La misión Shuttle-Salyut que nunca fue

Por Daniel Marín, el 17 julio, 2020. Categoría(s): Astronáutica • Historias de la Cosmonáutica • NASA • Rusia ✎ 80

Estos días celebramos el 45º aniversario de la misión Apolo-Soyuz, la única ocasión en la que las dos superpotencias enfrentadas durante la Guerra Fría colaboraron en un vuelo espacial tripulado. Apolo-Soyuz se convirtió en una exótica iniciativa puntual que no tuvo continuidad, pero no tenía porque haber sido así. Ya antes de que la misión tuviese lugar en 1975, los dos países discutieron una posible prolongación del programa, aunque la NASA dejó claro que en cualquier colaboración posterior tendría que emplearse el transbordador espacial. La misión Apolo-Soyuz (ASTP) había sido el canto del cisne del programa Apolo y la NASA quería pasar página cuanto antes para centrarse en el futuro, que en esos momentos pasaba por el shuttle. En realidad, ya en 1970 la NASA había considerado la posibilidad de emplear el transbordador en una misión espacial con la Unión Soviética como una de las opciones mientras planificaba la misión Apolo-Soyuz. Esta opción se propuso en el caso de que la misión entre los dos países se retrasase a finales de la década, pero en esa época el resto del mundo no sabía que la URSS estaba preparando las estaciones espaciales Salyut (de tipo DOS), cuyo primer ejemplar —la Salyut 1— sería lanzada en 1971. Una vez la NASA conoció la existencia del programa Salyut, se sugirió emplear una estación de este tipo en una misión conjunta, aunque los soviéticos rechazaron la propuesta en 1973.

El transbordador Atlantis acoplado con la estación Mir en 1995 durante la misión STS-71 visto desde la Soyuz TM-21. Una estampa parecida hubiera podido suceder una década antes (NASA).

Por este motivo, estaba claro que la siguiente misión entre EE.UU. y la URSS tras el Apolo-Soyuz debería ser una misión Shuttle-Salyut (la otra combinación posible, una misión Shuttle-Soyuz, no se contempló seriamente por el tamaño desproporcionado del transbordador comparado con la pequeña Soyuz, algo que no hubiese quedado muy bien desde el punto de vista diplomático). En 1974, un año antes de la misión ASTP (EPAS para la URSS), las dos potencias llevaron a cabo una reunión para discutir planes de futuro conjuntos en el espacio. La parte soviética estuvo representada por Mstislav Keldysh, el presidente de la Academia de Ciencias de la URSS. Keldysh había participado en multitud de foros internacionales y en Occidente muchos pensaban que jugaba un papel central en el programa espacial soviético. En realidad, Keldysh había sido elegido por el Kremlin para ser la cara visible del esfuerzo espacial de la URSS, pero lo cierto es que jugaba un papel poco relevante en el mismo. Fuera de la URSS nadie sabía que el programa espacial soviético era un enrevesado conglomerado dominado por las poderosas oficinas de diseño y algunas organizaciones gubernamentales como la Comisión Militar-Industrial (VPK) o el MOM, el «ministerio del espacio» (aunque en honor a la verdad, hay que añadir que Keldysh no era un simple figurante y tenía influencia en algunas áreas del programa espacial).

Misión Apolo-Soyuz (Roscosmos).

Keldysh contactó con George Low, el vice administrador de la NASA, y se llegó a hablar de la construcción de una estación espacial internacional entre las dos superpotencias, aunque por la parte soviética no se ofrecieron muchos detalles técnicos (detalles que Keldysh tampoco estaba en disposición de dar aunque hubiese querido). En cualquier caso, la construcción de una estación internacional debería pasar primero por alguna misión conjunta entre el transbordador y una estación Salyut. El problema es que, una vez más, había disponibles muy pocos detalles técnicos procedentes de la URSS. El motivo principal de esta sequía informativa es que la URSS no quería revelar que, en realidad, bajo el programa Salyut se estaban lanzando estaciones civiles de tipo DOS —como la Salyut 1 y la Salyut 4— a cargo de la oficina de diseño NPO Energía (antigua OKB-1 de Koroliov), junto con estaciones militares OPS del programa Almaz (como la Salyut 3 y la Salyut 5), construidas por la oficina de diseño de Vladímir Cheloméi. Por supuesto, los servicios de inteligencia de EE.UU. ya habían identificado la naturaleza militar de las OPS, pero desconocían hasta qué punto su diseño era diferente al de las DOS y la URSS no estaba dispuesta a ayudarles en esta tarea de investigación. Pero, más allá de esta reticencia a ofrecer datos técnicos, la parte soviética era en esta fase la que se mostraba más entusiasmada ante una posible continuación del programa Apolo-Soyuz.

Recreación del acoplamiento de una Soyuz con la Salyut 1 (Roscosmos).

