Buscando artefactos alienígenas en la órbita geoestacionaria

Por Daniel Marín, el 1 noviembre, 2021. Categoría(s): Astronáutica • Astronomía ✎ 132

Cuando en 1950 el célebre físico Enrico Fermi dijo aquello de «¿dónde está todo el mundo?» no sabía que estaba sembrando la semilla de la famosa paradoja que llevaría su nombre. A día de hoy, seguimos sin tener una respuesta a la Paradoja de Fermi, una paradoja que se suele resumir de la siguiente forma: puesto que la vida inteligente en la Tierra no parece que sea muy especial —estamos hechos de elementos y compuestos comunes, orbitamos una estrella relativamente común, etc.—, debería haber miles o millones de civilizaciones en la galaxia —ecuación de Drake mediante—, pero no vemos rastro alguno de las mismas. Con «rastro» se suele entender que hablamos de señales de radio o algo parecido, señales usando máseres o láseres. Sin embargo, se suele olvidar que cuando Fermi planteó su paradoja se refería explícitamente a visitas alienígenas a nuestro sistema solar. Efectivamente, un cálculo rápido nos muestra que una civilización inteligente podría visitar todos los sistemas estelares de la galaxia en un plazo de cientos de millones o, a lo sumo, unos pocos miles de millones de años, siempre moviéndose a velocidades sublumínicas. Entonces, volviendo a Fermi, ¿dónde están?

La Tierra vista desde un satélite geoestacionario (en este caso, el Elektro-L nº 2 en 2012) (Roscosmos).

Una posibilidad es que hayan pasado de largo hace mucho tiempo. Al fin y al cabo, el ser humano lleva sobre la Tierra una fracción minúscula de la edad de nuestro planeta. Pero, ¿y si dejaron alguna huella de su visita? Esta —remota— posibilidad se encuadra en la actualidad dentro del apartado de detección de tecnomarcadores —huellas tecnológicas de otras civilizaciones susceptibles de ser observadas por instrumentos astronómicos—, aunque se suele mencionar con la boca pequeña (huelga decir que a muchos investigadores no les interesa mucho que los relacionen con una posible búsqueda de «artefactos alienígenas» por el sistema solar). Pero, aunque la probabilidad sea bajísima, en algunas circunstancias no perdemos nada por probar esta hipótesis. Un buen ejemplo es el reciente artículo a cargo de un grupo de investigadores con Beatriz Villarroel a la cabeza que plantean buscar evidencias de objetos alienígenas —o, como se denomina en la la jerga de tecnomarcadores, NTA (Non-Terrestrial Artefacts)— en órbita geoestacionaria antes del nacimiento de la era espacial en 1957.

Órbita geoestacionaria (pincha para ver la animación) (NASA).

La razón de buscar estos NTA en la órbita geoestacionaria (GEO) y no en otro tipo de órbita es debido a que, por un lado, se trata de una órbita relativamente estable y, por otro, que es muy atractiva desde el punto de vista de un observador alienígena, ya que permite contemplar la misma zona del planeta continuamente. La estabilidad es importante porque implica que una posible sonda que haya visitado nuestro planeta hace miles o, incluso, millones de años todavía podría estar en GEO. Otro motivo es que los NTA que se hallen en GEO, al igual que el resto de satélites en esa órbita, no mostrarían un brillo más o menos continuo como el trazo que deja un satélite situado en órbitas bajas o medias, sino que generarían destellos de 0,2 a 0,4 segundos de duración (evidentemente, esto dependerá de la forma precisa del NTA). Naturalmente, si descubrimos algún destello en el cielo en una placa fotográfica de antes de 1957, lo más probable es que sea ruido o la contrapartida óptica de algún fenómeno astronómico transitorio asociado con sucesos de alta energía (kilonovas, explosiones de rayos gamma, etc.), sucesos que pueden tener lugar en toda la bóveda celeste o cerca del ecuador galáctico. Que el destello se produzca justo en la banda de GEO es mucho menos probable.

Ejemplo de destellos que aparecen en fotografías de los años 50 (izquierda) y que están ausentes de imágenes actuales (de 2015) (Villaroel et al.).

