Marte y sus lunas vistos por sondas de China y Emiratos

Por Daniel Marín, el 25 abril, 2023. Categoría(s): Astronáutica • China • Marte • Sistema Solar ✎ 53

Entre la flotilla de sondas activas que orbitan Marte en estos momentos tenemos sondas de la NASA (Mars Odyssey, MRO y MAVEN), europeas (Mars Express y ExoMars TGO) y una sonda china (Tianwen 1) y otra de Emiratos Árabes Unidos (Al Amal). La sonda Al Amal —Hope en inglés o Esperanza en español—, también conocida como EMM (Emirates Mars Mission), fue lanzada en julio de 2020 rumbo a Marte y el 9 de febrero de 2021 se situó en una órbita elíptica alrededor del planeta rojo con el objetivo de estudiar la atmósfera del planeta y su interacción con el viento solar, complementando así a la misión MAVEN de la NASA. Al Amal es una sonda de 1350 kg al lanzamiento que, en realidad, ha sido construida en «colaboración» con Estados Unidos. Cuenta con tres instrumentos científicos, siendo el más destacado la cámara multiespectral EXI (Emirates eXploraton Imager), construida entre Emiratos y el laboratorio LASP de la Universidad de Colorado en Boulder. En estos dos años de operaciones alrededor de Marte, Al Amal ha obtenido importantes resultados de la interacción de la atmósfera marciana con el viento solar, pero también ha tomado bellas imágenes. La última, esta preciosa fotografía de Deimos, la menor de las lunas marcianas, tomada el 10 de marzo de 2023 a 104 kilómetros de distancia:

Deimos visto por Al Amal el 10 de marzo de 2023 a 104 km de distancia (Emirates Mars Mission).

La imagen es, además de bonita, histórica porque Deimos no había sido fotografiado de cerca desde los años 70 por las misiones Viking de la NASA. Aunque la sonda MRO de la NASA ha fotografiado Deimos en los últimos años, lo ha hecho desde una órbita más interior, por lo que no ha podido ver el hemisferio externo, que es el que se aprecia en esta imagen (la sonda MOM, Mangalyaaan, de la ISRO india sí pudo ver este hemisferio, pero a muy baja resolución). Y es que explorar Deimos es más complicado de lo que parece. Al Amal estaba situada en una órbita de 20 000 x 43 000 kilómetros y 25º de inclinación, de tal forma que completaba una vuelta alrededor de Marte en 55 horas. Esto le permitía cubrir la superficie marciana cada 9 días. Para poder sobrevolar Deimos, situada a 23 000 kilómetros de Marte y con un periodo de 30 horas, Al Amal ha tenido que realizar tres maniobras propulsivas con el objetivo de cambiar su órbita para ponerse en el mismo plano que el satélite más lejano de Marte. Las dos primeras maniobras tuvieron lugar en septiembre de 2022 y enero de 2023 y la sonda pudo situarse en una trayectoria de transferencia de Lambert (este tipo de órbitas son una generalización de las órbitas de transferencia de Hohmann, pero en vez de viajar entre dos órbitas circulares coplanares, se trata de conectar dos órbitas elípticas cualquiera con inclinaciones diferentes). Los resultados preliminares de las observaciones de Deimos con los otros dos instrumentos parecen confirmar la hipótesos de que Deimos se formó a partir de una colisión con Marte.

Deimos visto por Al Amal (Emirates Mars Mission).

La mejor imagen del hemisferio externo de Deimos, obtenida por la Viking 1 en los años 70 (NASA).

Los datos de Al Amal sobre Deimos, especialmente los del hemisferio antimarciano, serán los únicos de alta resolución hasta que la sonda MMX japonesa visite a finales de la década esta pequeña luna de 13 kilómetros de diámetro. Además de Deimos, el pasado 11 de abril el equipo de Al Amal en NYUAD (New York University Abu Dhabi) con el Centro de Ciencia Espacial de Emiratos publicó el primer mapa global de Marte obtenido por la cámara EXI. El mapa a color se basa en más de tres mil observaciones de EXI en los últimos dos años. Desde su órbita altamente elíptica, Al Amal es capaz de obtener imágenes del todo el disco marciano a color y, ciertamente, ha adquirido bellas estampas del planeta rojo. Por otro lado, Al Amal ha confirmado la presencia de auroras parciales en Marte formadas por el impacto de protones del viento solar.

Mapa global de Marte obtenido por Al Amal (NYUAD).
Vista de Marte por la cámara EXI en octubre de 2021 (NYUAD).
Las ‘auroras’ fragmentadas en ultravioleta ocasionadas por el viento solar (Emirates Mars Mission).

Por otro lado, la Agencia Espacial China (CNSA) y la Academia China de las Ciencias (CAS) han hecho público también hoy el primer mapa global a color de Marte con los datos de la sonda Tianwen 1. Las coincidencias persiguen a ambas misiones, pues recordemos que la Tianwen 1 se colocó en órbita alrededor de Marte solo un día después que Al Amal hiciese lo propio. Los rumores sobre la publicación del mapa circulaban desde hace varios meses, pero se ve que han esperado al Día Espacial de China, celebrado hoy, para publicarlo. El mapa es menos espectacular que el confeccionado con los datos de Al Amal, pero es mucho más elaborado y detallado, con una resolución espacial muy superior que alcanza los 76 metros. Este mapa ha sido creado a partir de 14 757 imágenes tomadas en 284 observaciones entre noviembre de 2021 y julio de 2022. Para este mapa global no se ha usado la cámara de alta resolución HiRIC, sino la de media resolución, MoRIC (Moderate Resolution Imaging Camera), una cámara de 3,5 kg con un campo de visión de 53,3º x 41,2º que funciona en el visible (RGB) y que cuenta con un sensor de 4096 x 3072 píxels.

Primer mapa global de Marte a color de China, con una resolución de 76 m (CNSA).
El mapa presentado en dos hemisferios (CNSA).
El polo norte de Marte visto por Tianwen 1 (CNSA).
La sonda Tianwen 1 en órbita de Marte vista por una cámara desplegable (el norte del planeta está hacia abajo) (CNSA).

De paso, se recuerdan los 22 accidentes geográficos que se hallan cerca del lugar de aterrizaje del rover Zhurong que han sido bautizados con nombres de localidades chinas. Precisamente, con respecto al rover, la CNSA todavía se resiste a declarar oficialmente su muerte y continúa afirmando que está en estado de hibernación. Zhurong aterrizó en Utopia Planitia el 15 de mayo de 2021, convirtiéndose en la primera sonda de superficie y rover no estadounidense en posarse con éxito en el planeta rojo y que logró transmitir datos. Un año después, el 18 de mayo de 2022, el equipo de Zhurong lo puso en hibernación de cara al invierno local. No en vano, Zhurong es el primer rover que no lleva calefactores de radioisótopos a base de plutonio-238, sino que usa la capacidad calorífica de un hidrocarburo (undecano) para sobrevivir a las gélidas noches marcianas. Zhurong debía haber despertado a finales de 2022, pero por el momento no se ha recibido ninguna señal alguna. En cuanto a las lunas de Marte, Tianwen 1 no ha observado Deimos de cerca, pero sí Fobos, que pudo fotografiar el 23 de julio de 2022 a 5100 kilómetros de distancia.

