Despega la misión Artemisa I: el cohete SLS lanza la nave Orión rumbo a la Luna

Por Daniel Marín, el 16 noviembre, 2022. Categoría(s): Artemisa • Astronáutica • ESA • Luna • NASA ✎ 355

Finalmente el cohete SLS de la NASA ha despegado con éxito. El momento que muchos pensaron que nunca llegaría se produjo el 16 de noviembre de 2022 a las 06:47 UTC —01:47 hora local— cuando el primer cohete SLS Block 1 despegó desde la rampa 39B del Centro Espacial Kennedy (KSC) de Florida en la misión Artemisa I con la primera nave espacial Orión completa. Los dos cohetes de combustible sólido y los cuatro motores criogénicos RS-25 generaron 3754 toneladas de empuje (36786 kilonewton) y el mayor cohete del mundo —ahora sí, en servicio— alzó el vuelo. Nunca antes un cohete estadounidense había creado tanto empuje al despegue, pues el Saturno V ‘solo’ producía 33738 kN. Estados Unidos se convierte así de manera oficial en el único país de la Tierra que dispone de un lanzador gigante capaz de lanzar entre 70 y 95 toneladas a la órbita baja y —en su versión Block 1B— más de 100 toneladas. Hace 34 años que no despegaba un cohete de dimensiones comparables, el Energía soviético. No se puede enfatizar lo suficiente la importancia de este éxito para la NASA. Aunque la nave Orión todavía debe regresar de una pieza de la Luna, el objetivo principal de esta misión era demostrar el correcto funcionamiento del cohete SLS en su primera misión. Y este objetivo ha sido cumplido con creces.

No es una animación CGI: el SLS despega por primera vez (NASA).

Tras una década desarrollando el cohete SLS (Space Launch System) y casi 18 años intentando poner en servicio la nave Orión, la NASA al fin lo ha logrado. No olvidemos que desde 2011, cuando se retiró el transbordador espacial, la NASA no lanzaba un cohete de su propiedad. Originalmente planeado para el 29 de agosto, el lanzamiento de Artemisa I ha tenido que ser pospuesto hasta en cuatro ocasiones por culpa de sensores traviesos, el huracán Nicole y, sobre todo, fugas y más fugas de hidrógeno. De hecho, en la cuenta atrás de hoy las inefables fugas volvieron a hacer acto de presencia y la NASA se vio obligada a enviar un equipo de tres técnicos —el ‘equipo rojo’— a asegurar una de las válvulas de la plataforma de lanzamiento para atajar una de estas emisiones de hidrógeno. Este retraso evitó que el despegue tuviera lugar a las 06:04 UTC como estaba previsto. Afortunadamente, la carga de propelentes, que comenzó a las 20:24 UTC del 15 de noviembre, pudo completarse con éxito.

El cohete en la rampa antes del despegue (NASA).
Interior de la cápsula Orión tras el lanzamiento con el maniquí Campos en primer plano (NASA).
El módulo de servicio europeo de la nave Orión y la Tierra (ESA).

Después de que el enorme SLS de 2603 toneladas de masa y 98,3 metros de altura despegase, los aceleradores de combustible sólido de cinco segmentos —los más potentes jamás construidos— se separaron a 48 kilómetros de altitud mientras el lanzador viajaba a 5100 km/h. Luego, a unos 88 kilómetros de altitud se separó la torre de escape LAS (Launch Abort System), que en esta misión no estaba operativa al ser sin tripulación. La etapa central CS-1 (Core Stage 1) apagó los cuatro motores RS-25 (MECO) y se separó, dejando a la segunda etapa ICPS (Interim Cryogenic Propulsion Stage) y la nave MPCV Orión en una órbita con un apogeo de 1808 kilómetros y un perigeo de tan solo 30 kilómetros, con una inclinación orbital de unos 34º. Con este perigeo, se trataba de una trayectoria suborbital de facto y, sin otra intervención, la nave Orión hubiera acabado reentrando en la atmósfera (de hecho, eso es lo que le pasó a la etapa central CS-1, que reentró sobre el Pacífico). Por este motivo, 53 minutos tras el despegue la segunda etapa ICPS realizó un encendido de 22 segundos para elevar el perigeo hasta los 180 kilómetros. Previamente, 18 minutos tras el lanzamiento, la nave Orión había desplegado sus cuatro paneles solares, una maniobra que duró unos 12 minutos.

Etapas de la misión Artemisa I (ESA).
Partes del MPCV Orión (NASA).
La nave Orión lleva múltiples cámaras en esta misión (NASA).