Entonces, ¿qué debemos buscar? Un solo destello no basta. Además de fenómenos energéticos transitorios, hay muchos otros sucesos y, sobre todo, fuentes de ruido que son capaces de crear puntos de luz en una placa fotográfica. Los autores concluyen que lo ideal sería buscar líneas de puntos formadas por, al menos, cuatro o cinco destellos, ya que, en este caso, la probabilidad de que estemos ante un suceso aleatorio es casi nula. Sí, todos estamos de acuerdo en que es altísimamente improbable encontrar NTA en la órbita geoestacionaria, pero, como decíamos, no perdemos nada por intentarlo. Con las herramientas actuales de análisis de imágenes esta búsqueda no debe ser especialmente compleja. Es más, debemos hacerlo ya, porque la ventana de oportunidad se está cerrando. Efectivamente, cada vez hay más satélites, y restos de satélites, en GEO. Si, por un casual, dentro de unas décadas descubrimos un candidato a NTA en datos antiguos puede que ya sea demasiado tarde para identificarlo en órbita por culpa de la gran cantidad de objetos que hay allá arriba. Por otro lado, el estudio de esta hipótesis puede darnos indirectamente más información sobre la estabilidad de los objetos geoestacionarios, lo que a su vez serviría para entender mejor las características de uno de los tecnomarcadores más prometedores: los exocinturones de Clarke, un concepto propuesto por Héctor Socas en 2018.

En cualquier caso, la búsqueda de NTA también podría extenderse a la superficie de la Luna (por ahora no hemos encontrado nada, ni siquiera un monolito negro enterrado en el cráter Tycho) o a los puntos de Lagrange L4 y L5 del sistema Tierra-Luna y del sistema Tierra-Sol, zonas muy estables que podrían albergar NTA durante millones de años.

Referencias:



132 Comentarios

  1. La idea es refrescante: buscar artefactos alienígenas en fotos viejas. Un método barato y fácil de implementar. La foto que aporta Daniel de ejemplo me ha dejado con el culo torcido porque no se ve un objeto sino tres…

    Ahora vienen los «peros». Como bien han señalado arriba, un objeto en GEO terminará saliéndose de esa órbita por las perturbaciones orbitales. Y, aunque encontráramos nuestro particular tren de Starlinks en una foto de los años 40, no podríamos localizarlos ahora, por lo que seguiríamos en la duda.

    Un saludo

  2. Este es el tipo de entrada que suele poner a volar las neuronas en plan especulativo (la sana especulacion, como la nombraba Sagan), de las que me gustan, imagino que los autores de la investigacion se sintieron inspirados en la hipotesis del «Caballero Negro» o vieron la serie «Secretos de la NASA» (NASA Unexplained Files) y me parece que tambien, en el descubrimiento de un cometa usando viejas placas fotograficas. Quizas la esperanza de hacer una investigacion de este tipo estan sentadas en el uso de herramientas nuevas como la IA y el «machine learning» y que ahora esta en boga (buscar puntito por puntito en plaquitas de vidrio al estilo antiguo como lo hizo Clyde Tombaugh ya no esta de moda), saludos.

  3. Si existen seres inteligentes con capacidad de viajar hay dos posibilidades: que sean de tipo biológico o inteligencias artificiales. En el primer caso es improbable que seres biológicos se embarquen a realizar viajes interestelares, al menos con los conocimientos actuales y las limitaciones de la física conocida. En el caso de inteligencias artificiales, me pregunto ¿Qué los motivaría a embarcarse en un proyecto así?. Sinceramente, no creo que nunca visitemos a nadie ni seamos visitados, a menos que sean factibles los motores de la ciencia ficción, pero entonces ¿No deberíamos haber tenido encuentros evidentes y comprobables?. Abandonemos las esperanzas ilusorias y centremonos en cuidar nuestra madre Tierra y ojalá la ciencia avance como para explorar el universo, mientras tanto, usemos lo que sabemos para mejorar lo que tenemos.

    1. «¿No deberíamos haber tenido encuentros evidentes y comprobables?»

      Pues… no necesariamente.

      Aquí, el factor PRIMORDIAL, es el tiempo. Aún con los motores de «Star Wars» (mucho más rápidos que los de «Star Trek», porque el Halcón Milenario se patea la galaxia entera de una punta a la otra en HORAS, mientras a la Voyager ir del Cuadrante Delta al Cuadrante Alfa le costaba 65 AÑOS), la galaxia es JODIDAMENTE grande.

      Incluso con millones de naves para explorar, se tardarían MILLONES DE AÑOS en cartografiar (sólo cartografiar) todos y cada uno de los sistemas estelares. Si una civilización «starwarsera» empezó a pasearse por la galaxia como una merluza por el Mediterráneo hace… no sé, 10.000, 100.000, un millón de años… a lo mejor aún no llevan ni un cuarto de la galaxia mapeado.

      O si existieron hace 4.000 millones de años, además de que pueden perfectamente no existir ya ni en forma de recuerdo, nuestro sistema estelar era puro caos y fuego y colisiones en aquél entonces: carente de interés biológico.

      2.000 millones de años después, cuando la Tierra era «interesante» (suponiendo que lo fuese para sus intereses, biología o similar) podría hacer cientos de millones de años que se evaporaron de la existencia.

