Hasta hace cosa de ocho años, si alguien hubiese afirmado que objetos provenientes del espacio interestelar nos visitan con frecuencia, gran parte de la comunidad científica hubiera pensado que se trataba de una locura. Y, sin embargo, en 2017 lo imposible se hizo realidad cuando apareció 1I/‘Oumuamua, el primer objeto interestelar detectado por la humanidad. Su pequeño tamaño y elevada distancia de la Tierra a la que pasó impidieron que averiguásemos muchos detalles sobre su naturaleza, pero aparentemente se trataba de un pequeño objeto de 100 o 200 metros de longitud con una curiosa forma, quizá muy alargada o en forma de disco. Su composición parecía ser similar a los objetos de nuestro cinturón de Kuiper, con complejas sustancias orgánicas en su superficie. A día de hoy su naturaleza, así como las pruebas de una posible actividad cometaria, siguen siendo objeto de debate.

Pero ‘Oumuamua se alejó para siempre. Ya se encuentra más allá de la órbita de Neptuno, alejándose del Sol cada vez más lentamente hasta llegar a la velocidad hiperbólica de escape de 26,33 kilómetros por segundo (como comparación, la Voyager 1 se aleja del Sistema Solar a 16,9 km/s). Aunque cuando se descubrió se plantearon de manera más o menos informal misiones para visitar este misterioso cuerpo, como Lyra o Lyra 2.0, el coste y los plazos eran demasiado justos (no obstante, todavía estamos a tiempo, pero cada segundo que pasa juega en contra nuestra). La gran pregunta que todo el mundo se hacía era, ¿volveríamos a ver otro ‘Oumuamua en nuestras vidas? O lo que es lo mismo, ¿cómo de frecuentes son las visitas de objetos interestelares al Sistema Solar? Solo dos años más tarde la cuestión se aclaró un poco cuando se descubrió el segundo objeto interestelar, 2I/Borísov.

Ligeramente más grande que ‘Oumuamua, con un diámetro de 400 a 500 metros, 2I/Borísov era claramente un cometa. Su velocidad hiperbólica también era mayor, de 32 km/s. Mientras que ‘Oumuamua pasó muy cerca del Sol —por dentro de la órbita de Mercurio—, de tal forma que la gravedad de nuestra estrella desvió su trayectoria unos sorprendentes 66º, el perihelio —punto de máximo acercamiento al Sol— de 2I/Borísov estaba por fuera de la órbita de Marte y sufrió un desvío de su trayectoria mucho menor. No obstante, desde 2019 no habíamos vuelto a detectar ningún otro visitante interestelar y no teníamos más objetos que comparar. Afortunadamente, la espera ha terminado y ya conocemos un tercer objeto interestelar: 3I/ATLAS. Descubierto el 1 de julio por un telescopio robótico de la red ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) situado en Río Hurtado (Chile), se denominó originalmente A11pl3Z, siendo bautizado 3I/ATLAS o C/2025 N1 (ATLAS) hace tan solo dos días.


Como su segundo nombre denota, 3I/ATLAS es claramente un cometa, como 2I/Borísov. Pero 3I/ATLAS presenta dos importantes diferencias con respecto a sus primos interestelares. Primero, su velocidad hiperbólica es mucho más alta, 58 km/s. Segundo, su tamaño también es mucho mayor. Aunque siempre es difícil calcular el diámetro de un núcleo cometario, se estima que ronda los 5 o 10 kilómetros (se han obtenido estimaciones de hasta 30 kilómetros, pero es una cifra que con total seguridad se reducirá en los próximos días a medida que haya más observaciones). La trayectoria de 3I/ATLAS es también diferente, más próxima al plano de la eclíptica, aunque retrógrada (175º). El perihelio de 3I/ATLAS, que alcanzará el 29 de octubre, está situado entre las órbitas de Marte y de la Tierra, a unos 206.4 millones de kilómetros del Sol (en su paso por el perihelio la velocidad será de 68 km/s). Eso sí, la Tierra estará al otro lado del Sol durante el paso por el perihelio, a 270 millones de kilómetros de distancia, así que no podrá verse desde nuestro planeta hasta diciembre. Sin embargo, pasará a tan solo 31,4 millones de kilómetros de Marte el 3 de octubre, suficientemente cerca para que, con suerte, sea captado por alguna sonda marciana como la MRO.

3I/ATLAS se alejará para nunca volver como 1I/‘Oumuamua y 2I/Borísov, sin poder ser estudiado en detalle por una sonda espacial. Pero eso debe cambiar en el futuro con misiones del tipo Comet Interceptor de la ESA. Además, se cree que el observatorio Vera Rubin descubrirá entre 6 y 50 objetos interestelares en sus primeros diez años de servicio. En menos de una década hemos pasado de ni siquiera contemplar la posibilidad de que objetos interestelares pasen por nuestro Sistema Solar durante nuestras vidas a planificar misiones espaciales para visitarlos. No está nada mal.

Referencias:
- https://www.nature.com/articles/d41586-025-02141-5
- https://www.iac.es/es/divulgacion/noticias/3iatlas-el-iac-sigue-de-cerca-el-tercer-objeto-interestelar-detectado-en-el-sistema-solar
- https://science.nasa.gov/solar-system/comets/3i-atlas/
Es una absoluta pasada lo que estamos viviendo en Astronomía.
Hace años, insinuar otros sistemas estelares te convertía en la comidilla de los «listillos» de siempre.
Hace años, insinuar que, en nuestras vidas, detectaríamos otros mundos extrasolares (que «no» existían, según los «listillos» de siempre) te convertía en poco más que idiota.
Hace años, insinuar que, en nuestras vidas, VERÍAMOS otros mundos extrasolares (que «no» existían, según los «listillos» de siempre) te convertía en poco más que en ignorante soñador.
Lo mismo con mundos circumbinarios, mundos orbitando estrellas de neutrones, jovianos calientes (que, seamos francos, nadie imaginó previamente)…
Y lo mismo, tal y como señalas, Daniel, con objetos interestelares.
Y aquí estamos, VIENDO Y VIVIENDO ésto durante nuestras vidas.
¡¡Joder, en temas como éstos, qué tiempos más cojonudos nos han tocado vivir!!
Y tanto, estoy convencido que lo que se va a descubrir y aprender en las próximas décadas va a ser sorprendente.
Y me atrevo a soñar con encontrar señales de vida (pasada o presente) en el universo, incluso en nuestro sistema solar, que estoy convencido que no estamos solos.
Tengo ganas también de, en el caso de que se hagan hallazgos tan increíbles como evidencias de que no estamos solos en el universo, ver los discursos de las diferentes religiones. Será curioso ver qué explicación inventada darán para seguir controlando a la población.
Oh, descuida… ya tendrán algunas preparadas. Si en algo es un experto el ser humano es en autojustificarse DE LO QUE SEA.
Las religiones en breve desaparecerán y nunca darán sus tontas argumentales explicaciones de qué fue lo que falló, vida no encontrarán y religiones ya no habrá. Los cambios que vienen.
