¿Te imaginas salir una noche a ver las estrellas y no ser capaces de distinguirlas de entre decenas de puntos luminosos artificiales? El reciente lanzamiento de los primeros sesenta satélites de la constelación Starlink de SpaceX ha desatado la polémica, aunque realmente hace años que el debate está sobre la mesa. Hasta el momento la principal amenaza para la astronomía, tanto aficionada como profesional, era la contaminación lumínica. Lejos de solucionarse, este problema se ha agravado brutalmente en los últimos años con la difusión de la iluminación LED, que emite en una amplia región del espectro visible. Pero ahora, los satélites comienzan a perfilarse como otro enemigo más sutil.
Por supuesto, antes de continuar, debemos evitar el alarmismo. El hecho de que se lancen miles de satélites no significa que todos sean visibles desde un punto de la superficie terrestre, ni que lo sean durante toda la noche. Tampoco se van a comportar como focos que nos deslumbren. Nada más lejos de la realidad. Dependiendo de nuestra posición geográfica, la hora y la época del año solo se verá un número determinado de satélites que será muy inferior al número de estrellas visibles. La cuestión es saber cuántos podremos ver y qué brillo tendrán. Y la respuesta, aunque no está nada clara por el momento, es ciertamente preocupante.
Pero, un momento. ¿No hay ya varios miles de satélites en órbita baja? ¿Son distintas estas nuevas megaconstelaciones? Sí, por varios motivos. Primero, por una simple cuestión de números. Estamos hablando de situar decenas de miles de satélites nuevos en el plazo de unos pocos años. Para que nos hagamos una idea, ahora mismo solo hay unos cinco mil satélites en órbita, de los cuales están en activo menos de dos mil. Segundo, y más importante, porque estas constelaciones han sido diseñadas para garantizar la cobertura de la mayor parte de la superficie del planeta. Esto significa que siempre debe haber un mínimo de varios satélites de cada constelación visibles en el cielo en todo momento para garantizar un enlace de comunicaciones fluido.
Y lo que es peor, la órbita de los satélites de estas constelaciones ha sido optimizada para que haya el máximo de unidades sobre las zonas de latitud media del planeta, las más pobladas. Para agravar el problema, a diferencia de muchos satélites, situados en órbitas bajas de trescientos a quinientos kilómetros de altura, las nuevas megaconstelaciones tendrán unidades situadas a más de mil kilómetros, lo que significa que serán visibles desde un área mayor y que además permanecerán iluminados por el Sol más tiempo después del anochecer y antes del amanecer.
Como decíamos, para analizar bien el problema debemos saber cuántos satélites serán visibles en un momento dado y qué brillo tendrán, ambas cuestiones complicadas de responder. Con respecto al brillo, depende de muchos factores, como el tamaño del satélite, su forma, altura orbital, geometría con respecto al observador o el material usado para cubrir su exterior. Los primeros sesenta satélites Starlink están situados en una órbita inicial de 440 kilómetros, aunque aumentarán su altura hasta quedar en una órbita de 550 kilómetros. Los observadores de todo el mundo han informado que la magnitud de estos satélites se sitúa normalmente entre 4 y 5. Suficiente para ser vistos a simple vista en una zona sin mucha contaminación lumínica, pero tan débiles que pueden pasar perfectamente desapercibidos desde la mayor parte de ciudades a menos que usemos prismáticos.
Sin embargo, algunas unidades han alcanzado magnitud 2, un brillo mucho más elevado del esperado. Y lo peor es que se ha comprobado que —al igual que otros satélites, como los Iridium de primera generación— los satélites Starlink tienen picos de brillo (flares) que alcanzan magnitud 0 e incluso -2, lo que los hace perfectamente visibles a simple vista desde cualquier lugar, aunque brevemente. Hay que tener en cuenta que en las latitudes cercanas a los 53º —la inclinación orbital de los satélites Starlink— los satélites estarán iluminados durante toda la noche a lo largo de casi cuatro meses alrededor del verano.
