Parker Solar Probe: la nave que «tocará» el Sol

Por Daniel Marín, el 7 agosto, 2018. Categoría(s): Astronáutica • NASA • Sol ✎ 115

Dentro de pocos días está previsto que despegue desde la Base Aérea de Cabo Cañaveral la nave Parker Solar Probe, una sonda que se acercará a nada más y nada menos que a seis millones de kilómetros del Sol. Puede que esa bola de luz que vemos en el cielo cada día sea una simple estrella G2V del montón, pero es la más cercana y la supervivencia de nuestra civilización tecnológica depende en buena medida de que conozcamos todos sus secretos en profundidad. La Parker Solar Probe rozará el Sol con el objetivo de estudiarlo en detalle, pero, paradójicamente, no por los motivos que la mayoría de personas piensa. Y, además, aproximarse al Sol tampoco es nada sencillo y, de hecho, es la parte más compleja de la misión.

Parker Solar Probe (NASA/APL-JHU).

El Sol no solo es la fuente de la vida de este pequeño planeta rocoso gracias a la radiación que emite en diferentes longitudes de onda del espectro electromagnético, sino que también genera un flujo constante de partículas cargadas conocido como viento solar que domina la magnetosfera de la Tierra. De vez en cuando a nuestra estrella le da por lanzar más partículas de las que emite habitualmente, creando una tormenta geomagnética al interactuar con el campo magnético terrestre. Estas tormentas pueden dañar gravemente a todo tipo de satélites e incluso dejar fuera de juego la red eléctrica de regiones o naciones enteras. Y nadie quiere que una fulguración como el Suceso Carrington de 1859 nos deje a oscuras. Pero todavía nos queda mucho por aprender con respecto al Sol. Por ejemplo, no tenemos muy claro qué mecanismos están detrás de uno de los mayores misterios de nuestra estrella: ¿cómo es posible que la corona solar esté mucho más caliente que la superficie visible del Sol (5.500 ºC frente a millones de ºC)?

Calentamiento anómalo de la corona solar (NASA).

Las reconexiones magnéticas y las ondas magnetohidrodinámicas son dos fenómenos que juegan un papel clave en el calentamiento de la corona y en la aceleración del viento solar en una zona que apenas tiene 500 kilómetros de espesor, pero para estudiarlos en detalle lo ideal sería hacerlo in situ, o, como mínimo, lo más cerca posible. Así que, efectivamente, nos interesa enviar una sonda espacial a las cercanías del Sol, pero no para obtener bonitas imágenes de nuestra estrella, sino para analizar las partículas que emite. Cualquier telescopio solar situado en tierra o en órbita terrestre ya es capaz de ofrecernos imágenes de alta resolución del Sol. Para que las fotografías de una sonda superen la resolución de estos instrumentos habría que acercarse tanto que, por ahora, simplemente no sale rentable. Sin embargo, si lo que queremos es comprender el origen del viento solar y el anómalo calentamiento de la corona no hace falta que nos zambullamos en el Sol. Con situarse a unos pocos millones de kilómetros basta, aunque esto es de por sí todo un desafío tecnológico de primer orden. Bien, ahora queda resolver el siguiente problema. ¿Cómo llegar hasta allí?

Efectos negativos de los enfados del Sol sobre la Tierra (NASA).

Contrariamente a lo que mucha gente piensa, viajar al Sol no es nada sencillo. No basta con «dejarse caer» desde la órbita terrestre y ya está. En astronáutica lo que cuenta es la energía que debemos aportar para llegar a nuestro destino, que es proporcional a la Delta-V, sin importar si aceleramos o frenamos. Y cualquier objeto situado en la órbita de la Tierra alrededor del Sol ya tiene una considerable cantidad de energía de la que debemos deshacernos para acercarnos a nuestra estrella. Aunque parezca increíble, en la actualidad no existe ningún cohete lo suficientemente potente para mandar a una nave a las cercanías del Sol de forma directa. En realidad, la energía para acercarse a nuestra estrella a menos de diez radios solares es unas sesenta veces la energía necesaria para ir a Marte. La única solución es realizar maniobras de asistencia gravitatoria con otros planetas para reducir nuestra energía orbital y aproximarnos al Sol.

Primer diseño de Solar Probe de principios de siglo (NASA).

Es por esto que, aunque la NASA identificó en una fecha tan temprana como 1958 la necesidad de enviar una sonda cerca del Sol, nadie lo ha hecho hasta ahora. Por otro lado, hasta este momento hemos obviado las complejidades técnicas que suponen acercarse mucho al Sol. El récord de proximidad a nuestra estrella de una nave operativa lo tiene la sonda alemana Helios B, que en 1976 llevó a cabo un paso por el perihelio —el punto más cercano al Sol de una órbita— a tan solo 43,4 millones de kilómetros del Sol (unos 65 radios solares), es decir, por dentro de la órbita de Mercurio (cuyo punto más cercano al Sol está a 47 millones de kilómetros). Pero si queremos desentrañar los misterios del calentamiento de la corona hay que ir mucho más cerca, a menos de 7 millones de kilómetros (10 radios solares) de la superficie visible (la fotosfera). A principios de este siglo la NASA identificó la misión Solar Probe como una de las prioridades para el estudio del Sol. Solar Probe debía ser una misión de tipo flagship muy cara y ambiciosa. La sonda se acercaría hasta 2,1 millones de kilómetros (3 radios solares) de la superficie, aunque su órbita no sería circular, sino altamente elíptica. De esta forma se podría conciliar la necesidad de acercarse mucho al Sol con los problemas tecnológicos asociados con esta decisión. Con el fin de evitar las elevadas temperaturas Solar Probe emplearía un escudo térmico durante sus pasos por el perihelio. Se descartó usar energía solar porque por entonces no existía la tecnología que permitiese crear paneles que no se degradasen de forma catastrófica por culpa de la intensa radiación a esa distancia, así que Solar Probe llevaría generadores de radioisótopos (MMRTG).