En 1977 y 1978 los contactos entre los dos países se intensificaron y todo parecía indicar que se lograría firmar un acuerdo de cooperación para llevar a cabo varias misiones espaciales conjuntas. Se habló incluso de realizar alguna misión Spacelab en colaboración con la URSS. El Spacelab era un laboratorio desarrollado inicialmente por la Agencia Espacial Europea que viajaría en la bodega de carga del shuttle para realizar experimentos de todo tipo en microgravedad. Además de las misiones Spacelab con la ESA, la NASA acordó misiones con países concretos, como Alemania (Spacelab-D) o Japón (Spacelab-J), además de otras que nunca se llevaron a cabo (como el Spacelab-F con Francia). No obstante, los detalles de esta posible misión SPacelab con la URSS no se llegaron a concretar, más allá de que podría haber estado centrada en experimentos biológicos, de tal forma que sirviese como contrapartida a la colaboración de la NASA en el programa de satélites científicos soviéticos Bion (de hecho, la colaboración en el programa de satélites biológicos Bion había comenzado en 1975 como consecuencia de los acuerdos alcanzados entre los dos países de cara a la misión Apolo-Soyuz). Curiosamente, nadie sabía por entonces que la URSS estaba desarrollando su propio transbordador espacial dentro del marco del programa Energía-Burán y que, como parte del proyecto, estaba previsto lanzar módulos científicos 37KB en la bodega de carga (eso sí, estos módulos se acoplarían directamente a una estación espacial y no disponían de acceso directo desde la cubierta de vuelo).

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Recreación del transbordador soviético Burán acoplado con el módulo Kristall de la Mir en la misión 2K1. En la bodega se aprecia el módulo 37KB.

No obstante, a mediados de 1978 la situación había dado un giro de 180º. El recrudecimiento de las hostilidades entre las dos potencias en varios puntos del globo estaba enfriando de manera acelerada las relaciones bilaterales, sobre todo a raíz de la intervención militar de la URSS en Afganistán en 1979. Ahora eran miembros del Pentágono y del gobierno estadounidense los que expresaban su preocupación acerca de la transferencia de tecnología a la URSS (al fin y al cabo, el shuttle había sido desarrollado en colaboración con el Departamento de Defensa con el objetivo de realizar todo tipo de misiones militares). El retraso del primer lanzamiento del Columbia tampoco ayudó a mejorar el panorama (originalmente, el shuttle tenía que haber despegado por primera vez en 1979, pero el vuelo inaugural se retrasó a 1981). Del lado soviético, el lanzamiento de la Salyut 6 en 1977 supuso un cambio de paradigma. Esta estación DOS de tercera generación incluía dos puertos de atraque, lo que permitía el relevo rutinario de tripulaciones que viajaban a la estación a bordo de naves Soyuz. Esta característica de diseño, junto con la introducción en 1978 de las naves de carga Progress y la nueva generación de naves tripuladas Soyuz T, permitió que la Unión Soviética llevase a cabo misiones espaciales cada vez más ambiciosas y de mayor duración. La puesta en marcha ese mismo año del programa tripulado Interkosmos con países del bloque soviético hizo que la colaboración con EE.UU. pasase a un segundo plano. A diferencia de las misiones conjuntas con la NASA, en Interkosmos la URSS jugaba un papel de absoluto protagonista, y todo por una fracción del coste de un programa realizado en colaboración con EE.UU.

Recreación de un transbordador acoplado a una estación DOS de tercera generación (Salyut 6/7) (NASA).

Aunque los contactos bilaterales continuaron, la posibilidad de una misión conjunta fue disminuyendo poco a poco. En 1981 Ronald Reagan, que abogaba por una política exterior mucho más agresiva contra la URSS, fue elegido presidente, dando al traste con cualquier posible misión entre los dos países a medio plazo. En 1984 la estación espacial Salyut 7 experimentó una serie de problemas que la pusieron al borde de quedar inutilizada. Aprovechando la situación, Reagan ofreció a la URSS una «misión de rescate» del transbordador para reparar la estación, pero se trató más bien de un intento de humillar a sus rivales que otra cosa. Ni que decir tiene, la «propuesta» no fue sopesada seriamente al otro lado del telón de acero. De hecho, la sugerencia de Reagan fue interpretada en los sectores más paranoicos del Kremlin como un intento de EE.UU. por crear una tapadera para «robar» la estación espacial —en plan Proyecto Azorian— y traerla a tierra para analizar su tecnología. Como resultado, a día de hoy persiste cierta mitología en Rusia sobre este intento —totalmente inexistente— de hacerse con la Salyut 7 (es imposible «robar» un satélite en secreto y, además, hubiera supuesto un acto de guerra). La caída de la Unión Soviética en 1991 permitió un acercamiento entre Rusia y EE.UU. que se consolidó dos años después con la firma del proyecto de la Estación Espacial Internacional (ISS). Una primera fase de este proyecto pasaba por llevar a cabo varias misiones entre el transbordador y la estación espacial Mir, cuyo módulo central era una estación de tipo DOS de cuarta generación muy similar a las Salyut civiles. En junio de 1995 el transbordador Atlantis se acopló por primera vez con la Mir durante la misión STS-71. Pero, si las cosas hubiesen sido un poco distintas, esta misión podía haber tenido lugar en los años 80.