      O una civilización del otro extremo de la galaxia podría haber descubierto hace mil años los motores «starwarseros»… y todavía no haber cubierto ni cien años luz a la redonda de su mundo (que eso son un COJÓN de estrellas y sistemas, y uno no se dedica solo a saltar de mundo en mundo haciendo unas fotos y rápido al siguiente, sino que estudia cada mundo, observa sus características, sus recursos, su biología -caso de haberla-, etc…).

      Por eso, el problema principal de «¿no habríamos visto ya algo?», además de TECNOLÓGICO (puede que se estén desplazando de formas que aún no tenemos ni puñetera idea de detectar) es básicamente temporal: CUÁNTO hace que empezaron, HASTA DÓNDE llegaron, si EXISTEN TODAVÍA…

  4. Consulta. De las zondas que hemos enviado a otros cuerpos celestes del sistema solar, ¿alguna fue dejada finalmente aparcada/abandonada en una órbita estable en el mismo?
    Y si no lo hacemos, ¿por qué otros visitantes sí lo harían?
    🤔
    Desde donde sea, llegar aquí sería dificilísimo para andar abandonando partes en el camino.
    Salvo algunas camaritas baratielis para sacarse selfis.
    Ah, bueno, sí. Hemos dejado un Tesla rojo tripulado con un maniquí bien escafandreado.
    Futuros arqueólogos espaciales se devanarán el coco tratando de interpretar que complejo mito místico/religioso representaría ese monumento.

      1. Pero una vez cumplida su misión se abandonan porque no hay combustible ni recursos para poder hacer nada más.
        Ahora, lo que pudiera llegar hasta aquí desde otro sistema estelar estimo que no estaría tan falto de recursos y posibilidades para solo abandonar y no seguir utilizandolo.
        Deben haber otros Elon en la galaxia que reutilicen…. 😉

    1. Roberto H dice:
      «Ah, bueno, sí. Hemos dejado un Tesla rojo tripulado con un maniquí bien escafandreado.
      Futuros arqueólogos espaciales se devanarán el coco tratando de interpretar que complejo mito místico/religioso representaría ese monumento.»
      Pudo haber sido peor, hace poco subio un AST (Artefacto SI Terrestre) emulando un elemento de estimulacion personal masculina gigante, que paso «raspando» la linea Karman.

  5. Porque se habría de molestar una civilización alienígena en dejar un aparatejo vigilando en especial un planeta aburrido y ordinario, es mucho mejor poner un enjambre de asteroides y cometas sonda, con orbitas especiales que hagan su buen recorrido cíclico viajando por la galaxia y a través del sistema solar recopilando información de la evolución de los planetas, por ejemplo el cometa Halley seria un sospechoso 🤨.

    – Hey oficial, que información nueva tenemos de la evolución del planeta azul en el sistema #cz-5678899?

    – Sr. Comandante, según los datos recopilados por la sonda-cometa xy-89000, al parecer los bichejos esos que habitan el planeta han desarrollado tecnología nuclear.

    – Uhmm, esto se pone interesante. Para el próximo recorrido de la sonda enviémosle un mensajito señalándoles que pronto les estaremos haciendo una visita.

    puede ser esto una forma de monitorear la evolución del sistema solar por parte de civilizaciones extraterrestres? Seguro, los teóricos de los antiguos astronautas dicen que si 🤣😋

  6. No me imagino a los extraterrestres como hombrecitos verdes en platillos volantes. Deben ser seres sinteticos con inteligencia artificial. Externamente deben parecerse mas a un telefono movil que a otra cosa. No necesitan oxigeno ni camaras criogenicas ni velocidades ultraluminicas para viajar. Se ponen en stanby miles de años y luego se reactivan al llegar a su destino. Hombrecitos verdes si en el sentido de que son expertos en genetica y pueden fabricar seres vivos en un planeta adecuado o terraformarlo antes. El planeta central de esta civilización de pequeñas sondas inteligentes seria un superodenador y la comunicion seria mediante pulsos maser.

  7. Respecto de hallar artefactos alienígenas pululando por el Sistema Solar, a mí (personalmente) me encanta Cita con Rama. Muy anterior a algunas que habéis nombrado y… sospechosamente anticipada al extraño suceso del asteroide Oumuamuá.

    ¿Que si hay vida fuera del Sistema Solar? Sí, estoy convencido al 100%, y mucha.
    ¿inteligente? Buff, es mucho mas difícil, pero también hay muy altas probabilidades.
    Otro tema es, que nos hayan visitado y nos dejen post-it en la nevera espacial con algún mensaje crucial. No somos tan interesantes, me temo.

    Imaginad por un momento que somos nosotros los alienígena y descubrimos un planeta que tiene vida, y que uno de los bichos que hay en él, está evolucionando hacia la inteligencia y la tecnología. ¿Qué mensaje les dejaríamos? ¿qué se les puede decir?