Diseño de Solar Probe con RTG de 2005 (NASA).

Efectivamente, la ironía era más que evidente. La sonda que más se iba a acercar al Sol debía emplear la misma tecnología que las naves que exploran el sistema solar exterior. De hecho, el uso de RTGs permitiría que la nave usase Júpiter para realizar una maniobra de asistencia gravitatoria para aproximarse al Sol (recuerda lo difícil que es llegar a las cercanías del astro rey). Más o menos una versión extrema de las maniobras que llevó a cabo la sonda europea Ulises en los años 90. Solar Probe debía realizar un mínimo de dos sobrevuelos del Sol a una distancia de 2,1 millones de kilómetros con 4,6 años de diferencia, permitiendo de este modo estudiar el viento solar y la corona en fases distintas del ciclo solar de 11 años. La sonda pasaría por el perihelio a una velocidad de 1,1 millones de km/h (308 km/s), por lo que cada sobrevuelo solo duraría unas 14 horas en total. El escudo térmico estaría formado por un cono de 2,7 metros hecho de carbono-carbono, el mismo material empleado en las losetas térmicas del morro y el borde de ataque de las alas del transbordador espacial (en principio el escudo iba a tener una forma elíptica para reflejar la luz solar eficientemente, pero se decidió cambiar el diseño).

Solar Probe de 2005 (NASA).
Diseño de Solar Probe de 2005 (NASA).
Asistencia gravitatoria con Júpiter para alcanzar el Sol (NASA).

Ni que decir tiene, este proyecto era demasiado caro para ser aprobado, así que en 2007 el proyecto cambió radicalmente y pasó a ser conocido como Solar Probe Plus (Solar Probe+). Pese al nombre, en realidad la sonda sería más pequeña —solo 481 kg— y se acercaría a «solo» 6,6 millones de kilómetros en vez de los 2,1 millones originalmente previstos. De esta forma ya no sería necesario usar la maniobra de asistencia gravitatoria con Júpiter y, de paso, tampoco RTGs (que son extremadamente caros). La energía la proporcionarían paneles solares avanzados basados en la tecnología empleada en la sonda MESSENGER para estudiar Mercurio. Los paneles estarán separados en dos segmentos, primarios y secundarios, y estos últimos estarán refrigerados por líquido. Los paneles se plegarían durante el perihelio para evitar su degradación, dejando bajo la luz del Sol únicamente a los paneles secundarios. Solo tendrían un área de 1,55 metros cuadrados, pero serían capaces de generar 388 vatios durante cada perihelio.

Diseño de Solar Probe Plus de 2007 (NASA).
Diseño de Solar Probe Plus en 2010 (NASA).

La nave, de 3 metros de alto, despegaría mediante un cohete Atlas V 551 al que se le añadiría una etapa extra de combustible sólido Star-48BV de forma parecida a la técnica usada en el lanzamiento de la sonda New Horizons a Plutón, aunque en este caso la sonda viajaría en dirección contraria. Como esto no era suficiente, para reducir su perihelio todavía más Solar Probe Plus usaría ahora siete maniobras de asistencia gravitatoria con Venus, una trayectoria conocida como V7GA. La introducción de V7GA fue una revolución para la misión, puesto que ya no era necesario realizar un sobrevuelo de Júpiter para aproximarse al Sol. Sin la trayectoria V7GA la misión Solar Probe Plus no habría sido posible. Según el nuevo plan, el escudo térmico no debería soportar temperaturas tan altas —«solo» 1.440 ºC— y pasaría a tener un diseño plano circular más simple de 2,3 metros de diámetro. Tras el escudo se instalarían dos radiadores con líquido de 4,4 metros cuadrados para refrigerar la nave. La nave tendría nueve instrumentos para estudiar las partículas y los campos magnéticos en las proximidades del Sol.

Nueva trayectoria V7GA para alcanzar las proximidades del Sol con siete sobrevuelos de Venus (NASA).

A partir de 2008 el proyecto estaría a cargo del laboratorio APL (Applied Physics Laboratory) de la Johns Hopkins University. En 2010 el diseño sería refinado al pasar a la Fase A y se decidió lanzar la nave en 2018.  Se abandonó la forma circular del escudo térmico, que pasó a tener unas dimensiones de 2,4 x 3,1 metros, 11,43 centímetros de espesor y una masa de unos 70 kg. La masa de la sonda fue aumentando hasta alcanzar los 685 kg, de ahí que posteriormente también se decidiese cambiar de cohete a favor del Delta IV Heavy de ULA, actualmente el segundo lanzador más potente en servicio tras el Falcon Heavy. Por último, la misión fue rebautizada como Parker Solar Probe (PSP) en honor a Eugene Parker, un astrofísico solar estadounidense que ha estudiado el calentamiento de la corona (Parker propuso en los años 80 que este fenómeno era debido a «nanofulguraciones») y el viento solar (el patrón en espiral del viento solar lleva su nombre).