Tom Stafford y Alexéi Leónov se dan la mano durante la misión Apolo-Soyuz de 1975 (NASA).

Referencias:



80 Comentarios

      1. Qué tal Daniel?
        Con los números me hiciste acordar a un chiste que me contaron en la semana, te lo comparto para alegrarte un poco el momento y para regalarte algo ya que el que siempre regala artículos sos vos.

        Lo podemos llamar:
        El Código Secreto de Los ingenieros aeroespaciales Chinos.

        Dos ingenieros aeroespaciales chinos que estaban de viaje de negocios en España, decidieron ir a un table dance y deleitar sus pupilas con la belleza de las mujeres occidentales.
        Siendo empresarios y para no pagar la entrada en vano, acordaron que solo uno de ellos iba a entrar y dependiendo cómo estuviera el ambiente, le avisaría al otro por medio del mesero.
        Cuando entró, el hombre quedó maravillado con el lugar, las generosas mujeres y además el lugar ofrecía barra libre.
        Después de una hora, finalmente decide enviarle a su amigo una nota con el mesero que decía: 61, 31, 41, -:- + 31 + 41, 20, 20, 20.
        Cuando el amigo vio esto, entró corriendo al lugar.
        El mesero se quedó sorprendido, no podía comprender cómo con tan sólo números el hombre había entendido perfectamente el mensaje, pensó que porque eran ingenieros.
        Pero decidió preguntarles para no quedarse con la duda, a lo que respondieron: ah! mul sencilo: 61, 31, 41, -:- + 31 + 41, 20, 20, 20:
        «se senta uno, tenta uno, calenta uno, entle mas tenta uno, mas calenta uno… vente, vente, vente».

          1. Regracias Policarpo (tocayo Rafael). Me agarró algo de bajón poque nadie dijo nada, ja, ja. Dije: o es muy malo o me redesubiqué con el Blog. Gracias Poli !

            Me levantas la autoestima, ja, ja.

          1. es que soy muy despistado y soy de los que duda de todo a toro pasado, a veces hasta pienso hacer cosas que al final no hago, pero en mi cabeza están hechas. En este caso, me acordaba bien, porque me extrañó y me hizo mirarlo en una segunda «fuente» 😉

    1. Rizando el rizo… después del acoplamiento con la Salyut sí que se podría haber intentado el acoplamiento con la Soyuz (a su vez tras desacoplarse de la Salyut).
      Ya no tendría efectos negativos a nivel mediático, ya que sería un momento secundario, pero quizá hubiera tenido efectos prácticos en posibles emergencias.
      Evidentemente son todo distopías.

      Se le echa de menos al transbordador… malditas espumas y…

  1. ¿Esa fue la época en que las personas dejaron de tener miedo y dejaron de mirar al cielo? ya no tenían razón para esperar que les cayera una bomba atómica desde el espacio, el presupuesto de la NASA y agencias espaciales dejó de ser prioritario.

    1. Yo de niño pensaba que se llamaba Guerra Fría porque en caso de ataque, los misiles de una superpotencia a otra pasaban por el polo norte. Era lo bastante inteligente para saber eso pero no para entender una simple metáfora, qué cosas.

  2. Qué tamaño el del transbordador comparado con la Mir.!!!
    ¡¡¡ Era un 737-700 en órbita !!! (al menos, en largo total).
    Impresionante !!!

  3. Hay una pelicula rusa (medio pelo) donde el transbordador se acerca, y luego se aleja de la salyut, una vez que la repararon (basado en un hecho real, pero la parte del transbordador es puramente ficticia)

      1. Yo le doy 1 pelo entero. Desde lo visual esta mas que pasable. El problema seguramente esta (igual que en el 99.99% de las peliculas) en el argumento.

        1. Descuida, estaba todo previsto.
          En caso de necesidad, «el ángel verde» proveerá
          ¿Es que tengo que explicarlo todo? 🙂

          Que sí, que NO es Apollo 13, es una aventura espacial inspirada que NO basada en hechos reales, un pelín de suspensión voluntaria de la incredulidad no hace daño 😉

      1. Sigue al conejo rojo… actualmente está en la casilla 15 de la página 1 de la pastilla roja pochimatrixiana enlazada en el comentario 1 del hilo 2 de la página 1 de comentarios de la presente entrada…

        Vale, podría haberlo hecho menos enrevesado… podría haber enlazado directamente dicha entrada… como la escena enlazada 3 comentarios más arriba… pero entonces evidentemente el juego no tendría gracia 🙂

  4. Lo que hubiera tenido su lógica era unir las Salyut 6 y 7 con el Skylab* entre 1977-1986 (hasta que Reagan hubiera logrado su objetivo de provocar una ruptura en forma de Mir y Shuttle-Spacelab entre 1986-1995); contando con los retrasos, fallos y desastres reales de los programas Salyut, Soyuz y Shuttle; reemplazando unos módulos-estación Salyut por los otros acoplados con el Skylab, junto con módulos temporales TKS y Spacelab en los respectivos segmentos.