Fobos visto por Tianwen 1 en una imagen publicada el 23 de julio de 2022 (CNSA).
Tormenta de polvo marciana vista por Tianwen 1 (CNSA).
Panorama parcial inédito de de Zhurong (CNSA).
Otra imagen de Zhurong (CNSA).
El recorrido de Zhurong visto por la cámara HiRIC de Tianwen 1 (CNSA).

Tanto la ESA como la NASA ya han publicado mapas globales similares y de mayor resolución, pero es un paso importante para China porque le permite planificar futuras misiones sin depender de los datos de misiones de otros países. Lo mismo ocurrió en el caso de la Luna, pues los mapas de la Chang’e 2 fueron fundamentales para garantizar planificación de las misiones Chang’e 3, 4 y 5 sin necesidad de recurrir a datos de otras sondas (más allá de los que se pueden encontrar en la literatura en abierto, claro está). Y es que no olvidemos que China quiere traer a principios de la próxima década muestras del planeta rojo gracias a la misión Tianwen 3, quizá adelantándose a la misión MSR de NASA y ESA.

Referencias:

  • http://www.cnsa.gov.cn/n6759533/c6842265/content.html
  • https://marsatlas.org/


53 Comentarios

  1. Está bien que Daniel mencione a China o a Emiratos Árabes pero lo lógico es que siempre hable más de EEUU. No por nada si no porque realmente lo más interesante en astronomía y astronáutica se está haciendo allí. Telescopios espaciales, exploración del sistema solar hasta Plutón, transbordadores, rovers en marte, vuelos tripulados a la luna, grandes cohetes. EEUU es primero prácticamente en todo. Incluso en la EEI que es internacional como dicen las siglas resulta que es el primer socio. Es interesante el programa científico de la ESA, los larga marcha de China o hablar de las hazañas de la URSS durante la carrera espacial, interesante pero menos que lo que se ha hecho y se hace en EeUu.

    1. Es normal, USA empezó antes, ademas que la NASA es una maravilla como comparte e intenta divulgar tanto sus logros como descubrimientos.

      Pero es innegable, que los chinos van muy rápido y muy bien, y no nos extrañe que en un corto medio plazo pueda superar a los logros de USA en este campo o al menos igualarlos.

      Yo lo veo bien, la competición siempre motiva a los participantes, y en ciencia ganamos todos. A ver si china se va abriendo un poco mas a la hora de compartir lo que descubran, y sino siempre tendremos a Dani escarbando, recopilando y divulgando lo que proceda de china en un trabajazo encomiable.

  2. Pregunta de examen:
    ¿En qué coordenadas geográficas angulares (aprox.) podéis ver el monte Olimpo en la imagen china del polo norte marciano?. (Imagen en cuyo pie está escrito: «El polo norte de Marte visto por Tianwen 1 (CNSA).»)

    1. Esteeeee… Antonio, me perdonarás, perooo… ¿dónde estás viendo tú el Monte Olimpo en esa imagen? Ni ninguna de las otras formaciones de Tharsis, ya de paso…

      1. Has acertado Noel.
        Era por si alguien iba a la wiki y me ponía la latitud y longitud del monte Olimpo sin ver la foto.
        Una bromita sin importancia pelau, no hagamos un drama del asunto.

  3. Prepárense, propaganda gratuita sobre la superioridad de la gloriosa República Popular China is coming, thanks to Aedib and The Submarine!

    1. Seguramente, batisgafos y demás fauna nos vengan a convencer de que occidente debe colaborar con los chinos marxistas, aunque estén 30 años por detrás de lanzar un James Webb, o de tener un LHC, o de hacer un avión de 5ta gen (mientras occidente pronto despegara maquinas de 6th gen)… o sin ir muy lejos, vanagloriando que lanzaron una versión mini de la Mir, que abastecen con una copia de la Soyus soviética…

      La propaganda ha calado profundo en algunos a estas alturas.

      1. Sin insultar al autor de estas mentiras quisiera decir que son estas actitudes las que nos están hundiendo en la irrelevancia.
        Batiscafo traenos otra ración de patochadas que queremos más .

        En el extremo opuesto, muy buen duelo dialéctico el de Físivi e Hilario

      2. Que cansadora la gente como apollo, agentecapitalista y demases xenofobos, no pueden apreciar un maldito avance cientifico por parte de una nacion que no coincida con sus filias, y desatan sus fobias anticiencia, que la ciencia es lo que deberia prevalecer. la raza humana esta condenada por gente asi.

        1. Y que cansador leerle chorradas a gente que no pone ni acentos ni puntos a parte…

          A ver, PAYASO:

          Primero: «racista» TPM. En la vida he dicho nada negativo sobre China. Ni siquiera el tan manido «copian» (cosa que es verdad, pero a mí me la pela).

          Segundo: Lo que yo siempre he atacado es a los tontos como Batiscafo y Aedib que dicen que los chinos SI sin superiores (lo cual es, básicamente, racismo antioccidental).

          Así que (Tercero) cuídate mucho de asignarme adjetivos sin tener NPI de que hablas la próxima vez que te refieras a mí, soplagaitas.

          Fin.

  4. ¡Qué suerte tenemos de vivir en este momento de la historia en el que podemos ver otros mundos como si estuviéramos en ellos!
    ¡Y qué suerte que podamos apreciar la diferencia entre nuestro confortable planeta y lo inhóspito que es cualquier otro lugar a nuestro alcance!

    No hay otra salida que cuidar el único lugar en el que podemos vivir, cuyas condiciones ha realizado durante eones la vida que nos precede usando la energía del sol y la materia de la Tierra.
    Estamos cambiando tanto esas condiciones con el aumento de CO2, el gas que abunda tanto en Marte y en Venus, que estamos sacando a nuestra biosfera del punto de equilibrio que permitía que viviésemos al aire libre, sin necesidad de artificios.

    Hemos llegado a vivir 8000 millones de humanos al mismo tiempo, pero ¿por cuanto tiempo?
    Las olas de calor y frío serán cada vez mayores y más frecuentes.
    Los terrenos cultivables sin regadío disminuyen, y las sequías acaban con muchos regadíos.
    ¿Cuantos sobrevivirán si hay que estar encerrados con aire acondicionado y calefacción, cultivando con tecnologías que requieren energía, todo a costa de quemar aún más, y así aumentar más la concentración de CO2 de la atmósfera?

    1. Me pregunto si los malvados humanos también destruyeron los ecosistemas de Marte y Venus o tal vez se trate de ciclos geológicos inconmensurables e inevitables.
      Saludos

    2. Pues FISIVI, prepárate porque ahora que he terminado un par de actas y tres informes (es la ventaja del teletrabajo, que eres más productivo) y he leído tu comentarios voy a soltarlo todo de golpe. ¿LISTOS? Vamos allá.

      A ver, FISIVI, catastrofismo climático, el justo. Ya está bien. Es curioso cómo los medios y los ecologistas más estultos se ponen a berrear que vamos a morir todos cuando viene una ola de calor (siempre he dicho que habría que mover España al menos 200 km al norte para apartarnos de las «brisas» saharianas) pero parece que se olvidan del asunto cuando la temperatura es más «normal».

      El miedo es un sentimiento muy potente y en general útil para mantenernos en guardia, pero también puede ser tóxico. La neurociencia ha demostrado que el cerebro emplea hemisferios diferentes para procesar las buenas y las malas noticias, y a estas últimas dedica más tiempo (cosa lógica, pues la supervivencia depende del análisis exhaustivo del riesgo). Vamos, que prestamos más atención a lo que asusta que a lo que tranquiliza. Esto lo saben bien los medios de comunicación, que saben gracias a diversos estudios que las malas noticias se fijan durante tres veces más tiempo que las buenas, y de ahí su adscripción permanente al «doomscrolling» o bombardeo de malas noticias.

