NS-19: la primera misión del New Shepard con seis turistas espaciales

Por Daniel Marín, el 12 diciembre, 2021. Categoría(s): Astronáutica • Comercial ✎ 108

El 11 de diciembre de 2021 a las 15:01 UTC Blue Origin lanzó su cohete suborbital New Shepard desde las instalaciones de la empresa en Corn Ranch (Texas) con seis turistas suborbitales a bordo. La cápsula aterrizó sin problemas a las 15:11 UTC después de un vuelo de 10 minutos y 13 segundos en el que llegaron a los 107 kilómetros de altitud. La velocidad máxima alcanzada durante el ascenso fue de 3611 km/h. Este ha sido el tercer vuelo tripulado del New Shepard, todo un éxito para Blue Origin teniendo en cuenta que los tres han tenido lugar en la segunda mitad de 2021. La cápsula tripulada era la RSS First Step, la misma empleada en los dos vuelos anteriores con astronautas. Esta fue la quinta misión del cohete era el NS4 (Tail 4), que aterrizó poco después con éxito. El emblema de la misión llevaba las siglas de Glen de Vries, uno de los tripulantes de la NS-18 que murió el pasado noviembre en un accidente de aviación.

Lanzamiento de la NS-19 (Blue Origin).

La misión NS-19 ha sido la primera que ha llevado una tripulación completa de seis personas, pues recordemos que las NS-16 y NS-18 solo llevaron cuatro tripulantes cada una (la NS-17 iba no tripulada). Como ya ha ocurrido en las otras dos misiones, algunos de los suborbinautas tenían un perfil público muy llamativo. La tripulación de la NS-19 estaba formada por Laura Shepard Churchley —la hija mayor del mítico astronauta Alan Shepard, el primer ser humano que realizó un vuelo espacial suborbital—, Michael Strahan, un famoso presentador de la televisión estadounidense, Dylan Taylor, empresario y CEO de Voyager Space Holdings, Evan Dick, también empresario, Lane Bess, otro empresario, y su hijo Cameron Bess. Laura Shepard y Michael Strahan fueron invitados por Blue Origin, por lo que no pagaron nada por el vuelo (debe ser toda una experiencia volar en un vehículo que ha sido bautizado en honor a tu padre). Por su parte, Lane y Cameron Bess se han convertido en el primer padre e hijo en viajar juntos al espacio. Durante unos pocos minutos hubo 19 seres humanos en el espacio al mismo tiempo —diez en la ISS, tres en la estación espacial china y seis en un vuelo suborbital—, todo un récord (aunque efímero).

La tripulación de la NS-19: Dylan Taylor, Lane Bess, Cameron Bess, Laura Shepard Churchley, Michael Strahan y Evan Dick (Blue Origin).
Emblema de la misión (Blue Origin).

La flota de lanzadores New Shepard de Blue Origin está formada por los cohetes Tail 3 y Tail 4 (NS3 y NS4), junto con las cápsulas RSS H. G. Wells y RSS First Step. Todas las misiones tripuladas se han llevado a cabo con el NS4 y la cápsula RSS First Step, mientras que el NS3 y la cápsula RSS H. G. Wells solo se han empleado por el momento en vuelos no tripulados, como la NS-17, en la que la cápsula se usó para llevar experimentos de microgravedad de la NASA y ensayar tecnologías de alunizaje automático relacionadas con el programa Artemisa. Con la NS-19, Blue Origin confirma su ventaja en el panorama del turismo espacial sobre Virgin Galactic, la única otra empresa que ofrece servicios de turismo suborbital —aunque el avión SpaceShipTwo no puede superar a los 100 kilómetros de altitud— y que el pasado julio se adelantó a Blue por unos pocos días a la hora de efectuar el primer vuelo suborbital con un multimillonario a bordo.

La tripulación contempla su cohete antes del vuelo (Blue Origin).
En la pasarela estaban escritas las míticas palabras de Al Shepard antes de su vuelo (Blue Origin).