    Teniendo así la URSS un refuerzo en el Skylab ante incidentes como el de la Salyut 7 de 1985. Excluyendo de esta ventaja las estaciones militares Almaz y las naves Soyuz a estas, por cuestiones de seguridad nacional soviética.

    Mientras que EE.UU. hubiera conseguido la continuidad del programa Skylab sin la nave Apolo, evitando la reentrada descontrolada de la estación en 1979 y utilizando asientos en naves Soyuz entre 1974-1981 (5 años) hasta la llegada del Shuttle** (como se ha hecho entre 2011-2020 (9 años), ante la retirada del Shuttle y la tardía entrada en servicio de la Starliner y la Crew Dragon).

    Ambo países podrían haber practicando experiencias de unión Soyuz-Shuttle como práctica de emergencia internacional*** durante los transbordos con el complejo Salyut-Skylab (similar a experimentos como el Znamya ruso en las próximidades de la Mir) con vistas a nuevos incidentes de sus naves, como acabaría ocurriendo en 2003 con el Columbia; y de cara a sus respectivos desarrollos públicos y reservados de los transbordadores Shuttle y Buran:

    – A la URSS le hubiera interesado esta experiencia por ahorrarse la Soyuz TM-16 y tener más elementos del Buran acabados cuanto antes y acortando su retraso frente a EE.UU. en este campo; conociendo a fondo el Shuttle, a costa de esta pequeña humillación de ser el país con la nave más pequeña.

    – A EE.UU., dado que sabían a nivel interno la nave tan peligrosa que manejaban, les hubiera dado la falsa seguridad de disponer de algún sistema de evacuación para el Shuttle; además de subirles el ego la foto del Shuttle acoplado a la Soyuz.

    * https://danielmarin.naukas.com/2009/09/06/la-primera-estacion-espacial-internacional/
    **https://danielmarin.naukas.com/2015/05/20/mision-rescatar-el-skylab-con-el-transbordador-espacial/
    ***https://danielmarin.naukas.com/2018/05/09/tsup-tenemos-un-problema-soyuz-al-rescate-del-buran/

    CRONOLOGÍA DISTÓPICA:

    1974 – Skylab-4 (última misión de la nave Apolo a la estación Skylab).
    1975 – Programa Apolo-Soyuz.
    1977 – Lanzamiento y acoplamiento de la Salyut 6 al Skylab, comienzo del complejo del programa Salyut-Skylab.
    1977-1981 – Acoplamientos con tripulación internacional (soviética, estadounidense, checoslovaca, polaca, alemana oriental, búlgara, húngara, vietnamita, cubana, mongola y rumana), suministros y nuevos elementos temporales del segmento soviético de las naves Soyuz y Progress y el módulo TKS-1.
    1981 – Primeros vuelos del Shuttle STS, abriendo el paso al acceso de tripulaciones desde Cabo Cañaveral al complejo Skylab-Salyut, hasta ese momento realizado desde Baikonur (America Launch-1981).
    1982 – Desacoplamiento de la Salyut 6-TKS-1, en vuelo autónomo hasta reentrar. Lanzamiento y acoplamiento de la Salyut 7 al Skylab.
    1982-1986 – Vuelos de los Shuttle STS, las Soyuz T, las Progress y los TKS-2 y 3 con tripulación (estadounidense, soviética, alemana occidental, francesa, india, saudí, holandesa y mejicana), suministros y nuevos elementos temporales a la estación internacional. En 1983 vuela por primera vez el módulo Spacelab (europeo-estadounidense) con el Shuttle, entre 1983-1986 se acopla el Spacelab como un módulo temporal, cual TKS soviética, al segmento estadounidense del complejo Skylab-Salyut.
    1986 – Abandono de la Skylab-Salyut por aumento de tensiones entre la URSS y los Estados Unidos. La Salyut-7 continua en vuelo autónomo hasta reentrar en 1991, se organiza la reentrada del Skylab. También se lanza el primer módulo de la estación espacial soviética Mir, completada en 1996.
    1986-1995 – Programas paralelos Mir y Shuttle-Spacelab.
    1988 – Primer y único vuelo del Buran en modo automático.
    1991 – La Salyut-7 reentra en el caos post-soviético.
    1991-1992 – Fin del programa espacial soviético, surge el programa espacial ruso.
    1993 – Fin del programa Buran.
    1995-1997 – Programa Shuttle-Mir. Vuelta a la colaboración, ahora de ruso-estadounidense.
    1998-… – Programa internacional ISS.
    2001 – Reentrada controlada de la estación rusa Mir.
    2003 – Dadas las experiencias de acoplamiento Shuttle-Soyuz, se propone la opción de rescatar a la tripulación no esencial para la reentrada del Columbia en su funesta misión STS-107 con Soyuz rusas dotadas de APAS-75/89/95.
    2011 – Fin del programa Shuttle.
    2020 – Primer vuelo de la Crew Dragon.

