más de cuarenta años después, la hazaña de Neil parece aún más increíble si cabe. Dentro de varios siglos nadie se acordará de nosotros ni de nuestras preocupaciones mundanas que nos parecen tan importantes. Pero todos sabrán quién fue Neil Alden Armstrong.
Gracias, Neil, por alcanzarnos las estrellas.
Ad astra.
I offer my condolences to the family of neil
Por esa razón, USA debe regresar a la luna, y dejarse de politiquería con el supuesto asteroide. Por que la luna es el territorio natural de la tierra, y con el asteroide se quiere correr sin haber aprendido a caminar con la luna. No, regresar a la luna no es un remake o refrito; es poner a competir a los USA, pero no con China o Rusia, sino con su propio pasado, poner a competir a Estados Unidos de ahora, con el Estados Unidos de antes. Es corregir y aumentar una obra, con el desarrollo de innovación y tecnologías como vasimr, y la luna es un lugar ideal para ello.
Tuco de la rey.
Discrepo Tuco de la rey. Y es que si nos ponemos a pensar en lo que implicaria el regreso a la Luna, nos dariamos cuenta del tiempo, dinero y esfuerzos que se utilizarian en centrarnos en la Luna. Volver a la Luna para ‘quedarse’, porque es obvio que ya no se aceptarian misiones Apollo, nos distraeria del verdadero objetivo, del ‘Siguiente Paso’, Marte. Pongamos un futuro ni tan positvo ni tan negativo. La NASA se dispone regresar a la Luna, se termina la Orion y el SLS, se construye un lander, todo ello llega a la Luna en digamos 2024, tienes ahora que pensar en rovers presurizados, base lunar para minimo 3 meses de habitabilidad, experimentos en la superficie, y bla bla bla. Despues claro no puedes quedarte concentrado en un solo lugar, con el paso de unos mmm digamos 5-7 años se espera que si ya tienes una base lunar permanente, te expandas, eso requiere mas de lo mismo. Ahora con todo eso, crees que la NASA o sus asociados tengan tiempo o dinero para Marte, repito el ‘siguiente verdadero paso’? Respuesta: No. Espor eso que estoy convencido (espero que tambien la NASA) que el camino para Marte son los asteroides, y es que las tecnologias ha desarrollarse no son cosas del ‘futuro’ -lease Vasimir- ya que estan a nuestro alcanze. Las paradas a asteroides serian provisionales, pruebas piloto como quien dice para estirar las piernas y llegar a Marte o sus lunas en los años 30. En cambio si nos vamos por la Luna piensa en llegar a Marte hasta finales de los 40. La Luna dejala para los chinos. Que los americanos se encarguen de ella hasta finales de los 30.
Si no pueden ir a la luna, y ponen como pretexto los costos como rovers, experimentos, etc., entonces no podrán ir a ningún lado. Personalmente, no me interesa los asteroides, lo que le interesa de ellos es evitarlos, que no se estrellen en la tierra, en especialmente los grandes. Pueden los asteroides tener algo interesante pero se lo dejaría a los rovers robóticos o sondas espaciales. Ir al planeta rojo no es así se sencillo, se necesita desarrollar una nave para misiones al espacio profundo y el SLS no es el vehículo indicado, por que es demasiado costos y solo alcanza para dos misiones al año. Para construir esa nave cósmica se requerirá cohetes comerciales de SpaceX o ULA para construirlo en varios despegue como estación rusa Mir o la propia estación internacional, y se necesitará desarrollar el modulo de centrifugado de gravedad artificial para que no se debiliten los astronautas en el viaje; y tendrán que cultivar sus propios alimentos en la nave, ya que con vasimr el viaje de ida seria 3 meses y 3 de regreso más una semana o dos de exploración en la superficie marciana con la ayuda de un modulo de amartizarje avanzado hoy inexistente, llegue en la superficie, y que sea capaz de sacar los astronautas del planeta rojo. Al menos que busquen ir a una de sus lunas marcianas, pero tendrá sentido ir tan lejos para ir a otra luna en otro planeta.