Al fin, 1 hora y 29 minutos después del despegue la etapa ICPS-1 se encendió por segunda vez durante 18 minutos para realizar el encendido translunar TLI (TransLunar Injection) hacia la Luna, que aumentó la velocidad desde los 27100 km/h hasta los 36.480 km/h. Fue el encendido más largo de un motor RL10 de la historia (no olvidemos que la etapa ICPS deriva de la segunda etapa del Delta IV y lleva el mismo motor RL10B-2). Al acabar el encendido, la nave Orión y la etapa ICPS-1 quedaron en una órbita con una inclinación de 30,5º y un apogeo de 377000 kilómetros, es decir, a la distancia de la Luna. 1 hora y 59 minutos en la misión, la nave Orión se separó de la etapa ICPS usando los propulsores auxiliares R4D-11 de Aerojet Rocketdyne, de 50 kgf de empuje, del módulo de servicio europeo ESM-001 (European Service Module 001), apodado Bremen (el ESM ha sido construido por Airbus). En la separación, la nave Orión tenía una masa de 24,72 toneladas, lo que la convierte en la nave lunar más masiva desde el Apolo 17 en 1972 (las naves Orión tripuladas de Artemisa II y III tendrán una masa de 26,54 toneladas). Asimismo, Orión es la primera nave capaz de llevar humanos a la Luna—aunque en esta misión no incorpora sistemas de soporte vital— que lanza Estados Unidos desde 1972. Posteriormente, la etapa ICPS efectuó un encendido para alejarse de la Orión y asegurar que quedará en una órbita solar tras pasar cercar de la Luna. Tres horas después del despegue comenzó la secuencia de despliegue de los diez cubesats que llevaba la ICPS: BioSentinel, CuSP, LunaH-Map, Lunar-IceCube, EQUULEUS, ArgoMoon, OMOTENASHI, NEA-Scout, LunIR y Miles (el 21 de noviembre el cubesat 6U japonés OMOTENASHI debe alunizar mediante un pequeño cohete de combustible sólido).

El maniquí Campos y los torsos Helga y Zohar, la ‘tripulación’ de Artemisa I (NASA).
La Oveja Shaun es el primer astronauta europeo que viaja alrededor de la Luna (ESA).
Snoopy viaja a bordo de la Orión (NASA).

Aunque la nave Orión no va tripulada en esta primera misión, a bordo viaja un trío de maniquíes astronautas que han sido bautizados como ‘comandante Moonikin Campos’, Helga y Zohar. Estos últimos no son maniquíes completos, sino torsos dotados de sensores de radiación (Zohar lleva un chaleco protector, mientras que Helga no). Orión lleva también un muñeco de peluche de Snoopy vestido de astronauta, figuras de LEGO y una figura del personaje animado la Oveja Shaun, esta última representando a la ESA. A bordo también viajan múltiples objetos, incluyendo rocas lunares del Apolo y un tornillo de un motor F-1 del Saturno V del Apolo 11. Debido a la fecha de lanzamiento, Orión realizará una misión de tipo ‘corto’ alrededor de la Luna y regresará el 11 de diciembre tras 25 días y medio en el espacio. El 21 de noviembre Orión pasará a tan solo 150 kilómetros de la Luna y el 25 de noviembre usará el motor principal del módulo de servicio europeo ESM-001 para colocarse en una órbita de tipo DRO (Distant Retrograde Orbit) (el motor OME-111 es un motor de Aerojet Rocketdyne que se usó en 19 misiones del transbordador espacial y que voló por primera vez durante la misión STS-41G Challenger en 1984). La nave Orión de Artemisa 1 será la segunda nave espacial tras el orbitador de la sonda china Chang’e 5 en alcanzar esta curiosa órbita, que solo se empleará en esta misión. El 1 de diciembre Orión volverá a emplear el OME-111 para salir de la órbita DRO y, tras pasar a unos 3100 kilómetros de la Luna, efectuará el encendido RPF (Return Powered Flyby) para regresar a la Tierra. Si todo sale bien, la cápsula Orión CM-002 reentrará el 11 de diciembre y amerizará al noreste de Hawái. Si Artemisa I es un éxito rotundo, la siguiente misión del programa, Artemisa II, que será la primera tripulada, lo tendrá mucho más sencillo para volar en 2024. En todo caso, hoy podemos decir que el programa Artemisa de la NASA ha comenzado de verdad.

Fases del lanzamiento (ESA).
El SLS en la rampa 39B visto por un satélite Pléiades Neo a principios de noviembre (Airbus).
Fases del lanzamiento de Artemisa I (NASA).
El SLS en la rampa 39B (NASA).
Todo listo (NASA).
Depsgue (NASA).
La potencia de los SRB de 5 segmentos (ULA).
Todavía parece increíble poder ver esta imagen (NASA).
Configuración de la etapa ICPS unida a la nave Orión (NASA).
Separación de la segunda etapa ICPS (NASA).
La Tierra desde el ESM-001 de la nave Orión (NASA).
Orión camino a la Luna (NASA).