La clave es, por tanto, saber cuántos satélites serán visibles en el cielo un momento dado. El astrónomo holandés Cees Bassa ha calculado que, para la constelación inicial Starlink de casi 1600 satélites, se podrán ver cerca de 15 satélites al mismo tiempo durante tres o cuatro horas tras la puesta de Sol y antes del amanecer. Del mismo modo, cuando Starlink tenga 7500 satélites, habrá como mínimo unos 40 satélites iluminados durante el crepúsculo para latitudes por encima de 30º (suponiendo órbitas a 340 kilómetros de altura). Con 12000 satélites se podrán ver entre 70 y 100 satélites en el cielo durante los meses de verano. Y, aunque la mayoría tenga magnitud 5, esto ya son palabras mayores.
Pero, ¿qué más da que haya puntos de luz moviéndose por el cielo? ¿Cuál es el problema? Dejando a un lado las cuestiones de patrimonio cultural y de respeto al medioambiente, que son demasiado complejas para tratar en esta entrada, la primera víctima de estos satélites va a ser la toma de fotografías astronómicas nocturnas. El asunto será bastante serio para muchos observatorios profesionales, especialmente aquellos situados a mayores latitudes (paradójicamente, con la excepción de las regiones polares, aunque no parece que sea muy atractivo viajar a los polos para disfrutar de un cielo nocturno sin satélites). Hoy en día la probabilidad de que un satélite cruce el campo de visión de un telescopio es moderada, pero con decenas de miles de satélites el problema empeorará sustancialmente y se ensañará con muchos telescopios de nueva generación con un gran campo de visión, como el LSST.
Aunque los astrónomos hacen uso de las tablas de efemérides de satélites para saber cuándo pasarán por delante de sus instrumentos, hay que tener en cuenta que los satélites Starlink maniobrarán continuamente para ajustar sus órbitas, así que, o se introducen efemérides fiables en tiempo real o la astronomía profesional lo va a pasar muy mal. El trazo de un satélite no solo arruina una imagen «bonita». Puede corromper los datos espectrales, impide las tomas de larga exposición (cielo profundo), introduce ruido en las imágenes y dificulta la toma de imágenes flat fields de calibración de los sensores CCD, entre otros inconvenientes. Si además el satélite brilla intensamente con una flare, la imagen o el espectro pueden quedar directamente inservibles. Y mejor no hablamos de la contaminación de radio provocada por estos satélites y su impacto —negativo— en la radioastronomía.
Elon Musk, tras despachar inicialmente el asunto declarando que los satélites «no se verían durante la noche», ha recapacitado y ha anunciado que el equipo de Starlink ya está estudiando técnicas para reducir el brillo de los satélites. El tiempo dirá hasta qué punto estas medidas son exitosas, aunque como la NRO sabe de primera mano, es muy difícil —y caro— fabricar un satélite stealth. Pero el asunto no es responsabilidad exclusiva de la compañía de Musk. A los satélites Starlink habrá que sumar los 3236 satélites de la futura constelación Kuiper de Amazon, los 900 de OneWeb (inicialmente serán 650), los 4600 de la constelación de Samsung, los casi 3000 de Boeing, los 600 de la empresa india Astrome Technologies y los 800 de la empresa china Commsat Technology Development. Y eso sin contar otros proyectos de megaconstelaciones en vías de desarrollo y otras constelaciones «pequeñas» de apenas cien satélites cada una.
Personalmente, lo que me más me sorprende de todo este asunto es la falta de estudios serios acerca del impacto visual de las megaconstelaciones de satélites. Parece que nadie sabía que estos proyectos estaban en marcha hasta que SpaceX lanzó sus primeros satélites. ¿Cómo es posible que este asunto haya pillado a todo el mundo con el paso cambiado? ¿Cómo hemos podido ser tan poco previsores? Luego nos quejamos de la falta de consenso con respecto a las medidas para combatir el calentamiento global, pero lo cierto es que ni siquiera somos capaces de predecir detalladamente las consecuencias de poner en órbita miles de satélites, a pesar de que se trata de proyectos con años de desarrollo a sus espaldas. Llegados a este punto la cuestión no es si el cielo nocturno va a cambiar para siempre, porque va a pasar nos guste o no. Seremos la última generación que contemple la misma noche que vieron nuestros antepasados. ¿Nos resignaremos a vivir en una noche repleta de decenas de satélites en todo momento? ¿Terminaremos por acostumbrarnos? ¿Acaso importa? Y mientras buscas las respuestas a estas preguntas, lo mejor que puedes hacer es ir a un sitio oscuro y disfrutar de las estrellas. Puede que dentro de diez años ya no puedas hacerlo.