Tuco de la rey.
La redacción de Daniel, es excelente y emotiva. Reitero y subrayo las felicitaciones de Anónimo domingo, agosto 26, 2012.
Gracias Daniel, haces que todo esto se viva con más intensidad, y enriqueces a la sociedad. Te valoro mucho.
Es impresionante el hecho de la generación que fue a la Luna, y morirá entera antes de ver a sus «hijos astronautas» ir de nuevo… es un modo gráfico, humano y emotivo de sintetizar lo que ha sido la historia del homo sapiens en el espacio en estos últimos 60 años.
Un abrazo desde México.
Un gran hombre, una gran hazaña. Descanse en paz.
Se nos ha ido un parte de nuestra vida
Para alguien como yo, que no pudo vivir el programa Apollo y en esta década negra que estamos viviendo, la muerte de Neil Armstrong es la muerte de un símbolo … de una idea en la que las personas se planteaban un reto y se ponían a lograrlo, ahora nos planteamos miles y no iniciamos la solución de ninguno.
Descanse en paz.
Saludos.
«I kind of hope that somebody goes up there one of these days and cleans them up»
Buen viaje comandante.
Y tú, excelente epitafio Daniel, en tu línea.
Muchas gracias,
Rocket
Sit tibi terra levis… sicut luna fuit
La muerte no existe si no hay olvido. Neil nunca sera olvidado
Emocionante entrada, para emocionante y triste momento.
Se harán supongo muchas alabanzas estos días y muchos homenajes, pero el mejor homenaje borrar sus huellas (en sentido figurado) va a tardar más de lo que debería.
DEP Neil Alden Armstrong.
Forges:
http://eskup.elpais.com/1345930379-de20f76d0d5c63ae8a7767bc6a56149a
Oh y me olvidaba, a los que a parte de aficionados a la astronomía y astronáutica, somos scouts, se nos ha ido uno de los mayores ejemplos de «Explorador».
Hay una frase muy buena que no recuerdo de quien es que dice: «Explorar tiene sentido si no es por tu beneficio, si no para que otros puedan seguir tu camino.»
«En la Luna estuvimos en seis lugares pero hay siete millones de hectáreas por descubrir, y es un lugar seguro por la radiación. Ir a la Lunanos ayudará a ir más lejos. Hemos gastado mucho dinero preparando un viaje a Marte y si falla, la capacidad de ir más allá se abandonará. Solo la experiencia en más vuelos dará seguridad»
Una de las frases de Neils Armstrong en el Starmus Festival celebrado en Canarias el verano pasado, también recalcó: «Merece la pena arriesgar la vida»
Como dice Dani, Armstrong vivirá siempre en la historia,y continuara siendo un acicate a la exploración y conquista del espacio, como él aleccionaba.
Daniel, iba a escribir algo para mi -desatendido- blog, pero después de leerla, creo que sobran las palabras. Con tu permiso enlazo a una de las entradas en las que hablaba de cómo viví el alunizaje cuando tenía 9 años http://luismiguelpascual.blogspot.com.es/2009/07/en-la-luna.html.
Siempre he admirado a Neil Armstrog (que curioso que signifique «brazo fuerte» ¿no?).
Una de mis novelas preferidas es «Espacio» de James A. Mitchener. Hace un recorrido apasionante por toda la carrera espacial. Es una pena que el Apollo XVIII que describe no fuera una realidad. El personaje de Pope está sin duda basado en buena parte en él.
Descanse en paz.
PD: Buceando hoy en las noticias y en la red, he vuelto a encontrarme con un aparato que siempre me tuvo fascinado, el Lunar Landing Research Vehicle, con el que tuvo que eyectarse y estrelló. Aunque sólo sea como curiosisdad, merecería una entrada en Eureke.
