¿Podríamos desviar un asteroide como Bennu si fuese a chocar contra la Tierra?

Por Daniel Marín, el 8 diciembre, 2019. Categoría(s): Astronáutica • Astronomía • Sistema Solar ✎ 186

El asteroide 101955 Bennu (1999 RQ36) es uno de los muchos cuerpos menores cercanos a la Tierra conocidos como NEOs y, de hecho, está tan cerca que la posibilidad de que choque contra nuestro planeta no es despreciable. Este hecho lo convierte en, además de un NEO, en un PHA, o sea, un asteroide potencialmente peligroso. Eso sí, no chocará durante el transcurso de nuestras vidas, así que tranquilos. Pero, ¿y si descubrimos un asteroide de tamaño similar —unos 500 metros— que viene hacia nuestro planeta? ¿Qué hacemos? Pues, a pesar de lo que las películas de Hollywood nos hayan hecho creer, actualmente no hay ningún sistema para prevenir el choque de un asteroide, ni pequeño ni grande. Ninguno. Cero. Nada.

Bennu visto por la sonda OSIRIS-REx (NASA).

Por eso mismo, es conveniente analizar cuál sería la mejor manera de evitar la catástrofe. Desde hace años se ha estudiado el asunto usando innumerables simulaciones numéricas y se ha llegado a dos conclusiones rotundas. Primero, que los interceptores cinéticos —es decir, usar una sonda espacial como si fuera una bala muy grande— son  muy eficientes y son suficientes para desviar la trayectoria de asteroides pequeños y medianos siempre y cuando detectemos la amenaza con antelación (obviamente, cuanto mayor sea un asteroide, más tiempo necesitaremos para desviarlo de forma segura mediante un impacto). Segundo, que los asteroides presentan una gran variedad de composiciones y características, por lo que es necesario saber de qué está hecho el objeto antes de intentar desviarlo.

El tamaño de Bennu (NASA).

Es importante recordar que el peligro real viene de la mano de asteroides de entre 200 y 600 metros de diámetro, ya que todavía existen miles de asteroides cercanos de estas dimensiones que no hemos descubierto y pueden chocar contra la Tierra sin previo aviso si se aproximan desde el Sol (sí, los asteroides juegan a sorprendernos como si fueran cazas de la Segunda Guerra Mundial). Los asteroides de mayor tamaño están casi todos catalogados —aunque podemos llevarnos alguna sorpresa— y los más pequeños no son tan peligrosos —siempre que no te caigan encima, claro—. Los más peligrosos, por su abundancia, son los asteroides de unos 200 metros. Un interceptador que intente desviar un asteroide cercano chocará contra él a una velocidad de entre 5 y 20 km/s, dependiendo de la órbita del asteroide y la ventana de lanzamiento. Esto requiere afinar al máximo las técnicas de navegación y guiado en el espacio interplanetario. Precisamente, la sonda DART de la NASA intentará poner en práctica estas técnicas chocando contra la luna del asteroide Didymos. Ahora bien, algo que hemos aprendido recientemente es que la eficiencia del impacto dependerá en buena parta de la cantidad de materia eyectada. En función de este parámetro, el impacto puede ser exitoso o, por el contrario, no será capaz de desviar al asteroide.

Los cuatro métodos principales para desviar asteroides en función de su tamaño y el tiempo de aviso. El tráctor gravitatorio solo serviría para asteroides pequeños con antelación de muchas décadas (NASA).
Otro gráfico en el que se analiza el ámbito de la deflección nuclear frente a la cinética (David Dearbon / NASA).

El asteroide Bennu tiene una pequeña probabilidad de chocar contra la Tierra entre 2175 y 2199, dependiendo de cómo afecte a su órbita el sobrevuelo de nuestro planeta que tendrá lugar en 2135. Pero Bennu no es interesante por eso, sino porque está siendo estudiado en estos momentos por la sonda OSIRIS-REx, que además traerá muestras del mismo a la Tierra. Esto lo convierte en el asteroide potencialmente peligroso mejor estudiado que conocemos. Si chocase contra nuestro planeta, lo haría a una velocidad de 12,86 km/s, generando una explosión de 2700 megatones, lo que viene siendo la energía de unas 54 Bombas Zar explotando al mismo tiempo (la Bomba Zar es la unidad de energía del SIP; o sea, Sistema de Unidades Periodísticas; otra unidad es el ‘campo de fútbol’). Bennu, como muchos asteroides cercanos de tipo carbonáceo, es básicamente una pila de escombros. O sea, no es un cuerpo sólido, sino un conjunto de rocas de varios tamaños. Tanto Bennu como Ryugu, otro asteroide cercano estudiado por la sonda japonesa Hayabusa 2, han sorprendido a los expertos por poseer muy poca cantidad de polvo y ser básicamente conjuntos de rocas sueltas.