Más detalles de la misión Artemisa I:

Misión Artemisa I: Estados Unidos vuelve a la Luna



355 Comentarios

        1. A veces creo que esos motores han sido la ruina del programa espacial USA. Ese estribillo «estos motores son una joya tecnológica y no hay que tirarlos al mar» es sólo un eslogan comercial de Rocketdyne. Habría valido más la pena hacerlos desechables y baratos como su contrapartida soviética, el RD-0120. Porque esos motores han condicionado décadas de cohetería, y ha sido para mal, no para bien.

          Ojo, los motores son realmente muy buenos, pero su coste disparatado y la obsesión con recuperarlos (debido precisamente a su coste disparatado) ha perjudicado seriamente al programa espacial.

          En mi opinión, el gran error de los USA fue no desarrollar un motor de keroseno de altas prestaciones para boosters y liarse con boosters de hidrógeno.

    1. Finalmente la entrada más esperada por todos los espaciotrastornados asiduos de este blog (con el perdón del spaceship)… Porque yo tengo toda mi vida esperando esta noticia de que volvemos a enviar naves tripuladas a la Luna y algunos tienen 50 años esperándola (desde el Apolo 17 en 1972).

      Puede que esta nave no lleve gente. Pero si todo va bien, la siguiente tendrá el camino despejado para ir con tripulación.. y eso es con lo me que quedo, que no es poco 🙂

      1. Coincido.

        Yo nací en el 76 y me perdí todo el meneo lunar. Y una de mis primeros recuerdos sólidos en materia astronáutica fue el zambombazo del Challenger, así que fíjate… Tenía ganas de poder vivir algo parecido (a los Apolo, no al Challenger, digo). Cada día parece más cerca.

        1. Exagerao !! (con lo carisimo que sale) Tendrá que evolucionar también, digo yo. Y para entonces tendremos el New Armstrong ! …l la SShip2 … el Miura 15 y algun Tronadornnnn , sin olvidarnos del Ariane66.

  1. El SLS (+Orión) uno de los elementos importantes,
    del éxito de este lanzamiento del programa Artemisa,
    ahora “todos ganan”,
    formalmente empieza el regreso a la Luna por parte de NASA y sus socios,
    acompañada de misiones privadas,
    espero que pronto se unan el New Glenn y el Super Heavy-Starship
    para llevar cargas útiles, naves espaciales y astronautas a la órbita y a la superficie de Luna.
    Bien.

  2. Otro artículo magnífico Daniel.Felicidades.
    Y en cuanto al cohete pues la verdad es que absolutamente impresionante.Un auténtico monstruo.Desde hace casi 50 años nunca habíamos un gigante de tal caliibre.Lo que me ha llamado la atención es el chaleco que han metido para hacer pruebas para evitar la radiación y así no usar paredes cubiertas de agua.De esto hay alguna información más Daniel?Me ha parecido curioso y yo desconocía este elemento tan importante.
    Un saludo.

  3. Muchas gracias, Daniel. JAMÁS defraudan tus artículos, que, personalmente, espero con entusiasmo cada vez que algo realmente interesante (como ésto) sucede.

    Tengo una dudilla, no obstante. A los 18 minutos la Orión desplegó sus paneles solares, y a los 50 y pico, se produjo el encendido TLI. ¿No es someter a un estrés innecesario a los paneles, el soportar esa aceleración? ¿No habría sido más lógico extenderlos DESPUÉS del TLI? ¿Es que las baterías de la Orión no daban para aguantar hasta entonces (que no creo)? ¿O ha sido para ver si se desplegaban correctamente y alimentaban los sistemas?

        1. Las pilas de combustible eran una buena opción hace décadas cuando los paneles solares no eran muy eficientes. Hoy en día, con la mayor eficiencia de paneles y baterías más compactas, nadie quiere llevar hidrógeno en una nave espacial si puede evitarlo.

      1. Más que en las vibraciones, yo estaba pensando en la torsión.

        Si el acelerón del SLS al despegue ha sido sorprendente (tanto para tí como para mí), ya en el espacio, con menos peso, pero con la necesidad de abandonar la atracción terrestre, el acelerón de la ICPS no habrá sido menor. Acelerón y luego 18 minutos de empujón continuo sobre los paneles extendidos… es un esfuerzo importante para la estructura de éstos. A eso me refería.

        A ver, que los de la NASA (o RocketLab en este caso) no son gilipollas. Que eso estará más que calculado y diseñado. Pero me choca, porque intuitivamente, los paneles habrán sufrido durante el impulso.

        1. Por cierto hay 3 grandes compañías de paneles solares, la de Rocket Lab, la de Redwire, los iROSA desplegables para la ISS y está que son ultra baratos, y podrína crear super cargueros SEP para la Luna y a futuro Marte…

          https://solestial.com/

          El futuro amigo Noel, está ahí fuera…

        2. Supongo que quieres decir flexión, no veo aquí un esfuerzo de torsión. Me imagino que otra ventaja es verificar el correcto despliegue y funcionamiento de los paneles solares antes de TLI, lo que facilitaría el aborto de la misión y el retorno a casa

          1. Bueno, sí, flexión… al decir «torsión» me refería a que, al recibir el empuje de la ICPS, los paneles y su estructura se «tuercen» hacia atrás, jajaja.