Pues aquí un listillo que opina, que no sabe, que pasar de detectar 3 «pedruscos» a detectar vida «humana» (si no es así no podrán detectarla) va una eternidad (religiones a parte que siempre releyendo sus libros encontrarán explicación para todo)
Bueno, la existencia comprobada de estos objetos interestelares da sustento a (valida las condiciones de posibilidad para), entre otras cosas, la teoría de la panspermia –en la versión particular de que la vida se va propagando por el universo merced al material genético o los microorganismos encapsulados y latentes en meteoritos que viajan de un sistema estelar a otro. Supongo que una tentación más fantástica es suponer que sean los restos de algún planeta habitado –como el nuestro– que sucumbió ante un cataclismo o por la evolución de su estrella.
Curiosamente, sus implicancias filosóficas y religiosas podrían dar pie a visiones contradictorias. Una versión de la panspermia ya se ha enunciado como la teoría del «gen egoísta» (que da para todo, sobre todo en tiempos de egoísmo) pero que, en todo caso, relativiza y minimiza la importancia y papel de los seres inteligentes y de las civilizaciones resultantes: la vida «sólo quiere mantenerse y propagarse» –no hay otros fines–, somos como los virus.
Esta visión que parece tan alejada de alguna religión, podría no obstante ser el sustento de una «teoría creacionista». Porque SI la vida, los ladrillos que constituyen el material genético y permiten su pervivencia, NO es capaz de generarse en cualquier parte del universo –dadas ciertas condiciones, como la HZ– en forma espontánea e independiente, se abre la puerta para interrogar por Quién construyó («diseñó» pueden decir algunos) la primera forma viva.
Su propagación y «lluvia» fecundadora sobre la Tierra (así como sobre otras Tierras) encaja con varias concepciones de religión anteriores al equivalente del Panteón Olímpico. El primer acto del Creador (Arquitecto, etc.) modelador de la vida podría «leerse» perfectamente en cosmogonías como la narrada en el Génesis –del mismo modo que los creyentes más astutos interpretan metafóricamente ese libro y les trae sin cuidado el Big Bang.
Por supuesto, podrían concebirse visiones que combinasen ambas posibilidades: la propagación panspérmica y la creación espontánea. Creo que de éstas surgen relatos de invasiones extraterrestres. Algo como ‘Species’. 🙂
Aunque yo mismo he puesto enlaces a ejemplos de supervivencia extrema de microorganismos que, perfectamente, podrían validar la Panspermia INTERESTELAR… me parece poco probable.
Primera, porque no soluciona el problema del origen de la vida, sino que solo lo traslada atrás en el tiempo y el espacio.
Segunda porque, aunque la supervivencia a bordo de un asteroide o cometa interestelar puede ser factible, el «hostión» contra el suelo del planeta receptor no permite que nada sobreviva (temperatura, presión…).
Además, el hecho de que la vida o la prebiótica simple (vesículas de fosfolípidos y demás) apareciese casi (geológicamente hablando) en el mismo momento en que el planeta se enfrió lo suficiente, da pie a pensar que la vida NO llegó aquí (al menos, como formas vivas, tipo bacterias o similar) desde el espacio.
A ver, sería una carambola gigantesca: un planeta recién formado, justo se enfría lo suficiente para sustentar vida… ¡y ahí aparece la vida traída de fuera!
Para eso, o había una auténtica legión de meteoritos con formas de vida, y me refiero al equivalente a varios miles de masas estelares repartidas por toda la galaxia, cayendo continuamente sobre la Tierra (uno cada medio millón de años, por ejemplo) hasta que ésta estuvo en condiciones de soportar un organismo vivo… SIN QUE VOLVIESE A OCURRIR, porque solo hay una línea de formas de vida en este planeta, no ha habido, que se sepa, nuevas «incursiones» ni añadidos…
… o un cuerpo con microorganismos tuvo que recorrer quién sabe cuántas decenas, o cientos, o miles de años luz para, JUSTO dar en un mundo adecuado, JUSTO después de que empezase a ser habitable… vamos, eso, a mí, me suena a ganar 70 veces seguidas todos los premios de lotería anuales, incluyendo los reintegros…
Dado el volumen en espacio y tiempo, NO creo posible la Panspermia interestelar. La interplanetaria, sí, esa es bien probable. Quizá en zonas muy ricas en estrellas en muy poco volumen sí pudiese darse ALGÚN CASO de Panspermia interestelar. Pero aquí, en los brazos galácticos, con una densidad estelar de una estrella por cada sesenta años luz cúbicos, es prácticamente IMPOSIBLE, o una probabilidad rozando pervertidamente el cero, que un objeto con «carga» biológica adecuada, volando AL AZAR, caiga en un planeta adecuado y su «carga» sobreviva… y que, además, lo haga JUSTO, JUSTO, JUSTO en el mismo momento (geológico) en que un planeta EMPIEZA a ser habitable.
En ese caso, solo hay tres opciones (seres imaginarios todopoderosos a parte):
– O admitimos una casualidad de talla cosmológica (y de talla cosmológica tipo Multiverso, nada menos).
– O admitimos una auténtica legión de miles de masas estelares de objetos cargados de microorganismos deambulando galaxia arriba, galaxia abajo, y cayendo constantemente todo tipo de planetas, esperando que alguno sea terreno abonado.
– O nos dejamos de gaitas y admitimos que la vida en cada planeta es INDÍGENA, y que lo único que viaja por ahí, sin mayores problemas, son los elementos y moléculas necesarios para INICIAR la vida.
Y, sinceramente, me inclino muchísimo más por la tercera opción: las moléculas precursoras de la vida son fáciles de construir, el Universo rebosa de ellas, por todas partes. Lo más lógico es pensar que todos los mundos disponen de esas moléculas y que, en los que sea factible, se inicia un proceso prebiótico que acaba evolucionando en Biología.
Y, así, uno se deja de casualidades de improbabilidad monstruosa, de legiones de «balas biológicas» recorriendo la galaxia y de seres mitológicos/marcianitos repartiendo vida caprichosamente… y se evoluciona a un modelo, en mi opinión, muchísimo más bello, simple y realista: los ingredientes están por doquier y, en cualquier lugar en que se den las condiciones mínimas… aparece la vida (ya, lo que se desarrolle ésta después, o cuánto perdure, es otro tema).
Muy bien razonado y mejor explicado!
Claro que la probabilidad es muy baja. Pero, aunque sea prácticamente imposible de predecir dónde caerá un rayo sobre una inmensa planicie (sin embargo, implicando menos posibilidades en juego que una de esas «balas biológicas»), en algún lado caen el rayo y el bólido.
Tal vez un punto es dejar de pensar en una causalidad con un fin prefijado de antemano (que un objeto x llegue al planeta T y engendre un ser h) y, en cambio, abordar una lógica más ligada al resultado de la tirada de dados –un sin saber a dónde irá (sin un destino). Algo que veo también relacionado con la lógica de perpetuación de la vida, haciendo abstracción de en qué individuos lo haga: que es también lo que pasa cuando se piensa en nuestra supervivencia «como especie», que –si no se hacen trampas– hay que dejar de pensar en los individuos (por excepcionales que nos pudieran parecer).