    1. Primero dejamos de poder ir a la luna.
      Luego dejamos de poder mandar personas al espacio (desde EEUU)
      y a la vez dejamos de poder reparar el Hubble, p.ej.

      No obstantes los precios han ido haciéndose más grandes con el tiempo. Los desarrollos y retrasos más largos.

  5. Pues en unos días, el 2 de Agosto, vuelve a la Tierra la DM2 con los astronautas Hurley y Behnken.

    Se da la circunstancia de que la última vez que un astronauta americano besa el océano, fue precisamente
    en la misión Apolo-Soyuz cuando Stafford, Slayton y Brand amerizaron en el Atlántico.

  6. Da ganas saber cómo uniera sido el futuro de la exploración espacial si estás colaboraciones unieran continuado pero desgraciadamente primo la intolerancia típica de los republicanos ojalá EEUU haga más colaboraciones con china y Rusia en la exploración espacial por el bien de la humanidad 😔
    PD : que paso con el lanzamiento de la sonda de los emiratos árabes unidos programado para ayer ??

  7. un pensamiento mio:
    si lo invertido en el telescopio espacial James Webb (con nuevo retraso) en otros proyectos ‘costosisimos’ hubiera alcanzado para una sonda-orbitador a Neptuno, otra a Urano y otra a Venus, y sobraría plata para otra.

  8. si lo invertido en el telescopio espacial James Webb (con nuevo retraso) se hubiera invertido en otros proyectos ‘costosisimos’ hubiera alcanzado para una sonda-orbitador a Neptuno, otra a Urano y otra a Venus, y sobraría plata para otra.

      1. No hay otra cosa equivalente al Webb. No queda otra que esperar.
        Pero me pregunto ¿Por qué no las harán de 3 en 3? Por lo menos. Vamos a tirar más de una década de desarrollo, y 10.000 millones de $ si algo sale mal durante el lanzamiento? No entiendo los riesgos. Es que luego está el tiempo de telescopio : no va a haber para todos.
        Y luego habrá otro Luvoir que de entrada será más caro, si no recuerdo mal. Son 20 años de desarrollo + sobrecostes + años de observación para ver resultados

          1. Aquí van 3 propuestas en ese sentido:

            nautilus-array.space

            techcrunch.com/2019/01/04/swarms-of-tiny-satellites-could-act-like-one-giant-space-telescope

            universetoday.com/139566/instead-of-building-single-monster-scopes-like-james-webb-what-about-swarms-of-space-telescopes-working-together

            Ahora bien, todo muy lindo… pero no me queda nada claro cómo infiernos piensan hacer la correlación interferomértica de los datos… porque en radio es una cosa… pero en infrarrojo y visible (y de UV para arriba ya nada) es otra cosa muy distinta… hacerlo en tiempo real requiere una precisión exquisita y un ancho de banda + poder de cómputo monstruosos… y hacerlo a posteriori requiere una capacidad de almacenamiento monstruosa…

          2. Hop. Pelau, yo creo que la interferometria UV, visible, infrarroja no necesita de computación de ningún tipo… precisamente porque la interferencia es física, directamente medible y no ocurre en supercomputadores, como en radio.

            Nota: prefiero lidiar con supercomputadores a tener que hacer coincidir dos rayos de luz de forma coherente…ojalá un día inventen algo.

          3. La interferencia es física en un caso como este…
            https://www.eso.org/public/chile/teles-instr/paranal-observatory/vlt/

            Pero en el caso de un array de telescopios espaciales… ¿cómo hacemos para que la luz colectada por cada telescopio recorra exactamente la misma distancia hasta el integrador donde se interfiere físicamente?

            ¿Mediante un complejo sistema de espejos compensadores como el del VLT? ¿Te parece eso factible para un enjambre de satélites que, además, supuestamente son baratitos?

            ¿Mediante fibra óptica, atando el enjambre de satélites cual telaraña orbital? Yo es que flipo.