Bennu visto de cerca por OSIRIS-REx (NASA).

La densidad media de Bennu es de 1,26 gramos por centímetro cúbico, muy inferior a lo estimado antes de la visita de OSIRIS-REx y casi idéntica a la del asteroide Ryugu. Esta baja densidad implica que se trata de cuerpos muy porosos. Además, la distribución de masas no es ni mucho menos homogénea. Quizás podríamos pensar que estas son malas noticias para los interceptadores cinéticos. Al fin y al cabo, la intuición nos dice que una bala disparada contra un saco de arena tiene menos efecto que otra disparada sobre un bloque de cemento. Pero es justo lo contrario (si el saco de arena y el bloque de hormigón estuviesen en órbita en el vacío veríamos por qué). La alta porosidad facilita la eyección de material durante el choque del interceptor, lo que aumenta su eficiencia a la hora de desviar la órbita. Otra ventaja es que no debemos temer que el asteroide se fragmente, que es la peor pesadilla de cualquier protector planetario.

Distribución de densidades en el interior de Bennu (NASA).

Varios fragmentos causarían un daño mayor sobre la Tierra que un único asteroide porque distribuimos la zona de impacto y aumentamos las probabilidades de que alguno caiga sobre un núcleo poblado (la excepción es que los fragmentos sean muy pequeños, de apenas unos metros). Lo malo es que no todos los asteroides cercanos tienen una composición y estructura similar a la de Bennu o Ryugu. Otra conclusión de los modelos que se han llevado a cabo durante los últimos años es que, afortunadamente, la forma y velocidad de rotación del asteroide no afectan significativamente a la eficiencia del choque, aunque sí afectan a la probabilidad de que el asteroide se fragmente tras la colisión.

Efecto de la porosidad en la eficiencia del impacto (NASA).

Con todos estos datos, ¿podemos entonces desviar un asteroide como Bennu con un interceptor cinético? Para ello deberíamos diseñar primero la nave, que podría ser parecida a la propuesta HAMMER (Hypervelocity Asteroid Mitigation Mission for Emergency Response) del Centro Goddard de la NASA. Una vez que la tengamos, algo nada sencillo, los resultados de los modelos no son especialmente halagüeños. Por un lado, es cierto que los interceptores cinéticos podrán desviar la gran mayoría de asteroides de menos de 300 metros, los más numerosos con diferencia, pero recordemos que Bennu es bastante más grande. La órbita de Bennu complica las cosas, porque la mayor parte de ventanas de lanzamiento limitan la velocidad del choque a unos 5 km/s, demasiado baja. Un interceptor cinético de 8 toneladas como HAMMER lanzado mediante un Delta IV Heavy solo cambiaría la velocidad —Delta-V— de Bennu en 0,13 centímetros por segundo, la mitad de lo que se requiere para desviar Bennu con seguridad. Cada seis años hay una ventana de lanzamiento que permite impactos con una velocidad de 12 km/s, de tal forma que la Delta-V alcanzada en el asteroide sería de 0,5 cm/s, suficiente para desviar su órbita si lo hacemos con cuarenta años (!) de antelación, pero no menos.

Sonda HAMMER para desviar asteroides (NASA/NNSA).
Sonda HAMMER para desviar asteroides (NASA/NNSA).

Determinar la densidad del asteroide antes del impacto es el principal desafío, ya que de esta magnitud dependerá la masa del mismo y, por tanto, la Delta-V que un determinado interceptor puede generar en el choque. Pero si el asteroide no tiene satélites no hay manera de saber su masa a no ser que lancemos una sonda que lo sobrevuele antes lo suficientemente cerca como para que podamos sentir su campo gravitatorio. Algunos asteroides pueden tener ventanas de lanzamiento que permitan una desviación exitosa con más frecuencia, pero otros tienen incluso menos ventanas de lanzamiento. Por ejemplo, el asteroide 1950 DA, de un kilómetro de diámetro, solo tiene ventanas de lanzamiento que garanticen un choque a 20 km/s cada treinta años. En este punto, conviene resaltar que hay asteroides, como Apofis o Bennu, que solo sabremos si van a chocar contra la Tierra con seguridad después de que pasen cerca de nuestro planeta, con un tiempo de reacción de apenas cinco o diez años (siete años en el caso de Apofis).