Y, por ser algo tan impensado (la caída del rayo o el bólido fecundo), no debe sorprender que sea tomado como algo milagroso en el punto concreto de su ocurrencia. Sobre todo con pastores ignorantes o meros comerciantes (según refiere la historia del gatito chino que «saluda» con la pata en alto), cuando gente instruída, con doctorados y demás, da pávulo a variadas creencias.
Soy de los que opina que no es posible ofrecer pruebas concretas y decisivas que sostengan o que impugnen la existencia de una deidad. Pero es evidente que –por nuestra debilidad, ignorancia o el motivo que fuere– existe una tendencia a postular ese tipo de entidades y explicaciones en cierto modo sobrenaturales. Lo que no acepto es que en nombre de entidades que nadie puede probar ni refutar, se intente imponer mandatos.
Me parece que una constatación astronómica, como la de 3I/ATLAS, puede y seguramente disparará concepciones que lleven agua para un molino o para el otro; se tratará de extender teorías ya conocidas y acaso haya nuevas (lo cual no impedirá que los que creen, proyecten sus creencias sobre ellas). En definitiva, fomentarán la especulación, y por ello, tal vez sean un aporte.
Es que, a mí, Merk, lo que me parece absolutamente relevante del asunto es EL MOMENTO.
Que la vida iniciase en este mundo JUSTO en la época en que EMPEZABA a ser habitable.
Si la Tierra tuviese 6.000 millones de años y la vida en ella 3.000 millones de años, te diría: «¡Ok! ¡Panspermia casi segura!».
Pero la Tierra tiene 4.650 millones de años y los primeros testigos bióticos se pueden rastrear hasta 4.200 millones de años, que YA son restos de bacterias o similar…
O sea, NO se trata de la probabilidad de que un meteorito con carga biológica, al azar, atravesando la galaxia, acabe impactando en un mundo cualquiera (obviando que la INMENSA MAYORÍA DE MUNDOS no son como la Tierra, ni aptos para sustentar vida del tipo de la de este planeta… y, además, mundos con gravedades mucho mayores, por lo cual es mucho más sencillo impactar contra un joviano o un minineptuno que contra un planeta como éste). Esa probabilidad podría ser bastante aceptable.
Se trata de la probabilidad de que lo haga JUSTAMENTE tras haberse enfriado y estabilizado ese mundo en concreto como para sustentar vida. ¿Me explico? No es el qué, sino el cuándo.
ESA es la razón por la que creo que la vida es indígena.
Esa… y que… ¿cuántos trillones de asteroides de ese tipo tendría que haber pululando por ahí, para que uno pueda tener la mínima posibilidad de alcanzar un mundo como la Tierra en la inmensidad vacía del espacio? ¿Y… de dónde habrían salido esos trillones de cuerpos, que superarían en varios órdenes de magnitud la masa de la Tierra (por simple extrapolación al tamaño de la galaxia)?
No, lo siento. La Navaja de Ockham: los «ladrillos» para construir vida son ubicuos en el Universo, repartidos por cada galaxia, abundantes, aparecen fácilmente, los planetas se forman con ellos ya en su composición, más otros nuevos que se gestan en su seno según sus condiciones.
La vida en un 99.9999% de los casos de mundos habitados debe ser indígena. Habrá algunos casos muy puntuales de Panspermia interestelar, y algunos más, de Panspermia interplanetaria… Pero la vida en cada sistema estelar es indígena con total seguridad.
Y la mejor prueba que impugna la existencia de cualquier deidad es su carácter sobrenatural.
Dentro del Universo NO PUEDE EXISTIR NADA SOBRENATURAL, porque implica violar las Leyes Físicas que son el tejido mismo del Universo… y violarlas implica destruir el Universo.
Y, si existen «fuera» del Universo (suponiendo un «fuera»)… no pueden entrar ni salir, por esas mismas leyes físicas. O sea: podrían… pero Universo destruido.
TODOS los dioses de cualquier religión, creencia o filosofía espiritual, pasada, presente o futura, son entidades mitológicas creadas por el miedo a la muerte, la ignorancia de los eventos naturales y las ansias de poder. Absolutamente todos (solo hay que ver las características que se les otorgan) sin excepción.
Y una entidad divina «real», fuera del espectro de cualquier religión o creencia… nos sería tan ajena a nosotros como nosotros a ella. Tan ajena a nosotros como lo somos nosotros de la vida de cualquiera de nuestras células. Y tan ajenos a ella como lo son nuestras células de nuestros sueños, vidas, esperanzas… y mucho menos del Universo que se extiende en el firmamento.
De existir algo así, jamás tendríamos noticia de ella… ni ella de ninguno de nosotros. Seguramente, ni siquiera sería consciente de la existencia de galaxias, mucho menos de estrellas, mundos y seres pululando sobre ellos… seres de existencias tan efímeras en su escala como lo es para nosotros la existencia de un isótopo pesado inestable con una vida media de microsegundos.
Por tanto… no, no existen dioses de ningún tipo, y mucho menos, sobrenaturales o externos al Universo.
Por desgracia esos «listillos» te siguen tratando idiota si afirmas que debe de existir vida fuera de nuestro planeta.
Lei recientemente un artículo de Charles Q. Choi, la posibilidad de la existencia de de «lunas rebeldes» o exolunas que «vagan» en el espacio interestelar sin estar sujetas a la fuerza gravitacional de una estrella, pero influenciadas a la «marea galáctica» (no estoy muy familiarizados con estos términos de la astronomia). La cuestion es la siguiente: ¿Qué posibilidad existe de sorprendernos con el paso de un hipotético cuerpo celeste de esta naturaleza en nuestro sistema solar? Esto me hace preguntar lo siguiente en caso de existir ¿Su velocidad hiperbólica podría ser mucho mayor que los objetos interestelares observados en tiempos cercanos? ¿Los observatorios los podrian detectar con antelacion para preparar una misión de aproximación???? y muchas preguntas mas…..y pensar que hace una generación estos descubrimientos solo podian ser ciencia ficción. Saludos a Daniel por su trabajo en la divulgación cientifica. Desde Mérida Yucatán México.
No puedo responder a todas tus preguntas, pero sí a una:
En el caso de la detección, cuanto mayor el astro, mayor la luz reflejada del Sol… Así pues, un objeto de tamaño planetario sería detectable con años de margen, ya fuese en visible o en infrarrojo.
«Melancholia»
Eso quita el sueño. Si no fuera suficiente con los peñasco de aqui, mas encima estan los de lejos que podrian chocar con la tierra
Muchas gracias por informarnos tan bien de esta noticia tan trascendente, con datos de primera mano, como esa imagen del Two-meter Twin Telescope.
La ciencia empieza por la necesidad de saber y por la imaginación de hipótesis, pero no se da nada por sabido hasta que hay pruebas. Es lógico imaginar que hay muchos objetos grandes moviéndose entre las estrellas, incluso entre las galaxias, pero sin pruebas, como las observaciones de 3I/ATLAS, no podemos decir que lo sabemos, como no se sabía a ciencia cierta que girábamos alrededor del sol hasta que la astronomía moderna lo probó.
