El equipo del instrumento RADAR de la Cassini ha preparado este magnífico resumen sobre lo que sabemos hasta la fecha acerca de los lagos y mares de Titán.

Una gran oportunidad para recordar lo que conocemos sobre esta apasionante luna. Como el estudio nos recuerda, no hay una evidencia absoluta de que las zonas oscuras que se ven en las imágenes infrarrojas y de radar sean lagos, pero todos los datos apuntan en este sentido.

El ciclo del metano quedaría algo así: el metano se condensa en la atmósfera titánica (me gusta como suena esto), y se precipita hacia la superficie, donde excava barrancos y valles en la corteza de Titán, compuesta principalmente por hielo de agua (que a esta temperatura presenta una dureza similar a la de la roca). Estas precipitaciones podrían limpiar las zonas altas de partículas de hidrocarburos (de color oscuro), que serían arrastradas por los líquidos a las zonas bajas. A su vez, las masas líquidas se acumularían formando lagos y mares de naturaleza posiblemente estacional, ya que se observa una gran diferencia en la abundancia de estos lagos entre ambos hemisferios. Posteriormente, los lagos podrían evaporarse (¿filtrarse?) y los depósitos de hidrocarburos formarían dunas y otras estructuras. El metano sería inyectado nuevamente en la superficie mediante criovulcanismo (agua-amoniaco). Una vez en la superficie, el metano se evaporaría y el ciclo volvería a empezar.

Si el ciclo del metano anteriormente descrito es correcto, deberíamos ver en Titán dos tipos de lagos: los formados mediante criovulcanismo o a partir de metaníferos, con líneas de costa muy pronunciadas, y los creados por la acumulación de precipitaciones en las zonas bajas, con «playas». Los lagos más pequeños y numerosos podrían tener un origen kárstico. Aunque todavía es muy pronto para confirmarlo, en parte debido a la falta de datos sobre el relieve de Titán, parece que efectivamente se han observado estas diferencias.

Un punto muy interesante es la posible creación de un laboratorio en el JPL dedicado a estudiar las propiedades de los hielos a temperaturas ultrabajas. Hay mucho que aún no sabemos sobre el comportamiento del hielo en esas condiciones, lo que es crucial para entender cómo se pueden formar los lagos titánicos.