Lanzado el 18º satélite espía KH-11 (USA-314)

Por Daniel Marín, el 27 abril, 2021. Categoría(s): Astronáutica • Cohetes • Lanzamientos ✎ 113

Estados Unidos ya tiene otro gran satélite espía en órbita. El 26 de abril de 2021 a las 20:47 UTC la empresa ULA (United Launch Alliance) lanzó un cohete Delta IV Heavy desde la rampa SLC-6 de la Base Aérea de Vandenberg (California). La carga era el satélite militar USA-314, mientras que la misión era la NROL-82. Debido a su naturaleza militar, la naturaleza del USA-314 no se ha hecho público, más allá de que se trata de un satélite de la NRO (National Reconnaissance Office). No obstante, los analistas coinciden en que, casi con total seguridad, se trata de un satélite espía de reconocimiento óptico KH-11: un auténtico telescopio espacial que apunta a la Tierra. En concreto, se trataría del 18º satélite KH-11 lanzado desde 1976 (todos los lanzamientos de estos satélites han sido exitosos, salvo el del séptimo, que se perdió en 1985 por culpa de un fallo del cohete Titán 34D).

Lanzamiento del USA-314 (el fuego debido a la llama del hidrógeno siempre es un espectáculo en los lanzamientos de este lanzador) (ULA).

A nivel más especulativo, se cree que el USA-314 forma parte de la quinta generación de satélites KH-11. Se ha rumoreado que esta quinta generación podría ser bastante diferente a las anteriores debido a la elevada inclinación orbital del penúltimo KH-11, el número 17, que en enero de 2019 fue situado en una órbita de 74º. Sin embargo, observadores aficionados a lo largo de todo el mundo han confirmado que el USA-314 ha sido situado en la misma órbita que el USA-224, el 15º KH-11, que fue lanzado en enero de 2011 y que se halla en una órbita heliosíncrona de 98º de inclinación. Por este motivo, se piensa que el USA-314 debe sustituir al USA-224. Precisamente, hace dos años el USA-224 protagonizó un incidente en el que la administración Trump hizo pública una foto de este satélite en el que se veía un cohete Safir iraní tras explotar en la rampa. La resolución de la imagen era de unos 10 centímetros por píxel como mínimo, pero como fue tomada de forma oblicua —con el satélite formando cierto ángulo con respecto al nadir—, la resolución máxima de este satélite ronda los 6 o 7 centímetros por píxel.

Imagen filtrada por Donald Trump de la rampa del Centro Espacial Imam Jomeini tras la explosión de un cohete Safir tomada probablemente por el satélite USA-224, un KH-11 Block 4 (Donald Trump).

Estos datos son compatibles con un diámetro del espejo principal de 2,4 metros de diámetro, que es el tamaño del espejo de los primeros KH-11 Kennen.  Sabemos que este era su tamaño porque el espejo del Hubble tiene las mismas dimensiones y hay multitud de pruebas indirectas que indican que el diseño del Hubble y el tamaño de la óptica derivan directamente de los Kennen. Además, las dos ópticas completas de satélites espías que la NRO regaló en 2012 a la NASA tenían un espejo de 2,4 metros. Estas ópticas se iban a utilizar probablemente en satélites del programa EIS (Enhanced Imaging System), una versión de los KH-11 —quizá la tercera generación— con un campo de visión mucho más amplio. Una de estas ópticas se usará en el telescopio espacial de la NASA Nancy Grace Roman (WFIRST), si no es cancelado antes, mientras que la otra se quedará en tierra para siempre por falta de presupuesto (sí, se ve que hay dinero de sobra para lanzar muchos telescopios espaciales que apunten al suelo, pero no para los que apuntan en el otro sentido). A partir del sexto KH-11, lanzado en 1984, se introdujo el nombre en código Crystal para los KH-11 (a veces a los KH-11 lanzados a partir de 1992 se les denomina de forma alternativa Advanced Crystal). Por supuesto, es posible que el tamaño real del espejo de los últimos Crystal no sea de 2,4 metros, sino ligeramente más grande o más pequeño —la diferencia no puede ser muy elevada, en cualquier caso—, aunque resulta lógico suponer que se ha mantenido el mismo tamaño por motivos de coste y calibración.

KH-11 KENNEN_01
Posible aspecto de un KH-11 Kennen (Giuseppe de Chiara).