El aumento de turistas espaciales ha provocado que la FAA (Federal Aviation Administration) haya decidido que no entregará más alas de astronauta a partir del 1 de enero de 2022, por lo que la tripulación de la NS-19 será la última en recibirlas. La FAA comenzó en 2004 a repartir estas alas, que previamente solo se habían entregado en EE UU por parte de la NASA y la USAF, a raíz de los vuelos de la SpaceShipOne con el objetivo de incentivar los proyectos de turismo espacial. La FAA considera que el límite del espacio está en los 80 kilómetros (50 millas), por lo que los tripulantes vuelos suborbitales de Virgin Galactic que han superado esta altura se han hecho con ellas (fuera de EE UU, el único límite oficial del espacio sigue siendo los 100 kilómetros de altitud). A raíz de estos vuelos turísticos suborbitales ha habido una intensa polémica sobre dónde situar la frontera del espacio. Como vimos hace unos meses, hay quien aboga por rebajar esta frontera desde los 100 kilómetros a los 80 o, incluso, los 70 kilómetros para, por un lado, ser más consecuente con la física subyacente a la definición de la línea de Kármán  y, por otro lado, dar cabida a los nuevos turistas.

Aterrizaje de la NS-19 (Blue Origin).
Cohete New Shepard (Blue Origin).

Personalmente, creo que es importante separar estos vuelos suborbitales de las misiones espaciales orbitales, ya que juegan en otra liga muy diferente. Por eso, mi propuesta es la contraria, elevar la frontera oficial y subjetiva del espacio para que estos suborbinautas no se consideren astronautas. ¿Y dónde ponemos el límite? Pues en 185 kilómetros de altitud. ¿Y qué tiene esta cifra de especial? Pues que está por debajo del apogeo alcanzado por Al Shepard y Gus Grissom en los dos primeros vuelos suborbitales del programa Mercury. Así, estas dos míticas misiones podrían seguir siendo «espaciales» y no habrá necesidad de reescribir los libros de historia, mientras que el resto de vuelos turísticos suborbitales se quedarían fuera de las crónicas espaciales. ¿Que quizá me he dejado llevar por la envidia? Es posible, pero pienso que es una propuesta más que justa. ¿No les parece una buena idea?

Los seis turistas en la cápsula durante la fase de microgravedad (Blue Origin).



108 Comentarios

  1. Creo que la línea de Karman, las alas y el concepto de astronautas no son algo importantes ahora mismo. Son importantes las ecuaciones que describen la naturaleza, pero estamos hablando de conceptos artificiales imperfectos. La tierra no es una esfera perfecta y el concepto sobre la que se basa la línea divisoria no es constante, pero ponen una cifra como si fuera constante.

    Si quisiera poner importancia a algo, es que son proyectos, estos vuelos suborbitales, que pueden significar el inicio de una economía independiente de los gobiernos. Considero que sería muy importante que fructificaran estos proyectos. Si es un aliciente lo de las alas, pues las conservaría para los turistas.

    Tengo muchas dudas de que por muy fácil que pongan conseguir alas, y puedan llamarse astronautas a los turistas, que finalmente fructifique el negocio. Y deseo de todo corazón equivocarme.

  2. Gracias por el relato de este vuelo suborbital.. hasta 107 km … ¿cuanto tiempo estuvieron por encima de las dos líneas oficiales, de la americana 50 millas y la Kàrmàntica de 100 km?

    Se dice en el texto que hubo segundos de coincidencia con otros seres humanos ahí arriba, en el próximo espacio. Récord de corazones latiendo más allá de Kàrmàn.

    La propuesta de Daniel me parece bien pero yo diría por encima de ese límite y/o que realice al menos una órbita para considerarse “espaciales o true old space trip” suborbinauta para el resto.

    Aún así me gustaría mantener los 100 km porque es la única palabra con doble acento que yo escribo o conozco. (por desgracia tiendo a omitir los acentos muchas veces por disgrafia personal)

    Intentaré corregirme.

    De verdad veremos 12 lanzamientos NS el próximo año? Los contaré.
    Pero preferiría ver uno de NG

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