A tu manera, Daniel, tu también nos alcanzas las estrellas.
Un abrazo.
Mala noticia para mi vuelta de vacaciones. Se nos vá un mito de la astronaútica. Esperemos que lo que él comenzó sea continuado por otros a no mucho tardar.
Goian bego(RIP),Neil
En 1969 yo tenia 9 años y recuerdo ver (en la tele del bar del pueblo, mientras recogia dos gaseosas para comer) los Apolo(el 11 y el 12) con tal fascinación que me dije yo de mayor -pase lo que pase- quiero saber de esto (y lo he conseguido). Recuerdo conseguir un cromo con la primera imagen que has puesto (la del interior del LM) que para mi era como tener la sabana santa en casa. Con la colección Espacio70 fué el delirio, unos cromos ¡en color! en los que me pulia mi más que escasa paga. Tambié recuerdo unos cromos redondos que salian en el repugnante EKO (una especie de ¿café?¿ColaCao?, algo imbebible) y que yo tomaba-bien concentrado- sólo por destaparlo y ver qué cromo traía (sólo recuerdo uno del Vanguard 1).
Espero que HOY me perdonéis esta historia del abuelo cebolleta.
Dolgov
Una lamentable noticia, se nos van todos los grandes, algunos vivieron poco, como Gagarin, y otros que vivieron muchos años más como Neil nos siguen pareciendo que fué solo un suspiro.
no tengo duda, volveremos, pero ahora nos damos cuenta que la edad de oro de la cosmonautica fue gloriosa. cada vez más parece maravilloso y poetico lo que lograron con tan poco.
Es la muerte de un símbolo de una época maravillosa en lo espacial…Cuando pensábamos que en unos años ir al espacio sería tan rutinario como viajar en avión, viviríamos en otros planetas y Marte parecía el siguiente paso… Qué desencanto!!
Neil, eres y seras siempre el mejor, hasta siempre!
Descanse en paz un explorador entre exploradores.
Los seres humanos tenemos cierta tendencia a explorar, pero no sin motivo.
Sólo se me ocurren tres posibles razones:
1) Por curiosidad. Por saber más, en el sentido científico, o simplemente por haber estado y haber visto.
2) Por negocio.
3) Por competir. Puede parecer una razón tonta, pero es la que llevó a los americanos a La Luna en el 69.
Por desgracia los que quieren saber lo que hay más allá, como Neil Armstrong, son pocos, y por su carácter no es frecuente que estén en puestos de poder.
En el espacio no es como en las tierras salvajes de norteamérica en el siglo XVIII y XIX, no basta cogerse una mochila, un mosquete, y un caballo, y tirar pa’lante. Es necesario un montón de dinero. Por eso los exploradores natos están atados de pies y manos en este tema.
En cuanto a la exploración para buscar ganancias, la verdad es que estas no están nada claras ahí fuera. Marte podría convertirse en el botín de los botines de toda la historia de la humanidad. Un planeta entero que podría ser habitado y explotado, pero la cantidad de esfuerzo que llevará hacer esto es tan ingente que acobarda a casi todos.
Queda la exploración como forma de competición. Aquí es donde pongo mis esperanzas (al fin y al cabo fue suficiente una vez). Si lo chinos tiran para adelante, primero con La Luna, y después con Marte, puede que el resto de las naciones dejen de mirarse el ombligo.
Una pena que Neil Armstrong no pueda ya verlo, aunque más pena aún es que igual el resto de nosotros tampoco.
Emotivo homenaje, Daniel. El hombre se nos ha ido, pero su recuerdo vivirá con nosotros para siempre. DEP
… y aquí estamos. después de aquel «gran salto», sentados, mirando ese espectáculo infinito que es el espacio.
lamento que le haya tocado vivir con la muerte de su hijo de 2 años por culpa del cáncer…
ahora, seguramente, si estará en un mar de tranquilidad.