      «Hemos llegado a vivir 8000 millones de humanos al mismo tiempo, pero ¿por cuanto tiempo?»

      De hecho, vivimos ya más porque esa cifra se alcanzó simbólicamente en noviembre de 2022. Pero, hablando en términos generales mundiales y según datos oficiales de la ONU y otras agencias, la tasa de fertilidad en el mundo ha caído a la mitad en 20 años. Actualmente, el número de hijos por mujer estaba ya en 2020 en 2.3, muy cerca del 2.1 que se considera mínimo necesario para mantener la población. Y esto es una absoluta revolución, porque en 1950 las mujeres de este planeta tenían un promedio de 4.7 hijos.

      Repito, hablo de datos globales, porque hay zonas muy retrasadas en su evolución demográfica. Niger, por ejemplo, anda todavía en 7 hijos por mujer, pero Sudáfrica, el país más desarrollado de África, está en una tasa de 2.1. Y es que a mayor pobreza, mayor miseria, tasas más altas de fertilidad. Porque lo que hace bajar esa tasa de reproducción es el desarrollo económico: cuando un país crece económicamente, baja el número de hijos por mujer (y no al revés, como se cree mucha gente). La miseria genera hijos hambrientos, el crecimiento económico, la ampliación de la educación y la mejora de la atención médica atenúa la tasa de crecimiento. China ha aprendido eso en sus propias carnes y muchos países africanos lo están haciendo ahora. En Sudamérica, por ejemplo, la tasa ha pasado de 6 hijos por mujer en 1960 a entre 1,7 y 2,5 nacimientos por mujer.

      Los demógrafos dividen los procesos de transición demográfica en 5 fases, que no son simultáneas en todo el planeta. En la fase 1 (alta tasa de mortalidad y de natalidad, el modelo propio de las edades antigua y moderna) ya no está ninguna parte de la Tierra ,y Europa, Japón, Rusia y otras partes del mundo están ya en las fases 4 y 5 (reducción de mortalidad y natalidad hasta quedar igualadas o incluso con la natalidad por debajo de la mortalidad). En África hay muchos países en la fase 2 (la natalidad se mantiene alta, pero por el contrario la mortalidad experimenta un fuerte bajón que se traduce en un fuerte aumento de la población), y por ello el actual crecimiento demográfico es muy fuerte, de tal forma que se espera que en 2050 haya unos 2.400 millones de africanos. Para el año 2060, Europa será un continente envejecido, con más de un 30% de población en la tercera edad y representará menos del 5% de la población total del planeta. Sin embargo, para ese momento África y Asia serán las zonas pujantes, donde la clase media será creciente y abundará la gente joven.

      Resumiendo, todos los estudios SERIOS (esto es, los que nadie lee excepto los especialistas y los que raramente se publican en los medios generalistas) apuntan a que nunca se va a superar en la Tierra la cifra de 10.000 millones de humanos. De hecho, van a ser bastantes menos. Un reciente trabajo realizado por la iniciativa Earth4All para la fundación Global Challenges plantea dos escenarios posibles para la población de la Tierra en 2100 a partir de simulaciones alimentadas por multitud de datos y son sorprendentes: El escenario 1 muestra que el mundo continuará desarrollándose económicamente de forma similar a los últimos 50 años. La población aumentaría mundial aumentaría hasta los 8.600 millones de personas en 2050; sin embargo, en 2100 quedarían solo 7.000 millones, un 19 % menos de población. El escenario 2 prevé que se alcanzaría un máximo de 8.500 millones de personas alrededor de 2040; es decir, antes que la anterior posibilidad. Sin embargo, a finales del siglo XXI solo habría 6.000 millones de humanos sobre la Tierra, un 30 % menos de población.

      En otros estudios se manejan cifras algo distintas pero van en la misma tendencia: En un artículo publicado en «The Lancet», científicos de la Universidad de Washington prevén que la población mundial alcance su punto máximo en 2064, con 9.700 millones, y que a partir de entonces comience a descender. Para el año 2100, suponen que el planeta podría albergar entre 6.300 y 8.800 millones de personas, potencialmente menos que en 2022. El ritmo de la disminución de la población estará relacionado con el alcance de los objetivos globales de desarrollo sostenible, incluyendo la educación de las mujeres y las niñas y el acceso a métodos anticonceptivos.

      Resumiendo, aunque la población del mundo se ha triplicado con creces en los últimos 70 años, en gran parte debido a los avances médicos y a la mejora de la calidad de vida, actualmente está creciendo a su ritmo anual más lento desde 1950, con una tasa de crecimiento anual que cayó por debajo del 1% en 2020.

      ¿Y a cuánta población puede alimentar la Tierra de forma ecológicamente sostenible? Pues, según un estudio publicado recientemente en «Nature Sustainability» se afirma que es posible alimentar a 10.000 millones de personas dentro de los límites ambientales del planeta. Otros estudios menos «ecologistas» apuntan en direcciones parecidas con otras cifras. La propia FAO afirmó hace unos años que el planeta Tierra genera dos veces más alimentos de los que la población planetaria precisa para vivir, así que el problema no es de producción, sino de desigualdad en el acceso a esos alimentos. Y recuerdo noticias de mi ya lejana adolescencia que apuntaban a que la Tierra, con la actual tecnología agrícola, podría sustentar hasta 12.000 millones de personas.

      De hecho, la superficie de la Tierra destinada a la agricultura es de aproximadamente 5.000 megahectáreas (Mha) a nivel mundial (el 38 % de la superficie total). En torno a un tercio se utiliza como tierra de cultivo, mientras que los dos tercios restantes son praderas y pastizales para el pastoreo. Países como España, Francia o Alemania, donde la actividad agropecuaria no supera el 3% del PIB, siguen dedicando entre el 47% y el 53% de su terreno a cultivos o pastos. Y el terreno forestal no para de crecer debido a la concentración de la población en las ciudades y al abandono del campo.

      Pero insisto, todo esto es con nuestra ACTUAL tecnología. Porque este «detalle» suelen olvidarlo los catastrofistas de todo género y condición. Es la tecnología lo que marca la diferencia entre nuestra especie y las demás y entre nuestra época y las precedentes. Es el acceso a modernas técnicas agropecuarias lo que va a cambiar y determinar la evolución de muchas partes del mundo. Gracias a la aplicación de la ciencia a la agricultura, es posible generar más alimentos usando menos agua, menos nutrientes y menos espacio.

      En este sentido, los Países Bajos (qué coño, HOLANDA) está a la vanguardia de la agricultura sostenible. Hace dos décadas, su gobierno lanzó la iniciativa «El doble de alimentos con la mitad de recursos» y el resultado es que a día de hoy, Holanda, un país del tamaño de Extremadura atestado por 17 millones de habitantes (500 habitantes por km cuadrado) es el SEGUNDO exportador mundial de productos agropecuarios solo por detrás de los EEUU. 80.000 millones de dólares al año, lo mismo que España, Italia y Portugal juntos. Los holandeses son líderes mundiales en la producción de, por ejemplo, tomates y lechugas. Y encima, ahorrando agua, eliminando pesticidas, sin meterle cosas raras a la cabaña animal y reduciendo el impacto ambiental.