            Y sí, yo daba como hipótesis principal que era un tema de ver si funcionaba todo antes de TLI… pero resulta que también tenía que ver, y mucho, con la carga de las baterías de la nave, fíjate tú… quién lo hubiera dicho.

          1. Lo que flexiona los paneles en la fase de aceleración es la propia aceleración, haya o no haya aire. Si lo hay, además, se le une la resistencia aerodinámica, claro.

            Pero aunque no haya atmósfera, sufrir una aceleración (y bastante contundente) genera cargas dinámicas en las estructuras.

  4. Que momento histórico! hoy se me caían los ojos de sueño pero aguanté a ver el despegue… sin palabras.
    Ahora, volviendo a la misión… no entiendo porqué tanto los apollo como artemis amerizan en el Pacífico. ¿Porqué no lo hacen en el Atlántico, a pocos kilómetros del KSC? hay algún tipo de problema con las reentradas a mayor velocidad? SpaceX lo hace sin problema, aunque la velocidad de ingreso es menor.

  5. Uau… Vivirlo de cerca debe poner más la piel de gallina.
    Emociona mucho compartir el momento de éxito de una máquina ideada para llevar personas a la Luna. Pues casi se veía ya un poco lejana, de casi medio siglo.
    Recuperar la posibilidad casi mítica de ir a la Luna? Uau!
    La incredulidad y el deseo en los segundos del momento del despegue fueron increibles. Y más porque se hizo esperar. Es como una cola de WC, cuanto más cerca de la puerta más deseos, ji, ji…

    1. De todas formas, lee esta magnífica entrada del Blog.
      https://danielmarin.naukas.com/2022/09/01/orion-una-nave-espacial-mayor-de-edad/
      Las prestaciones del Ares I eran claramente insuficientes para lanzar la versión lunar de la Orión y apenas podían cargar la versión de órbita baja, pero, a pesar de todo, dentro de la arquitectura lunar del Programa Constelación esta limitación no era un problema muy grave porque el módulo lunar Altair sería el encargado de efectuar el encendido de frenado en órbita lunar antes de separarse de la Orión. Por este motivo, Orión fue diseñada con un módulo de servicio relativamente pequeño en proporción al tamaño de la cápsula. Además, con el fin de ahorrar costes y tiempo de desarrollo, se prescindió del uso de metano en el módulo de servicio para optar por propergoles hipergólicos tradicionales y se decidió que el motor principal del módulo de servicio fuese un propulsor del sistema de maniobra orbital (OMS) del transbordador. Este motor era poco potente —2,7 toneladas de empuje en vez de las 3,4 toneladas previstas al inicio del programa—, pero suficiente para sacar a la Orión de la órbita lunar y regresar a la Tierra. Es decir, la Delta-V del sistema de propulsión de Orión era solamente de 1,5 km/s (como comparación, la capacidad total de Delta-V del CSM del Apolo era de unos 2,8 km/s), pero, en principio, esto no suponía un gran inconveniente, a pesar de que la versión Block 2 se concibió en un principio con una Delta-V de 1,9 km/s.

      1. La etapa central, como en el shuttle, se enciende primero y los motores cabecean algo y aumentan al empuje nominal.
        Una vez ocurrido esto los SRB reciben la orden de encendido, pues una vez en marcha no hay vuelta atrás.
        Con los SSME encendidos un fallo en su funcionamiento inicial puede abortar el despegue.

    1. @Parrilla84
      Me parece que al principio, pues el dispositivo que quema los restos de hidrogeno (y que evita el efecto «monje suicida») se enciende previo al encendido de los SRB.

    2. Me parece que sólo Erick entendió la pregunta 😉

      La entrada ofrece de antemano la respuesta en la imagen subtitulada Fases del lanzamiento

      Los motores de la etapa central se encienden al momento del lanzamiento, junto con los SRBs… y los SRBs se separan 2 minutos después del lanzamiento.

  6. 50 Años, 50 Viajes alrededor del SOL, años y años, volando la nave mágica y gigante Shuttle sobre la Tierra…

    Sin embargo nuestro OCTAVO Continente nos esperaba, nos aguardaba con cariño, desde que Neil pusó un pie en nombre de la Humanidad en su desolada superficie…

    Por Fin, la Humanidad tiene ansias de conocer, de ampliar horizontes, y no solo hay un robusto programa Lunar tripulado, sino dos, por fin las grandes mentes se conectan mediante la red de fibra lúminica, que llamamos Internet, para entre todos idear soluciones a la vorágine, asesina, letal e implaclabe del frío espacio…

    Por fin vamos para quedarnos, para aprender a vivir en este ambiente, hostil, para aprender a construir, a planificar, a sembrar, a crear desde la Imaginación…

    Sin más, la ERA Artemis, y CISLUNAR, ha comenzado, y ya nada será igual para esta mota de polvo azulada que viaja acompañada de su hermana Selene alrededor de un bello Sol de vida y energía…

        1. Yo quisiera ser igual de optimista, pero recordemos que un piojoso virus de baja mortalidad fue suficiente para casi paralizar el mundo mundial, y aún no salimos del todo de esa crisis.