Diseño actual de la sonda con sus instrumentos científicos (NASA/APL-JHU).
Escudo térmico de la Parker Solar Probe (NASA/APL-JHU).
Paneles solares de la PSP (NASA/APL-JHU).

La misión tendrá una duración de 6 años y 11 meses, durante los cuales la sonda realizará 24 órbitas alrededor del Sol. La ventana de lanzamiento se prolongará durante 20 días y, si se lanza en agosto de 2018 como todos esperamos, el primer perihelio tendrá lugar en noviembre de 2018 a 25 millones de kilómetros. Para reducir más la distancia al Sol deberá llevar a cabo los siete sobrevuelos de Venus, el primero de los cuales será en diciembre de 2019. El primero de los perihelios cercanos, a unos 7 millones de kilómetros (9,86 radios solares) lo veremos en diciembre de 2024 y será entonces cuando podrá comenzar la fase científica propiamente dicha. La órbita final tendrá un periodo de 88 días, un afelio de 110 millones de kilómetros (0,73 UA) y un perihelio de 6,2 millones de kilómetros sobre la fotosfera. La fase de perihelio en cada órbita durará unos 11 días. El último de los 14 perihelios cercanos tendrá lugar en 2025, aunque la misión podría ser extendida.

Parker Solar Probe (NASA/APL-JHU).
Variación del perihelio y el afelio en cada órbita de la PSP según la trayectoria V7GA (NASA).
Distancia y velocidad de la sonda con respecto al Sol en cada perihelio (NASA/APL-JHU).
Configuración de la sonda durante los sobrevuelos (NASA/APL-JHU).
Geometría de los siete sobrevuelos de Venus (NASA/APL-JHU).
Distintas configuraciones de la PSP (NASA/APL-JHU).

La velocidad máxima alcanzada por la Parker Solar Probe durante su paso por el perihelio será de 687.000 km/h (190,8 km/s), una velocidad récord con respecto al Sol. De hecho, será tan elevada que se podrán detectar los efectos de la relatividad. Los instrumentos que finalmente llevará la sonda son cuatro: FIELDS (destinado a estudiar los campos electromagnéticos, el flujo de Poynting y la densidad de plasma), SWEAP (para medir la abundancia de partículas en el viento solar y sus velocidades), ISIS (para estudiar las partículas cargadas más energéticas, de 10 keV a 100 MeV) y WISPR (para tomar imágenes de la corona solar y la heliosfera interna). El sistema de propulsión de la sonda será monopropelente, únicamente a base de hidrazina, y estará formado por doce propulsores de 4,4 newton de empuje. Una antena de alta ganancia de 60 centímetros de diámetro se encargará de transmitir los datos a la Tierra durante la fase de afelio.

Instrumentos de la Parker Solar Probe (NASA/APL-JHU).
Elementos del instrumento FIELDS (NASA/APL-JHU).
Comprobando la extensión de uno de las antenas de la PSP (NASA/APL-JHU).

Con un coste total de unos 1.100 millones de euros, Parker Solar Probe será el primer artefacto humano que se interne en el reino privado del Sol. Los datos que obtenga serán complementados por los observatorios terrestres y las misiones espaciales actuales —SOHO, STEREO, SDO, Hinode, etc.— y futuras —especialmente el Solar Orbiter de la ESA— con el fin de obtener el modelo más preciso de nuestra estrella que podamos. Como decíamos al principio, no es solo una cuestión de curiosidad: nadie quiere que nuestra civilización desaparezca por no comprender cómo funciona nuestra estrella.

La sonda Parker Solar Probe lista para su lanzamiento (NASA/APL-JHU).
Inserción en la cofia del Delta IV (NASA/APL-JHU).
Emblema de la misión (NASA/APL-JHU).



115 Comentarios

  1. Por curiosidad, ¿ alguna tormenta solar ha dañado a satélites o ha afectado a redes eléctricas en algún país? Es que siempre se habla de eso pero no conozco casos.

    Bonita misión. Esperemos que sea un gran éxito!.

  2. Vale, veo que además de evento Carrington el artículo enlazado cita problemas en 1972 en cables submarinos, 1989 en Quebec y 2000 en Suecia. Entiendo que no se han documentado casos en satélites.

    Por cierto, poco se habla de la barbaridad que supusieron las pruebas nucleares en la alta atmósfera…

  3. «Como decíamos al principio, no es solo una cuestión de curiosidad: nadie quiere que nuestra civilización desaparezca por no comprender cómo funciona nuestra estrella.»

    Y luego dicen que los andaluces son exagerados… 😛

    1. Hombre.. estamos acostumbrados a que todos los días salga el sol como si nada, y no nos quedamos con el detalle que si un de repente le da un hipo o una bajada de tensión, tiene capacidad de sobra para llevarnos a todos por delante.

      No sobra nada saber más sobre el Sol, es más, debería de ser prioritario.

  4. Increíble lo cerca que pasará del Sol, pero también de Venus (más cerca que la ISS de la Tierra). Imposible no acordarse de la película Sunshine jeje.

    Como siempre gracias Daniel por estos magníficos reportes.


  5. Y luego hay gente que cree que en las películas las naves llevan los motores encendidos porque si no se caen al Sol…

    Muchas gracias por el artículo.