Factores que influyen en la elección de un método u otro para desviar un asteroide (NASA).

¿Qué hacer entonces? Una posibilidad es disponer de una flota de interceptores cinéticos en vez de una única nave. Esta solución es ingeniosa, pero más costosa y aumenta el riesgo de fragmentación del asteroide. Sin embargo, la única opción si no disponemos de tiempo o si el asteroide es del tamaño de Bennu —o mayor— es el interceptor nuclear. Si usamos armas nucleares, en la mayor parte de ocasiones lo que nos interesa no es un impacto directo, sino que la bomba explote a unos cientos de metros de distancia. Principalmente porque las armas nucleares actuales no tienen detonadores lo suficientemente rápidos como para que la bomba explote en la superficie antes de desintegrarse por el impacto. Pero, además, porque este tipo de explosión minimiza las posibilidades de fragmentación. A diferencia de lo que mucha gente cree, un arma nuclear en el vacío sí genera una onda de choque como resultado de la desintegración de la propia bomba, pero, en cualquier caso, el efecto más importante de este tipo de armas sobre un asteroide es el flujo de rayos X y neutrones de la explosión, que ‘pelan’ la superficie del mismo, produciendo una gran cantidad de material que sale expulsado, ayudando a desviar la órbita.

Simulación del efecto de la explosión de una bomba termonuclear de 1 megatón sobre un asteroide de 50 m (similar al que creó el cráter Barringer de Arizona) (J. Michael Owen / NASA).

El principal inconveniente de las armas nucleares es que, como ya hemos comentado, necesitamos una precisión exquisita para que la secuencia de detonación se inicie justo a tiempo de tal forma que la bomba explote a la distancia requerida (recuerda que las velocidades relativas pueden ser del orden de 10-20 km/s). Otra desventaja es que, puesto que su eficiencia depende del efecto de los rayos X y neutrones en la superficie del asteroide, son muy sensibles a la composición del mismo. Sea como sea, las armas nucleares ofrecen una Delta-V del orden de 5 cm/s para un asteroide como Bennu, frente a los aproximadamente 0,3 cm/s que nos pueden aportar los interceptores cinéticos. Con armas nucleares podemos desviar un asteroide como Bennu con apenas un par de años de antelación (aunque todo dependerá de la órbita precisa del asteroide). Por último, no podemos olvidar que, de acuerdo con los tratados internacionales, está prohibido detonar armas nucleares en el espacio. Nos podemos imaginar que la posible desaparición de nuestra civilización es una excepción a tener en cuenta, pero habrá que cambiar estos tratados.

Potencia del arma nuclear necesaria para desviar el asteroide en función del tiempo de aviso y su tamaño (NASA).

Resumiendo, los interceptores cinéticos son la mejor baza para librarnos de la amenaza de la mayoría de asteroides peligrosos que podrían chocar en un futuro cercano con la Tierra, pero primero habrá que construirlos. Por otro lado, si descubrimos un asteroide como Bennu por sorpresa con un rumbo de colisión contra nuestro planeta y solo disponemos de unos pocos años antes del fatídico choque, la única opción son las armas nucleares. En cualquier caso, a día de hoy estamos igual de indefensos en ambos escenarios.

Superficie de Bennu (NASA).

Referencias:

  • https://doi.org/10.1016/j.actaastro.2019.10.026
  • https://iaaweb.org/iaa/Scientific%20Activity/conferencereportpdc2019.pdf
  • https://www.lpi.usra.edu/sbag/meetings/jun2016/presentations/barbee.pdf
  • https://iaaweb.org/iaa/Scientific%20Activity/conf/pdc2015/IAA-PDC-15-03-08.pdf
  • https://arxiv.org/abs/1409.4704


186 Comentarios

  1. A veces imagino que la civilizacion desaparece por un error de calculo de una empresa de mineria espacial que se trae un asteroide a la orbita de la Tierra que finalmente resulta ser inestable…

    1. También pensaba en ese escenario.
      Bueno, en realidad lo describió Carl Sagan en su libro Un punto azul pálido. Lo contaba con el ejemplo de la historia del pantano de Camarina, o cómo un supuesto bien puede a la larga convertirse en algo totalmente destructivo.
      En definitiva, adquirir la tecnología de desviar asteroides ¿puede significar un mayor riesgo para nuestro planeta (por actos humanos, conscientes o inconscientes) que el no hacer nada?