      (sigue)
      Así pues, FISIVI, lo que va a “salvar” a la Humanidad no va a ser Dios, ni Buda, ni Greta Thumberg, sino la CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA. Más inversión en ciencia y tecnología y menos buscar fotos y titulares embadurnando cuatros en el Museo del Prado o anunciando el Apocalipsis un día sí otro también tumbándose en pelotas en Trafalgar Square. Eso está muy bien para el sensacionalismo mediático, para Tik-Tok y para Twitter pero NO SIRVE PARA NADA. Tiene la misma utilidad que confiar nuestro futuro a las declaraciones de unos críos analfabetos que aseguran la que la Virgen María se les ha aparecido en lo alto de una encina o querer arreglar el problema de la sequía sacando a pasear una estatua de madera de San Isidro o sacrificar una gallina en el altar de Shiva.

      En cuanto al cambio climático, el CO2 y demás, lo siento pero NO TIENE ARREGLO INMEDIATO, sobre todo el cambio climático. No tenemos capacidad para invertir el cambio climático y quien diga lo contrario MIENTE. Y no tenemos capacidad porque ni siquiera tenemos absoluta seguridad de cómo se está produciendo ese cambio: no conocemos el 100% de los factores implicados y los modelos plantean multitud de escenarios (lo que es prueba de que nuestro conocimiento es limitado). La inestabilidad climática NO es exclusiva de nuestro tiempo, es una constante en la Evolución. Ya sea la acción humana, el aumento de la radiación solar o una erupción volcánica de las gordas, los cambios climáticos repentinos han estado a la orden del día en nuestra propia historia.

      La humanidad tal y como la conocemos surgió del calor abrasador de una gigantesca sequía en el este de África hace unos 200.000 años. Los climas altamente variables del último periodo glacial definieron el futuro de los neandertales y los modernos humanos en toda Eurasia; el repentino calentamiento de hace 12.000 años fomentó la revolución agrícola de algunas sociedades; el Egipto faraónico surgió de otra catástrofe climática cíclica en el norte de África que llevó a la aparición del Sahara;n la historia de las sociedades globales hasta el comienzo de la revolución industrial fue en última instancia determinada por un cálido clima posglacial. Y la respuesta siempre ha sido y será la misma: la ADAPTACIÓN y la incorporación de nuevas tecnologías. No hay más, el resto son cuentos, muy bonitos pero cuentos al fin y al cabo.

      Así que no, ni nos vamos a derretir en la calle ni nada por el estilo. Hoy sabemos que durante el llamado “Óptimo Medieval” (entre el 950 y el 1250 d.C.) en el noroeste de España la temperatura fue 1.5ºC más cálida que el actual y que la temperatura media del previo Período Cálido romano (siglos I-II d.C.) lo fue en nada menos que 2ºC. Incluso un período de 80 años en la Edad Media con temperaturas medias 3ºC superiores a las actuales. ¿se murieron nuestros antepasados? Parece que no. Y eso que no tenían aire acondicionado ni desaladoras de agua. Simplemente, las circunstancias cambiaron y se adaptaron. Como tuvieron que adaptarse en la repentina “Pequeña Edad de Hielo” que se extendió por Europa entre el siglo XIV al XIX. Muchos murieron de frío, sí, pero más que nada por ser de clases populares sin acceso a medios de protección. Vamos, murieron de frío por ser pobres.

      Y sí, el C02 está en niveles no vistos desde hace mucho, en 421 ppm. Algo lógico, viendo nuestra población humana y el tipo de fuentes energéticas que usamos. Es la mayor concentración de la historia de la Humanidad (claro, antes éramos cuatro gatos y nuestro impacto mínimo fuera de las poblaciones de mamuts), pero ni de lejos son las cifras más altas de la historia de la vida en la Tierra. Por ejemplo, en el Eoceno (hace entre 56 y 34 millones de años) se alcanzó una acumulación de C02 de 1.500 ppm, no había casquetes polares y la temperatura media era superior a la actual en 10º. Antes, en el Jurásico (entre 200 y 145 millones de años) la concentración no bajó en ningún momento de las 1.000 ppm.

      Así que NO, ni el planeta va a dejar de ser habitable ni la humanidad se va a extinguir porque la concentración de C02 alcance los 450 o 500 ppm. De hecho, para que el C02 fuese perjudicial para nuestra salud tendrían que alcanzarse concentraciones de 50.000 ppm y para que nos matase, 100.000 ppm. Incluso aunque la concentración llegase a 800-2.000 ppm en un lugar cerrado, lo más que sentiríamos sería algo de cansancio, desconcentración y de dolor de cabeza. Para que tengamos las cosas claras, en una oficina de 25 metros cuadrados en la que trabajen cuatro adultos y que ha sido recién ventilada, la concentración de dióxido de carbono asciende a 2.000 ppm una hora después de haber cerrado las ventanas aislantes.

      Basta ya de tantas tonterías. Promovamos el desarrollo del Tercer Mundo, usemos la inteligencia con la que nos ha dotado la naturaleza y hagamos lo de siempre: adaptarnos y usar nuestro conocimiento. El cambio climático afectará a unas regiones más y a otras menos, habrá cambios y migraciones, pero ni el planeta Tierra se va a convertir en Venus ni la gente andará por la calle con botellas de oxígeno. De hecho, en los últimos 800 mil años el nivel de oxígeno en la atmósfera ha disminuido un 0,7 %. Hay que cuidar el medio ambiente, sí, pero no convertir el ecologismo en una religión de fanáticos que paralice nuestra civilización. Como decía cierto profesor de ciencias, en buena parte del ecologismo más radical se aplica aquello de que «ecólogo es a ecologista lo que cartero a carterista». Muchos han cambiado la fe en Dios por la fe en Gaia y ambas divinidades son igual de falsas.

  5. Pues FISIVI, prepárate porque ahora que he terminado un par de actas y tres informes (es la ventaja del teletrabajo, que eres más productivo) y he leído tu comentarios voy a soltarlo todo de golpe. ¿LISTOS? Vamos allá.

    A ver, FISIVI, catastrofismo climático, el justo. Ya está bien. Es curioso cómo los medios y los ecologistas más estultos se ponen a berrear que vamos a morir todos cuando viene una ola de calor (siempre he dicho que habría que mover España al menos 200 km al norte para apartarnos de las «brisas» saharianas) pero parece que se olvidan del asunto cuando la temperatura es más «normal».

    El miedo es un sentimiento muy potente y en general útil para mantenernos en guardia, pero también puede ser tóxico. La neurociencia ha demostrado que el cerebro emplea hemisferios diferentes para procesar las buenas y las malas noticias, y a estas últimas dedica más tiempo (cosa lógica, pues la supervivencia depende del análisis exhaustivo del riesgo). Vamos, que prestamos más atención a lo que asusta que a lo que tranquiliza. Esto lo saben bien los medios de comunicación, que saben gracias a diversos estudios que las malas noticias se fijan durante tres veces más tiempo que las buenas, y de ahí su adscripción permanente al «doomscrolling» o bombardeo de malas noticias.

    «Hemos llegado a vivir 8000 millones de humanos al mismo tiempo, pero ¿por cuanto tiempo?»