            ¿Digitalizando la luz colectada y transmitiéndola por radio o láser al integrador? Ahhh, pero ahí la interferencia ya no es física y tenemos los otros (¡ejem!) «problemitas»…

          4. Ya, Pelau, pero ¿cómo puedes digitalizar luz UV-vis-IR? quiero decir, manteniendo la fase, como en radio. Yo llevo milenios a que algo así ocurra. Por eso dije que prefiero lidiar con los supercomputadores a con los complejos transportes y ralentizaciones de los haces de luz de cada telescopio. Porque la interferometría en modo heterodino en luz UV-vis-IR es ciencia ficción… el problema de los supercomputadores aplicado a eso, significaría que se habría hecho realidad, daría botes de alegría. Pero claro, no lo veo. Así que toca lidiar con espejitos (al menos en el espacio estamos en el vacío)
            http://www.eso.org/~hukaufl/REPRINTS/GliKau_Proc.pdf
            (eso que he enlazado es del 2006, todavía estoy sentado esperando algún mínimo avance…)

          5. ¿Cómo puedes digitalizar esa información? Pues muestreándola en tiempo real al ritmo de la frecuencia de esa luz… lo cual requiere de un hardware conversor analógico-digital rapidísimo que a día de hoy no existe y que yo sepa va a seguir sin existir por un buen rato.

            Y si un tal conversor analógico-digital rapidísimo existiera… requeriría de un ancho de banda monstruoso para transmitir los datos digitalizados… y de un poder de cómputo monstruoso para procesarlos en tiempo real o de una capacidad de almacenamiento monstruosa para procesarlos en diferido.

            Para frecuencias bajas (radio) podemos hacerlo, pero por lo pronto de IR para arriba es ciencia ficción. Justamente, estos son los (¡ejem!) «problemitas» a los que me refiero.

            Eso en cuanto a la posible «solución digital». En cuanto a la posible «solución analógica» al estilo VLT o del paper que enlazaste… aplicada a un array de telescopios espaciales… pues por lo pronto también es ciencia ficción.

            ¿Entiendes ahora por qué dije esto?… «todo muy lindo… pero no me queda nada claro cómo infiernos piensan hacer la correlación interferomértica de los datos… porque en radio es una cosa… pero en infrarrojo y visible (y de UV para arriba ya nada) es otra cosa muy distinta…»

          6. Hummm…. Pelau, no estoy muy seguro, si estamos hablando de lo mismo ¿tú te refieres a algo como esto? Con respecto a la digitalización, digo. Pero ese camino, que nos lleva a la interferometría de intensidad, que técnicamente no es interferometría aunque en la práctica sirve igual, pero tiene el problema de necesitar superficies colectoras enormes. (le falta sensibilidad)
            https://web.oapd.inaf.it/zampieri/aqueye-iqueye/index.html
            (no sé si te refieres a eso o es otra cosa)

          7. Pero vamos a ver…

            Yo desde un principio estoy hablando de enjambres de pequeños telescopios espaciales… no pequeños radiotelescopios espaciales… sino pequeños telescopios ópticos espaciales… porque de eso va el «cambio de estrategia» al que se refiere Policarpo en relación a los faraónicos JWST (infrarrojo) y LUVOIR (Large UV/Optical/InfraRed Surveyor).

            Ahora bien, para poder igualar o superar la resolución y luminosidad (las dos a la vez) de los faraónicos JWST o LUVOIR… un enjambre de pequeños telescopios ópticos espaciales debería operar en modo array interferométrico… como el VLT Interferometer pero en el espacio… y no en el estable entorno de L2 sino en el movedizo entorno de LEO, porque toda la idea es que sean satélites baratitos.

            ¿Que a qué interferometría me refiero? Pues a la que tú bien entendiste desde un principio…

            Hop. Pelau, yo creo que la interferometria UV, visible, infrarroja no necesita de computación de ningún tipo… precisamente porque la interferencia es física, directamente medible y no ocurre en supercomputadores, como en radio.

            …o sea, esta interferometría…

            radio2space.com/introduction-to-radio-interferometry

            archive.briankoberlein.com/2015/10/14/how-does-interferometry-work
            But the Earth rotates […] It takes lots of observations and lots of computing power to combine the images in the right way. At ALMA, for example, it takes a custom built supercomputer that spends all its time correlating signals.

            https://es.wikipedia.org/wiki/Interferometr%C3%ADa_de_muy_larga_base
            En la interferometría VLBI, los datos digitalizados de las antenas se registran normalmente en cada uno de los telescopios (en el pasado esto se hacía en cintas magnéticas de gran tamaño, pero hoy en día se hace normalmente en grandes conjuntos de unidades de disco de ordenador). La señal de la antena es muestreada con un reloj atómico extremadamente preciso y estable. Junto con las muestras de datos astronómicos, la salida de este reloj se graba en el soporte de cinta/disco, que posteriormente se transportan a una ubicación central. Se han realizado experimentos más recientes con VLBI «electrónico» (e-VLBI), en los que los datos se envían por fibra óptica […] y no se registran en los telescopios, lo que acelera y simplifica significativamente el proceso de observación. Aunque las cantidades de datos son muy altas, los datos pueden enviarse a través de conexiones normales de Internet, aprovechando el hecho de que muchas de las redes internacionales de alta velocidad disponen actualmente de una capacidad de reserva significativa.