    2. Yo a mí me preocupa más un asteroide en órbita el problema de las fuerzas de marea. Alguien se ha molestado en calcularlo alguna vez? Me parece una completa locura el traer un asteroide a la tierra cualquiera sea el objetivo, la luna está cerca y dentro de unos añitos habitada así que las tonterías espaciales allí.

      1. Las fuerzas de marea… ¿del asteroide sobre la Tierra, te refieres? Pues en los tamaños de que estamos hablando, apenas unos cientos de metros, la fuerza de marea de un asteroide en órbita media sería poco menos que despreciable. Ni en órbita baja sería relevante… como mucho, sería puñetero para las órbitas de los objetos de LEO (o no, pues también tendría su utilidad como base y astillero, además de como explotación minera).

        Pero su influencia gravitatoria en la Tierra sería casi por completo despreciable.

        Es más: mira Fobos y Deimos, mucho mayores que estos tamaños que hablamos (unas decenas de kilómetros) y orbitando cerca a un planeta mucho más pequeño que la Tierra… y su influencia sobre él es minúscula (o directamente inapreciable).

        1. Pero es que en gravedad «el tamaño no importa» importa la densidad y la masa y los asteroides interesantes para minería espacial son los de clase M que son especialmente densos al contrario de lo que sabemos de robos y deimos que no «pesan» demasiado.
          Aunque si que supongo que la influencia gravitacional sobre la tierra pueda ser baja creo que mejor en cualquier caso en la orbita lunar molestan menos.

          1. Por supuesto, en la órbita lunar o en los lagrange molestan mucho menos… pero también pillan mucho más lejos y cuesta mucha más energía ir y volver…

            … y, sinceramente, para poner un asteroide en órbita lunar, teniendo TODA la Luna a disposición para explotar sus recursos, tan ricos como puedan serlo los de cualquier asteroide (y teniendo en cuenta, además, que la Luna está llena de restos de asteroides impactados en ella)… pues no veo la necesidad (a menos que se trate de algún yacimiento de un elemento rrrarrro, rrrarrro, rrrarrro que cuesta rastrillar toda la Luna para conseguir la misma cantidad…).

            La minería de asteroides, o es útil en un cinturón lleno de ellos, o es útil acercándolos a órbita terrestre cercana… pero en órbita lunar, estando la Luna ahí…

            Vamos, es mi modestísima opinión.

  2. Buen artículo, aunque creo que le falta un poco de «proyección científica» que tenga en cuenta los avances tecnológicos por venir, ya que sólo habla de lo que ahora sabemos hacer. Dentro de nada tendremos bombas de antimateria que, si logramos sobrevivir a ellas, podrán convertir el asteroide que sea en una pila de cacahuetes que nos dará la lluvia de estrellas más bonita de toda la historia. Un saludo.

    1. PERE, espero que no estés hablando en serio.

      No. Dentro de nada NO tendremos «bombas de antimateria» porque ni siquiera disponemos de aceleradores de partículas (que es en los que se crea la atimateria) específicamente diseñados para producirla.La antimateria que generan hoy el CERN e instituciones similares es un subproducto tremendamente caro de las investigaciones en altas energías debido a su bajo rendimiento (1%). Fabricar un solo miligramo de antimateria costaría con los medios actuales unos 60.000 millones de dólares/euros y al CERN la generación de una milmollonésima de gramo le costó cientos de millones de francos suizos. Y aunque se diseñasen aceleradores capaces de reducir el coste a 10 millones de euros el miligramo, necesitaríamos kilos para tener una «bomba» en condiciones. Un disparate, porque por esos costes podríamos fabricar miles de superbombas nucleares.

      Y luego está el almacenamiento: la antimateria destruye cualquier contenedor hecho de materia convencional, así que solo puede ser almacenada en fuertes campos magnéticos. En las pruebas en el CERN el tiempo máximo de retención de unos pocos cientos de átomos de antimateria ha sido de 17 minutos.

      Por favor, vamos a ser un poco serios.