    De hecho, vivimos ya más porque esa cifra se alcanzó simbólicamente en noviembre de 2022. Pero, hablando en términos generales mundiales y según datos oficiales de la ONU y otras agencias, la tasa de fertilidad en el mundo ha caído a la mitad en 20 años. Actualmente, el número de hijos por mujer estaba ya en 2020 en 2.3, muy cerca del 2.1 que se considera mínimo necesario para mantener la población. Y esto es una absoluta revolución, porque en 1950 las mujeres de este planeta tenían un promedio de 4.7 hijos.

    Repito, hablo de datos globales, porque hay zonas muy retrasadas en su evolución demográfica. Niger, por ejemplo, anda todavía en 7 hijos por mujer, pero Sudáfrica, el país más desarrollado de África, está en una tasa de 2.1. Y es que a mayor pobreza, mayor miseria, tasas más altas de fertilidad. Porque lo que hace bajar esa tasa de reproducción es el desarrollo económico: cuando un país crece económicamente, baja el número de hijos por mujer (y no al revés, como se cree mucha gente). La miseria genera hijos hambrientos, el crecimiento económico, la ampliación de la educación y la mejora de la atención médica atenúa la tasa de crecimiento. China ha aprendido eso en sus propias carnes y muchos países africanos lo están haciendo ahora. En Sudamérica, por ejemplo, la tasa ha pasado de 6 hijos por mujer en 1960 a entre 1,7 y 2,5 nacimientos por mujer.

    Los demógrafos dividen los procesos de transición demográfica en 5 fases, que no son simultáneas en todo el planeta. En la fase 1 (alta tasa de mortalidad y de natalidad, el modelo propio de las edades antigua y moderna) ya no está ninguna parte de la Tierra ,y Europa, Japón, Rusia y otras partes del mundo están ya en las fases 4 y 5 (reducción de mortalidad y natalidad hasta quedar igualadas o incluso con la natalidad por debajo de la mortalidad). En África hay muchos países en la fase 2 (la natalidad se mantiene alta, pero por el contrario la mortalidad experimenta un fuerte bajón que se traduce en un fuerte aumento de la población), y por ello el actual crecimiento demográfico es muy fuerte, de tal forma que se espera que en 2050 haya unos 2.400 millones de africanos. Para el año 2060, Europa será un continente envejecido, con más de un 30% de población en la tercera edad y representará menos del 5% de la población total del planeta. Sin embargo, para ese momento África y Asia serán las zonas pujantes, donde la clase media será creciente y abundará la gente joven.

    Resumiendo, todos los estudios SERIOS (esto es, los que nadie lee excepto los especialistas y los que raramente se publican en los medios generalistas) apuntan a que nunca se va a superar en la Tierra la cifra de 10.000 millones de humanos. De hecho, van a ser bastantes menos. Un reciente trabajo realizado por la iniciativa Earth4All para la fundación Global Challenges plantea dos escenarios posibles para la población de la Tierra en 2100 a partir de simulaciones alimentadas por multitud de datos y son sorprendentes: El escenario 1 muestra que el mundo continuará desarrollándose económicamente de forma similar a los últimos 50 años. La población aumentaría mundial aumentaría hasta los 8.600 millones de personas en 2050; sin embargo, en 2100 quedarían solo 7.000 millones, un 19 % menos de población. El escenario 2 prevé que se alcanzaría un máximo de 8.500 millones de personas alrededor de 2040; es decir, antes que la anterior posibilidad. Sin embargo, a finales del siglo XXI solo habría 6.000 millones de humanos sobre la Tierra, un 30 % menos de población.

    En otros estudios se manejan cifras algo distintas pero van en la misma tendencia: En un artículo publicado en «The Lancet», científicos de la Universidad de Washington prevén que la población mundial alcance su punto máximo en 2064, con 9.700 millones, y que a partir de entonces comience a descender. Para el año 2100, suponen que el planeta podría albergar entre 6.300 y 8.800 millones de personas, potencialmente menos que en 2022. El ritmo de la disminución de la población estará relacionado con el alcance de los objetivos globales de desarrollo sostenible, incluyendo la educación de las mujeres y las niñas y el acceso a métodos anticonceptivos.

    Resumiendo, aunque la población del mundo se ha triplicado con creces en los últimos 70 años, en gran parte debido a los avances médicos y a la mejora de la calidad de vida, actualmente está creciendo a su ritmo anual más lento desde 1950, con una tasa de crecimiento anual que cayó por debajo del 1% en 2020.

    1. ¿Y a cuánta población puede alimentar la Tierra de forma ecológicamente sostenible? Pues, según un estudio publicado recientemente en «Nature Sustainability» se afirma que es posible alimentar a 10.000 millones de personas dentro de los límites ambientales del planeta. Otros estudios menos «ecologistas» apuntan en direcciones parecidas con otras cifras. La propia FAO afirmó hace unos años que el planeta Tierra genera dos veces más alimentos de los que la población planetaria precisa para vivir, así que el problema no es de producción, sino de desigualdad en el acceso a esos alimentos. Y recuerdo noticias de mi ya lejana adolescencia que apuntaban a que la Tierra, con la actual tecnología agrícola, podría sustentar hasta 12.000 millones de personas.

      De hecho, la superficie de la Tierra destinada a la agricultura es de aproximadamente 5.000 megahectáreas (Mha) a nivel mundial (el 38 % de la superficie total). En torno a un tercio se utiliza como tierra de cultivo, mientras que los dos tercios restantes son praderas y pastizales para el pastoreo. Países como España, Francia o Alemania, donde la actividad agropecuaria no supera el 3% del PIB, siguen dedicando entre el 47% y el 53% de su terreno a cultivos o pastos. Y el terreno forestal no para de crecer debido a la concentración de la población en las ciudades y al abandono del campo.

      Pero insisto, todo esto es con nuestra ACTUAL tecnología. Porque este «detalle» suelen olvidarlo los catastrofistas de todo género y condición. Es la tecnología lo que marca la diferencia entre nuestra especie y las demás y entre nuestra época y las precedentes. Es el acceso a modernas técnicas agropecuarias lo que va a cambiar y determinar la evolución de muchas partes del mundo. Gracias a la aplicación de la ciencia a la agricultura, es posible generar más alimentos usando menos agua, menos nutrientes y menos espacio.

      En este sentido, los Países Bajos (qué coño, HOLANDA) está a la vanguardia de la agricultura sostenible. Hace dos décadas, su gobierno lanzó la iniciativa «El doble de alimentos con la mitad de recursos» y el resultado es que a día de hoy, Holanda, un país del tamaño de Extremadura atestado por 17 millones de habitantes (500 habitantes por km cuadrado) es el SEGUNDO exportador mundial de productos agropecuarios solo por detrás de los EEUU. 80.000 millones de dólares al año, lo mismo que España, Italia y Portugal juntos. Los holandeses son líderes mundiales en la producción de, por ejemplo, tomates y lechugas. Y encima, ahorrando agua, eliminando pesticidas, sin meterle cosas raras a la cabaña animal y reduciendo el impacto ambiental.

      Así pues, FISIVI, lo que va a “salvar” a la Humanidad no va a ser Dios, ni Buda, ni Greta Thumberg, sino la CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA. Más inversión en ciencia y tecnología y menos buscar fotos y titulares embadurnando cuatros en el Museo del Prado o anunciando el Apocalipsis un día sí otro también tumbándose en pelotas en Trafalgar Square. Eso está muy bien para el sensacionalismo mediático, para Tik-Tok y para Twitter pero NO SIRVE PARA NADA. Tiene la misma utilidad que confiar nuestro futuro a las declaraciones de unos críos analfabetos que aseguran la que la Virgen María se les ha aparecido en lo alto de una encina o querer arreglar el problema de la sequía sacando a pasear una estatua de madera de San Isidro o sacrificar una gallina en el altar de Shiva.