Puede ser un problema para los observatorios astronómicos.
Para mí, que -en vacaciones, pues vivo en Buenos Aires- con mis hijos solemos salir al anochecer a «contar satélites» puede ser un incentivo para detenerse a mirar al cielo nocturno …
Abrazo
Gran entrada Daniel. En cuanto al «no la vimos venir», solo en pequeños circulos se prendieron alertas con los anuncios de Elon, pero nunca vi un «alerta general» (y de hecho, a mi mismo me paso pensar «el espacio es grande y son pequeños satelites, ¿Que puede pasar?».
Parece que estaba muy equivocado…
Pues esto se soluciona muy fácil pintamos los satélites de negro y santa solución 😋
Ahora sí en serio me parece que los ocervatorio terrestres tiene sus días contados y serán reemplazados por ocervatorio en espacio profundo o en la superficie de la luna .
«Seremos la última generación que contemple la misma noche que vieron nuestros antepasados. » No entiendo, no es acaso solamente en las primeras horas antes del amanecer o después del atardecer? En el resto de la noche el cielo se vería igual que siempre. O hay algo que estoy entendiendo mal?
Lo pone en el artículo. En verano en latitudes altas habrá satélites continuamente iluminados toda la noche. Y el resto del año o en latitudes más bajas habrá satélites visibles muchas horas tras la puesta de sol y muchas horas antes del amanecer.
Gracias Daniel
“Seremos la última generación que contemple la misma noche que vieron nuestros antepasados. ”
¿Qué antepasados exactamente, Daniel? ¿Los cazadores recolectores del neolítico, que fueron de los últimos en tener un cielo 100% natural? Porque desde que inventamos el fuego, hemos vuelto la observación del cielo cada vez más difícil. Que si, que la revolución industrial aceleró la degradación de los cielos, eso es indiscutible. Pero me da que el impacto real de las megaconstelaciones será muy comparable a, digamos, la introducción de alumbrado público en el siglo XIX.
No obstante, como siempre, tu artículo es de lo más imparcial que he encontrado por las interwebs. ¡Felicidades por no dejarte llevar por el hype tanto como otros!
Absolutamente de acuerdo contigo. Seguro que Daniel sabe muchísimo más que yo de esto, pero hace ya décadas que no existen cielos nocturnos disfrutables en los lugares donde vivimos la mayoría. Donde yo vivo, en plena noche escasamente se pueden contar estrellas con los dedos de las manos.
Incluso saliendo al campo de noche, si no buscas un sitio en particular hace ya mucho tiempo que la vía láctea apenas es visible.
Por supuesto eso no quita que hay que atajar este problema nuevo de las superconstelaciones de satélites, pero no somos la última generación: Lo fue la de nuestros abuelos.
Saludos.
Como digo mas abajo, si te vas a un pueblecito de la meseta, en un día frío y claro, y te das un paseo de un par de horucas alejándote del centro, y apagas la linterna del móvil, si escojes una noche buena, verás un cielo de los de cine, con su vía láctea y todo. Siguen allí, pero allí no hay internés, así que no puedes subir el post a instagram hasta que vuelvas a tu casa, que seguro está en un lugar mucho más civilizado. El precio del progreso! 😉
Contra la contaminación lumínica de las ciudades, te puedes esconder. Contra la de los satélites, no hay escapatoria… a no ser que te vayas a los polos.
Jimmy, aparte de que tu mismo das una posible respuesta, poner los telescopios en órbita resuelve todos los posibles problemas de contaminacion lumínica, presentes, y futuros. Si al final lo interesante lo vas a ver en una pantalla a través de twitter… y lo realmente interesante, ni siquiera son fotos, son gráficas y artículos.
Desde luego la astronomía se deberá adaptar a las condiciones, como lo hace desde que hay astronomía. Seguro que los astrónomos preferirían que los observatorios se pudieran colocar en el centro de las ciudades, donde les pille bien el metro y haya un chino cerca para hacer la compra de camino al trabajo. A mi la verdad es que me fastidia un pelín no ver los cielos que veía desde pequeño en las afueras de un pueblo de Burgos… porque estoy lejos de Burgos, pricipalmente, porque prefiero las comodidades de una gran ciudad. Pero divago.