      1. Bueno, a ver. ¿Cuánto tiempo pasó del E=mc² a la primera bomba nuclear? No mucho, sólo fue cuestión de intereses, bélicos en ese caso, que siguen siendo los mayores intereses promotores de los avances técnicos, muy a nuestro pesar, incluso hoy en día. Si en un siglo hemos pasado de no saber nada de física cuántica a poder hacer átomos de antimateria, es cuestión de mucho menos tiempo que pasemos de hacer átomos a hacer kilos. Me hablas de coste económico. ¿Qué pagarías por salvar a la humanidad? La actual crisis mundial ha permitido a los ricos robar 17 billones de dólares a los pobres. Supongo que habrá dinero para cosas más serias. Y si con miles de bombas nucleares, como propones, la cosa funciona, pues ya has encontrado la solución.

        1. Y dale… A ver, te lo repito: no somos capaces ni de producir la cantidad de antimateria necesaria ni podemos financiarla adecuadamente. Estamos en pañales en lo que a la producción y manejo de la antimateria se refiere. Y esto es así porque para generar antimateria tenemos que convertir ENERGÍA en MATERIA, justo al revés que la famosa E=mc².

          Para que te hagas una idea, en 2002 dos experimentos del CERN (ATHENA y ATRAP) consiguieron generar algunos miles de átomos de antihidrógeno. Aunque esto pueda sonar a mucho, realmente unos miles de átomos es muy poquito. Necesitarías 10.000.000.000.000.000 veces más para llenar un globo de cumpleaños con antihidrógeno. Un globo, no una bomba. Y con la tecnología actual, para producir un cuarto de gramo de antimateria el CERN tendría que estar trabajando literalmente millones de años.

          No te digo que un programa robusto destinado a producir antimateria en cantidades apreciables con aceleradores concebidos a tal efecto no pueda reducir en varios órdenes de magnitud esas cifras, de hecho se hará, pero llevaría décadas en el mejor de los casos y lo más probable es que no lo veamos antes de uno o dos siglos. Y eso a un coste elevadísimo. Primero hay que desarrollar métodos para abaratar la producción de antimateria y al tiempo aprender a almacenar y usarla con total y absoluta seguridad, pues al mínimo fallo la instalación fabril o la nave que la transporte saltarían por los aires. Y en esta entrada no estamos hablando de una hipótesis catastrófica que tuviera lugar en 2358, sino de algo que pudiera ocurrir en 2030, por ejemplo. Es decir, pasado mañana.

          Jugárselo todo a un único proyecto ultramegafaraónico para producir UNA única bomba de unos pocos kilos, por muy de antimateria que sean es, simplemente, un disparate y un suicidio, máxime habiendo otras alternativas más realistas como los impactadores cinéticos, los tractores gravitatorios o los miles de armas nucleares que tenemos almacenadas. Para ese viaje, mejor construir 1.000 bombas termonucleares tipo Zar y machacar con ellas ese asteroide hasta convertirlo en papilla. Sería más rápido y costaría menos.

          Entiendo que a veces os dejéis llevar por la fantasía, pero en este artículo se habla de algo que podría ocurrir pasado mañana, con solo unos pocos años para reaccionar, no de una situación hipotética del siglo XXII o XXIII. Poca gente encontrarás más partidaria que yo de invertir en nuevas tecnologías de propulsión y en concreto en antipartículas, pero hay que tener los pies en el suelo. Hoy por hoy, una bomba de antimateria, diga lo que diga Dan Brown en «Ángeles y Demonios» es tan imposible como construir un propulsor warp basado en las teorías de Alcubierre.

          1. Hombre, fíjate que, hoy en día, el conocimiento tiene un carácter exponencial. Ya encontrarán alguna ley de Moore cuántica que permita las filigranas que sean necesarias. También había quien decía que no se podía volar y que no existían los microbios. Y energía hay de sobra, como libros chungos de Dan Brown.

          2. Hola Pere. El avance de la ciencia y de la tecnología no es lineal ni proporcional. Algunos avanzan de manera exponencial y otros se atascan. Allá lejos y hace tiempo, cuando entré a la facultad, los muchos profesores comentaban a su vez que cuando ellos eran jóvenes se decía que faltaban 20 años para lograr la fusión nuclear de forma económica, por lo cual los problemas energéticos iban a ser cuestión del pasado. ¿Y cómo está ahora el asunto? Siguen faltando 20 años (aunque transcurrió bastante más de medio siglo).
            Saludos

  3. El tratado sobre las bombas nucelares en el espacio hasta donde yo se no es por ecología. Es porque cuando empezaron con los ensayos, descubrieron que provocaban un PEM que abarcaba centenares o incluso miles de km y no es plan devolver un continente entero a la edad de piedra.