      1. En cuanto al cambio climático, el CO2 y demás, lo siento pero NO TIENE ARREGLO INMEDIATO, sobre todo el cambio climático. No tenemos capacidad para invertir el cambio climático y quien diga lo contrario MIENTE. Y no tenemos capacidad porque ni siquiera tenemos absoluta seguridad de cómo se está produciendo ese cambio: no conocemos el 100% de los factores implicados y los modelos plantean multitud de escenarios (lo que es prueba de que nuestro conocimiento es limitado). La inestabilidad climática NO es exclusiva de nuestro tiempo, es una constante en la Evolución. Ya sea la acción humana, el aumento de la radiación solar o una erupción volcánica de las gordas, los cambios climáticos repentinos han estado a la orden del día en nuestra propia historia.

        La humanidad tal y como la conocemos surgió del calor abrasador de una gigantesca sequía en el este de África hace unos 200.000 años. Los climas altamente variables del último periodo glacial definieron el futuro de los neandertales y los modernos humanos en toda Eurasia; el repentino calentamiento de hace 12.000 años fomentó la revolución agrícola de algunas sociedades; el Egipto faraónico surgió de otra catástrofe climática cíclica en el norte de África que llevó a la aparición del Sahara;n la historia de las sociedades globales hasta el comienzo de la revolución industrial fue en última instancia determinada por un cálido clima posglacial. Y la respuesta siempre ha sido y será la misma: la ADAPTACIÓN y la incorporación de nuevas tecnologías. No hay más, el resto son cuentos, muy bonitos pero cuentos al fin y al cabo.

        Así que no, ni nos vamos a derretir en la calle ni nada por el estilo. Hoy sabemos que durante el llamado “Óptimo Medieval” (entre el 950 y el 1250 d.C.) en el noroeste de España la temperatura fue 1.5ºC más cálida que el actual y que la temperatura media del previo Período Cálido romano (siglos I-II d.C.) lo fue en nada menos que 2ºC. Incluso un período de 80 años en la Edad Media con temperaturas medias 3ºC superiores a las actuales. ¿se murieron nuestros antepasados? Parece que no. Y eso que no tenían aire acondicionado ni desaladoras de agua. Simplemente, las circunstancias cambiaron y se adaptaron. Como tuvieron que adaptarse en la repentina “Pequeña Edad de Hielo” que se extendió por Europa entre el siglo XIV al XIX. Muchos murieron de frío, sí, pero más que nada por ser de clases populares sin acceso a medios de protección. Vamos, murieron de frío por ser pobres.

        Y sí, el C02 está en niveles no vistos desde hace mucho, en 421 ppm. Algo lógico, viendo nuestra población humana y el tipo de fuentes energéticas que usamos. Es la mayor concentración de la historia de la Humanidad (claro, antes éramos cuatro gatos y nuestro impacto mínimo fuera de las poblaciones de mamuts), pero ni de lejos son las cifras más altas de la historia de la vida en la Tierra. Por ejemplo, en el Eoceno (hace entre 56 y 34 millones de años) se alcanzó una acumulación de C02 de 1.500 ppm, no había casquetes polares y la temperatura media era superior a la actual en 10º. Antes, en el Jurásico (entre 200 y 145 millones de años) la concentración no bajó en ningún momento de las 1.000 ppm.

        Así que NO, ni el planeta va a dejar de ser habitable ni la humanidad se va a extinguir porque la concentración de C02 alcance los 450 o 500 ppm. De hecho, para que el C02 fuese perjudicial para nuestra salud tendrían que alcanzarse concentraciones de 50.000 ppm y para que nos matase, 100.000 ppm. Incluso aunque la concentración llegase a 800-2.000 ppm en un lugar cerrado, lo más que sentiríamos sería algo de cansancio, desconcentración y de dolor de cabeza. Para que tengamos las cosas claras, en una oficina de 25 metros cuadrados en la que trabajen cuatro adultos y que ha sido recién ventilada, la concentración de dióxido de carbono asciende a 2.000 ppm una hora después de haber cerrado las ventanas aislantes.

        Basta ya de tantas tonterías. Promovamos el desarrollo del Tercer Mundo, usemos la inteligencia con la que nos ha dotado la naturaleza y hagamos lo de siempre: adaptarnos y usar nuestro conocimiento. El cambio climático afectará a unas regiones más y a otras menos, habrá cambios y migraciones, pero ni el planeta Tierra se va a convertir en Venus ni la gente andará por la calle con botellas de oxígeno. De hecho, en los últimos 800 mil años el nivel de oxígeno en la atmósfera ha disminuido un 0,7 %. Hay que cuidar el medio ambiente, sí, pero no convertir el ecologismo en una religión de fanáticos que paralice nuestra civilización. Como decía cierto profesor de ciencias, en buena parte del ecologismo más radical se aplica aquello de que «ecólogo es a ecologista lo que cartero a carterista». Muchos han cambiado la fe en Dios por la fe en Gaia y ambas divinidades son igual de falsas.

          1. Supongo que si a un ser de la Edad Media le contásemos que hemos llegado a la Luna, que vivimos 80 años, que hay rascacielos de una milla de alto y que un humano medio puede llegar a un continente que en aquella época se desconocía en unas 7 horas, diría: «Oh… entonces no habrá pobres, ni hambrunas, ¿Verdad?».

            No nos quedará más remedio que decirle que sí. Que en Nueva York sigue habiendo mendigos que caminan descalzos sobre la nieve y que hay niños que mueren de hambre en África.

            Los hombres actuales pecamos de lo mismo. Imaginamos un futuro «a lo Star Trek» de un blanco aséptico, limpio y sin hambre, enfermedad, ni pobreza, como hacía el muchacho del medievo con el S.XXI.

            Conclusión. Por mucho que avancemos, seguirá habiendo pobreza marginal. Siempre. El intantar «no dejar a nadie atrás» suena bien, sobre el papel… En realidad intentarlo trae a la dictadura marxista. Es injusto, irrealizable e ineficiente.

            Hay que avanzar en base al bienestar de la mayoría, no frenar el progreso de muchos por intentar rescatar a todo el mundo.

            Todo lo demás «frenar el progreso», «cuidar del planeta», «avance sostenible», en muchas ocasiones (no en todas) no es más que una excusa para imponer una agenda keynesiana de intervencionismo excesivo. Dar más poder a los políticos.

            Así que sí… más científicos estudiando el problema y menos Gretas.

          2. Buena alusión al café colombiano; aprovecha mientras el precio sea asequible, en vista de las previsiones de grandes reducciones de la producción precisamente a cuenta de ese fenómeno climático cuya trascendencia desdeñas.
            Espero que no tengas propiedades cerca de alguna playa (en Noia, ¿podría ser? ¿Serra de Outes?) Seguro que en Asia estarán supertranquilos con tu confianza en que apenas cambien las cosas para la humanidad con el cambio climático.
            Seguro que duermen mas tranquilos esta noche
            🤨

          3. Porque yo lo valgo. Buen razonamiento.

            Se puede y se debe.

            Sobre todo cuando la protección «al débil» ha sido la excusa universal para instaurar cualquier dictadura.