Del mismo modo, necesitamos saber que hay vida, e inteligencia, fuera de la Tierra. Es lógico que la haya, pero hay que probarlo sin dejarnos llevar demasiado por fantasías como la de aquel que decía que ‘Omuamua era un artefacto hecho por seres inteligentes.
Pienso que para seguir con sondas a los próximos objetos interestelares que nos visiten deberíamos tener varias esperando en diferentes órbitas solares, dispuestas a propulsarse por mucho tiempo, hasta alcanzar alguno y poder fotografiarlo de cerca. También nos podrían servir para interceptar objetos peligrosos con riesgo de chocar con la Tierra.
Ya es momento de dedicarle por lo menos una misión a estas rarezas, quien sabe si estos tres cuerpos solo fueron una «racha cósmica» y en realidad sea muy raro que vengan objetos interestelares con frecuencia
Yo pienso lo contrario… han venido de varias direcciones y en varios ángulos, así que es poco probable que compartan un origen (que sería el caso más lógico en una «racha» como comentas).
Creo que, apenas hayamos empezado a observar con detenimiento, ya hayamos encontrado 3, es más bien la demostración de que los objetos interestelares son absolutamente comunes, en absoluto rarezas.
Puede que me equivoque.
Pero apuesto una Voll Damm a que, en los próximos 5-7 años se habrán detectado, al menos, otros 5-10, tanto gracias al JWST como, sobre todo, al Vera Rubin.
Y ahí quedará claro que estos cuerpos son de lo más común.
Estoy totalmente de acuerdo, aunque claro depende de a qué le llames rareza. Rubín se ha encontrado miles de asteroides sin esforzarse. Ninguno interestelar entonces claro, en comparación son rarezas, pero veremos muchos más seguro.
Hombre, de momento, está claro que, por cada 1000 que detectemos pertenecientes al Sistema Solar, apenas encontraremos 1 interestelar…
Pero eso puede significar, incluso a esa proporción, MILES, o incluso DECENAS DE MILES de cuerpos interestelares…
Comparados, en cantidad, con los «nuestros», son raros… pero si van apareciendo a menudo, raros, raros, no son. Si se descubriese uno por siglo, vale… pero van a ser, mínimo, uno por año… así que, más que raros, poco frecuentes.
En su momento se especulaba con la posible predominancia de este tipo de objetos desde la zona hacia la que avanza el sistema solar. Pero parece que son bastante aleatorios. A ver lo que dicen las futuras visitas.
El Vera Rubin nos va a permitir hacer ciencia de verdad con este tipo de objetos ya que nos permitirá hacer estadísticas tanto con los descubrimientos como la falta de ellos, si son menos de los estimados actualmente, entre uno y cinco anualmente.
Sin duda, el ritmo con el que los descubrirá el Vera Rubin será impresionante. En función de lo que encuentre, valdrá la pena plantearse construir una sonda para tenerla a punto a la espera del visitante adecuado.
Nos están atacando.Nos disparan objetos cada vez mayores con malas intenciones.
Ahora en serio, hay que poner dinero para construir una sonda que pueda visitar estos bichos.
La Comet Interceptor de arriba en teoría está pensada para eso, aunque en la práctica me da que esos objetos van a ser demasiado rápidos para ella.
58 km por segundo es una burrada , difícil que lo pudiéramos alcanzar. Va tan rápido y alejado del Sol que su trayectoria apenas se modifica. El más asequible era omuamua. Pero si estuviéramos preparados, en un futuro tendríamos que ser capaces con los que vengan.
Es casi imposible hacer rendezvous con un objeto interestelar, ya que por definicion vienen con trayectoria hiperbolica. La mision de comet está pensada para hacer un flyby con el objeto. Cuando un telescopio detecte el objeto, comet-i Se adelantará al punto de paso mas cercano del objeto con respecto al sol, y por esa zona se dará el flyby. Por asi decirlo, el objeto «adelantará» a comet-i.
La mision esta diseñada para un flyby con velocidad relativa de hasta 70 km/s. Evidentemente, cuanto mas lento sea el objeto, mayor sera la ventana de observacion. El satelite principal se acercara hasta 1000 km, mientras que las minisondas llegaran hasta 500 km de distancia.
Tengo la fortuna de trabajar activamente en la misión y estamos muy contentos por el descubrimiento de este cometa nuevo, ya que esperamos que sean muchos mas los objetos interestelares que pasen cerca, y asi tengamos mas posibilidades que en los hasta 5 años que comet-i puede esperar en L2, encontremos un burn target que «interceptar» .
Interesantísimo, Billy.
Oye, pregunta de aficionado… ¿no se le pueden añadir etapas anidadas al Comet-i para acelerar más? Etapas que vaya descartando según se queman, digo.
¿O no compensa la mayor masa con la ganancia de velocidad?
A ver si pasa alguno que lleve una buena trayectoria porque va a ser complicado ir en poco tiempo a una trayectoria tangente o con muy pocos grados de diferencia respecto de la del objeto.
En este caso no. La mision Comet-i es una misión tipo F (Fast) de la división de ciencia la ESA. Estas misiones tienen bajo presupuesto. De hecho, comet-i puede ser «tan grande» para ser una misión tipo F porque se aprovecha de la masa libre que deja Ariel (M4 de la ESA) en su lanzamiento a L2.
Entonces se hace lo que se puede con la masa disponible. Comet-i tendra hasta 750 m/s de DV disponible. Para esa cantidad, no merece la pena hacer staging, con varias etapas (tampoco daria para ello el presupuesto de la mision).
For info, el diseño esta de acuerdo para ser capaz de llevar 6 PL (con un total de 15 instrumentos) y las dos sondas. Ademas, diseñamos un dust shield para protegerlo en caso de que el objeto interestelar tenga «coma», ya que el satelite experimentará un flyby de entre 10 y 70 km/s (como referencia, una bala va a 1 km/s, asique imagina el daño que puede causar si una particula choca)
Siempre con los temas de los presupuestos… lástima.
Aún así, en el caso de otra sonda del estilo… ¿hacer staging con ella, anidándole etapas desechables, sería realmente útil? ¿O la ganancia sería marginal?
Más que nada, porque se puede «subir» la sonda a LEO y luego ir lanzando X etapas básicas (hipergólicas, o incluso sólidas, no sé) para acoplarlas en forma de tren y tener el conjunto a la espera de un objetivo adecuado.
Y sí, toda la razón. Con esas velocidades, un grano de arena es como una bala antiblindaje supersónica del calibre 50… o más.
Creo que no tiene mucho sentido mandar una sonda para este objetivo que parta desde LEO. Es decir, usando LEO como orbita parking hasta la detección de objetivo. Salir de LEO es caro energeticamente, necesitarias una cosa enorme para conseguir DVs relevantes. Un punto lagrangiano como L1 o L2 tiene mas sentido como punto de paso espera: ausencia de eclipses, menos probabilidad de colisiones, etc
Aun asi, para un objeto interestelar, su velocidad hiperbolica es tan bestia que para una misión de rendezvous en plan HERA, necesitarias una locura de DV y sistemas de propulsión.
