Más detalles de la base lunar ILRS de China y Rusia

Por Daniel Marín, el 17 junio, 2021. Categoría(s): Astronáutica • China • Luna • Rusia ✎ 81

El pasado marzo fuimos testigos del nacimiento del proyecto de la Estación Lunar Internacional de Investigación, a cargo de Rusia y China. En principio, y a pesar de los grandes titulares, el proyecto fue concebido como una iniciativa algo descafeinada en la que juntar, pero no fusionar, las diferentes propuestas de misiones lunares no tripuladas de ambos países. Pese a todo, no estaba muy claro si el proyecto se consolidaría o si quedaría relegado a un segundo plano en el plazo de unos meses. Hoy ya podemos decir que es lo primero, aunque con matices. Efectivamente, Roscosmos y la CNSA han presentado en San Petersburgo un plan más detallado de la estación lunar, denominada ILRS (International Lunar Research Station) en inglés, MNLS según sus siglas en ruso (Международная Научная Лунная Станция) o Guójì Yuèqiú Kēyán Zhàn (国际月球科研站) en mandarín.

A corto plazo, la «estación lunar» ILRS estará formada por misiones chinas y rusas no tripuladas independientes (CNSA).

El calendario del programa ILRS se divide en tres fases, de 2021 a 2025 —fase inicial—, de 2025 a 2030 —primera fase de construcción— y de 2030 a 2035 —segunda fase de construcción—. Las dos primeras fases, de 2021 a 2030, consistirán básicamente en que cada país continuará con su programa lunar por separado, pero, en vez de hacerlo de forma totalmente independiente, habrá cierto grado de colaboración entre las dos naciones (intercambio de datos, llevar instrumentos del otro país en misiones del otro, etc.). Esto quiere decir que las misiones Chang’e 6, 7 y 8 chinas y las sondas Luna 25, 26, 27 y 28 rusas se lanzarán de forma independiente, pero con algo de cooperación entre los dos países. Por tanto, y si leemos la letra pequeña, en realidad esto no supone un gran cambio, puesto que China y Rusia ya colaboraban con otros países en estas misiones. De hecho, este calendario supone retrasar unos diez años una colaboración más estrecha (y en una década pueden pasar muchas cosas).

Calendario y fases de misiones ILRS (CNSA).

Entre 2030 y 2035 está previsto el lanzamiento de cinco misiones, las ILRS-1 a ILRS-5 (MNLS-1 a MNLS-5 según las siglas en ruso). Estas misiones, no tripuladas, serán más ambiciosas y complejas, por lo que usarán los lanzadores pesados Larga Marcha CZ-9 chino y el Yenisey (STK) ruso. Estas cinco sondas incluirán rovers, misiones de retorno de muestras y tecnologías de aprovechamiento de recursos locales (ISRU). Más concretamente, ILRS-1 será un módulo chino de telecomunicaciones y para generar electricidad lanzado por un CZ-9, mientras que ILRS-2 despegará mediante un Yenisey e incluirá un rover para «probar tecnologías» y explorar «tubos de lava». ILRS-3 (ILRS-5 según otras fuentes) será un telescopio astronómico chino —un concepto muy interesante en sí, pero del que no se han ofrecido más detalles— e ILRS-4, una misión rusa, será un «módulo de investigación» con experimentos biomédicos y de retorno de muestras.

Las distintas misiones ILRS de 2030 a 2035 (CNSA).

Una vez más, y si atendemos a los detalles, vemos que los lanzamientos continuarán siendo independientes, así que, pese a la fusión de los nombres de las misiones, en realidad cada programa lunar seguirá su propio camino. El pasado marzo la cuestión sobre las misiones tripuladas quedó en el aire. Ahora sí que se mencionan, pero solo a partir de 2036. Una vez más, una fecha relativamente lejana que no compromete a nada, sobre todo teniendo en cuenta que China cuenta con poner en marcha elementos de su propio programa lunar tripulado a partir de 2025. Por otro lado, una novedad es que la localización de la base ya no tiene que ser necesariamente el polo sur y se barajan otras opciones como el cráter Aristarco o las colinas Marius (aunque también es posible que se envíen sondas a estas tres zonas).