El caso es que el hecho de que haya planes para estos chopocioentosmil satélites en órbita quiere decir que hacer un satélite hoy en día no sale tan caro, y el precio va en declive. Y los satélites pueden llevar telescopios, que producen imágenes que todos los seres humanos con internet pueden consultar. Y cada vez la astronomía la disfrutamos más personas, con mejores instrumentos a nuestro servicio. Me parece que en el cálculo gobal, salimos ganando.
No se trata de ver fotos bonitas. Los datos científicos requieren calidad y cantidad. Si, lo ideal son los telescopios en el espacio, pero muchas investigaciones científicas se pueden hacer desde tierra con telescopios y equipos modestos y solo necesitan un cielo oscuro, un telescopio espacial para muchas cosas es innecesario. Un telescopio espacial es algo carísimo y muy tardados de construir y desarrollar. Apenas existen unos pocos y los pocos que existen tienen tan competido el tiempo de uso que la mayoría de astrónomos que los solicitan se quedan fuera. Hoy por hoy la gran mayoría de la investigación se hace desde tierra. Tener los suficientes telescopios espaciales que requeriría la comunidad científica para trabajar solo con ellos sería un gasto bestial. Si el señor Musk va a sacar de su bolsillo para poner 12000 telescopios espaciales, bienvenido sea, nadie se va a quejar, pero los científicos no tienen presupuesto para tanto. Y por mucho que se pudiera abaratar la construcción de esos telescopios esapciales, siempre se va a poder tener mucho más en tierra por el mismo dinero. Los telescopios terrestres son necesarios, y son insustituibles. A menos como digo, que el señor musk ponga 12000 telescopios espaciales a disposición de todos.
Daniel, hace ya dos meses y medio que no publicáis podcast de Radio Skylab. La espera se está haciendo larga…
¡Zasca! Ya lo tienes publicado =)
Y tan larga… yo reviso el ivox casi todos los días y me pregunto si habrá pasado algo con los contertulios…
Os echamos de menos!
🙂 http://radioskylab.es/2019/05/29/071-fluido/
Hola
Bueno Daniel, has detallado todos los problemas que las constelaciones ocacionarán a la astronomía más allá del trazo que quede en las fotos de larga exposición.
Para esto en particular probablemente se puede desarrollar un soft que a partir de otra imagen del mismo sector y tomada exactamente igual, pueda pisar pixel a pixel el trazo de los satélites restaurando el fondo.
No se.
En cada generación somo testigos de algo de un viejo mundo que se pierde y otro lo reemplaza.
Nada es para siempre.
¿Tanta Internet faltaba para que tenga que ser de este modo?
No se.
Abrazo
Se les debe pedir-exigir a todas estas compañías que estan sembrado constelaciones de tal magnitud que provean información en linea (webservices) que les resuelvan a los observatorios y astrónomos en general este berenjenal.
Calcularles las ventanas de observación según la localización de quienes consulten.
Deben financiar investigaciones cuyo objetivos sean mitigar todos estos efectos nosivos a la astronomía (óptica y radial).
Del mismo modo que nada es para siempre, tampoco nada debe serles gratis.
Supongo que la «contaminación lumínica» no cuenta legalmente o por eso no se ha hecho nada, pero para mí está clarísimo que la EPA estadounidense es la que podría / debería haber alertado de esta situación, de haber tenido conocimiento o iniciativa propia, y haber sugerido que debía hacerse el estudio de «impacto ambiental» correspondiente.
El regulador que haya aprobado esta constelación, también, a tenido muy poco ojo. En general, cuando haces una cosa, hay que prever su impacto. Pero cuando lo vas a hacer repetido por 10.000 hay que mirarlo con lupa porque el impacto puede llegar a ser muy grande.
El regulador es la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) y ya ha dado el visto bueno a toda la constelación Starlink. Es más, está quitando trabas a todas estas megaconstelaciones.
https://www.fcc.gov/document/updated-rules-facilitate-non-geostationary-satellite-systems
Estas megaconstelaciones son quizá la más brillante demostración de que los grandes negocios privados se hacen a costa del bien público.