        1. Y eso que los estudios de población no contemplan que para el 2.100 las Starships ya habrán vaciado la tierra.

          Fuera bromas muy buen análisis, caray como inspira el teletrabajo.

          Y lo que han hecho las universidades de Holanda por la agricultura práctica un ejemplo a seguir.

          1. ¡¡Anda, coño!! No lo había visto 😂🤣😅 Si es que Alberto Feijóo lo ha puesto ha huevo… Una de dos, o estaba muy nervioso o no se ha leído la Constitución. En España no hay “Primer Ministro”, hay “Presidente del Gobierno”. Conceptualmente, un “Primer Ministro” es un “subordinado” de quién detenta el poder ejecutivo máximo (ya sea un Presidente de República como en Francia o un Rey en una monarquía que conserve poderes políticos -al menos en teoría- como ocurre en el Reino Unido), aunque todo esto pueda ser objeto de discusión teórica. En resumen, en España el Presidente del Gobierno -como en Alemania el Canciller- es quien controla la política y la acción de gobierno. El Jefe del Estado, ya Presidente, ya Rey, es una mera figura decorativa sin poder alguno, ni real ni formal, se limita a firmar lo que le ponen por delante, a presidir desfiles y a inaugurar cosas.

    2. Gracias HG por tu respuesta tan documentada.

      No creo haber sido catastrofista. Solo hablo de un hecho, de que hemos provocado un calentamiento global del que no hemos intentado siquiera parar las causas, y que ha entrado en un círculo vicioso que se realimenta cada vez con más fuerza.
      Las soluciones tecnológicas, como las de Holanda, estarían muy bien si se pudiesen aplicar en todo el mundo, y a tiempo de parar ese círculo vicioso. Pero no nos engañemos, sabemos que eso no sucederá.

      Catastrofista sería decir que estamos en peligro de extinción en vez de plantear cuántos podrá alimentar la Tierra en la situación a la que la llevamos. Catastrofista es decir que necesitamos salvar a la humanidad de la extinción transportando a «la reserva de occidente» a Marte en megacohetes.

      1. FISIVI, sigues sin entender que el calentamiento responde tanto a la acción humana como a perturbaciones cíclicas naturales. El clima nunca es estable, y la acción humana incide en él desde el principio de los tiempos. Cuando los romanos construían una vía o tendían acueductos kilométricos, cuando los atenienses talaban bosques para construir trirremes o cuando en la Edad Media se hacía lo mismo para cultivar tierras, cuando en China desviaban ríos para salvar ciudades y cultivar arroz, estaban modificando los patrones climáticos locales. Lo siento, pero CUALQUIER acción humana incide en el clima local, regional y ahora planetario.

        Y no podemos “parar las causas” porque no estamos seguros al 100% de cuáles son esas causas. Sí, podemos reducir las emisiones de CO2 (de hecho, se van a reducir en el mundo desarrollado en los próximos 30 años) pero, ¿y el vapor de agua? ¿También lo reducimos? Porque el vapor de agua es todavía mas importante que el CO2 en el efecto invernadero. ¿Taponamos los volcanes? ¿Cómo incide la dinámica de la capa de nubes en los flujos climáticos? Todavía se está investigando. Si tuviéramos todas estas y otras informaciones claras, si tuviésemos la certeza del peso de cada factor, los modelos predictivos climáticos no solo darían un único modelo, sino que nuestras predicciones serían infalibles.

        Y lo del “círculo vicioso que se realimenta” es una afirmación sin fundamento científico, lo siento mucho. Es una visión simplificada de un fenómeno caótico para su venta a los medios de comunicación. La verdad es que sabemos realmente poco de cómo funciona de verdad el clima porque la climatología es una ciencia muy joven. Los datos ciertos y contrastados de temperatura, presión, salinidad, nivel del mar, etc., a nivel planetario empezamos a tenerlos ahora, al cabo de 30 años (el tiempo mínimo) al disponer de redes de satélites de observación. Cualquier afirmación sobre esos datos previa a nuestra época hay que tomarla con reservas porque los datos de que se disponía eran muy parciales. La típica afirmación de los telediarios de que tal o cual temperatura es la más alta o la mas baja de los últimos 150 años es una bobada porque los datos que tenemos de hace un siglo o siglo y medio eran muy limitados y relativos a observatorios en Europa y en partes de EEUU, pero nadie se molestaba en tomar datos de forma sistemática en Asia, en África o en mitad del Pacífico ¡Coño, si no hace tanto que las medidas de altura de olas en puertos se tomaban con cuerdas o con líneas trazadas “de aquella manera” en un muelle y la temperatura se medía con un termómetro de mercurio atado a un cordel que un grumete metía en el agua desde la cubierta! Tanto es así que los datos más fiables que tenemos previos a la era de los satélites son estimaciones basadas en los anillos de los árboles y en testigos de hielo, con el margen de error que ello comporta.

        En definitiva, lo de “parar las causas” es un bonito lema que solo tiene un problema: desconocemos realmente qué peso tienen esas causas para tomar decisiones radicales. Pero además, ¿Cómo “paramos las causas”? ¿Prohibiendo que los africanos o los indios usen motores de combustión para desplazarse o iluminarse por las noches? ¿Cerrando de golpe todas las centrales térmicas en todo el planeta matando a millones de personas en el proceso por falta de energía? ¿Impidiendo el desarrollo económico del Tercer Mundo o congelando el comercio mundial y los viajes en avión? ¿Cerrando fábricas en Asia y aumentando la pobreza? ¿Prohibiendo el uso de fertilizantes y ocasionando una hambruna planetaria?

        Lo siento, pero no. Hace mucho tiempo que dejé de creer en pajaritos y flores, como tampoco creo en Mesías ni en ningún tipo de divinidad por muy ecologista que sea. La solución a los muchos problemas del planeta pasan por sacar de la miseria y proporcionar una vida digna a cientos de millones de personas en el mundo. Y en ese proceso, sí, el medio ambiente sufre, pero también es cierto que solo una sociedad que haya dejado atrás la miseria y la preocupación por la supervivencia puede corregir los desmanes medioambientales. Más desarrollo, crecimiento económico y ciencia y menos infantilismo salidos de estómagos bien llenos.

        1. Me cuesta creer que alguien tan bien informado como tú dude de lo que dice la comunidad científica: que el cambio climático actual se debe al aumento de gases de efecto invernadero producidos por la humanidad desde la revolución industrial, aunque estoy de acuerdo en que no podemos parar.
          Claro que hay que solucionar la miseria. Y no se les puede pedir los sacrificios a los paises pobres. Al contrario, hay que dejar de robarles sus recursos y permitirles que usen las tecnologías de los países desarrollados sin sangrarles con precios prohibitivos.

          Me parece un chiste que hables de esto igual que el primo de Rajoy🙂

          1. No, no pongo en duda lo que dice la parte de la comunidad científica que se encarga de estos temas, no tergiverses. Lo que digo es lo que también dice esa misma parte de la comunidad científica: que no tenemos todos los datos necesarios para decir cuánto es culpa de la acción humana y cuánto es por causas “naturales”. Ningún científico serio dice que el cambio climático responda EXCLUSIVAMENTE a la acción humana porque, simplemente, es mentira. Esos sí, hay mucho mensaje simplista al respecto.