A pesar de su gran espejo, los KH-11 Crystal no son mágicos. La resolución máxima que puede alcanzar un satélite depende de solo dos parámetros: su altura orbital y el tamaño del espejo. Si situamos el satélite en una órbita muy baja tendremos una resolución mayor, pero, por contra, el rozamiento atmosférico obligará a que gastemos mucho combustible para mantener la altura de la órbita, limitando la vida útil. Además, con una órbita más alta podemos cubrir una mayor superficie en cada pase orbital. Por estas razones, los KH-11 suelen estar situados en órbitas de compromiso, con un perigeo de 250 kilómetros y un apogeo de unos mil kilómetros.

Posible aspecto de un KH-11 basado en una imagen del Hubble (Wikipedia).

Estados Unidos es el único país que tiene en servicio satélites de reconocimiento óptico tan grandes. Solo China se ha acercado recientemente, con satélites como el Gaofen 11-02, dotados de un espejo que se cree que ronda los 1,7 metros de diámetro (aunque los Gaofen son satélites civiles, evidentemente esta tecnología se puede poner en práctica en la serie de satélites militares Yaogan). Pero la iniciativa privada está avanzando a gran velocidad y ya hay satélites comerciales dotados de espejos de más de un metro de diámetro (por ejemplo, los WorldView de Maxar tienen 1,1 metros). El coste de mantener una constelación de telescopios espaciales gigantes como los KH-11 —al que hay que sumar el coste de la red de satélites Quasar destinados a retransmitir los datos de los KH-11— es gigantesco. Por ese dinero se pueden tener muchos satélites más pequeños con casi la misma resolución. ¿Compensa este enorme precio el poder disponer de imágenes con una resolución de 6 centímetros en vez de 50 centímetros como las que obtienen los satélites comerciales? Puede, pero cada vez menos. Es posible que, a pesar de atraer toda la atención de los medios, la época dorada de los KH-11 ya haya pasado (naturalmente, eso no quiere decir que EE.UU. vaya a renunciar a esta ventaja estratégica a corto plazo).

Emblema de la misión (NRO).

Por otro lado, este ha sido el 13º lanzamiento de un cohete Delta IV Heavy, el segundo cohete estadounidense —y del mundo— más potente en servicio, capaz de colocar casi 29 toneladas en órbita baja. Aunque el Falcon Heavy supera ampliamente esta cifra —puede situar hasta 63,8 toneladas en órbita baja—, el Delta IV Heavy tiene el dudoso honor de ser el lanzador en servicio más caro del mundo, con un precio por lanzamiento de 350 millones de dólares, aunque en las misiones de la NRO el coste puede alcanzar los 600 millones (!). En principio, solo quedan tres lanzamientos adicionales antes de que este vector sea retirado en favor del Vulcan. Precisamente, en estas misiones se pondrán en órbita un satélite KH-11 y otros dos satélites espías Orión, dotados de enormes antenas capaces de interceptar todo tipo de comunicaciones.

Llegada a Vandenberg del barco RocketShip con el Delta IV Heavy:


Traslado del cohete a la rampa SLC-6 (construida originalmente para el transbordador):

Integración con la carga útil:

El cohete en la rampa:

Lanzamiento:

sas



113 Comentarios

  1. DEP sr Collins, llegó a donde pocos llegaron y ninguno fue (mucho) más lejos.
    Representante de una época en donde el ser humano no tenía miedo a ir donde parecía imposible y hacer lo necesario para lograrlo. Yo no vi los viajes a la Luna y pensaba que nunca lo vería, hace 10 años el panorama era desolador. Por fortuna parece que el ser humano vuelve a tener parte del impulso de esos tiempos.

    1. Joer, manda cojones la pataleta…
      En aspectos técnicos puede haber discusión.
      Pero que Bezos no sepa que la gente compra en Amazon porque pone el precio más barato que otros es de traca.
      Quejarse de que les podían haber dicho que su precio era muy alto y entonces lo hubieran bajado es de risa en boca de uno de los hombres más ricos del mundo gracias a, precisamente, ofrecer precios más bajos que su competencia.
      Y quejarse de monopolio cuando te estás presentando a un concurso público en el que se ofrece la posibilidad de ganar un contrato a cualquiera que quiera y pueda…en fin.
      También es de risa que se queje de monopolio y de pérdida de tejido empresarial quién con su empresa Amazon ha destrozado el tejido comercial de las ciudades y hecho desaparecer miles o millones de negocios con los trabajos que conllevan.
      Soy yo el GAO y en la respuesta negativa le pongo de vuelta y media.