Además del brillo de los satélites en funcionamiento habría que añadir los fogonazos diarios, como bólidos, de los satélites desorbitando. Sólo los 12000 de Starlink, con una vida de 5 años, supondrían 12000 / (5 * 365) = 6,57 satélites cayendo a tierra cada día como una bola de fuego de más de 200 kg. Será mucha suerte si ninguno provoca un accidente.
Dudo que un satélite de apenas 220 kilos pueda sobrevivir a una reentrada en la atmósfera de la tierra eso sí el cielo va se mucho más divertidos de contemplar 😏
Tu puedes dudar de que sobreviva y otros podemos dudar de lo contrario. Lo que faltan son demostraciones.
En cuanto a si va a ser divertido, yo, como cualquiera, prefiero elegir las diversiones a que me las imponga el vecino apropiándose de lo que es de todos.
Una cosa son creencias y otra cosa la experiencia y el conocimiento. Si Space-X dice que estos pequeños satélites se desintegran, que lo ha dicho, no tengo nada que dudar sobre ello.
Ahora bien, viendo el impacto que tiene, creo que tienes razón en que se debió pedir permiso a los diferentes países del mundo. ¿Por qué una empresa privada de otro país, tiene derecho a robarnos el cielo en España? Una cantidad pequeña, pero imagínate en Perú, mirando la vía láctea y observando decenas de objetos. Y pintarlos de negro no mejora demasiado la situación. No los veremos, pero impedirán la visión completa del cielo.
Por otra parte. Aunque yo sea insensato, prefiero tener Wifi y que zonas más recónditas tengan acceso a internet. Imagina esas imágenes en las que tienes que tener el objetivo fijado durante horas en un punto.
Los grandes observatorios, tendrán herramientas para filtrar el ‘ruido’ y minimizar los efectos, pero los amateurs, habrá que ver cómo se las ingenian.
Los satélites planos podrán ser más fáciles de encapsular en un F9, pero son más visibles.
Un cordial saludo. Como siempre, un placer leerte.
La desintegración de los satélites si que se ha tratado mejor. Se desintegran a la reentrada en un 80 y pico porciento pasando al 100% en las próximas versiones. Si quieres buscarlo, creo que se trató en hilos de Twitter y en algún artículo de Teslaratti.
Fisivi, ¿No te parece un bien público que el más remoto pueblo de áfrica tenga conexión a internet gracias a estas constelaciones de satélites?
En fin, lo que hay que leer…
¿Le vas a subvencionar tú los dispositivos y el plan de datos? Si son países pobres es por algo. Si no pueden desarrollar una tecnología mucho más barata que la 3G o 4G por la debilidad del mercado, no serán capaces de pagar lo necesario para tener conexión por satélite. El coste de mantener la constelación no es sólo fabricar y lanzar os satélites, habrá cientos de estaciones terrestres que les darán acceso a Internet. Si no llega la conexión de banda ancha a esos países, las estaciones terrenas no podrán operar a alta velocidad, por lo que tampoco podrán ofrecer un servicio de calidad. Esto es muy antiguo, ya en los 90 se dieron cuenta de lo caros que son estos sistemas, como para que ahora los pobres del planeta tengan «wifi satelital» …
Cualquier pueblo remoto que requiera acceso a Internet necesita acceso a corriente electrica. Entonces, si hay tendido electrico se necesita un tendido de fibra optica y luego se distribuye con antenas.
Nadie se va a molestar en llevar fibra óptica a una aldea de Burkina Faso. Ni electricidad tampoco. El futuro de estos pueblos es autoabastecerse de energía con paneles fotovoltáicos y conectarse a una red satelital desde un terminal portátil. Hay docenas de empresas que ya suministran estos servicios desde hace unos años.
Estos sitios de África, Asia y algunos lugares de América del Sur, se van saltar varias generaciones de desarrollo tecnológico y recibir todo lo que necesitan del Cielo para acceder al Primer Mundo.
Dicen que Dios dejó caer el maná para saciar el hambre de su Pueblo. Ahora que dios está de vacaciones en Benidorm, Elon Musk se ofrece a suministrar el nuevo maná a los pobres de la Tierra. Alabado sea!
Llámame loco si quieres, pero igual hay muchos pueblos de África para los que sería mucho más importante el acceso a agua potable, sanidad, educación…
Me refiero a que los negocios usan bienes públicos como el espacio cercano para enriquecerse, no para dar un servicio que no les han pedido.