    Se supone que un interceptor nuclear se usaría mucho más lejos que este tipo de bombas, por lo que no habría pegas para hacer excepciones.

    1. Si no fuera por lo inseguros que son todavía los lanzamientos, propondría que se mandasen, como medida preventiva, todas las bombas nucleares existentes a dos órbitas alejadas de la nuestra al menos un millón de km: una más interna y otra más externa, separadas por ángulos iguales y con motores cohete en cada una, de manera que cuando surja una amenaza se ponga en marcha la que esté más cerca de la trayectoria del asteroide.

      1. Una buena ubicación para un conjunto de cohetes de defensa de la Tierra podrían ser los puntos de Lagrange 1 y 2 del sistema Sol/Tierra, que están aproximádamente a 1,5 millones de km.

        1. Esos cohetes estarían aparcados en el espacio por años o décadas. Aparte de la hidracina y algún otro hipergólico, creo que ni los propergoles sólidos aguantan tanto tiempo en esas condiciones sin estropearse, descomponerse o «evaporarse».

          Y un interceptor de asteroides impulsado exclusivamente a base de hidracina… no lo veo como la solución más rápida para un trámite en verdad urgente.

          No digo que sea imposible, pasa simplemente que toda la idea me parece una complicación innecesaria. ¿No sería más simple, práctico y confiable tenerlos preparados en tierra sujetos a supervisión y mantenimiento para asegurarnos de que van a funcionar… y lanzarlos cuando sea necesario?

          1. Lo decía más que nada por «matar dos pájaros de un tiro», o sea librarnos de las armas nucleares, aunque sé que es utópico, y darles un buen uso.

            En cuanto a la propulsión, aunque no tenga tanto empuje como la química, se me ocurre que valdría la propulsión de plasma de agua por microondas, aunque aún está poco probada. El agua se podría mantener en el espacio por tiempo indefinido.

          2. Es es un buen dato. Me lo preguntaba también el otro día cuando se hablaba de poner armas nucleares en el espacio. No tengo idea del tema pero me imagino que mantenerlas operativas no debe ser sencillo. ¿Y luego qué haces con las que caducan?
            Bueno, un ligero OT.

          3. Las que caduquen están allí mejor que aquí. Se trataría de librarnos de todas y no fabricar ni una más en la Tierra. Unos residuos nucleares de los que nos libramos. Si acaso, podrían servir como masa inerte que interponer ante un asteroide, para destruirlo con el choque.

    2. Tiberius propuso la destrucción del asteroide tras un acoplamiento suave. Si nos da yuyu el tema nuclear, me pregunto si a un asteroide de 200 metros no le daría igual usar explosivos no nucleares. ¿qué tal le sentaría a un asteroide de ese tamaño unas cuantas toneladas de explosivos convencionales? ¿O cualquier explosivo no nuclear necesita oxígeno para explotar? Ni idea, vaya 🙁

      1. En este caso el mayor problema es el peso, ¿no os parece? Una bombita nuclear equivale a muchas toneladas de TNT con una fracción de su peso así que volvemos a las mismas necesitaríamos cohetes más grandes o que se reabasteciesen en algún lado, asi qué creo que no es posible el uso de armas no nucleares para evitar el impacto

      2. En este caso el mayor problema es el peso, ¿no os parece? Una bombita nuclear equivale a muchas toneladas de TNT con una fracción de su peso así que volvemos a las mismas necesitaríamos cohetes más grandes o que se reabasteciesen en algún lado, asi qué creo que no es posible el uso de armas no nucleares para evitar el impacto.

  4. Otro tema que me parece se puede avanzar mucho es en el estudio de todos esos asteroides cercanos.
    Sería buena idea avanzar en el repostaje de motores iónicos o de plasma, para hacer sondas reutilizables.
    La idea es que la sonda visite un asteroide, regrese a la órbita lunar para ser repostado / actualizado y vuelta a empezar. Una sonda así puede durar perfectamente más de una década, nos permitiría ahorrar costes.

    También lanzar cubesats a mansalva, uno por asteroide, para hacer un reconocimiento preliminar.

    1. Un enjambre de cubesats autopropulsados que en caso de emergencia dejara su órbita de trabajo para interceptar un asteroide antes de que llegue a la atmósfera, también podría ser una buena defensa, al menos contra asteroides pequeños.