          Mucho me temo que una crisis análoga pero más salada (ya sea de carácter social, político, económico, energético, ecológico, sarna de monos zombies, por falta de posibilidades no va a ser) bastaría para desinflar esta «burbuja» lunar en un plisplás y por muuucho tiempo…

          Toco madera, dijera Gepetto.

  7. Señores veremos en nuestras vídas un programa LUNAR tripulado y para quedarnos, la ERA Artemis, ha comenzado…

    Grandes momentos nos esperan…

    Y además con Daniel y otros muchos grandes divulgadores…

    1. De los 24 hombres que viajaron a la Luna con el programa Apollo sólo quedan 10 con vida. Seguro que ninguno imaginaba que tardarían tanto en ver el comienzo de otro programa tripulado a nuestro satélite.

      1. Y de ellos cuatro que pisaron la Luna y que si su vista y su cabeza lo permite lo habran contemplado con anhelo ( ! 2-3 años mas para ver pisar la Luna ?)

        Buzz Aldrin (92)
        David Scott (90)
        Charles Duke (87)
        Harrison Hagan «Jack» Schmitt (87)

        Suerte !

        1. Y (para completar) de los que fueron hasta alli, aunque no la pisaron, viven:

          Frank Borman (94) !!!!
          Jim Lovell (94)
          Bill Anders (89)
          Tom Stafford (92)
          Fred Haise (89)
          Ken Mattingly (86)

          Un recuerdo especial para el primero en quedarse solo alrededor de esta, Michael Collins que no ha podido ver el reinicio de la aventura humana Lunar (RIP con 90 en abril 2021)

        2. Joder con las edades…

          … para quien esgrima el mantra de los peligros de la exposición a las radiaciones (en viajes de unos días). No veo yo que hayan «cascao» jovencitos, que digamos! Que sí, que hay peligro (y mucho) de irradiación, eso NADIE lo discute. Pero que a éstos parece haberles afectado lo mismito, mismito, que una radiografía de tórax convencional.

          Además de que no son seres humanos del montón (no cualquiera da la talla para ser astronauta), claro.

          1. 100% de acuerdo con tu comentario. Incluso agregaría que también se exagera enormemente con los «terribles peligros» de la ingravidez, cuando hay cantidades de personas que han estado más de 100 días en el Espacio y ni fu ni fa. Sólo recuerdo una astronauta estadounidense que se comentó que tuvo un problema hace un para de años por lo que se dijo (y ni siquiera sé si es cierto) que hubo que adelantar su retorno desde la EEI.
            Saludos

          2. A ver, que la ingravidez tampoco es una bicoca. Para unos días, hasta divertido. Para estancias más largas, o vas entrenado de sobra (como esta peña) o bajas aquí de vuelta hecho un requesón pasado, jajaja.

            Pero (y creo que me has comprendido por completo) que se lanzan diatribas y admoniciones con los peligros del espacio y… oye… que peligroso es. No hay duda. Pero que tampoco es tan, tan, tan jodido en según qué situaciones como lo pintan.

            Que el organismo humano no es un burruño de células pasivas: joder, gente que ha pasado situaciones EXTREMAS, pero EXTREMAS CON COJONES, se recupera y lleva una vida completamente normal. Gente que ha perdido extremidades, que ha perdido órganos, que ha perdido sentidos… y sigue ahí, viviendo con la suficiente normalidad a pesar de sus mutilaciones. Gente que ha superado cánceres brutales o que convive con enfermedades degenerativas… y ahí sigue, viviendo dentro de sus posibilidades.

            Conozco personas con ELA en fase muy avanzada, que a pesar de casi ya no poder moverse con normalidad, tienen más vitalidad dentro, en un día, que la que tendré yo en toda mi puñetera vida.

            Nadie discute que el ambiente espacial es extremadamente exigente y muy peligroso. Pero que el cuerpo humano tampoco es una cartulina dibujada ni una figurita de plastilina. Es un sistema complejo, dinámico y con una enorme capacidad de adaptación y autorregeneración. No está exento de sufrir daños de diversa consideración, e incluso morir. Pero tampoco se queda con los daños y se conforma: se intenta recomponer, y si no puede se adapta.

            Y, como tú has dicho, ahí está gente que ha estado en la Luna y pasa de los 90 años (ya veremos cuántos de los que escribimos aquí llegamos a esa edad). Y gente que se ha tirado más de un año en microgravedad y se mueve con más arte que muchos de los que estamos aquí abajo.