Piensa que habria que poner el satélite en trayectoria de escape del sistema solar, como las voyagers, pioneers o new horizons. Y estas usaron asistencias gravitatorias y van bastante mas lento que los los 3 objetos interestelares descubiertos. Y todo eso empezando desde «parado» en el espacio. Asique, teoricamente es posible, pero creo que no tiene mucho sentido.
Creo que la mejor opcion para hacer rendezvous o al menos un flyby a menos velocidad seria tener una sonda lista en tierra, y ante una deteccion, aprovechar toda la potencia de un lanzador pesado para ponerte en trayectoria.
Disculpas por colarme en este hilo. Pero me he preguntado si no sería viable –en caso de objetos que no llevaren una velocidad tan elevada o que, al menos, se les pudiera, por su trayectoria, «emparejar» por un corto lapso– que la sonda dispuesta para la intercepción (cuyo fin concluye tras ese evento ¿no?) intentara «engancharse» del objeto.
Lo más prosaico y burdo que se me ocurre es con un arpón y un cable, como en un abordaje pirata 🙂 o un ballenero, que luego de alcanzar la velocidad del bólido, se fuese recuperando para llegar a su superficie; y ahí quedarse. Un poco como el sistema de «sky-hooks» que se planteó alguna vez para alcanzar la órbita baja.
Más allá de los estudios relevantes que se pudieran hacer del objeto en sí, eso permitiría hacer un aventón «económico y rápido» para salr del Sistema Solar explorando sus regiones remotas y en unas área y ángulo tal vez inusitados. Exigiría de un excelente transmisor y de una fuente de calor, lo cual le encarecería, eso sí.
El metodo que propones de abordaje pirata es muy divertido jaja. Pero en la practica la mecanica orbital no funciona asi. En primer lugar, cualquier objeto interestelar por definición tendrá una trayectoria hiperbolica de escape. Las velocidades son inigualables. Pero pongamos que pudiesemos igualar su velocidad y direccion en cierto momento como dices arriba. Eso significaría que habriamos hecho rendezvous con el objeto. Entonces, salvo perturbación externa, estaríamos en su misma orbita con respecto al Sol y nos alejariamos con él del sistema solar
Pero pongamos un caso algo mas factible. Imaginemos un objeto que «llega mas lento» de lo normal, y tenemos un satélite con capacidades decentes. Igual podemos conseguir un flyby de 3-5 km/s. Supongamos que el objeto en cuestión no tiene «coma» (si la tuviese, a esa velocidad relativa, la coma nos destruiria). Necesitariamos un arpón de varios km de largo que se disparase a varios km/s, que el objeto tuviera varios km de longitud y que el satelite fuese capaz de hacer el close approach del flyby a una distancia muy cercana (para que el arpon no sea infinitamente largo). Esto último es muy dificil si no se conoce perfectamente la trayectoria y ciertas nociones del objeto (forma, rotación, tamaño, masa,…). Aun así, si fuesemos capaces de hacer todo esto, nuestro satélite experimentaría un «tiron» del arpón instantaneo que lo desintegraría.
Dicho lo cual, la misión seria muy molona!
Muy interesantes esos comentarios Billy. Yo tengo otra propuesta de presupuesto infinito un poco menos molona que la del gancho ballenero.
Mision Oberth para reunión con cometa interestelar.
Aparcamos la nave en L2. Cuando vemos el cometa, salimos de L2 dirección a la Tierra. Asistencia gravitatoria en la Tierra dirección a Venus. En Venus hacemos asistencia gravitatoria y hacemos un impulso de 3 km/s frenando la nave aprovechando el efecto Oberth para caernos hacia el sol. Desechamos la primera etapa de impulso de la nave.
Una vez en 5 Radios Solares, hacemos un impulso de 6 km/s, que aprovechando de nuevo el efecto Oberth resultando en una trayectoria muy hiperbólica. Desechamos la segunda etapa de impulso de la nave.
Cuando ya no nos freímos, desplegamos paneles solares y encendemos motores eléctricos para el resto del impulso para meternos en trayectoria de rendezvous con el cometa.
¿Fácil, no?
Chupado!! Hagamoslo!
Asi como dato, tu propuesta antes de la fase electrica implicaria aprox que el 95% de la nave fuese propellant (asumiento un sistema biprop tipico). Los tanques tendrian que ser del tamaño de un starship ;).
¡No tanto, hombre! La sonda Dawn solo pesaba 1200 kg y esa ya incluye 11 km/s de Delta v eléctrico y sus sensores y tal, ¿no?. Vamos a sumarle 2800 kg de escudo térmico, aerogel y radiadores para soportar el calorcito y con 80 o 100 toneladas en L2 ya lo tenemos hecho… Nada que 18 repostajes de starship no vayan a conseguir en 2026, creo haber escuchado por ahí 😛
Nadie dijo que fuera fácil. Oh, espera, lo dije yo… bueno ¡nadie dijo que fuera barato!
Muchas gracias, Billy, por tu respuesta. Saludos
No veo que sentido tiene esperar en L2 cuando puede esperar mucho mejor en la Tierra con todas las comodidades y sin ese gasto de delta-v de aparcar y desaparcar, etc. además para objetos que no sabes por donde van venir.
Buena pregunta esa.
En el caso de Comet-interceptor son varios: el principal es presupuestario. La misión es clase F, pero bastante grande en tamaño para serlo. No seria compatible con un lanzamiento dedicado de ariane 6 o falcon economicamente y un lanzador tipo vega no seria suficiente para la trayectoria interplanetaria. Por eso se aprovecha el espacio que deja Ariel.
Tambien técnicamente, salir desde L2 te da cierta flexibilidad para elegir trayectorias, mientras un escape directo con lanzador te restringe(a cambio de tener mas delta V).
El gasto para ir a L2 es minimo, y tambien el de mantenerse alli, en una especie de hibernación, asique no es mucho problema. Además así hay tiempo de sobra para hacer comissioning de todo (principalmente instrumentos) y hacer pruebas, mientras que en un lanzamiento directo habria menos tiempo.
Para una misión con mucho mas presupuesto quiza si sea interesante esperar en tierra con el satelite, desde el punto de vista del DV.
Sí tuviéramos la desgracia de que un objeto así tuviera rumbo de colisión con la Tierra me imagino que sería el más difícil de parar, por el poco tiempo de reacción que nos dejaría. Sólo servirían soluciones drásticas del tipo bombas nucleares y que ya estuvieran preparadas para ser lanzadas. La suerte es que la probabilidad debe ser muchísimo menor que con asteroides cercanos a la Tierra.
Si un objeto de este tamaño y velocidad viene en dirección de colisión con la Tierra la probabilidad de desviarlo es cero. Afortunadamente la probabilidad de que con los pocos que hay y lo pequeña que es la Tierra la probabilidad de que uno vaya a chocar con la Tierra tampoco se puede diferenciar de cero.
En algun lugar de internet o publicación se especuló hace años, de posibles indicios de algun cuerpo interestelar que afectó a la Tierra hace muuucho tiempo. Y que el Sistema Solar pasaría por zonas con más posibilidades.