  5. Para estos asteroides que están tan cerca del Sol como nosotros quizá habría que tener en cuenta el uso de energía solar para desviarlos.
    Una máquina posada en Bennu, por ejemplo, cuya velocidad de escape es de pocos cm/s, con unos pocos kW puede lanzar mucha masa desde el ecuador del asteroide, contínuamente. Si se dispone de años para desviarlo, podría bastar con enviar a Bennu un pequeño robot que trabaje sin descanso.

    1. Creo que una bomba nuclear daría resultados muy difíciles de predecir, pero tiene la ventaja de actuar inmediatamente. Sería válida para un caso desesperado en el que no queda tiempo para otra respuesta.
      Si se trata de aprovechar una fuente de energía limitada, me parece evidente que es más un motor acoplado al asteroide, controlable contínuamente para que actúe con la dirección y potencia adecuada en cada momento, y teniendo en cuenta la rotación del asteroide, sin malgastar energía propulsando en direcciones aleatorias.

    2. Hola Policarpo (¿O Rafa 2?) Aún estamos demasiado lejos de disponer de motores acoplados al asteroide que sean eficientes a tal fin. Mira lo que le comenté a U-95.

  6. Hay una serie alemana que narra las peripecias de una familia durante los ocho días previos al impacto de un gran asteroide. Se titula ‘8 tage’ («8 días») y tiene ocho capítulos. A mí me pareció bastante entretenida.

  7. Este tipo de artículos con cierto toque especulativo (del tipo ‘qué pasaría si..’) están muy bien, la verdad, para amenizar un poco de tantos otros basados en lanzamientos de tal sonda en tal fecha, que a veces se hacen un tanto excesivos.

  8. Hola, Carlos
    Suponiendo que el robot le da un impulso de 10 cm/s (0,1 m/s) a la masa que extrae del asteroide, aplicándole una potencia de 1 kW, o sea que cada segundo aplicaría 1000 Julios, se puede calcular la masa que lanzaría por segundo a partir de la energía cinética que resultase:

    e = m v^2 / 2
    m = 2e / v^2
    m = 2000 / (0,1^2)
    m = 200.000 kg

    O sea, que con 1 kW podría lanzar a la órbita más baja del asteroide 200 toneladas por segundo.

    … Si no me he equivocado al calcular.

  9. Lo que debemos tener claro es que este peligro existe y PASARÁ, la estadística es muy cruel.

    Y lo peor es que de este problema podemos tener defensa, pero de otros no y también pasarán:
    – Explosión de un supervolcan, de hecho se desconoce el nº exacto de estos bichos.
    – Explosión de rayos Gamma «cerca de la Tierra o con la orientación correcta», este ni lo veremos venir. Mucho peor que el supervolcan.

    – El calentamiento global, un supervirus, etc son nada comparado con los de arriba.

    Por otro lado, es cruel pero 200-600 metros es un problemón para la zona donde impacte, para el resto una molestia más o menos grave.
    Pero uno del orden de la decena de Km … ese es de los que termina con el calentamiento global, la estupidez de «parte» de los humanos y las crisis habidas y por haber. Y PASARÁ.

    1. Hola Miguel.- En el caso de uno de 200-600 metros, además de poder ser una catástrofe colosal en el lugar donde caiga (imagina si cayera por ejemplo en Jacarta. Podría haber 30 millones de víctimas), podría tener impactos terribles en lugares alejados. Porque por ejemplo podría ocasionar un tsunami con terribles consecuencias a muchísima distancia. En el año 2004, un tsumami ocasionó casi 300 mil muertos https://danielmarin.naukas.com/2019/12/08/podriamos-desviar-un-asteroide-como-bennu-si-fuese-a-chocar-contra-la-tierra/comment-page-2/#comments. Ahora, sí concuerdo contigo en que uno del orden de la decena de km tendría el peligro de ser del orden de extinción masiva. En ese caso, la solución debería ser anticiparlo no ya con décadas, sino con siglos de antelación, de forma que minúsculas modificaciones en su trayectoria a lo largo de muchísimo tiempo lograran que no colisione. Por suerte no son tantos (relativamente) los asteroides de ese tamaño cuya trayectoria se acerca peligrosamente a la de la órbita terrestre. A esos habría que simular su trayctoria para estar seguros que no colisionarán con nuestro planeta en este milenio.
      Saludos

      1. El problema con los de los 10 km no son los cercanos, que ya se conocen todos o casi todos, sino un cometa que venga sorpresivamente desde el quinto pino directo a nosotros.
        Tendríamos un par de años de anticipación, en el mejor de los casos.
        Un año sería lo normal.
        Un momento chungo, sería.