Las distintas misiones ILRS formando la base lunar (CNSA).

Resumiendo, el proyecto de estación lunar ILRS/MNLS está aquí para quedarse y no se trata de un proyecto fugaz. Sin embargo, China mantiene sus reticencias a una mayor colaboración con Rusia en el ámbito espacial, aunque es posible que el éxito que está teniendo la NASA a la hora de sumar países para los Acuerdos Artemisa —que incorporan una interpretación unilateral de la legalidad internacional sin mediación de la ONU— haya empujado a Pekín a replantearse su cooperación con el país vecino, al menos en cuanto a los planes lunares se refiere, por temor a quedarse aislado. Rusia, por el contrario, apuesta con una colaboración mucho más intensa entre ambas naciones y, justo ayer, pudimos conocer la sorprendente noticia de que Roscosmos está estudiando la posibilidad de lanzar naves Soyuz tripuladas desde la Guayana Francesa para que se puedan acoplar con la estación espacial china (desde Baikonur o incluso Vostochni no es posible por la inclinación orbital de la estación china, de unos 42º). En este sentido, es llamativo que, por el momento, no se haya materializado un simple intercambio de tripulaciones para que cosmonautas rusos viajen en naves Shenzhou y astronautas chinos hagan lo propio en naves Soyuz, un gesto mucho más sencillo y barato de implementar que una base lunar.

Referencias:

  • https://www.roscosmos.ru/31503/
  • http://www.cnsa.gov.cn/english/n6465645/n6465648/c6812149/content.html
  • https://tass.ru/kosmos/11663851
  • https://tass.ru/kosmos/11657197


81 Comentarios

  1. Me parece bien la colaboración internacional pero no creo que Rusia sea un socios fiable ya que no se sabe que pasará con ese país despues que Putin muera podría desatarse un guerra civil y además creo que lo que menos quieren los chinos es un socio que no sabe organizar su programa espacial ya hemos visto que no son capaces de sacar adelante su propia cápsulas espacial para reemplazar a la vetustas soyus y no hablemos del festival de cohetes rusos (powerpoint puro y duró )

    1. Yo creo que el problema de Rusia, no es la organización. Sino que se plantean objetivos fuera de su alcance económico. Y por ello no salen de la fase powerpoint. Aunque quizás tienes razón : Rusia vive ‘nuevos’ tiempos de precariedad de mercado y mayor competencia (EEUU se come bastante mercado). Y si antes podía gestionar varios proyectos a la vez, su programa espacial ahora debería reducir objetivos y directamente que sean más modestos. Los powerpoints son baratos y supongo que dejará alguna ‘experiencia teórica de lo posible’. Pero a nivel de espaciotrastornado (nosotros), con cada proyecto presentado que no pueden llevar adelante, pierden credibilidad.

  2. Aunque la creciente hostilidad occidental hacia ambos países los ha forzado a ‘entenderse’ en muchos asuntos concretos, yo siempre he considerado que la Federación Rusa y la República Popular China, aparte de una desigualdad política y económico-financiera obvia, poseen intereses geopolíticos DIFERENTES, divergentes a la larga. Esta proyectada cooperación (o coordinación) en el ámbito espacial con el objetivo declarado de enviar misiones tripuladas a la Luna y construir una base lunar permanente, me parece, al igual que otros acuerdos de colaboración entre ambos países, muy vinculada a la tensa coyuntura actual y, por tanto, poco sólida y frágil. El calendario presentado ahora no deja de ser un esbozo muy preliminar. He visto calendarios de la NASA mucho más elaborados y detallados, y ¡cancelados por falta de financiación! Soy escéptico, lo confieso, PERO ojalá lo logren para beneficio mutuo y de toda la Humanidad.

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Por Daniel Marín, publicado el 17 junio, 2021
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