Creo que no lo vi en ficción, ni en pelis, ji, ji… Pero no recuerdo dónde, y es muy posible que me equivoque, he mirado ya algunas pelis y series del espacio, ji, ji.
Pregúntale a ChatGPT… igual te ayuda a encontrarlo (aunque a veces hay que hacer varios intentos, que conste).
No sé si es a lo que te refieres, pero había teorías de que en la órbita de l sistema solar alrededor del centro galáctico, cuando cruzamos el plano medio, la densidad de estos objetos sea mayor. Pero no va a ser 1000 veces mayor ni nada exagerado.
Quizás lo recordé mal, y fuese sólo un estudio sobre cometas no interestelares, algo así:
https://www.cambridge.org/core/journals/highlights-of-astronomy/article/mass-extinctions-comet-impacts-and-the-galaxy/381DBD3031753DF037452362EB439348?utm_campaign=shareaholic&utm_medium=copy_link&utm_source=bookmark
Trata de coincidencias de extinciones antiguas con el itinerario por la galaxia. Y si alteró los cometas en la nube de Oort de nuestro sistema solar, y así nos chocaría o rozaría alguno (no interestelar)
Bueno, tendría sentido que, en el plano galáctico, la densidad de todo tipo de objetos sea mayor… aunque sea por propia «inercia» galáctica.
Quizás lo recordé mal, y fuese sólo un estudio sobre cometas no interestelares, algo así:
https://www.cambridge.org/core/journals/highlights-of-astronomy/article/mass-extinctions-comet-impacts-and-the-galaxy/381DBD3031753DF037452362EB439348?utm_campaign=shareaholic&utm_medium=copy_link&utm_source=bookmark
Trata de coincidencias de extinciones antiguas con el itinerario por la galaxia. Y si alteró los cometas en la nube de Oort de nuestro sistema solar, y así nos chocaría o rozaría alguno (no interestelar)
Yo creo que es más frecuente y peligroso el paso cercano de estrellas que agiten el avispero de Oort.
Oh, es interesante, ayuda a reestructurar cómo imagino el cielo, ji, ji. Gracias 🙂
¿Osterplana 065?
Uau, vaya meteorito raro, gracias 🖖🙂
@Toopikatxu
Esta tambien el posible origen de los diamantes negros llamados «carbonados», su origen es un misterio pues no parecen compartir algunas caracteristicas con los otros tipos de diamantes, una de las explicaciones dice que podria provenir de restos de una supernova de hace 3000 millones de años y que luego de vagar por el espacio interestelar, caerian en la tierra 2000 millones de años atras, durante el paleoproterozoico en una zona entre Africa Central y Brasil (algunas fuentes hablan de Siberia), saludos.
Uau, interesante, qué diamantes!
Anima tanto, que estimula, inspira…
Pues, ya en broma, a ver si algo que cayó va a ser más que interestelar
😯 ¿INTERGALÁCTICO? 😉(no sé si es posible, lo digo medio en broma)
Me recordó a que me suenan restos de micro o nano diamantes encontrados por media Europa y América, de los que se pensó en un choque en época de indios de época Clovis, hace pocos milenios.
También me suenan unos estudios de colmillos de mamuts, donde encontraron partículas de hierro muy incrustadas, que se pensó que les llovieron al pasar por una zona de burbuja de restos de supernova.
Oh, curioseando, vi sobre controversias con la lluvia de supernova, mamuts, y que se intentó explicar con llamaradas solares:
https://starburstfound.org/mammoth-extinction-due-supernova-explained-giant-solar-flares/
No seguí el tema, es de hace bastantes años, quizás hubo más descubrimientos o revisiones, no lo sé.
Toopikatxu:
La explicación de las llamaradas solares a la extinción de la megafauna me parece atractiva y bien argumentada.
La vida de los animales grandes terrestres, y por tanto expuestos a la radiación externa porque no se pueden esconder bajo tierra, depende de la extraordinaria estabilidad de nuestro sol.
Por otra parte, el Sol es un blanco grande de proyectiles extrasolares. En caso de una ola de proyectiles, me parece mucho más probable que alcancen al Sol y lo desestabilicen, comparado con que alcancen la pequeña Tierra.
El Congreso norteamericano dice que Artemisa sigue adelante y que cancelen a lo que se le oponga, la guerra interplanetaria prosigue.
Increíble, al final resulta que son mucho más abundantes de lo que pensábamos. Esto me lleva a dos reflexiones:
1.-Con estos descubrimientos, los viajes entre estrellas, cuando lleguen, van a resultar mucho más peligrosos de lo que pensábamos. El espacio parece que está más lleno de escombros de lo que parecía.
2.- ¿Cuántas otras cosas del universo nos estamos perdiendo todavía por nuestra falta de capacidad para detectarlas?
Exageras. Piensa que llevamos años intentando encontrar un asteoridillo para que la New Horizons le pueda echar un vistazo mientras le pilla de camino y no somos capaces de encontrar nada.
Pues a eso mismo me refiero. Que no somos capaces de encontrar nada, pero luego resulta que están ahí.
Evidentemente no quiero decir que el espacio interestelar vaya a ser como un cinturón de asteroides, pero estoy segurísimo de que la cantidad de objetos que hay flotando por ahí es mucho mayor de lo que pensábamos.
Coincido con Pochi.
Mira aquí, en el propio Sistema Solar, tenemos el Cinturón Principal de asteroides y, creo, ni una sola misión al sistema exterior se ha preocupado de un impacto con uno de sus cuerpos.
Debería ser una carambola COLOSAL que una nave de, pongamos, 500 metros de diámetro, en una ruta interestelar, colisionase con un objeto en el camino. El volumen es tan absurdamente inmenso que, incluso las estrellas repartidas en él, son apenas polvillo disperso.
Dicha nave sufriría muchísimo más ataque del polvo y partículas del medio interestelar, que la posibilidad remotísima de un impacto contra un pedrusco errante (obviamente, dicha posibilidad no es cero, y ahí está Murphy para partirse la caja de risa).
Coincido en que el volumen es inmenso, pero hay muchas cosas que desconocemos.
Por ejemplo, no sabemos si esos objetos se agrupan mayoritariamente en los planos de la eclíptica de cada sistema, lo cual haría que las probabilidades de impacto aumentasen mucho si una nave se acercase por ese plano.
Es solo un ejemplo de lo que no sabemos.
Desde luego.
Aún así, el Cinturón Principal de Asteroides está en el plano de la eclíptica del Sistema Solar… y colisionar con un objeto de esa región, de forma azarosa, es harto difícil, con probabilidad bajísima.
Y el Cinturón es diminuto y terriblemente denso en objetos, comparado con los vastos espacios interestelares.
OPINO que si es difícil impactar por casualidad con un objeto del Cinturón Principal, impactar con un objeto interestelar tiene que estar muchos órdenes de magnitud por debajo en probabilidad…
Por supuesto. Nunca he dicho que sea comoarable. Solo digo que si antes era una probabilidad despreciable, ahora ya parece que solo es remota pero que no estará de más tenerla en cuenta…dentro de 200 años 🙂
En eso estoy totalmente de acuerdo contigo…
Y más, andando el Sr. Murphy suelto por ahí, con ganas de bromazos…
Increíble me preguntó si alguna potencia espacial pueda sacar adelante una sonda para estudiar estos objetos (ya se de la sonda europea comer interceptor ) sería genial una flota de sondas estacionadas en L2 listas para intercetar estos cuerpos
comer interceptor es cuando te estás tomando una cañitas en el bar y un colega tuyo se ha zampado la tapa mientras tú estás descuidado charlando con una amiga XD
O el videojuego del come-cocos jeje
Erick¿ has vuelto ya de la boda de Bezos!?