    1. Interesante pregunta, pues conociendo como somos los humanos y nuestra historia pasada y que no somos muy benevolentes que digamos, diría que lo mas probable en caso de ese encuentro seria que los humanos dijeran «venimos en paz» y luego zas! esclavizan a los pobres e ingenuos alienígenas y se adueñan de cuanto recurso puedan, dejándoles a cambio, eso así, algo de conocimiento y tecnología que luego ya verán si les es útil o no.

    2. Pues por lo pronto, en las sondas Voyager por ejemplo, hemos dejado pistas de dónde está nuestro sistema solar, además de un boceto de quienes somos, en el lenguaje de las matemáticas, con referencia a magnitudes físicas y átomos que cualquier civilización inteligente debería poder descifrar (no se va al espacio o se mira hacia el cielo con telescopios si sabes matemáticas….).
      Mi punto es, no hace falta dejar un mensaje concreto, simplemente puedes dejar un «documento» que diga, estuve aquí y sé pensar, y si tú también puedes leer esto, bienvenido al club, no estás sólo.

  8. «Efectivamente, un cálculo rápido nos muestra que una civilización inteligente podría visitar todos los sistemas estelares de la galaxia en un plazo de cientos de millones o, a lo sumo, unos pocos miles de millones de años, siempre moviéndose a velocidades sublumínicas» Bueno ese cálculo rápido se debe referir sólo a cuanto tiempo llevaría recorrer X distancia en T tiempo a V velocidad, porque si tomamos como ejemplo nuestro caso sólo tenemos constancia de que una civilización con capacidad de viajar por el espacio puede durar al menos… 70 años. No hay ninguna evidencia empírica de que una civilización tecnológicamente avanzada (cualquiera sea su definición) puede durar siquiera 100.000 años ¿Y cuanto dura una especie? ¿Hay evidencias de algún genoma de un millón de años de duración? Creo que es más estimulante leer a Von Daniken que ponerse a buscar manchitas en fotos viejas 🙂

  9. La manera más eficiente de viajar por el cosmos es con un vehículo lo menos masivo posible y a velocidades no relativistas. Una civilización suficientemente avanzada controlaría la miniaturización. Para mí Oumuamua es demasiado grande. Una sonda del tamaño de 100 gramos 10 centímetros viajando 30.000 km/s sería casi indetectable. Podría completar un viaje interestelar en unos 100 años que no sería nada para una civilización de 1000 milllones a años de antiguedad.

  10. Aunque no se puede descartar que hubiera algo en órbita geoestacionaria es más probable -lo veo así al menos- que fuera un equivalente a chatarra espacial y cómo otros notan seguramente ya lo habríamos detectado.

  11. A mí lo que más me gusta es la idea de encontrar en los cometas exteriores actividad minera realizada por sondas de Von Neumann… respecto a esto, como ya muchos han comentado, la inestabilidad de la órbita en GEO hace que no sea una búsqueda interesante.

    También, más pronto que tarde, empezaremos a analizar atmósferas de exoplanetas, y será interesante ver si alguna de ellas tiene tecnomarcadores…

    1. Lo de poder detectar gases tecnomarcadores (aunque pienso más bien en contaminantes, algo poco apropiado para una civilización avanzada) siempre es algo que me ha llamado la atención.

  12. Que curioso y loco es que en la montaña que está en el centro del Cráter Tycho en donde fue encontrado el famoso monolito de 2001odisea del espacio en ese justo lugar en la sima de la colina se encuentra una gran piedra justo a donde dice la novela que estaba el monolito quien sabe si los ets dejaron un artefacto disfrazado como piedra en ese lugar demasiada coincidencia
    Daniel hizo una entrada sobre esa piedra hace un tiempo.

  13. Una civilización superavanzada es probable que haya dejado atrás su forma biológica. En realidad es tan avanzada que tiene un control absoluto de la ingeniería genética. Puede sintetizar vida y volver a su forma de hombrecillos verdes cuando quiera, clonar cualquier vida o inventar nuevas formas de vida. Una civilización superavanzada estará más basada en varios superordenadores quasi-omni-sapientes alimentados por enanas rojas. Un segundo de funcionamiento de estos ordenadores equivale a más pensamiento que todos los seres humanos de toda la historia. Esta civilización va a construir sondas de exploración que por eficiencia van a ser pequeñas como un telefono móvil moviéndose a velocidades subrelativistas. La civilización también puede ser más intervencionista que exploradora. Las sondas siguen siendo pequeñas pero con un aspecto más robótico. Pueden realizar minería, genética e industria en cualquier lugar. El tiempo no es un impedimiento para una civilización de 1000 millones de años. Explorar la Vía Láctea e incluso intervenir y construir fábricas e industrias o redirigir la evolución biológica en los planetas es cuestión de pocos millones de años.

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Por Daniel Marín, publicado el 1 noviembre, 2021
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