            Eso podemos hacerlo en radio porque es «luz» de baja frecuencia… o sea, la cantidad de muestras por segundo de la digitalización da como resultado una cantidad muy alta pero manejable de información digital.

            En teoría podemos hacer lo mismo con luz infrarroja, visible, UV, etc… pero claro, en la práctica… mayor frecuencia = más muestras por segundo = una cantidad inmanejable de información digital… lo que nos lleva a los (¡ejem!) «problemitas» de los que estoy hablando desde un principio.

            «Problemitas» que por lo pronto obligan a los interferómetros ópticos como el VLT a implementar la «solución analógica»… la interferencia física… obviamente en tiempo real y sin necesidad alguna de supercomputadores en esta etapa del proceso, que luego el posterior procesado puede insumir sus buenos teraflops…

            en.wikipedia.org/wiki/Vera_C._Rubin_Observatory#Image_data_processing

            En resumen, y volviendo al punto donde este hilo se puso surrealista…

            Hop. Pelau, yo creo que la interferometria UV, visible, infrarroja no necesita de computación de ningún tipo… precisamente porque la interferencia es física, directamente medible y no ocurre en supercomputadores, como en radio.

            1) La interferencia física, o sea, la «solución analógica»… es aplicable (por lo pronto la única aplicable) en los arrays de telescopios ópticos de tierra… pero ya me dirás cómo se hace para aplicarla en un array de pequeños y baratitos telescopios ópticos espaciales en LEO.

            2) Por su parte, la «solución digital»… como la usada en radio-interferometría pero agudizada para IR-visible-UV… que es la única «solución» que logro imaginarme viable para un enjambre de satélites en LEO… por lo pronto va a ser que no.

            Lo cual me lleva oootra vez al principio… «todo muy lindo… pero no me queda nada claro cómo infiernos piensan hacer la correlación interferomértica de los datos… porque en radio es una cosa… pero en infrarrojo y visible (y de UV para arriba ya nada) es otra cosa muy distinta…»

            No sé, yo juraría que desde un principio estoy escribiendo en español, no en chino… 🙂

          8. Es que el tema es muy técnico y complejo, es normal que se produzcan confusiones. Además, no soy un experto, así que cuando dices:

            ¿Cómo puedes digitalizar esa información? Pues muestreándola en tiempo real al ritmo de la frecuencia de esa luz… lo cual requiere de un hardware conversor analógico-digital rapidísimo que a día de hoy no existe y que yo sepa va a seguir sin existir por un buen rato.

            Me dejaste bastante descolocado, porque ignoraba que siquiera existiera esa posibilidad jeje, cada día uno aprende algo. Vamos, yo lo daba como por algo físicamente imposible, que la luz sólo la podíamos medir con cosas tipo CCD y que ahí se perdería la información haciendo imposible trabajarla como en interferometría radio (en modo heterodino). Ah, pero si es un tema técnico y no un problema de mi ignorancia de la física, la cosa cambia. Entiendo que es como dices, por lo que leo aquí.

            https://en.wikipedia.org/wiki/Optical_heterodyne_detection#Contrast_to_conventional_radio_frequency_(RF)_heterodyne_detection

            Unlike RF band detection, optical frequencies oscillate too rapidly to directly measure and process the electric field electronically. Instead optical photons are (usually) detected by absorbing the photon’s energy, thus only revealing the magnitude, and not by following the electric field phase. Hence the primary purpose of heterodyne mixing is to down shift the signal from the optical band to an electronically tractable frequency range.

            Ahora bien, ¿cómo está el estado del arte en ese tipo de «detectores»? Ni idea, salvo que me aportes algo de info que te agradezco, entiendo que es totalmente sci-fi, no?

            Por otro lado, aporté un enlace que permite solventar esto de otra manera, o sea, mezclando en cada telescopio individual la luz que le llega con un láser de tipo peine, de tal manera que al mezclar ambas señales lo que obtienes es una longitud de onda de radio, que trabajarías como en radio, con lo que voilá, problema gordo resuelto. Sin embargo, no he visto avances en ese campo, que de momento era lo que yo entendía era la única forma práctica de hacer VLBI en el UV-vis-IR, salvo que fuésemos al fascinante mundo de los espejitos o las fibras ópticas. Esta solución es muy difícil, pero entiendo que no es sci-fi, por eso la tengo en la mente como la respuesta práctica al problema.