  6. Gozada de artículo. En la NASA saben que las sondas al Sol hay que lanzarlas de noche -la primera fecha para lanzarla es este 11, y sería nocturno (11 de la mañana en España)-.

    Eso dicho, tiene su miga que sea mucho más fácil salir del Sistema Solar que acercarse al Sol. No parece tampoco agradable la manera en la que la sonda acabará sus días.

  7. Hay una errata en el articulo. El primer sobrevuelo de Venus va a tener lugar el 28 de septiembre de este año, si todo sale segun lo previsto.

  8. Creo que hay un error en el pie de una de las fotos.Donde dice imagen de la cofia del Delta IV debe decir del Atlas V.No obstante magnífico artículo Daniel.

      1. He leído y escuchado que se ha lanzado desde Cabo Cañaveral Y veo que hay instalación adaptada para lanzar el Delta IV Heavy desde ahí y no necesitar lanzar desde wanderberg ¿donde habían lanzado la prueba de la orión ?

        Me pregunto ¿ya la tenían? ¿la han montado ahora derrochando un pastón?
        ¿piensan usar en la NASA ese vector para más lanzamientos?
        ¿un D4H está certificado para lanzar humanos con una orión si fuera el caso?

    1. Yo también me quedé con ese dato durante un buen rato.

      Es un 0’1% de la velocidad de la luz, que se dice pronto. En poco más de un cuarto de hora ya estaría cruzando la órbita lunar, cuando lo habitual es que tarden días. 2 segundos en el trayecto Vigo-madrid, tan solo 2 segundos.

      Lo dicho, una pasada.

  9. Aquí lo que no está nada claro es que la misión dure algo menos de 7 años, cuando tan sólo colocar a la PSP en órbita costaría unos 6 años y medio. Me explico: si la gran cuestión científica que la sonda ha de estudiar es «trace the flow of energy that heats the corona and accelerates the solar wind»; teniendo en cuenta que parece establecida la criticalidad autoorganizada en ese sistema, no entiendo cómo no se fijan como objetivo el estudio de todos esos parámetros solares durante 10 ó 20 años.

  10. Comprender o no como funciona nuestro sol no impedirá que cuando suceda lo imprevisible no habrá nada que hacer con la desaparición de la vida en nuestro planeta.

  11. Es emocionante que una sonda espacial vaya a superar las marcas anteriores de aguante de temperaturas altas.

    Tengo que entender lo del Delta-v. Suponía que tras superar la barrera de la órbita terrestre era dejarse caer al Sol con la inercia residual más, supongo, que el impulso restante de la segunda etapa del cohete. Uno de los primeros artículos en castellano que habla sobre el tema, si se busca en internet, es justo de este blog:
    https://danielmarin.naukas.com/2014/06/30/el-mapa-de-la-delta-v-o-por-que-es-tan-dificil-viajar-a-otros-mundos/
    A ver si lo entiendo …
    Y finalmente gracias nuevamente por este interesante artículo.

    1. Cuando sales de la órbita terrestre, mantienes una velocidad similar a la que lleva la Tierra en ese momento (creo que son unos 30km/s).

      Pues para dejarse caer al Sol, tienes que restar toda esa velocidad, lo cual es una auténtica burrada. Lo más que se consiguió fueron unos 17km/s (de nuevo escribo de memoria), apenas un poco más de la mitad de lo necesario. Por eso las maniobras gravitatorias. Y por eso es más complicado llegar a Mercurio (necesitas igualar su velocidad de traslación) que a Plutón (donde solo necesitas armarte de muuuuucha paciencia).

    2. Yo creo que esto del delta-v es algo más complicado en tres aspectos.
      (1) Fíjate Rafael, en el mapa de delta-v que aparece en esa entrada de Daniel (el que viene de una web de dannypagano). Allí se ve que para llevar a una sonda al Earth-Sun transfer necesitas 30km/s de delta-v. Pero que si quieres insertar la sonda en una órbita solar a 10000km de altura necesitas un extra delta-v de 178km/s. Y si de ahí la quieres estrellar contra el sol, necesitas 440km/s extras.
      (2) El libro «Complete course in astrobiology», pg. 193, da un delta-v aproximado para una sonda que se estrella contra el sol de unos 40 km/s. ¿Por qué de esta discrepancia?. Pues no lo sé cierto, pero supongo que hay que calcular las ecuaciones (de conservación de momento y de energía) para la misión que quieras llevar a cabo.
      (3) En este mismo libro, misma página, además del delta-v los autores dan la «typical payload fraction» con cohetes usuales de propulsión a chorro de gases. Ésta es de 0.000005 para aquello de estrellar la sonda contra el sol.
      Éste último punto es muy importante en todo lo que la gente suele comentar en este blog; pero muchos ni se dan cuenta de este asunto.

      1. Corrección. Anoche estuve pensando y los 440km/s no deben ser para estrellar la sonda en el sol; sino para despegar desde la superficie solar y alcanzar esa órbita circular a 10000km de altura del sol. Supongo que, equivalentemente, también se necesitaría una delta-v de 440 km/s para depositar la sonda suavemente (a menos de 1m/s) sobre la superficie del sol.
        Como pone en aquél mapa, las delta-v se calculan con la ecuación vis-viva (que puedes ver en la wiki).
        Al igual que hoy en día puedes ahorrarte mucho delta-v al aterrizar en un planeta mediante maniobras aerodinámicas y paracaídas, en un futuro, igual se puede aterrizar suavemente (aprovechando la enorme energía de la corona solar) sobre el sol sin gastar combustible en esos 440+178 km/s.