Hola, Human. Escribes que “Tengo ganas también de, en el caso de que se hagan hallazgos tan increíbles como evidencias de que no estamos solos en el universo, ver los discursos de las diferentes religiones. Será curioso ver qué explicación inventada darán para seguir controlando a la población”.
En lo que se refiere a la religión cristiana, que es la mejor que conozco, se encuentra con dos dificultades, una interna y otra externa. En el frente interno la corriente mayoritaria estableció alianza con el poder político para controlar la población. Y también tuvo que hacer frente a la ideología marxista qué es atea por convicción doctrinal.
En el frente externo se ha producido una sustitución de la fe religiosa por la fe en la política y la técnica. Al mencionar el control de la población habría que precisar que al menos la sociedad occidental está intervenida por instituciones cercanas al poder político. Trabajan empresas de márquetin político, gabinetes de sociología y psicología, agencias de prensa, partidos políticos de diverso signo y un consorcio industrial y militar que pivota en torno a inversiones mil millonarias. El control de la población occidental es menos religioso para depender de agentes agnósticos o simplemente laicos.
Es absolutamente descorazonador y asombroso como nadie en ESA ni NASA haya levantado la mano indicando que entre la detección de 3I/ATLAS,1 julio, y su punto del perihelio, 30 octubre, vayan a pasar 120 días. Si el cometa, con mayor diámetro que el que acabó con los dinosaurios, hubiese venido directamente contra nosotros, nuestra forma de vida acabaría este 2025 sin poder hacer nada para evitarlo. Solo el absoluto azar nos permitirá vivir por más tiempo.
Mientras tanto reuniones de la ESA para hacerse fotitos y postearlas en Linkedin.
Por eso el NEOSM es para mí prioritario, además de las misiones de defensa planetaria como DART, que hay que seguir investigando y gastando mucho en este aspecto…
Ten en cuenta que la probabilidad de impacto es mínima a niveles ridículos. Le he preguntado a Copilot y me ha dicho
El área englobada por la órbita terrestre es unas 138 millones de veces mayor que la superficie de la Tierra. ¡Una diferencia colosal!
No me he preocupado a revisar el cálculo, porque estoy vago, pero no te puedes fiar ni un pelo de las chorradas que dicen los chatbots estos de ahora, pero si el cálculo es cierto, necesitamos cientos de millones de años para que impacte un asteroide extraterrestre, que además no todos serán tan grandes como este, con lo que su efecto sería absorbible.
Más me preocupan los cometas normales, la verdad, como aquel Siding Spring que podría haber impactado contra Marte y también hubo poco tiempo de reacción.
Disculpa, Pochimax, sin acritud, pero me parece que cálculos probabilísticos tan optimistas son los que hundieron al Titanic. Tenemos evidencia empírica de que, al menos, una vez por siglo se da un «evento Tunguska» –y los hubo peores. Imagina que, en vez de sobre Siberia, el impacto se hubiese retrasado unas 6-7 horas y hubiese caído sobre Europa…
Comparto tu preocupación por personajes poderosos como Trump y lo que pudieran hacer, si dispusieran de capacidad para desviar asteroides. Pero se me ocurre que desviarles fracciones de segundo de arco para que «pasen de largo» y erren al planeta no es lo mismo que hacer el desvío para que caigan sobre un blanco fijado sobre el planeta (que, supongo sería el uso que temes) –hay que coordinar otros parámetros, creo, por ejemplo, la velocidad orbital (que no sé si es tan modificable) para que impacten en una longitud determinada del globo terráqueo en rotación.
En todo caso, tales personajes YA disponen de medios de destrucción equivalentes y perfectamente controlables para hacer blanco con precisión de cientos de metros. Y hay otros sistemas comparables, como el bombardeo cinético, que se investigaban desde hace una década –al que los grandes lanzadores hacen más factibles.
De todos modos, Merk, y sin ser la posibilidad despreciable del todo, es muchísimo más probable, pero muchísimo más, que nos impacte un objeto del Sistema Solar (alguno de los miles de NEO’s o alguno de los millones de «pedruscos» que pululan alrededor de la órbita de la Tierra), a que lo haga, por pura casualidad, un objeto interestelar.
Los de aquí no paran de dar vueltas durante eones, sufriendo interferencias gravitatorias, acercándose y alejándose a los planetas, con velocidades similares, en planos similares muchas veces, cruzando una y otra vez las órbitas planetarias…
En cambio, un objeto interestelar llega a toda mecha, cruza el Sistema Solar por donde le da la gana, y desaparece como alma que lleva el diablo para jamás volver.
Sin ser una posibilidad cero, que no lo es, me parece que es muchísimo más probable, muchísimos órdenes de magnitud más probable, que nos impacte un pedrusco local a uno interestelar.
Exacto, Noel.
Merk, estamos continuamente viendo asteroides que pasan por las cercanías terrestres, a montones. Sólo tienes que elegir el apropiado para, tras desviarlo ligeramente, asegurarte de que caiga en el hemisferio apropiado.
Sí, reconozco que la precisión necesaria para sólo desviarlo no es tan exigente como para que acierte, pero prefiero no recorrer ese camino.
Noel, Pochimax, había interpretado del comentario de arriba, el que respondía, que hablábamos de cuerpos extraterrestres «en general», y por eso respondí con la frecuencia de impactos más o menos aceptada.
Coincido con que los objetos interestelares serán mucho menos frecuentes y que sus órbitas ofrecen sólo una chance de colisión, mientras que los NEOs están hace millones de años rondándonos e interactuando gravitacionalmente con otros cuerpos –un peligro mucho mayor. Igual que lo que provenga de Oort, como han apuntado más arriba (bueno, éstos quizá una pizca menos).
Pero la desconfianza –lógica y entendible– hacia las armas devastadoras me parece que no debiera disuadirnos de desarrollar el potencial de protegernos de un impacto que pudiese ser tan destructor como una Bomba-H –habida cuenta de que hubo impactos mucho peores. Obviamente la capacidad comenzará por desviar un pequeño objeto (DART) y, conforme se avance, podrían acometerse objetos mayores y de mayor peligro.
Entiendo que no desarrollarlo sería como ir al encuentro de un tigre a mano desnuda porque se ha temido que un rival pudiese usar un rifle o una lanza en contra de nosotros. Es una capacidad en la que también están trabajando los chinos, si no recuerdo mal, y que sería deseable abarcara la mayor colaboración internacional, para evitar suspicacias.
En mi opinión, los peores peligros (con políticos mesiánicos) ya están en marcha y son los clásicos derivados de la industria bélica. Bajo nuestras narices se experimentan y desarrollan sistemas de armas novedosos –y algunos consiguen ferviente apoyo porque los disfrazan de otra cosa retrofuturista y molona.