            Te voy a poner un ejemplo: el aumento del nivel del mar y el “hundimiento” de algunos archipiélagos. Está claro que todo aumento de temperatura va a hacer que ese nivel del mar aumente: dilatación térmica, fusión de parte de las cubiertas polares, alteraciones del ciclo de evaporación-precipitación, etc. En la versión simplista de las cosas tan al uso en nuestros días, si se hunde, no sé, Tuvalu, sería solo por culpa del malvado ser humano cuya actividad ha cambiado el clima y que suba el nivel del mar, y ya está.

            El problema es cuando rebuscas un poco en la información científica y te encuentras con que el nivel del mar está subiendo de forma constante desde la última glaciación (estamos en un período interglacial), que las medidas de aumento del nivel del mar globales previas a la era de la observación por satélite son incompletas y no del todo fiables, cuando los propios expertos te dicen que para estar seguro necesitas recopilar datos de forma fiable y detallada durante al menos treinta años (en esa fase estamos entrando ahora), o cuando omites otros factores que pueden perjudicar a atolones y costas como son la propia naturaleza geológica de esas islas, la erosión a la que se ven sometidas las zonas costeras desde siempre, las alteraciones introducidas por el hombre con la construcción de muelles, presas y canales, que han alterado el flujo natural de ríos y de sedimentos, etc. Entonces es cuando ves que no todo se limita al mantra del “aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático”. Un buen ejemplo lo tenemos en el Mar Menor o en el Delta del Ebro.

            FISIVI, hay que entender que en los medios (y en los partidos políticos y en las organizaciones ecologistas) se buscan explicaciones sencillas para fenómenos complejos (como nuestra actual sequía). Hay que dar informaciones en un minuto y no te vas a poner a profundizar, que los de Deportes vienen con prisa para hablar de los últimos fichajes del mercado de invierno… Ya si eso que profundicen en uno de esos programas de investigación que no ve ni Dios.

            El “cambio climático” es real, está más que documentado, pero se ha convertido en un cajón de sastre que le viene de maravilla a políticos, medios y organizaciones para echarle la culpa de todo: si llueve mucho es por el cambio climático, si llueve poco es por el cambio climático, si hace mucho calor es por el cambio climático, si hace mucho frío es por el cambio climático, si se hunde Tuvalu es por el cambio climático, si revienta un volcán es por el cambio climático (en serio, lo han dicho), si se folla poco a partir de los 45 años es por el cambio climático, si me pica el borde del prepucio es por el cambio climático… Es ya casi un chiste, todo es por culpa del cambio climático. En realidad, no es más que una forma de echar balones fuera y de tapar nuestra insolvencia.

            ¿Qué hacemos entonces? ¿Nada? ¡No! Reducir la contaminación y la dependencia de los combustibles fósiles es buenísimo para la biota del planeta y para nosotros, es estupendo para la economía y permite reducir la dependencia de países que, como Rusia o los países del Golfo, son poco fiables. Bienvenidas las nuevas fuentes de energía, las nuevas tecnologías de desalación, las políticas eficientes de ahorro energético, las nuevas técnicas de producción de hidrógeno, las baterías de estado sólido, etc. Pero basta ya de mensajes infantiles y simplistas.

            Ah, para terminar, la “comunidad científica” de este nuestro planeta está formada por más o menos unos 8 millones de personas en las diversas ramas de la ciencia. De ellos, solo unos pocos miles o decenas de miles son climatólogos, físicos y meteorólogos. Dudo mucho que se haya preguntado a esos 8 millones de científicos su opinión al respecto. Siendo serios y rigurosos, FISIVI, lo que habría que decir es que ”La mayoría de los expertos en climatología y ciencias afines consideran que el cambio climático es un fenómeno natural que la mano humana está acelerando, aunque tienen claro que hay que seguir investigando mucho para conocer a fondo los patrones climáticos y su evolución ”.

            Pero no, es más sencillo soltar estupideces del tipo “Nos quedan X años para salvar el planeta”, “En el año X el planeta será inhabitable”, “Traer hijos al mundo es una irresponsabilidad”, “En el mundo hay X millones de desplazados climáticos”, etc. Lo irónico es que los que sueltan esas chorradas todo el rato parecen no ser conscientes de que al final, de tanto insistir, el común de los ciudadanos termina pasando del asunto.

            Te dejo, que toca colada.

          2. A mí me parece un chiste que FISIVI alias Premionobel, use a «el primo de Rajoy» como ejemplo de estupidez.

            Ironía pura.

            «José Javier Brey Abalo (Vilagarcía de Arousa, 1947). Doctor en Física por la Universidad de Sevilla, en su formación destacan las estancias realizadas en la Free University of Brussels en la que trabajó junto al profesor Ilya Prigogine, premio nobel de química en 1977, y en la University of Maryland, la estancia más larga de todas. Académico de la Real Academia Sevillana de Ciencias, desde el año 1976 es catedrático del Departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear en la universidad hispalense. En los últimos años, ha centrado su investigación en el estudio de los sistemas constituidos por granos, como el azúcar o los anillos de Saturno, lo que se conoce como materia granular.»

        2. Vaya, HG; debemos entender que las ONG’s que tratan de defender el interés público respecto del medio ambiente son ¿Infantiles? Si denuncio a una empresa porque vierte residuos tóxicos en un parque natural, ¿soy ingenuo como un niño? ¿Debería dejar de denunciarse ese tipo de desmanes, porque realmente lo único importante es disponer de tecnología para evitar las consecuencias del cambio climático? Respecto a todo lo demás, te voy a hacer una recomendación; lee «El ministerio del futuro», de Kim S. Robinson. Sí, el de la trilogía de Marte.
          Siempre podríamos comentar cosas interesantes a posteriori.
          Un saludo.

          1. Veo que te falta comprensión lectora.

            Califico de INFANTILES ciertos mensajes catastrofistas absurdos y acciones «para llamar la atención» que al final tienen un impacto NULO en la solución de los problemas medioambientales porque la gente se termina hartando de ese tipo de discursos.

            Saludos

            Me aburre Kim Stanley Robinson.

  6. La foto de la tormenta de arena marciana de la Tianwen 1 me parece espectacular.
    Fenómenos más o menos normales, pero vistos en otros planetas, ayudan a la imaginación a volar y convierten la ficción en algo real y tangible.

  7. Esos dos satélites enanos resultan fascinantes… ¿Por qué la superficie de Deimos es tan lisa? ¿De dónde han salido las estrías de Fobos? En fin, el tiempo nos dirá.

  8. Desde luego, la foto de Deimos es una chulada, pero el entrecomillado que ha usado Daniel en esta frase:

    Al Amal es una sonda de 1350 kg al lanzamiento que, en realidad, ha sido construida en «colaboración» con Estados Unidos.

    También tiene su aquél… 🙂 🙂 🙂

  9. Comparadas las dos imágenes globales de Marte, la de Al Amal parece la mas conseguida (la más bonita), lo que me hace sospechar que el color verdadero, o que observariamos si nos desplazaramos hasta alli con nuestros propios ojos, debe de ser la de la Tianwen -1.

    No obstante se acepta que una buena representación gráfica puede/debe resaltar los accidentes geográficos que considere de interés y en ese sentido veo más utilidad al mapa emiratí.

    Ambos me hacen reflexionar y querer aprender alguna relevante estructura.

    Gracias Daniel.

    PD: ya nos dirás que esta pasando con NH

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Por Daniel Marín, publicado el 25 abril, 2023
Categoría(s): Astronáutica • China • Marte • Sistema Solar