      2. Muchas gracias por el detalle de tu respuesta Antonio.
        Me empaparé lo mejor que pueda con toda esta información.
        Andaba esta tarde repasando de donde se deducía la velocidad de escape. Pero poco a poco iré pillando el tranquillo. Me da mucha pena olvidar la física elemental de bachiller o las mates y ando picoteando cursos e información.
        Mi centro de coordenadas mental era la tierra y por eso confundia que tras salir de órbita el momento restante era bajo y se podía uno dejar caer al sol cuando en realidad se iba a 30km/s y había que contrarrestarlo con vueltas sobre Venus para reducir esa velocidad (disculpas si he dicho un disparate, ya que aún no he llegado al funcionamiento de ese tipo de maniobras)

        1. La velocidad de escape es la mínima en la que pasas de órbita cerrada a abierta (parábola); más de esa velocidad pasas a órbita abierta hipérbola. Para el sol ésta Ve es de 617.7 km/s que lógicamente son esos 440 + 178 que había en el mapa de los delta-v.
          Por otro lado, la velocidad de escape de la Tierra es de unos 11.2 km/s. Aunque si lo miras en el mapa está más complicado (por la resistencia aerodinámica de la atmósfera ¿y tal vez algo más?) y te pone (9+2.44+0.68+0.09) km/s.
          Luego, para que la sonda se dirija al sol, tienes que aplicar la ecuación vis-visa de la que hablé (o mirar ese mapa) y te da unos 18km/s (con lo que pasas de la parábola de escape de la tierra a la elipse que se acerca al sol y después lanzaría a la sonda a la órbita de la Tierra). Como ves 12+18 son aprox. esos 30km/s (o en el libro que dí son los 40km/s con los que chocarías contra el sol sin volver por la elipse a la «altura» de la Tierra).
          ¿Y qué pasa entonces con Venus?, eso se llama asistencia gravitacional. En el libro de Schaub Analytical mechanics of aeroespace systems la página 665 tiene el dibujo genérico de ese flyby maneuver. Pero en este caso, de la PSP se aplica de forma mucho más interesante. Si te haces las matemáticas del paso genérico, luego puedes comprender lo que hace la PSP (el V7GA Venus seven gravity assists); donde en siete ocasiones se pasa por donde está Venus y en cada una de ellas el planeta cede mometum a la sonda acercando su perihelio cada vez más al sol y a la vez dejando el afelio un poco más internamente de la órbita de Venus. Una maravilla de V7GA.

        2. Al contrario, tienes la mentalidad para entender el asunto, y la disposición para desenpolvar la física de instituto, que es el 95% del conocimiento necesario para entender estas cosas.

          Ahora si te bajas la demo del Kerbal para visualizarlo y abstraerlo de manera instintiva, ya esa es la puntilla que te hará entender todas esas cosas de asistencias gravitatorias, por qué no es lo mismo ir a un sitio que a una órbita particular, pq las Vogayer sacrificaron Plutón para ver Titán en detalle, etc… ¡Ánimo, es fascinante!

      3. La Tierra gira alrededor del sol aproximadamente a 30km/s. Lanzando una nave a velocidad de escape más 30km/s, es decir: √(30^2 + 14^2)=33.1 km/s supuestamente se quedaría «parada» respecto al sol. Su órbita sería una línea recta pasando por el centro del sol alejándose 1AU a cada lado. Lógicamente impactaría en la superficie del sol (los restos fundidos). Eso sí, a una velocidad superior a los 400 km/s sufriendo un «helio frenado».

        1. amago, creo que intentas contestar mi duda; sin haber visto mi anterior mensaje que empieza por «Corrección» (por lo que ahora ya no hay duda). El caso es que este mensaje apareció un día después de cuando lo escribí; se ve que mis comentarios se asustan (o se pierden o algo pasa) y se quedan horas colgados en el servidor. Siento el lío que pude causar.

          1. Así es. Lo escribí antes de que apareciera tu auto-correccion. Si que a veces da problemas la publicación de comentarios. Imagino que nos pasa a todos.

        2. Muchas gracias a los dos (Antonio AKA «Un físico» y amago).
          Necesitaré tiempo para ir desenredando todo.
          Es apasionante y de agradecer que te expliquen las cosas con cierto rigor y con paciencia para comprender mejor los aspectos a tener en cuenta en estas misiones. Por eso gracias.
          Creo haber pillado el concepto de que esos 400km/s+178km/s serían para aterrizar en el Sol, no para estrellar el aparato y por eso son innecesarios. Son la energía necesaria para contrarrestar los efectos gravitatorios si quisiéramos llegar suavemente. El Sol, aunque sea obvio, a veces se me olvida, nos acelera mientras nos dejamos caer a él. Como la sonda no tiene que contrarrestarlos sino mantener una órbita muy elíptica cuyo afelio estaría en una zona cercana a la órbita terrestre (al menos inicialmente), entonces se conserva la energía y basta con esos 40km/s que eran de la energía del movimiento de la tierra respecto al sol . Si se hubiera pretendido una órbita menos elíptica, la energía necesaria, pues sería mayor (evidentemente).
          Estoy contento de conocer algo sobre estos procesos de lanzar un cohete. No obstante necesitaré unos días/semanas para asimilar mejor los conceptos. No era consciente de la importancia de la gravedad del Sol y la energía necesaria para viajar en el Sistema Solar.
          Pido disculpas por no poder ofrecer algo matemático con el mismo rigor que habéis empleado, en agradecimiento de la información facilitada y que pudiérais confirmar que ha servido para algo el esfuerzo didáctico pero siempre he preferido dar mayor importancia a aprender los conceptos, más que memorizar datos concretos. Al menos inicialmente.