Hay muchas alternativas a las constelaciones de satélites, por ejemplo redes inalámbricas terrestres con repetidores alimentados por energía solar, financiados y explotados localmente y públicamente.
fisivi, no digo que no haya alternativas. Pero no las hace nadie.
Imagina las fotos de Atacama, con cientos de elementos artificiales. O Tenerife.
https://www.youtube.com/watch?v=FxqP6yVU0v0
«Todos estos momentos se perderán, como destellos en la oscuridad…»
El cielo iluminado, las lluvias de estrellas explotando en nuestro jardín nocturno, y las estrellas palideciendo ante este estruendoso momento de actividad, del avance y la prosperidad…
Todo merecerá la pena, para conectar a las 8 billones de almas de este planeta, a esta maravillosa biblioteca de Alejandría, que llamamos Internet, cuna del conocimiento sin limites…claro que la cruda realidad, será que la selfie del fazebuk crecerá, y el video tontu del yo-tube, se compartirá y pasará el fugaz tiempo, y la visto de suelo no se levantará…mientras la luz de las estrellas se pierde en la inmensidad…
1- Ya veremos si todos los fabricantes se toman tan en serio como SpX el tema de la basura espacial: los satélites de Starlink están diseñados para reentrar con rapidez al final de su vida.
Además, los satélites se desintegrarán por completo durante la reentrada. (No habrá bola de fuego cayendo sobre la gente)
Musk por el momento ya ha pedido al equipo de Starlink que reduzca el albedo de los satélites para reducir la contaminación lumínica.
Es una ventaja del modus operandi dinámico de SpX: pueden introducir modificaciones sobre la marcha.
Y en cuanto a los 60 satélites, hay que esperar a que lleguen a su órbita final y a que los paneles solares apunten al Sol para conocer con certeza cuál será su impacto lumínico final.
2- «No la vimos venir»
Supongo que ha influido el típico negacionismo hacia los grandes proyectos de Musk. Como si Starlink y sus miles de satélites fueran un «bluff».
Mucha gente no se creía que SpX pudiera llevar a cabo un proyecto semejante, pero aquí está…
3- ¿Solución? Fácil y evidente: en vez de dedicarse a estudiar estrellas y planetas, los astrónomos pueden dedicar su tiempo a estudiar satélites con sus telescopios. Renovarse o morir.
5.000 en órbita
12.000 Starlink
3.236 Kuiper (Amazon)
900 OneWeb (puede subir a +2000)
4.600 Samsung
3.000 Boeing
600 Astrome Technologies
800 Commsat Technology Development
Total: ~30.000 satélites en grandes constelaciones.
Y?
Te parece bien?
Lo que sean avances en ciencia y tecnología, bienvenidos siempre.
Vivo de eso.
Pero pondríamos 30.000 «estrellitas» que arruinarían la astrofotografía y la radioastronomía todo para que le pagues acceso internet más barato a esas empresas en vez de a tu operador local.
La elección va a ser sencilla para la mayoría.
Y antes de que digas «me encanta», acordate que en esas operadoras trabajan miles de compatriotas tuyos que van a quedar sin trabajo y que vas a tener que buscarles una solución. 🙂
Porque al final siempre pagamos de una forma u otra la desocupación laboral.
Excelente resumen, Martínez.
Martínez, no lo comenté anteriormente, pero yo veo un problema grande en la posibilidad de que los satélites queden sin control antes de que sean deorbitados.
Puede que tengamos entonces satélites por ahí descontrolados, sin control de ningún tipo, con flashes de esos a todas horas.
Es más, mi intuición me decía desde el primer momento que el concepto de satélite low cost va a ir seguro ligado a un incremento de satélites fuera de control.
Si un satélite queda fuera de control, tardará entre 1 y 5 años en desaparecer del mapa, el tiempo que tardan en reentrar sin propulsión…
…suponiendo que sea uno de los que están a 550 km.
No hay problema con los de 340 km.
Si falla uno de los que están a 1.150 km tendremos «satélite loco»… ¡durante décadas! Glups.