            ¿Peligros? SÍ. ¿Capacidad adaptativa? TAMBIÉN.

            No es ninguna broma el espacio… pero tampoco es tan, tan, tan negro como lo pintan.

          3. Y lo jodido de la radiación es la dosis… en la cual influye el tipo de radiación (no es lo mismo radiación electromagnética que el bombardeo de partículas másicas de los rayos cósmicos), la intensidad de la radiación (que en la ISS no es gran cosa por estar dentro de la magnetosfera terrestre, pero la Luna ya es otro cantar) y el tiempo de exposición (las misiones Artemisa serán bastante más largas que las Apolo).

            Y a eso sumar que la fisiología femenina es más susceptible de desarrollar cáncer por irradiación, de ahí los maniquíes Zohar (con chaleco protector) y Helga (sin chaleco protector) repletos de sensores de radiación, porque los estudios al respecto efectuados en la ISS no sirven dado que las dosis no son ni de coña las mismas.

          4. @Pelau

            Con lo de «ni fu ni fa», no me refiero a recién llegados, sino a que siguen viviendo sin problema alguno de importancia.

            Desgastan más 40 años de paleta o pescador o agricultor… que 2 años de ingravidez.

          5. Sí, y 120 años sin hacer nada «desgastan» más que 6 años de ingravidez. La aritmética no miente. Ahora bien, qué clase de «argumento» es ese, ni idea 😀

            Y lo de que, una vez readaptados a la gravedad terreste, los astronautas que pasaron 1 añito o más allá arriba «siguen viviendo sin problema alguno de importancia»… eso todavía está por verse.

            Porque no es solamente la pérdida de masa ósea y muscular, las atrofias cardiovasculares, los cálculos renales, los desajustes de los sistemas endócrino e inmunológico… todo lo cual «parece» reversible «sin consecuencias permanentes»… no, no, hay más… y apenas se está empezando a estudiar…

            https://en.wikipedia.org/wiki/Effect_of_spaceflight_on_the_human_body#Physiological_effects

          6. Creo que la clave está en esto que dice Noel: «además de que no son seres humanos del montón…»

            Entiendo que la mayoría por no decir todos los astronautas tienen una salud envidiable, se alimentan bien, hacen ejercicio…

            Pero, ¿Cómo afectaría un viaje espacial a una persona sedentaria, quizás con problemas de sobrepeso, riñones, corazón…?

          7. @Noel
            «Además de que no son seres humanos del montón (no cualquiera da la talla para ser astronauta), claro.»
            Las primeras tranchas de elegibles para astronautas/cosmonautas casi siempre eran pilotos de avion, sobre todo pilotos de pruebas, y para esas labores tienes que estar sano SI o SI, cero detalles y de paso tenerlas ligeramente recubiertas de wolframio.

          8. Me estás describiendo a mí, Apolonio, jajajaja (por lo de sedentario y sobrepeso).

            ————-

            Pelau, que los telómeros se alarguen es buena cosa. Por lo que tengo entendido, la progresiva reducción en la longitud de los telómeros es una de las causas principales del envejecimiento (cuando llegan al límite de división celular de Hayflick, alrededor de 60 veces, se acabaron las nuevas células y las que quedan solo envejecen y mueren… y con ellas el cuerpo). Conseguir alargarlos es uno de los Santos Griales de la lucha contra el envejecimiento. Hasta ahora, alargarlos artificialmente implicaba cánceres y demás (las células cancerosa NO acortan sus telómeros).

            Así que si la exposición prolongada a la ingravidez los alarga «naturalmente» (sin ingeniería genética ni medicamentos de por medio), quizá por ese lado no sea tan mala cosa.

            Yo lo que veo es que los que han estado expuestos al espacio, tanto en la ISS y similares como en las misiones lunares… andan todos rondando los 90 tacos… y eso está bastante por encima de la esperanza de vida media de los que no salimos de aquí abajo.

            También supongo, como apunta Apolonio, que el hecho de que no son personas normales (tanto por cualidades innatas como por entrenamiento durante su vida) tendrá bastante que ver.

            Y en misiones a Marte y más allá: centrífugas. Fin del problema (de ingravidez).

          9. A ver, no estoy diciendo que una persona diabética, sedentaria y con problemas de presión va al espacio 100 días, sin hacer ejercicios ni controlar su ingesta de alimentos y es lo mismo que si estuviera en la Tierra. Pero insisto en que «los terribles peligros» de la ingravidez se han exagerado. No quiero repetir lo que posteé hace casi 2 años lhttps://danielmarin.naukas.com/2021/05/06/la-sn15-lo-consigue-primer-aterrizaje-totalmente-exitoso-de-un-prototipo-starship/comment-page-4/#comment-527478. Por supuesto que en el hecho que cada vez más personas hayan estado en largos períodos de ingravidez «y no hayan muerto ni tenido terroríficas consecuencias en su salud», tienen que ver las investigaciones de ingenieros médicos, biólogos y otros especialistas. Y no sólo me saco el sombrero frene a ellos, sinó que no dejo de maravillarme. Medio siglo atrás había enormes dudas en que una persona pudiera estar 100 días en ingravidez. Y ahora es un hecho rutinario en la EEI.