        1. Y uno de ese tamaño es imposible de desviarlo ni un poquito … igual la idea de Elon Musk de tener «»»huevos»»» en varias cestas no está tan mal!!!

          Y repito no es lo peor que puede pasar, que acabe con el 80% de la población (por poner una burrada) no es lo peor, lo peor es que una explosión de una supernova-hipernova con un de sus polos apuntado a una zona por donde transitará el Sistema Solar, a un distancia no muy lejana … supondría el fin de toda la vida TODA.

          Ahh y explosiones de este tipo existen, por fortuna no muy frecuentes. Igual la paradoja de Fermi es que el Universo es demasiado cruel.

          Como dice el primer comentario, «que pasemos un feliz día»

  10. Acá habría un buen destino para la Starlink y cía.
    Vayan a sopapear tal asteroide.
    ¿se movió? ¿poco?
    No importa, el cielo volvió a ser el que era.
    La bombas nucleares en lugar de estrellarse sin control a riesgo de no detonar o hacelo no del modo más apropiado, podrían posarse suavemente y luego despegar lentamente y detonar en la óptima altura.
    Ya podrían comenzar este tipo de siembra con antelación en los asteroides más o menos previstos que en un futuro puden ser un dolor de cabeza.

    1. Hola Roberto. A menos que me esté perdiendo algo, veo un problema. Detonar una bomba nuclear tendría uno de estos 2 sentidos: 1) En el caso que el asteroide sea de tipo carbonáceo, enterrarla a una cierta profundidad para que desprenda una cantidad importante de masa que se eyecte y separe del asteroide en cuestión. 2) Un gran impacto cinético que desvíe su trayectoria. Pero en ese caso, si se posara suavemente y despegara lentamente tendría la misma trayectoria que el asteroide y prácticamente no lo desviaría. Para que el impacto cinético fuera efectivo en modificarla, la colisión tendría que ser preferentemente a una velocidad de varios km por segundo. Entonces la precisión en el momento exacto de la detonación debería ser de centésimas de segundo.
      Saludos

      1. Hola, si. Por lo que entendí en este tipo de detonación el efecto está dado por un la onda de choque generada por la volatilización del propio artefacto y supongo también por la volatilización de la misma superficie por efecto del intenso calor.
        Entonces en este caso es como plantar una tobera y la dirección del empuje será opuesta al lugar de donde se detone.
        Como siempre, no se.

        1. Lo cual está bien, porque intentar penetrar muy adentro de un asteroide tipo «pila de escombros» me parece que en la práctica puede ser super complicado.

  11. la respuesta a esa pregunta es SÍ,
    sí podríamos desviar un asteroide como Bennu, inclusive destruirlo,
    claro, siempre y cuando contemos con un misil de anti-materia.

  12. Pequeño oof topic: la NASA probó con éxito la prueba de presurización y vibración de la primera etapa del SLS haci que ya tenemos una causa menos de que preocuparnos durante su primer lanzamiento en 2020/2021 ojalá el cohete gigante de spacex pueda iniciar sus vuelos de prueba dentro de poco para no depender del tinglado del gobierno de EEUU para volver ala luna o pisar Marte 😒

  13. La TV rioplatense.
    Cablevision.
    Discovey Science.
    «La Verdad De La Llegada A La Luna».
    Tres tipos, Mike Bara, Chad Jenkins, Lelan Melvin.
    Uno es un ex astronauta, los otros dos, que se yo…. no es relevante, ni nada.
    Todos los capítulos van si realmente se alunizó, como comprobarlo, ‘informaciones’ contradictorias que pone en duda si fueron o no, etc. etc. etc…
    Cuanta estupidez por favor!!!

    1. Uno, el de barba, creo que también está en un programa de conspiracionesOvnis y eso.
      Que fácil se ganan la guita….
      (guita=pasta, biyuya, mangos, morlacos).

  14. Me imagino un perro-robot de esos de Boston Dynamics en la superficie de esas pila de escombros, eyectando materia al espacio a todo trapo cual perro real escarbando en la arena de la playa 😉 XD

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