Tienes razón Merk en que los «poderosos» ya disponen de medios de aniquilación y no necesitan asteroides utilizados como armas.
La diferencia es que sí uno de esos poderosos lanza un dispositivo termonuclear, todo el mundo lo sabe al instante y se inicia una guerra o una respuesta del pais atacado o de sus aliados.
Sin embargo, cabe la posibilidad de desviar (sin decirlo y sin muchos testigos) una trayectoria de un asteroide para que caiga en un «País enemigo» de modo que «nadie» haya atacado a nadie y sea todo «una desgraciada tragedia natural».
Exacto.
Pablo, entiendo el punto, pero me parece una posibilidad muy remota que pueda hacerse, a día de hoy, un lanzamiento y que no haga saltar los radares y se identifique su trayectoria. Tanto más si el vector saliera de LEO y se dirigiera hacia el espacio interplanetario. Qué decir si su trayectoria calculada, apuntara a cualquier «pedruzco»…
En fin, que no creo que eso pudiera dispararse solapadamente. Todas las demás potencias espaciales (y nucleares, que suelen ser las mismas), estarían sobre aviso, pondrían el grito en el cielo y advertirían al que hubiera enviado esa misión encubierta. Si las consecuencias fueran un impacto sobre «territorio enemigo», el haber pretendido ocultar la «misión científica» acusaría al agresor, y las advertencias previas seguramente habrían equiparado esa posibilidad a un ataque nuclear directo.
Al margen de que dominar la precisión de la intervención para dirigirlo a un blanco, como dije, me parece mucho más difícil. ¿Se arriesgaría alguien a errar por 5.000km sobre el mapa? ¿Por 10.000km? Un arma de doble filo.
Y además que, haciéndose las intervenciones sobre estos cuerpos a mucha distancia para que un pequeño efecto luego se multiplique en miles de km, siempre dejaría la chance a los otros países de lanzar sus propios interceptores –con lo que la agresión, ni siquiera tendría un efecto seguro, aunque habría puesto en la picota al agresor.
Insisto con mi opinión de que son los experimentos en curso con armas bien terrenas (sumados a cierto adormecimiento general frente a las agresiones) los peligros reales a afrontar. En particular, la obsesión de algunos por encontrarle un atajo al MAD que les permita tomar «con los pantalones bajos» al adversario… Vaya, me recuerda a cierta jornada de 1964, de donde proviene mi nombre 🙂
Me sigue preocupando muchísimo más que un tipo como Trump, por poner un ejemplo, tuviera en sus manos la capacidad de detectar y desviar cometas que vienen desde tan lejos.
Pues es buena idea, a qué velocidad va a probarlo? Cuanto pesa el hombre? 😉
Pochi, creo que con el recorte de fondos de la NASA, si esa posibilidad era remota, ahora lo es más
Un asteroide contra nosotros se hace inevitable, vendrá y no lo vamos a evitar, no es el fin de la existencia humana pero sí el de muchas existencias y el del sistema actual en globalizada forma, eso es más interesante, que sea barrido lo es.
Pronto descubriremos al esquivo planeta 9 y sera de la mano del Vera Rubin, y nos depara grandes sorpresas.
Algo me dice que vamos a descubrir al planeta 9 y planeta 10…quizás hay más bichos grandotes de lo que pensamos en la zona de los KBO…
Ojalá o así lo quiera Alá que es grande (varios años luz de extensión, años luz cuadrados y cúbicos)
Me da pena que estos objetos extrasolares no merezcan el interés suficiente como para una misión espacial, es como perder una oportunidad única de saber algo de fuera del sistema solar, lo de Omuamua (o como se escriba) me impactó sobremanera por su extraña forma tan misteriosa en forma de una especie de carámbano gigante,y nunca sabremos nada de él
Pregunta de aficionado: ¿cómo puede un sólo observatorio determinar la posición de un objeto como este? ¿No se necesitan al menos dos observaciones del objeto hechas a la vez por dos observatorios más o menos distantes? En teoría cuanto mayor la distancia entre observatorios más preciso será el cálculo del triángulo.
Imagino que con sólo un telescopio, se puede saber con precisión cómo se mueve el telescopio, con la Tierra girando, y la perspectiva respecto otras estrellas de màs fotos, más rato… Pero yo no sé si lo hacen así.
En este caso, creo recordar qud se publicó en noticieros, que después o al mismo tiempo, se fue observando con otros telescopios varios y separados.
Imagino que, con el gran movimiento propio que posee un objeto de este tipo, tomando como referencia las estrellas de fondo «fijas» no necesitas utilizar el método de paralaje. (Ver el gif del descubrimiento que ha adjuntado Daniel).
La verdad es que es una buena pregunta, nunca me he planteado cómo se determinan estas órbitas.
Se suele decir que ese problema lo resolvió Gauss cuando calculó la orbita de Ceres.
https://en.wikipedia.org/wiki/Gauss%27s_method
Gracias, amago.
Hola Timoteo.
Dos observatorios terrestres distan unos miles de kilómetros.
El movimiento de un cuerpo en el Sistema Solar ronda los kilómetros (o decenas de kilómetros) por segundo.
En resumen, en unos días cualquier objeto se va a mover mucho más respecto las estrellas fijas que lo que lograrías observando a la vez desde dos telescopios terrestres.
Saludos
Wachovsky, escribes que “Un asteroide contra nosotros se hace inevitable, vendrá y no lo vamos a evitar. No es el fin de la existencia humana pero sí el de muchas existencias y el del sistema actual en globalizada forma, eso es más interesante, que sea barrido lo es”.
En mi opinión, la presencia de un bólido potencialmente dañino para la vida en la Tierra no tiene nada que ver con que haya un sistema globalizado. Si bien es cierto que el globalismo tiene inconvenientes y es terreno abonado para los imperialismos, también es verdad que el globalismo nos permite conocernos mejor.
La transición de la fe religiosa hacia la fe en la política y la técnica es en el fondo un retorno a la fe en la humanidad. Con el declive de la religión oficial brotará un vector espiritual más transparente que no pagará tributo al poder político. Este vector espiritual se orientará al cumplimiento de los deberes más que a la exigencia de los derechos. El amor al prójimo instituido por el cristianismo fundacional tiene una versión posmoderna consistente en que la actitud personal afecta al bienestar del grupo.
La política y la técnica no deben cometer el error de constituirse en nuevas iglesias ni pretender el apantallamiento de la sociedad con su poder. La humanidad está vacunada contra la actitud sesgada de las “religiones laicas” que tanto daño han hecho al erradicar el instinto espiritual de los seres humanos. Veremos qué depara el futuro.
Eso es fe en que no trituraron ya el cristianismo, o falsa esperanza
y que las minorías dominadoras no existen detrás de la fachada de la nueva religión política, ingenieril técnica, científica o económica, seguirán siempre intentando vivir muy bien a costa de las mayorías productoras de un buen nivel de vida, ya humanos, ya delfines y monos, ya robots, no comparten y no lo harán salvo trucos de aparente mancomunidad