          10. Y lo que yo estoy diciendo es… «ni tanto… ni tan poco».

            El «ni tanto» se refiere a todo lo sabido y comprobado… y en lo que obviamente estamos todos de acuerdo.

            El «ni tan poco» se refiere, en primer lugar, a que toda nuestra experiencia no sobrepasa los 14 meses de permanencia ininterrumpida en el espacio (el récord de Valeri Poliakov). Las posibles consecuencias de una permanencia más prolongada siguen siendo un enigma, pero da para (¡ejem!) «sospechar» que no deparan nada bueno.

            Y en segundo lugar, el «ni tan poco» se refiere a cambios a nivel genético, celular y cerebral (ahí están los enlaces para quien quiera leerlos) que recién se están empezando a estudiar y sólo el tiempo dirá, pero así a bote pronto no pintan nada buenos.

            Claro que esta no sería una «discusión» de internet sin que automáticamente me respondan «Pelau, que los telómeros se alarguen es buena cosa» 😀

            De hecho, casualmente la semana pasada mi médico me dijo «mira, Pelau, por alguna razón (palabras acompañadas del encogimiento de hombros más docto que he visto) la expresión de tus genes ha cambiado. Pero tú tranquilo, ¿eh?, que estos cambios jamás son para peor. A lo sumo quizá te vuela a crecer cabello, pero aparte de eso ni fu ni fa, descuida».

            Observación: No tenemos ni p*** idea.

            Conclusión: Dado que evidentemente la Madre Naturaleza nos ama y siempre nos desea lo mejor, lo más probable sin asomo de duda es que Scott Kelly sea el primer auténtico inmortal del que tenemos noticia… y no sería de extrañar que con el tiempo desarrolle elasticidad extrema, superfuerza, invisibilidad y telequinesis, incluso quizá levitación flamígera.

            Yo es que flipo… o MUY mal me explico… o el personal se levantó «optimista» no, lo siguiente 😀

          11. Hola Pelau.- Respecto al «ni tanto… ni tan poco», empezamos a acercar posiciones. Sobre las consecuencias de la ingravidez, buena parte de quienes intercambiamos opiniones al respecto tenemos el viaje tripulado a Marte en mente. La duración del viaje sería de aproximadamente 6 meses. Y ya hay cantidad de astronautas que han estado más de ese tiempo en la MIR o en la EEI sin terroríficas consecuencias (Poliakov vivió 80 años, lo cual no está nada mal). Claro que a los 6 meses de ida, habría que agregar al menos una ventana (casi dos años) y eventualmente otros 6 meses de vuelta. Pero resulta que Padalka en sus distintos viajes suma 879 días en el Espacio y hasta donde sé está muy bien de salud. En el caso de Poliakov, algo asombroso es que su record fue en la MIR, hace casi 30 años. Y tengo entendido (puedo estar equivocado), que en estas casi 3 décadas se ha avanzado en cuanto a ejercicios compensatorios, horarios de sueño, dietas y otras cuestiones para afrontar los largos períodos de ingravidez.
            Creo que para el viaje a Marte hay problemas mucho más acuciantes que la ingravidez. Vos mismo mencionaste lo poco que sabemos sobre los efectos de la radiación másica en la salud fuera de la magnetósfera terrrestre (ahí tenemos una posible utilidad de la Gateway respecto a la EEI). Y no es la única dificultad. Suena muy lindo decir «quienes viajen no tendrán que llevar agua más que para el viaje de ida, porque tanto allá como para el regreso tendrán abundantes cantidades provenientes del del deshielo de hielo marciano» ¿Pero acaso tenemos la seguridad que la composición isotópica de ese hielo en todas partes da ínfimas cantidades de tritio y deuterio respecto al hidrógeno común? Y podría seguir enumerando dificultades, que si bien posiblemente sean resolubles, todavía hay mucho para investigar.
            Saludos

          12. Eres la hostia, Pelau, jajajaja. Me lo paso pipa leyéndote.

            A ver:

            Lo del alargamiento de telómeros llevan varias décadas intentándolo sin que cause cánceres de por medio. Está por ver lo que le sucede a Kelly (que dudo que se vuelva inmortal, pero a lo mejor no envejece al mismo ritmo que los demás, que sería la consecuencia normal del acortamiento de telómeros).

            Mira tú que si se muere el hombre con 110 años… recordaremos lo que hemos estado hablando… si es que seguimos por meneando el esqueleto por aquí.

            Como tú bien dices, está todo por investigar.