            Ya te digo, no soy un experto, cuando no sabes muy bien de qué te están hablando pasan estas cosas. Porque también hay otra forma de hacer interferometría (la que llaman interferometría de intensidad y que no es interferometría en absoluto) donde se registran en tiempos realmente ínfimos los fotones que llegan al detector y luego se miran las correlaciones entre la diferencia de registros en uno y otro telescopio. Eso es lo que se hizo en el observatorio de Narrabri, pero aquí el problema es que con tiempos de exposición tan insignificantes, tenemos que tener mucha superficie colectora y realmente aún así sólo alcanza a objetos muy brillantes. Entendí que tu comentario del detector iba por este camino.
            en.wikipedia.org/wiki/Intensity_interferometer

            Bueno, resuelta las confusiones, creo que la mejor forma de resolver el tema del interferómetro espacial es una que no hemos dicho: mediante la arquitectura diluida o distribuida, o sea, el hipertelescopio, donde cada bichito ocupa su lugar en el telescopio virtual equivalente, pero lo que a su vez requiere exquisitas capacidades de vuelo en formación…

          9. Si tú no eres un experto en el tema, yo no llego ni a aficionado primerizo 😀

            Quizá (o quizá no, ojo) tengo un pelín más clara la física básica subyacente, pero el tema práctico es muy técnico y a mí me interesa de modo muy marginal.

            Quiero decir, me interesan y mucho los resultados, todo el nuevo conocimiento que estos bichos aportan a la astrofísica y cosmología. Pero los instrumentos, meh, ya no me interesan tanto 😉

            ¿Cómo está el estado del arte en ese tipo de «detectores»? Ni idea 🙂 Lo que enlazaste de AQUEYE+ / IQUEYE tiene buena pinta, al menos es un modo (o más bien un «truco») para «estirar» o «ralentizar» (por decirlo groseramente) las ondas de luz y así poder tratar con ellas.

            Pero no sé, es lo que dices tú, el panorama luce «quieto». Si hubiera avances auténticamente promisorios de revolucionar el asunto a corto o mediano plazo, de seguro ya estaríamos enterados pues sería la comidilla en los medios divulgativos que frecuentamos.

        1. Supongo, Poli, que hubo un momento en que pensaron que no importaba que el telescopio Webb fuese más caro, precisamente por el legado de tecnologías que dejaría para aprovechamientos futuros.

          Sin embargo, ha resultado TAN TAN TAN caro que parece que no va a haber futuro en que aprovechar lo aprendido y la NASA puede que se decante por otras estrategias, como dices.

  9. Hasta donde se supo después de la caida de la urss, las Salyut fueron ante todo estaciones de uso militar. Es probable y lógico que los sovièticos no quisieran compartir sus secretos con los Yankees.. (?)

  10. Estas competencias y colaboraciones intermitentes en la órbita baja me da la impresión de que están mucho más al servicio de la política internacional que al servicio de la ciencia y el bien común.
    Por ejemplo, se «castiga a la URSS» negando una estación internacional y se «compensa» a Rusia con la participación en la ISS cuando cae la URSS. Ahora que Rusia es un competidor más en el capitalismo mundial y USA recupera su acceso tripulado al espacio, parece ser que la parte rusa se separará de la ISS.

    No sé que corre por las cabezas de los líderes mundiales, que no son capaces de cooperar por el bien común, sino por peleas de poder, circunstalcialmente. Un ejemplo escandaloso de desacuerdo se está dando ahora en Bruselas, donde los líderes más tacaños obstaculizan el Fondo de recuperación de la covid19, pretendiendo ingerir en la política interna de los paises que tienen más necesidad de ese fondo.

  11. Rusia no es la CCCP y USA pretende usarla como peón contra China. Rusia lo sabe y se deja querer para sacar mejor tajada.
    Desde luego, todo en las relaciones USA-CCCP estuvo contaminado por la política.

    1. Y me temo que Rusia no se deja usar como peon de Estados Unidos, mas bien, en todo caso, como peon de China. Rusia, un capitalismo de amigos y China, un capitalismo-socialista unidos contra el espanto: un capitalismo capitalista, mas o menos como Alemania con la URSS durante loa 2GM.

      1. Tampoco veo a los rusos muy animados a dejarse engullir por el Gigante Asiático (jeje) o sea, China.
        Por eso me parece todo un poco artificioso y que prefieren la actual relación espacial amor-odio con la NASA. Usan la alternativa china para que la NASA los tome un poco más en serio, creo yo.
        Veremos, tampoco es que mi bola de cristal sea muy fiable.

  12. En la foto Mir-shuttle no se ve ninguna Soyuz. ¿Está detrás o sólo tenían la que usaron para hacer esa foto? ¿Dejaron la estación en manos de los yankis?

    1. Pues sí, bien visto. Desde luego las TM-20 y TM-22 no coincidieron con la STS-71, así que eso fue lo que pasó. Obviamente el Atlantis llevaba cosmonautas en su tripulación, así que no es que les dieran las llaves del piso a los americanos…

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Por Daniel Marín, publicado el 17 julio, 2020
Categoría(s): Astronáutica • Historias de la Cosmonáutica • NASA • Rusia