      1. Sus comentarios acerca de la base de proveedores que se quedan sin poder chupar del bote resultan grotescos. Es un mensaje sutil dirigido al Congreso. Les está diciendo: dadme el contrato y subcontrataré a vuestros proveedores protegidos.

        Sus quejas acerca de la integración vertical empresarial de SpX lo dejan a la altura del betún: Jeff no es más que un lacayo de la mafia de Alabama. Para Jeff, alimentar a una serie de proveedores (de costes abusivos) supone un plus a nivel lobbístico, le hace quedar bien con el Congreso y con el senador Shelby (ante el que Jeff se ha postrado servilmente).

        Y cualquier posibilidad de que Blue Origin sea una empresa dedicada a reducir los costes, se esfuma ante ese comentario. Si Jeff se propusiera realmente reducir los costes de acceso al espacio, no defendería el modelo de «contratar a los proveedores recomendados por el Congreso» en detrimento de la integración vertical empresarial. Ahí Jeff ha demostrado que sólo aspira a ser una pieza principal en un engranaje dedicado a exprimir los fondos públicos.

        Como dice un internauta en SN: «Jeff Who es una serpiente»

        Si Blue se conforma con pagar lo que le pidan los «proveedores recomendados», despreciando la fabricación propia, nunca será una empresa de bajos costes. Que nadie se haga falsas ilusiones. Jeff admira a las empresas clásicas del Old Space y aspira a trabajar con ellas y a que Blue sea como ellas.

        Parece que Jeff está rabioso. Se había auto-convencido de que iba a ganar, y su camarilla ya debía estar felicitándole desde que ganó la Fase 1 del programa.
        Blue se ha quedado sin contratos públicos que apoyen su progreso. Ni CCtCap, ni NSSL ni HLS. A Blue sólo le quedan los contratos comerciales que pueda conseguir el New Glenn para subsistir durante los próximos años, más la calderilla que saquen del turismo suborbital con el Old Shepard. Y los motores que vendan a ULA.
        Seguro que Jeff esperaba algo muy distinto a estas alturas, pero la realidad es que Blue seguirá siendo un simple comparsa durante años.
        Si Blue Origin aspira a ser alguien en el mundo espacial, más le vale espabilarse y demostrar sus capacidades, seguir su propio camino, y dejar de esperar que el gobierno le lleve de la mano. También necesita un liderazgo real.

        Por cierto…¿qué demonios se supone que han hecho con los 500+ millones de la Fase 1? SpX ha sacado petróleo de sus 135 millones.

        *****

        Un comentario de Internet:

        «Mi parte favorita de ese tweet es que dice que Bezos considera que anular los resultados de la decisión de la NASA es una «máxima prioridad» para Blue Origin. Tal vez debería imaginar qué habría pasado si llegar a órbita hubiera sido su «máxima prioridad», o tal vez construir un lander verdaderamente innovador y no un recauchutado completo de Apollo construido con los mismos contratistas.

        A veces me pregunto si todo este asunto es simplemente un viaje de ego nostálgico para él. ¿Recordáis cuando sacaba motores F-1 [de los Saturno V] del océano?
        Realmente siento que él ve el programa Apollo como la cúspide del vuelo espacial, y dada la oportunidad de construir un lander lunar, no puede imaginar hacerlo de otra manera.
        Siempre me he preguntado por qué era tan importante para él ir a la luna en primer lugar. Sus objetivos son millones de personas viviendo y trabajando en el espacio. Piensa que la colonización planetaria es una pérdida de tiempo.
        Entonces, ¿por qué desviarse con un lander lunar cuando el cohete pesado que necesita para comenzar a trabajar en esas estaciones espaciales gigantes de las que no deja de hablar se retrasa cada vez más? Parece un poco tonto.»

        Estoy de acuerdo. Parece que el sueño de Jeff es repetir las misiones Apolo 60 años después.

          1. Cabo de ver un anuncio de Amazon en la tele que decía: «Precios bajos* todos los días»…jajajaja
            Debajo en muy pequeño ponía:
            *Excepto en landers lunares.

  2. Muchas gracias Daniel por esta entrada! Y que bonito es el Delta IV Heavy! Me encanta!! Y el parche de la misión también está chulísimo!!

    Daniel hay un typo en la frase siguiente, pone WFRIST en vez de WFIRST: «Una de estas ópticas se usará en el telescopio espacial de la NASA Nancy Grace Roman (WFRIST), si no es cancelado antes…»

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Por Daniel Marín, publicado el 27 abril, 2021
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