          Un cordial saludo y que tengáis un buen día.

  12. Mas vale que los motores de actitud no fallen, o vamos a tener uns bonita sonda carbonizada. Gran descripción de la misión en el artículo y gran lanzamiento … me gusta estas configuraciones de cohetes.

    Muchas gracias Daniel.

  13. Yo espero que esta mision avive el interés de del público de a pie en la exploracion espacial por que si no no veremos una misión espacial tripulada a marte y ni en 2050 ☹️

    1. Espérate sentado, la WISPR dará fotos que serán bastante abstractas y poco entendibles para el ciudadano de a pie, lo normal es que sea un interés más científico.

  14. Interesantísimo artículo, y también muy interesante el enlace que adjuntas del suceso Carrington, con sus correspondientes comentarios. Un gusto volver a leerlo después de tanto tiempo.
    Muchas gracias, Daniel.

  15. Una pregunta por curiosidad, es evidente q por el propio escudo que lleva el satelite es imposible tomarle fotos al sol no? Solo llevara sensores para registrar la temperatura?

  16. No entiendo lo de los MMRTG.
    ¿Para que necesitas llevar radioisotopos generadores de calor… cuando estas al lado del sol?

    Lo que mas me gusta de la tecnologia espacial, es que hay soluciones que a priori parecen absurdas porque tienen que operar en un entorno y unas condiciones muy diferentes a las que estamos acostumbrados… Pero por mas que le doy vueltas no acabo de entener la necesidad de llevar radioisotopos.

    Alguien podria profundizar en este tema.

    1. Al estar tan cerca del Sol, directamente acabas friendo los panales solares si no los proteges. Y si los proteges, ya no funcionan porque están escondidos dentro de la nave.

      De igual forma que cuanto más cerca de una hoguera más calentito estás, pero llega un momento en que te acabas quemando y tienes que protegerte con ropa especial para acercarte lo máximo posible.

    2. «…Se descartó usar energía solar porque por entonces no existía la tecnología que permitiese crear paneles que no se degradasen de forma catastrófica por culpa de la intensa radiación a esa distancia, así que Solar Probe llevaría generadores de radioisótopos (MMRTG)…»

      1. Alb no se refiere a paneles FOTOVOLTÁICOS, sino a usar el CALOR del Sol directamente, por ejemplo, desde el escudo térmico. Porque no será por diferencia térmica entre las caras expuesta y en sombra del mencionado escudo…

    3. Cerca del sol se podría utilizar de alguna manera el calor del escudo térmico en los generadores, pero la órbita es altamente elíptica. En el afelio necesita energía también. De ahí los RTG.

        1. Eres un genio Noel! A nadie se le habría ocurrido. Qué bueno tener a gente como tu en el foro de los que aprender por fin algo de tecnología cuando nos sacas de nuestros errores absurdos.

          Pero entonces iluminanos, ¿cuál es el motivo de los RTG siendo tan sencilla la solución utilizando termoeléctricos y solares retráctiles?

          1. No, si ahora me dirás que se puede montar una aleación termoeléctrica activada por el calor de la desintegración de radioisótopos, y no se puede montar una aleación termoeléctrica activada por el calor del Sol a corta distancia…

            Máxime, cuando hasta BMW, en su programa EfficientDynamics, con el generador termoeléctrico Turbosteamer, ya está trabajando en la recuperación de calor para producir electricidad desde el turbo y desde el tubo de escape (este último sistema, ya montado en los híbridos BMW y que usa el calor del colector de escape para producir hasta 500 watios de energía… ¡¡Mira, más que cualquier RTG y por una fracción insignificante del precio de uno de ellos!!

            Amos, hombre, a vacilarle con «genialidades» y sarcasmos a otro, nene.

            ¿El motivo, dices? Pues dado que no trabajo en NASA ni en diseño de sistemas, sólo cabe especular lo de siempre: ¿por qué gastar 150.000$ (ejemplo) en un sistema termoeléctrico solar, cuando se pueden gastar X decenas de millones en un RTG y así chupar del bote los comisionistas de siempre? ¿Por lo mismo que adaptar muy parcialmente la torre de lanzamiento del SLS cuesta MUCHÍSIMO MÁS que fabricarla entera de nuevo? ¿Por falta de imaginación, que aunque sean de los mejores ingenieros del mundo, tirar de lo conocido (y caro) es de lo más habitual, una muestra de inmovilismo que muchas veces lastra a la Ciencia y a la Investigación?

            No sé, elige la que más te guste, o plantea tú otras. Pero sigue sin tener sentido que para obtener energía eléctrica se pueda usar el calor de la desintegración radiactiva, y no se pueda usar el intenso calor de un acercamiento tan próximo al Sol. Eso no tiene la menor lógica… y se ve sin ser ningún genio, para nada. A lo mejor, tú, como genio diplomado que pareces ser, no eres capaz de verlo porque sólo piensas de forma tan elevada que no ves lo básico.