            Pero creo que lo de «ni fu ni fa» no lo acabaste de entender. No me refiero a que NO haya consecuencias por ingravidez y tal, sino a que los que han estado allí arriba hasta ahora (recordemos: gente MUY entrenada) no PARECEN exhibir ninguna tara, disminución o limitación física de ningún tipo. O sea, que pasados unos meses/años tras la estancia en ingravidez, se menean por el planeta con tanta soltura como el más común de los mortales.

            Eso es lo que significa «ni fu ni fa»: NO que no haya consecuencias, sino que, incluso de haberlas, NO PARECE que hayan supuesto ningún cambio perceptible a la vista, ni que sus cuerpos no se hayan adaptado como lo haría el de cualquiera tras 6 meses de inmovilidad por una cadera rota: cojeas un poco quizá el resto de tu vida, quizá te duela un poco cuando cambie el tiempo… pero ya.

            (Conozco alguien precisamente en esa situación, con una rotura GORDA, GORDÍSIMA de cadera y pelvis, 6 meses escayolado de rodilla a cintura, quieto parao en la cama, otros 6 meses de rehabilitación durilla… y tendrías que verlo ahora bailar y subir montañas… ¡¡con 84 años!! Ya quisiera yo, te lo aseguro).

            ————-

            Carlos, en lo del viaje a Marte, recordar no obstante que los dos años que estén allí, NO ESTÁN EN INGRAVIDEZ. Aunque baja, la gravedad de Marte es de más de un tercio de la nuestra, que digo yo que algo hará.

          13. Hola Noel.- Justamente por eso mencioné el caso de Padalka, cuyos 879 días en ingravidez no fueron consecutivos, sinó en la suma de sus distintos viajes.
            Ahora, creo que coincidimos que en un eventual viaje tripulado a Marte con regreso en la siguiente ventana, la ingravidez no es la mayor de las dificultades, que siguen siendo enormes.

          14. Y no creo que no haya ni uno sólo de quienes en estos 10 años han comentado aunque sea una vez en este blog, que desconozca que Marte posee gravedad. Hasta el tal Edwin y el otro negacionista de la llegada del hombre a la Luna

  8. Por cierto, viendo estas imágenes y lo que nos aguarda en breve con Superheavy-Starship, uno no puede evitar sentir algo de envidia por la impresionante capacidad industrial y tecnológica de los USA. Las cosas como son…

    1. Ya desde los años 60!
      Aunque varios de los gigantes posteriores al Saturno-5 tienen más empuje al despegue, su capacidad esmenor.
      Técnicamente aquel era un cohete de 3 etapas ( dos de ellas con motores J2 de LH/LOX) y los demás de una o dos etapas y aceleradores.
      En el vuelo de Apolo15 se colocaron 145 ton. en LEO y unas 45 hacia la Luna.
      Esa capacidad no la tienen, de momento, ninguno de estos.

      1. Para mi es como la electricidad para mis abuelos (algo que no comprendo)

        Daniel afirma y estamos de acuerdo en que el SLS es el cohete con mayor empuje pero solo colocaría 95 Tn en LEO o algo más de 100 (130?) en versiones posteriores.

        Entonces como un cohete menos potente podía poner más masa/peso en LEO (140 o como comentas del Apolo15 el récord de 145 Tn?)

        Que alguien me ayude ! (En mi mente de “enteradillo” no cabe)

        1. Con menos etapas su estructura es una carga muerta durante todo el vuelo.
          Por ejemplo el CZ5 chino, la fase que cayó desde la órbita, decenas de toneladas, viajaron desde el suelo a 200 km de altura y 27000 km/h como carga porque era el cuerpo central o primera fase , segunda si llamas primera a los boosters laterales.

  9. Inicialmente, la duración del trayecto era de 35 días; pero si como dice Daniel tan solo dura 25 días, lo lógico es que quede pendiente alguna comprobación menor por hacer.

      1. Tu absurda intervención y tu patético nick me han dejado anonadado.
        Pero luego, lo he vuelto a pensar y me he dicho: ¿y si ese fulano fuese un seguidor de mis comentarios sobre el timo del cambio climático?. ¿Querrá que, siguiendo el comentario en danielmarin.naukas.com/2022/11/03/programa-artemisa-de-la-nasa-un-segundo-alunizaje-en-2027-y-la-base-lunar-de-2031/#comment-569724 y anteriores, analice de una vez cómo el IPCC y la UE han estafado a los europeos?. Es, en efecto, muy preocupante que el COP27 esté terminando y que no exista ninguna voz relevante enfrentándose a semejante estafa global. Pero tranquilos: yo y mis argumentos estarán aquí, en breve, para que las autoridades no os tomen por tontos.

  10. Por fin. Felicidades a la NASA por su Mega Moon Rocket.
    Ahora, esperar que toda la misión salga bien para evitar más retrasos en el programa Artemis.

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Por Daniel Marín, publicado el 16 noviembre, 2022
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