Propongo una solución:
A cambio de retirar Starlink, que los observatorios astronómicos, los aficionados y fotógrafos de todo el mundo financien el Starship y los planes marcianos de SpX.
Muerto el perro, muerta la rabia. O sea, con el Starship pagado SpX ya no necesita lanzar Starlink.
Pensadlo bien y dad una respuesta pronto, antes de que sea tarde.
(No es un chantaje. Es una invitación a colaborar en el proyecto más grande ever made)
Solución alternativa:
Grabar vídeos del cielo ahora que está limpio.
Si en el futuro queréis contemplar el cielo y las estrellas… ¡sólo hay que poner uno de los vídeos!
*****
Ah, sí, nueva web:
starship.com
Coming soon (el día 20 supongo)
Jaque mate… Jajaja
No confundir con la también nueva web:
Starlink.com
Star[inserte su proyecto megalómano aquí].com
Wall-E
Pintalo de negro
Y la astronomia se hara desde terminales de computadora conectados a «campos de telescopios» remotos alquilados por hora ubicados en la Luna, sobre todo, del otro lado =D
Recuerdos. Cuando era niño, en el campo, en una noche sin Luna, era perfectamente posible ver decentemente a la luz de las estrellas.
Y en las noches de Luna llena he podido leer el diario a su luz.
Todos esos momentos se perderan etc etc…
Tu comentario me ha dado nostalgia, recuerdo cuando niño haber visto las sombras provocadas por la luz reflejada de Venus, saludos desde Chile.
Me gusta casi todo lo que spacex hace pero apenas leí de starlink -ya hace tiempo-, me preocupo por la observación del cielo…
Pero lo mas extraño, es que hoy pienso que me encantaría ver UN (1) solo día esos 10000 saletlites desde mi casa…pero solo por un día!
Tendría que programarse algún tipo de misión que fuera recogiendo de alguna manera toda la basura espacial que estamos generando. Cuántos satélites habrá que ya no funcionen…. Y la presente red de satélites deberían traer aparejado un plan para cuando dejen de estar operativos y no queden ahí para siempre acumulando más y más basura, hasta cuándo…??
No recuerdo donde lo lei, pero parece que la tecnología para retirar chatarra en orbita es considerada militar porque deberá operar muy parecido a un robot orbital saboteador de satélites. Hay mucho interés en desarrollar chatarreros espaciales je je
Vaya, no conocía el extremo que comentas.
Gracias por el apunte.
Un saludo.
Bueno… una buena aplicación para el «Vantablack» (si es capaz de resistir las condiciones del espacio, que no lo sé).
Ahora en serio: malas noticias para la Astronomía a todos los niveles.
Y no te digo nada, cuando haya 20.000 o 30.000 satélites, lo que va a significar lanzar un cohete que atraviese sus órbitas…
Pésimas no, malísimas noticias, no solo para las Astronomía profesional (sin duda la más afectada) si no para los miles de Astrofotógrafos de cielo profundo y aficionados en general a la Astronomía que nos contamos por millones en todo el mundo…. Sin ánimo de ser apocalíptico, estamos ante el principio del fin del cielo nocturno……………..
Para aficionados observando el cielo no deberian ser tanto problema excepto el «corte publicitario» de estar concentrado buscando un objeto debil y que se meta en el campo de vision un maldito satelite que distraiga, por no hablar de que decida tener un «flare».
Para fotografia del cielo nocturno, si ya es dificil sacar fotos sin que aparezca un avion o un satelite, mejor no comentar lo que va a pasar. Lo peor, los astronomos profesionales aunque la latitud a la que estan algunos observatorios suponga que no les deberia afectar tanto. Con miles de satelites las ventanas de observacion van desde luego a ser pequeñas.
No se como no ha habido mas protestas, que yo sepa, de profesionales.
La astronomía tiene que dar el salto al espacio.
El gran problema de las observaciones desde la tierra son las aberraciones producidas por la atmósfera.
La solución es lanzar miles de telescopios al espacio para mirar las estrellas. Tendremos imágenes de mejor calidad que las actuales y la red de alta velocidad para comunicarnos con estos telescopios se está implementando ahora.
Además se podrían instalar telescopios gigantes para las Agencias en la cara oculta de la luna, ¿por que no?.