            P.D.: la nave YA LLEVA paneles solares retráctiles… pequeño detalle insignificante.

          2. Noel, imagino que la tecnología que se emplea en los RTG o en el sistema que comentas de BMW no aguantaría la temperatura a la que estaría expuesto el generador térmico de electricidad. Habría que desarrollar todos los componentes necesarios para refrigerarlo al mismo tiempo que funciona, adaptándose a la temperatura cambiante según la proximidad al Sol. Puede que desarrollar un sistema así añadiera mucha más complejidad, necesitando tiempo y dinero, sin aportar un beneficio mayor que emplear algo que ya tienen disponible y conocen muy bien como un RTG. Es contraintuitivo como apuntas.

          3. Aixo, la temperatura a la que llegará el escudo térmico no es tan elevada (unos 1.400ºC) como para que destruya el generador. Al fin y al cabo, el secreto de los termoeléctricos no es más que una capa de aleación de termopares semiconductores, intercalados entre dos capas de cerámica. Los RTG ya se ponen a altas temperaturas, por lo que no es problema.

            Y, si el problema es la temperatura excesiva… pues se ponen los termopares más separados de la superficie del escudo térmico y fin de la historia. No tienen porqué estar en primera línea. Pueden perfectamente estar detrás del escudo cerámico, reservándose éste un grosor tal, que la exposición en el perihelio no supere la resistencia de los termopares.

            Y, si aún así, la temperatura te sigue pareciendo problemática, para eso están los pares termoiónicos, capaces de soportar temperaturas tan elevadas como 1.700K (los más eficientes).

            Vamos, que no será por posibilidades: o poner más grosor entre la superficie expuesta del escudo y los termopares, o usar termoiónicos, o incluso un sistema híbrido.

            Por cierto, lo que comentabas de la refrigeración: el escudo térmico de la Parker YA lleva sistema de refrigeración de ese componente por la cara «de sombra» (tal y como se comenta en el artículo). Por ello, usarlo para refrigerar la capa termoeléctrica no implicaría la menor dificultad.

            Salu2

          4. Noel, me refería a que la refrigeración tendría que modificarse en función de la temperatura, que variará con la distancia al Sol, por lo que tendría que incluir actuadores de algún tipo que regulen la refrigeración, lo que incuye sistemas no probados en una nave ya de por sí sensible. Además, la temperatura de trabajo de los actuales MMPRG es mucho más baja de la que tendría que enfrentar el escudo, » heat source temperature of the MMRTG, assumed 823 K», lo que nos dan casi 400ºC de diferencia, así que habría que diseñar un nuevo sistema desde 0. ¿Merece la pena dedicar todo un equipo a crear un sistema de escudo y generación de energía para un única sonda? ¿O quizás es más económico y menos complejo tecnológicamente el emplear un recubrimiento término y un RTG por caro que este sea? Estoy de acuerdo contigo en que tiene más sentido emplear un sistema que aproveche en propio Sol en vez de un RTG, yo lo veo como ir a tiro seguro, en vez de ir a encontrar la mejor solución posible. Sólo intento dar alguna razón que explique se haga de esta forma.

    4. No creo que hayáis acabado de entender el sentido del comentario de Alb…

      NO está diciendo de usar PANELES SOLARES FOTOVOLTÁICOS, sino EL CALOR DEL SOL. Un MMRTG genera calor y, por la diferencia térmica con su entorno, electricidad, ¿ok?

      Bien: pues si se usa el calor de la parte expuesta del escudo térmico contra el contraste de enorme frío de la parte en sombra del mismo escudo… ahí tienes MUCHÍSIMA más diferencia térmica que la que puede proporcionar cualquier Generador de Radioisótopos… y muchísima más energía eléctrica disponible, por tanto. Es decir, convertir el Escudo Térmico en un Generador Termoeléctrico… que seguro que es MUUUUUUUUUCHO más barato, eficiente y energético que cualquier RTG de cualquier tipo.

      Creo que ese era el sentido del comentario.

      Salu2

      1. Vamos, que no tienes ni idea del motivo por el que se propuso con RTG y aún así te permites ir de listo corrigiendo a la peña. Lo que yo decía, brillante, un genio, chapó.

        1. Gracias!!! Ya iba siendo hora de que lo aceptases, por fin!!

          Anda, deja de «amagar» sarcasmos vanos, que ni el menor efecto tienen en mí, y dedícate (si quieres, claro) a aportar comentarios constructivos al blog.

          El que TÚ no seas capaz de pensar de formas alternativas (se llama pensamiento lateral, por si te apetece buscar el concepto) o imaginativas, no implica que los demás no puedan hacerlo.

          Y, a diferencia de tí, yo me leo muy detenidamente los posts de Daniel… y él ya explica fehacientemente el por qué del proyecto original de usar RTG’s. Date un garbeo por el artículo y lo verás.

          De todos modos, si tuvieses el entendimiento básico de una ameba normalita, habrías visto que no estoy CORRIGIENDO a nadie, sino ARGUMENTADO lo que Alb ha querido decir, pues las dos primeras respuestas de su comentario fueron acerca de PANELES FOTOVOLTÁICOS, cuando él preguntaba, explícitamente, por el uso DEL CALOR DEL ESCUDO TÉRMICO como contrapartida a los paneles y a los RTG’s para proporcionar la energía necesaria a la sonda.

          Claro, que quizá es demasiado pedir que comprendas algo tan simple… Aquí quizá el problema no es que yo sea un genio (que no lo soy, por supuesto), sino que tú seas un poco cenutrio.

          Salu2

          1. Se me hace difícil entender el hilo de esta discusión precisamente debido a lo que Daniel ya explica en la entrada.

            El escudo térmico como generador termoeléctrico sería inútil en las cercanías de Júpiter. Y luego en las cercanías del Sol sería problemático porque la órbita iba a ser altamente elíptica, o sea que los rangos de temperatura iban a ser altamente variables, y ese es uno de los talones de Aquiles de los generadores termoeléctricos:

            thermoelectrics.matsci.northwestern.edu/thermoelectrics/index.html

            «Many materials have an upper temperature limit of operation, above which the material is unstable. Thus no single material is best for all temperature ranges, so different materials should be selected for different applications based on the temperature of operation. This leads to the use of a segmented thermoelectric generator.»

            El otro talón de Aquiles de los generadores termoeléctricos es su pobre eficiencia, comparable aquí (siguiendo los respectivos enlaces) con la de otros sistemas:

            en.wikipedia.org/wiki/Radioisotope_thermoelectric_generator#Efficiency

            La eficiencia de los RTGs es pobre justamente porque se basan en generadores termoeléctricos. La gran virtud de los RTGs es que no dependen del entorno.

            Si la sonda puede usar un sistema generador de energía dependiente del entorno, las celdas fotovoltaicas son por lejos la opción más eficiente y a la vez son también la más viable alternativa a los RTGs: ahí tenemos los paneles solares de la Juno en un extremo, y los paneles solares plegables y refrigerados de la Parker Solar Probe en el otro extremo.

            De momento es lo que hay. Los generadores termoeléctricos son un campo muy promisorio y no tengo dudas de que en el futuro ocuparán un lugar importante en cualquier problemática energética, no sólo en las aplicaciones puntuales que actualmente vemos en auge.

            Saludos.

      2. Exactamente, eso es lo que pregunto. Tienes un escudo que se calienta y hay que enfriarlo con unos radiadores. Ya tienes el foco caliente y el foco frio solo hay que poner las celdas peltier o el dispositivo termoelectrico.

        Me resulta sorprendente que se necesite recurrir a los complejos y carisimos radioisotopos.

        Ciertamente como es una orbita muy eliptica, resultaria muy dificil que se pudiera alimentar solo con este este sistema. Pero se puede recurrir a paneles solares fotovoltaicos retractiles, que es la solucion que finalmente se han decantado.

        Entenderia la solucion con radiosotopos sin estos fueran baratos. Te quitas la complicación de tener dos sistemas energeticos, lo que facilita el diseño… Pero costando lo que cuestan recurrir no me parece que su empleo este justificado existiendo otras soluciones tecnicas.
        De hecho al final no se han usado.

        1. Los radiadores van a tener un trabajo del copón, radiar en el espacio es muy complicado (en la ISS pasa lo mismo y está más lejos del Sol) … si además tienen que radiar para lograr generar energía … vamos que la física no está en contra pero la ingeniería si.

        2. Por cierto, lo del RTG era para el diseño inicial, si no he entendido mal el artículo. En la versión final, el PSP no usará RTG, sólo energía solar ya que los requerimientos eran menores al acotar el diseño, supongo.

          1. Exactamente. La versión final de la sonda es más simple porque la versión final de la misión también lo es.

            Ahora el perihelio más cercano será de 6,2 millones de kilómetros sobre la fotosfera, no los 2,1 millones de kilómetros originalmente propuestos.

            Para alcanzar dicha órbita ya no se requiere una maniobra de asistencia gravitatoria con Júpiter, en su lugar se usará Venus, por lo tanto ahora la sonda puede prescindir de RTGs.

            Simultáneamente ahora la sonda puede usar paneles solares, no sólo porque las celdas son más resistentes gracias a que la tecnología fotovoltaica ha mejorado desde el diseño original, sino también porque la sonda sencillamente no se acercará tanto al Sol.

            Saludos.

      3. Errr… not quite. La producción de energía de un termopar depende de la diferencia de temperatura… y el flujo termal resultante. Vamos que si tienes dos millones de kelvins de diferencia, pero menos de un watio de flujo, no enciendes una bombilla. Pero aparte, hay que tener en cuenta flujos de radiación, partículas cargadas, esfuerzos térmicos en la estructura de la sonda, y un cojón de parámetros extra, porque las sondas espaciales son unos cacharros muy complejos y optimizados (NH, pej, funciona con 50-100W).
        En esa tesitura, y para los diseños preliminares, es comprensible que aislaran la zona instrumental completamente del mayor riesgo de la misón (el flujo energético solar) y tiraran de RTGs. Máxime cuando de aquella, los paneles solares estaban casi casi en pañales. Es lo fácil y seguro, y simplifica el problema de conseguir una producción estable de energía, y un entorno termal consistente, en una órbita tan elíptica y por tanto, con variaciones de energía incidente tan extremas.
        De hecho, uno de los puntos de fallo que me saltan a la vista es el sistema de retracción de los paneles solares: no le pones una parte móvil a una sonda a no ser que sea absolutamente necesaria, porque imagínate que se quede agarrotada, sonda frita.

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Por Daniel Marín, publicado el 7 agosto, 2018
Categoría(s): Astronáutica • NASA • Sol