El problema, Ana, es que lanzar un pequeño telescopio espacial de apenas un metro cuesta casi lo mismo que construir un ELT de 30 metros. Y ya sabemos que construir telescopios segmentados para el espacio cuesta miles de millones de dólares. Por el precio del James Webb habríamos podido construir una red completa de telescopios grandes capaces de observar el hemisferio sur y el norte todas las horas del día al estar distribuidos también longitudinalmente.
O haber construido el telescopio de 100 metros.
La realidad, pese a quien pese, es que los telescopios espaciales ni son ni serán la alternativa a los terrestres porque cuestan entre 10 y 100 veces más, según el tipo.
Todo es cuestión de dinero, claro. Pero si algo nos ha enseñado James Webb es precisamente como NO se deben hacer las cosas.
Un disco IBM duro de 1GB a comienzos de los años 80 era muy voluminoso, poco fiable y costaba 6.000€.
La tecnología avanza y si además el dinero lo gestiona gente competente… lo que parece difícil ahora puede ser la rutina de mañana.
Toda la razón tienes Ana, el problema es que alguna gente cree que estamos anclados en los 90. Muchas cosas han cambiado y seguirán cambiando, starlink es una prueba de ello, hasta hace poco nadie creía que SpaceX pudiera sacarla adelante… pero los tiempos cambian con rapidez, con Starship se podrá crear una red de telescopios orbitales a un precio mucho menor del que piensan los que siguen anclados en los 90
Incluso dando por buena la Starship (en lo que no creo en absoluto) debéis ser conscientes de que los presupuestos de la astronomía terrestre son minucias comparados con los del espacio. Los astrónomos no tienen dinero para salir al espacio, simplemente.
El presupuesto anual del ESO, por ejemplo, es dealgo más de mil millones de euros al año, equivalente a lo que la NASA derrocha en cualquier sonda mediano / grande.
No va a ocurrir.
He dicho mil millones? Me he vuelto loco!!!, ni en broma. 165 millones de dólares en 2017. Con eso no da ni para lanzar lo que sea con ULA.
El problema no es sólo el coste de construcción, si no el de explotación, oportunidad y mantenimiento. Un telescopio en tierra puede ser reparado, mantenido y actualizado. Por no hablar de la cantidad de equipos que se pueden instalar para procesar y ajustar las mediciones. Es comparable a los análisis que puede hacer curiosity en marte de una roca y lo que se podría hacer en los laboratorios terrestres. Por muy barato se llegue a ser lanzar cosas, siempre va a ser más sencillo hacerlo aquí
Es que lo mismo podríamos decir de los satélites… es mas barato una red terrestre y menos complicado tecnológicamente y podemos repararla, o lo mismo podríamos decir de los transportes, porque ir en avión cuando podemos ir en tren? Porque ir de vacaciones si quedarse en casa es mas barato! O porque ir al espacio? Quedarse en tierra es mas barato, seguro y no tenemos que enfrentarnos a tal reto tecnológico!
Pero hacemos todas esas cosas porque suponen una ventaja sustancial en un aspecto en concreto que es de más peso que la alternativa simplista de vuestro razonamiento. Solo hay que ver el hubble, un telescopio terrestre de sus dimensiones no podría obtener los resultados al nivel que obtiene desde el espacio…
Decís nunca se podrá… Y yo creo que os falta visión para ver el porque si se podrá, el porque merece la pena hacer lo que es intuitivamente más complicado pero que en realidad no tiene porque serlo tanto. Telescopios orbitales de bajo coste construidos en serie lanzados con un sistema de lanzamiento espacial comparable a las líneas aéreas regulares
Laboratorios terrestres? Construyamos laboratorios marcianos!
Entre vosotros y lograr estas cosas solo hay una diferencia de actitud.
Todos los avances que mencionan suponían una mejoría sobre la tecnología preexistente.
Pero lo que planteas es un incremento exponencial del coste de la exploración del universo para que cuatro o cinco empresas monten un chiringuito en LEO para su mayor gloria.
Y todo para, como bien dices, explorar con telescopios de bajo coste y bajos resultados.
Piensa en el diámetro del espejo del Hubble y comparalo con él LST
Interesante simulación de la «observabilidad» de la constelación de Starlink:
https://www.youtube.com/watch?time_continue=40&v=vZiUsNQiJ1I
Saludos.